Modelo Agroexportador en Argentina (1880-1930) PDF
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Este documento analiza el modelo agroexportador argentino entre 1880 y 1930. Se centra en los factores clave: capital extranjero, tierras, y mano de obra. Describe cómo la inmigración, la infraestructura ferroviaria y la explotación de tierras de la Pampa húmeda impulsaron el crecimiento económico, pero también crearon una dependencia de los países europeos.
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**[MODELO AGROEXPORTADOR 1880-1930]** A nivel mundial se estaba dando la revolución industrial, con la división de internacional de trabajo, estos se dividian en países industriales y países productores de materia prima. A partir de 1880, Argentina se incorporó plenamente a la división internacio...
**[MODELO AGROEXPORTADOR 1880-1930]** A nivel mundial se estaba dando la revolución industrial, con la división de internacional de trabajo, estos se dividian en países industriales y países productores de materia prima. A partir de 1880, Argentina se incorporó plenamente a la división internacional del trabajo, como país periférico productor de materias primas, abasteciendo las necesidades crecientes de los países centrales, en especial de Inglaterra. La designación de Buenos Aires como capital del país y la fundación de la ciudad de La Plata como capital de la provincia bonaerense en 1881 sentaron las condiciones institucionales para que, durante cincuenta años, la República Argentina experimentara un sostenido desarrollo. El producto bruto de la economía, la población, el capital de flujo existente tuvo un importante crecimiento, las causas que modificaron esta estructura económica argentina durante este periodo fueron: ------------- --------------------------------------------------------------------------------------------------- **01 ** El crecimiento en los mercados europeos de la demanda y el precio de los productos agropecuarios. ------------- --------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **02 ** La inmigración de mano de obra, cuyo origen principal fue España e Italia, y la inmigración de capitales, que provinieron fundamentalmente de Gran Bretaña. ------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **03 ** La incorporación de las tierras de la Pampa húmeda para su explotación, con una estructura de tenencia de la tierra que trajo aparejada una definida estructura social en el sector agropecuario ------------- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **04 ** La definitiva organización del país con la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la unificación de la moneda en 1880. ------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Argentina se desarrolla, económicamente, en este período, con estrecha dependencia de los países europeos, en especial de Inglaterra, y cumple el papel de país productor de materias primas. Bartolomé Mitre, domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda, fueron tres presidentes con roles cruciales en la construcción del modelo agroexportador en Argentina, estableciendo políticas de inmigración, educación y desarrollo de infraestructura que impulsaron la producción agrícola y la inserción del país en los mercados internacionales. Sus acciones sentaron las bases para el crecimiento económico que caracterizó a Argentina entre 1880 y 1930. El modelo agro exportador tiene sus bases en tres pilares fundamentales: Capital extranjero, Tierras y mano de obra. [Factor de producción: CAPITAL] Durante el período del modelo agroexportador en Argentina (1880-1930), la mayor inversión de capital se destinó a obras de infraestructura, especialmente ferrocarriles y puertos, lo que facilitó la explotación de las tierras pampeanas. El capital extranjero cumplio un papel significativo en el desarrollo economico, posibilito a Argentina integrarse a la división internacional del trabajo como productor de bienes agropecuarios. El desarrollo de la red ferroviaria, que se asemejaba a un abanico, se extendía desde Buenos Aires hacia el interior, fue determinante para eliminar el aislamiento de las tierras cultivables y reducir los costos de transporte, haciendo que los productos agropecuarios fueran comercializables en el mercado internacional. Esto generó un crecimiento significativo en la producción destinada a satisfacer la demanda europea, pero también afectó negativamente a la industria artesanal local, que no podía competir con los productos importados, ni en calidad ni en precio, estas economías regionales pudieron revertir esta situación con una expansión de las actividades primarias regionales. El ferrocarril consolidó la unión del mercado interno, creando una dependencia económica del litoral, especialmente de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, que experimentaron un rápido crecimiento demográfico. Las inversiones en infraestructura también incluyeron puentes y caminos, facilitando aún más la comercialización. A partir de 1887, comenzaron a llegar inversiones en frigoríficos, y en 1907, capitales norteamericanos hicieron su aparición en el sector de la carne. Durante la década de 1880, las inversiones crecieron rápidamente, con un 50% de ellas provenientes de Inglaterra. Sin embargo, la crisis de Baring en 1890 afectó el ritmo de préstamos e inversiones, una situación que no se recuperó hasta principios del siglo XX. La dependencia del capital británico terminó con el inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando Estados Unidos comenzó a emerger como el nuevo acreedor principal de Argentina. Las inversiones norteamericanas se orientaron hacia sectores productivos, cambiando la dinámica de dependencia económica del país. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ***El capital extranjero fue una fuente vital de financiamiento para el crecimiento económico en Argentina, contribuyendo a un proceso de acumulación que, aunque impulsó la economía, también generó un saldo negativo en la cuenta corriente debido a un alto nivel de importaciones de bienes de capital.*** [* *Factor de producción: TIERRA] A fines del siglo XIX, Argentina experimentó un notable aumento en la explotación de tierras, especialmente en la zona pampeana, que se destinó mayormente a la ganadería. Las campañas al desierto entre 1876 y 1890 facilitaron esta expansión. La llegada del ferrocarril también permitió el cultivo agrícola en nuevas áreas, mejorando el acceso a los mercados y aumentando el valor de la tierra por hectárea. La infraestructura ferroviaria redujo los costos de transporte, acercando las tierras a los mercados europeos gracias a avances tecnológicos en el transporte marítimo y terrestre. Esta expansión requería más inversión de la que Argentina podía generar, por lo que dependía del capital extranjero, especialmente británico y estadounidense. Al extenderse las fronteras se trasladaron los bovinos a los territorios nuevos a donde aun no llegaba el ferocaril, lo cual posibilito el stock vacuno. Generando rentabilidad en áreas que anteriormente no eran explotadas. La agricultura comenzó a expandirse, con cultivos de trigo y maíz predominando en Santa Fe y Buenos Aires. Sin embargo, en la década de 1890, la agricultura creció significativamente, con un aumento notable en las exportaciones de trigo, que subieron de 328,000 toneladas en 1890 a 1,930,000 toneladas en 1900. El aumento en las exportaciones no solo se debió a la expansión de la superficie cultivada, sino también a un mejor uso de los factores productivos, a pesar de no implementarse nuevas tecnologías. El otro hecho característico de la década fue el incremento de las exportaciones de carne, especialmente de carne congelada, resultante del cambio tecnológico y de un uso más intensivo del capital y no de un aumento en la producción (faena) o de las existencias. Las existencias vacunas solo aumentaron ligeramente, pero se dio un cambio sustancial en la calidad y, en los valores de las existencias ganaderas. Al mantenerse estables los precios de los bovinos de exportación, se produjo un cambio en el que se necesitó una inversión en bienes de capital: pasturas permanentes, que permitieron obtener una rentabilidad más alta de los activos ya existentes. [Factor de producción: TRABAJO] La escasez de mano de obra en la región pampeana fue solucionada por la inmigración proveniente de Italia y España. No solo se produjo un aumento de la población debido a la inmigración, sino un incremento en su tasa de crecimiento y en su distribución regional con un desplazamiento desde el centro y noroeste hacia el Litoral. Inglaterra experimentó un crecimiento económico sostenido, hasta alcanzar la máxima rentabilidad en todos los sectores a mediados del siglo XIX. La saturación de la tasa de rentabilidad del capital motivó a los inversionistas a que buscaran un rendimiento más elevado de sus capitales en los países periféricos. En el caso particular de Argentina, la inmigración de capital proveniente de Gran Bretaña tuvo como destino las inversiones en ferrocarriles y el financiamiento de puertos y las provenientes de Estados Unidos se destinaron a plantas de bienes de consumo. Este auge económico inducía a personas de baja posición económica de Europa a emigrar a nuestro país en busca de mejores condiciones de vida. Es decir, el flujo de capitales, durante el período considerado, siempre fue acompañado por una inmigración sostenida de mano de obra. Las diferencias de salario no fueran tan importantes entre ciudades de Europa y la zona rural argentina, el bajo costo de los alimentos se hacía atractivo por un mayor salario real (expresado en alimentos), comparativamente con la zona de origen de los inmigrantes. Sin embargo, la economía argentina era vulnerable a las fluctuaciones en los precios de los productos de exportación. Una caída en los precios podía llevar a una disminución en la rentabilidad de las industrias, lo que a su vez afectaba el flujo de capitales y provocaba que muchos inmigrantes regresaran a sus países de origen. Además, las crisis económicas en los países centrales tenían repercusiones en Argentina, reduciendo la demanda de productos agropecuarios y afectando el ingreso nacional. Estos mecanismos evidencian la dependencia de la economía argentina de factores externos, mostrando cómo las crisis internacionales podían impactar significativamente en la actividad económica interna y en la calidad de vida de la población. En este contexto, Argentina se consolidó como un país exportador de materias primas y deudor internacional, las crisis repercutían significativamente en el nivel de ingreso, al no tener mecanismos de control de las principales variables macroeconómicas. **[Estabilidad Institucional y Unificación Monetaria]** Antes de 1880, Argentina enfrentaba un sistema monetario desordenado, con la circulación de monedas extranjeras y provinciales, lo que dificultaba las transacciones comerciales. La prohibición de monedas extranjeras en 1881 y la sanción de un sistema monetario nacional en 1883 permitieron una unificación efectiva del mercado interno. La Constitución de 1853 y el acuerdo de San Nicolás de 1862 establecieron un pacto fiscal que dividió las atribuciones entre la nación y las provincias, lo que dio paso a una mayor estabilidad política y económica. La Caja de Conversión fue una de las instituciones más importantes en el marco del modelo agroexportador argentino, jugando un papel clave en la estabilización económica y en la atracción de capitales internacionales. Creada en 1890 como respuesta a la crisis económica de ese año, su implementación sentó las bases para un sistema monetario más sólido y confiable. La principal función de la Caja de Conversión era establecer un patrón monetario basado en el oro, lo que significaba que el peso argentino sería convertible a un tipo fijo en oro. Esto tuvo varias implicaciones: \* La Caja prohibió al gobierno financiarse a través de la emisión monetaria, lo que ayudó a controlar la inflación y garantizar una moneda más estable. La rigidez del patrón oro forzó a la administración pública a mantener un equilibrio fiscal. \* Al establecer un sistema de convertibilidad, la Caja generó confianza en los inversores tanto nacionales como internacionales. Esta confianza fue crucial para atraer capitales extranjeros, necesarios para financiar el crecimiento de la economía agroexportadora. \* La Caja administraba la cantidad de dinero en circulación, limitando su expansión en momentos de déficit fiscal. Esto significaba que la oferta monetaria respondía directamente a las reservas en oro, ajustándose automáticamente a las condiciones económicas. \* La creación de la Caja de Conversión tuvo un impacto significativo en la economía argentina, especialmente en el contexto del modelo agroexportador: \* La estabilidad monetaria facilitó un entorno propicio para el comercio exterior. Los exportadores, al contar con un sistema monetario fiable, podían operar con mayor certeza en los mercados internacionales. Esto fue esencial para el crecimiento de las exportaciones de productos agrícolas, como carne y cereales. \* La llegada de capitales británicos y norteamericanos, especialmente en el sector frigorífico, se vio favorecida por la seguridad que ofrecía el sistema de convertibilidad. Estos capitales fueron fundamentales para modernizar la infraestructura y aumentar la capacidad productiva del país. Aunque la Caja estaba centrada en la agricultura y la exportación de productos primarios, la estabilidad que ofreció permitió que algunos sectores industriales, como el de procesamiento de alimentos, se desarrollaran y crecieran, diversificando así la economía. A pesar de sus beneficios, el sistema de la Caja de Conversión también limitaciones: \* La rígida adherencia al patrón oro limitó la capacidad del gobierno para reaccionar ante crisis económicas. Cuando Argentina enfrentó dificultades en la balanza de pagos, la falta de flexibilidad en la política monetaria exacerbó las crisis, llevando a devaluaciones y ajustes severos. \* Demanda externa, era vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional. La contracción en la demanda de productos agropecuarios en Europa podía tener efectos devastadores en la economía local, que no siempre podía adaptarse rápidamente. \* El enfoque en las exportaciones y la agricultura favoreció a ciertas regiones, como la Pampa húmeda, mientras que otras áreas del país quedaron rezagadas, generando desigualdades en el desarrollo regional. \* La Caja de Conversión fue un pilar fundamental del modelo agroexportador argentino entre 1880 y 1930, proporcionando estabilidad monetaria y atrayendo capitales para el crecimiento económico. Aunque sus características rígidas presentaron desafíos, su implementación fue crucial para el auge de la economía basada en la producción y exportación de productos agropecuarios, configurando el panorama económico de Argentina durante esas décadas. La demanda externa fue el motor del crecimiento económico argentino durante este período. A fines del siglo XIX, la producción agropecuaria se expandió, especialmente en trigo, maíz y carne. Las mejoras en el transporte permitieron a Argentina acceder a mercados internacionales, destacando el comercio de carne congelada y enfriada. Entre 1900 y 1910, el incremento de precios en Europa benefició significativamente las exportaciones argentinas, aunque el país seguía siendo vulnerable a las fluctuaciones económicas externas. El auge de la agricultura, que comenzó a ser prioritario tras la crisis ganadera de 1920, llevó a un cambio en el uso de la tierra, desplazando la ganadería en favor de cultivos destinados a la exportación. Este crecimiento económico sostenido estuvo basado en la incorporación de factores de producción: tierra, capital y trabajo. El sector industrial argentino también evolucionó durante este período, aunque se mantuvo una estructura dual. Por un lado, coexistían pequeñas industrias destinadas al consumo interno y, por otro, grandes establecimientos de exportación, como frigoríficos y molinos harineros. La llegada de capitales extranjeros fue fundamental para el desarrollo de la industria frigorífica, que se consolidó como un pilar de las exportaciones. La industrialización de la caña de azúcar y la producción de harina fueron ejemplos de cómo el ferrocarril facilitó el crecimiento de sectores específicos, integrando regiones productivas y mercados distantes. A pesar del crecimiento, el sistema monetario argentino enfrentó serias dificultades, especialmente durante la crisis de 1890, que resultó en una contracción económica y una falta de confianza en el sistema financiero. La creación de la Caja de Conversión y el Banco de la Nación fueron medidas clave para restaurar la estabilidad, permitiendo una mejor gestión del crédito y el control del gasto público. La crisis de 1890 fue un momento crítico en la historia económica de Argentina, que impactó profundamente en el modelo agroexportador que había estado en pleno desarrollo desde 1880. La crisis se desató como consecuencia de una serie de factores económicos internos y externos. La caída de los precios de los productos de exportación, junto con la crisis financiera de Baring en Inglaterra, generaron un pánico que llevó a la fuga de capitales y a un colapso de la confianza en la economía argentina. La situación se agravó por la inconvertibilidad del peso papel, lo que resultó en una depreciación de la moneda y un aumento de la inflación. El efecto inmediato de esta crisis fue devastador, la rentabilidad de los sectores agroexportadores se redujo drásticamente, lo que provocó una disminución en la producción y en la capacidad de los agricultores para invertir en sus explotaciones. Muchos productores se vieron obligados a despedir trabajadores, lo que generó un aumento del desempleo y una crisis social en el campo. La situación económica se volvió insostenible, y el descontento social creció en respuesta a las dificultades que enfrentaban tanto los agricultores como los trabajadores. El gobierno argentino se vio forzado a implementar medidas para restaurar la estabilidad económica. La creación de la Caja de Conversión en 1890 fue una de las respuestas más significativas a esta crisis. Este organismo buscó estabilizar el sistema monetario, fijando un patrón oro y limitando la emisión de moneda. Aunque estas medidas lograron recuperar cierta confianza en el sistema financiero, también generaron rigideces que dificultaron la capacidad del gobierno para responder a futuros desafíos económicos. **[Crisis de 1930 -- 1945]** La crisis de 1930 en Argentina fue un evento crucial que marcó un cambio importante en la estructura económica y política del país. Durante el gobierno de **Hipólito Yrigoyen**, que había asumido la presidencia en 1928, Argentina experimentó un auge en sus exportaciones agropecuarias, beneficiándose de una demanda creciente en los mercados internacionales, especialmente en Europa. La crisis comenzó a gestarse con el [**[crack de Wall Street]**](https://youtu.be/sxqzgjizzdo) en 1929, que tuvo repercusiones inmediatas en la economía argentina. La disminución de la demanda de productos argentinos, especialmente carne y cereales, se tradujo en una caída drástica de los precios internacionales. Esta situación, sumada a problemas internos como el aumento de la inflación y la creciente conflictividad laboral, comenzó a deteriorar la base de apoyo de Yrigoyen. La política económica del gobierno se caracterizó por intentos de mantener la convertibilidad del peso y políticas de financiamiento mediante deuda, lo que deterioró el poder adquisitivo de los trabajadores. Las huelgas y movilizaciones crecieron, reflejando el descontento social. En este contexto de inestabilidad, las tensiones políticas aumentaron y los sectores conservadores y militares comenzaron a cuestionar la capacidad del gobierno para enfrentar la crisis. -- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **Convertibilidad del peso**: Durante el gobierno de Yrigoyen se buscó mantener la estabilidad monetaria. Esto implicaba tratar de controlar la inflación y asegurar la igualdad de la moneda en un contexto de creciente inestabilidad económica global. Esta falta de flexibilidad dificultaba que el gobierno pudiera adaptar sus políticas en respuesta a las crisis económicas. -- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- -- --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **Financiamiento mediante deuda**: Para sostener el gasto público y financiar inversiones en infraestructura y desarrollo, el gobierno recurrió a la deuda externa. Esto implicó tomar préstamos de instituciones financieras internacionales y gobiernos extranjeros, especialmente británicos. Aunque esta deuda era necesaria para financiar proyectos de modernización, también significaba que el país se volvía más dependiente de financiamiento externo, lo que podía resultar problemático en tiempos de crisis. -- --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El 6 de septiembre de 1930, un [[golpe de Estado]](https://youtu.be/jDQxhGjFWgM) liderado por el general **José Félix Uriburu** derrocó a Yrigoyen. Este golpe no solo puso fin a su gobierno, sino que también marcó el inicio de un período de gobiernos de facto que cambiarían la dinámica política del país. Uriburu instauró un régimen autoritario, limitando las libertades políticas y buscando implementar políticas económicas que favorecieran a los sectores industriales, en un intento de diversificar la economía y reducir la dependencia del sector agroexportador. La crisis de 1930 en Argentina representó un punto de inflexión crucial en la economía del país, marcando el fin de la \"belle époque\" y revelando las fragilidades de un sistema que había prosperado en un contexto de comercio internacional abierto. Durante la \"belle époque\" (1880-1914), Argentina disfrutó de un auge en las exportaciones agrícolas, principalmente de carne y cereales. Este crecimiento fue impulsado por inversiones extranjeras y la expansión de la infraestructura. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial (1914-1918) alteró esta situación. La guerra dividió al mundo entre economías abiertas y aquellas que adoptaron políticas proteccionistas, afectando gravemente el comercio argentino. Las repercusiones económicas de la guerra fueron profundas. El financiamiento mediante deuda y la emisión monetaria deterioraron las remuneraciones reales, afectando el poder adquisitivo de trabajadores y ahorristas. Además, la creciente participación de los sectores populares en la política se hizo evidente, con movilizaciones que desafiaban a los gobiernos y a los intereses económicos establecidos. La transición hacia la crisis de 1930 fue repentina y drástica. Aumentaron los precios de los bienes de consumo, mientras que los salarios nominales no lograron mantenerse al mismo ritmo, lo que provocó un incremento en los conflictos laborales. Al finalizar la guerra, la demanda de alimentos y materias primas creció, pero la producción agrícola se vio afectada por fracasos en las cosechas de 1914 y 1916. Ante esta situación, el gobierno argentino implementó diversas medidas para disminuir el impacto de la crisis. Se suspendió la convertibilidad del peso y se introdujeron regulaciones en los mercados de cambios y bienes. Sin embargo, estas políticas generaron contradicciones: el aumento de tarifas aduaneras buscaba proteger a los productores locales, mientras que la apreciación del peso perjudicaba sus intereses. La crisis de 1930 tuvo un impacto profundo y negativo en la economía argentina. A partir de ese año, el poder de compra de las exportaciones comenzó a disminuir, llevando al país a priorizar la sustitución de importaciones, especialmente en el sector industrial. Entre 1930 y 1934, un 39% de las importaciones eran bienes de consumo, mientras que solo un 14% correspondía a bienes de capital, evidenciando un impulso hacia la industrialización. La situación se intensificó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, lo que provocó que Argentina perdiera sus mercados europeos. El gobierno, a través del Banco Nación, compró grandes cantidades de cosechas no vendidas, buscando soluciones a largo plazo para fomentar la industrialización interna. Sin embargo, la expansión de la oferta monetaria, agravada por la caída de ingresos y la incapacidad del Banco Central para controlar la situación, resultó en inflación y un desequilibrio económico. La crisis también tuvo un impacto significativo en el ámbito social y político. Aumentaron los conflictos laborales, impulsados por la creciente organización de los trabajadores y sus demandas de mejores condiciones laborales. Esto contribuyó al auge del populismo y a un cambio en el escenario político argentino, donde las voces de los sectores populares comenzaron a ser más escuchadas. El trato Roca-Runciman, firmado el 1 de Mayo de 1933, se produjo en el marco de las consecuencias de la crisis económica mundial, Gran Bretaña había amenazado con dejar de comprar carne a la Argentina y proveerse exclusivamente de la producción ganadera de sus dominios. Luego de extensas negociaciones se llegó a un acuerdo: Gran Bretaña mantendría la cuota de importaciones de carnes argentinas, a cambio de ello Argentina se comprometía a: - Permitir que el 85% de esa cuota fuera exportado por los frigoríficos ingleses, y solo el 15% restante, por compañía argentinas ( siempre que usaran buques ingleses para su traslado) - Destinar todo el dinero obtenido a la compra de productos británicos. - No reducir las tarifas de los ferrocarriles ingleses. - Mantener libre de derecho de aduana el carbón y otros productos británicos destinados a abastecer a los ferrocarriles y la industria textil. - Resguardar los intereses de los frigoríficos británicos limitados el avance de los norteamericanos. Ese trato garantizó a Argentina una cuota de exportación de carne al mercado británico, aunque a niveles inferiores a los de años anteriores. Este acuerdo reflejó la dependencia de la economía argentina de las fluctuaciones del comercio internacional y su vulnerabilidad ante cambios en la demanda externa. La crisis de 1930 fue un fenómeno complejo, resultado de interacciones entre factores económicos, sociales y políticos. Transformó la estructura económica de Argentina, impulsando la industrialización y configurando el escenario político del país en las décadas siguientes. Los efectos de la crisis internacional, conocida como la "Gran Depresión", fueron múltiples: durante el comienzo de la crisis, las importaciones crecían, mientras que las exportaciones disminuían. Esto arrojaba un saldo comercial negativo, que ya resultaba visible en 1930. La caída del comercio provocaba, además, el descenso de los recursos del Estado, pues este obtenía la mayor parte de sus ingresos de la recaudación de los impuestos aduaneros. El precio internacional de los alimentos y de las materias primas, principales productos exportables argentinos, se derrumbaban, por ejemplo hacia fines de 1931, el valor de los cereales y el lino había descendido a la mitad con respecto a los precios que tenia antes de la crisis. La quiebra de Bancos y empresas termino por elevar enormemente los niveles de desocupación y, con ello, de la pobreza y la miseria de gran parte de la población. Entre las acciones adoptadas por el gobierno para hacer frente a la crisis, dos fueron fundamentales: la intervención del Estado en la economía y el apoyo al desarrollo de una industria nacional dirigida a satisfacer las demandas del mercado interno. **[El intervencionismo estatal.]** Una de las políticas asumidas por el gobierno para intentar frenar la complicada situación económica estuvo vinculada a ampliar la intervención estatal en la economía regulando una esfera que, hasta ese momento, había quedado liberada a las fuerzas del mercado. Una acción tomada en una dirección fue la creación **del banco central de la República Argentina** en 1935. Esta medida tenía como objetivo controlar la emisión de monedas mantener la estabilidad monetaria y regular los créditos. Otra medida fue la implantación del **control de cambios. **El objetivo era aumentar la recaudación de divisas y fomentar la industrialización. Se estableció, entonces un tipo de mercado oficial y un tipo de Mercado Libre. ¿cómo funcionaba este sistema? Cuando los portadores ingresaban divisas al país, debían cambiarlas en el mercado oficial, que se las compraban a un precio inferior al que cotizaban en el mercado libre. Luego, el estado cambiaba esas divisas en el mercado libre y obtenía una diferencia favorable. En el caso de las importaciones en cambio en mercado oficial ofrecía divisas baratas a aquellos importadores que compraban en el exterior bienes que no se producían en Argentina o que se precisaban para actividad industrial. Una tercera herramienta de intervención estatal fue la creación de** Juntas reguladoras.** El propósito es de estas juntas era regular el mercado de bienes. A través de ellas, el estado compraba los productos a un precio muy bajo, asegurando una herramienta mínima a los a los productores y, luego, se encargaba de exportarlos. La más importante fue la junta reguladora de granos, aunque también existieron las de yerba, de carne y de leche, por ejemplo. **[La industrialización por sustitución de importaciones]** Desde fines del siglo XIX, la economía argentina se había desarrollado en torno a las exportaciones de productos agrícolas -- ganaderos. Al calor de estas actividades había surgido una industria ligada al procesamiento de bienes primarios tales como la frigorífica. Sin embargo, ya en la década de 1920 existían otras industrias que producían artículos destinados a cubrir las necesidades del mercado local. Entre ellas se encontraban empresa textiles, de cementos, petroleras, de productos farmacéuticos, químicas, metalúrgicas, de artefactos eléctricos y armados de autos. Esta producción estaba en manos de unos pocas empresas grandes - generalmente de capital norteamericano- y numerosas talleres pequeños. En estas ramas industriales se basó el proceso de industrialización por sustitución de importaciones (ISI), es decir, el desarrollo industrial tendiente a elaborar en la Argentina productos que antes se compraban en el exterior. La ISI se aceleró a partir de la crisis de 1929 por varias razones. En primer lugar, la caída del precio de las exportaciones afectó la capacidad de la Argentina de importar bienes industriales. En segundo lugar, el aumento de los impuestos aduaneros para la importación encareció el precio de estos productos para el consumo local. Finalmente, la Argentina contaba con algunas ventajas para profundizar la industrialización: una elevada demanda interna abundancia de la mano de obra y la disponibilidad de materia prima. El estado cumplió un rol fundamental en los el impulso industrialista. El control de cambios y las regulaciones y orientación de créditos incentivaron que los capitales, tanto nacionales como extranjeros, comenzaran a invertirse más decididamente en la industria. Pero también fue un gran estímulo la puesta en marcha de un plan de obras públicas estatal (como la extensión de las rutas) que además ayudaba a disminuir la tasa de desempleo. Este crecimiento industrial (que se ubicó sobre todo en la ciudad de Buenos Aires y su alrededores), no solucionó la escasa diversificación productiva, los profundos desequilibrios regionales, las maquinarias obsoletas para la fabricas ni la dependencia de las exportaciones en el fin de conseguir bienes de capital para la industria. A pesar de ello, durante toda la década de 1930 el proceso de ISI siguió en ascenso y se vio favorecido desde 1939 por el comienzo de la segunda Guerra mundial. El compromiso de los países europeos en la contienda Bélgica condujo a una caída abrupta de sus exportaciones industriales. Esto llevó una nueva protección para la industria local e impulsó el planteo de nuevos programas para su desarrollo. Uno de esos novedosos programas fue el** "plan de reactivación de la economía nacional" **de 1940 conocido como "**El plan Pinedo"** en alusión a uno de sus autores Federico Pinedo ministro de economía en ese momento. El plan tenía una clara tendencia industrial y proponía una estrategia de desarrollo a largo plazo qué, implica una alternativa al modelo agroexportador. Su intención era lograr la coexistencia de industrialización y la economía abierta fomentando el comercio en los Estados Unidos, país que se había convertido la potencia hemogénica mundial. Sus objetivos principales eran: -------- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **01** Instrumentar un amplio programa de préstamos para la industria destinado a la compra y al financiamiento de equipamiento industrial -------- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- -------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- **02** Diversificar los mercados externos mediante la incorporación en los intercambios de países latinoamericanos especialmente Brasil y los Estados Unidos -------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- -------- ---------------------------------------------------------- **03** Promover las exportaciones de artículos industrializados -------- ---------------------------------------------------------- -------- --------------------------- **04** Limitar las importaciones -------- --------------------------- -------- ------------------------------------------------------------------------------------- **05** Proporcionar la adquisición de saldos agrícolas exportables por parte del gobierno -------- ------------------------------------------------------------------------------------- Este plan reunía medidas que habían comenzado a tomarse a conveniencia de la década de 1930. Sin embargo, la falta de apoyo política condujo al fracaso de estas iniciativas. **[Entre Edificios y villa miseria]** El desarrollo industrial de este periodo no cambió la concentración productiva y demográfica típica de la etapa anterior a 1930. De hecho, la reforzó: la ciudad de Buenos Aires, el gran Buenos Aires y el litoral agruparon el 59% de los estancamientos industriales y el 71% de los obreros ocupados, además estas zonas utilizaban el 70% de la fuerza motriz generada en el país. Por otra parte, los efectos de la ISI fueron claramente visibles en esta región hacia 1933, cuando la creación de nuevos puestos de trabajo hizo que los elevados índices de desocupación comenzaron a bajar. El crecimiento industrial de los centros urbanos absorbió no solo la mano de obra desocupada de la ciudad sino también estimuló la llegada de numerosos trabajadores de las zonas rurales. Estos desplazamientos de personas desde el campo hacia las ciudades se denominaron "**migraciones internas**". Estas migraciones provocaron cambios importantes en la fisonomía demográfica, social, política y cultural. La población de su población de ciudades de Buenos Aires Córdoba y Rosario, por ejemplo, aumentó de manera asombrosa. Pero estas urbes carecían de la infraestructura necesaria para albergar a la población de que migraba escapando de la pobreza de sus lugares de orígenes. No existía ningún programa público que ayudara a esas familias a encontrar viviendas, por ejemplo. Esto obligó a esas personas a ubicarse en asentamientos precarios cercanos, al principio, a las principales terminales ferroviarias y a las fábricas. Nacieron así las **villas miserias**, barrios sin trazos urbanos compuesto de casillas armadas con materiales de bajo costo, tales como cartones, chapas o maderas, carentes de agua potable y de cualquier otro servicio que poseía las viviendas de los sectores medios en ese momento. Esta injusta situación se extendió a las periferias de las ciudades. De este modo, por ejemplo, también surgieron asentamientos precarios en la Matanza, Quilmes o Morón, en el gran Buenos Aires. Mientras estos asentamientos crecían, también aumentaba el desprecio y la discriminación de los sectores medios y alto contra esta población que compartía otras pautas culturales distintas a las urbanas. Por otra parte, en el ámbito de la cultural masiva, se profundizaron tendencias que venían de la década 1920. Mientras las tasas de alfabetización comenzaban a crecer gracias a la apertura de las escuelas primarias, fue fundada la radio, pero también comenzó a imponerse el cine sonoro. La aparición del sonido a partir de 1927 planteó, en pocos años, el problema del idioma. De esta forma surgió la posibilidad de desarrollar una filmografía local, que pronto lidiaría todo el mercado de la América de habla castellano y de España. **[El movimiento obrero]** Los efectos de la "gran depresión" impactan no solo en la vida de las familias trabajadoras sino también, en las organizaciones sindicales. La gran pérdida de fuentes de trabajo implicó la actividad sindical: es muy difícil que los sindicatos pudieron luchar para conseguir mejores condiciones laborales en un contexto donde la oferta de mano de obra era muy superior a la demanda y los salarios disminuían constantemente. Por otra parte, los empresarios aprovecharon esta situación para recortar las conquistas obreras de etapas anteriores y despedir a los activistas sindicales. A todos ellos se sumaba el clima progresivo sobre todo durante la dictadura de Uriburu. El estado de sitio impedía La realización de reuniones y actividades políticas, en tanto a la detenciones arbitrarias y torturas se le completaba con la reinstalación de la pena de muerte, que llegó a la ejecución de varios dirigentes sindicales además cientos de trabajadores fueron expulsados del país mediante la aplicación de la antigua ley de residencia. No obstante el programa corporativo de Uriburu facilitó la fundación de la **confederación general de trabajo** (CGT). Uriburu soñaba con un poder estructurado sobre la base de representación de corporaciones. Esto significaba que estaba dispuesto a aceptar un movimiento obrero centralizado que mantuviese las relaciones con el estado por eso la aparición de las CGT en septiembre de 1930 fue ampliamente tolerada. no obstante,aunque la CGT pretendía nuclear a todos los sindicatos solo contaba con el apoyo algunos sectores del movimiento obrero. Los comunistas un sector de un sector de los socialistas y los anarquistas opusieron a ella. Por un lado, porque la unificación no había sido consultada a todos los afiliados ni se habían discutido las líneas de acción de la futura central de trabajadores. Por otro lado porque los líderes de la fundación de la CGT consideraban que era preciso mantener políticamente neutrales y negociar con el estado. Para una parte de los socialistas y lo comunista, esto era inaceptable: no solo consideraba que las líneas de acción del movimiento obrero debían estar relacionadas con las decisiones políticas partidarias, sino que, además, les resultaba inadmisible dialogar con un gobierno autoritario. Ante esta falta de apoyo, la CGT fue, durante los primeros años una estructura poco representativa. Estos problemas desembarcaron en una división, ocurrida en 1935, que llevó a la existencia de dos CGT: una, con predominio sindicalista, que comenzó a decaer rápidamente, y otra, con predominio socialista. De todos modos, hacia 1935, la situación se había modificado. La recuperación económica iniciada en 1933 y el avance de la industrialización mejoraron la condición de lucha de los trabajadores. No solo había surgido nuevos sindicatos sino que además otros se expandieron incorporando a sus filas a los migrantes que llegaban de las ciudades buscando fuentes de trabajo. Tanto el partido comunista como el socialista obtuvieron el apoyo de los trabajadores y de hecho los comunistas lideraban importantes sindicatos, como la de carne y la de la construcción Así, y a medida que la situación económica mejoraba los trabajadores consiguieron el triunfo de una gran cantidad de conflictos. Una de las victorias más significativas fue la obtenida durante la gran huelga general del 7 y 8 de enero de 1936. Esta huelga involucró a más de 60,000 trabajadores en un conflicto que se había originado entre los obreros de la construcción y reclamo de mejoras salariales reducción de la jornada laboral y la eliminación del trabajo a destejo. **[El Peronismo 1945 -- 1955]** El peronismo, bajo el liderazgo de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955, se consolidó como un movimiento crucial en la historia argentina. Se caracterizó por su énfasis en la justicia social, el nacionalismo económico y su estrecha colaboración con los sindicatos. Su ascenso al poder se produjo en el contexto de la Revolución de 1943, un golpe militar que derrocó al gobierno de Ramón Castillo. Este cambio ocurrió en un ambiente de creciente descontento social y político, agravado por la incapacidad del gobierno para manejar la crisis económica de la década de 1930 y la creciente influencia de movimientos sociales emergentes. Perón, quien había sido Secretario de Trabajo y Previsión, supo capitalizar el apoyo de los trabajadores y los sindicatos, convirtiéndose en un líder de gran influencia. A medida que consolidaba su poder, Perón movilizó a las masas con un discurso centrado en la justicia social y los derechos laborales. Eva Perón, su esposa, jugó un papel fundamental en este proceso, convirtiéndose en un símbolo del movimiento a través de su carisma y su dedicación a la causa de los sectores más vulnerables. Durante su gobierno, Perón implementó políticas sociales significativas que transformaron el panorama laboral y social del país. La ampliación de los derechos laborales incluyó la regulación de jornadas de trabajo, la mejora de las condiciones laborales y la creación de sindicatos alineados con su gobierno. Un avance crucial fue la obtención del sufragio femenino en 1947, permitiendo a las mujeres votar por primera vez y promoviendo así su inclusión social y política. El establecimiento del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) fue un aspecto clave de su gestión económica. Este organismo se encargó de la compra y venta de productos agrícolas, generando márgenes significativos que respaldaron el aumento del gasto público. De este modo, Perón financió la expansión del Estado y mejoró las condiciones de vida de los trabajadores, al tiempo que sostenía el incremento de salarios. El contexto internacional también desempeñó un papel importante en la política peronista. Argentina fue excluida del Plan Marshall en 1948, lo que representó una oportunidad perdida para el sector rural. Sin embargo, se firmaron acuerdos con Gran Bretaña que aseguraron cuotas para las exportaciones de carne, permitiendo al país mantener una balanza comercial favorable. Durante la Guerra Fría, Perón adoptó una postura de neutralidad, evitando alineaciones con las superpotencias y buscando establecer relaciones con países de diversas orientaciones ideológicas, lo que promovió una política de tercera posición. El gobierno de Perón también impulsó la nacionalización de diversas industrias, como los ferrocarriles y los servicios públicos, ampliando la intervención del Estado en la economía. Estas nacionalizaciones, inicialmente vistas como medidas temporales, se convirtieron en parte permanente de la estructura económica del país. No obstante, Perón enfrentó una fuerte oposición política y mediática. La censura de la prensa y la represión de la oposición fueron tácticas comunes para silenciar críticas. Grupos opositores, como la Unión Cívica Radical y sectores del ejército, cuestionaron sus políticas y su creciente autoritarismo, lo que creó un clima de polarización en el país. Esta creciente represión llevó a un descontento notable en diversos sectores de la sociedad, incluida la clase media. A finales de la década de 1940, la economía argentina mostró signos de crecimiento, impulsada por un aumento en las exportaciones y un consumo interno robusto. Sin embargo, en la década de 1950 comenzaron a surgir tensiones inflacionarias. Las políticas económicas, como la emisión de moneda para financiar el gasto público y el control de precios, generaron desequilibrios que se manifestaron en una inflación creciente. Esta inflación superó el aumento de salarios, lo que exacerbó las tensiones sociales y reflejó el descontento creciente entre los sectores populares y la clase media. En 1955, este contexto de crisis culminó en un golpe de Estado que derrocó a Perón, marcando el fin de su gobierno y un cambio significativo en la trayectoria política argentina. Este derrocamiento fue impulsado por una combinación de factores, incluyendo la oposición política, el descontento social y la crisis económica en aumento. La represión, la polarización y la falta de diálogo político llevaron a una situación insostenible que resultó en la caída de Perón. El legado del peronismo es complejo; su enfoque en la justicia social y la industrialización ha dejado una huella duradera en la política argentina, generando debates sobre la distribución del ingreso y el papel del Estado en la economía que persisten hasta la actualidad. La década de 1946 a 1955 fue un periodo de grandes cambios, que buscó la inclusión social y el desarrollo económico, pero también sentó las bases para conflictos futuros en la política argentina. La caída de Perón marcó el fin de una era, pero su influencia en la estructura social y política del país sigue vigente en el debate contemporáneo sobre la justicia social y el rol del Estado en la economía. **[PRIMERA PRESIDENCIA DE PERON 1946-1952]** Desde que Perón asumió la presidencia de la nación el 4 de junio de 1946 comenzó a tomar medidas para consolidar su poder. Otras iniciativas que le permitió ampliar su base de apoyo que, hasta este momento, era fundamentalmente obrera. Las fuerzas armadas, en particular el ejército empezó a alinearse tras Perón, debido a su política industrialista y al incremento del presupuesto destinado al equipamiento y la modernizaciones militares. Algo similar sucedió con ciertos sectores empresariales que veían con buenos ojos el impulso brindado por el estado al desarrollo industrial. Estos sectores eran, fundamentalmente, aquellos que se dedicaban a la producción de bienes para el mercado interno. Perón fue muy hábil para dividir las empresarios industriales, pues invitaba a discutir de políticas económicas a los pequeños y medianos propietarios, excluyendo a los grandes quieran a los que comandaba la unión industrial Argentina (UIA), una de las corporaciones más influyente del país en mayo de 1946, Perón dio un gran paso: intervino la UIA e impulsó la organización gremial de los empresarios dedicado al mercado interno en una asociación aparte. Estos procesos concluyó en 1953, cuando la UIA fue finalmente disuelta por el gobierno y se formó la confederación general económica (CGE). Por último Perón, estrecho vínculos con la iglesia católica gracias a la constante participación oficial en celebraciones religiosa y la sanción de una ley en 1947 que implantaba la enseñanza religiosa medidas que valieron un respaldo aún mayor. **[La economía del primer gobierno Peronista]** El proceso de industrialización por sustitución de importaciones se desarrolló durante la década del 30 para hacer frente a la crisis internacional. Sin embargo, una vez pasada por los efectos de la crisis, y con ascenso del Peronismo, no hubo un retorno absoluto al modelo agroexportador. Por el contrario, la industria pasó a ocupar un lugar privilegiado en la economía Argentina debido, sobre todo, al impulso que le dio el estado. Esto no significaba que las exportaciones de productos agrícolas - ganaderas dejaron de tener importancia para el funcionamiento de la economía. El fuerte crecimiento industrial estuvo relacionado con los altos ingresos provenientes de las exportaciones rurales durante la segunda Guerra mundial y después de ello. Además, como la guerra había obligado a restringir las importaciones existía un gran acumulación de divisas disponibles para fomentar el **desarrollo de la industria.** El gobierno Peronista para orientar esas divisas hacia la industria, lo hizo a través del IAPI (instituto argentino para la promoción y el intercambio), un organismo puesto bajo el control del banco central de la República Argentina, nacionalizando en 1946. Por medio del IAPI el estado controlaba el comercio exterior fijando los precios de las exportaciones agrícolas y regulando las importaciones. El IAPI compraba toda la producción agropecuaria local para exportarla luego mayor precio. Esto le permitió obtener mayores ganancias que se volcaban a prestar préstamos para la industria. Así, se producía una transferencia de recursos del agro hacia la industria. Además del otorgamiento de créditos, el impulso de la industria estuvo relacionado con una política arancelaria que aumentaba los impuestos a las importaciones de productos industriales que competían con la producción Argentina, pero facilitaban las importaciones de maquinarias e insumos necesarios para la industria local. Las dos ramas más favorecidas para esta política fueron las industrias metalúrgicas y la metalurgia liviana, que comenzaron a producir artefacto para el hogar ( como cocinas de la era lavarropas ventiladores) para el mercado interno. Para implementar estas políticas, Perón propuso un proceso de industrialización que incorporara principios de planificación económica, es decir, la definición de objetivos económicos y las acciones necesarias para alcanzarlos. Con este fin, se diseñó el[[ **primer plan quinquenal**]](https://youtu.be/nMRF_QkD3Mc) (1946-1951). Este plan se presentó como la vía para lograr la "independencia económica" y sus objetivos incluían fomentar la industria, redistribuir la riqueza a favor de los trabajadores, nacionalizar los servicios públicos y las fuentes de energía, así como gestionar la deuda externa. La **redistribución de la riqueza **propuesta por el plan era, en realidad, otro instrumento que construía el crecimiento industrial, pues el aumento de los ingresos de los trabajadores le permitió aumentar el consumo de los productos manufacturados en el país. Con respecto a la [**[nacionalización]**](https://youtu.be/TEuUo7BRZuw) de las importaciones sectores de la economía, tales como le correspondiente a los servicios públicos y la fuente de energía, el estado adquirió los ferrocarriles, en mano de los británicos, y la unión telefónica, que dependía de la empresa norteamericana ITT. a ellos se sumó la creación de empresas estatales como gas del estado, agua energía eléctrica y aerolíneas argentinas. Asimismo, se fomentó la producción de petróleo a través del fomentamiento de YPF. Esta empresa, además de abaratar las tarifas y permitir la expansión del empleo, evidenciaron el nuevo recto el gobierno de perón le otorgaba el estado: el papel de **estado empresario**. Finalmente, durante este periodo, del estado nacional pudo cancelar la deuda externa y logró mantenerse al margen de los organismos internacionales del crédito creado durante la posguerra. **[Peronismo y política social]** El desarrollo de la política económica del Peronismo requería de la ampliación del consumo interno de productos industriales. Para ello, era necesario que los trabajadores ganaran salario lo suficientemente alto como para que esto no fueron utilizados por completo en la satisfacción de sus necesidades básicas. Esta no era, precisamente, una situación que se pudiera observar en la etapa de comienzo del peronismo. De hecho, gran parte de la población vivía en situación de pobreza. Por lo tanto, para modificar las condiciones de vida de estos sectores sociales y mantener su apoyo, el gobierno acompañó la política de intervencionismo en la economía como una política de **intervención social.** Esto dio lugar a la aparición del **estado de bienestar** en nuestro país. Las piedras angulares de la intervención estatal en el aumento del **gasto social** se referían a la decisión del Estado de destinar una parte de sus recursos a financiar servicios sociales esenciales para la población, como la **salud**, la **educación** y la **vivienda.** Además, el gobierno peronista promovió el pleno empleo, estableció salarios mínimos y fijó precios máximos para los artículos de primera necesidad. El impacto de todas estas iniciativas con las condiciones de vida de la población fue muy importante. Gracias al crecimiento de la escuela pública el acceso a la educación gratuita se extendió a tal punto que la tasa de alfabetización se redujo un 3% en la población. La política social también abarcó ámbitos relacionados con el descanso y la recreación generando nuestras posibilidades para el uso de **tiempo libre.** Otra intervención social importante fue la realizada en el **deporte** el estado fomentó la práctica de boxeo de básquet y automovilismo por ejemplo y el entorno organización de campeonato de fútbol el diseño de esta política social tuvo mucho que ver con la esposa del presidente María Duarte de Perón **[Perón y el movimiento obrero]** Perón implementó medidas destinadas a satisfacer diversas demandas de los trabajadores e impulsó iniciativas que reconocían sus derechos. Con su llegada a la presidencia de 1946, Perón profundizó esta política de beneficio para los trabajadores. Las medidas provocaron un crecimiento en **organización del movimiento obrero** y de la tasa de sindicalización, ya que los resultados exitosos que las organizaciones sindicales obtenían en su acercamiento con el estado, alentaban a los trabajadores incorporarse a ella. La capacidad organizativa se vio favorecida por el reconocimiento institucional de las comisiones internas, organismos que representaban a los trabajadores dentro de las fábricas. Perón intentó subordinar a las organizaciones sindicales, limitando la independencia de su accionar y ofreciendo la virtualización de sus estructuras y dirigentes. **[LA SEGUNDA PRESIDENCIA DE PERÓN 1952-1955]** Gracias una reforma constitucional de 1949, Perón se presentó para su reelección presidencial y en noviembre de 1951 -las primeras elecciones a nivel nacional en la que participaban las mujeres- la fórmula presidencial de Perón - Quijano se impuso por el 62% de los votos sobre la unión cívica radical conformada por Ricardo Balbín y Arturo Francis. La situación económica que imperaba en estas elecciones era muy distinta a las situaciones económicas que había existido en la primera elección de perón en 1946 desde 1949. Desde 1949, la fase expansiva del desarrollo industrial se había detenido por varios motivos. El primero de ellos estaba relacionado con la disminución de las reservas de divisas que se le habían acumulado durante la segunda Guerra mundial. Estas habían sido utilizadas para la compra de servicio público, así como para hacer frente al aumento del gasto social y de los créditos industriales. Esta baja de las reservas se sumaba la caída de los ingresos provenientes de las exportaciones agrícolas -ganaderas debido a la pérdida de los mercados europeos (por el plan Marshall Europa está obligado a comprarle solo Estados Unidos) y a la caída de la producción provocada por la sequía, en las malas cosechas y la desinversión. Pero, a pesar de esta situación, las importaciones de bienes de capital y los insumos para la industrialización se habían mantenido, y el déficit de divisas era cada vez mayor. Frente este panorama, el que se sumó una fuerte inflación, el segundo mandato de Perón comenzó con un cambio de rumbo y se plasmó el **segundo plan quinquenal** puesto en marcha a fin de 1952. A diferencia del anterior, este fue un plan de ajuste que intentó reducir el consumo popular para detener la inflación. Así, se estableció el congelamiento de los convenios colectivos de trabajo y de los salarios por años, y se condicionaron los aumentos salariales a los incrementos de la productividad de los trabajadores. También se impulso el recorte de los gastos del estado y la reorganización del recurso del IAPI hacia las actividades agropecuarias para alentar la producción de bienes primarios y aumentar las exportaciones. Otro de los objetivo del plan era favorecer la industrialización pensada para disminuir la importaciones de maquinarias e insumos industriales. Con este objetivo el gobierno pretendía recurrir a capitales internacionales promoviendo una ley de inversiones extranjera que contradecía el nuevo contexto institucional de 1949. El caso más resonante de este acercamiento al capital extranjero fue el contrato que perón firmó con la compañía *Standard Oíl* para la exploración y explotación de petróleo en diferentes regiones de la Argentina. Esta decisión le valió críticas de la oposición y de los propios peronistas en el parlamento, pues veía que estas acciones se contradecían con la doctrina peronista. Hacia 1954, la economía se había recuperado pero también había concluido la "tregua salarial". Los sindicatos reiniciaron la lucha para la redistribución de ingresos y por mantener los derechos conquistados A mediados de la década de 1940. uno de los focos de conflicto fue la negativa de los trabajadores aceptar las cláusulas del aumento de la productividad como condición para el aumento de los salarios. la sustitución de conflictividad y enfrentamientos, sin embargo, excedía al movimiento obrero y, de hecho, otros sectores comenzaron a oponerse de manera cada vez más contundente el estado peronista. **[Crónica de un golpe de estado]** La dificultad económica y las tensiones sociales por la que atravesaba el segundo gobierno Peronista se combinaron con una situación política cada vez más conflictiva en la que los enfrentamientos con la oposición cobran una dimensión cada vez más explosiva. los primeros focos opositores estuvieron en la iglesia católica las corporaciones patronales los partidos políticos y las fuerzas armadas. La crítica de los **partidos de la oposición,** en tanto, iban en aumento. La reforma constitucional que había permitido la reelección de Perón ya había generado importantes manifestaciones contrarias a la que se sumaban acusaciones de autoritarismo basada en el monopolio estatal de los medios de comunicación y la presión ejercida sobre los opositores. A este se sumaba las **corporaciones patronales,** fundamentalmente los terratenientes agrupado en la sociedad rural Argentina, perjudicados por el accionar del IAPI durante el primer plan quinquenal, y los industriales de la UIA, recelosos ante el avance de los derechos de los trabajadores. Por último, si bien las **fuerzas armadas** habían sido pilares del régimen, en sus filas comenzó a crecer el descontento debido a la permanente intervención de perón y la insistente exigencia de lealtad a la doctrina Peronista. El apoyo social y político a perón había quedado reducido a un sector de empresarios y al movimiento obrero. Las fuerzas armadas, entonces, apoyadas por una alianza entre diversos actores de la sociedad civil, decidieron sacar a perón del gobierno por la fuerza. El golpe de estado estaba en camino. El primer intento, fallido, ocurrió el 16 de junio de 1955. Ese día, diversa bases militares se levantaron en contra del gobierno militar que un sector de la marina y otro de las fuerzas aéreas bombardearon la plaza de mayo provocando una muerte de 300 personas e hirieron otros 6000 Tres meses más tarde, el 16 de septiembre, las fuerzas armadas, encabezadas por el almirante Isaac roja y los generales pero Aramburu y Edgardo Leonardi, comenzaron un intento, esta vez exitoso. Comenzaba, así, una dictadura a la que los propios militares denominaron "**revolución libertadora".** **[DESAROLLISMO 1955-1973]** Tras la era del peronismo, Argentina vivió un período de intensos cambios económicos y políticos. Uno de los más importantes fue el gobierno de [[Arturo Frondizi]](https://youtu.be/P2UME_ZPJqU) (1958-1962), quien implementó un modelo de desarrollo económico conocido como desarrollismo. Este enfoque se basaba en la crítica a la dependencia de las exportaciones de productos primarios, alineándose con las tesis del economista Raúl Prebisch, que planteaban la necesidad de transformar la estructura productiva hacia una economía industrializada. El desarrollo manufacturero se convirtió en un objetivo central, y la estrategia incluyó la expansión vertical de la industria, lo que implicaba aumentar la producción de insumos y bienes de capital. Frondizi priorizó la producción local de petróleo y gas para reducir la dependencia de importaciones y liberar divisas para inversiones en otros sectores. Sin embargo, la falta de equilibrio en la estructura industrial del país requería un impulso significativo para transitar de una economía agroexportadora a una industrial. **El ascenso de Frondizi** El gobierno surgió del golpe de estado de 1955 tenía un carácter provisional: su principal tarea era conducir al país a las elecciones nacionales. Previo al llamado a elecciones el gobierno debía efectivizar la derogación de la Constitución de 1949 y la reforma de 1853, según había acordado todos los sectores antiperonistas que habían participado del golpe de estado. Frondizi llega a la presidencia mediante un pacto por el cual el peronismo votaría la fórmula de los intransigentes a cambio de la promesa de normalización de la CGT y de la legalización del peronismo cuando Frondizi ocupara la presidencia. El principal objetivo del gobierno de frondizi era promover el desarrollo económico del país lo cual significaba impulsar con rapidez la industrialización. En realidad esta idea está vinculada con otra política de la época que se practicaba en varios países de América latina. La meta de los desarrollistas era construir un país industrial y moderno, de acuerdo con los ejemplos contemporáneos de Estados Unidos y de la Europa de posguerra. No solo criticaba en el modelo del exportador tradicional sino que , enfatizaban la insuficiencia del modelo de sustitución de importaciones instrumentado a partir de la década del 30. sostenían que la industrialización Argentina se había limitado a la industrialización liviana y para remediarlo proponían fomentar el sector energético la petroquimica y la siderúrgica. Pero impulsar la industrialización requería de grandes inversiones por lo que Frondizi modificó su línea y decidió auspiciar la apertura de la economía Argentina a las **inversiones extranjeras**. La justificación de este cambio de posiciones se basaba en una distinción que el presidente realizaba entre el "nacionalismo de fines" y el "nacionalismo de medios" de acuerdo con esta distinción no resultaba tan importante El origen del capital sino la finalidad en la que se destinaría. El gobierno de Frondizi firmó una serie de contrato de exportación de yacimiento de petrolíferos en la Patagonia, cuya cláusula y tramitación fueron discutidas por la oposición. El objetivo declarado de estos contratos era lograr en poco tiempo el autoabastecimiento de petróleo, meta que se alcanzó hacia 1962. Asimismo la sanción de una nueva y generosa ley de inversiones extranjeras facilitó la llegada del país de un valioso flujo de inversiones extranjera: se radicaron en el país varias filiales de empresas multinacionales del sector automotriz y gracias a esto la producción de estos rubros tuvo una notable expansión. También se fortaleció la industria química la metalúrgica la petroquímica y la de maquinares eléctricas y no eléctricas. El crecimiento industrial de los años desarrollista estuvo importante éxito, aunque también demostró notorias debilidades: las nuevas plantas, que producían para un mercado interno protegido frente a las importaciones, eran ineficientes en comparación con la equivalentes de los países desarrollados. A pesar de estas dificultades, la Argentinas experimentó un gran crecimiento en el sector industrial. En el sector primario, la creación del instituto nacional de la Tecnología Agropecuaria (INTA), durante el gobierno de la Revolución Libertadora, contribuyó un importante estímulo para la modernización del agro. El programa de Frondizi no se limitaba a la promoción de la industrialización y al auxilio de capital extranjero. El presidente aspiraba, además, a crear una nueva relación entre los trabajadores, los empresarios y el estado, que se sintetizaba en ** desarrollo e integración.** Sin embargo, el conjunto de proyectos integracionistas chocan con grandes dificultades. por un lado, las orientaciones de la política económica en el gobierno adoptó a partir de diciembre de 1958 -cuando puso en marcha un plan de estabilidad económica con la gestión de** Álvaro Alsogaray** como ministro de economía- estaban en conflicto con la con los asalariados y con sus representantes. Durante el año 1959, las medidas de estabilización adoptadas por el gobierno fueron resistidas por la mayoría de los sindicatos a través de importantes huelgas. El punto más alto de la conflictividad social se produjo cuando el gobierno presentó al parlamento un proyecto de privatización del frigorífico Lisandro de la Torre. Esta decisión fue respondida con la ocupación de la planta seguida por una huelga general de 48 horas. La represión gubernamental provocó un endurecimiento de los sindicatos, que declararon un paro por tiempo indeterminado. Las principales dirigentes sindicales fueron arrestadas y la huelga fue finalmente controlada con la intervención militar. El frigorífico retomó sus actividades en manos privadas y la mitad de los trabajadores fueron despedidos. A principio de 1962 la situación política de Frondizi era difícil. Los militares habían acentuado sus precisiones, el peronismo había fortalecido su representación sindical y política en la mayoría de las provincias y el resto de los partidos continúa rechazando al gobierno y alentando la conspiración militar. En las elecciones del 18 de marzo 1962 ante la presión militar el gobierno anuló las elecciones y Frondizi fue derrotado el 29 de marzo y confinado en la isla Martín Garcia. **Presidencia de Ilia** Derrocado Frondizi, los militares dispusieron la Asunción del Presidente del Senado, **José María Guido,** como presidente de la nación. Este periodo retomó el camino de **la Revolución libertadora**: además de mantener la anulación de las elecciones y la que había triunfado el peronismo. Durante este gobierno, redujeron los conflictos dentro de las fuerzas armadas, particularmente en el interior del ejército, donde existían dos sectores bien diferenciados. En este contexto, en las elecciones realiza en 1963 **Arturo Ilia**, de la UCRP, llega a la presidencia. Desde el comienzo de su mandato tuvo que enfrentar muchas dificultades desde esta posición de debilidad, Ilía procuró gobernar con un estilo moderado, evitando conflictos y mostrándose tolerante. Este estilo fue calificado por sus detractores como lento e inoperante. Ilía logró un crecimiento del mercado interno, una progresiva distribución de ingreso, un considerable aumento en las exportaciones, una reducción de la deuda externa y una mejora en el índice de los de los empleos. El problema era que muchas de las medidas llevas a cabo chocaban con los intereses de diferentes sectores económicos, por ejemplo, en nombre de la soberanía nacional, Ilía anuló los contratos petroleros firmados por Frondizi y esto provocó rechazo de los inversionistas extranjeros y de los frondizistas. Además, intervino en el terreno socioeconómico a través de la ley salario mínimo vital y móvil y estableciendo límites del aumento de precios, lo que generó la disconformidad de la Unión Industrial Argentina. A su vez un proyecto de ley que congelaba los precios de los medicamentos derivó en la posición de los laboratorios. De este modo militares, y empresarios, con la activa participación de dirigentes frondizistas, conspiraron en la organización de un golpe de estado contra Ilia. Una **agresiva campaña de prensa** procuró desacreditar el gobierno y al sistema democrático. El golpe anunciado llegó, finalmente, el 28 de junio de 1966. El presidente Ilía fue expulsado de la casa de gobierno los miembros de la suprema corte los gobernadores y los intendentes electo fueron destituidos, el congreso y las legislatura provincial fueron disueltos y la actividad de todos los partidos políticos fue prohibida y sus bienes fueron confiscados. La junta de comandantes que organizó y ejecutó el golpe mantuvo el poder durante 24 horas y luego se lo entregó al general Ongania. La denominada** Revolución Argentina** tomaba el poder. [**[Gobierno de Ongania.]**](https://youtu.be/N5vPi_cBjCs) Esta tenía como objetivo reorganizar la República. Dicha reorganización implicaba poner fin a los conflictos sociales políticos que venían sucediéndose desde el derrocamiento de Perón, la construcción de un estado fuerte al mando del ejército y la adecuación de la economía Argentina las pautas neoliberales de los países centrales. Según Ongania, esta profunda transformación debía realizarse en tres etapas sucesivas. La primera correspondía el **tiempo económico, ** durante el cual se esperaba lograr un desarrollo industrial basado en el aumento de la productividad y la eficiencia. La segunda era la del **tiempo social,** momento en el que tendría lugar una mayor redistribución social de la riqueza. la tercera era la del **tiempo político, **durante el cual se iniciarían la reapertura democrática. A fin de poner en práctica este plan, la dictadura desató una fuente de censura y represión. Tal nivel de presión sobre la sociedad se debe al tipo de proyecto económico y de denominación política de la dictadura buscaba implementar. Por un lado, la modernización de la economía argentina pretendida por los militares exigía acabar con las importante derecho laborales generalizado por el peronismo y que, pese a los golpes de estado, los trabajadores habían logrado mantener. Por otro lado, un nuevo sistema de denominación política requería anular los canales institucionales de expresión política que le permitieron los diversos sectores sociales manifestar sus ideas o desacuerdos. Uno de los objetivos de la dictadura fue modernizar la economía Argentina. Los militares consideraban que solo un mayor desarrollo permitiría la disminución de la pobreza y del descontento social, y se lograría evitar, así, la expansión del comunismo. Las bases sobre la que pretendían a asentar ese desarrollo eran tres: la **eficiencia productiva**, la **modernización industrial **y la **contención de la inflación**. Para cumplir con este objetivo, Onganía puso al frente del ministerio de economía a Nestor Salimei , un empresario del rumbo alimenticio. sus primeras medidas estuvieron orientadas a conseguir la eficiencia productiva a través de la racionalización forzada de las empresas consideradas deficitarias. El gobierno impulsó un nuevo reglamento laboral para los obreros portuarios que consistía en aumentar la jornada de trabajo y el ritmo de carga y descarga, y disminuir la cantidad de trabajadores de cada cuadrilla. Este reglamento, que implicaba una mayor explotación de los trabajadores y la pérdida de conquistas laborales, ocasionó una huelga que solo logró ser derrotada mediante la represión: la fuerza represiva ocuparon militarmente el puerto, encarcelaron a numerosos activistas e intervinieron el sindicato. La política de Salimei parecía no poder controlar la inflación e impulsar la modernización de la industria a comienzo de enero de 1967 Organía lo reemplazo. La modernización industrial propuesta por el nuevo ministro quedó plasmada en el **plan de estabilización y desarrollo**. Su propósito era volver competitiva la producción local de modo tal de poder aumentar las exportaciones industriales. Para ello, el plan complementaba varias estrategias interrelacionadas. La primera, era desarrollar el sector fabricante de bienes de consumo duraderos y bienes de capital modernos mediante la inversión de capitales extranjero. La segunda, era bajar los costos laborales. A tal l fin se impulsó el congelamiento de los salarios por 20 meses y se suspendieron las conversiones colectivas de trabajo por 2 años. Estas acciones fueron acompañadas por el aumento de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Eso permitía incrementar los ingresos del estado y, así, disponer de mayores recursos para la intervención pública en obra de infraestructura beneficiosa para las grandes industrias y en emprendimientos modernos. Por otro lado, al acompañamiento del incremento de las retenciones con una fuerte devaluación del peso y el congelamiento de salarios, logró controlarse la inflación. ** ** ** ** [**[El Cordobazo]**](https://youtu.be/aKbIXuwR8iY) Durante los primeros años del gobierno, la "revolución Argentina" parecía haber contenido al movimiento obrero organizado y a la oposición de los partidos políticos tradicionales con la promesa de que, logrados los objetivos del "tiempo económico", estos recuperarían su participación y protagonismo durante el "tiempo social" y el "tiempo político". No obstante, 1969 el panorama de la dictadura cambió rotundamente: el descontento de los trabajadores y otros sectores sociales abrió paso y concluyó en una ola de desobediencia social generalizada. El acontecimiento que marcó el inicio de este proceso tuvo lugar en mayo, en la ciudad de Córdoba, y pasó la historia como el córdobazo. El malestar había aumentado cuando el gobernador de Córdoba anunció la derogación del "sábado inglés", que otorgaba a los trabajadores el plazo de una jornada completa aunque lo jornada laboral real del día sábado era de 4 horas. Esta medida tomada también en otras provincias, se sumó a los descontentos zonales que regían desde el comienzo de 1969 por lo que se le permitió a los empresarios locales pagar salarios inferiores a los que la provincia de Buenos Aires. Para enfrentar esta situación, el gremio de transporte y la metalurgica cordobesa convocaron un paro de 48 horas para el día siguiente. En la provincia de Córdoba los sindicatos locales llamaron una huelga para el 29 de mayo. Los obreros acompañados por los estudiantes, empleados y vecinos - marcharon hacia el centro de la ciudad donde fueron atacados por la policía local. Este hecho transformó la movilización en una rebelión masiva en la que los obreros y los estudiantes armaron barricadas y tomaron la ciudad. La interrupción, que solo pudo ser dominada por la intervención del ejército, terminó el 31 de mayo. El Cordobazo marcó el comienzo del fin de la Revolución Argentina. **Gobierno de Levington y Lanusse.** La profundización del proceso de movilización popular iniciado con el cordobazo y el incremento de las actividades promovidas por las organizaciones político - armadas forzaron al régimen militar a un recambio de la figura presidencial, así Onganía fue obligado a renunciar el 8 de junio de 1970 y en su lugar fue designado en general **Roberto M. Levingston** Con **Aldo Ferrer** como ministro de economía, el nuevo gobierno modificó el rumbo de las políticas económicas y puso en prácticas medidas tendientes a proteger la industria nacional estimulando el consumo de los productos argentinos con el lema de "compre nacional". Además, dispuso el aumento de los salarios y el otorgamiento de créditos a las pequeñas y medianas industrias. A pesar de esta medida, la conflictividad social y política siguió un aumento, lo cual evidenciaba la debilidad de las fuerzas armadas para retomar el control. Un conflicto en Córdoba obligó a Levinton a renunciar, a su reemplazo el 21 de marzo asumió el comandante de jefe de ejército** Alejandro Agustín Lenusse**. Durante los meses siguientes, el poder esgrimido por la dictadura militar se tomó cada vez más insostenible, aunque la violencia regresiva continuó. Uno de los hechos más trascendentes de este sentido ocurrió el 22 de agosto de 1972 en la base aeronaval almirante Zar, en Trelew. La masacre de Trelew desprestigio aún más La dictadura. Lanusse, consciente de que ya no podía mantenerse en el gobierno mucho más tiempo decidió buscar una salida para lograr una reapertura democrática controlada. Se tomaron distintas medidas al igual que se implementaron leyes para evitar que Perón, que se encontraba exiliado en España, vuelva a presentarse a las elecciones. Pero para participar en las elecciones Perón impulsó la formación del frente justicialista de liberación nacional cuya fórmula estuvo integrada por Héctor Cámpora para presidente y Vicente Solano Lima para vicepresidente. Durante la campaña electoral, el lema "Campora al gobierno, Perón al poder" demostraba que el gobierno de Cámpora sería solo una breve transición que prepararía el retorno de Perón al escenario institucional de la Argentina. Campora asumió el 25 de mayo, rodeado de multitudinarias manifestaciones populares. Sin embargo desde el comienzo de su mandato comenzaron a vislumbrarse dos tendencias opuestas dentro del movimiento peronista. Estaban los **sectores radicalizados** y los **sectores ortodoxos,** las contradicciones entre ambos grupos, latentes desde hacía tiempo, se manifestaron con fuerza en este periodo. Entre tanto **José López Rega** famoso integrante de la derecha peronista era nombrado ministro de bienestar social mientras **José Gelbard **era destinado ministro de economía. El "plan Gelbard" presentado como una opción al capital monopólico internacional, otorgaba un aumento salarial para los trabajadores, pero, al mismo tiempo, congelaba los salarios hasta el próximo ajuste planificado para 1975. Por otro lado, el plan determinaba la nacionalización de los depósitos bancarios, el control del comercio exterior, una nueva ley de inversiones extranjera , un anteproyecto de la ley de reforma agraria - que nunca fue aprobado- y otras medidas que, aunque importantes, nunca contribuyeron un ataque frontal con el capital financiero o contra la propiedad latifundista. No obstante este clima, político de la época les confería un tono más amenazante el que en realidad poseía. La profunda división existente en el peronismo quedó en evidencia con el regreso de Perón a la Argentina el 20 de junio de 1973. De todos modos, ante el retorno de Perón, Cámpora y Solano Lima presentaron sus respectivas renuncias el 12 de junio de 1973. La votación, programada para septiembre, dejaba Perón como el candidato indestructible. Mientras la izquierda peronista levantada la figura de Cámpora como candidato a la vicepresidencia, a la derecha la proponía a María Estela Martínez de Perón (conocida como Isabelita) la denominación de la fórmula Perón- Perón indicaba que en la disputa entre la derecha y la izquierda peronista, Perón no inclinaría la balanza a favor de los sectores radicalizados a los que había alentado durante su exilio. [**[Tercer Gobierno de Perón]**](https://youtu.be/9LFOuwF3wzk) El 12 de octubre de 1973, Perón asume su tercera presidencia. El rumbo económico no sufrió grandes cambios y Gelbard continuó al frente del ministro de economía. Con respecto al movimiento obrero, Perón impulsó una serie de medidas que tenían un doble propósito: por un lado, pretendían evitar posibles conflictos laborales, y por otro lado, buscar restaurar el poder de la construcción sindical tradicional, cuestionada durante la Revolución Argentina. Así, en noviembre de 1973, se sanciona una modificación a la ley de asociaciones profesionales, según la cual se reforzaba el poder de la burocracia sindical en contra de la dirigencias combativas y se acentúa la centralización de la estructura gremial. A ello se sumó una reforma del código penal, por lo que entre otras cosas se reprimían con años de prisión la ocupación de establecimientos fabriles y el restablecimiento de un decreto de Ongania que disponía el arbitraje del ministerio de trabajo en conflicto laboral lo cual restringió el derecho de huelga. En abril de 1974 López Rega fue designado comisario general de la policía federal, este profundizó la represión implementando una política de persecución e implicó desde la censura a los medios de comunicación hasta la creación de la **Alianza Anticomunista Argentina** (la triple A) un organismo parapolicial encargado de amenazar, secuestrar ,torturar y asesinar a militares y guerrilleros, políticos e intelectuales de izquierda, sindicalistas y trabajadores de base, así como hace sacerdotes ligados al movimiento de sacerdotes del tercer mundo , una tendencia surgida en 1968 dentro de la iglesia católica que reclamaba una mayor participación política y social de esta institución. Con la muerte de Perón el 1 de junio de 1974, la política regresiva se profundizaría aún más. Apoyandose en los sectores sindicales burocráticos y en López Rega, la nueva presidenta, **María Estela Martínez,** fortaleció a la derecha peronista y la Triple A gano cada vez más poder, intensificándose la censura, la persecución a las organizaciones de izquierda y a los sindicatos contrarios a la burguesía y los asesinatos políticos En 1975 Isabel designó como ministro de economía a **Celestino Rodrigo** quien puso en funcionamiento lo que dio en llamar un tratamiento de shock para la economía Argentina el peso fue devaluado en más del 100%, los precios subieron hasta un 174% y los salarios fueron congelados esta medida conocida como el RODRIGAZOcontaba con el fuerte apoyo de los empresarios pero despertaron una rechazo entre los trabajadores el nivel de presión fue de tal envergadura que obligó a la CGT a declarar un faro el 7 de junio de 1975 las movilizaciones que durante un mes y medio obligaron a José López Rega y Celestino Rodrigo renunciar. Hackeada políticamente y frente a una profunda crisis social y económica Isabel decidió adelantar las elecciones presidenciales sin embargo esto no se llevó a cabo puesto que las Fuerzas Armadas con la excusa de restaurar el orden la derrocaron el 24 de marzo de 1976 instaurando la dictadura más cruenta de nuestra historia **[El Gobierno Militar 1976-1983]** La llegada del gobierno militar el 24 de marzo de 1976 marcó un momento decisivo en Argentina, resultado de una profunda crisis política y económica que se había intensificado durante la presidencia de María Isabel Martínez de Perón. Este periodo se caracterizó por la inestabilidad política, el creciente poder de los sindicatos a través de la Confederación General del Trabajo (CGT), enfrentamientos internos en el Partido Justicialista, la irrupción de la guerrilla y un acelerado proceso inflacionario que generó un clima de caos y descontento social. Ante esta situación, las Fuerzas Armadas intervinieron para restablecer el orden. El general Jorge Rafael Videla asumió la presidencia, manteniéndose en el cargo hasta diciembre de 1981. El modelo de sociedad que las Fuerzas Armadas pretendían instaurar no toleraba el cuestionamiento ni el disenso; cualquier voz opositora debía ser silenciada. Así, se implementó una de las medidas más drásticas del régimen: la desaparición forzada de personas, que resultó en miles de muertes y constituyó un terrorismo de estado sistemático, el rasgo más trágico de esta dictadura. En 1978, Argentina fue sede del campeonato mundial de fútbol, un evento que el gobierno militar utilizó para desviar la atención de la represión y mostrar una imagen positiva del país al mundo, bajo el lema de la \"fiesta de todos\". Sin embargo, la llegada de periodistas internacionales generó un efecto contrario, ya que muchos medios comenzaron a informar sobre las violaciones de derechos humanos y las denuncias de organizaciones emergentes que abogaban por las víctimas del régimen. El gobierno nombra a José Alfredo Martínez de Hoz como Ministro de Economía, quien lanzó un ambicioso programa de reformas económicas el 2 de abril de 1976. El objetivo principal de estas reformas era estabilizar la economía argentina, con metas de reducir la inflación, corregir el desequilibrio de la balanza de pagos y lograr una distribución más equitativa del ingreso. No obstante, estas metas se enfrentaron a la complejidad de la economía nacional y a resistencias sociales. Las medidas implementadas abarcaron varios sectores. En el sector externo, se estableció un tipo de cambio realista y se redujeron los aranceles a la importación, lo que impactó negativamente a la industria nacional. En cuanto a la política de ingresos, se liberaron los precios mientras se congelaban los salarios, buscando restablecer la rentabilidad empresarial a costa del poder adquisitivo de los trabajadores. En el sector público, se ocuparon del déficit fiscal, que había alcanzado niveles alarmantes, mediante aumentos de impuestos y la racionalización del personal en la administración pública. En el sector financiero, se buscó aumentar la demanda de la moneda y mejorar la rentabilidad de los activos financieros. A pesar de estas medidas, la economía entró en una profunda recesión, que resultó en una redistribución regresiva del ingreso y un deterioro de la demanda interna. La primera etapa del plan económico fracasó en el control de la inflación, lo que llevó a la introducción de un nuevo programa de estabilización en diciembre de 1978, que incluía la apertura de la economía y la implementación de un tipo de cambio fijo conocido como \"tablita\". Sin embargo, estas políticas llevaron a un déficit en la balanza comercial y a una fuga de capitales, generando desconfianza en el sistema cambiario. El régimen militar identificó la intervención estatal y la protección de la industrialización como causantes de la indisciplina de la clase obrera. Esto llevó a la anulación de convenios colectivos, la prohibición de huelgas y la represión de dirigentes sindicales, marcando un momento de gran transformación económica bajo Martínez de Hoz. La apertura económica implicó la eliminación de los mecanismos de protección industrial, facilitando el ingreso masivo de productos importados. Esta competencia fue devastadora para la producción local, que no pudo adaptarse a las nuevas condiciones de mercado. La reforma financiera de 1977 consistió en la liberalización de la tasa de interés y la creación de entidades financieras sin requisitos estrictos, lo que fomentó un entorno de especulación. La especulación financiera se convirtió en el eje del sistema económico, a expensas de la producción. Las industrias nacionales sufrieron un retroceso, y las empresas que se beneficiaron fueron aquellas dedicadas a la producción de bienes como celulosa, aluminio y petróleo, muchas de las cuales estaban concentradas en un reducido número de conglomerados. El sector agrícola y ganadero vivió un periodo de prosperidad en 1976, impulsado por las exportaciones, sobre todo hacia la Unión Soviética. Sin embargo, la sobrevaluación del peso y las políticas cambiantes provocaron pérdidas significativas en el ingreso de los productores, lo que generó descontento en el sector. A partir de 1981, el deterioro de la economía se acentuó, con un aumento del déficit fiscal y una crisis de deuda. A medida que las empresas comenzaron a quebrar y los acreedores se vieron imposibilitados de recuperar sus créditos, el estado tomó la decisión de nacionalizar la deuda privada de las empresas en crisis, utilizando recursos públicos para cubrir las deudas de empresarios que se beneficiaron de políticas especulativas. La presidencia de Leopoldo Galtieri, que asumió en diciembre de 1981, intentó un nuevo enfoque económico basado en la desregulación y el ajuste. Sin embargo, estas medidas provocaron tensiones sociales y un creciente descontento, contribuyendo a la inestabilidad del régimen militar. Para recuperar legitimidad, el gobierno militar decidió recuperar las Islas Malvinas, ocupadas por los británicos desde 1833. La contienda se extendió durante más de dos meses, culminando en una rendición el 14 de junio de 1982. Esta derrota fue devastadora para el régimen y profundizó su desprestigio ante la sociedad. El contexto crítico llevó al desplazamiento de Galtieri dos días después de la rendición. Su sucesor, Reynaldo Bignone, trató de encarar la transición hacia la democracia, pero enfrentó la negativa de los partidos políticos a negociar bajo los términos impuestos por las Fuerzas Armadas. En marzo de 1983, se estableció una ley de autoamnistía para los militares implicados en violaciones de derechos humanos. Finalmente, en octubre de 1983, Raúl Alfonsín, candidato por la Unión Cívica Radical, ganó las elecciones, y el 6 de diciembre se firmó la disolución de la junta militar. El 10 de diciembre, Alfonsín asumió la presidencia de la república, marcando el inicio de un nuevo periodo democrático en Argentina. -- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ *El periodo de 1976 a 1983 en Argentina estuvo caracterizado por la implementación de reformas económicas drásticas y por violaciones sistemáticas de derechos humanos. Las políticas del gobierno militar, lejos de estabilizar la economía, generaron una crisis profunda que dejó secuelas duraderas en la sociedad argentina.* -- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ **Presidencia de Alfonsín 1983-1989** La asunción de Raúl Alfonsín en diciembre de 1983 representa un momento decisivo en la historia argentina, no solo por el retorno a la democracia después de un periodo de dictadura militar, sino también por las elevadas expectativas en torno a las políticas económicas que un gobierno de corte popular podría implementar. Alfonsín heredó una situación económica alarmante, caracterizada por una inflación descontrolada, recesión y un elevado endeudamiento externo. Al tomar el mandato, Alfonsín se enfrentó a las consecuencias devastadoras de la última dictadura. La economía argentina se encontraba en crisis: la inflación alcanzaba niveles preocupantes, la tasa de desocupación era alta y el descontento social se intensificaba. La deuda externa, que había crecido de forma insostenible, limitaba duramente las opciones del nuevo gobierno. La población, además de exigir la restauración de la democracia, demandaba mejoras en las condiciones de vida y un aumento en las libertades económicas. Para pálida la pobreza, impulsaron política de asistencia social tales como el plan alimentario nacional (PAN). Durante la primera etapa de su gobierno, el Dr. Bernardo Grispun asumió como Ministro de Economía. Se plantearon varios objetivos económicos fundamentales, siendo uno de los más destacados el incremento del salario real a través de aumentos nominales que superaran la inflación. La intención era expandir la demanda agregada y preservar el poder adquisitivo de los trabajadores mediante la indexación mensual de los salarios. También se promovió una redistribución del gasto público para favorecer a los sectores más vulnerables de la sociedad. Un componente crítico de esta etapa fue el inicio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos internacionales, que culminaron en acuerdos a fines de 1984. Estas negociaciones permitieron adoptar políticas fiscales y monetarias no contractivas para atender las urgencias sociales. Sin embargo, a pesar de estas medidas, la situación económica continuó deteriorándose, lo que llevó a la implementación del Plan Austral en junio de 1985. Al final de abril de este año, Alfonsín y Sourrouille anunciaron la puesta en marcha de una economía de guerra. El objetivo del nuevo plan económico, bautizado como [**[plan austral]**](https://youtu.be/bhJx8s5TqMk), era lograr cierta estabilidad para crear condiciones necesarias para una transformación más profunda de la economía. Como lo más urgente era detener la inflación, se congelaron los precios, salarios y tarifa de servicios públicos, se regularon los cambios y las tasas de interés. Asimismo, se paralizaron las inversiones y los gastos estatales para equilibrar el presupuesto. El plan también implementaba cambiar la moneda creando el austral, que equivalía a 1000 pesos argentinos. No obstante, luego de un breve éxito inicial, la inflación volvió y, con ella, el descontento social. En octubre de 1987, se anuncio la implementación de un programa con una nueva congelación de precios y ajustes de tarifas, **el llamado Australito**. Para reducir el déficit, el gobierno envió al Congreso un conjunto de leyes impositivas complementando con un alza de tarifas públicas y un mayor control de evasión. Se incluyeron modificaciones a la ley del impuesto a las ganancias y al impuesto al patrimonio neto. Se adoptaron medidas tendientes a restringir la expansión de los estamos del Banco Central. La recaudación de nuevos impuestos no logró compensar la pérdida del impuesto inflacionario. Un nuevo intento fue el **plan primavera** lanzado por Sourrouille en 1988. Su principal meta, aún más conservadora que la del plan austral, era continuar con la desregulación y la apertura de la economía como la privatización de empresas estatales y una reducción a un mayor del gasto público. Estos planes económicos generaron fuertes protestas sociales, fundamentalmente en la clase trabajadora. Varios sindicatos se lanzaron a huelga para resistir, por ejemplo los intentos privatizadores del plan primavera o los congelamientos de los salarios y la redistribución del personal de las empresas estatales. Hace la primera mitad del año 1989 la economía Argentina había alcanzado un punto sumamente crítico. La inflación crecía de manera desmedida y descontrolada y se convirtió en hiperinflación así en junio había trepado al 132%, en julio llegó al 209%. Esto afectaba la capacidad de compra de la mayoría de la población pues el valor real del salario caía cada vez más mientras los precios no cesaban de aumentar. La falta de empleo y la subocupación también presentaban números preocupantes. En mayo de este año ambas afectaban al 16,9% de la población económicamente activa. Los índices de pobreza tampoco bajaban como en regiones como el gran Buenos Aires y el gran Rosario alrededor del 44% de los habitantes se encontraba viviendo en situación de pobreza. Los sectores sociales más perjudicados por el deterioro de la economía la hiperinflación buscaron distintas alternativas para sobrevivir. Una de ellas fueron los saqueados de supermercado. Estos iniciaron masivamente el 10 de mayo de 1989, principalmente en la ciudad de Córdoba Rosario y en el gran Buenos Aires, y continuaron durante dos meses, a pesar del estado de sitio decretado por el presidente Alfonsín y la represión policial. Debido al complicado contexto, las elecciones presidenciales se adelantaron para el 14 de mayo. -- -------------------------------------------------------------