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TEMA 1 – CONTEXTOS FAMILIARES DIVERSOS COMO CONTEXTO DE DESARROLLO 1. INTRODUCCIÓN La teoría del apego establece que el apego es un elemento fundamental para la supervivencia (es un mecanismo de supervivencia). Además estableció que el apego presenta 3 componentes: cognitivo (e.g. cómo es la interac...

TEMA 1 – CONTEXTOS FAMILIARES DIVERSOS COMO CONTEXTO DE DESARROLLO 1. INTRODUCCIÓN La teoría del apego establece que el apego es un elemento fundamental para la supervivencia (es un mecanismo de supervivencia). Además estableció que el apego presenta 3 componentes: cognitivo (e.g. cómo es la interacción con otras personas, cómo se percibe el mundo, cómo soy yo), comportamental (e.g. acercamiento) y emocional (e.g. seguridad;). Asimismo estas formas de apego representan diferentes funciones como seguridad, tranquilidad, bienestar… Destacar que las figuras de apego se han formalizado a través de aprendizaje implícito y se pueden destacar diferentes tipos de apego: apego seguro (caracterizado por la incondicionalidad, es decir, el niño sabe que su cuidador no va a fallarle) y apego inseguro, donde podemos distinguir entre apego ansioso (la figura de apego tiene que estar presente porque cuando no está la persona siente inseguridad, las personas con este apego necesitan contacto cercano), apego evitativo (personas que no buscan apoyo o contacto) y apego desorganizado o ambivalente (en el que se muestra una combinación de los dos anteriores). En el apego seguro encontramos mayores habilidades sociales, más empáticos, más prosociales, cooperan mejor, son más imaginativos en juegos y resolución de problemas, regulan mejor sus emociones, son más autónomos y tienen contacto con los educadores de manera más fácil y eficaz. Finalmente destacar que el apego muestra un patrón de estabilidad a lo largo del tiempo prediciendo probabilísticamente (aunque no determina) el desarrollo social. IMPORTANTE: los modelos internos son susceptibles de modificación si la experiencia con otras figuras de apego promueve o exige una revisión, pero no desaparecen. 2. LA FAMILIA COMO CONTEXTO DE DESARROLLO (Lectura 1) Según Palacios y Rodrigo (1998) la familia es “una unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia”. 2.1. Características del modelo teórico en el estudio de la familia y su impacto en el desarrollo Partimos de un modelo de socialización tradicional que todas las personas han aprendido implícitamente que expone que las acciones de los padres determina el desarrollo de los hijos, cuando estudiábamos la familia desde este modelo todo el peso caía sobre los padres y lo que estos hacían. Este modelo a caído en desuso. 1 El modelo teórico comúnmente aceptado que aglutina diversas investigaciones reúne las siguientes características: interactivo, bidireccional, sistémico, ecológico, genético, basado en la indeterminación, educativo y de intervención. - Es un modelo interactivo porque se considera que las interacciones familiares significativas afectivamente (significatividad afectivo personal) y constantes a lo largo del tiempo (continuidad contextual) afectan al proceso de desarrollo psicológico en sus dimensiones socioafectivas y cognitivas (Arranz, 2005; Arranz y Olabarrieta, 1998). - Es un modelo bidireccional porque analiza las interacciones desde una perspectiva bidireccional o de influencia mutua. Las interacciones entre padres e hijos se influencias y afectan mutuamente, no es algo unidireccional solo desde madres/madres a hijos/hijas. - Es un modelo sistémico porque las interacciones que se producen dentro del grupo familiar deben ser comprendidas como parte de un sistema dinámico y complejo, formado por subsistemas y que se relaciona con otros sistemas más amplios. Lo que afecta a un miembro de la familia afecta al resto, ya sea directa o indirectamente. Esta característica es muy importante. - Es un modelo ecológico porque las interacciones familiares se producen en unos contextos que las afectan (social, económico y cultural). El concepto de nicho evolutivo se refiere al conjunto de escenarios, prácticas y creencias que existen en cada cultura en torno a los niños, su crianza y educación. - Es un modelo genético porque las interacciones que se producen dentro del mismo pueden estar influencias por variables de tipo genético (aunque no en todas, ya que existen familias adoptivas). - Es un modelo basado en la indeterminación primaria, puesto que la expresión genética está influida por múltiples factores externos que modifican los efectos de los genes, el curso del desarrollo no está predeterminado. - Es un modelo educativo y de intervención porque la familia es un sistema abierto y flexible, que puede ser afectado e intervenido por múltiples factores como la política de prevención y/o educación (educación y formación de padres y madres). En función de las características del modelo teórico expuesto anteriormente se concibe al contexto familiar como un contexto interactivo multi-influenciado, es decir, como un conjunto de interacciones sociales influyentes en el proceso del desarrollo psicológico y que son a su vez afectadas por variables externas al microsistema familiar como las genéticas y ecológicas. 2 IMPORTANTE: no se debe utilizar el término de familia desestructurada, la propia idea/estructura de la familia cambia a medida que los hijos van creciendo, las familias no son entes estáticos, son un proceso o un elemento absolutamente permeable y por lo tanto sufre cambios, con lo cual, el considerar que una familia es “buena/mala”, de riesgo o no riesgo, etc… es en realidad darle una estabilidad que NO es real. 2.2. Variables familiares implicadas en el desarrollo psicológico Hay una serie de variables que se han demostrado que son más relevantes en el desarrollo psicológico como: estatus socioeconómico, acontecimientos estresantes, práctica de juego (simbólico), cuidado sustitutivo, nivel educativo de los progenitores, actividades de andamiaje (e.g. puzles), relaciones sociales, expresividad emocional intrafamiliar, apoyo social externo, interacciones fraternales, estabilidad laboral, conflictos de pareja, estilo educativo, estimulación lingüística, estilo de apego, ajuste del niño a la familia, implicación de los padres para facilitar la interacción social, responsividad parental, y control y supervisión parental, que se clasifican de la siguiente manera: Variables interactivas (proceden de la interacción Variables contextuales (proceden del de los padres con el menor, o los hermanos con el contexto) menor, los amigos con el menor…) - Práctica de juego simbólico. - Estatus socioeconómico. - Cuidado sustitutivo. - Acontecimientos estresantes. - Actividades de andamiaje. - Nivel educativo de los progenitores. - Relaciones sociales. - Apoyo social externo. - Expresividad emocional intrafamiliar. - Estabilidad laboral. - Interacciones fraternales. - Conflictos de pareja. - Estilo educativo. - Estimulación lingüística. - Estilo de apego. - Ajuste del niño a la familia. - Implicación de los padres para facilitar la interacción social. - Responsividad parental. - Control y supervisión parental. En las variables interactivas trabajamos con padres e hijos conjuntamente, y en las contextuales o únicamente con los padres o con el contexto. Otra clasificación de las variables sería, por un lado, variables que afectan en mayoría al desarrollo cognitivo (e.g. actividades de andamiaje o estimulación lingüística) y por otro lado variables que afectan al desarrollo socioemocional (e.g. estilo de apego, estabilidad laboral o conflictos de pareja). 3 2.2.1. Desarrollo cognitivo El estatus socioeconómico afecta al desarrollo cognitivo de manera indirecta, es decir, en España todos tenemos acceso al sistema educativo pero una familia con pocos recursos económicos suelen ser padres con menor nivel educativo y, por otra parte, tienen menos recursos hasta el punto de que trabajan todo el día o no tienen el nivel educativo para ayudar a sus hijos con las dudas o pagarles clases de apoyo. Por otro lado, otra variable que afecta al desarrollo cognitivo es la calidad de las interacciones padres-hijos (no se trata de pasar mucho tiempo con el niño, si no de la calidad del tiempo), siendo importantes las actividades de andamiaje (Zona de Desarrollo Próximo, Vygotski), la práctica del juego simbólico, la responsividad de los padres1 y la estimulación lingüística. Otra variable que influye en el desarrollo cognitivo es el nivel educativo de los padres, es una variable indirecta, pero los padres más formados suelen conceder más importancia a la educación y tienen más recursos que prestar a sus hijos. Finalmente, las interacciones con hermanos, que facilita determinados desarrollos cognitivos según algunos estudios, pero otros estudios no encuentran esta evidencia. 2.2.2. Desarrollo socio-emocional El contexto familiar de apoyo afecta al desarrollo socioemocional ya que permite, estabilidad económica, ausencia de acontecimientos estresantes, buen ajusto niñofamilia, buen cuidado sustituto, relaciones sociales sólidas y apoyo social externo o baja conflictividad. Otra variable relacionada con el desarrollo socioemocional es el estatus socioeconómico, el nivel educativo de los padres y la estabilidad laboral de la pareja. IMPORTANTE: estas variables afectan de manera indirecta a través de las interacciones intrafamiliares, como mayores conflictos, estrés de los padres ante la crianza, ajuste marital o el estilo educativo. Otra variable sería el estilo de apego, y a destacar de igual manera, el nivel de expresividad emocional intrafamiliar. Otra variable es la implicación de los padres para facilitar la interacción social. Finalmente, hay que tener en cuenta el control parental y la monitorización del comportamiento, destacando que es importante el fenómeno de la autonomía pero también el control psicológico (e.g. te dejo salir con tus amigos pero debes llegar a casa antes de las 12 de la noche). La responsividad define a los padres que responden de forma habitual y sensible a las demandas de sus hijos. Se trata de una actitud basada en el cariño, la aceptación y el apoyo. Los padres responsivos razonan sus actos y se comunican con sus hijos con cordialidad. 1 4 Otra variable que afecta al desarrollo socioemocional es el estilo educativo. En general, los resultados han demostrado la asociación entre la práctica del estilo democrático y un sano desarrollo psicológico durante la infancia, que se concreta en buenos índices de autoestima, estabilidad emocional, capacidad de autocontrol, buen rendimiento académico y bajos niveles de comportamiento antisocial (Jiménez y Muñez, 2005). Por otro lado, los estilos autoritarios y negligente se encuentran especialmente asociados a conductas agresivas con los iguales por par de los niños criados en esos ambientes. Otros investigadores han evidenciado el carácter bidireccional de los estilos educativos, ofreciendo una perspectiva más compleja de su funcionamiento real en la vida familiar (lo que hacen los padres afecta a lo que hacen los hijos y viceversa). La frecuencia del conflicto marital y la exposición de los niños al mismo es otro indicador fundamental de la calidad del contexto familiar. Las relaciones entre hermanos dentro de la familia, aunque comparten algunas influencias, conforman un ambiente interactivo especifico propio para cada uno de los hermanos o hermanas, ambiente que desde el marco teórico de la genética de la conducta se denomina ambientes no compartidos y que puede explicar las diferencias evidentes en diversas áreas del desarrollo de hermanos y hermanas pertenecientes a la misma familia. Desde la perspectiva sistémica se ha identificado una asociación entre los altos niveles de conflicto marital (moderado por edad, nivel de comprensión y adaptación del niño) y el conflicto entre hermanos durante la infancia (Dunn y Davies, 2001), que se refleja en unas relaciones conflictivas con los iguales. 5 Todos los datos anteriores se han evaluado a partir de 2 escalas: • Escala HOME (Coldwell y Bradley, 1984): estudia el desarrollo de los mentores dependiendo del contexto familiar. El objetivo siempre es promover factores de bienestar y reducir factores de riesgo. Evalúa sobre todo variables contextuales. • Escala de Pettit, Bates y Dodge (1997): esta escala valora la situación general de la familia; impacto del niño en la familia; calidad y consistencia del cuidado sustituto; calidad y consistencia de las relaciones del niño con otros niños; interés de los padres por la sociabilidad de su hijo; utilización de la disciplina punitiva (castigo); presencia de daño físico; conflictividad marital; conflictividad dentro y fuera del hogar; apoyo de la red familiar y social; acontecimientos estresantes, y control. 2.3. Variables optimizadoras del desarrollo psicológico Variables contextuales - Estabilidad laboral y económica de - Existencia de una red de apoyo social estable y los adultos que conviven en la unidad eficaz formada por amistades. familiar. - Disponibilidad de recursos institucionales: - Disponibilidad de recursos para la servicios educativos y sanitarios de calidad. estimulación del desarrollo - Existencia de espacios físicos en el vecindario que psicológico infantil. faciliten las relaciones sociales estables de los niños y - Niveles educativos adecuados para niñas. responder a las demandas infantiles - Existencia de un entorno físico adecuado dentro de formación y de orientación. de la vivienda familiar: limpieza, ausencia de - Existencia de un cuidado sustituto hacinamiento2, existencia de espacios para el juego y estable y estimulador cuando los el estudio, y existencia de materiales de estimulación padres y madres no pueden atender a para el aprendizaje. sus hijos por razones de trabajo. - Existencia de unas relaciones positivas y estables - Existencia de una relación positiva y con el centro educativo infantil: acudir a las de apoyo con las familias extensas de entrevistas y actividades diseñadas para padres. los adultos que forman la familia. - Ausencia de acontecimientos estresantes que afecten al equilibrio del sistema familiar: muertes, enfermedades agudas y crónicas, problemas económicos, etc. El concepto suele usarse con referencia a la aglomeración de personas en un espacio reducido o cuya superficie no es suficiente para albergar a todos los individuos de manera segura y confortable. 2 6 Variables interactivas - Interés parental en el desarrollo de la - Práctica de estrategias educativas que sociabilidad de sus hijos e hijas. fomenten la autonomía. - Estimulación parental de la madurez social: - Práctica de estrategias educativas que enseñar y practicar estrategias de interacción fomenten el desarrollo adecuado de la social. autoestima. - Estimulación parental de la madurez - Presencia del sentido del humor en las académica: control de la realización de los relaciones familiares entre padres e hijos. deberes, responder dudas, mostrar disponibilidad - Presencia de revelación como indicador de de tiempo. una comunicación abierta entre padres e - Presencia de diversidad de experiencias en la hijos basada en una relación de confianza. vida cotidiana de la familia: visitas a museos, - Ausencia del control parental basado en la espectáculos, viajes, etc. inducción de culpa y en la retirada de - Presencia en el hogar de materiales y afecto. recursos estimuladores del desarrollo: libros, - Práctica del estilo autorizado de revistas, periódicos, diccionarios, conexión a resolución de conflictos. Internet… - Presencia de vinculaciones afectivas - Práctica de la frustración óptima: permitir seguras: consolidación de apego seguro en que el niño afronte dificultades asequibles, para los vínculos familiares. que desarrollo recursos adaptativos a diferentes - Presencia de implicación activa del situaciones. padre en el proceso de crianza. - Práctica del juego simbólico y del juego en - Presencia de expresividad emocional general adaptado a la edad. entre los miembros de la familia: hablar - Estimulación parental del desarrollo sobre las emociones y explicar el porqué de lingüístico: cantidad y calidad de las diversos estados y reacciones emocionales. estimulaciones lingüísticas, repeticiones, - Presencia de ajuste marital positivo. búsqueda de palabras, lecturas de cuentos, - Presencia de bajos niveles de conflicto narración de historias y cuentos. entre la pareja. - Práctica del andamiaje: estrategias - Presencia de bajos niveles de exposición facilitadoras de los aprendizajes infantiles. al conflicto marital por parte de los niños - Práctica de la descontextualización: realizar y niñas de la familia. referencias a situaciones y acontecimientos - Práctica del estilo educativo distantes en el tiempo y en el espacio. democrático, basado en la inducción - Estimulación de la Teoría de la Mente a través (explicación del sentido de las normas), en de la práctica de la toma de perspectiva de deseos, el establecimiento de límites al estados emocionales y mentales e intenciones de comportamiento y en la presencia de afecto. otras personas. - Práctica de la monitorización del -Estimulación de la toma de conciencia de comportamiento de los adolescentes. habilidades metacognitivas: capacidad de representar las propias capacidades. 7 3. CONTEXTOS FAMILIARES DIVERSOS (Lectura 2) 3.1. Familias monoparentales Las familias monoparentales presentan bajos niveles de ingresos y una situación familiar desfavorable. Tienen altas puntuaciones en conflictividad marital, pero con su expareja. 3.2. Familias adaptativas Las familias adoptivas presentan bajos niveles educativos y la edad de los padres es avanzada. Presentan puntuaciones con tendencia a la democracia y menos permisividad y autoritarismo. También presentan contextos estimulantes o de alta calidad en el contexto familiar. Y tienen un bajo nivel de estrés familiar. 3.3. Familias reconstituidas Las familias reconstituidas presentan un nivel más bajo de nivel educativo, además de un bajo nivel de ingresos. La edad de los padres era de más jóvenes, comparado con el resto de estructuras familiares. Presentan baja situación familiar y puntuaciones altas en permisividad, y también tienen puntuaciones altas en estrés familiar, además de conflictos en la red social. 3.4. Familias recurrentes a la reproducción asistida y familias múltiples La situación familiar es favorable. Esta estructura familiar muestra alta tendencia al autoritarismo y baja puntuación en democracia. Presentan también una baja calidad del contexto familiar y altas puntuaciones en estrés familiar. No se observan diferencias significativas en conflictividad marital. 3.5. Familias homoparentales Las familias homoparentales son familias que presentan un nivel educativo significativamente más alto que el resto de estructuras familiares, así como un nivel de ingresos más elevado. La situación familiar y la calidad del cuidado sustituto también presenta niveles más elevados que el resto de familias. Tienen puntuaciones con tendencia hacia la democracia así como puntuaciones bajas en permisividad y autoritarismo. Por otro lado, presentan una puntuación alta en contextos estimulantes y en necesidad de apoyo, así como hay que destacar que presenta altos conflictos en la red social. Por último, no presente diferencias significativas en estrés familiar ni en conflictividad marital. 8 3.6. Análisis comparativo de las nuevas estructuras familiares como contextos de desarrollo Familia monoparental Variables sociodemográficas Historial de desarrollo Estilo educativo parental Bajos niveles de ingresos. Situación familiar desfavorable. - Calidad del contexto familiar - Estrés familiar - Conflictividad marital Alta puntuación en exparejas. Red de apoyo social - Familias adoptivas Familias reconstituidas Bajo nivel de Bajo nivel de ingresos y ingresos y bajos niveles edad educativos. avanzada de Padres los padres. jóvenes. - Tendencia a la democracia y baja permisividad y autoritarismo. Alta calidad del contexto familiar. Bajo estrés familiar. - - Situación familiar desfavorable. Altas puntuaciones en permisividad. Familias múltiples Familias homoparentales -* Alto nivel educativo y nivel de ingresos. Situación familiar favorable. Situación familiar favorable y calidad del cuidado sustituto. Tendencia alta al autoritarismo. Tendencia a la democracia y baja permisividad y autoritarismo. Alta calidad del contexto familiar. Alto estrés familiar. Baja calidad del contexto familiar. Alto estrés familiar. - - - - Alta necesidad de apoyo y conflictos en red social. - Conflictos en la red social. - *no hay diferencias significativas. 9 4. PRESERVACIÓN FAMILIAR (Lectura 3) 4.1. Conceptualización, objetivos y principios básicos Desde 1970, el término de preservación familiar ha sido utilizado para describir una variedad de programas que proporcionan servicios a los menores y a las familias que están experimentando serias dificultades para su buen funcionamiento. De hecho, el objeto básico de los primeros programas de preservación familiar era prevenir o evitar la separación del menor del hogar familiar mediante servicios intensivos de corta duración (Early y Hawkins, 1994; Lindsey, 1994). Este modelo presenta una perspectiva asistencialista (interviene cuando ya existe el problema) donde es posible la separación de menores y previene o evita la separación de servicios intensivos. Sus destinatarios son: a) familias que requieren apoyos especializados y, b) familias en las que no es posible la permanencia del menor en el hogar. A partir de los años 90 se ha dado un vuelco en la orientación de la preservación familiar (McCroskey y Meezan, 1998). En contraste, Tomison (1999) describe como sigue la filosofía de los servicios centrados en potenciar las fortalezas de las familias (strengthbased approach). Todas las personas y familias, aun las más problemáticas, poseen fortalezas y capacidades que pueden promoverse para mejorar la calidad de sus vidas. El proceso de descubrir dichas potencialidades de las familias requiere una exploración cooperativa con ellas, en lugar de un diagnóstico llevado a cabo únicamente desde el punto de vista del experto. Por último, desde este enfoque se reduce la tentación de culpar a los padres de la situación de los menores y se descubren los medios que han utilizado para sobrevivir en circunstancias muy hostiles. Otro cambio importante en la mentalidad de la preservación familiar es que se ha ido ampliando el rango de situaciones familiares que quedan bajo su aplicación. Así, se incluyen, además de los casos con alto riesgo para el menor (que no llegan al 20% de todos), aquellas familias que requieren apoyos especializados para hacer frente a retos y estreses importantes con un riesgo medio de desprotección para los menores, y aquellas otras necesitan un apoyo adicional para hacer frente a retos o estreses menores con un riesgo bajo de desprotección para los menores. Estamos, por tanto, ante un continuo de situaciones familiares que pueden requerir desde servicios de apoyo a la familia de carácter más general hasta servicios más especializados. 10 Al considerar el continuo de situaciones se parte de la idea de que todas las familias pueden experimentar situaciones estresantes y contar con apoyo insuficiente ante los múltiples retos que deben afrontar como resultado de transiciones vitales, eventos vitales negativos, presiones económicas, cambios en las condiciones sociales, emergencia de nuevos problemas sociales, deterioro de los barrios y de los lazos con la comunidad, escuelas inadecuadas, dificultades para afrontar el rol parental en solitario unido a la “feminización” de la pobreza3, etc. Por tanto, el problema no es que las familias usuarias de los servicios de protección del menor o de los servicios sociales no pueden manejar sus dificultades, el problema es que muchas de esas familias no cuentan con los recursos personales y sociales para hacerlo. Surge entonces la necesidad de apoyar a la familia en sus necesidades y de promover sus competencias. Martín (2005), en su reflexión sobre la necesidad de un marco conceptual diferente para los servicios de protección de la infancia, define las siguientes características de este enfoque: concepción activa de la protección vs. una concepción pasiva en la que el sistema no hace sino certificar las deficiencias o problemas encontrados en la familiar en lugar de trabajar para corregirlas y mejorar las condiciones existentes. Señala también la protección como una responsabilidad compartida entre la administración de los padres vs. una concepción de vigilancia y control sobre el comportamiento parental, en lugar de planificar y adoptar las medidas y recursos necesarios para apoyarlos. La intervención debe estar centrada en los objetivos a conseguir para un futuro seguro y lograr unas condiciones adecuadas de bienestar. También [la protección] debe ser global, esto es, contar con la realidad compleja que rodea a la familia y abarcar el conjunto de necesidades que precisa el menor para su desarrollo adecuado. Por último, hay que dar prioridad a las intervenciones que consisten en promover el acercamiento de las familias a los recursos normalizados y a la reconstrucción de las redes de apoyo naturales. 4.2. Filosofía de la preservación familiar En primer lugar, la orientación de los servicios no está centrada en eliminar las pautas disfuncionales de relación familiar y corregir los problemas, si no en promover las competencias parentales, el desarrollo personal y social de las figuras parentales e incrementar las fuentes de apoyo naturales (Trivette, Dunst y Hamby, 1996). De este modo, se trata de lograr cambios en la familia que mejoren las funciones de cuidado, protección y educación. Mecanismos y barreras sociales, económicas, judiciales y culturales que generan que las mujeres y otras identidades feminizadas se encuentren más expuestas al empobrecimiento en nuestra calidad de vida. 3 11 En segundo lugar, se deben diversificar los servicios de apoyo a las familias (de manera que no solo se interviene ante una crisis) y las modalidades de atención en función de sus necesidades, teniendo como telón de fondo la posible situación de desprotección en la que puedan encontrarse menores a su cargo. Ello implica diversificar también los objetivos de la intervención, que pueden fluctuar desde lograr cambios mínimos necesarios en torno a la reeducación de hábitos o comportamientos concretos de la familia o disminuir algunos factores de riesgo, hasta objetivos que se planteen cambios más en profundidad que permitan a los padres redefinir sus concepciones de la parentalidad, sus objetivos educativos o incrementar medio y largo plazo las redes de apoyo y su mayor integración en la comunidad (Sameroff y Fiese, 2000). En tercer lugar, la preservación familiar implica un punto de vista más comunitario y preventivo al tener en cuenta que requiere, para lograr una mayor efectividad en el trabajo con familias, de la existencia de comunidades más sensibles y cooperativas con ellas en la protección de sus menores (Garbarino y Kostelny, 1992; Gough, 2002; Jordan y Jordan, 2000). Para ello, hay que promover una concepción proactiva y no solo reactiva de las intervenciones. En definitiva, hay que asegurar que el apoyo familiar y el acceso a los recursos comunitarios sean posibles para todas las familias y muy especialmente para aquellas que presentan más riesgo de exclusión social. En cuarto lugar, y ligado con el punto anterior, hay que promover un esquema de coordinación y corresponsabilización de la comunidad y de las instituciones, tanto públicas como privadas, en contacto con las familias y los menores en sistema de partenariado con los servicios de protección de menores (Balsells, 2007; Daro y Donnelly, 2002; Jané-Llopis, 2003; Waldfogel, 1998). Por último, hay que garantizar una buena formación de los profesionales en estos principios y prácticas de la preservación familiar y lograr un trabajo cooperativo y en red. Para ello, se pueden fomentar acuerdos institucionales entre agencias de protección, universidad y ONG para garantizar la innovación de las prácticas profesionales y la evaluación rigurosa de los programas. 12 4.3. Objetivos de la preservación familiar 1. Apoyar a las familias de modo que puedan conservar y/o reforzar los lazos afectivos para dar continuidad y estabilidad a la vida del menor, fomentando vías alternativas de funcionamiento que faciliten el estrechamiento de dichos lazos. 2. Reforzar su función educadora mediante el fortalecimiento de competencias parentales para mejorar el escenario educativo, partiendo de lo que ya hay. 3. Atender a las necesidades específicas de los menores y apoyarles en sus competencias para favorecer su adaptación a los diversos contextos de desarrollo. 4. Favorecer la autonomía y suficiencia de la familia y de todos sus miembros en el afrontamiento de su vida en común y de sus relaciones con el entorno. 4.4. 5. Fortalecer o ampliar los sistemas de apoyo naturales de la familia en combinación con los apoyos institucionales. 6. Apoyar a las familias en todas sus necesidades con la creación de redes comunitarias en las que se coordinen múltiples servicios y se eliminen las barreras de utilización de aquellos recursos que tiendan a su normalización e integración social 7. Favorecer la colaboración familiar mediante un análisis riguroso de todas las actuaciones de los técnicos, de modo que se logre un clima de aceptación, confianza e implicación de las familias que viven el problema desde el principio de las actuaciones. Principios básicos en la intervención La intervención desde la preservación familiar debe basarse en 3 principios fundamentales. En primer lugar, debemos considerar que los padres y madres son la mejor fuente de protección para los niños y adolescentes, y el recurso normal para cubrir sus necesidades básicas. La intervención debe ir encaminada, prioritariamente, a hacer lo posible para que el menor no tenga que ser apartado de su hogar. En segundo lugar, debemos considerar que los poderes públicos tienen encomendada la función de apoyar a las madres y los padres a cuidar adecuadamente y a proteger a sus hijos y, si es necesario, deberán actuar para protegerles y sustituir a las figuras parentales mientras eso se consigue. En tercer lugar, en preservación familiar el incremento en las medidas de guarda o de tutela no indica un éxito del sistema de protección y del equipo, si no la prueba de un fracaso en la política social. Siguiendo un principio de proporcionalidad, cualquier medida que se adopte debe estar en proporción al hecho denunciado: si solamente una parte de los casos de maltrato pueden considerarse graves, solo una parte similar de las medidas deberían ser tutelares; el resto de los casos, que suelen ser la mayoría, deberían resolverse con medidas de apoyo a nivel psicoeducativo, socioeconómico y comunitario (Martín, 2005). 13 4.5. Límites de la preservación familiar Para terminar con este apartado, es importante plantearse cuáles son los límites de la preservación familiar. Estos límites se concretan en definir los criterios de inclusión y de exclusión de casos susceptibles de entrar bajo el paraguas de este tipo de servicios o programas. Así, por ejemplo, los criterios de inclusión nos indican para qué tipo de situaciones de desprotección resulta óptima o apropiado este tipo de actuaciones. Criterios de inclusión de casos para la preservación familiar En cuanto a los criterios de exclusión, se enumeran aquellos casos en los que no se debe procurar la preservación familiar porque sería altamente perjudicial para el menor. Mediante la aplicación rigurosa de estos criterios hacemos prevalecer los derechos del menor sobre los de la familia, ante el peligro que puede ocasionar para su vida y su desarrollo la permanencia en ésta. Criterios de exclusión para llevar a cabo la preservación familiar 14 4.6. Niveles de actuación En la intervención para la preservación familiar, siguiendo el modelo descrito, se debe atender a dos niveles de actuación: la prevención y la promoción del desarrollo y la intervención de caso. Ambos niveles no deben ser excluyentes uno del otro, ya que el trabajo con las familias y con menores en riesgo de desprotección supone poner en marcha intervenciones preventivas orientadas a minimizar la influencia de los factores de riesgo, intervenciones de promoción orientadas a potenciar la influencia de los factores de protección, e intervenciones reparadoras y de apoyo ante las dificultades cotidianas que experimentan los menores y las familias. Objetivos de la prevención y la promoción: • En prevención tratamos, por un lado, de evitar la incidencia de un problema, esto es, evitar que aparezcan nuevos casos y, por otro, reducir la prevalencia, es decir, intentar que se reduzca el número de afectados por el problema (e.g. prevención de embarazos no deseados en la adolescencia; consumo de drogas; conductas de riesgo en la adolescencia; maltrato infantil, etc.). • La promoción pone el acento en los aspectos positivos para el desarrollo personal, familiar y de la comunidad. Va asociada a factores más amplios que los relacionados con los factores familiares de riesgo; esto es, se asocia a los factores de protección y de fomento de la resiliencia que operan a escala más social y que permiten la optimización del ambiente que rodea al menor, de forma que se convierta en un contexto de protección, apoyo y sostén desde el respeto a la cultura, la equidad, la justicia social y la dignidad personal. 15 Desde la preservación familiar, los servicios sociales dirigidos al menor y a la familia y los servicios de protección deben tener entre sus prioridades el desarrollo de programas estables dirigidos a eliminar las causas de las situaciones de desprotección infantil, con el objetivo de reducir al máximo su incidencia y la prevalencia de situaciones de riesgo. Esto puede realizarse a través de programas de prevención primaria (universal, selectiva o indicada) o de prevención secundaria. Niveles de prevención (Institute of Medicine; Mrazek y Haggerty, 1994; Muñoz et al., 1995) 16 La intervención de caso Un “caso” es la descripción de una determinada situación de la vida real que afecta negativamente a una persona o a una familia que necesita apoyo formal de algún tipo prestado por un agente externo, sea este apoyo percibido como algo necesario o no por dicha persona o familia. • • • • • Características Se trabaja sobre lo que las personas o familias • “hacen” y no sobre lo que “son”. Se debe contactar con el punto de vista de la familia sobre su caso. • Estas personas o familias pueden acudir al servicio, no por voluntad propia si no derivadas por otros recursos, lo que puede • afectar al compromiso de colaboración con los técnicos. Las propuestas de intervención deben propiciar la implicación activa de las • personas, ya que será a través de la propia acción como éstas puedan asumir la necesidad del cambio. Frente a la intervención coercitiva e intrusiva debe plantearse una intervención basada en soluciones, optimista, centrada en la cooperación y el respeto. Conscientes de que no existe una relación lineal entre intervenciónrecuperación. Se destaca la importancia de tomar medidas de apoyo compensatorio para la familia. Necesidad de complementar la intervención de caso con otro tipo de acciones preventivas o de promoción de las citadas anteriormente. Conseguir una nueva familia para el menor o su ingreso en un centro de protección no debe considerarse como un éxito del sistema, a menos que se trate de un caso de permanencia del menor en la familia claramente inviable (Minuchin, 1985). 17 Objetivos 1. Reeducación: cambiar el comportamiento 4. parental, los hábitos cotidianos y las pautas educativas más inadecuadas modificando algunos aspectos del escenario educativo familiar, de modo que se reduzcan los factores de riesgo para el futuro y se garantice que el menor reciba un cuidado mínimamente 5. adecuado. 2. Redefinición: cambiar las concepciones de los padres sobre sus hijos, sus metas y expectativas, la percepción de su tarea educativa, promover nuevas formas de concebir las relaciones padres-hijos de acuerdo con el momento evolutivo, mejorar 6. las pautas educativas. Todo ello para asegurar un contexto de desarrollo razonablemente adecuado. 3. Fomentar el desarrollo de competencias, habilidades y conductas que incidan en los factores de protección y la resiliencia de los padres y los menores ante situaciones de adversidad en sus contextos de vida. Promover el uso de recursos comunitarios para estimular los procesos de participación y normalización de las familias dentro de su comunidad, en aquellos casos donde se requiera complementar o apoyar el rol parental. Proporcionar un apoyo específico e individualizado al menor en todas sus facetas y necesidades, que debe continuar incluso aunque se haya terminado la intervención con los padres por haberse alcanzado un punto de no avance y cronificación. Proporcionar acompañamiento, seguimiento y/o control de la situación familiar y del menor. No hay intervención propiamente dicha pero se sigue el contacto con las familias y los menores, ya que se está evaluando los resultados de la intervención, se refuerzan los cambios obtenidos o se previene la aparición de otros problemas. |PREGUNTAS DE EXAMEN| 18

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