Farmacología Capítulo 2: Principios básicos de Farmacodinamia

Study Notes

La relación concentración-efecto se refiere a la relación entre la concentración de un fármaco en el sitio de acción y la magnitud del efecto farmacológico.
Los receptores son proteínas que se unen a los fármacos y desencadenan sus efectos.
Los fármacos pueden ser agonistas (activan los receptores) o antagonistas (bloquean los receptores).
La eficacia y potencia se refieren a la capacidad máxima de un fármaco para producir un efecto y la concentración necesaria para alcanzar la mitad de la eficacia máxima, respectivamente.
La selectividad se refiere a la capacidad de un fármaco para actuar sobre un receptor específico sin afectar a otros receptores.
La tolerancia y taquifilaxia se refieren a la disminución gradual de la respuesta a un fármaco con la administración repetida y el desarrollo rápido de tolerancia, respectivamente.

La absorción se refiere al paso del fármaco desde el sitio de administración al torrente sanguíneo.
La distribución se refiere al transporte del fármaco a los tejidos y órganos diana.
El metabolismo se refiere a la transformación del fármaco en sus metabolitos.
La excreción se refiere a la eliminación del fármaco y sus metabolitos del cuerpo.
La biodisponibilidad se refiere a la fracción de fármaco administrado que llega al sitio de acción sin cambios.
La semivida de eliminación se refiere al tiempo que tarda la concentración de un fármaco en el plasma en reducirse a la mitad.
El clearance se refiere a la tasa de eliminación del fármaco del cuerpo.

La quimioterapia antimicrobiana se basa en varios principios clave, incluyendo la toxicidad selectiva, la elección adecuada del medicamento, la dosificación y duración adecuadas del tratamiento, y el monitoreo de los efectos adversos.
Los medicamentos antimicrobianos se clasifican en diferentes grupos según su mecanismo de acción y los tipos de microorganismos a los que se dirigen.
La resistencia a los antimicrobianos es un problema creciente debido al uso excesivo e inadecuado de estos medicamentos.

La resistencia a los antibióticos beta-lactámicos es un problema creciente debido al uso excesivo e inadecuado de estos medicamentos.
Las bacterias pueden desarrollar resistencia mediante diversos mecanismos, como la producción de betalactamasas, la alteración de las PBP o la modificación de la permeabilidad de la membrana celular.
Los antibióticos beta-lactámicos se administran por vía oral, parenteral o tópica.
Los efectos secundarios más comunes de los antibióticos beta-lactámicos son reacciones alérgicas, que pueden variar desde erupciones cutáneas leves hasta shock anafiláctico.
Los antibióticos beta-lactámicos se utilizan para tratar una amplia gama de infecciones bacterianas, incluyendo infecciones del tracto respiratorio, del tracto urinario, de la piel y tejidos blandos, intraabdominales, meningitis y sepsis.