Convulsiones en Pediatría

Una condición que se refiere a las convulsiones recurrentes y se caracteriza por una actividad cerebral anormal y repentina.

Un tipo de convulsión que se produce en niños pequeños y se caracteriza por fiebre alta.

Una clasificación de los tipos de convulsiones creada por la Liga Internacional contra la Epilepsia.

Las causas subyacentes que provocan una convulsión.

El tratamiento inmediato que se aplica a cualquier tipo de convulsión.

Una descarga eléctrica excesiva y sincronizada en un grupo de neuronas que produce síntomas como movimientos musculares, cambios en los sentidos, problemas de control del cuerpo o de la mente, con o sin pérdida de conciencia.

Convulsiones provocadas por un evento temporal que afecta al cerebro, como fiebre, bajo nivel de azúcar en la sangre o una infección.

Convulsiones que no tienen una causa conocida. No se deben a eventos específicos que alteran la actividad cerebral.

Un trastorno que consiste en una serie de convulsiones que se siguen una de otra sin que el niño recupere la consciencia entre ellas.

Un tipo de convulsión que ocurre en niños menores de 5 años y que suele estar relacionada con la fiebre alta.

Las crisis que se prolongan durante más de 30 minutos o se repiten en ese período de tiempo sin recuperar la conciencia.

Una convulsión es una emergencia médica que debe tratarse lo más rápido posible. La mayoría de las convulsiones infantiles ceden por sí solas, pero la duración afecta el pronóstico.

El tratamiento exitoso de las convulsiones no depende tanto del medicamento elegido como de seguir protocolos establecidos. Oxigenar, dar dosis apropiadas y permitir que la medicación funcione son cruciales.

Las convulsiones febriles simples son generalizadas, duran menos de 15 minutos y la recuperación es rápida. Las convulsiones febriles complejas son focales, duran más de 15 minutos y la recuperación es lenta.

El examen físico es la evaluación visual y manual del paciente para identificar posibles signos de enfermedad. Se divide en varias secciones que ayudan a examinar diferentes aspectos del cuerpo.

En el examen físico, se evalúa el estado de salud general del paciente, incluyendo signos vitales como temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria. También se busca cualquier signo de enfermedad grave que requiera atención médica inmediata.

Una infección focal es una infección localizada en un área específica del cuerpo, como el oído, la nariz o la garganta. Buscar una infección focal implica examinar estas áreas para detectar signos de inflamación o infección.

La deshidratación es una condición donde el cuerpo no recibe suficiente agua. Se puede evaluar la deshidratación observando el estado de hidratación de la piel, la frecuencia de micción y la apariencia general del paciente.

Las lesiones en la piel pueden ser un indicador de enfermedades o afecciones médicas subyacentes. En el examen físico, se busca cualquier tipo de lesión o alteración notable en la piel, como manchas, cicatrices, erupciones o cualquier decoloración.