Capítulo 2: Orientación Familiar

Compuesta por una pareja sin hijos. Puede ser por elección propia o por circunstancias biológicas o médicas.

Formada por una pareja y sus hijos. Puede ser biparental (padre, madre e hijos) u homoparental (dos personas del mismo sexo e hijos). Los miembros comparten un espacio y un compromiso familiar.

Combinación de dos familias nucleares (biparentales u homoparentales) por divorcios o nuevas parejas. Forma una estructura familiar compleja.

Integrada por un solo progenitor y su hijo/s.

Se refiere a cualquier familia que no es nuclear, sin hijos, reconstituida o monoparental.

La familia es un grupo de personas que se unen por lazos de parentesco, amor y apoyo mutuo. Cumple funciones esenciales para el desarrollo integral del individuo: proporciona seguridad, afecto, valores, educación y apoyo.

La familia nuclear, compuesta por padre, madre e hijos, era el modelo dominante en décadas pasadas. En la actualidad, la familia se ha vuelto más diversa, incluyendo familias monoparentales, reconstituidas, homoparentales y otras formas.

Los estudios han demostrado que la estabilidad familiar, el cariño y la atención brindada a los niños en sus primeros años son cruciales para su desarrollo cognitivo, emocional y social, lo que contribuye a su bienestar general a lo largo de la vida.

Para brindar una buena orientación a las familias, los profesionales de la educación necesitan conocer la realidad actual de las familias y sus diversas formas. Es importante entender los cambios que han experimentado las familias en los últimos años.

La salud y la enfermedad no son estados aislados, sino que se encuentran en constante interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales.

Es necesario considerar la influencia de factores biológicos, psicológicos y sociales al estudiar las necesidades de una persona.

El proceso de detección de necesidades debe incluir hipótesis acerca de la influencia de cada grupo de factores (biológicos, psicológicos y sociales) y cómo interactúan entre sí.

Las necesidades familiares no se pueden abordar desde un enfoque único, se requiere un equipo multidisciplinario para considerar las diferentes dimensiones.

El modelo de orientación familiar reconoce la importancia de la narrativa de la persona o familia, obtenida a través del diálogo, para comprender la realidad.

La capacidad del orientador familiar para diseñar, implementar y evaluar intervenciones efectivas que ayudan a las familias a superar desafíos y fortalecer sus relaciones y funcionamiento.

Comprende las habilidades técnicas, conocimientos teóricos y comprensión profunda de las dinámicas familiares que se necesitan para la orientación familiar.

Conjunto de cualidades personales y características de personalidad que son fundamentales para el éxito del orientador en su trabajo con familias.

La capacidad para comprender y experimentar las emociones y perspectivas de los miembros de la familia.

Son esenciales para la confianza y la conexión con las familias. Implican ser genuino, transparente y auténtico en la relación.