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This document discusses the concept of stereotypes, their origin, characteristics, functions, and effects on behavior. It details different types of inaccuracies in stereotypes and how they can affect social interactions. The text analyzes how stereotypes are formed and how they influence individual perception and behavior.

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BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. 1. Origen y características. El estereotipo tradicionalmente se ha definido como un conjunto de rasgos asociados a un grupo o categoría social del que se asume que define a sus miembros. Hamilton (Hamilton y Trolier, 1986, p. 133) lo definió c...

BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. 1. Origen y características. El estereotipo tradicionalmente se ha definido como un conjunto de rasgos asociados a un grupo o categoría social del que se asume que define a sus miembros. Hamilton (Hamilton y Trolier, 1986, p. 133) lo definió como “estructura cognitiva que contiene los conocimientos, creencias y expectativas del observador acerca de algún grupo humano. Cuatro han sido los criterios (características) tradicionales a la hora de definir un estereotipo: a. Generalización: los estereotipos son normalmente afirmaciones generalizadas simples sonre cómo son y a qué se parecen los miembros de un grupo social que son robados de su identidad al aplicarse a ellos un número de creencias que les adscriben un conjunto de atributos y predisposiciones de conducta compartidos. b. Distintividad: la medida en que una característica es percibida como asociada en mayor medida a un grupo que a otros grupos. c. Diferenciación categorial: basado en un modelo asociacionista, donde lo importante es la representación de un grupo es que sea informativa, es decir, cuando las diferencias entre los miembros de dos grupos en un rasgo dado son mayores que las diferencias entre los miembros de un mismo grupo en dicho rango. d. Consensualidad: son creencias de carácter consensual, o creencias compartidas sobre las características que definen a un grupo social. La inexactitud de los estereotipos se ha dado por sentado, y son escasos los autores que han planteado su verificación empírica. Judd y Park (1993) abordan ampliamente este asunto y establecen diferencias entre tres formas de inexactitud: la inexactitud estereotípica, la de valencia y la de dispersión, que se explican a continuación. - Inexactitud estereotípica. Se da cuando los estereotipos son más prevalentes en un grupo que en otros y los atributos contraestereotípicos lo son menos realmente que en otros grupos (los varones son más agresivos que las mujeres, pero menos cariñosos). Consistiría en sobrestimar la presencia de un determinado atributo estereotípico en un grupo (la agresividad en varones), y subestimar la presencia de un elemento contraestereotípico (el cariño). - Inexactitud de valencia: aparece cuando los atributos tienen valencias evaluativas (no son neutros, sino que tienen connotaciones positivas, como generoso, o negativas, como tacaño). Imaginemos que el estereotipo de los catalanes sea que éstos son laboriosos y tacaños. Ambos serían elementos estereotípicos, pero mientras el primero sería positivo, el segundo sería negativo. Este tipo de inexactitud se produciría cuando se exagera el grado de laboriosidad y tacañería de los catalanes (técnicamente, se sobrestima la tendencia central del grupo en ambos atributos), y además esta estimación es diferente para el atributo positivo que para el negativo. La forma más sencilla de comprobar la inexactitud de los estereotipos sería por medio de un criterio objetivo/externo con el que comparar los estereotipos. Tema 4: Estereotipos. 2 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. - Inexactitud de dispersión: consiste en percibir al grupo como más o menos disperso de lo que realmente es. 2. Funciones y estructura. 2.1. Funciones. Los estereotipos cumplen una serie de funciones en quienes los utilizan, y básicamente son (Snyder y Miene, 1994): 1. Función de economía cognitiva, que permitirá reducir la información que se recibe del medio. 2. Función de protección del yo, al preservar la autoestima (p. ej., “la culpa de mi situación de paro la tienen los asiáticos, que nos quitan el trabajo sometiéndose como esclavos”). 3. Función social, por la cual, compartiendo los estereotipos del grupo al que se pertenece, el sujeto sería aceptado como miembro de dicho grupo (p. ej., manifestar el estereotipo de los judíos como ladrones y degenerados ayudará a una persona a que la acepte un grupo neonazi). 4. Valoración de lo exogrupos. Una de las funciones más estudiadas es la de la economía cognitiva. Los estereotipos permiten realizar inferencias y dar sentido al medio social de forma económica, cumpliendo funciones de reducción de información y proveen a los sujetos de expectativas que sirven para filtrar la experiencia relevante y dirigir la atención hacia los datos relevantes para dichas expectativas estereotípicas. Además, enriquecen la información disponible sobre el blanco e incrementan la facilidad y rapidez del procesamiento (Macrae, Stangor y Milne, 1994). Un elemento importante respecto a la influencia que tienen los estereotipos sobre los juicios emitidos respecto a una persona a grupo es su carácter inconsciente. Como afirman Banaji, Hardin y Rothman “los estereotipos culturalmente generalizados sobre dominantes grupos sociales producen juicios estereotipados, incluso entre los miembros del grupo que son blanco del estereotipo, independientemente de que los sujetos acepten o rechacen dichos estereotipos...” Es decir, los estereotipos sesgan las respuestas incluso en los sujetos que conscientemente dicen rechazarlos. 2.2. Estructura. Durante mucho tiempo no se abordó la cuestión de la estructura de los estereotipos, ya que se consideraba algo a dilucidar específicamente en cada investigación empírica. PEABODY Y LOS ESTEREOTIPOS NACIONALES. Quizás sea Peabody (1985), quien realizó el primer intento serio por definir a priori la estructura interna de los estereotipos. Pidió a un grupo de estudiantes de cuatro países europeos (Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia) que describieran el estereotipo de sus propios ciudadanos y los de los otros tres países. Encontró que los adjetivos utilizados en la descripción se agrupaban en torno a dos dimensiones claramente diferenciadas: Tema 4: Estereotipos. 3 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. a. Una dimensión valorativa, donde aparecen características que implican juicios de valor (p. ej., vago, agresivo, egoísta, etc.). b. Una dimensión descriptiva, con características sin la connotación anterior (p. ej., alto, amante de la música, fuerte, trabajador, eficaz, puntual, etc.). Además, encontró que mientras sus participantes, en la dimensión descriptiva, aducían un acuerdo consensual en las descripciones de sus propios países y del resto, no era así en la valorativa, donde aparecían los clásicos sesgos de valoración más positiva del propio grupo. FISKE ET AL. Y LAS DIMENSIONES DE COMPETENCIA Y CALIDEZ. Uno de los análisis estructurales más influyentes sería el realizado por Fiske. Según esta autora, el contenido de los estereotipos se estructura en torno a dos dimensiones: a. Competencia (trabajador, eficaz, puntual, organizado, etc.) que dependen del estatus del grupo –alta capacidad frente a baja capacidad–. b. Calidez (amable, simpático, comprensivo, agradable, etc.), que dependerá del tipo de relación intergrupal –cooperación frente a competición. Si se combinan las dos dimensiones emergen cuatro tipos de estereotipos o imágenes: ↑Calidez ↓Calidez ↑Competencia Admirada Envidiada ↓Competencia Paternalista Despreciada 3. Medición. 3.1. Medición explícita. Los métodos de medición explícita de los estereotipos se centran en evaluar tanto el contenido cultural de los estereotipos como el grado de estereotipia de los individuos. Algunas técnicas destacadas para la medición son: - Lista de adjetivos: para identificar el contenido estereotípico comúnmente asociado con un grupo. - Estimación de porcentajes: para estimar cuántos miembros de un grupo se cree que poseen ciertos atributos. - Razón diagnóstica: para predecir la probabilidad de asignar una característica más a un grupo que a otro. - Otras medidas de estereotipia: incluyendo técnicas que miden actitudes, tanto explícitas como implícitas. En resumidas cuentas, estas técnicas sirven para la medición de atributos. Cada técnica tiene sus propias ventajas e inconvenientes y están diseñadas para diferentes propósitos de investigación en el campo de la psicología social. Tema 4: Estereotipos. 4 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. Los sesgos de deseabilidad social juegan un papel significativo en las mediciones explícitas de estereotipos. Cuando los individuos responden a encuestas o informes autoadministrados, pueden verse influenciados por el deseo de presentarse de manera favorable socialmente. Esto puede llevarlos a subestimar o negar sus prejuicios y estereotipos verdaderos. Por lo tanto, las respuestas dadas en estas mediciones pueden no reflejar con precisión sus creencias o actitudes reales, ya que pueden estar alteradas por el deseo de los participantes de adherirse a las normas sociales o a lo que perciben como socialmente aceptable. Por esta razón, se debe tener cuidado al interpretar los resultados de tales mediciones y considerar la implementación de controles o el uso de medidas implícitas para obtener evaluaciones más precisas. 3.2. Medición implícita. Casi todas las mediciones implícitas se basan en uno de los dos siguientes principios: tiempo de respuesta e influencia en una tarea posterior o efecto priming. - TR: Tiempo concedido para emitir un juicio o respuesta. Imaginemos que una persona tiene prejuicios hacia los gitanos y una visión estereotipada de ellos, pero conscientemente está en contra a todo tipo de prejuicio. Cuando en esta persona se activa el estereotipo de gitano (p.ej., al tener un encuentro con uno de ellos, al observar una fotografía o simplemente presentando la palabra gitano) y se le pide que emita un juicio sobre los gitanos (p. ej., que diga si los considera violentos), su respuesta va a estar determinada por cuánto tiempo le demos para responder. Según la psicología cognitiva, todo juicio o conducta que se realice por debajo de 500 milisegundos después de la presentación del estímulo refleja la respuesta espontánea del sujeto. Si se le da un periodo mayor para la respuesta, se le da también tiempo para que entren en funcionamiento mecanismos de control y corrección de la respuesta. Así pues, en el caso de la persona que protagoniza este ejemplo, los juicios que emita antes de los 500 milisegundos a partir de la presentación del estímulo reflejarán sus estereotipos y prejuicios latentes. Las respuestas que emita si se le da más tiempo mostrarán el efecto corrector de su motivación contraria a ser prejuicioso. Así; las relaciones entre las respuestas espontáneas y las controladas nos permiten inferir ese hecho, gran parte de la tecnología ha utilizado programas donde denegar es doblegar al sujeto a responder rápidamente a obligar al sujeto a responder rápidamente desde la presencia del estímulo. El ejemplo más popular del primer tipo de técnicas es el TAI (Test de asociación implícita). Se basan en el principio de incompatibilidad de respuestas. Cuando una persona debe realizar simultáneamente dos conductas incompatibles, se produce una interferencia que ralentiza la ejecución. El TAI se responde mediante un ordenador que mide el tiempo que transcurre entre la presentación de un estímulo y la respuesta del sujeto, Tema 4: Estereotipos. 5 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. mediante la presión de una tecla del ordenador (tiempo de latencia). La tarea se presenta como una marca de categorización. El sujeto deberá realizar dos tarcas de categorización: una consistirá en decidir si un nombre que aparece en el medio de la pantalla se corresponde a un nombre español o árabe; la otra consistirá en decidir si los adjetivos que aparecen en la pantalla tienen connotaciones positivas o negativas. Ambas tareas deben realizarse con la máxima rapidez. En algunos bloques de ensayos, se utiliza la misma tecla, por ejemplo, la Z para indicar que la palabra presentada es un nombre español o una palabra con connotaciones positivas y la letra M para indicar si el nombre es árabe o la palabra tiene con- notaciones negativas (bloque congruente). En otros bloques, la letra Z servirá para detectar nombres españoles y palabras con connotación negativa, y la letra M para detectar nombres árabes y palabras con connotación positiva (bloque incongruente). Si una persona tiene prejuicios latentes hacia los árabes, tardará menos en sus respuestas en el bloque congruente (español/positivo frente a árabe negativo) que en los incongruentes. En caso de ausencia de prejuicios latentes, tales diferencias no se darán. - Priming: Normalmente suele consistir en la activación de una categoría y después se analiza la respuesta del sujeto en una tarea que aparenta no estar relacionada con la anterior. Lo que se suele hacer es, por ejemplo, preguntar algo relacionado con la categoría que queremos activar (¿Cómo crees que es la vida de un musulmán en España?). De forma inmediata se presenta una tarea en la que se presenta una palabra con dos huecos: _A_O y se le pide al sujeto que complete los huecos formando la primera palabra que se le viene a la cabeza. Si la persona tiene un estereotipo negativo activado cubrirá los huecos formando una palabra que tenga una connotación negativa (p.ej: malo). ¿CÓMO SABEMOS QUE TIPOS DE MEDICIÓN UTILIZAR? En principio podemos pensar que la mejor opción serían las medidas implícitas pues, ya no solo es que sean más “inconscientes” y puedan dar una respuesta más verídica, sino que, justo por esto, no se ven afectadas por sesgos de deseabilidad y es más probable que tengan mayor participación. Sin embargo, existen métodos para tratar de llevar a cabo medidas explícitas (que al final son más prácticas de aplicar) evitando los sesgos como la presentación de ítems inversos o ítems que enmascaren el Tema 4: Estereotipos. 6 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. estereotipo real (si dar opinión de este estereotipo no está socialmente aceptado. Esto se recalca porque hay estereotipos como, por ejemplo, que los políticos son unos ladrones que no tienen implicaciones sociales el hecho de hablar de ellos; es decir, están aceptados socialmente). Por otro lado, en medidas implícitas también se pueden dar sesgos por conocimiento o simpatía. Y por último, mencionar que aunque las técnicas son independientes pueden presentarse juntas. Los sesgos por conocimiento o simpatía son tendencias o inclinaciones hacia o en contra de algo o alguien, basadas en el conocimiento previo o en sentimientos positivos o negativos. Estos sesgos pueden influir en la toma de decisiones y en la forma en que procesamos la información. Por ejemplo, el sesgo por conocimiento puede llevarnos a favorecer ciertas ideas o personas debido a nuestra familiaridad con ellos, mientras que el sesgo por simpatía puede hacer que tengamos una predisposición positiva hacia aquellos a quienes tenemos afinidad emocional. Estos sesgos suelen ser inconscientes y pueden afectar nuestras acciones y percepciones de manera significativa. 4. Análisis funcional. E desarrollo de estas técnicas que permiten estudiar procesos automáticos que no están bajo el control consciente de los sujetos, el interés de los investigadores se va a centrar en el funcionamiento de los estereotipos. El marco teórico dominante es el modelo de disociación de Devine. El principio teórico es sencillo: el modelo asume que los estereotipos se sobreaprenden durante la socialización. A través de las herramientas puestas a disposición por la sociedad (cine, literatura, cuentos, mitos, prensa, etc.), el niño adquiere, a través de innumerables exposiciones, las imágenes sobre los diversos grupos sociales. Aunque una persona individualmente sea reacia a dar validez a dichos estereotipos, los conoce. Partiendo de este hecho, el modelo de disociación trata de explicar el proceso a través del cual estos estereotipos se traducen en conductas El modelo asume que, cuando una persona se enfrenta a un estímulo (persona), automáticamente ésta se categoriza sobre la base de algún criterio relevante (sexo, edad, nacionalidad, etc.) y se activa el estereotipo correspondiente a dicha categoría. Esta activación es automática, inevitable, no deliberada y no requiere esfuerzo cognitivo (se produce incluso cuando nuestra mente está ocupada en otras cuestiones). Si la conducta se produce a este nivel, reflejará el estereotipo: será un juicio, una percepción o conducta estereotipada. Según Devine, a esta altura no hay diferencias entre las personas que se consideran contrarias al prejuicio o las personas con prejuicios. La activación del estereotipo se produciría en todo el mundo, independientemente de su nivel de prejuicio explícito. Tras la activación del estereotipo, en ocasiones se produciría una segunda fase de corrección. Esta fase, sin embargo, requiere esfuerzo cognitivo, motivación y tiempo, y es deliberada. Si el sujeto detecta que su pensamiento, sus opiniones, sus impresiones o sus conductas se han dejado arrastrar por creencias estereotípicas, puede tratar de corregirlas eliminando la influencia del estereotipo. Es aquí donde se diferenciarían los sujetos que en las escalas habituales aparecen como prejuiciosos y los que no. Mientras estos últimos pueden estar motivados para corregir las creencias estereotípicas, no sucederá lo mismo con los sujetos que puntúan alto en prejuicio. Fazio et al. desarrollaron una escala para medir la motivación para controlar las reacciones prejuiciosas. Gran parte de la investigación se ha centrado en las relaciones existentes entre los prejuicios medidos de manera Tema 4: Estereotipos. 7 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. implícita y explícita. La evidencia señala que tal relación es nula o muy pequeña, lo que lleva a concluir que se trata de procesos independientes. En la medida en que los prejuicios implícitos y explícitos son independientes, ambos predicen diferentes tipos de conductas. - Los implícitos predicen conductas automáticas, realizadas de forma no deliberada y controlada (conductas realizadas sín pensar - Los prejuicios explícitos predicen conductas realizadas de forma consciente y deliberada. Lambert, Payne, Ramsey y Shaffer (2005) encontraron que ambos tipos de mediciones sólo predicen la conducta si la persona percibe poca variabilidad entre los miembros del grupo («todos los afroamerica nos son iguales», «todos los gitanos son unos mentirosos», etc.). Si, por lo contrario, piensa que existe una gran diversidad, variabilidad y diferencias entre los miembros de dicho grupo, ninguna de las dos formas de prejuicio (implícito o explícito) servirá para predecir cómo se comportará la persona hacia individuos pertenecientes a ese grupo. Aunque la mayoría de los autores se basan en los principios de este modelo de disociación, no todos son tan pesimistas como Devine en cuanto a la imposibilidad de evitar la activación de los estereotipos. Maddux, Barden, Brewer y Petty (2005) han encontrado que la activación automática depende también de una interacción entre factores contextuales y personales (motivación para controlar la expresión del prejuicio). Existen contextos que tienen un efecto de facilitación del prejuicio (p.ej. un gueto o un callejón oscuro) que otros (una iglesia). Cuando el contexto en el que se emite un juicio es muy estereotipado (la cárcel, el Bronx, etc), los sujetos muy motivados para controlar las expresiones de prejuicio inhiben la activación automática de los estereotipos, pero no lo hacen así los sujetos con baja motivación. El contexto hace evidente a los primeros el riesgo de juicios estereotípicos. En cambio, cuando el contexto no parece que tenga nada en especial asociado al estereotipo de un grupo (iglesia), ambos tipos de sujetos muestran evidencia de activación de estereotipos: los sujetos altamente motivados no perciben que la situación implique riesgo de ser estereotípicos y bajan la guardia. Wyer (2004) ha encontrado que motivar a las personas para que eviten ser prejuiciosas y que sus opiniones sean estereotípicas tiene efectos claros en cómo dichas personas juzgan posteriormente conductas realizadas por miembros del grupo estereotipado: las conductas contraesteriotípicas se atribuyen a factores personales y las estereotípicas a factores externos, justo lo contrario de lo esperado sobre la base de juicios estereotípicos. También la omnipotencia de la activación de los estereotipos se ha empezado a poner en entredicho. Por ejemplo, parece que el efecto inicial de la exposición a un sujeto estereotípico desaparece si se prolonga su exposición a él (15 segundos frente a 12 minutos observando a la persona en un vídeo). Tema 4: Estereotipos. 8 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. 5. Efectos de los estereotipos sobre la conducta. 5.1. Profecía autocumplida. Uno de los problemas que plantean los estereotipos es que estos tienden a influir en nuestra conducta de forma que esta, a su vez, provoca cambios de contexto en el entorno esperado. Este fenómeno ha sido denominado profecía autocumplida, confirmación de expectativas o confirmación conductual (Snyder, 1992). Los pasos a través de los cuales se produciría tal confirmación serían: 1. La persona, que tiene ciertos estereotipos sobre un grupo dado (p.ej., "los gitanos son violentos"), actúa iniciando una interacción con un miembro de dicho grupo como si dichos estereotipos fuesen ciertos (p.ej., ante un encuentro con un gitano se muestra huidizo, desconfiado, etc.). 2. El otro (el gitano) responde en consonancia con las conductas iniciales de la otra persona (se siente violento, actúa de su vez de forma poco amistosa en vista de la desconfianza que manifiesta la otra persona). 3. El iniciador de la interacción interpreta que la conducta del otro (el gitano) refleja el estereotipo inicial. Neuberg (1994) presenta un modelo más desarrollado de cómo se produce el fenómeno de la profecía autocumplida. Según el autor, son estereotipos juegan un papel central y son la base de las expectativas interpersonales. Una expectativa interpersonal sería «la creencia de que un individuo, en un esta- do determinado, posee ciertos rasgos o capacidades o se comportará de una manera determinada» (Neuberg, 1994, p. 105). El autor distingue los estereotipos (creencias) del prejuicio (sentimientos hacia los miembros del grupo del que se tiene cierto estereotipo). - Los estereotipos pueden influir en las expectativas e impresiones que nos formamos de otra persona de dos formas: a. A través del sentido que damos a la información que nos llega de la persona. Existe evidencia que indica que la misma conducta puede ser interpretada de formas diversas, a que incluso una conducta que objetivamente es contraria a los estereotipos de un grupo puede ser interpretada como consistente con ella. b. La otra forma consiste en afectar al tipo de interacción que se mantiene con la persona. Ésta sería el ejemplo de la profecía autocumplida como la describe Snyder (1992). Hay factores que median en el proceso de confirmación de impresiones previas, entre los cuales los autores añaden: a. Cuando la persona esta ocupada cognitivamente durante la recepción de la información, se recuerda la información congruente con el estereotipo correspondiente. b. Cuando la sobrecarga mental no se produce, se recuerda la información incongruente con lo que cabría esperar. Aquí la atención juega un papel muy importante. Tema 4: Estereotipos. 9 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. 5.2. Efecto backlash (Contragolpe). Existen mecanismos complementarios que presionan para que los miembros de los grupos blanco de estereotipos actúen en consecuencia. Uno de ellos es el denominado efecto backlash (efecto de contragolpe o contrarreacción, Rudman y Fairchild, 2004), consistente en represalias sociales y económicas contra las personas que no actúan en consonancia con las expectativas (estereotipos) sociales. Según el modelo, hay más mecanismos que actúan conjuntamente para preservar los estereotipos culturalmente dominantes: expectativas de uno y rectificaciones de los otros. Así, la cultura provee de expectativas sobre las conductas apropiadas de los grupos (en el estudio de los autores, expectativas de género) que hace que el actor tenga conciencia de que su conducta se desvía de las expectativas, y que genera temor a represalias sociales lo económicas y activas estrategias para evitarlo (ocultar la conducta y ajustarse a las expectativas de género), de manera que protege de amenazas a la propia autoestima. Por parte de los demás, la desviación genera reacciones sociales (aislamiento, crítica) e incluso económicas, que, para que no amenacen a la autoestima de los implicados en tales represalias («he sido cruel o injusto», etc.), se van a justificar y racionalizar. Así, actor y observadores con- tribuyen a mantener los estereotipos dominantes. 5.3. La amenaza estereotípica. Inicialmente planteada por Steele (1997; Steele y Aronson, 1995), es el proceso por el que los sujetos muestran déficits en su rendimiento en las tareas en situaciones en las que su identidad social estigmatizada o el estereotipo relevante se hacen salientes. Son efectos negativos sobre la conducta como consecuencia de la conciencia de que la persona pertenece a un grupo estigmatizado y está siendo evaluada en algún aspecto en el que, de acuerdo con el estereotipo de su grupo, probablemente lo haga peor que los demás. Por ejemplo, la capacidad atlética está asociada al estereotipo del afroamericano más que al de blanco de origen europeo. Atletas blancos que realizaban una tarea física etiquetada como medición de la capacidad atlética natural (saliencia del estereotipo blanco/ afroamericano) tenían peor rendimiento que atletas blancos que hacían la misma tarea sin etiquetar (Stone, 2002). Lo curioso de este fenómeno es que la reducción en el rendimiento (blancos/afroamericanos, hombres/mujeres) desaparece cuando la tarea no se presenta de forma que los participan- tes se la asocien a alguna dimensión estereotípica de su grupo. La amenaza estereotípica es una forma de autoconfirmación del estereotipo del propio grupo. El sujeto acaba reproduciendo comportamientos estereotipados del de su grupo cuando se vuelve consciente de que está siendo miembro de un determinado grupo social evaluado en función de los estereotipos asociados a este. Los estudios realizados demuestran que cuando los sujetos son conscientes de que su rendimiento puede ser interpretado en términos estereotípicos por los observadores, tienden a confirmar dichos estereotipos en su rendimiento en tareas específicas. Tema 4: Estereotipos. 10 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. 6. Resistencia al cambio de estereotipos. Cuando una persona se encuentra o anticipa que va a tener un encuentro con un miembro de otro grupo, puede suceder lo siguiente (Bodenhausen, 1993): por una parte, que se activen automáticamente los estereotipos comunes (información sobre los estereotipos de dicho grupo de su memoria a largo plazo) Por otra parte, en la mayoría de las situaciones existe además información contextual relevante para la decisión. En esta etapa se pretende integrar la evidencia abstracta (la derivada del estereotipo) y la concreta (información contextual), y se pueden dar dos extremos: a. Basarse exclusivamente en el estereotipo (estrategia heurística de arriba hacia abajo). b. Olvidarse del estereotipo y basarse exclusivamente en la información contextual, analizándola en detalle (procesamiento de abajo arriba, sistemático o basado en los datos). Desgraciadamente, este último tipo de procesamiento, que podría eliminar los efectos indeseados de los estereotipos, es de uso limitado porque requiere esfuerzo y la capacidad de la memoria de trabajo es limitada (Bodenhausen, 1993, p. 160). Los intentos para reducir la activación y/o uso de los estereotipos no se circunscriben a la presentación de información sobre miembros desviados o contraestereotípicos, sino que se han propuesto otros métodos. Kawakami, Dovidio y van Kamp (2005) propusieron el método de entrenamiento en asociaciones no estereotípicas. Presentaban una fotografía (de un hombre o una mujer) con un rasgo estereotípico y contraestereotípico respecto al estereotipo de género de la persona de la foto. La consigna era escoger en cada fotografía el rasgo contraestereotípico respecto al género. El éxito experimental indicaba que los participantes entrenados o no entrenados en asociaciones contraestereotípicas en una tarea posterior, aparentemente independiente, en la que se debía decidir si escoger a un hombre o una mujer para un puesto de directivo (trabajo típicamente masculino según las expectativas culturales). Los resultados indicaron que, si bien el entrenamiento no reducía la activación y aplicación del estereotipo en la fase de selección cuando el entrenamiento y la selección de personal aparecían, sí lo hacía cuando ambas aparecían como independientes o cuando se sobreagregaba cognitivamente a los sujetos. Esto indica que el efecto se produjo a nivel implícito, no explícito. No se puede olvidar aquí un efecto frecuente de los intentos de inhibir pensamientos de carácter estereotípico: el efecto rebote, es decir, cuando los intentos por eliminar de nuestra mente pensamientos estereotípicos provocan el efecto paradójico e irónico de incrementar su accesibilidad. Para explicar este efecto, Baumeister et al. afirman que los intentos por suprimir pensamientos estereotípicos requieren un alto esfuerzo cognitivo, reduciendo la capacidad de los sistemas cognitivos regulatorios para tareas posteriores Es decir, la indigencia cognitiva, lleva a que los estereotipos se activen automáticamente. Facilitadores: - Evitar el heurístico y centrarse más en el contexto Tema 4: Estereotipos. 11 BLOQUE II: CATEGORIZACIÓN, CONFLICTO Y ACCIÓN COLECTIVA. - Entrenamiento en imágenes mentales contraestereotipadas. - Disminución de actitudes implícitas. Tema 4: Estereotipos. 12

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