Empirismo (Hume, Locke y Berkeley)

El Racionalismo afirma que todo conocimiento se deriva de ideas innatas del entendimiento, sin necesidad de la experiencia.

El Empirismo sostiene que la experiencia es la única fuente del conocimiento, las ideas se adquieren a través de los sentidos.

Locke argumenta que no existen ideas innatas, ya que no todos las poseen ni se presentan desde el nacimiento.

Para Locke, el entendimiento humano es como una tabula rasa, una página en blanco sin ideas previas.

Según Locke, el conocimiento se limita por la experiencia, no podemos conocer más allá de lo que nos permite nuestra experiencia.

Locke se enfoca en comprender cómo se originan las ideas a partir de la experiencia, descomponiendo ideas complejas en ideas sencillas.

Los mecanismos psicológicos de asociación y combinación de ideas juegan un papel fundamental en la formación de ideas complejas.

Locke analiza cómo las ideas se asocian y combinan para formar ideas complejas, explora los mecanismos psicológicos de la mente.

Una perspectiva filosófica que considera que el valor del conocimiento depende de su origen y desarrollo dentro de la mente humana.

Las ideas son el objeto inmediato de nuestro conocimiento o percepción. Son lo que sabemos, como colores, dolores, recuerdos o nociones abstractas.

Imágenes o representaciones de la realidad exterior. Se clasifican en simples y complejas.

Ideas que no se derivan de otras y provienen de la sensación o la reflexión.

Ideas que se forman a partir de la combinación de ideas simples.

Ideas simples que se derivan de los sentidos y representan cualidades físicas de los objetos.

Ideas simples que se derivan de los sentidos y dependen de la percepción individual.

Ideas complejas que representan objetos o cosas, formadas por la combinación de cualidades.

La teoría de Locke afirma que la sustancia física de un objeto es algo que no podemos realmente comprender. Solo podemos percibir las cualidades sensibles que lo componen (color, forma, etc.). Conocida como "no sé qué," esta sustancia permanece un misterio, la base de lo que realmente es el objeto.

El empirismo de Locke sugiere que nuestro conocimiento proviene principalmente de la experiencia sensorial. La experiencia nos limita a comprender solo las cualidades que percibimos, lo que significa que no podemos conocer completamente la esencia de las cosas.

Berkeley, un empirista idealista, cuestionó la teoría de Locke. Él creía que la existencia de las cosas depende de que sean percibidas. El ser de las cosas se reduce a ser percibido por un observador, descartando la idea de una sustancia independiente.

Berkeley estaba en desacuerdo con Locke sobre la existencia de una sustancia independiente. Argumentó que la existencia de un objeto solo es cierta cuando es percibida. Esta percepción puede ser a través de los sentidos o la imaginación, haciendo que las cosas existan en la mente del observador.

La crítica de Berkeley a la teoría de Locke se basó en la idea de que la existencia de un objeto depende completamente de su percepción. Si un árbol cae en el bosque, el sonido que emite solo existe si alguien lo escucha. Por lo tanto, la existencia de objetos depende de su percepción.

Hume critica la inferencia de la existencia de cuerpos materiales a partir de nuestras impresiones, porque no se basa en un movimiento de impresión a impresión, sino de impresión a una supuesta realidad más allá de la experiencia. La creencia en una realidad corporal distinta de nuestras impresiones es injustificable.

Según Hume, la creencia en la existencia de Dios, basada en la idea de causa, es inválida porque no se deriva de una impresión a otra, sino de nuestras impresiones a un Ser que no es objeto de impresión. No es posible probar la existencia de Dios a través de la razón.

El empirismo de Hume no ofrece respuesta a la pregunta sobre el origen de nuestras impresiones. Se limita a la experiencia, admitiendo que no podemos saber de dónde provienen las impresiones ni podemos ir más allá de ellas. El conocimiento está limitado por la experiencia sensorial.

Hume cuestiona la existencia de un

La crítica de Hume a la idea de causa no se aplica a la existencia del yo porque esta no se fundamenta en una inferencia causal, sino en la intuición inmediata (

El filósofo inglés George Berkeley argumentó que la única realidad son las mentes o espíritus que perciben. Creía que nuestro entendimiento solo recibe ideas, no las produce, y que estas ideas no provienen de una realidad exterior, sino de Dios.

Berkeley argumenta que Dios es la causa de nuestras ideas, es decir, que Dios es la fuente de las ideas que percibimos.

Hume fue un filósofo escocés conocido por su crítica al concepto de sustancia y causalidad. Rechazaba la visión de las ideas como copias de una realidad externa, como lo proponía Locke.

Hume afirmaba que nuestras ideas no son copias de la realidad exterior, sino que se derivan de nuestras experiencias sensoriales.

Hume argumentaba que la relación de causa y efecto no es algo que se pueda observar directamente en el mundo, sino que es una inferencia que nuestra mente realiza basándose en la asociación de ideas.

El pensamiento de Hume fue fundamental para el desarrollo del empirismo moderno. Su crítica a los conceptos tradicionales de sustancia y causalidad influyó en filósofos posteriores como Kant.

La obra de Hume,

El empirismo contemporáneo reconoce a Hume como una figura fundamental en su desarrollo.

El argumento de Berkeley sostiene que no podemos saber si nuestras ideas representan algo más que ellas mismas, ya que solo conocemos ideas. Si solo conocemos ideas, las cosas son, en realidad, ideas; y su ser consiste en ser percibidas.

Berkeley critica a Locke por inconsistencia: afirma que solo conocemos ideas, pero también dice que esas ideas representan una realidad externa que no conocemos. Para Berkeley, las ideas no representan nada más que a sí mismas.

Berkeley presenta el argumento de que si solo conocemos ideas, y conocemos cosas, entonces las cosas son ideas. Si solo conocemos ideas, la mesa, la pluma y la silla son solo el conjunto de sensaciones que tenemos de ellas.

Las cosas no son objetos distintos a las ideas, sino que son ideas. El ser de las cosas consiste en ser percibido. Esta es la base del idealismo de Berkeley.

Si el ser de las cosas consiste en ser percibido, el ser de la mente consiste en percibir. La mente existe porque percibe, y las cosas existen porque son percibidas.

Para Berkeley, nuestra experiencia del mundo es compuesta por ideas o sensaciones. La mesa, la pluma y la silla son conjuntos de sensaciones que percibimos.

El silogismo utilizado por Berkeley para llegar a la conclusión de que las cosas son ideas: si solo conocemos ideas, y conocemos cosas, entonces las cosas son ideas.