Tema 5: Los Reyes Católicos (1474-1788) PDF

APARTADO 2.- EL SIGNIFICADO DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y DE LA HERENCIA COLONIAL. LOS PRIMEROS BORBONES (1474-1788) TEMA 5 LOS REYES CATÓLICOS REFERENTES TÉRMINOS \-- Definición y ordenación cronológica de los siguientes conceptos entre 1474-1788: **Tratado de Alcáçovas 1, Inquisición, Expulsión...

APARTADO 2.- EL SIGNIFICADO DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y DE LA HERENCIA COLONIAL. LOS PRIMEROS BORBONES (1474-1788) TEMA 5 LOS REYES CATÓLICOS REFERENTES TÉRMINOS \-- Definición y ordenación cronológica de los siguientes conceptos entre 1474-1788: **Tratado de Alcáçovas 1, Inquisición, Expulsión de los judíos 3,** Colón, Capitulaciones de Santa Fe, Tratado de Tordesillas 1, **Juana de Castilla,** Casa de Contratación, Leyes de Burgos, Comunidades de Castilla 1, Hernán Cortés 1, La Malinche, Francisco Pizarro 1, Bartolomé de las Casas, Paz de Augsburgo, Batalla de Lepanto 1, Validos 1, Expulsión de los moriscos, Unión de Armas, Paz de Westfalia 2, Tratado de los Pirineos 1, Felipe V, Tratado de Utrecht, Decretos de Nueva Planta, Isabel de Farnesio, Carlos III 1, Pactos de Familia 1, Canal de Castilla 1. **UNIÓN DINÁSTICA DE LOS REYES CATÓLICOS Y LA FORMACIÓN DEL ESTADO MODERNO** El matrimonio de los príncipes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469 dio origen, al acceder ambos al trono, a una nueva entidad política, la monarquía hispánica. Mediante el **acuerdo de Guisando** (septiembre de 1468), Enrique IV de Castilla reconoce a su hermana Isabel como heredera en detrimento de su propia hija, Juana. Pero, frente a las pretensiones del rey de casarla con Alfonso V de Portugal, Isabel optó por contraer matrimonio con el infante Fernando de Aragón, boda que se celebra en Valladolid en octubre de **1469** sin el consentimiento del monarca, por lo que considerará sin efecto el acuerdo de Guisando, de tal forma que en octubre de 1470, Enrique IV volvía a reconocer a su hija como heredera al trono, decisión que no acepta Isabel, comenzando a tomar fuerza el argumento de la ilegitimidad de Juana, mientras Isabel y Fernando comienzan a ganar adeptos entre los nobles. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón acceden al trono en 1479. Isabel lo hace tras una guerra civil (1474-1479) contra su sobrina Juana la Beltraneja casada con Alfonso V de Portugal, guerra que finaliza con el Tratado de Alcaçovas. Y Fernando a la muerte de su padre Juan II. Se convierten en reyes de las dos coronas más importantes de la península. En 1475 habían firmado la Concordia de Segovia donde queda fijado el papel que asumiría Fernando en el reino de Castilla evitando la excesiva intromisión de la Corona de Aragón como demuestra la potestad de Isabel de establecer en su testamento la sucesión en el reino de Castilla o la corregencia en Aragón firmada en 1481. El Papa les otorgó en 1494 el título de Reyes Católicos tras finalizar la guerra de Granada (1492) y suprimir así el poder musulmán en la península. Esta monarquía debe entenderse como una unión dinástica de dos Coronas en la que cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones, por lo que se conformó un estado plural y no unitario -los Reyes Católicos no utilizaron la denominación de reyes de España- integrado por unos territorios que solo tenían en común una misma monarquía. Por lo tanto se trata de: Una unión personal y dinástica, no institucional. Las dos coronas comparten los mismos soberanos, pero mantienen separadas sus leyes e instituciones. No se crea una unidad política y administrativa común a ambas. Las fronteras entre reinos obligan al pago de derechos sobre las mercancías. Las Cortes de los diferentes reinos se reúnen con independencia unas de otras. La moneda propia de cada reino permanece diferenciada. A la vez se produce la consolidación de una monarquía doble que comparte propósitos comunes y unidad de acción en muchos campos. De esta forma, la diplomacia y el ejército de los reyes actuaba conjuntamente. Practican una política orientada a unir fuerzas con el fin de perfilar un proyecto destinado a la unificación política a largo plazo de sus reinos. Como consecuencia de ello, de cara al exterior, ambas coronas presentan proyectos políticos comunes. Por otro lado, ambas coronas presentan grandes diferencias entre las que se pueden destacar las siguientes: - Castilla superaba a Aragón en extensión, población, y riqueza económica. - Tenía una organización comercial potente y en auge, basada en la exportación de la lana mientras que el comercio catalán atravesaba una profunda crisis. - Era un estado unido, con un solo gobierno, unas Cortes únicas, moneda común y una unión aduanera; al contrario que Aragón, que era una confederación de territorios, cada uno con sus leyes e instituciones. - La reina Isabel no estaba sometida al control de las Cortes, en cambio Fernando debía guardar el pacto feudal por el que no podía modificar las leyes sin el consentimiento de las Cortes. - La fiscalidad de Castilla le proporcionan un ejército para las guerras exteriores, y dinero para las conquistas, en particular la americana. En consecuencia, la monarquía de los Reyes Católicos se basó en la primacía de Castilla sobre Aragón debido a su mayor potencia y dinamismo. **Características del nuevo Estado.** Desde un punto de vista político, este reinado fue un estadio de monarquía autoritaria, como etapa de transición a la monarquía absoluta característica de la Edad Moderna. El objetivo principal de los Reyes Católicos fue el reforzamiento del poder real, ambos coincidían en la necesidad de imponer su autoridad a la nobleza y a la iglesia. Primero vencieron a la nobleza y a los grandes señores eclesiásticos, después recuperaron parte del patrimonio real en manos de los señores aunque aceptaron garantizar a la aristocracia su poder a cambio de su sumisión política. Por ello consolidaron el poder jurisdiccional en los señoríos, su preeminencia en la Mesta y las Leyes de Toro de 1505 que generalizaron el Mayorazgo. Una vez dominadas la nobleza y el clero, organizaron unas instituciones eficaces para afirmar el poder real: - Un ejército permanente financiado por la corona: tras la guerra de Granada (1482-92) se creó el primer ejército permanente sostenido por la Corona. Al final del reinado absorbía más de la mitad del presupuesto real. Las unidades básicas del nuevo ejército creado por Gonzalo Fernández de Córdoba -el Gran Capitán- eran unidades de infantería. - Un cuerpo de embajadores estables en las principales capitales europeas que atendía los asuntos diplomáticos para reforzar su política exterior. - Los corregidores, delegados del poder real en las ciudades, presidian los ayuntamientos y tenían funciones judiciales. - Reorganizaron el Consejo Real apartando a la alta nobleza sustituida por letrados y funcionarios pertenecientes a la pequeña nobleza o la burguesía, con formación universitaria y nombrados por la corona. Tenía funciones de gobierno y de tribunal supremo de justicia. Este adquiere muchas competencias, y para atender algunas de estas, de manera más específica se crean los consejos especializados: el Consejo de la Inquisición, el Consejo de las Órdenes Militares, el Consejo de Cruzada. - Las Cortes, sobre todo en Castilla, perdieron protagonismo, sus reuniones a partir de este reinado serán exclusivamente para aportar recursos financieros o jurar al nuevo rey. - Controlan al clero, al depender de los monarcas los nombramientos de los principales cargos eclesiásticos: Patronato Regio y derecho de presentación. Disponen por concesión del papado de rentas eclesiásticas -bula de la cruzada- y controlan los recursos de las órdenes militares. - Con permiso papal crean el Santo Oficio o Inquisición (1478) para vigilar e imponer la uniformidad religiosa. En la Corona de Aragón se mantiene intacta la monarquía pactista. Isabel y Fernando tenían limitada su autoridad y se vieron obligados a respetar los privilegios y fueros de Valencia, Aragón, Cataluña y Baleares, nombrando a lugartenientes o virreyes como representantes suyos en algunos de estos reinos, dada su escasa presencia personal. Su autoridad frente a las Cortes y estamentos fue menor que en Castilla. Los Reyes Católicos establecieron las primeras bases de un Estado moderno, que desarrollaron después de sus sucesores. **LA UNIDAD CATÓLICA DE LA MONARQUÍA Y LA SITUACIÓN DE LAS MINORÍAS RELIGIOSAS DURANTE EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS.** Los Reyes Católicos buscan centralizar y concentrar el poder del Estado en sus manos, así se convierten en un modelo de Monarquía Autoritaria, al menos en Castilla. Al igual que en el resto de monarquías autoritarias de la Edad Moderna, con su reinado disminuyó notablemente la tolerancia en materia religiosa, ya que utilizaban la religión como un instrumento más de control político y social. Esto se llevó a cabo a través del Tribunal de la Inquisición y la expulsión de judíos y mudéjares. El proceso de unificación religiosa requería también la unanimidad de la jerarquía religiosa en torno al catolicismo ortodoxo. Los Reyes Católicos llevaron a cabo una reforma de las normas de vida y de la educación del clero católico. La reforma eclesiástica afectó tanto al bajo clero como a los prelados. En el bajo clero la incultura, el tradicionalismo y el fanatismo requerían una acción de reforma en profundidad. Para tal empresa los RRCC contaron con la enérgica ayuda del cardenal Cisneros en la fundación de seminarios y obligaciones eclesiásticas. Los monarcas intentaron controlar el nombramiento de los altos cargos eclesiásticos -abades, obispos y cardenales- mediante la presentación de los posibles candidatos al Papa: Patronato Regio, Derecho de Presentación. En la práctica, los Reyes pasaron a tener una fuerte influencia en el nombramiento de todos los altos cargos de la Iglesia. Por otro lado, en 1478, los Reyes Católicos obtuvieron del papa Sixto IV el permiso para crear el Tribunal de la Inquisición o del Santo Oficio. Su principal misión sería controlar a los conversos investigando aquellos casos sobre los que existían dudas de que se hubiera producido un bautismo sincero. Las Cortes de Toledo decidieron, en 1480, que los barrios judíos debían estar apartados físicamente de los cristianos, por lo que ambas zonas debían estar separadas por gruesas murallas. Además, se les obligó a llevar en sus ropas una señal roja, un distintivo que los identificara como pertenecientes a la comunidad hebraica. La Inquisición fue también un medio para reforzar el poder real ya que era la única institución que tenía jurisdicción en los dos reinos y dependía directamente de los monarcas que distribuían cargos y controlaban sus finanzas. El procedimiento seguido contra los acusados eran denuncias anónimas, confesiones por tortura, confiscación de bienes, muerte en la hoguera, e incluso, transmisión de infamia a los herederos. La expulsión de los judíos de los territorios de Castilla y Aragón, en 1492, es uno de los asuntos más debatidos entre los que sucedieron a lo largo del reinado de los Reyes Católicos. Es importante señalar que no se trató de un hecho que fuera único o exclusivo de la monarquía hispánica, a lo largo de la Edad Media, esta comunidad religiosa ya sufrió la expulsión en otros Estados. En 1391 barrios judíos sufrieron numerosos ataques --progromos-, el primero en Sevilla, extendiéndose después por distintos lugares de la Corona de Castilla y de Aragón. Tenían como objetivo el saqueo e, incluso, la matanza de judíos, el efecto que causaron en éstos fue el miedo, nacen así los conversos. El ascenso social de los conversos provocó el recelo de los llamados "cristianos viejos" que les acusaba de seguir practicando el judaísmo en secreto. La decisión de expulsarles fue difícil de tomar por los reyes Católicos ya que recibían importantes aportaciones económicas de los judíos para la guerra de Granada. Algunas de las causas de este proceso fueron las siguientes: Incomodidad provocada por una minoría religiosa tan fuerte social y económicamente. Acabar con los disturbios y el malestar que en la población cristiana causaba la presencia de la poderosa minoría judía. Necesidad de agradar a la Santa Sede, presentándose como defensores de la fe católica. La religión como motivo de cohesión para el reino. Algunos historiadores apuntan una causa económica: los reyes esperaban recaudar una importante cantidad de dinero con las propiedades de los judíos exiliados, sin embargo no hay acuerdo en este punto ya que se les permitió vender sus propiedades. El 31 de marzo de 1492, se publicó el Edicto que obligaba a todos los judíos a abandonar España en el plazo máximo de cuatro meses excepto aquellos que decidieran convertirse. Podrían vender sus bienes, pero se les prohibía llevar consigo metales preciosos o monedas. Su destino fue el norte de África, Portugal --donde serian expulsados en 1497-Grecia, Turquía. Las consecuencias fueron muy negativas: Pérdida cuantitativa: el número de judíos que partieron al exilio estaría entre 50.000 y 150.000. Pérdida cualitativa: los judíos desempeñaban profesiones rechazadas o poco frecuentes en la comunidad cristiana: médicos, artesanos especializados, prestamistas o comerciantes. Se generó además en la sociedad cristiana una mentalidad anti-burguesa, un rechazo a las actividades comerciales que se consideraban propias de los judíos. Además, de los judíos, en la Península ibérica vivía otra minoría religiosa, los mudéjares, llamados así a los musulmanes en territorio cristiano. Una de las primeras decisiones en defensa de la unidad religiosa fue la conquista del reino de Granada (1482-92) cuya rendición puso punto final a la Reconquista. Las Capitulaciones firmadas con Boabdil, último rey nazarí de Granada, son aparentemente tolerantes con los vencidos: Se pacta respetar la libertad personal de los musulmanes que permanezcan en Granada, así como sus leyes, bienes muebles y prácticas religiosas. Tras la conquista Granada se convierte en una archidiócesis y su primer arzobispo Hernando de Talavera trató de conseguir conversiones mediante la persuasión y el respeto a sus costumbres. Pero a partir de 1499 el cardenal Cisneros, impaciente por los escasos resultados obtenidos por Talavera, inició un cambio de táctica con el permiso de los RRCC que violaba las Capitulaciones establecidas tras la conquista, emprendiendo una política de conversiones forzosas. El descontento de la población musulmana estalló en las rebeliones del barrio del Albaicín (1499-1502) y de las Alpujarras (1500). Una vez reprimidas se obligó a la población mudéjar a elegir entre la conversión o la expulsión como en el caso de los judíos en 1492. La mayoría aceptó el bautismo pero sin convicción y siguió practicando la religión islámica de forma encubierta. Los mudéjares se transformaron así en moriscos -musulmanes conversos- comenzado un problema religioso que no se resolvería hasta la definitiva expulsión en el reinado de Felipe III (1609). TÉRMINOS **Tratado de Alcáçovas:** Documento firmado el 4 de septiembre 1479, y ratificado en Toledo en marzo del año siguiente, por los representantes de los [Reyes Católicos](https://elretohistorico.com/uniformidad-militar-reinado-reyes-catolicos/) y el rey Alfonso V de Portugal, en la pequeña localidad del Alentejo (Portugal) con mismo nombre. El tratado supuso el fin de la guerra de Sucesión de Castilla (1475-1479), en la que Alfonso V de Portugal apoyaba la legitimidad de su esposa ---y sobrina--- Juana, hija de Enrique IV de Castilla, frente a la de la hermana de éste, Isabel, casada con Fernando de Aragón, estableciendo una «paz perpetua».  Alfonso V y Juana renuncian al trono de Castilla y, a cambio, los Reyes Católicos renuncian al trono portugués. Otro asunto importante fue el reparto de los territorios del océano Atlántico entre Portugal y Castilla: Portugal mantuvo el control sobre sus posesiones africanas, y a Castilla se le reconoció la soberanía sobre las islas Canarias. Disponiendo de esta exclusividad y monopolio, Portugal fue avanzando hacia el sur bordeando la costa africana. Castilla se dirigiría hacia el oeste. También se acordó el futuro matrimonio de la Infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos, con el nieto del rey portugués, Don Alfonso. A pesar de salir derrotados en la cuestión del reino de Castilla, el tratado de Alcaçovas supuso un triunfo para Portugal, resultando (en teoría) tremendamente perjudicial para Castilla que la limitaba en su expansión naval por la [costa africana](https://elretohistorico.com/africa-espanola/). **Inquisición:** También conocido como "Santo Oficio", era el tribunal eclesiástico (Iglesia Católica) encargado de perseguir y castigar a los herejes y otros delitos como la brujería. Fue creado en el siglo XIII en Europa. Y los Reyes Católicos en 1478 la restablecieron en Castilla, dependiendo exclusivamente de la monarquía, y después la extendieron a los demás reinos. La corona creó el Consejo de la Suprema y General Inquisición y nombró al primer inquisidor general, Tomás de Torquemada, que además era el confesor de la reina Isabel. Su esfera de acción se extendía a los falsos conversos (judaizantes y moriscos). Esto conllevó al crecimiento del odio entre judíos y cristianos. Aumentó notablemente el número de denuncias falsas y acusaciones por ser judío. El resultado del juicio y la sentencia se comunicaban en un acto público llamado auto de fe, al que concurrían las autoridades civiles y religiosas y el pueblo. Las penas iban desde la prisión hasta la muerte en la hoguera. Se convirtió en una de las principales y más temidas instituciones de la Edad Moderna y en un doble instrumento político y religioso al servicio de la monarquía absoluta. En España fue definitivamente suprimida en el siglo XIX. **Expulsión de los judíos:** El 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos firmaron en Granada la expulsión de los judíos. Según el texto de los edictos --hubo varias versiones y múltiples copias--, el pueblo judío tenía hasta finales del mes de julio de ese mismo año para abandonar los territorios de las coronas de Castilla y de Aragón. Las conversiones forzosas durante todo el siglo XV despertaron un gran recelo por el ascenso social de los nuevos cristianos. Muchos de ellos fueron acusados de judaizar en secreto y de ahí surge la instauración de la Inquisición en 1478. Aun así, se acabó decretando su expulsión. Se establecía la pena de muerte y la confiscación de sus bienes a los que no lo cumplieran. Podían vender sus bienes inmuebles y llevarse el producto de la venta en forma de letras de cambio ---no en moneda porque su salida estaba prohibida por la ley-, salvo armas y caballos. En torno a cien mil judíos se dispersaron por el norte de África, los Países Bajos, Italia y, en especial, el Imperio otomano. Otros decidieron quedarse y bautizarse. La restitución de la deuda histórica con el pueblo judío es reciente. Con la promulgación de la Ley de concesión de nacionalidad a los sefardíes originarios de España. Pero los trámites son complicados y costosos, de ahí que no sea fácil obtener la nacionalidad. La ley tiene más valor simbólico que práctico. **Juana de Castilla:** Hija de los Reyes Católicos, casada con Felipe el Hermoso, hijo del emperador alemán Maximiliano I. Cuando la reina Isabel muere en 1504, en su testamento nombraba a su hija Juana como reina propietaria de Castilla y León. Felipe, su marido, alegaba una supuesta *locura* de Juana para incapacitarla de sus funciones y quedarse él como regente, de esta forma gobernó Castilla. Tras la temprana muerte de este y la pérdida de razón de Juana apodada La Loca, Fernando ejerció como regente de Castilla. Se recluyó a la reina en el castillo de Tordesillas y aunque oficialmente reinó hasta su muerte en 1555, esto era una ficción legal porque quienes realmente reinaron fueron, primero su padre Fernando y, después, su hijo Carlos.