Acoso Escolar y Ciberacoso

Es una conducta innata que se activa de forma automática ante ciertos estímulos y se detiene con inhibidores específicos.

Es una de las mayores preocupaciones de la salud pública, con un impacto global y una necesidad de prevenirla desde temprana edad.

Se cuestiona si las condiciones escolares influyen tanto en el ciberacoso como en el acoso escolar.

Los medios de comunicación, especialmente la televisión, influyen en cómo las personas perciben la realidad.

La percepción de popularidad, la necesidad de ser popular y la presión de los compañeros son indicadores clave de participación en el acoso y ciberacoso.

Las consecuencias del acoso, tanto para la víctima como para el agresor, incluyen

Este tipo de familias se caracterizan por la falta de implicación de los padres, altos niveles de conflicto y patrones de crianza poco saludables.

Los factores que influyen en el acoso escolar y el ciberacoso se dividen en personales, relacionados con la sociedad, la psicología, la familia, la escuela y la cultura.

Es el documento que establece cómo se gestiona la convivencia en el centro educativo, incluyendo las medidas y estrategias para prevenir y abordar conflictos.

Es el envío, recepción o reenvío de mensajes, imágenes o videos de contenido sexualmente explícito a través de dispositivos tecnológicos.

Las consecuencias del acoso y ciberacoso afectan a la víctima, a quienes observan y a la atmósfera general del centro educativo.

En el acoso escolar se pueden identificar diferentes roles: el agresor, la víctima, y quienes observan la situación.

Un espectador que se mantiene neutral no participa activamente ni apoya al agresor ni a la víctima .

El ciberacoso es una forma de acoso que se lleva a cabo a través de medios digitales.

Esta creencia sugiere que los eventos externos están fuera de nuestro control.

Las competencias parentales incluyen habilidades clave como disciplinar, supervisar, resolver conflictos y aplicar una crianza positiva.

La teoría ecológica de Bronfenbrenner afirma que nuestro desarrollo está influenciado por el entorno en el que nos desenvolvemos.

Las estrategias de afrontamiento son herramientas esenciales para abordar el acoso escolar y el ciberacoso, pero deben ser eficaces y apropiadas.

El acoso escolar se puede presentar a través de diferentes formas: física, verbalmente, indirecta, racional y psicológicamente.

El Protocolo de acoso escolar se divide en nueve pasos para abordar las situaciones de acoso con eficacia.

El acoso escolar permanece por la ley del silencio, que es mantenida por el agresor, y por la dinámica de dominación y sumisión.

Dentro de quienes observan un caso de acoso hay diferentes roles. El colaborador del agresor, el animador, el defensor de la víctima y el neutral.

Este estilo parental se caracteriza por la falta de establecimiento de límites y la búsqueda de complacer al hijo, evitando la frustración.

Es la habilidad y la capacidad de las personas para superar situaciones adversas y fortalecerse ante la dificultad.

El sexo y la edad son factores sociodemográficos relevantes para comprender el acoso escolar y el ciberacoso.

Situación en la que un menor se encuentra en riesgo de sufrir daños por circunstancias familiares, sociales o educativas.

Situación en la que un menor se encuentra desprotegido debido al incumplimiento de los deberes de protección legal.

El segundo estudio del Defensor del Pueblo (2007) se centró en un fenómeno diferente al del primer estudio (2000).

El estilo hiperprotector se relaciona con las víctimas de acoso escolar.

Programas de ámbito nacional para combatir el acoso escolar y el ciberacoso.

Formas de acoso escolar: física, verbal, indirecta, racional y psicológica.

El estilo educativo democrático se caracteriza por la seguridad y el apoyo que se brindan al menor para afrontar situaciones de acoso.

El interés superior del menor se basa en diversos criterios, incluyendo su derecho a la vida, el bienestar y su participación en las decisiones.

En la situación de riesgo para un menor, se evalúa si el menor debe permanecer en su entorno familiar o si es necesario buscar alternativas de cuidado.

En la situación de desamparo del menor, los deberes de protección no se cumplen y se deben tomar medidas para proteger al menor.

La guarda de un menor puede ser voluntaria o derivada de una situación de desamparo, y se implementa mediante el acogimiento familiar o residencial.

La violencia juvenil se define como la violencia que ocurre entre jóvenes de 10 a 29 años.

El desarrollo ontogenético del maltrato infantil se refiere a las características personales que los padres maltratadores traen consigo.

El maltrato infantil es un problema complejo en el que se interrelacionan diversos factores, incluido el entorno.

El nivel exosistema del Modelo Ecológico del maltrato infantil incluye el vecindario, la comunidad y el entorno social.

Las medidas para prevenir e intervenir contra el acoso escolar y el ciberacoso incluyen planes de convivencia y protocolos de actuación.

El ciberacoso comparte con el acoso escolar la agresión injustificada, la intención de causar daño y la persistencia en el tiempo.

El ciberacoso se caracteriza por la mayor difusión de las agresiones, la audiencia más amplia y la posibilidad de anonimato del agresor.

La violencia psicológica afecta a nivel cognitivo, emocional y comportamental.

Los factores de riesgo del maltrato infantil son el desarrollo ontogenético, el microsistema, el exosistema y el macrosistema.

La dependencia a las redes sociales e internet es una dependencia conductual que puede exacerbar el acoso y el sexting y alterar el estado de ánimo y la conducta.

El cibergossip se refiere a la difusión de rumores y comentarios sobre otras personas en el ciberespacio.

El sexting tiene mayor prevalencia en la adolescencia y puede tener consecuencias negativas, además de estar relacionado con otros comportamientos de riesgo.

Las consecuencias del acoso escolar y el ciberacoso incluyen un mayor riesgo de ideación suicida para las víctimas.

El acoso escolar es un problema global que afecta a los centros escolares de todo el mundo.

El ciberacoso se diferencia del acoso escolar debido a la mayor dificultad para desconectarse de la víctima, la posibilidad de anonimato y la mayor audiencia.

El microsistema, según el Modelo Ecológico del maltrato infantil, se compone de elementos como la familia, la escuela y el vecindario.