Infecciones del Tracto Respiratorio Superior

Las infecciones del tracto respiratorio superior son las infecciones más comunes, afectando a un gran número de personas. Representan una carga significativa en términos económicos, sociales y laborales.

Las infecciones del tracto respiratorio superior pueden manifestarse de diferentes formas, desde un simple resfriado hasta una sinusitis o faringitis.

Los virus son la causa más frecuente de infecciones del tracto respiratorio superior, responsables de aproximadamente el 42% de los casos.

El virus de Epstein-Barr (VEB) es un virus que puede causar una faringoamigdalitis con fiebre y adenopatía, siendo una de las posibles manifestaciones iniciales de la infección por VIH.

El virus del grupo herpes, como el VEB, CMV, VHS y VH6, pueden causar un cuadro similar al de la mononucleosis infecciosa.

Se trata de un tipo de bacteria que causa la mayoría de las faringitis. También es responsable de infecciones de la piel, como la erisipela y la fascitis necrotizantes.

El anillo de Waldeyer es un conjunto de tejidos linfoides que se encuentran en la faringe. Está formado por las amígdalas palatinas, la amígdala faríngea, las amígdalas tubáricas y la amígdala lingual.

La inflamación del tejido linfoide en la faringe provoca la faringoamigdalitis aguda. Cuando esta inflamación se infecta, puede provocar abscesos.

Los virus son la causa más común de la faringoamigdalitis aguda, especialmente en niños y adultos jóvenes. Entre los virus más comunes se encuentran adenovirus, rinovirus y coronavirus.

La bacteria Streptococcus pyogenes causa entre el 20% y el 30% de la faringoamigdalitis aguda en niños de 5 a 15 años, y alrededor del 10% en adultos. El resto de los casos son causados por virus.

Es una bacteria anaeróbica que es una causa común de faringoamigdalitis aguda. Es importante tenerla en cuenta en pacientes con síntomas graves o persistentes.

Para diagnosticar la faringoamigdalitis aguda, es importante diferenciar entre causas virales y bacterianas. Se puede realizar un cultivo del frotis faríngeo, pero lleva tiempo. Una prueba rápida de antígenos puede ayudar a determinar si la causa es bacteriana o no.

Se refiere a la evaluación de anticuerpos en sangre, realizada después de la fase aguda de una infección, como un método retrospectivo para confirmar si la persona ha estado expuesta al patógeno.

Un sistema de puntuación basado en la clínica del paciente que ayuda a determinar si la causa más probable de una infección es viral o bacteriana.

Tratamiento que se enfoca en aliviar los síntomas, como dolor o fiebre, pero no ataca directamente al patógeno.

Un medicamento que se utiliza para combatir las infecciones bacterianas.

Inicio inmediato de un antibiótico sin esperar resultados de laboratorio, basado en la probabilidad de infección bacteriana.

Streptococcus pyogenes, una bacteria que causa faringitis estreptocócica y otras infecciones.

Inflamación de la cavidad nasal y los senos paranasales.

Sinusitis que dura menos de 4 semanas.

Sinusitis que dura más de 12 semanas.

Obstrucción del drenaje de los senos paranasales, lo que contribuye al desarrollo de la sinusitis.

La sinusitis crónica puede ser causada por infecciones recurrentes en personas con hipogammaglobulinemia o FQ. También puede ser provocada por infecciones fúngicas o patologías no infecciosas como la enfermedad de Wegener o la sinusitis alérgica.

La sinusitis aguda comunitaria es causada principalmente por bacterias como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, y por el virus del resfriado común, el rinovirus. Sin embargo, las bacterias son las más comunes.

La sinusitis aguda intrahospitalaria se da en personas hospitalizadas y con factores de riesgo como SNG, taponamiento nasal o fractura. El Staph. aureus y la Pseudomona aeruginosa son las bacterias que más comúnmente la causan, seguido de enterobacterias y hongos como mucorales, Aspergillus y Fusarium, especialmente en personas inmunosuprimidas.

La sinusitis crónica está generalmente provocada por una mezcla de bacterias aeróbicas y anaeróbicas que residen en la microbiota de la orofaringe. La sinusitis puede comenzar como una rinitis viral o bacteriana, pero si dura más de 7-10 días, es probable que se deba a una sobreinfección bacteriana.

El tratamiento de elección para la sinusitis es el antibiótico, como amoxicilina-clavulánico a dosis altas durante 7-10 días, cefditoreno o quinolonas. Si hay alergia a la amoxicilina, se pueden utilizar macrólidos. En los casos de sinusitis crónica, los tratamientos son más prolongados, con amox/clav durante 3-4 semanas, clindamicina, macrólidos o cotrimoxazol durante 12 semanas.