Examen Físico del Aparato Respiratorio

El examen físico del aparato respiratorio comienza con la inspección, seguida de la palpación, percusión y auscultación.
La parte inferior del aparato respiratorio se divide en una porción de conducción y una porción respiratoria.

El tórax se divide en vías aéreas superiores e inferiores.
La porción de conducción está dada por los bronquios y sus ramificaciones hasta los bronquíolos respiratorios.
La porción respiratoria se encuentra desde los bronquíolos respiratorios hasta los alvéolos.
El esternón se compone de tres partes: manubrio, cuerpo y apéndices hioides.
La línea media del tórax se encuentra el esternón, con las clavículas derecha e izquierda a ambos lados.
El ángulo de Luis es la unión entre el manubrio y el cuerpo del esternón.

La inspección del tórax se divide en estática y dinámica.
La forma del tórax es cónica truncada hacia arriba con el vértice apuntando hacia el cuello y aplanada de manera antero-posterior.
Se debe evaluar la simetría del tórax, observando las clavículas, los hemitórax y los hombros.
La frecuencia respiratoria es normal en personas adultas cuando oscila entre 12 y 20 ciclos respiratorios por minuto.

La palpación del tórax se realiza para corroborar los datos obtenidos en la inspección y sumar más información.
Se evalúa la movilidad del tórax, observando si hay asimetrías en el movimiento.
Se palpan las regiones supraclaviculares y axilares para caracterizar los ganglios linfáticos de cada cadena.

La percusión del tórax se realiza utilizando la técnica digital.
Se escuchan sonidos normales como la sonoridad, la matidez, la submatidez y el timpanismo.
La sonoridad se escucha en los espacios intercostales, la matidez en la superposición del pulmón con el hígado, la submatidez en la superposición del pulmón con el corazón y el timpanismo en la interfaz aire-líquido.

La auscultación del tórax se realiza para evaluar los ruidos respiratorios normales y patológicos.
Los ruidos respiratorios normales son el soplo laringo-traqueal, el murmullo vesicular y el ruido broncovesicular.
Se escuchan ruidos agregados como los terrores secos, los terrores húmedos y los crepitantes.
Los terrores secos se escuchan en la obstrucción bronquial, los terrores húmedos en la presencia de secreciones en los bronquíolos y los crepitantes en el despegamiento de las paredes alveolares.

Comienza con la inspección, seguida de la palpación, percusión y auscultación.
El aparato respiratorio se divide en una porción de conducción y una porción respiratoria.

El tórax se divide en vías aéreas superiores e inferiores.
La porción de conducción está formada por los bronquios y sus ramificaciones hasta los bronquíolos respiratorios.
La porción respiratoria se encuentra desde los bronquíolos respiratorios hasta los alvéolos.
El esternón se compone de tres partes: manubrio, cuerpo y apéndices hioides.
La línea media del tórax se encuentra el esternón, con las clavículas derecha e izquierda a ambos lados.
El ángulo de Luis es la unión entre el manubrio y el cuerpo del esternón.

La inspección del tórax se divide en estática y dinámica.
La forma del tórax es cónica truncada hacia arriba con el vértice apuntando hacia el cuello y aplanada de manera antero-posterior.
La simetría del tórax se evalúa observando las clavículas, los hemitórax y los hombros.
La frecuencia respiratoria normal en personas adultas es de 12 a 20 ciclos respiratorios por minuto.

La palpación del tórax se realiza para corroborar los datos obtenidos en la inspección y sumar más información.
La movilidad del tórax se evalúa observando si hay asimetrías en el movimiento.
Las regiones supraclaviculares y axilares se palpan para caracterizar los ganglios linfáticos de cada cadena.

La percusión del tórax se realiza utilizando la técnica digital.
Los sonidos normales escuchados son la sonoridad, la matidez, la submatidez y el timpanismo.
La sonoridad se escucha en los espacios intercostales, la matidez en la superposición del pulmón con el hígado, la submatidez en la superposición del pulmón con el corazón y el timpanismo en la interfaz aire-líquido.

La auscultación del tórax se realiza para evaluar los ruidos respiratorios normales y patológicos.
Los ruidos respiratorios normales son el soplo laringo-traqueal, el murmullo vesicular y el ruido broncovesicular.
Los ruidos agregados son los terrores secos, los terrores húmedos y los crepitantes.
Los terrores secos se escuchan en la obstrucción bronquial, los terrores húmedos en la presencia de secreciones en los bronquíolos y los crepitantes en el despegamiento de las paredes alveolares.