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arquitectura griega historia de la arquitectura templos griegos arte clásico

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Este documento presenta un resumen de la arquitectura griega, desde el periodo arcaico hasta el helenístico. Se describen los diferentes tipos de estructuras y estilos, así como la influencia de otras culturas.

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La arquitectura griega La arquitectura griega fue eminentemente cívica, enfocada en edificios y espacios que fomentaban la vida ciudadana. Durante el período arcaico (siglos VII y VI a. C.), las ciudades griegas comenzaron como agrupaciones de cabañas alrededor de una ciudadela, pero con el desarro...

La arquitectura griega La arquitectura griega fue eminentemente cívica, enfocada en edificios y espacios que fomentaban la vida ciudadana. Durante el período arcaico (siglos VII y VI a. C.), las ciudades griegas comenzaron como agrupaciones de cabañas alrededor de una ciudadela, pero con el desarrollo de las polis y el surgimiento de la democracia, especialmente en Atenas, se transformaron en espacios urbanos organizados. Surgieron áreas públicas como el ágora, una plaza central que funcionaba como mercado y lugar de debate político. En torno al ágora, se construyeron los stoai (pórticos) donde los ciudadanos se reunían y exhibían obras de arte. También se levantaron edificios de carácter político como el buleuterion (sala de reunión del Consejo) y el pritaneo (para los representantes de la ciudad). En las colonias de la Magna Grecia, el diseño urbano adoptó un plano ortogonal, característico de la cultura griega y alineado con la idea de isonomía o igualdad ciudadana. Este tipo de diseño fue plasmado en las ciudades de Olinto y Mileto por el urbanista Hipódamo de Mileto. El templo griego fue el edificio central de la ciudad y se construía como morada de los dioses, no como espacio de reunión. Esto explica que, mientras el exterior era cuidadosamente elaborado, el interior tenía menos importancia. Los primeros templos eran de madera, pero hacia el siglo VII a. C., por influencia egipcia, se empezaron a construir de piedra. A partir del siglo V a. C., las proporciones de los templos fueron perfeccionadas hasta establecerse en una relación de equilibrio y armonía, evitando el colosalismo típico de otras culturas antiguas y enfocándose en una escala humana. En los templos griegos se desarrollaron tres órdenes arquitectónicos: el orden dórico, caracterizado por su sencillez y proporciones robustas; el orden jónico, de influencia oriental, con capiteles decorados con volutas; y el orden corintio, una variante del jónico con capiteles adornados con hojas de acanto. Los arquitectos griegos usaron principios matemáticos y ópticos en sus diseños, como el éntasis (ligero abombamiento de las columnas) para corregir ilusiones ópticas y dar una sensación de estabilidad. Durante el período arcaico, los templos dóricos se hicieron comunes, como el templo de Hera en Olimpia y los dedicados a Apolo en Corinto y Delfos. Estos templos tenían columnas gruesas y cortas, un aspecto macizo y recio, y sus elementos arquitectónicos aún estaban en desarrollo. En el templo de Hera en Olimpia, de finales del siglo VIII a. C., las columnas de madera fueron reemplazadas progresivamente por piedra, reflejando el avance de la arquitectura. En la Magna Grecia, se encuentran ejemplos arcaicos que muestran una transición hacia el estilo clásico, como el templo de Poseidón en Paestum y el templo de Hera, que destacan por su estructura severa y hexástila (con seis columnas en el frente). El siglo V a. C. marcó la época clásica de la arquitectura griega. En la Acrópolis de Atenas, se construyeron algunos de los templos más icónicos, como el Partenón, obra de los arquitectos Ictino y Calícrates bajo la supervisión de Fidias. Este templo, dedicado a Atenea, es un ejemplo de perfección en proporciones y uso de correcciones ópticas; tiene una planta rectangular de estilo dórico y representa la armonía entre estructura y decoración. Otro templo de este período es el de Atenea Niké, diseñado por Calícrates, que celebra la paz de Nicias tras la primera fase de la Guerra del Peloponeso. Este templo, de estilo jónico y con una única sala interior (cella), es tetrástilo y anfipróstilo, es decir, tiene cuatro columnas en cada lado corto y ninguna en los lados largos. El Erecteion, proyectado por Mnesicles, es una construcción de planta irregular que alberga altares y santuarios, como el de Atenea Políada y el de Poseidón. Es famoso por su pórtico sur, el pórtico de las Cariátides, en el que figuras femeninas talladas en piedra actúan como columnas. En el siglo IV a. C., tras las Guerras del Peloponeso, Atenas perdió su poder, lo que llevó a un desplazamiento de la actividad artística hacia otras regiones, como Asia Menor. En esta etapa se construyó en Atenas la Linterna de Lisícrates, un monumento de estilo corintio con un pedestal cúbico y un cilindro decorado con columnas adosadas. Este período también presenció un cambio en el significado de la arquitectura religiosa: los templos comenzaron a centrarse más en el interior y los efectos de luz y sombra, creando un ambiente más emotivo. Surge un nuevo tipo de construcción, el tholos o templo circular, como el de Marmaria cerca de Delfos, que probablemente estuvo dedicado a un héroe o antepasado divinizado. Un monumento destacado de esta época es el Mausoleo de Halicarnaso, mandado construir por Mausolo, un sátrapa persa, en 352 a. C. Esta tumba monumental de 40 metros de altura combina arquitectura jónica y escultura, con frisos que representan la amazonomaquia y la centauromaquia. Es un claro antecedente de las tumbas monumentales romanas. El período helenístico, que abarca desde el último tercio del siglo IV hasta el siglo I a. C., marca una etapa de expansión de la cultura griega gracias a las conquistas de Alejandro Magno. La arquitectura se vuelve monumental y detallada, reflejando la influencia de las culturas orientales conquistadas. La decoración exterior se recarga, se da preferencia al orden corintio sobre el dórico, y se emplean materiales nobles como mármoles policromos. Ejemplos destacados de esta época son el Altar de Zeus en Pérgamo, construido por Eumenes II entre 180 y 160 a. C., un monumento de forma en U con un friso de casi 200 metros de largo que representa la lucha entre dioses y gigantes. La estructura integra elementos escultóricos en sus cornisas y capiteles, creando una fuerte relación entre arquitectura y escultura. El Templo de Zeus Olímpico en Atenas, también conocido como el Olimpeion, es otro ejemplo de esta monumentalidad. Iniciado por Antíoco IV en 175 a. C. y completado en tiempos de Adriano en el siglo II d. C., emplea columnas corintias de escala gigantesca, subrayando la suntuosidad de la arquitectura helenística. La Torre de los Vientos de Atenas, una estructura octogonal construida en el siglo I a. C., muestra un interés por la ciencia y la función práctica, ya que servía como reloj de agua e indicaba la dirección de los vientos. En conclusión, la arquitectura griega evolucionó desde una construcción austera y cívica en el período arcaico hacia un clasicismo basado en proporciones y armonía durante el siglo V a. C., y finalmente, en el período helenístico, se convierte en un arte decorativo y monumental, influenciado por las culturas orientales y con un enfoque en el lujo y la ornamentación. Cada etapa de este desarrollo refleja los valores y cambios políticos y culturales de la sociedad griega.

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