Índice de Ciudades Prósperas y Planeación en México

El porcentaje de la población mundial que vive en ciudades.

Un programa de las Naciones Unidas que se enfoca en los asentamientos humanos y la vida urbana.

La capacidad de una ciudad para generar innovación, creatividad y progreso.

Los desafíos que enfrentan las ciudades en términos de igualdad y accesibilidad para todos.

Un sistema de clasificación y comparación de ciudades basado en criterios específicos.

Un enfoque para medir la prosperidad de las ciudades que considera factores económicos, sociales y ambientales.

Factores que se centran en la riqueza y el crecimiento económico de una ciudad.

Factores que priorizan las condiciones sociales y el bienestar humano en una ciudad.

Un perfil que evalúa la capacidad de una ciudad para resistir eventos negativos como desastres naturales, enfocándose en la sostenibilidad del desarrollo.

Busca analizar la sostenibilidad de un territorio desde una perspectiva integral que incluye aspectos económicos, sociales y ambientales.

Una herramienta que ayuda a medir la respuesta de un territorio ante riesgos de desastres.

Esencial para la sostenibilidad de una ciudad: Evalúa la capacidad de la ciudad para afrontar cambios climáticos.

El objetivo es desarrollar ciudades que minimicen su impacto ambiental y usen recursos de manera eficiente.

Se enfocan en la recolección de información relevante para la construcción de indicadores sobre temas críticos de sustentabilidad.

Mide el progreso en tres dimensiones: económico, social y ambiental, para evaluar la prosperidad de una ciudad.

Se basan en la información de diversos índices para identificar las características y condiciones del medio ambiente urbano, destacando la sostenibilidad de una ciudad.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 se enfoca en la creación de ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

La Agenda 2030 y los ODS son un conjunto de objetivos globales para lograr un desarrollo sostenible. Se basan en la voluntad política de los Estados Miembros para su implementación.

En el contexto urbano, la ONU reconoce los problemas, pero no investiga a fondo las causas históricas que los originaron.

La Agenda 2030 y los ODS representan un avance al incluir a las ciudades como actores clave en el desarrollo.

Las ciudades enfrentan comunes desafíos en su desarrollo. Esto incluye la movilidad insostenible, la falta de recursos, la escasez de vivienda y la desigualdad social.

La falta de inversión en infraestructura, servicios básicos y vivienda afecta el desarrollo urbano.

Los ODS de la Agenda 2030 representan un avance en comparación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) al adoptar un enfoque integral del desarrollo urbano.

La ONU ha sido criticada por su enfoque en lo que las ciudades deberían hacer en lugar de comprometerse a ayudar a resolver los problemas.

Las dimensiones del CPI son: Productividad, Infraestructura para el desarrollo, Calidad de vida, Equidad e inclusión social, Sostenibilidad ambiental y Gobernanza y legislación urbana.

Cada dimensión del CPI se compone de subdimensiones e indicadores específicos que miden aspectos concretos de la prosperidad urbana.

El CPI se puede calcular de dos maneras: una versión básica y una versión extendida. La versión extendida utiliza más indicadores y proporciona un análisis más completo.

El CPI se representa visualmente como una "Rueda de la Prosperidad", donde cada dimensión se refleja en una sección de la rueda.

El CPI, a pesar de ser útil, tiene limitaciones. Una crítica es la selección de indicadores y la forma en que se combinan, lo que puede llevar a que algunos indicadores altos compensen otros bajos.

El CPI permite analizar y comparar el progreso de diferentes ciudades en términos de prosperidad.

El CPI puede utilizarse como base para el desarrollo de políticas públicas que promuevan la prosperidad urbana.

La capacidad de una ciudad para adaptarse y resistir a las adversidades y las amenazas, como eventos climáticos extremos.

El bienestar general de una ciudad, que combina factores económicos, sociales y ambientales de manera armoniosa.

Un memorándum firmado por ONU-Hábitat e Infonavit para colaborar en la mejora de la prosperidad urbana en México.

El proceso de transformación económica, social y ambiental de una ciudad, que busca la mejora de la calidad de vida para todos.

Un informe que analiza el estado de la prosperidad urbana en 152 municipios mexicanos, desarrollado por ONU-Hábitat e Infonavit.

Las ciudades se clasifican usando diferentes criterios para comparar sus niveles de sostenibilidad. Estos criterios pueden incluir el medio ambiente, la sociedad y la economía. Un ejemplo es el Índice de Prosperidad Urbana (CPI).

El desarrollo urbano sostenible busca equilibrar las necesidades sociales, económicas y ambientales para crear un futuro urbano más equitativo y próspero.

El proceso de recopilar y analizar información detallada de diferentes fuentes para obtener un panorama general de las ciudades.

Implicaciones de juntar información de diferentes fuentes para comprender la prosperidad de una ciudad.

Un método para mejorar la eficiencia de los procesos en las ciudades, buscando optimizar diversos aspectos como servicios básicos y manejo de recursos.

Conjunto de documentos relevantes que proporcionan información detallada sobre un tema específico, como la sostenibilidad o el desarrollo urbano de una ciudad.

El objetivo de crear ciudades donde las personas puedan vivir, trabajar y prosperar en armonía con el medio ambiente.

El objetivo es reducir el estacionamiento en vías principales durante las horas pico, mejorando el flujo vehicular.

Crear espacios de estacionamiento fuera de las calles principales para aliviar la congestión.

Establecer límites de tiempo para el estacionamiento en ciertas zonas, fomentando la rotación de vehículos.

Controlar el estacionamiento en áreas específicas para permitir la operación de transporte público, carga y descarga.

Utilizar el estacionamiento como una herramienta de tráfico calmado, creando zonas de baja velocidad

Adaptar las estrategias de gestión del estacionamiento para satisfacer las necesidades específicas de un sector específico.

Las estrategias de gestión del estacionamiento fuera de vía no deben ser inflexibles, deben considerar las características de transporte del sector.

Cuanto más estacionamiento haya disponible, más personas pueden utilizar el carro privado.

El periodo de tiempo en que los vehículos permanecen estacionados supera el tiempo en que realmente circulan por las calles. Esto es debido a que los autos pasan la mayoría del tiempo inactivos, esperando a ser utilizados.

La superficie necesaria para estacionar un automóvil es mucho mayor que el espacio que ocupa una persona para vivir. Esto es debido a las dimensiones del vehículo y la necesidad de un espacio de circulación alrededor.

El estacionamiento de vehículos tiene un costo significativo para las ciudades, incluyendo la adquisición del terreno, construcción, mantenimiento, seguridad y vigilancia.

Los vehículos particulares generan diversos problemas sociales, como el tráfico, la contaminación del aire y la disminución de la productividad.

La planificación del transporte debe enfocarse en alternativas eficientes y sostenibles a la movilidad basada en vehículos privados, como el transporte público, la bicicleta y el caminar.

Es crucial integrar las estrategias de gestión y construcción de estacionamientos con los planes y proyectos destinados al transporte público y no motorizado, así como con la planificación del uso del suelo.

El alto costo del suelo urbano, junto con las necesidades de espacio para estacionamiento, generan desafíos para las ciudades en desarrollo, que buscan optimizar el uso del espacio y los recursos para el bienestar de sus habitantes.

La promoción de alternativas de transporte público y no motorizado fomenta la creación de espacios más agradables, eficientes y sostenibles en las ciudades, reduciendo la dependencia del vehículo particular y sus impactos negativos.

La reducción del acceso diario al centro de la ciudad mediante estrategias como el control de acceso a vehículos, promoción del teletrabajo, compartir vehículos, conversion de vehículos a tecnologías limpias, etc. para aliviar la congestión del tráfico

Las ciudades que tienen un fuerte programa de gestión de la demanda como el teletrabajo, compartición de vehículos, vehículo eléctrico, etc., muestran resultados positivos

La ciudad ha experimentado una reducción significativa en el acceso diario al centro de la ciudad, con una aceptación considerable por parte de los ciudadanos

Ciudad de México enfrenta serios problemas de congestión, pero ha implementado medidas de gestión de la demanda para reducir la congestión en el centro, con resultados positivos.

La gestión de la demanda en Bolonia y Ciudad de México es un ejemplo positivo para otras ciudades que enfrentan problemas de congestión del tráfico

Restricción del estacionamiento en horas pico, para mejorar el flujo vehicular y promover opciones de transporte público

Utilizar el estacionamiento como una herramienta para crear zonas con baja velocidad y mejorar la habitabilidad del entorno urbano

Las políticas de estacionamiento deben centrarse en gestionar la demanda de espacio, no en aumentar indefinidamente la oferta. Esto implica reducir la dependencia del vehículo particular y promover alternativas de transporte.

Las ciudades deben reorientar sus políticas hacia la gestión de la demanda de estacionamiento para evitar problemas como la congestión, el impacto ambiental y la demanda inducida. Se debe impulsar el transporte público y no motorizado.

La oferta de nuevos espacios de estacionamiento fuera de vía debe considerarse como una última opción. Priorizar la gestión en la vía y fomentar el transporte público y no motorizado.

Las estrategias de gestión del estacionamiento deben ser flexibles y considerar las necesidades del sector específico. No deben ser inflexibles ni impedir la circulación de vehículos.

El tiempo que los vehículos permanecen estacionados es mucho mayor que el tiempo que realmente circulan. Esto evidencia la necesidad de buscar alternativas al transporte individual.

El objetivo es dar respuesta a la problemática del estacionamiento en vía, que tiene un impacto negativo en la movilidad urbana, la congestión del tráfico y la accesibilidad peatonal.

El sistema de cobro del estacionamiento en vía implementado como parte del programa busca generar ingresos para el municipio que se pueden reinvertir en mejoras para la movilidad y la infraestructura urbana.

Este proyecto se basa en la idea de que, al limitar el uso del estacionamiento en vía, se incentiva el uso de transporte público y se crea un entorno más accesible y seguro para los peatones.

El programa busca recuperar espacios públicos, principalmente, en las aceras, transformándolos en áreas verdes, zonas peatonales o espacios para el esparcimiento en general.

Este programa se basa en la idea de que el exceso de estacionamiento genera un círculo vicioso de congestiones y dificultad para encontrar un lugar para estacionar.

"La alta demanda de estacionamiento en horas pico, especialmente durante las horas punta, puede contribuir a la congestión en las calles, dificultando el flujo de tráfico y el desplazamiento de los vehículos.

Se implementaron medidas como la restricción de estacionamiento por placas, en un día determinado, para evitar que un mismo vehículo se estacione en el mismo lugar todo el tiempo.

Las medidas de control del estacionamiento incluyen la instalación y utilización de topes máximos de cupos de estacionamientos para determinados tipos de equipamiento, lo que significa que hay un límite de cupos disponibles en un área específica, para evitar el estacionamiento descontrolado.