Derecho de Familia - Unidad 7.5

Son menores que enfrentan circunstancias que los hacen vulnerables a un daño o vulneración.

Situación conflictiva familiar, pero sin violencia abierta. Los menores asisten a la escuela, pero viven carencias y bajo rendimiento.

Situaciones más peligrosas que las de riesgo bajo. Incluyen pobreza, crisis afectiva y violencia familiar. Ausencia de padres y situaciones que inciden en conductas delictivas incrementan el riesgo.

Situaciones con alto peligro para los menores, donde la probabilidad de daños o vulneraciones es muy elevada.

Categorías que describen el grado de peligro que enfrentan los menores.

Conjunto de factores que aumentan la probabilidad de daño a un menor.

Acciones que causan daño físico o psicológico a los miembros de la familia.

Falta de protección o cuidado adecuado, dejándolos expuestos a peligros y daños.

El desamparo se produce por acciones u omisiones de quienes se encargan de la protección del menor, lo que le impide tener la asistencia que necesita.

El desamparo puede causar daños casi irreversibles en el desarrollo del menor, que pueden llegar a no ser reversibles.

El estado debe ejercer la tutela del menor en caso de desamparo, incluso separándolo de su entorno si es necesario, para protegerlo.

Condición adversa en la que un menor se encuentra en peligro, que puede afectar su desarrollo personal o social.

En situaciones de riesgo, el daño puede ser reversible con medidas de apoyo y ayuda, mientras que en el desamparo, la afectación es más profunda y difícil de revertir.

Principio fundamental que guía la protección de los niños, priorizando sus derechos y necesidades.

Los niños, por ser menores de edad, tienen derechos específicos que deben ser respetados en todas las situaciones.

El bienestar del niño es la prioridad en todas las decisiones que le afectan, reconociendo sus necesidades y derechos por encima de cualquier otro interés.

El niño gana independencia gradualmente, con mayor poder de decisión a medida que crece. Sus capacidades y responsabilidades se desarrollan con el tiempo.

Los niños tienen derecho a expresar sus opiniones y a ser escuchados en temas que les afectan. Su participación debe ser real y considerada con respeto.

La responsabilidad de cuidar a los niños no solo es de los padres, sino que la comparten la familia, la comunidad y el Estado.

Reconocer las necesidades específicas de niños en situaciones de vulnerabilidad para garantizar que todos tengan las mismas oportunidades.

Prohibir cualquier trato desigual o injusto hacia un niño por razones como su origen, raza, género, religión u orientación sexual.

Los derechos del niño deben estar incluidos en todas las políticas y leyes, no solo en las específicas para la infancia.

Se debe tomar la decisión que más beneficie al niño, incluso si no es la opción legal o socialmente más común.

Es una situación en la que un menor no recibe la protección o cuidado que necesita por parte de sus responsables legales, ya sea por incapacidad, negligencia o acciones inadecuadas.

Son las personas responsables de la protección y el cuidado del menor, generalmente los padres, tutores o custodios.

Se presenta cuando hay incumplimiento o ejercicio inadecuado de los deberes de protección, ya sea por imposibilidad, negligencia o acciones inapropiadas de quienes tienen la patria potestad.

La situación de desamparo se rige por los principios de necesidad, excepcionalidad y temporalidad.

Es el proceso de devolver al menor a su núcleo familiar, siempre y cuando sea lo mejor para su bienestar. Primero se busca la familia extensa.

Son situaciones que pueden aumentar la probabilidad de que un menor llegue a estar en situación de desamparo.

Incluyen falta de atención física o emocional, dificultades para atender al menor, castigos perjudiciales, carencias familiares, inadaptación del menor, falta de educación, conflictos familiares, falta de control en la conducta, discriminación y entornos de explotación.