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La herida se abre después de un cierre primario.

Las zonas del cuerpo donde la cicatrización es más lenta.

A mayor tamaño de la herida, mayor tiempo de cicatrización.

El exceso o la falta de humedad pueden afectar la cicatrización.

La falta de flujo sanguíneo retrasa la cicatrización.

La inflamación alrededor de la herida dificulta la cicatrización.

La falta de oxígeno limita la formación de colágeno, retrasa la cicatrización y aumenta el riesgo de infección.

La contaminación o infección de la herida retrasa la cicatrización.

Proceso por el cual los leucocitos se desplazan al tejido inflamado guiados por señales químicas.

Proceso mediante el cual se engullen, destruyen y digieren agentes extraños como bacterias, células dañadas o restos celulares.

Primeros en llegar al sitio de la lesión. Fagocitan bacterias y se desactivan tras fagocitar de 5 a 20 bacterias.

Más grandes y potentes que los neutrófilos. Fagocitan hasta 100 bacterias y pueden eliminar otras partículas como restos celulares.

Aumento del número de leucocitos en sangre, indicando una infección o inflamación.

Elevación del número de neutrófilos en sangre, común en infecciones agudas e inflamaciones.

Aumento del número de monocitos en sangre, asociado a trastornos inflamatorios crónicos.

Aumento de la velocidad de sedimentación globular (VSG) en sangre, indicando inflamación aguda o crónica. Los glóbulos rojos se sedimentan más rápido en presencia de inflamación.

Sangrado menstrual anormalmente intenso o prolongado. Puede ser causado por pólipos, fibromas uterinos o otras condiciones.

Sangrado vaginal fuera del periodo menstrual. Puede ser un signo de endometriosis, miomas u otras condiciones.

Presencia de sangre en el semen. Puede ser causada por infección de las vesículas seminales, abstinencia sexual, coito frecuente o congestión vascular.

Pérdida de más del 30-60% del volumen circulante, lo que provoca un shock hipovolémico. Requiere una rápida reposición de volumen.

Pérdida de sangre entre el 10-30% del volumen circulante total, lo que puede causar trastornos hemodinámicos.

Pérdida de sangre alrededor del 10% del volumen circulante total. Suele no causar alteraciones hemodinámicas.

Un valor de lactato mayor a 2 mmol/L sugiere hipoperfusión y metabolismo anaeróbico. Una PaO2 baja (< 80 mmHg) indica hipoxemia.

Utiliza rayos X para identificar lesiones internas o detectar complicaciones adicionales. Se usa para examinar el tórax en caso de hemotórax.

El cuerpo del paciente rechaza las células inmunes donadas debido a su incapacidad para reconocerlas como propias. Es más común en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados.

La replicación de linfocitos T transfundidos, que terminan por no reconocer el tejido receptor.

Infecciones transmitidas por la sangre como la Hepatitis B, Hepatitis C, VIH, Citomegalovirus y Sífilis.

Exceso de acumulación de hierro en los tejidos, causado por múltiples transfusiones de sangre.

Anticuerpos que atacan los factores de coagulación administrados, dificultando su capacidad para coagular la sangre.

Una enfermedad que puede transmitirse por la sangre.

Es el conjunto de procedimientos para vigilar toda la cadena transfusional, desde la donación hasta el seguimiento.

Las complicaciones transfusionales son más comunes en niños que en adultos.

Método para detener una hemorragia nasal leve, donde se aplica nitrato de plata al punto sangrante durante 5-10 segundos. Se utiliza en casos de vasos visibles tras detener el sangrado.

Técnica que consiste en introducir una esponja o material absorbente en la fosa nasal para detener el sangrado.

Precaución al realizar un taponamiento nasal anterior en pacientes con problemas respiratorios, debido al riesgo de dificultad para respirar.

Tipo de taponamiento utilizado para controlar la hemorragia nasal abundante e incoercible, se introduce una sonda en la fosa nasal posterior.

Sonda utilizada en el taponamiento posterior, se introduce en la fosa nasal e infla con aire o solución salina para comprimir el punto sangrante.

Técnicas especializadas utilizadas en casos de hemorragia nasal grave, como la aplicación de anticuerpos, embolización arterial, etc.

Precauciones durante el taponamiento nasal anterior en caso de dificultades para insertar la esponja.

Molestias que pueden presentarse tras el taponamiento anterior, como dolor de cabeza, sequedad bucal y lagrimeo excesivo.

Es la dimensión emocional del dolor, que incluye sentimientos como ansiedad, tristeza, apatía y miedo. Se relaciona con la percepción subjetiva del dolor y la respuesta emocional que genera el cuerpo.

Se refiere a la interpretación cognitiva del dolor, que incluye pensamientos, creencias, expectativas, atención al dolor y focalización. Se da cuando el cerebro evalúa la situación y emite un juicio sobre ella.

Se refiere a las estructuras del cerebro que se activan durante la experiencia del dolor. Incluye el sistema límbico, que procesa las emociones, y la corteza prefrontal, que se encarga de evaluar la situación.

Son los factores que pueden influir en la experiencia del dolor. Incluyen factores biológicos como los neurotransmisores, factores psicológicos como el estado emocional, y factores socioculturales como las creencias y actitudes.

Se refiere al tipo de dolor que se clasifica según su duración. Por ejemplo, el dolor agudo es breve y el dolor crónico es persistente.

Se refiere a una forma de clasificación del dolor que considera los factores neurofisiológicos, psicológicos y sociales.

Se refiere al papel que juega el estado emocional en la experiencia del dolor. La ansiedad, el miedo, la depresión y la baja autoestima pueden intensificar el dolor.

Se refiere a las actitudes y valores culturales que se aprenden durante la socialización y que pueden influir en la experiencia del dolor. Se trata de comprender la influencia cultural en la percepción del dolor.

Un cambio en el que un tipo de célula madura se transforma en otro tipo diferente. Es una respuesta adaptativa del cuerpo para proteger el tejido afectado.

Crecimiento celular anormal con células de tamaños, formas y disposición diferentes. Significa pérdida de control del ADN durante la diferenciación, con mayor riesgo de malignidad.

Pérdida de diferenciación celular, donde las células pierden sus características normales y se vuelven más inmaduras. Su división no está controlada por el ADN.

Crecimiento descontrolado de células que no responde a las necesidades del cuerpo. Proviene de una sola célula y puede ser benigna o maligna.

Alteración que afecta el equilibrio homeostático de la célula.

El endometrio se engrosa en preparación para una posible implantación de un óvulo fecundado. Es inducida por la influencia del estrógeno.

Cambio en la estructura de un tejido en respuesta a un estímulo nocivo. El tejido se reemplaza por otro tipo más resistente.

Proceso mediante el cual las células se especializan para realizar funciones específicas.

Bandas de tejido cicatricial que se forman anormalmente entre o alrededor de los órganos internos, restringiendo el movimiento normal de los órganos.

Prevenir y manejar la infección de la herida, incluyendo cuidados específicos como la limpieza con suero salino, técnica aséptica y vigilancia de signos de infección.

Gestionar el dolor relacionado con la herida, incluyendo la administración de medicamentos como AINEs y corticoesteroides.

Evaluar la salud de la piel y el tejido alrededor de la herida, incluyendo su limpieza, color y humedad.

Ajustar y monitorear la nutrición del paciente para apoyar la cicatrización de la herida.

Mantener una hidratación adecuada para el paciente, favoreciendo el flujo sanguíneo y la eliminación de desperdicios.

Evaluar y monitorear la temperatura del paciente para identificar posibles infecciones.

Las enfermedades infecciosas como el VIH (crónicas) o las infecciones agudas (respiratorias) son factores que pueden afectar la capacidad de coagulación de la sangre y aumentar el riesgo de sangrado nasal.

Los antecedentes familiares de problemas de sangrado, la aparición de hematomas con facilidad y las encías que sangran con frecuencia son señales de alerta para la epistaxis.

Las patologías oncológicas, especialmente las que afectan al sistema sanguíneo, pueden aumentar el riesgo de sangrado, incluyendo la epistaxis.

La cirrosis hepática, una enfermedad crónica del hígado, puede afectar la coagulación de la sangre y causar epistaxis debido a la disminución de factores de coagulación.

El consumo excesivo de tabaco, alcohol, cocaína u otras sustancias puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar la probabilidad de epistaxis.

La presión arterial alta (HTA) puede debilitar los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de epistaxis. Es importante controlar la presión arterial, especialmente en caso de sangrado nasal.

La rinoscopia permite identificar la causa de la epistaxis diferenciando entre hemorragias anteriores y posteriores, además de descartar otras condiciones que podrían estar causando la pérdida de sangre.

La compresión digital externa consiste en aplicar presión con los dedos en las fosas nasales durante 15 minutos como primer paso para controlar el sangrado nasal.

Las fibras A-delta son responsables de la sensación de dolor agudo, punzante y bien localizado, mientras que las fibras C transmiten una sensación de dolor más sordo, difuso y que aparece con un retraso.

La transducción es el proceso que convierte los estímulos nocivos en impulsos eléctricos a través de los nociceptores, que se encuentran en las neuronas aferentes primarias.

Los AINEs, como el ibuprofeno o el naproxeno, reducen la producción de prostaglandinas, que son sustancias químicas que causan inflamación y dolor. Los anestésicos locales bloquean los canales de sodio, impidiendo que los impulsos nerviosos se transmitan. Los opioides exógenos, como la morfina, se unen a los receptores opioides, reduciendo la percepción del dolor.

El dolor es la percepción consciente de una sensación desagradable, generalmente causada por un daño tisular o potencial daño. El dolor puede ser agudo y transitorio, o crónico y persistente.

Las vías ascendentes del dolor transmiten las señales de dolor desde la médula espinal hasta el cerebro, donde se procesan e interpretan.

La corteza cerebral recibe las señales de dolor y les da significado. La corteza somatosensorial localiza y describe el dolor, mientras que la corteza prefrontal y el sistema límbico añaden la dimensión emocional y cognitiva.

Los analgésicos locales como la lidocaína bloquean la transmisión del dolor en los nervios periféricos, impidiendo que las señales lleguen al cerebro.

Los antiepilépticos como la gabapentina y la pregabalina estabilizan las membranas neuronales, reduciendo así la transmisión del dolor.

Los antidepresivos, como la duloxetina y la amitriptilina, ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir la percepción del dolor al aumentar la disponibilidad de serotonina y noradrenalina en el sistema nervioso central.

Las técnicas no farmacológicas, como la meditación y la distracción, modifican la respuesta emocional al dolor, ayudando a controlarlo.

Los opioides, como la morfina y la metadona, se unen a receptores en la médula espinal e inhiben la transmisión del dolor al bloquear la acción de la sustancia P.

Es el aumento del tamaño de las células, lo que lleva a un aumento del tamaño del tejido u órgano.

Es la disminución del tamaño de las células, lo que lleva a una reducción del tamaño del tejido u órgano.

Es el aumento del número de células, lo que lleva a un aumento en el tamaño del tejido u órgano.

Un déficit de lípidos en el cuerpo puede afectar negativamente la formación de la membrana celular, lo que es crucial para la respiración celular y el funcionamiento de los tejidos.

El tabaquismo interfiere con la cicatrización al afectar la función plaquetaria, aumentar la coagulación y deteriorar la circulación sanguínea, lo que reduce la oxigenación de los tejidos.

El alcoholismo crónico debilita el cuerpo, haciéndolo más vulnerable a las infecciones y las lesiones. La capacidad del cuerpo para combatir las infecciones y repararse se ve afectada.

La diabetes altera el flujo sanguíneo y la oxigenación tisular, lo que reduce la capacidad de regeneración de tejidos y puede aumentar el riesgo de infecciones.

Las infecciones retrasan la cicatrización porque las bacterias consumen el oxígeno disponible en el tejido, creando hipoxia y también porque las bacterias liberan sustancias que dañan el colágeno necesario para la reparación.

La hipovolemia, o la disminución del volumen de sangre, afecta la cicatrización al reducir el suministro de nutrientes y oxígeno a los tejidos que necesitan repararse.

La anemia dificulta la cicatrización al reducir la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a las células que están reparando los tejidos.

Las alteraciones en el aparato locomotor (movimiento) pueden afectar la cicatrización, ya que la movilidad limitada o excesiva interfieren con la reparación de la herida.

La curación que se produce sin intervención médica o con un tratamiento mínimo.

Tratamiento específico que se aplica para aliviar los síntomas de una enfermedad o lesión.

Número de casos nuevos de una enfermedad en una población específica durante un período de tiempo determinado.

Número de muertes en una población específica durante un período de tiempo determinado.

Las necesidades básicas de una persona, que deben ser satisfechas para que pueda sobrevivir y prosperar.

Nivel en el que se encuentran los problemas que más afectan la salud de una persona, ya sea por riesgo de muerte, prioridad para la persona o familia, o porque contribuyen a otros problemas.

Prueba que mide la velocidad a la que los glóbulos rojos se sedimentan en la sangre. Un valor alto indica inflamación aguda o crónica.

Procedimiento que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes de órganos y tejidos internos. En emergencias, se utiliza para detectar rápidamente la presencia de sangre en cavidades abdominales y torácicas.

Técnica de imagenología que usa rayos X para generar imágenes detalladas del cuerpo, mostrando huesos, órganos y tejidos blandos. Es muy útil para detectar lesiones internas y guiar cirugías.

Procedimiento médico que permite examinar el interior del tracto digestivo, desde la garganta hasta el recto, utilizando un tubo delgado con una cámara y luz. Se utiliza principalmente para evaluar y tratar hemorragias digestivas, especialmente las causadas por úlceras gástricas o lesiones en el intestino.

Procedimiento médico que permite visualizar el interior del colon, el último tramo del intestino grueso, mediante una cámara y luz. Se utiliza para diagnosticar y tratar hemorragias digestivas bajas y para identificar posibles lesiones en el colon.

Es la respuesta del cuerpo a la pérdida de sangre. El sistema nervioso simpático libera adrenalina para acelerar el ritmo cardíaco y contraer los vasos sanguíneos, manteniendo el flujo de sangre a los órganos vitales.

La pérdida de sangre significativa puede llevar al shock hipovolémico, una condición grave que ocurre cuando la sangre no puede llegar a los órganos vitales debido al bajo volumen sanguíneo. Puede ser mortal si no se trata.

El sistema nervioso simpático juega un papel crucial en la respuesta del cuerpo a la pérdida de sangre. Libera adrenalina, que aumenta el ritmo cardíaco y contrae los vasos sanguíneos, dirigiendo la sangre a los órganos vitales.