Constitución de 1867 del Perú PDF
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This document is a summary of the Constitution of 1867 in Peru. It details the context, historical influences, and key aspects of the 1867 Peruvian Constitution, including its key figures and the political environment in which it was created. It examines the motivations for change, the efforts at reform, the balance of power, and the challenges it faced.
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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE FACULTAD DE DERECHO Temas: Constitución de 1867 del Perú Integrantes de grupo: - Angela Mallely Custodio Lopez - Jhamile Milagros Sernaque Garcia - Zacari Sebastian López Fajardo - Ariana Leemm Torres Abarca - Silvia Alexandra García Fernández Instit...
UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE FACULTAD DE DERECHO Temas: Constitución de 1867 del Perú Integrantes de grupo: - Angela Mallely Custodio Lopez - Jhamile Milagros Sernaque Garcia - Zacari Sebastian López Fajardo - Ariana Leemm Torres Abarca - Silvia Alexandra García Fernández Institución: Universidad Privada del Norte Fecha: 8 de Noviembre de 2024 1. Contexto Histórico La Constitución de 1867 en Perú fue un intento de consolidar un cambio político importante en un país sacudido por crisis internas y un complejo juego de poder entre los liberales, que buscaban modernizar el país, y los conservadores, apegados a la tradición. Este fue un tiempo de transformaciones y de tensiones en el que el país vivía una búsqueda intensa de estabilidad y dirección. Inestabilidad y Conflictos Previos Perú, desde su independencia en 1821, había atravesado un largo periodo de turbulencia política. Gobernaban presidentes de forma inestable, y cada pocos años ocurrían golpes de Estado que fragmentaban al país. Cada facción trataba de imponer su visión del futuro, alternando constituciones que reflejaban bien ideas conservadoras o liberales, como ocurrió en la de 1839, de tinte más conservador, y la de 1856, de orientación liberal. Sin embargo, ninguna había logrado establecer un orden sólido y aceptado por todos. En 1864, un nuevo conflicto sacudió al Perú: la Guerra con España. España, todavía con ambiciones sobre América Latina, atacó las costas peruanas, lo que resultó en una alianza de defensa con Chile. Esta guerra no solo dejó el país empobrecido, sino también con una intensa necesidad de unión y organización para enfrentar futuras amenazas externas. El nacionalismo creció entre la población, que ansiaba un país fuerte y organizado. La Llegada de Mariano Ignacio Prado Mariano Ignacio Prado, un militar y político con ideas de cambio, llegó al poder en 1865 mediante un golpe de Estado contra el presidente Juan Antonio Pezet, a quien se acusaba de una actitud conciliadora frente a España. Prado, respaldado por un sector liberal, llegó con una promesa de reformas que pretendían abrir el camino hacia una nación moderna y avanzada. Esta oportunidad de cambio era algo muy anhelado entre los liberales, quienes creían que el país necesitaba una transformación estructural que dejara atrás la influencia conservadora. El plan de Prado incluía una nueva constitución que reflejara los principios liberales de su gobierno: limitar el poder central, reducir el rol de la Iglesia en asuntos políticos y descentralizar la autoridad. Pero estos cambios tenían fuertes oponentes en los sectores conservadores y en la Iglesia católica, que veían en Prado una amenaza a su influencia y valores. La Encrucijada entre Liberales y Conservadores La tensión política de la época estaba marcada por dos visiones opuestas: Los liberales abogaban por un país modernizado, con mayor acceso a la educación, y defendían una separación clara entre el Estado y la Iglesia. Querían que el poder local tuviera mayor protagonismo y buscaban establecer derechos individuales para los ciudadanos. Los conservadores, por su lado, defendían la tradición: un Estado centralizado y con un rol relevante de la Iglesia católica, a la que consideraban fundamental para la cohesión social. Para ellos, los cambios liberales significaban un riesgo de perder el control sobre la estructura de poder que sostenía el orden. Estas posturas enfrentadas eran un obstáculo para llegar a un consenso en la redacción de una nueva constitución. Mientras los liberales querían que el país diera un paso hacia el progreso, los conservadores sentían que ese "progreso" representaba una pérdida de identidad y control. Inspiraciones Externas y Vientos Liberales En aquellos años, el liberalismo estaba expandiéndose por América Latina, con ideas de libertad, igualdad y una separación entre la Iglesia y el Estado que marcaban el pulso de los tiempos. Europa y Norteamérica eran fuentes de inspiración, especialmente después de las revoluciones en Francia y de los procesos de independencia en otras naciones latinoamericanas. Chile y Argentina, por ejemplo, ya habían iniciado reformas hacia gobiernos republicanos y liberales. En Perú, esto motivaba a los sectores progresistas a querer seguir ese camino y a plantear una estructura estatal más moderna, menos centralizada y con menos influencia eclesiástica. Redacción y Aprobación de la Constitución de 1867 Con el objetivo de consolidar estas reformas, Prado convocó en 1867 una Asamblea Constituyente. Su misión era clara: elaborar una constitución que integrara los principios de modernización y autonomía que promovía su gobierno. Esta constitución buscaba reducir el poder central y dar más autonomía a las provincias, un cambio que beneficiaba a muchas regiones que se sentían marginadas por Lima. Algunos puntos clave de esta constitución fueron: - Limitar el mandato presidencial a cuatro años sin posibilidad de reelección inmediata, con la intención de reducir el caudillismo y evitar que un solo hombre pudiera acumular demasiado poder. - Promover la descentralización y otorgar más poder a las municipalidades, fortaleciendo así las provincias. - Establecer la libertad de culto, reduciendo el papel de la Iglesia católica como única institución religiosa oficial del Estado. Sin embargo, esta nueva constitución no fue bien recibida por los conservadores. Para ellos, estos cambios eran una amenaza directa a sus intereses, y pronto se organizaron para resistirla, liderados por figuras que temían perder su influencia sobre el país. La Restauración de 1868 y el Fin de la Constitución La resistencia no tardó en transformarse en un movimiento que abogaba por un retorno al orden anterior. En 1868, Pedro Díez Canseco lideró una contrarrevolución, conocida como la Restauración, que buscaba derogar la Constitución de 1867 y restablecer la Constitución de 1860, más conservadora y centralista. Con este retorno a una constitución conservadora, la breve vigencia de la de 1867 quedó como un intento fallido de transformar el país. La resistencia de los sectores tradicionales demostró que la influencia de los grupos conservadores y la Iglesia todavía era demasiado fuerte como para implementar cambios radicales. El proceso dejó una lección clara: que, para implementar transformaciones duraderas, era necesario construir consensos y tomar en cuenta los intereses de todos los sectores sociales. Este intento de modernización mostró las dificultades de romper con las estructuras de poder tradicionales y evidenció que, aunque la voluntad de cambio era fuerte, el país aún no estaba preparado para alejarse del todo de sus raíces conservadoras. 2. Principios Fundamentales La Constitución de 1867 fue un intento ambicioso de modernizar y liberalizar el orden político y social de Perú. Inspirada por ideales del liberalismo de la época, la constitución buscó establecer una estructura más equitativa en el ejercicio del poder, brindar garantías civiles más amplias y disminuir el control de la Iglesia sobre el Estado. A continuación, se detallan los principales principios que sustentaban esta constitución: Libertad de culto Uno de los principios más novedosos de la Constitución de 1867 fue el reconocimiento de la libertad de culto. Hasta ese momento, el catolicismo era la religión oficial y única permitida en el país. La nueva constitución abría un espacio para la tolerancia religiosa, permitiendo que personas de distintas confesiones pudieran ejercer su fe libremente. Este principio buscaba reflejar la influencia del liberalismo europeo y americano que abogaba por la separación de la Iglesia y el Estado. Sin embargo, resultó profundamente divisivo, ya que amenazaba la influencia política y social del clero católico, que hasta entonces había mantenido un rol predominante en la vida nacional. La propuesta encontró una feroz resistencia por parte de sectores conservadores, para quienes la libertad de culto representaba un atentado contra la identidad cultural y religiosa de la nación. Descentralización administrativa La Constitución de 1867 proponía una descentralización del poder mediante la autonomía de las municipalidades. Esto significaba que los gobiernos locales podían ejercer un mayor control sobre sus recursos y decisiones políticas, sin una dependencia absoluta del gobierno central. La intención era fomentar un sistema de gobernanza más cercano a las necesidades de cada región, promover la participación ciudadana y contrarrestar el tradicional centralismo limeño. Este principio respondía a la necesidad de crear un Estado más inclusivo y representativo, que pudiera atender mejor las necesidades de las diversas regiones del país, muchas de las cuales se sentían marginadas o explotadas por el poder central. No obstante, su implementación resultaba compleja debido a la falta de infraestructura y recursos adecuados para ejercer un gobierno autónomo a nivel local. Derechos individuales y garantías La Constitución de 1867 ponía un fuerte énfasis en la protección de los derechos civiles de los ciudadanos peruanos. Entre las garantías más destacadas estaban: - Libertad de expresión y de prensa. La constitución reconocía el derecho de los ciudadanos a expresar sus ideas y opiniones sin temor a represalias, y protegía el ejercicio del periodismo independiente. - Derecho a la propiedad. Se garantizaba el respeto a la propiedad privada, lo que buscaba ofrecer seguridad jurídica y fomentar el desarrollo económico. - Derecho al debido proceso. Se establecían garantías para asegurar que todos los ciudadanos tuvieran acceso a un juicio justo y a una defensa adecuada ante cualquier acusación. Estos derechos representaban un avance significativo respecto a constituciones anteriores y estaban alineados con el movimiento liberal que buscaba colocar al individuo como el centro del sistema legal y político. Equilibrio de poderes La Constitución de 1867 también buscó establecer un equilibrio más claro entre los poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Entre las disposiciones clave se encontraban: - Limitación del mandato presidencial. El presidente de la República tenía un mandato de cuatro años, sin posibilidad de reelección inmediata. Esto pretendía evitar el autoritarismo y garantizar la alternancia en el poder. - Fortalecimiento del Congreso. Se incrementaron las atribuciones del Congreso en materia de control político y fiscalización, con el objetivo de contrapesar el poder presidencial y fomentar un sistema parlamentario más activo. - Independencia del Poder Judicial. Se propuso una mayor autonomía para los jueces y tribunales, buscando evitar la intervención política en sus decisiones. Esta separación de poderes tenía como objetivo construir un Estado más democrático, donde cada poder se vigilará mutuamente para evitar abusos y promover una gobernanza más transparente y efectiva. Reducción del poder del clero La Constitución de 1867 incluía medidas para limitar el poder de la Iglesia católica en los asuntos del Estado. Esto respondía a un contexto histórico en el que la Iglesia había acumulado una gran influencia política y económica. Se buscaron cambios como la abolición de privilegios eclesiásticos y la subordinación del clero a las leyes civiles. La reducción de su influencia se alineaba con los principios liberales de secularización del Estado, pero encontró una férrea oposición de los sectores conservadores, que veían en estas medidas una amenaza a los valores tradicionales y al orden establecido. Los principios fundamentales de la Constitución de 1867 fueron un reflejo de las tensiones entre modernización y tradición en el Perú del siglo XIX. Si bien sus ideas eran avanzadas y buscaban colocar al país en la senda del progreso y la igualdad ante la ley, la resistencia de los sectores conservadores y el contexto político inestable hicieron que su aplicación fuera efímera. Sin embargo, estos principios sirvieron como punto de referencia para posteriores debates constitucionales y reformas políticas en el país. 3. Cambios Significativos La Constitución de 1867 introdujo una serie de cambios que la diferenciaron de sus predecesoras y que marcaron un intento de transformación en la organización política y social de Perú. Estas reformas reflejaron los ideales del movimiento liberal de la época y representaron un esfuerzo por adaptar el sistema político a los desafíos de un país en transición. A continuación, se detallan los cambios más relevantes: Limitación del Mandato Presidencial y la Alternancia en el Poder La Constitución de 1867 estableció un mandato presidencial fijo de cuatro años y prohibió la reelección inmediata del presidente. Esta medida buscaba evitar la concentración del poder en manos de un solo individuo y prevenir los regímenes prolongados que habían caracterizado el periodo anterior. Además, buscaba garantizar la alternancia en el poder, permitiendo una renovación constante de los líderes políticos. El mandato limitado respondía a las experiencias previas de gobiernos que tendieron al autoritarismo y se perpetuaron en el cargo. El propósito de esta reforma era promover un sistema más democrático y menos susceptible al abuso del poder presidencial. Fortalecimiento de la Descentralización Administrativa Uno de los cambios más significativos fue el impulso a la descentralización del poder, otorgando mayor autonomía a las municipalidades. Este cambio permitía a los gobiernos locales gestionar sus propios recursos y asuntos sin depender exclusivamente del gobierno central, lo que representaba un esfuerzo por descentralizar el control y acercar la administración pública a las realidades locales. El objetivo era crear un sistema político más representativo y participativo, donde las decisiones se tomarán teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada región. Este cambio contrastaba con la tendencia tradicional de centralización en Lima, que generaba un profundo sentimiento de marginación en otras regiones del país. Garantías y Derechos Individuales La Constitución de 1867 reforzó los derechos y garantías individuales de los ciudadanos, asegurando un marco legal más robusto para proteger la libertad de expresión, la propiedad privada y el debido proceso. Algunos de los derechos más destacados fueron: - Libertad de expresión y prensa. Este cambio promovía un entorno en el que los ciudadanos podían manifestar sus opiniones sin temor a represalias, lo que contribuía al fortalecimiento de la vida pública y al debate político. - Libertad de culto. En un país históricamente dominado por la Iglesia católica, esta disposición representaba un cambio significativo al permitir la práctica de otras religiones, promoviendo así la tolerancia religiosa y la diversidad de creencias. Estas garantías se alineaban con las tendencias liberales globales de la época, que enfatizaban el respeto a los derechos civiles y la protección de los individuos frente al Estado. Disminución del Poder de la Iglesia Otro cambio crucial fue la separación parcial entre la Iglesia y el Estado, y la reducción de la influencia del clero en los asuntos políticos. La constitución limitaba los privilegios eclesiásticos y promovía una política más secular, en línea con el ideario liberal. Este cambio implicaba la eliminación de algunos privilegios históricos que la Iglesia había disfrutado y buscaba equilibrar su papel en la vida pública. La intención detrás de esta reforma era promover un Estado más laico, donde la religión no definiera la política y las decisiones de gobierno se tomarán de acuerdo con criterios de interés general y no doctrinales. Sin embargo, esta medida encontró una fuerte oposición de parte de los sectores conservadores y del clero, que veían amenazada su influencia. Cambios en la Estructura del Congreso La Constitución de 1867 fortaleció el papel del Congreso como un contrapeso al poder del presidente. Se otorgaron mayores facultades al poder legislativo para fiscalizar al ejecutivo y legislar en asuntos de interés nacional. Este cambio buscaba crear un sistema más equilibrado donde ningún poder pudiera dominar sobre los demás. Promoción de la Participación Ciudadana La constitución también incluyó medidas para fomentar una mayor participación ciudadana en la política. Entre ellas estaba el fortalecimiento de la autonomía municipal y la promoción de mecanismos que permitieran una representación más efectiva de los ciudadanos en el gobierno. La intención era crear un sistema más inclusivo, donde la voz de la ciudadanía tuviera un peso significativo en la toma de decisiones. Reforma en la Administración de Justicia La independencia del Poder Judicial fue otro cambio importante. Se establecieron disposiciones para proteger la autonomía de los jueces y asegurar que sus decisiones no estuvieran influenciadas por consideraciones políticas. El objetivo era garantizar un sistema de justicia imparcial, que actuara como un verdadero garante de los derechos de los ciudadanos. La Constitución de 1867 representó un intento valiente de transformar el orden político y social de Perú en base a los ideales liberales de la época. Las reformas que introdujo tenían como objetivo modernizar el Estado, proteger los derechos de los ciudadanos, descentralizar el poder y limitar la influencia de la Iglesia en la política. Sin embargo, la resistencia que encontró por parte de sectores conservadores y el contexto político inestable impidieron su plena aplicación, llevando a su rápida derogación en 1868. A pesar de su corta duración, dejó un legado de debate y aprendizaje para futuras generaciones sobre la necesidad de lograr consensos para la implementación de cambios significativos. 4. Impacto Social y Político La Constitución de 1867 tuvo un impacto significativo en la historia política y social de Perú, tanto por las reformas que introdujo como por la polarización que generó en la sociedad. Aunque su aplicación fue breve, sus repercusiones fueron profundas y evidenciaron las tensiones inherentes a un país en proceso de transición política y social. Polarización de la Sociedad Peruana La Constitución de 1867 exacerbó las divisiones existentes entre los sectores liberales y conservadores de la sociedad peruana. Por un lado, los liberales vieron en ella un vehículo para modernizar el Estado, limitar el poder de la Iglesia, descentralizar el poder político y asegurar derechos fundamentales. Por otro lado, los conservadores, incluidos la Iglesia católica y las élites tradicionales, consideraron la nueva carta magna como una amenaza directa a sus privilegios e influencia. Este choque de visiones se tradujo en un clima de constante inestabilidad, revueltas y enfrentamientos, que desembocaron en la llamada \"Restauración\" de 1868. Este proceso, encabezado por líderes conservadores como Pedro Díez Canseco, buscó revertir las reformas liberales y restablecer un orden más cercano al status quo anterior. La polarización que surgió en torno a la Constitución de 1867 reflejó una lucha más amplia entre modernización y tradición, que continuaría siendo un tema central en la política peruana durante las siguientes décadas. El Papel de la Iglesia y el Estado La Constitución de 1867 intentó disminuir el poder de la Iglesia en los asuntos del Estado, promoviendo la separación parcial de ambos. Esto significó un cambio profundo en la relación histórica que la Iglesia mantenía con el poder político, especialmente en temas relacionados con la educación, la moral pública y la vida política. La libertad de culto y la reducción de privilegios eclesiásticos fueron percibidas como un ataque a la influencia y autoridad de la Iglesia, lo que generó una oposición virulenta. El impacto de este conflicto fue duradero, marcando el inicio de un debate constante sobre la secularización del Estado. Aunque la restauración de 1868 revirtió muchos de los cambios introducidos, la semilla de un Estado más laico ya estaba plantada y seguiría siendo un tema recurrente en futuras reformas constitucionales. Impacto en las Regiones El intento de descentralización promovido por la Constitución de 1867 también tuvo un impacto importante en las regiones fuera de Lima. La descentralización administrativa, que otorgaba mayor autonomía a las municipalidades, fue vista con buenos ojos por sectores que se sentían históricamente marginados por el centralismo limeño. Si bien la implementación de esta medida fue breve y enfrentó grandes obstáculos, marcó un precedente para el reconocimiento de la diversidad regional y la necesidad de una mayor equidad en la distribución del poder y los recursos. El fracaso de la descentralización, debido a su rápida derogación, dejó a muchas regiones con un sentimiento de frustración que perduraría, alimentando demandas futuras de participación y autonomía. Cambios en los Derechos Civiles y el Impacto Social La Constitución de 1867 representó un avance en cuanto a la protección de los derechos civiles, estableciendo garantías como la libertad de expresión, la libertad de culto y el derecho a la propiedad privada. Aunque estos cambios no se aplicaron plenamente debido a la corta vida de la constitución, su promulgación generó un impacto social relevante al introducir nuevas ideas sobre los derechos y libertades individuales. La inclusión de estos derechos en el texto constitucional fue un paso hacia la modernización del Estado y el reconocimiento de los ciudadanos como sujetos de derechos. Si bien la resistencia conservadora impidió su consolidación, estas reformas quedaron como un legado ideológico que inspiraría futuras generaciones de reformistas y liberales en el país. Debilidad del Gobierno Liberal y la Crisis de Legitimidad El gobierno de Mariano Ignacio Prado, impulsor de la Constitución de 1867, sufrió una crisis de legitimidad debido a la fuerte oposición interna. El intento de implementar un conjunto de reformas tan ambicioso, sin contar con un consenso político y social amplio, debilitó su posición y expuso al régimen a la presión de las fuerzas conservadoras, lo que culminó en su derrocamiento. El impacto político de este episodio radicó en la fragilidad del gobierno liberal para sostener una transformación estructural en un contexto de fuerte oposición. La lección histórica derivada de esta experiencia destacó la necesidad de buscar consensos políticos amplios y de establecer bases sólidas para implementar cambios profundos en el país. Precedente para Futuras Reformas Aunque la Constitución de 1867 fue derogada poco tiempo después de su promulgación, dejó un legado duradero en la historia constitucional de Perú. Muchos de sus principios, como la libertad de culto, la descentralización y la protección de derechos civiles, se convirtieron en temas recurrentes en debates posteriores. La brevedad de su vigencia no impidió que sus ideas influyeran en futuros textos constitucionales y reformas políticas. Este impacto histórico resalta cómo la Constitución de 1867, a pesar de su corta vida, desempeñó un papel importante al sentar las bases para futuras reformas y al demostrar que el país necesitaba encontrar un equilibrio entre tradición y modernización. La Constitución de 1867 dejó una huella profunda en la historia de Perú al ser un reflejo de las tensiones políticas y sociales de su tiempo. Aunque fue derogada rápidamente, su promulgación marcó un punto de inflexión en la relación entre el Estado, la Iglesia y los ciudadanos, y mostró la dificultad de implementar reformas estructurales en un contexto de polarización. El debate sobre sus principios y cambios, así como las lecciones aprendidas de su fracaso, seguirían presentes en las transformaciones políticas del país en los años venideros. \-\-- Con esta ampliación, se ofrece un análisis más detallado del impacto social y político de la Constitución de 1867. Si tienes alguna otra sección que te gustaría profundizar, no dudes en indicarlo. 5. Comparación La Constitución de 1867 representó un intento ambicioso de transformación política y social en el Perú, pero es importante analizarla en comparación con otras constituciones peruanas anteriores y posteriores para comprender su impacto y su lugar en la historia constitucional del país. En particular, esta comparación arroja luz sobre las tendencias liberales de la época y los desafíos que enfrentó para su implementación. Comparación con la Constitución de 1856 La Constitución de 1856, promulgada durante el gobierno del presidente Ramón Castilla, fue un texto marcadamente liberal que buscó reformar la estructura política del país. Fue la primera constitución que intentó limitar la influencia de la Iglesia católica y expandir los derechos civiles de los ciudadanos, estableciendo ciertas libertades fundamentales. Sin embargo, al igual que la Constitución de 1867, la de 1856 encontró una fuerte resistencia de sectores conservadores, lo que llevó a enfrentamientos armados conocidos como la \"Guerra Civil de 1856-1858\". Similitudes con la Constitución de 1867: - Liberalismo como base ideológica: Ambas constituciones promovieron ideas de libertad y modernización del Estado, con énfasis en la limitación del poder ejecutivo y la promoción de derechos civiles. - Descentralización: Tanto la de 1856 como la de 1867 incluyeron disposiciones para descentralizar el poder político mediante la autonomía de las municipalidades. - Separación de la Iglesia y el Estado: Ambas constituciones limitaron la influencia del clero en los asuntos de gobierno. Diferencias con la Constitución de 1867: - Duración de su vigencia: Mientras que la Constitución de 1856 logró mantenerse en vigencia por algunos años, la de 1867 fue derogada al poco tiempo debido a la resistencia conservadora. - Enfoque más ambicioso: La Constitución de 1867 llevó aún más lejos las reformas, al incluir la libertad de culto y al profundizar la descentralización, lo que exacerbó la oposición y dificultó su implementación. La Constitución de 1867 se diferencia de sus predecesoras y sucesoras por la profundidad de sus reformas liberales y su enfoque en la descentralización y los derechos civiles. Si bien compartía similitudes con otras constituciones liberales, su contexto de promulgación y su rápida derogación muestran los desafíos de llevar a cabo transformaciones estructurales en un país profundamente dividido. A través de esta comparación, se puede apreciar cómo el proceso constitucional peruano del siglo XIX fue un reflejo de las tensiones políticas entre la modernización y la conservación de las estructuras tradicionales. 6. Conclusión La Constitución de 1867 marcó un intento ambicioso de transformación en la estructura política y social de Perú, reflejando las aspiraciones liberales de modernización y cambio. Aunque su vigencia fue breve, dejó una huella significativa en el devenir histórico del país al intentar romper con las estructuras tradicionales de poder, reducir la influencia de la Iglesia y promover la descentralización y los derechos civiles. A través del análisis de su contexto histórico, principios fundamentales, cambios significativos, impacto social y político, y comparación con otras constituciones, se evidencia que la Constitución de 1867 fue tanto un producto de su tiempo como un catalizador de cambios futuros. Su fracaso en lograr una aplicación sostenida resalta los desafíos de implementar reformas en un contexto de fuerte polarización, resistencia conservadora y un entorno político inestable. Sin embargo, sus propuestas liberales se convirtieron en un referente para futuras generaciones que buscaron construir un Estado más justo, inclusivo y moderno. La experiencia de esta constitución subraya la importancia del consenso político y la capacidad de adaptación para sostener reformas duraderas. A pesar de su corta duración, la Constitución de 1867 refleja el esfuerzo de una sociedad en transformación que buscaba redefinir su identidad política y social en un periodo de grandes cambios. 7. Bibliografía - Basadre, J. (2005). *Historia de la República del Perú*. Ediciones Universitarias. - García, P. (2010). \"La Constitución de 1867 y su impacto en la política peruana\". *Revista de Historia del Derecho Peruano*, 25(3), 45-67. - Vargas, M. (2015). *Constituciones y Reformas en el Perú del Siglo XIX*. Editorial Jurídica Peruana. - Hampe, T. (2008). *Liberalismo y conservadurismo en el siglo XIX peruano*. Editorial Universidad Nacional Mayor de San Marcos. - Roca, E. (2012). \"La influencia del contexto internacional en la Constitución de 1867\". *Perú y sus Constituciones*, 17(2), 123-145. - Villanueva, C. 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