Apunte de Cátedra: Tipos de conocimiento PDF
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Yunni Urbano
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This document provides an overview of different types of knowledge, such as empirical, scientific, philosophical, and theological knowledge. It describes their characteristics and gives examples of each type.
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Apunte de Cátedra: Tipos de conocimiento Se desarrollaron diferentes formas de conocimiento con el objetivo de dar cuenta acerca de los hechos que nos rodean. Estas formas de explicar el mundo, aunque todas válidas, siguen distintos medios para obtener o generar conocimiento. Presentan diferencias...
Apunte de Cátedra: Tipos de conocimiento Se desarrollaron diferentes formas de conocimiento con el objetivo de dar cuenta acerca de los hechos que nos rodean. Estas formas de explicar el mundo, aunque todas válidas, siguen distintos medios para obtener o generar conocimiento. Presentan diferencias entre sí: Conocimiento empírico también es llamado conocimiento popular: Se obtiene a partir de la interacción y observación del mundo. Es resultado de la experiencia propia y el sentido común y no de la comprobación científica. Este conocimiento NO plantea un método para la observación del objeto, ni requiere comprobaciones sistemáticas para llegar a sus conclusiones. Esto lo hace un conocimiento falible e inexacto. Sin embargo, puede ser comprobado, pues se trata de cosas ligadas al día a día. Ejemplo: Un agricultor sabe exactamente cuándo plantar y cosechar como resultado de su experiencia en cosechas anteriores. Conocimiento científico: comprende las informaciones y hechos que son comprobados por medio de la ciencia. El conocimiento científico está relacionado con la lógica y el pensamiento crítico y analítico. Es el conocimiento que tenemos sobre hechos analizados y verificados por un método, de modo que su veracidad o falsedad puede ser demostrada. Es un conocimiento fáctico y por eso también es falible y aproximadamente exacto, pues nuevas ideas pueden modificar teorías antes aceptadas. Ejemplo: El descubrimiento de la penicilina como un medicamento para combatir infecciones que amenazan al ser humano. Conocimiento filosófico: nace de las reflexiones que el ser humano hace sobre cuestiones subjetivas. El conocimiento filosófico está basado en la reflexión y construcción de conceptos e ideas a partir del uso del raciocinio en busca del saber. El conocimiento filosófico surgió a partir de la capacidad del ser humano de reflexionar, principalmente sobre cuestiones subjetivas, inmateriales, conceptos e ideas. Como se trata de teorías que no pueden ser probadas, no es verificable y, por lo tanto, es infalible y exacto. Ejemplo: El pensamiento platónico en el cual existen dos mundos contrapuestos: el mundo de las ideas y el mundo sensible. Conocimiento teológico o religioso: se sostiene en la fe religiosa y la considera fuente de la verdad absoluta. El conocimiento teológico o religioso se basa en la fe religiosa, y afirma que en ésta reside la verdad absoluta. A partir de un sistema organizado de creencias se explican los misterios que rondan la mente humana. No hay la necesidad de verificación científica para que determinada "verdad" sea aceptada bajo la óptica de este tipo de conocimiento. De este modo, el conocimiento teológico es infalible y exacto, pues se trata de una verdad sobrenatural. Empírico o Vulgar Científico Filosófico Teleológico ¿Qué es? Surge de la interacción del Engloba Surge de las Se fundamenta en ser humano con su entorno informaciones y reflexiones la fe comprobados sobre cuestiones religiosa como mediante análisis inmateriales y verdad y subjetivas. absoluta. pruebas científicas. Valor Valorativo: Se apoya en las Factual: se ocupa Valorativo: atiende Valorativo: se experiencias personales. de hechos y hipótesis que no fundamenta en las datos. se doctrinas sagradas. pueden observar. Verificación Es verificable. Es verificable. No es verificable. No es verificable. Precisión Falible e inexacto. Falible y Infalible y exacto. Infalible y exacto. aproximadamente exacto. Sistema No sistemático ni Sistemático: se Sistemático: Sistemático: planificado: se organiza con planifica y organiza organiza de base en las experiencias. organiza sistemas lógicos modo lógico un conforme a un de sistema método. pensamiento y de creencias. valoración. Yunni Urbano Conocimiento científico El conocimiento científico como estrategia cognoscitiva se apoya en la realización de una actividad de indagación (la investigación científica) que se estructura a partir de lo que llamamos el método científico. Mediante el proceso de investigación obtenemos el producto que designamos conocimiento científico. Este se configura como un conjunto organizado y estructurado de conceptos, enunciados teóricos, generalizaciones, leyes y teorías. El conocimiento científico resulta de una definida combinación entre componentes teóricos (los conceptos y proposiciones teóricas) y componentes empíricos (los datos). “Por medio de una relación de concordancia entre ambos sistemas de representación del mundo, se relaciona un componente universal y normativo como lo son los conceptos y modelos teóricos, con un componente factual y particularista que son los hechos empíricos, que son la garantía o prueba de la veracidad de los primeros” (Samaja, 1994). Los conceptos son considerados universales porque son producto de un proceso de abstracción mental. Este procedimiento intelectual permite abstraer las cualidades esenciales de las cosas, especificando aquellos elementos que vinculan el objeto real con determinados atributos o cualidades que se consideran constitutivos del mismo. Los conceptos cumplen una función de clasificación de los fenómenos y remiten a aspectos de la realidad diferenciables. En otras palabras, la mayor parte de las palabras que utilizamos son signos convencionales (términos) que refieren a ideas abstractas (los conceptos), que designan a fenómenos existentes en la realidad. Gracias a la idea universal que expresa el concepto, podemos identificar los objetos particulares independientemente de las características secundarias que posean. El conocimiento científico se diferencia por el carácter universal que pretende dar a sus conceptos, leyes y teorías. Por ello, le interesa de modo particular la articulación entre conceptos universales (que valgan para todos los fenómenos de la misma naturaleza) con referentes empíricos particulares. Como consecuencia de lo anterior, el rasgo principal del conocimiento científico es que se expresa a través de un lenguaje convencional, propio y preciso y, por lo tanto, todo el saber de las disciplinas necesariamente queda codificado en lenguaje escrito; factor que facilita su acumulación y difusión. Características del conocimiento científico. Hay dos características que le dan su especificidad y de las cuales se derivan otros rasgos específicos: 1) El conocimiento científico es producto de un proceso sistemático de contrastación entre una teoría o modelo teórico y datos empíricos obtenidos de la realidad. La única manera válida de considerar un conocimiento como científico es que sustente la verdad de sus afirmaciones en evidencias obtenidas en la realidad, ofreciendo pruebas empíricas, lógicas y/o matemáticas. 2) Para su obtención hay que seguir una serie de procedimientos establecidos que permitan evaluar su validez. Es decir que el conocimiento científico se basa en la aplicación de un método de investigación, método que permite no sólo construir conocimientos sino evaluar su validez y aplicabilidad. De esos rasgos generales pueden derivarse otros, tales como: Es un saber racional. Se obtiene a través del uso de la razón humana. Se basa en las capacidades de razonamiento y en las habilidades cognitivas de los sujetos. Se caracteriza por el uso ordinario y sistemático de procedimientos de descripción, análisis, síntesis, comparación, deducción, inferencia e interpretación. Mediante procedimientos lógicos y de argumentación racional, complementados con algún tipo de demostración y prueba (lógica o empírica) se obtiene el conocimiento como producto de la investigación científica. Es un saber verificable. Los conceptos y enunciados teóricos a los que se arriba en la investigación son producto de la contrastación con hechos y fenómenos empíricos. Para ser aceptados estos postulados teóricos deben resistir la prueba de verificación con datos de la realidad. Las teorías y modelos teóricos son enunciados construidos a partir de referentes empíricos que sustentan la validez de su verdad. Es un saber metódico. El modo de producción del conocimiento científico se apoya en el cumplimiento de las prescripciones metodológicas. El método científico aporta herramientas para generar conocimientos, además de criterios y procedimientos para justificarlo. Un conocimiento será científico cuando alcance sus dos requisitos constitutivos: validez y confiabilidad. El método científico opera como una instancia reguladora y evaluadora de la producción científica, que permite determinar el grado de cientificidad alcanzado en una investigación. El método combina tres componentes: el uso permanente de la reflexión, de la observación y/o experimentación, y la interpretación de los datos obtenidos. Es un saber sistemático. Los conocimientos científicos no se presentan aislados sino conformando estructuras y cuerpos de conocimiento que guardan relaciones lógicas y metodológicas entre sí. Por ello, el conocimiento científico es sistémico, es decir es un todo que articula diferentes partes (componentes teóricos y observaciones empíricas) en un conjunto en el que ambos adquieren significado. Cuando los cuerpos de conocimiento científico se articulan en conjuntos mayores forman lo que conocemos como disciplinas. Es un saber falible. El conocimiento científico no es definitivo, nunca está acabado, ni exento de error. El carácter hipotético de las teorías y de las leyes científicas manifiesta la característica de provisoriedad del conocer de la ciencia. En el momento en que surge un modelo conceptual que brinda una explicación más satisfactoria que las anteriores, o surge la evidencia empírica que convalida una nueva hipótesis, los anteriores sistemas explicativos tenidos como verdaderos son abandonados. Por otra parte, a medida que se perfeccionan los instrumentos de observación, algunos conocimientos que estaban como consagrados se muestran erróneos y deben ser rectificados. La falibilidad se asienta en el reconocimiento de los límites del componente conceptual (el modelo puede tener fallas lógicas o presentar errores en la interpretación de la evidencia); y de los procedimientos vinculados para la obtención de los referentes empíricos. Esta característica pone de relie- ve el concepto de verdad de los enunciados científicos. Ellos aspiran a constituirse en una representación verosímil de los fenómenos. De la falibilidad del conocimiento científico se derivan otros rasgos, tales como que es un saber provisorio, refutable, y transitorio. Es un saber que trata de establecer regularidades en los fenómenos. El conocimiento científico pretende ser un conocimiento universal, es decir que sus postulados posean alcance general pese a que se construyen sobre la evidencia de hechos sin- gulares. Intenta describir los fenómenos, para luego comprender las relaciones invariantes que aparecen en ellos. Sin embargo, no se limita a la descripción de la realidad, sino que trata de determinar las conexiones que se presentan entre los hechos. En otras palabras, pretende descubrir las leyes causales intrínsecas a los fenómenos. Por ello, el saber científico aspira a la formulación de leyes que posean capacidad descriptiva, explicativa y predictiva. Conviene referir brevemente que cuando se habla de leyes científicas suele distinguirse entre leyes universales y necesarias (valen para todos los casos, independientemente de los contextos históricos y culturales; y cuyos postulados se cumplen necesariamente); y, leyes generales o probabilísticas (que postulan ciertas relaciones causales que se dan bajo condiciones particulares o en contextos limitados). Las primeras permiten afirmaciones como “Todos los A son B”; mientras que las segundas son del tipo “La mayor parte de A son B, siempre que se den las condiciones 1, 3 ó 4” o “es probable que A y B estén relacionadas siempre que C presente tales características”. Es un saber que busca la objetividad. El científico trata de objetivar los fenómenos a través de los recursos que le proveen la teoría y los métodos de investigación. Sin embargo, la objetividad no implica la neutralidad del científico, ya que la observación y medición de los fenómenos está “cargada” por las teorías y los valores científicos y personales del investigador. También se ha dicho que el acto de conocimiento supone la aplicación de categorías de pensamiento y esquemas mentales a los objetos, por lo que no existe la posibilidad de un conocimiento en el que no juegue la subjetividad y la perspectiva del investigador. La objetividad se alcanza a través de la intersubjetividad. Es la comunidad científica a través de los mecanismos de evaluación del conocimiento generado, quien determinará si la perspectiva del investigador ha distorsionado o no la elaboración del modelo conceptual. La intersubjetividad requiere que el investigador explicite sus supuestos acerca del fenómeno y que aplique diferentes procedimientos de lo que se llama “vigilancia epistemológica”. Es un saber que pretende ser exacto. La exactitud es una meta a la que se tiende. Se relaciona, por un lado con la validez en la medida que se aspira a que el modelo teórico coincida progresivamente con los fenómenos. También se vincula al concepto de fiabilidad, en el sentido que la exactitud de los procesos de medición y la reducción de sesgos o distorsiones, son la base de la cual depende la calidad de la evidencia. Es un saber comunicable. En tanto privilegia el lenguaje escrito como modo de formalización de los modelos conceptuales, el conocimiento científico es altamente dependiente de ciertas convenciones lingüísticas. La comunicabilidad del saber de la ciencia impone un uso preciso de los conceptos teóricos. La precisión es, a su vez, condición para la replicabilidad de los procesos de investigación y para la acumulación y sistematización de sus hallazgos. Metodo Cientifico La finalidad del método sería la producción de conocimiento. El método sería, entonces, un modo de proceder estructurado para lograr conocimiento. Pero no cualquier tipo de conocimiento, sino conocimiento científico. Hablamos de método científico para referirnos al conjunto de procedimientos que, valiéndose de los instrumentos o técnicas necesarias, aborda y soluciona un problema o un conjunto de problemas de conocimiento. El método científico se convertiría en una “estrategia consciente” encaminada a solucionar problemas planteados por el investigador con un fin determinado. Durante muchos años predominó la idea de la existencia de un único método científico, común a todas las disciplinas científicas. Se asimiló el método científico con el método hipotético-deductivo utilizado por las ciencias de la naturaleza, estableciéndose el criterio de que podría ser científico sólo aquel conocimiento obtenido siguiendo ese método. Actualmente predomina la concepción que defiende el pluralismo metodológico, es decir la aceptación de que hay múltiples métodos para producir conocimiento científico, todos ellos válidos y eficaces para hacer avanzar la ciencia. Este pluralismo se justifica en las siguientes razones: 1) los diferentes objetos de estudio (es decir, los fenómenos particulares que estudia cada disciplina) requieren de procedimientos metodológicos diferentes, ya que su naturaleza también lo es. 2) Los diferentes paradigmas y/o tradiciones de investigación imponen a sus seguidores patrones metodológicos considerados como modos legítimos de hacer ciencia. Si el pluralismo acepta la diversidad metodológica para elaborar conocimiento científico, ¿cómo podemos definir el método científico?. Podemos hablar de método científico en un sentido genérico para identificar un conjunto de procedimientos mediante los cuales se contrastan modelos teóricos con referentes empíricos, con el fin de producir conocimiento científico. Este sería un rasgo común a la variedad de métodos de investigación, independientemente de las estrategias lógicas y metodológicas en que se sustentan. Klimovsky (1998) afirma que existe una amplia variedad de tácticas empleadas para constituir el conocimiento, en las que pueden identificarse estrategias generales que serían los elementos del método. De acuerdo a la caracterización anterior, el método científico sería el conjunto de acciones dirigidas al descubrimiento o adquisición de nueva información y a la validación del conocimiento. Desde esta concepción amplia de método científico podemos identificar tres elementos constitutivos cuya exposición no implica un orden jerárquico. Esos elementos son: 1) un conjunto de modelos teóricos relativos a determinados fenómenos de la realidad; 2) un conjunto de referentes empíricos o datos extraídos de la realidad; y 3) un conjunto de procedimientos orientados a confrontar o contrastar ambos sistemas de representación de la realidad, para elaborar modelos teóricos. De esa manera el método científico englobaría la multiplicidad metodológica. La pluralidad de métodos es compatible con la existencia de unas constantes metodológicas comunes a toda la ciencia y a las disciplinas que la conforman. El método científico sería el conjunto de procedimientos que permiten abordar un problema de investigación con el fin de lograr unos objetivos de conocimiento determinados. Sus pasos se podrían aplicar tanto a las investigaciones experimentales como a las investigaciones sociales, a las ciencias de la naturaleza, de la conducta, de la sociedad o a las disciplinas humanísticas. Características del método científico: En el sentido amplio que lo utilizamos con anterioridad, el método científico haría referencia a los procedimientos y técnicas empleados por las ciencias en general para producir saberes científicos. En tal sentido cabe hablar de “método científico” en singular, como el camino que conduce a la descripción y explicación sistemática y coherente de determinados objetos de conocimiento. El fin del método científico es la producción de conocimiento veraz, confiable y fundamentado acerca de la realidad. El método es simultáneamente la condición y el medio para que la actividad cognoscitiva del científico alcance su fin. El saber científico alcanzará tal condición siempre que se consideren las regulaciones del método. Pero el conocimiento elaborado requiere la satisfacción de tres requisitos. El primero de ellos es la veracidad, es decir que pueda afirmarse que es verdadero. En las ciencias este criterio de verdad alude a una realidad empírica, externa, y de naturaleza diferente a los enunciados teóricos. En otras palabras, un enunciado es verdadero cuando remite a alguna evidencia empírica, a alguna forma de demostración lógica y/o matemática, o a ambas. El concepto de verdad de las teorías debe entenderse como verosimilitud de las afirmaciones teóricas, más que a un ajuste especular entre la realidad y los modelos teóricos (siempre imperfectos) que intentan describirlos y explicarlos. El criterio de veracidad se vincula con un requisito propio que debe alcanzar el conocimiento científico llamado validez. El segundo criterio es la confiabilidad, es decir que se pueda confiar razonablemente en que los datos empíricos en que se fundamentan los enunciados teóricos no poseen errores o distorsiones. Si existiesen dudas sobre la confiabilidad de los datos, no podría afirmarse la validez de los hallazgos de investigación, ni la verdad de los enunciados. La confiabilidad es, por todo lo dicho, un atributo predicable de los datos empíricos. El tercer criterio que debe cumplimentar el saber científico es el estar fundamentado. La fundamentación tiene tres fuentes: la de las teorías y modelos conceptuales propios de la disciplina; la de las reglas lógicas de construcción del conocimiento; y la evidencia empírica que sostiene los hallazgos de investigación y los enunciados derivados de ellos. El método científico entendido como una guía que orienta la actividad investigadora del científico, permite cumplimentar los atributos que debe poseer el saber de la ciencia. El método científico es sistemático en tanto que los procedimientos que establece se vinculan unos a otros conformando una unidad o totalidad, en la que cada parte guarda relación con el todo y en la que cada actividad contribuye al logro del mismo fin. Esta vinculación hace que cada una de las operaciones y decisiones deba guardar coherencia y ser congruente con el conjunto. El método científico en tanto dispositivo que permite un abordaje sistemático, controlable y público de los fenómenos de la realidad, representa la aplicación de un orden racional o un esquema sistemático a diversos objetos de conocimiento. En ese sentido, el método supone una estrategia general del cómo hacer para obtener conocimiento del mundo. El método científico permite tener un control sobre los procedimientos que se realizan para obtener conocimiento. La comunidad científica es la responsable de determinar la cualidad y calidad científica de los resultados de una investigación. Para ello evalúa la eficacia y eficiencia de los procedimientos seguidos para alcanzar los objetivos, tarea para la que utiliza las reglas de decisión y los orientaciones que le brinda el saber metodológico. El método científico es autocorrectivo ya que examina permanentemente la validez de los procedimientos y la lógica de sus prescripciones, introduciendo los ajustes necesarios para hacer más eficientes los medios de conocimiento de los fenómenos. También es histórico, ya que debe incorporar nuevos procedimientos de producción de conocimientos y aceptar diferentes modalidades de justificación del saber científico. La aparición de nuevas disciplinas, el desarrollo de instrumentos y técnicas de observación de los fenómenos, el descubrimiento de nuevos objetos de investigación, y las cambios de perspectiva que generan las nuevas teorías, llevan a una revisión y actualización permanente del saber metodológico y a la reformulación de los procedimientos y criterios establecidos. El proceso metodológico de la investigación científica LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA La investigación científica es un modo específico de plantear y resolver problemas de conocimiento acerca de la realidad. La modalidad científica de indagación del mundo se caracteriza tanto por el modo en que el investigador se interroga sobre los fenómenos, como por la forma en que interroga a los fenómenos en su afán de encontrar respuestas a los dilemas que se plantea. La investigación científica como actividad intelectual orientada a generar saberes científicos presenta algunos rasgos específicos. El primero de ellos es que se trata de una actividad limitada a los miembros de la comunidad científico-tecnológica, ya que sólo la realizan los investigadores científicos o quienes aspiran a formarse para ello. El segundo rasgo es que la investigación pretende producir conocimientos científicos por su valor intrínseco, o por las consecuencias técnicas y prácticas que éstos pueden tener. La investigación científica es el proceso de conocimiento de los objetos constitutivos de la realidad, con el fin de describirla, explicarla y comprenderla a un nivel cada vez más profundo y preciso. ACTO DE CONOCIMIENTO SUJETO COGNOSCENTE → ← OBJETO COGNOSCIBLE = CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. La investigación permite conocer cada vez con mayor profundidad los elementos constitutivos de los fenómenos, merced a la mayor precisión de los instrumentos de observación y medición, y a la disponibilidad de teorías más rigurosas. También a la permanente exploración y búsqueda de una comprensión más precisa de nuevos aspectos de la realidad. La investigación científica es una actividad que siempre pretende ampliar las fronteras de lo conocido y que supone una actitud de escepticismo crítico por parte del investigador. Podemos definir a la investigación científica como el modo de conocimiento propio de la ciencia. Investigar supone realizar un acto de conocimiento -acción que supone un proceso- que tiene como fin la producción del conocimiento científico. El adjetivo de científico es el que define el acto de investigación y de producción de este tipo específico de saber. La investigación científica supone la realización de determinados procedimientos. Es decir, el proceso de investigación implica la realización de una serie de acciones y actuaciones aceptadas por su efectividad para la resolución de los problemas propios de cada campo de conocimiento y legitimadas por su uso en la comunidad científica. Es un procedimiento reflexivo ya que se basa en la reflexión permanente sobre la pertinencia de las opciones que adopta el investigador en relación a las particularidades de cada objeto. El carácter reflexivo remite a los requisitos lógicos que debe satisfacer el acto de conocimiento científico. Si en el proceso de investigación se producen fallas lógicas o hay fallas de esta naturaleza en los argumentos e inferencias, por más peso que tengan las evidencias empíricas -o aunque se hayan cumplido todos los pasos metodológicos- el saber que se obtenga no reunirá el requisito de validez. Es un proceso sistemático ya que cada uno de los componentes del modo científico de conocer la realidad guarda una relación sistémica con la totalidad de acciones. Más aún, no se puede comprender cada uno de esos componentes en forma aislada, sino como parte de un sistema más amplio que les da sentido. Es un proceso metódico. Este es un rasgo particular que tiene la investigación científica. Es decir, investigar en el campo científico supone aplicar un conjunto de reglas aceptadas para construir y validar ese conocimiento. La característica central de la investigación científica es la aplicación del método o de los métodos científicos en particular, tema que luego abordaremos. Es un proceso controlado. El control aparece en un doble sentido. Como autocontrol, que tiene que ejercer el propio investigador sobre los procedimientos que realiza. Como control externo, que es el que ejerce la comunidad científica quien es la responsable de determinar la calidad y validez de los procedimientos seguidos y los resultados alcanzados. Este rasgo de control se vincula al carácter público que posee el conocimiento científico, y a la característica de autocorrección y autoevaluación que caracterizan al método científico. Es un proceso de carácter replicable, es decir que las rutinas que se siguen para conocer los objetos de la realidad pueden ser repetidas y estandarizadas por otros investigadores.Es un procedimiento orientado por el propósito de producir un conocimiento del objeto en sus aspectos generales. Mediante la investigación se pretende conocer los principales atributos y características que conforman el fenómeno de estudio, establecer las regularidades de esos atributos, y poner en relación esas regularidades de modo que puedan construirse o reconstruirse deductivamente a partir de otras. El fin último de la actividad científica es elaborar un modelo más o menos verosímil del fenómeno; ese modelo representa las relaciones lógicas que se supone existen en la realidad, y que se expresa a través de leyes, relaciones entre conceptos y datos empíricos en base a los que se formulan esas relaciones generales. EL MÉTODO CIENTÍFICO COMO INSTRUMENTO REGULADOR DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN Anteriormente hemos dicho que existen ciertas constantes en el modo en que las distintas disciplinas construyen conocimientos científicos acerca de los fenómenos que estudian. Esas constantes tipifican al método científico, entendido como una estrategia general de resolución de problemas de conocimiento. Sin embargo, las características de los fenómenos que focaliza cada disciplina requieren del desarrollo de tácticas particulares y del desarrollo de técnicas específicas para la observación y el análisis de tales fenómenos. Surgen así las metodologías de investigación propias de cada campo del saber, fundamentos teóricos de los métodos que se aplican en ese campo específico y que forman un conjunto de reglas particulares que establecen cómo el conocimiento puede ser gradualmente expandido y modificado. Así, el método científico sería una estrategia general común a todas las disciplinas fácticas (es decir que basan sus enunciados en el conocimiento de hechos) mientras que las metodologías o métodos particulares serían propios de cada disciplina o de cada paradigma científico. De ahí que puede hablarse de las metodologías o los métodos particulares: de las ciencias sociales, de las ciencias naturales, o de las ciencias de la conducta. Ellas serían adaptaciones particulares del método general de la ciencia. Pero ocurre que hay ciertos posicionamientos metodológicos que atraviesan la producción de conocimiento en varias disciplinas, porque comparten la misma perspectiva paradigmática. Los supuestos de los paradigmas y el modo en que cada uno plantea qué y cómo preguntarse acerca de los fenómenos, genera metodologías particulares que son utilizadas por diferentes disciplinas independientemente de la disparidad de objetos que aborden. Realizada esta distinción vamos a intentar precisar algunas características del método científico. La concepción del método que adoptamos es amplia y permite afirmar el carácter científico de diferentes modos de construcción de conocimiento. PRINCIPALES RASGOS DEL MÉTODO CIENTÍFICO ➫ El método científico se refiere a los procedimientos sistemáticos que se llevan a cabo para responder a preguntas no resueltas en el campo del conocimiento. Para ello se vale de instrumentos o técnicas que le permitan abordar y solucionar un problema o un conjunto de problemas. ➫ El método científico específica unos pasos generales que se deben seguir con el fin de recoger la información empírica pertinente y analizarla para producir teorías. ➫ El método científico establece una serie de reglas básicas sobre cómo el conocimiento puede adquirirse mediante la observación y contrastación de teorías. Este método comprende reglas de decisión, procedimientos y formas de razonamiento. El método no indica sólo el conjunto de pasos a seguir, sino que brinda criterios para evaluar la coherencia con la perspectiva lógica (cómo se construyen razonamientos válidos), y responder a los supuestos de los que se parte para conocer la realidad (coherencia epistemológica). Las ideas que vamos a exponer a continuación respecto a las dimensiones y fases del proceso de investigación son aplicables a las metodologías y/o métodos particulares y también son comunes a las distintas lógicas de investigación (cuantitativa, cualitativa, analítica). La investigación científica como actividad orientada por el método científico no es un proceso mecánico de cumplimiento de pasos estipulados, sino un permanente proceso de toma de decisiones orientadas por los conceptos y las teorías científicas y el saber metodológico. Por ello, el discernimiento acerca de las características y naturaleza del objeto de estudio es la condición previa para tomar decisiones metodológicas adecuadas. La forma en que entendemos la naturaleza del fenómeno que pretendemos conocer a través de la investigación científica, va a incidir en los interrogantes y problemas de investigación que podemos plantear. El proceso metodológico es de naturaleza compleja ya que aborda distintos niveles de constitución del conocimiento científico. El proceso metodológico de las ciencias incluye las tres dimensiones implícitas en el saber científico: la epistemológica (el conocimiento científico elabora conceptos teóricos que dan cuenta de lo real), la estratégica (la toma de decisiones que permitan dar coherencia a los supuestos teóricos de los que se parte con la selección de cómo abordar los fenómenos empíricos) y la empírica (todo conocimiento científico remite a una realidad externa o referencia empírica de sus afirmaciones teóricas). En el proceso metodológico se articulan estas tres dimensiones. Conviene introducir aquí el concepto de proceso de investigación. Este concepto es fundamental para poder entender el carácter sistémico de la investigación científica, evitando el reduccionismo de entender el método científico como una serie de etapas concatenadas que hay que cumplir. EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN El proceso de investigación consiste en una serie de decisiones interconectadas e interactivas. Cada una de ellas requiere una elección por parte del investigador entre diferentes alternativas posibles. El proceso de investigación incluye a “la totalidad de los componentes, dimensiones, momentos y planos (micro y macro) de la investigación científica” (Samaja, 1994:204). Abarca desde la elección de un tema hasta la comunicación de los resultados de una investigación. Comprende desde la selección de una idea de investigación y la definición del problema, hasta la comunicación de los resultados de la investigación. El proceso de investigación concluye en la comunicación de los resultados (presentación de la tesis, del informe de investigación, la publicación de artículos originales en revistas de la especialidad o la presentación de trabajos en congresos científicos. El proceso de investigación incluye acciones de índole individual que deben ser realizadas por el investigador y acciones de actores externos (la participación de la comunidad científica) a partir de instancias de control, de evaluación y de gestión de los conocimientos. Fases del proceso metodológico Desde el punto de vista temporal, el proceso de investigación incluye tres fases generales: 1) la de planeación de la investigación; 2) la de ejecución del trabajo de campo; y 3) la de comunicación de los resultados. La fase de planeación se orienta a la preparación del proyecto de investigación, tarea que incluye la definición del diseño o protocolo de investigación. Predomina en esta fase el trabajo de escritorio y la preparación del documento escrito comúnmente conocido como proyecto de investigación (o proyecto de tesis). En la fase de ejecución se lleva a cabo la investigación planeada. Las acciones planificadas son realizadas por el investigador o por un equipo de trabajo. Predomina el trabajo de campo y todas las actividades se orientan a generar la información empírica necesaria para resolver el problema y justificar las respuestas al mismo. En la fase de comunicación predominan las tareas de sistematización y de organización discursiva que permitan exponer con la mayor claridad y de acuerdo a las convenciones propias del campo científico los hallazgos de investigación. Esta fase se orienta a exponer los nuevos conocimientos y a prepararlos para que se introduzcan en el cúmulo de saberes ya existentes. Fases del proceso de investigación → Planeamiento - Trabajo de campo - Comunicación. Karina Batthyány El tema y el problema de investigación El primer proceso indispensable para iniciar una investigación social es traducir en un problema de investigación las preguntas y preocupaciones que se tienen acerca de la realidad, y sobre las cuales se pretende realizar una indagatoria científica. Este proceso comienza por identificar un tema de investigación que se corresponda con las preocupaciones mencionadas, delimitarlo sobre preguntas iniciales y finalmente formular el problema de investigación. Tema de investigación El tema de investigación es el marco general en el cual se ubica el interés científico asociado a las preguntas y preocupaciones planteadas. Para ello debe estar delimitado conceptualmente y ser pertinente su estudio desde alguna disciplina científica (en particular, desde alguna o varias de las disciplinas que conforman las Ciencias Sociales). Para definir un tema de investigación es necesario un proceso de ruptura con el conocimiento no científico. Identificar qué aspectos de la realidad son pasibles de estudio desde un punto de vista científico y en particular desde qué disciplinas. Puede ser un tema que sea concerniente estudiar desde la sociología, la economía, la ciencia política, etcétera, o desde varias de ellas en distintas investigaciones, incluso en un abordaje interdisciplinario. La mirada teórica se plasmará en el problema de investigación y en la estrategia a seguir para resolverlo. La motivación para investigar puede provenir de preocupaciones personales no científicas, por ejemplo, como estudiantes, como ciudadanos, como parte de organizaciones o grupos sociales. En otros casos, el tema de investigación puede surgir de una demanda por parte de actores sociales (un ministerio, un organismo internacional, un sindicato, una empresa, etcétera). Problema de investigación El problema de investigación es el conjunto de preguntas que deseamos responder a través del proceso de investigación. Es una problematización de algún aspecto del tema de investigación. No siempre se expresa como pregunta. Muchos se explicitan en los objetivos de la investigación (el objetivo de una investigación es dar respuesta a esas preguntas) o en hipótesis (que son respuestas tentativas a las preguntas). Estas preguntas deben contestarse utilizando una estrategia concreta de investigación. Esto implica: Traducir los conceptos teóricos y sus relaciones (marco conceptual) en conceptos operativos que permitan buscar la evidencia empírica (marco operativo). Delimitar un espacio y un tiempo para el cual se realiza la búsqueda de evidencia empírica, lo que tiene sentido para responder las preguntas de investigación. Esta delimitación tiene por objetivo identificar dónde se buscarán las evidencias empíricas de la investigación, y contextualizar socio-históricamente las conclusiones que se logren con la misma. Es imprescindible acotar el alcance temporal y espacial para que el estudio sea factible de llevarse adelante. Disponer de información e instrumentos de investigación (sea construyendo los datos en forma directa, relevando la información o utilizando información que ha sido relevada por otros). A su vez, el problema de investigación refleja un vacío de conocimiento científico. Por ejemplo, las preguntas planteadas no han sido contestadas por otras investigaciones o los resultados de las mismas no son satisfactorios desde el enfoque teórico de quien va a realizar la investigación, etcétera. Este vacío de conocimiento puede estar referido: a un área de interés práctico (una situación social dada que interesa conocer para intervenir, monitorear, etcétera, como podrían ser las condiciones de vida de hogares pobres, los niños trabajadores, la apatía política de los jóvenes, la violencia intrafamiliar, el rendimiento escolar en niños de sectores populares); a un área de interés teórico (la anomia política, la organización burocrática, la transición a la adultez, la división sexual del trabajo, etcétera). En estos casos la motivación por investigar proviene de preocupaciones teóricas, aunque obviamente los resultados pueden aportar conocimientos de interés práctico; a los dos ámbitos simultáneamente (teórico y práctico). Este vacío es lo que justifica que se emprenda un proceso de investigación científica, ya que será un aporte al conocimiento en el plano práctico o teórico. El proceso de construcción del tema y el problema de investigación Todo el proceso, que lleva desde las preocupaciones o demandas primeras, hasta la elaboración de las preguntas concretas (u objetivos o hipótesis) que guiarán la investigación, es fundamentalmente un proceso de ruptura y construcción primaria del objeto de investigación, como ya se ha mencionado. A través de estos dos procesos se delimitan el tema y el problema de investigación. Este proceso está anclado en tres pilares: experiencia en el tema a investigar (investigaciones anteriores propias); lectura de teorías e investigaciones anteriores; intercambio con personas especializadas; otras lecturas que ubiquen el tema socio-históricamente (libros, prensa, otros documentos, etcétera); reflexión teórica en base a la experiencia, la lectura y el intercambio. Estos tres elementos se combinarán de acuerdo no solo a la trayectoria del investigador y sus características personales, sino en función de la problemática que se vaya a estudiar. En algunos casos se tendrá una mayor acumulación previa, en otros es posible que los temas requieran más reflexión teórica, en otros una mayor imaginación para poder convertir el tema en un problema que sea factible estudiar. Productos: Tema → Preguntas iniciales (secuencia de preguntas que nos permiten llegar a la formulación del problema) → FORMULACIÓN DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN BAJO UN ENFOQUE TEÓRICO Procesos: RUPTURA → CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DE INVESTIGACIÓN Insumos: → EXPERIENCIA - LECTURA - INTERCAMBIO - REFLEXIÓN TEÓRICA Figura 1. La construcción del tema y el problema de investigación. Las actividades que se realizan para llevar adelante el proceso, desde la identificación de temas hasta llegar a la formulación del problema, dependerán, en definitiva, de las características del investigador. En el caso de un profesional con larga trayectoria, es posible que su interés en un tema se vincule a la línea de trabajo sobre la que ha acumulado teórica y metodológicamente. Para el caso de investigadores/as jóvenes o con escasa experiencia en investigación: Su acercamiento a un tema y a una problemática de investigación requerirá, desde el comienzo, una inmersión o búsqueda bibliográfica más detenida y, en muchos casos, un trabajo como asistente de un investigador ya formado, además de la consulta con otros para lograr una clarificación de sus intentos de configurar una temática y una primera formulación de su problema de investigación (Briones, 1996: 18). Los investigadores que ya tienen una trayectoria trabajan habitualmente con un abanico delimitado de temas que son de su interés. En esta delimitación interviene en forma importante su adscripción a determinadas comunidades académicas (sea por pertenecer a organizaciones o redes de científicos, por compartir enfoques teóricos o temáticas específicas). El investigador, que trabaja en un marco institucional, tiene a su disposición paquetes, conjuntos de temas, que su propia comunidad de referencia define como relevantes y válidos. Es la propia comunidad académica la que define los contenidos temáticos y el menú de teorías y metodologías apropiadas a esos contenidos disciplinarios. Los investigadores se reconocen entre sí y establecen vínculos con otras instituciones y centros, se citan y critican, e inclusive, cuentan con sus propios órganos de difusión y encuentro. En el seno de estos conjuntos humanos, existe, por lo general coincidencia paradigmática, preferencias por ciertos temas y teorías, por ende, metodologías (Sautu, 2005: 45-46). La revisión bibliográfica general implica una búsqueda de información que permita ubicar tanto en términos teóricos como de contexto socio-histórico a las preguntas y temáticas sobre las que se quiere investigar. La lectura de bibliografía teórica sobre los distintos aspectos con los que se vinculan estas preguntas permite comenzar a delimitar y definir conceptos que se muestran adecuados para el enfoque con el que se quiere responder a las preguntas de interés. Más importante aún, las teorías ponen en relación esos conceptos y utilizándolos proveen marcos explicativos sobre la realidad. Por tanto estas lecturas aportan un apoyo teórico para construir el problema de investigación. Las decisiones sobre qué teorías son adecuadas y cuáles se dejan de lado, incluso aquellas que se ponen en tela de juicio, constituyen un paso muy importante en el proceso de ruptura (ya no con el cono- cimiento cotidiano, sino con otras propuestas científicas) y en la construcción del objeto de investigación. A su vez, es necesario un relevamiento y análisis de otras investigaciones que hayan incursionado en la misma área temática, con fichado de los artículos (sistematización de las lecturas) y un intercambio con personas especializadas. Estas lecturas e intercambios permiten además aproximarse a distintas teorías generales y marcos teóricos específicos que han sido utilizados para trabajar el área temática de interés. En estos marcos es fundamental identificar conceptos, enunciados, comparar diferentes planteos. Para ubicar socio-históricamente la problemática a trabajar, es posible utilizar muy diversos tipos de documentos (prensa, documentos de organizaciones, material audiovisual, etcétera), además de entablar una comunicación con observadores, protagonistas, etcétera (que pueden ser considerados como informantes calificados). La mirada crítica y las preguntas que se realicen sobre este conjunto de informaciones y antecedentes permitirá tomar decisiones sobre los aspectos que tienen vacíos de conocimiento (sea por falta de investigaciones anteriores o por inadecuación de las mismas para contestar nuestras preguntas, etcétera). Es un proceso de reflexión en el cual se delimita el marco teórico a la vez que se fija con precisión qué es lo que interesa estudiar empíricamente. Marco Teorico El marco teórico en la investigación social La teoría en el proceso de investigación como ya se ha mencionado, toda investigación científica se inicia con la teoría. Utilizándola, quien va a investigar construye su objeto de estudio de modo de despojarse del conocimiento común y del saber inmediato acerca del tema a investigar. La investigación se organiza, como dice Bourdieu, «en torno de objetos construidos que no tienen nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua» (Bourdieu et al., 1975: 52), y esto se logra con la teoría. La teoría permite procesar la ruptura epistemológica y estructurar el problema de investigación, de allí en más estará presente en todas las etapas del trabajo, tanto en la selección de las técnicas, en la contrastación empírica como en el análisis de los resultados. En términos restrictivos puede definirse la teoría como «el conjunto de proposiciones lógicamente interrelacionadas del cual se derivan implicaciones que se usan para explicar algunos fenómenos» (Johnson, 1997, en Sautu, 2005). Teoría (en términos restrictivos) es un «grupo de proposiciones lógicamente interconectadas de las que pueden deducirse uniformidades empíricas, siendo sus componentes básicos los conceptos, las proposiciones y los axiomas o leyes» (Merton, 1993, en Perelló Salvador, 2009: 68). Merton distinguía entre las teorías generales (de mayor nivel de abstracción, poco contrastadas empíricamente, pero que sirven de guía para el proceso de investigación y proporcionan explicación a los hallazgos), y teorías de alcance medio (limitadas a aspectos concretos de la realidad social, posibles de ser contrastados empíricamente) (Perelló Salvador, 2009: 68). Desde una concepción más amplia y pragmática que prioriza los requerimientos del diseño de investigación (Sautu, 2005), la teoría no se limita exclusivamente a lo que habitualmente se denomina de ese modo (en este caso teoría social), sino que incluye supuestos paradigmáticos, teorías generales de la sociedad y el cambio histórico, teorías sustantivas vinculadas a la temática que se investiga y teorías referidas a la observación, medición y construcción de evidencia empírica. De modo que la teoría está imbricada en todo el proceso de la investigación. La idea de teoría o de qué es la teoría cuando se la define en el contexto de una investigación, impregna la totalidad del diseño, incluyendo obviamente la construcción del marco y los supuestos teóricos que sostienen la utilización de modelos estadísticos o una estrategia cualitativa de análisis (Sautu, 2005: 42). Por otra parte, tal problema requiere de una teoría sustantiva vinculada a la temática, es decir, al lugar del trabajo en la sociedad, en especial a la relación que los jóvenes tienen con este. Por último, implica supuestos teórico-metodológicos en este caso vinculados a la producción de discurso por parte de los sujetos y a las condiciones que se requieren para generarlo. Marco teórico: aproximación a una definición y a su función en el proceso de investigación Teoría no es sinónimo de marco teórico. Este es una elaboración propia que toma como insumos la teoría y la lectura de otro tipo de documentos, así como la propia reflexión. Elaborar el marco teórico implica «analizar y exponer las teorías, los enfoques teóricos, las investigaciones y los antecedentes en general, que se consideren válidos para el correcto encuadre del estudio» (Rojas, 2001, en Hernández Sampieri, 2003). El marco teórico constituye un corpus de conceptos de diferentes niveles de abstracción, articulados entre sí, que orientan la forma de aprehender la realidad. Contiene supuestos acerca del funcionamiento de la sociedad y conceptos que se desprenden de la teoría sustantiva adoptada sobre el fenómeno que se va a investigar (Sautu etal., 2005: 34). En palabras de los mismos autores: [El] marco teórico de una investigación es en realidad un argumento en el que se entretejen paradigmas (ideas acerca del conocimiento mismo y cómo producirlo válidamente), teorías generales (concepciones generales de la sociedad), y teorías sustantivas (conceptos e ideas del tema específico a investigar (Sautu et al., 2005: 45). Este planteo no implica dar cuenta de todo el conocimiento existente en la temática, tarea que, por otra parte, sería imposible. Es decir, no se trata del estado de arte del problema. No es la justificación de la investigación, si bien esta forma parte de todo proyecto de investigación, ni un recorrido histórico del fenómeno. Tampoco son valoraciones del investigador o reflexiones filosóficas. El marco teórico de elaboración propia, cuyo contenido como señala Sautu es ese corpus de conceptos de diferentes niveles de abstracción, cumple varias funciones en el proceso de investigación (Hernández Sampieri, 2003) entre las que vale mencionar: Conduce a la formulación de hipótesis que serán contrastadas empíricamente. Proporciona los principales conceptos que luego serán operacionalizados, de modo que cada uno de ellos cuente con un referente empírico. Orienta sobre cómo se realizará la investigación, es decir, sobre la estrategia de la investigación. Provee de un marco interpretativo a los resultados de la investigación. Marco teórico, marco conceptual y antecedentes En el marco teórico el investigador desarrolla los principales conceptos que definen el objeto de investigación. Para llegar a los conceptos adecuados, así como a la mejor forma de formular el problema, el investigador recurre a los principales antecedentes en la temática. Indaga, mediante revisión bibliográfica, en informes de investigaciones ya existentes y, frecuentemente, da cuenta de ellas en su marco teórico. Revisión de literatura o revisión bibliográfica Consiste en detectar, obtener y consultar la bibliografía y otros materiales que sean útiles para los propósitos [de la investigación], de donde se tiene que extraer y recopilar la información relevante y necesaria que atañe a nuestro problema de investigación. La revisión debe ser selectiva priorizando lo más importante, reciente, y los contenidos más importantes para nuestro problema de investigación (Hernández Sampieri, 2003: 66-67). Para evitar confusiones frecuentes entre marco teórico y antecedentes, algunos autores, como Briones, prefieren distinguir las expresiones marco teórico, marco de antecedentes y marco conceptual. [Así, entiende que el marco de antecedentes] está formado por el conjunto de conocimientos que otros estudios ya han logrado sobre el tema o el problema de investigación propuesto por el investigador. Son referencias directas a resultados obtenidos dentro de una misma área de indagación. [Mientras que el marco teórico] es el uso de una o más teorías en las cuales se fundamenta directamente el problema de investigación. Esas teorías pueden haber sido propuestas por otros investigadores, como también, sin perjuicio de su aceptación, pueden contener modificaciones a tales teorías hechas por el investigador o bien contener una teoría elaborada por el propio investigador. [Finalmente, marco conceptual] es una elaboración que el investigador hace a un nivel más general que el formado por el marco de antecedentes, si bien habitualmente aquel queda comprendido en este otro marco. En la elaboración conceptual el investigador propone definiciones de algunos de los conceptos que utiliza, supuestos, hipótesis, etcétera. Se podría decir que el marco conceptual es una especie de teorización o de problematización hecha por el investigador sin grandes pretensiones de consistencia lógica entre las proposiciones que utiliza, aun cuando se haga referencia a una o más teorías (Briones,1996: 21). Es habitual que los investigadores no distingan entre marco teórico y marco conceptual, y utilicen el concepto marco teórico en alusión a una combinación de ambos. Otros investigadores incluyen bajo el mismo término los antecedentes. Briones (1996) reconoce que es frecuente que el marco teórico contenga los otros dos componentes. En este manual, se considera importante distinguir entre marco teórico y de antecedentes, si bien luego en la experiencia profesional, según los requerimientos de cada proyecto de investigación puedan asimilarse ambos contenidos. Elaboración de un marco teórico La elaboración del marco teórico en general requiere de dos etapas: revisión bibliográfica y adopción de teorías de referencia. Siguiendo a Hernández Sampieri, los criterios más comunes para evaluar una teoría, particularmente desde el enfoque cuantitativo son: La capacidad de descripción, explicación y predicción de los fenómenos a los que refiere. La consistencia lógica. Las proposiciones que la integran deben estar relacionadas, no deben ser contradictorias. La perspectiva. Refiere a la capacidad de abarcar fenómenos a explicar y las posibilidades de aplicación. Cuanto más fenómenos explique y mayor aplicabilidad, mayor perspectiva tiene la teoría. La fructificación (heurística). Denota la capacidad de la teoría de generar nuevas interrogantes y por lo tanto de avanzar en el conocimiento científico. La parsimonia. Refiere al equilibrio entre la capacidad explicativa y la simplicidad. Maximizando la primera, y procurando la simplicidad a través de un número reducido de proposiciones (Hernández Sampieri, 2003: 90-91). Una vez seleccionada y revisada la bibliografía de referencia y extraída de ella las teorías que van tomarse en la construcción del marco teórico, un camino conveniente para proceder a la redacción del marco teórico puede ser el que propone Sautu (2005: 27): Transformar los contenidos sustantivos de cada texto en oraciones en las cuales se postulan: descripciones de sucesos o procesos, relaciones entre conceptos, condiciones bajo las cuales los sucesos o procesos tienen lugar o son modificados. Identificar las poblaciones y subpoblaciones acerca de las cuales se hace referencia, así como su ubicación espacio-temporal. Desarrollar un esquema unificador argumentativo. Ubicar en el esquema los conceptos y señalar el papel que juegan en el argumento. Completar con nueva bibliografía los conceptos y proposiciones que no pudieron ser vinculados entre sí en el esquema argumentativo. Acondicionar el esquema todas las veces que sea necesario. Como resultado, un buen marco teórico no lo es por su extensión, sino porque aborda en profundidad «únicamente los aspectos relacionados con el problema, y vincula lógica y coherentemente los conceptos y las proposiciones [...]. Construir el marco teórico no significa solo reunir información, sino también [vincularla adecuadamente]» (Hernández Sampieri, 2003: 102). Conceptos Los conceptos provienen y forman parte de la teoría por lo tanto son abstracciones. En el marco de la elaboración de un proyecto de investigación hay una apropiación de determinados conceptos a partir de los cuales se construye el objeto de investigación (como por ejemplo: aprendizaje, identidad colectiva, conflicto, ciudadanía, organización, pobreza) y será en torno a ellos que se centrarán las siguientes etapas de la investigación. Se piensa con conceptos. Ellos están presentes en todo y en cada uno de los momentos de un proceso de investigación y es necesaria una vigilancia constante para trabajar siempre con conceptos tan precisos como sea posible. Precisión en relación con su univocidad y con su enunciación o definición, pero también en su relación con la teoría del conocimiento, con las corrientes disciplinarias por las que se ha optado, con el objeto de estudio y con la situación problemática que originó la investigación [...]. Cualquiera sea el objetivo de un proceso de producción de conocimiento, se enfrenta con el problema de la construcción de conceptos unívocos (Borsotti, 2006: 136). Estos conceptos estarán presentes en los objetivos de investigación así como también y especialmente en la etapa de contrastación empírica. Siguiendo a Sautu (2005: 71-72) los conceptos: Se utilizan con referencia a procesos, cosas, propiedades. Por ejemplo: socialización, elementos de confort, inteligencia. Hay conceptos formales que se refieren a causalidad, estructura. Por ejemplo: Estratificación social, sistema espacio-temporal [Globalización]. [...] son formas de juntar y categorizar datos; el diálogo con los datos permite definir y delimitar conceptos. Una forma de este diálogo es usar conceptos por asociación. El concepto engloba situaciones, circunstancias, consecuencias, atributos de X [Por ejemplo: este caso es una instancia de maltrato infantil, violencia familiar]. Son generalizaciones y, por lo tanto, no son lo mismo que el caso o no se ajustan a un caso real [Por ejemplo: países pobres o los tipos de dominación de Weber: dominación racional, dominación carismática y dominación tradicional]. Son multidimensionales y relacionales, se interpretan porque son parte de un sistema de términos contenidos en proposiciones [Por ejemplo: fuerza de trabajo y alienación en la teoría marxista]. Algunos de ellos son propiedades espaciales y/o temporales, o son combinaciones de otros conceptos que nos llevan a construir un concepto nuevo. Existen, por lo tanto, conceptos construidos mediante procedimientos explícitos que elaboran varios conceptos. [Por ejemplo: Posmodernidad]. Finalmente, conviene destacar dos funciones fundamentales que cumplen los conceptos científicos en la investigación: Formular proposiciones (hipótesis). Organizar información y percibir relaciones entre los datos. Para ello, en la etapa de contrastación empírica será necesario transformar los conceptos en variables mediante el proceso de operacionalización. Yunni - Urbano TIPOS DE FUENTES La revisión como trabajo sistemático y ordenado de búsqueda de información bibliográfica, implica la detección y selección de materiales significativos para el investigador, en función del/los interrogantes que se plantea. En la sociedad actual en que se ha ampliado considerablemente el acceso a las tecnologías de la información, el problema clave de la revisión es la creciente expansión de los conocimientos a los que es posible acceder. El problema no es la escasez de fuentes de información, sino el exceso de ellas. Llamamos fuentes de información a aquellas obras o productos de comunicación científica, que se presentan en diferentes formatos, periodicidad y sistematicidad. Podemos distinguir entre: Fuentes primarias: en las que los autores informan directamente de los resultados de sus estudios, a través de libros, artículos en revistas especializadas, monografías, e incluso tesis. Estas fuentes son de interés para el investigador ya que cuando se detecta un autor que haya trabajado el tema, es posible rastrear otros trabajos de él, e incluso entablar comunicación. Fuentes secundarias: se denominan así porque someten a un proceso de reelaboración a las fuentes primarias. Cada vez son más comunes en el campo científico, dada la explosión de conocimientos científicos de las últimas décadas. Las organizaciones académico-científicas encomiendan a expertos en el tema que recopilen y analicen la producción realizada en ese campo en un lapso determinado de tiempo. Son de mucha utilidad porque permiten tener rápidamente una visión del estado actual del debate en ese tema y detectar a los autores y hallazgos relevantes. Son publicaciones en la que los autores informan de trabajos realizados por otros autores (libros, manuales, enciclopedias, artículos de revisión, anuarios). Fuentes terciarias o de referencias generales: se trata de documentos que compendian nombres y títulos de revistas y otras publicaciones periódicas, así como nombres de boletines, conferencias y simposios, catálogos de libros básicos, lista de nombres de centros de investigación, universidades y fundaciones que pueden haber realizado trabajos sobre el tema. Estas fuentes son una ayuda invalorable ya que permiten acceder rápidamente a una serie de referencias, en base a las cuales se detectan las fuentes anteriores. En la actualidad hay bases de datos muy importantes como Currents Contents o Medline que anualmente incluyen miles de referencias y compilan los índices de las principales revistas internacionales. TIPOS DE OBRAS O PRODUCTOS DE COMUNICACIÓN CIENTÍFICA La comunicación científica se realiza a través de distintos formatos. Cada uno de ellos posee ciertas ventajas y también limitaciones que es necesario tener en cuenta para luego evaluar su utilidad. De acuerdo al formato podemos clasificarlas en: ➫ Libros: son un recurso importante ya que profundizan un tema particular y, por lo tanto, suelen brindarnos una visión exhaustiva del fenómeno bajo estudio. La limitación que suelen tener es la desactualización de alguna información, ya que el tiempo de elaboración de un libro suele ser extenso. En el caso de las reediciones este problema se acentúa, pese a que muchas veces se agregan nuevos capítulos o se corrigen otros. Generalmente los libros son fuentes individuales. ➫ Artículos científicos: es el formato de comunicación de resultados más utilizado y de mayor uso en el intercambio científico. Permiten acceder a los debates actuales en el campo de conocimiento. Poseen un riguroso control de validez y relevancia antes de su publicación, por lo que la información que ofrecen es segura. En tanto comunican resultados, sus hallazgos generalmente son consistentes y deben ser tomados en consideración. Dado el límite de su extensión, generalmente un artículo informa resultados particulares de un proceso más amplio de investigación. Ello posibilita encontrar otros artículos de los mismos autores, con lo que se amplía rápidamente la cantidad de referencias a revisar. Una de las dificultades para los investigadores novatos puede ser el acceso a las copias del artículo y otra, el predominio del uso del idioma inglés en las publicaciones de mayor relevancia. La periodicidad de la revista y la valoración de la calidad son dos aspectos a tener en cuenta en la evaluación de la confianza que se puede tener en los resultados informados. ➫ Actas de congresos: son una fuente de mucho interés ya que permiten acceder a debates e investigaciones en curso. Este tipo de fuentes revela el aspecto más dinámico de la producción de conocimientos. Sin embargo, hay que ser más cuidadoso en su utilización ya que los mecanismos y criterios de control científico de los congresos es más flexible que el de las revistas especializadas. Los metodólogos indican que muchas veces en las ponencias o exposiciones se presentan datos brutos, o se describen situaciones experimentales sin que se hayan completado los estudios; o se exponen resultados provisorios o preliminares que aun deben ser pulidos. La principal debilidad de las exposiciones en los Congresos es el carácter controversial o polémico que tiene la exposición de los resultados. Ello hace que los investigadores prioricen este aspecto, ya que los fines de los encuentros científicos es el intercambio de ideas. ➫ Tesis: son una fuente importante ya que exponen los resultados de una investigación original. Deben superar varios procesos de evaluación, por lo que sus resultados son confiables. La principal dificultad es el acceso a los textos, ya que para preservar el derecho de autor quedan en las bibliotecas, en las que sólo pueden consultarse en sala. Si el autor no publica los resultados o los comunica en un evento científico, el conocimiento elaborado en la tesis queda subutilizado por el resto de la comunidad científica. En la actualidad existen algunas bases de datos que compilan los resúmenes de las tesis y disertaciones doctorales, generalmente en páginas web de universidades o de organizaciones de gestión académica. ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA Y SELECCIÓN La clave de esta tarea consiste en ampliar sucesivamente el campo de búsqueda. En primer lugar conviene detectar algunas publicaciones especializadas a las que uno pueda acceder. En la actualidad, la informática permite acceder a bibliotecas y bases de datos virtuales. También por medio de Internet se puede tener acceso a revistas digitales y a redes de investigadores que publican trabajos originales. ¿Cómo buscar utilizando estos recursos tecnológicos?. Todos los sistemas informatizados de almacenamiento y búsqueda de información operan a partir de lo que se denominan descriptores. Un descriptor es una palabra clave que se utiliza para clasificar la información y, por lo tanto, es un recurso importante cuando se plantea una búsqueda amplia. La búsqueda por palabra clave es también importante en la consulta en bibliotecas y centros de documentación. Generalmente, las disciplinas poseen una especie de glosario que contiene los conceptos claves del área, con sus acepciones específicas. Se llaman tesauro o tesoro de términos. El conocimiento del tesauro acorta los intentos de ensayo en la búsqueda a través de descriptores. La mayor parte de los buscadores de Internet también operan con descriptores. Cuando no se identifican autores que hayan realizado trabajos específicos sobre el tema, se debe realizar la búsqueda por descriptores. También los sitios y páginas de Internet especializados ofrecen enlaces con otras fuentes de información, lo cual facilita la búsqueda. Una estrategia básica de búsqueda, aplicable a diferentes situaciones, es lo que llamamos “la técnica bola de nieve”. Consiste en tomar un punto de partida y a partir de la información que se obtiene, ir ampliando progresivamente el campo de recolección y la variedad de materiales. Estratégias para la Revisión de Antecedentes | 89 Cuando utilizamos esta técnica para la búsqueda de artículos originales, conviene prestar atención a la sección de bibliografía. Allí pueden detectarse autores que han investigado sobre el mismo tema u otros estudios realizados por los mismos investigadores. También pueden detectarse otras referencias que conviene anotar para luego buscarlas. A poco de comenzar la revisión se dará cuenta que hay unos pocos autores que aparecen citados en la mayoría de los trabajos. Esos autores pueden considerarse como auténticos expertos en el tema específico. Cuando se tiene acceso a bibliotecas o a revistas digitales que poseen cierta periodicidad, se recomienda revisar sistemáticamente los últimos diez años. La estrategia de lectura de la información se basa en la lectura del resumen del trabajo. Para la primera revisión se sugiere trabajar principalmente con los resúmenes. Ellos poseen información relevante acerca del estudio realizado, la metodología utilizada y los resultados alcanzados. Si el resumen va en la línea del trabajo que se quiere realizar recién entonces se pasa a la lectura del texto completo. O se trata de localizar el artículo completo si no está disponible en el lugar de consulta. La mayor parte de los investigadores desea que sus trabajos se difundan, por lo que suelen enviar copias de los artículos si se los solicita. Por ello, hay que prestar atención a las referencias institucionales, a las direcciones para remitir correspondencia a los autores, o su dirección de correo electrónico, información que la mayor parte de las revistas o sitios incluyen en sus páginas. Respecto a las estrategias que deben seguirse para hacer más eficiente la revisión de antecedentes, conviene prestar más atención a los aspectos metodológicos y a los datos que se presentan en los artículos. Para que esta tarea ayude a delimitar el problema de investigación, es necesario leer con la actitud y predisposición de encontrar nuevas ideas e indicaciones; y con espíritu crítico. Frente al exceso de información es importante familiarizarse y acotar la lectura a algunas publicaciones que contengan investigaciones pertinentes al campo de interés.