Elasticidad Precio de la Demanda (Tema 3) PDF
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Este documento describe la elasticidad precio de la demanda, un concepto económico clave para entender cómo los cambios en los precios afectan a la cantidad demandada. Se exploran diferentes tipos de elasticidad y sus implicaciones en la economía.
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**TEMA 3. ELASTICIDAD E IMPUESTOS.** Los economistas miden la sensibilidad de los consumidores al precio gracias a un indicador, denominado **elasticidad precio de la demanda**. La elasticidad precio de la demanda es solo uno de una familia de conceptos relacionados, entre los que aparecen la elas...
**TEMA 3. ELASTICIDAD E IMPUESTOS.** Los economistas miden la sensibilidad de los consumidores al precio gracias a un indicador, denominado **elasticidad precio de la demanda**. La elasticidad precio de la demanda es solo uno de una familia de conceptos relacionados, entre los que aparecen la elasticidad renta de la demanda, la elasticidad precio cruzada de la demanda y la elasticidad precio de la oferta. **[1. DEFINICIÓN Y CÁLCULO DE LA ELASTICIDAD ]** **[Cálculo de la elasticidad precio de la demanda]** La **elasticidad precio de la demanda** es el cociente entre la variación porcentual de la cantidad demandada y La variación porcentual del precio a medida que nos movemos a lo largo de la curva de demanda. La razón de emplear variaciones porcentuales es obtener una medida que no dependa de las unidades en las que se mida el bien. Para calcular la elasticidad precio de la demanda, en primer lugar se calcula la variación porcentual de la cantidad demandada y la correspondiente variación porcentual del precio a lo largo de la curva de demanda. Estas variaciones se definen así: Escala de tiempo Descripción generada automáticamente con confianza media ![](media/image2.png) La **ley de la demanda** dice que [la curva de demanda tiene pendiente negativa (es decreciente]), por lo que el [precio y la cantidad demandada se mueven siempre en sentidos opuestos]. En otras palabras, un cambio porcentual positivo del precio (un aumento del precio) provoca un cambio porcentual negativo de la cantidad demandada; un cambio porcentual negativo del precio (una caída del precio) provoca un cambio porcentual positivo de la cantidad demandada. Esto significa que, en términos estrictamente matemáticos, la elasticidad precio de la demanda es una cifra negativa. Cuando se habla de la elasticidad precio de la demanda, normalmente se omite el signo menos y se usa el valor absoluto de la elasticidad. Cuanto mayor es la elasticidad precio de la demanda, más sensible es la cantidad demandada al precio. Cuando la elasticidad precio de la demanda es grande, es decir, cuando los consumidores cambian su cantidad demandada en un porcentaje alto comparado con el cambio porcentual del precio, decimos que la **demanda es muy elástica**. La cantidad demandada disminuirá relativamente poco cuando aumente el precio. Esto es lo que los economistas denominan **demanda inelástica**. Y una demanda inelástica es exactamente lo que permite que una empresa de ambulancias aumente sus ingresos aumentando el precio de los traslados en ambulancia. **[2. INTERPRETACIÓN DE LA ELASTICIDAD PRECIO DE LA DEMANDA]** **[¿Cómo de elástico es lo elástico?]** Consideremos la demanda de un bien cuando los individuos no prestan atención a su precio: la curva de demanda sería una línea recta vertical. Como la variación porcentual de la cantidad demandada es cero ante cualquier variación del precio, la elasticidad precio de la demanda en este caso es cero. Cuando la elasticidad precio de la demanda es cero, se dice que la **demanda es perfectamente inelástica o rígida**. En el extremo opuesto encontramos los casos en los que un aumento diminuto del precio provoca que la cantidad demandada caiga hasta cero, o que una disminución diminuta del precio provoque que la cantidad demandada pase a ser extremadamente grande. La curva de demanda será, por tanto, una línea horizontal. Cuando nos movemos hacia adelante o hacia atrás a lo largo de esa línea, la cantidad demandada varía, pero el precio no. Por explicarlo de forma sencilla, cuando se divide un número entre cero, el resultado es infinito, y se denota con el símbolo ∞. Por tanto, cuando la curva de demanda es horizontal la elasticidad precio de la demanda es infinita. Cuando la elasticidad precio de la demanda es infinita se dice que la demanda es **perfectamente elástica**. La elasticidad precio de la demanda de la inmensa mayoría de los bienes se encuentra en algún punto entre estos dos casos extremos. En Economía se emplea un criterio general para clasificar estos casos intermedios, fijando un umbral en el valor 1. Cuando la elasticidad precio de la demanda es mayor que 1, se dice que la demanda es elástica. Cuando la elasticidad precio de la demanda es menor que 1, se dice que la demanda es inelástica. El caso intermedio límite es la demanda de elasticidad unitaria, donde la elasticidad de la demanda es exactamente igual a 1. ¿Por qué es importante saber si la demanda tiene elasticidad unitaria, si es inelástica o si es elástica? Porque esta clasificación permite prever cómo afectarán las variaciones del precio de un bien a los ingresos totales obtenidos de las ventas de dicho bien. En muchas situaciones de la vida real, es fundamental saber de qué manera afectan las variaciones del precio a los ingresos totales. El **ingreso total** se define como el valor total de las ventas de un bien o servicio, igual al precio por unidad multiplicado por la cantidad vendida. **Ingreso total** = Precio x Cantidad vendida La representación gráfica del ingreso total nos resultará muy útil para entender por qué es esencial conocer la elasticidad precio de la demanda de un bien para saber si un aumento de su precio incrementará o reducirá el ingreso total. En general, el ingreso total a cualquier precio dado, es igual al área de un rectángulo cuya altura es el precio y cuya base es la cantidad demandada a ese precio. Salvo en los raros casos en los que el bien tiene una demanda perfectamente elástica o perfectamente inelástica, cuando aumenta el precio de un bien se producen dos efectos contrapuestos: - **Un efecto precio**: Tras el aumento del precio, cada unidad vendida se vende a un precio más alto, lo que tiende a aumentar el ingreso. - **Un efecto cantidad**: Tras el aumento del precio, se venden menos unidades, lo que tiende a disminuir el ingreso. El ingreso total puede variar en cualquiera de los dos sentidos: un aumento del precio puede incrementar el ingreso total, o puede disminuirlo. Si predomina el efecto precio, que es el que tiende a incrementar el ingreso, el ingreso total aumenta. Si el efecto predominante es el efecto cantidad, que es el que tiende a reducir el ingreso, el ingreso total disminuye. Y, si la magnitud de los dos efectos es la misma, el ingreso total no varía debido al incremento del precio. La elasticidad precio de la demanda nos dice cómo varía el ingreso total cuando varía el precio: su valor determina cuál de los dos efectos -el efecto precio o el efecto cantidad-, es más fuerte. En concreto: - **Si la demanda de un bien tiene elasticidad unitaria** (el valor de la elasticidad precio de la demanda es 1), el incremento del precio no cambia el ingreso total. En este caso, el efecto cantidad y el efecto precio se compensan exactamente el uno al otro. - **Si la demanda de un bien es inelástica** (el valor de la elasticidad precio de la demanda es menor que 1), el alza del precio incrementa el ingreso total. En este caso, el efecto precio es mayor que el efecto cantidad. - **Si la demanda de un bien es elástica** (el valor de la elasticidad precio de la demanda es mayor que 1), el aumento del precio disminuye el ingreso total. En este caso, el efecto cantidad es mayor que el efecto precio. La elasticidad precio de la demanda también predice el efecto de una disminución del precio sobre el ingreso total. Cuando el precio cae, aparecen los dos mismos efectos contrapuestos, pero actúan en sentido contrario comparados con el caso del aumento del precio. Por un lado, el efecto precio derivado de la caída del precio por unidad vendida tiende a disminuir los ingresos, pero este efecto se ve contrarrestado por el efecto cantidad, ya que aumentan las unidades vendidas, que tiende a incrementar el ingreso. Se podría resumir de la siguiente manera: - **Cuando la demanda tiene elasticidad unitaria**, los dos efectos se compensan exactamente el uno al otro, de modo que la disminución del precio no afecta al ingreso total. - **Cuando la demanda es inelástica**, el efecto precio domina al efecto cantidad, de modo que la disminución del precio provoca la disminución del ingreso total. - **Cuando la demanda es elástica**, el efecto cantidad domina al efecto precio, de modo que la disminución del precio provoca el aumento del ingreso total. **[Elasticidad precio a lo largo de la curva de demanda]** En la inmensa mayoría de las curvas de demanda, la elasticidad precio de demanda en un punto de la curva es diferente de la elasticidad precio en cualquier otro punto de la misma curva. Para la inmensa mayoría de los bienes, la elasticidad precio de la demanda varía a lo largo de la curva de demanda. Por ello, siempre que medimos la elasticidad precio de un bien, lo que en realidad estamos midiendo es la elasticidad en un punto o tramo concreto de la curva de demanda del bien. **[¿Qué factores determinan la elasticidad precio de la demanda?]** Por lo general hay cuatro factores principales que determinan la elasticidad: si el bien es de primera necesidad o de lujo, la existencia de buenos sustitutivos, la proporción de la renta de un consumidor gastada en el bien y el tiempo transcurrido desde la variación del precio. A continuación analizaremos brevemente cada uno de estos factores. **Si el bien es de primera necesidad o de lujo.** La elasticidad precio de la demanda de un bien tiende a ser baja si el bien es absolutamente necesario. La elasticidad precio de la demanda tiende a ser alta si se trata de un bien de lujo, es decir, un bien del que se puede prescindir fácilmente. **La disponibilidad de buenos sustitutivos.** La elasticidad precio de la demanda tiende a ser baja si no hay buenos sustitutivos o si son muy difíciles de obtener. Por el contrario, la elasticidad precio de la demanda de un bien tiende a ser mayor si se puede disponer fácilmente de otros bienes que el consumidor considera similares y que estaría dispuesto a consumir en lugar del bien en cuestión. **La proporción de la renta gastada en el bien.** Cuando un bien consume una parte importante de la renta del consumidor, el tiempo y el esfuerzo que este dedique a encontrar la manera de reducir su demanda de este bien cuando el precio sube, le valdrá la pena. Por el contrario, aquellos que no consumen tanta cantidad de ese bien gastarán una pequeña parte de su renta en ese bien y su elasticidad precio de la demanda será menor. **El tiempo transcurrido desde que varió el precio**. En general, la elasticidad precio de la demanda tiende a ser mayor cuanto mayor es el tiempo del que disponen los consumidores para adaptarse a una variación del precio. Esto significa que, a largo plazo, la elasticidad precio de la demanda es, por norma general, mayor que a corto plazo. **[3. OTRAS ELASTICIDADES DE LA DEMANDA]** La cantidad demandada de un bien no depende solo del precio de ese bien, sino también de otras variables. Concretamente, la curva de demanda de cada bien se desplaza cuando varían los precios de los bienes relacionados con ese bien y cuando varía la renta de los consumidores. Muchas veces es importante tener una medida de esos otros efectos, y las mejores medidas son, obviamente, las elasticidades. En concreto, la mejor medida de la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones de los precios de otros bienes es la llamada **elasticidad precio cruzada de la demanda**, y como mejor podemos medir la sensibilidad de la demanda ante las variaciones de la renta es utilizando la **elasticidad renta de la demanda**. **[Elasticidad precio cruzada de la demanda]** La demanda de un bien se ve afectada muchas veces por los precios de otros bienes, relacionados con el primero; es decir, bienes que son sus sustitutivos o complementarios. Vimos allí que una variación del precio de un bien relacionado desplaza la curva de demanda del primer bien, lo que representa una variación de la cantidad demandada a cada precio. La magnitud de este efecto «cruzado» sobre la demanda se puede medir mediante la **elasticidad precio cruzada de la demanda**, que se define como el cociente entre la variación porcentual de la cantidad demandada de un bien y la variación porcentual del precio del otro bien. Al igual que en el caso de la elasticidad precio de la demanda, la elasticidad precio cruzada se calcula mediante el método del punto medio. Texto Descripción generada automáticamente Cuando **dos bienes son sustitutivos**, como los perritos calientes y las hamburguesas, [la elasticidad precio cruzada de la demanda es positiva]: un incremento del precio de los perritos calientes aumenta la demanda de hamburguesas, es decir, provoca un desplazamiento a la derecha de la curva de demanda de hamburguesas. Si los bienes **son buenos sustitutivos**, la elasticidad precio cruzada de la demanda será [positiva y alta]; si los bienes **no son buenos sustitutivos**, la elasticidad precio cruzada será [positiva y pequeña]. Por tanto, cuando la elasticidad precio cruzada de la demanda es positiva, su tamaño indica el grado de sustitución que existe entre los dos bienes. Cuando **dos bienes son complementarios**, como los perritos calientes y los panecillos para hacerlos, la [elasticidad precio cruzada es negativa]: un aumento del precio de los perritos calientes disminuye la demanda de los panecillos, es decir, provoca un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de demanda de panecillos. Igual que con los bienes sustitutivos, el tamaño de la elasticidad precio cruzada de la demanda entre dos bienes complementarios indica el grado de complementariedad entre ambos bienes: [si la elasticidad precio cruzada solo es ligeramente inferior a cero, la relación de complementariedad entre ellos es débil; si es muy negativa, los bienes son muy buenos complementarios.] En el caso de la elasticidad precio cruzada de la demanda, el signo, sea positivo o negativo, tiene gran importancia: nos indica si los bienes son complementarios o si son sustitutivos. Por tanto, no podemos suprimir el signo menos como en el caso de la elasticidad precio de la demanda. La elasticidad es una medida sin unidades, es decir, que no depende de las unidades en que están medidos los bienes. La elasticidad se define como un cociente entre variaciones porcentuales, para garantizar que no surjan esas confusiones acerca de las unidades utilizadas. **[La elasticidad renta de la demanda]** La **elasticidad renta de la demanda** mide de qué manera se verá afectada la demanda de un bien por las variaciones de las rentas de los consumidores. Esta elasticidad permite determinar si un bien es un bien normal o un bien inferior, así como medir la intensidad con la que responde la demanda del bien a las variaciones de la renta. ![](media/image4.png) Así como la elasticidad precio cruzada de la demanda entre dos bienes puede ser positiva o negativa, dependiendo de que los bienes sean sustitutivos o complementarios, la elasticidad renta de la demanda de un bien también puede ser positiva o negativa. Los bienes pueden ser **bienes normales**, cuya demanda aumenta cuando aumenta la renta, o **bienes inferiores**, cuya demanda disminuye cuando aumenta la renta. Estas definiciones están directamente relacionadas con el signo de la elasticidad renta de la demanda: - Cuando la elasticidad renta de la demanda es **positiva**, el bien es un [bien normal]. En este caso la cantidad demandada a cada precio aumenta al aumentar la renta y la cantidad demandada a cada precio disminuye al disminuir la renta. - Cuando la elasticidad renta de la demanda es **negativa**, el bien es un [bien inferior]. En este caso la cantidad demandada a cada precio disminuye al aumentar la renta y la cantidad demandada a cada precio aumenta al disminuir la renta. Los economistas utilizan a menudo estimaciones de la elasticidad renta de la demanda de un bien para pronosticar cuáles serán los sectores que crecerán más rápidamente como consecuencia del aumento de la renta de los consumidores a lo largo del tiempo. Para ello, en ocasiones resulta útil clasificar los bienes normales de forma más precisa, y distinguir entre aquellos que son elásticos respecto a la renta y los que son inelásticos respecto a la renta. La demanda de un bien **es elástica respecto a la renta** si la [elasticidad renta de la demanda de dicho bien es mayor que 1]. Cuando la renta aumenta, la demanda de los bienes elásticos respecto a la renta aumenta más deprisa que la renta. Los bienes de lujo, como las segundas viviendas y los viajes internacionales, tienden a ser elásticos respecto la renta. La demanda de un bien es **inelástica respecto a la renta** si su [elasticidad renta es positiva pero menor que 1]. Cuando la renta aumenta, la demanda de los bienes inelásticos respecto a la renta aumenta, pero más lentamente que la renta. Los bienes necesarios, como los alimentos y la ropa, tienden a ser inelásticos respecto a la renta. **[4. LA ELASTICIDAD PRECIO DE LA OFERTA]** Un elemento crucial en la capacidad de las empresas para cobrar precios altos es el hecho de que la oferta sea limitada: una baja sensibilidad de la cantidad ofrecida de desplazamientos en ambulancia a un aumento de su precio. Para medir la sensibilidad de los productores ante las variaciones de los precios, necesitamos una medida análoga a la elasticidad precio de la demanda, denominada **elasticidad precio de la oferta**. La **elasticidad precio de la oferta** es una medida de la sensibilidad de la cantidad ofrecida de un bien al precio de ese bien. Es el cociente entre la variación porcentual de la cantidad ofrecida y la variación porcentual del precio a medida que nos movemos a lo largo de la curva de oferta. La única diferencia es que ahora se trata de movimientos a lo largo de la curva de oferta en lugar de movimientos a lo largo de la curva de demanda. Si el precio de un producto aumenta la misma cantidad que la cantidad ofrecida de ese producto, la elasticidad precio de la oferta es 1, la oferta tiene elasticidad unitaria. Si la cantidad ofrecida es menor que el aumento del precio, la oferta es inelástica; si la cantidad ofrecida es mayor que el aumento del precio, la oferta es elástica. **La oferta es perfectamente inelástica o rígida** cuando su elasticidad precio es cero, de modo que las variaciones del precio del bien no tienen ningún efecto sobre la cantidad ofrecida. Una curva de oferta perfectamente inelástica es una línea vertical. **La oferta es perfectamente elástica** cuando incluso una variación diminuta del precio causa variaciones muy grandes de la cantidad ofrecida, de modo que la elasticidad precio de la oferta es infinita. Una curva de oferta perfectamente elástica es una línea horizontal. **[¿Qué factores determinan la elasticidad precio de la oferta?]** El principal determinante de la elasticidad precio de la oferta es la disponibilidad de los inputs. Al igual que en el caso de la elasticidad precio de la demanda, el tiempo también puede desempeñar un papel en la elasticidad precio de la oferta. **La disponibilidad de los inputs.** La elasticidad precio de la oferta tiende a ser grande cuando se puede disponer fácilmente de los inputs y cuando cuesta relativamente poco aumentar o disminuir la cantidad de ellos empleada en la producción. En cambio, tiende a ser pequeña cuando los inputs son difíciles de obtener y cuando aumentar o disminuir la cantidad de ellos empleada en la producción tiene un coste relativamente alto. **El tiempo.** La elasticidad precio de la oferta tiende a aumentar a medida que los productores tienen más tiempo para responder a las variaciones del precio. Esto significa que la elasticidad precio de la oferta suele ser mayor a largo plazo que a corto plazo. Sectores en los que la elasticidad precio de la oferta es alta: pueden expandirse rápidamente porque no necesitan ningún recurso especial o único. Por el contrario, la elasticidad precio de la oferta es generalmente bastante más baja que la perfectamente elástica en el caso de aquellos bienes para cuya producción se utilizan recursos naturales relativamente escasos. No obstante, si los productores disponen de tiempo suficiente, suelen ser capaces de modificar considerablemente su producción en respuesta a una variación del precio, incluso en los casos en los que la producción requiere emplear un recurso natural limitado. Por esta razón, los economistas suelen distinguir entre la elasticidad de oferta a corto plazo, referida generalmente a unas pocas semanas o meses, y la elasticidad de oferta a largo plazo, generalmente referida a varios años. En la mayoría de los sectores, la elasticidad de la oferta a largo plazo es mayor que la elasticidad de la oferta a corto plazo. **[5. UNA LISTA DE ELASTICIDADES]** ![Tabla Descripción generada automáticamente](media/image6.png) **[6. GANANCIAS Y COSTES DE LOS IMPUESTOS.]** **[Ganancias y costes de los impuestos]** Cuando un gobierno está barajando la posibilidad de crear un impuesto o estudiando el diseño de un sistema impositivo, tiene que comparar las ganancias del impuesto con sus costes. La ganancia de un impuesto son los ingresos que ese impuesto genera para que el gobierno pague esos servicios. Por desgracia, esa ganancia lleva consigo un coste, que generalmente es mayor que la cantidad pagada por los consumidores y los productores. Para entender la economía de los impuestos es útil analizar un tipo de impuesto muy sencillo llamado **impuesto sobre el consumo o impuesto indirecto**: un impuesto que grava cada unidad vendida de un bien o servicio. **[El ingreso generado por un impuesto indirecto unitario]** El ingreso recaudado con un impuesto indirecto unitario es igual al área del rectángulo cuya altura es la diferencia que el impuesto crea entre la curva de oferta y la curva de demanda, y cuya base es la cantidad intercambiada con el impuesto. **[Tipos impositivos y recaudación]** Un tipo impositivo es la cantidad de impuesto recaudada por cada unidad del bien que esté sujeto al gravamen. Unas veces el tipo impositivo se fija en términos de una suma de una unidad monetaria (dólares, euros) por unidad de un bien o servicio. En otros casos se define como un porcentaje del precio. Obviamente, hay una relación entre el tipo impositivo y la recaudación. Sin embargo, esa relación no es biunívoca. En general, duplicar el tipo impositivo de un impuesto unitario sobre el consumo de un bien o un servicio no duplica la cantidad recaudada, porque el aumento del tipo impositivo reduce la cantidad intercambiada del bien o servicio. Y la relación entre el nivel del impuesto y la cantidad recaudada puede incluso no ser positiva: en algunos casos, aumentar el tipo impositivo en realidad disminuye los ingresos que recauda el gobierno. Fijar un tipo impositivo tan alto que impida que se realicen un número significativo de transacciones probablemente provocará una disminución de la recaudación impositiva. Una forma de analizar el efecto en la recaudación de aumentar un impuesto indirecto unitario consiste en tener en cuenta que el incremento del impuesto afecta a la recaudación de dos maneras. Por un lado, el aumento del impuesto significa que el gobierno obtiene más ingresos por cada unidad vendida; lo que, si todo lo demás no variara, daría lugar a un aumento de la recaudación. Por otro lado, el incremento del impuesto reduce la cantidad vendida, lo que, si todo lo demás no variara, daría lugar a una disminución de la recaudación. El resultado final depende de las elasticidades precio de la oferta y de la demanda y del nivel inicial del impuesto. Si ambas elasticidades precio son bajas, el incremento del impuesto no reducirá demasiado la cantidad vendida del bien, por lo que la recaudación impositiva aumentará con seguridad. Por el contrario, si las elasticidades precio son altas, el resultado es incierto; si son suficientemente altas, el aumento del impuesto reducirá tanto la cantidad vendida, que la recaudación impositiva disminuirá. Por otra parte, si el tipo impositivo inicial es bajo, el gobierno no perderá demasiados ingresos como consecuencia del descenso de la cantidad vendida, por lo que el incremento del impuesto incrementará la recaudación impositiva sin ninguna duda. Si el tipo impositivo inicial es alto, el resultado vuelve a ser incierto. La recaudación probablemente se verá poco afectada por una subida del tipo impositivo cuando las elasticidades precio sean altas y se parta de un tipo impositivo inicial alto. La posibilidad de que un tipo impositivo mayor pueda reducir la recaudación impositiva y la posibilidad alternativa de que un recorte fiscal pueda aumentarla, es un principio básico de la fiscalidad que los responsables de la política económica tienen en cuenta a la hora de fijar los tipos impositivos. Es decir, a diferencia de lo que ocurre con los impuestos que pretenden desincentivar ciertas conductas -conocidos como «impuestos sobre el pecado»-, cuando se esté estudiando un impuesto cuyo objetivo sea aumentar la recaudación impositiva, un responsable de política económica bien informado no fijará un tipo impositivo tan alto que si se bajara provocara el aumento de la recaudación. **[Los costes de los impuestos]** Un impuesto, al igual que una cuota, impide que se realicen transacciones mutuamente beneficiosas. Un **impuesto indirecto** tiene unos costes que van más allá del dinero recaudado recogidos en forma de ineficiencia, debido a que el impuesto desincentiva transacciones mutuamente beneficiosas. Se denomina **pérdida irrecuperable** al valor de las transacciones mutuamente beneficiosas que no se llevan a cabo, es decir, al coste para la sociedad de este tipo de ineficiencia. Aunque todos los impuestos existentes en el mundo real conllevan alguna pérdida irrecuperable, un impuesto mal diseñado genera una pérdida irrecuperable mayor que uno bien diseñado. Para medir la pérdida irrecuperable provocada por un impuesto emplearemos los conceptos de excedente del consumidor y excedente del productor. El impuesto crea una brecha, igual al importe del impuesto, entre el precio percibido por los productores y el precio pagado por los consumidores, reduciendo la cantidad vendida. Además, la caída del precio percibido por los productores genera una disminución del excedente del productor. Por supuesto, aunque el impuesto perjudique a los consumidores y a los productores, el gobierno recauda ingresos. El ingreso recaudado por el gobierno es igual al tipo impositivo por unidad vendida multiplicado por la cantidad vendida. Así que el gobierno gana una parte de lo que los consumidores y los productores pierden por un impuesto indirecto. Pero hay una parte de las pérdidas de los consumidores y de los productores que no se compensa con una ganancia del gobierno. Representa la pérdida total de excedente experimentada por la sociedad a consecuencia del impuesto, es decir, la cantidad de excedente que habrían generado las transaccionesque el impuesto ha impedido realizar. Si por alguna razón el impuesto indirecto no redujera la cantidad comprada y vendida, la pérdida irrecuperable debida al impuesto sería igual a cero. Un impuesto causa ineficiencia porque desincentiva transacciones mutuamente beneficiosas entre compradores y vendedores. Por lo tanto, si un impuesto no desincentiva ninguna transacción, no da lugar a una pérdida irrecuperable. En este caso el impuesto se limita a trasvasar directamente al gobierno parte del excedente de los consumidores y de los productores. Usar un triángulo para medir pérdidas irrecuperables de eficiencia es una técnica habitual en muchas aplicaciones económicas. Por ejemplo, se utiliza un triángulo para medir la pérdida irrecuperable causada por otros impuestos distintos del impuesto indirecto unitario. También se usan para medir la pérdida irrecuperable producida por el monopolio, otro tipo de distorsión del mercado. Y también usamos triángulos de pérdidas irrecuperables para valorar los costes y los beneficios de políticas públicas diferentes de las tributarias, como, por ejemplo, si se deben fijar o no requisitos de seguridad más estrictos para un producto. Al analizar la ineficiencia total causada por un impuesto, tenemos que tener en cuenta, además los recursos realmente utilizados por el gobierno para recaudar los impuestos y por los consumidores para pagarlos, que se añaden a lo que es estrictamente la cuantía del impuesto. Estos recursos perdidos son los **costes administrativos** del impuesto. También forman parte de los costes administrativos de los contribuyentes los recursos que utilizan para evadir el impuesto, tanto por procedimientos legales como ilegales. Los costes operativos de la administración tributaria, el organismo del gobierno encargado de cobrar los impuestos, son en realidad bastante pequeños comparados con los costes administrativos pagados por los contribuyentes. Por lo tanto[, la ineficiencia total causada por un impuesto es la suma de su pérdida irrecuperable y de sus costes administrativos.] La regla general para la política económica es que, ceteris paribus, un sistema fiscal debería diseñarse de forma que minimice la ineficiencia total que causa a la sociedad. En la práctica, aunque también se tienen en cuenta otras consideraciones, este debe ser un principio básico de actuación. Los costes administrativos generalmente son bien conocidos, más o menos determinados por la tecnología de la que se dispone para el cobro de los impuestos, como, por ejemplo, presentar las declaraciones en papel o por medios electrónicos. Los **costes administrativos** de un impuesto son los recursos que el gobierno usa para recaudarlo y los que los contribuyentes usan para pagarlo, al margen de la cuota fiscal, así como para evadirlo. **[Las elasticidades y la pérdida irrecuperable de eficiencia causada por un impuesto]** Sabemos que un impuesto indirecto genera una pérdida irrecuperable porque impide que tengan lugar algunas transacciones mutuamente beneficiosas. Concretamente, el tamaño de la pérdida irrecuperable es la suma del excedente del consumidor y del excedente del productor perdidos a causa de la desaparición de esas transacciones. Así pues, cuanto mayor sea el número de transacciones que impide el impuesto, mayor será la pérdida irrecuperable. Un impuesto establecido sobre un bien cuya demanda u oferta, o ambas, son elásticas, provocará una reducción relativamente grande de la cantidad intercambiada y una pérdida irrecuperable relativamente grande. Además, cuanto mayor sea la elasticidad de la oferta o de la demanda, mayor será la pérdida irrecuperable provocada por el impuesto. El establecimiento de un impuesto indirecto cuando la demanda o la oferta, o ambas, son inelásticas, provocará una reducción relativamente pequeña de la cantidad intercambiada y una pérdida irrecuperable relativamente pequeña. Si se quiere minimizar la pérdida de eficiencia causada por los impuestos, hay que procurar gravar solo aquellos bienes cuya oferta, o demanda, o ambas, sean relativamente inelásticas. Aplicado a esos bienes, un impuesto tiene poco efecto sobre el comportamiento, porque el comportamiento es relativamente insensible a las variaciones del precio. En el caso extremo en que la demanda sea perfectamente inelástica (una curva de demanda vertical) la cantidad demandada no se ve afectada por el impuesto. Así pues, el impuesto no provoca ninguna pérdida irrecuperable. Si la oferta es perfectamente inelástica (una curva de oferta vertical), la cantidad ofrecida no varía al establecerse el impuesto y tampoco hay pérdida irrecuperable. De forma que, si al elegir a quién hay que gravar, el objetivo es minimizar la pérdida irrecuperable, los impuestos deben establecerse sobre los bienes y los servicios cuya respuesta sea lo más inelástica posible, es decir, aquellos bienes con respecto a los cuales el comportamiento de los consumidores o los productores cambie lo menos posible como respuesta al impuesto. Esta conclusión tiene otra interpretación: si se utiliza un impuesto con el propósito de desincentivar un comportamiento nocivo, como el consumo de alcohol de los menores, tendrá mayor éxito cuando ese comportamiento tenga una demanda o una oferta elástica.