La Opinión Pública en los Medios de Comunicación Digital PDF

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Camilo Castellanos Cárdenas

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This document, by Camilo Castellanos Cárdenas, explores the concept of public opinion in digital communication. The text reviews differing definitions and presents relevant theories, including discussions of prominent thinkers.

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Prologo CAPÍTULO I LA OPINIÓN PÚBLICA Y SU PROCESO DE FORMACIÓN 1. PARA UNA DEFINICIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA 1.1. La opinión pública: un concepto polémico El fenómeno de la opinión pública es considerado de relevante interés en el ámbito científico, así como en el periodístico, pero su definic...

Prologo CAPÍTULO I LA OPINIÓN PÚBLICA Y SU PROCESO DE FORMACIÓN 1. PARA UNA DEFINICIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA 1.1. La opinión pública: un concepto polémico El fenómeno de la opinión pública es considerado de relevante interés en el ámbito científico, así como en el periodístico, pero su definición es muy controvertida. Vincent Price sostiene a propósito que: El concepto de opinión pública es uno entre los más vitales y duraderos en el ámbito de las ciencias sociales. Ampliamente utilizado en psicología, sociología, historia, politología, encuentra aplicación, en el campo de la comunicación, tanto en la investigación teórica como en la empírica. Son pocos los conceptos que han producido tal interés social y científico o estimulado el debate intelectual en modo igualmente vasto, y ciertamente poquísimos cuyas raíces llegan así profundamente 21 en el pensamiento occidental. Pero el mismo Price advierte que “si bien sea utilizado frecuentemente, 22 el concepto de opinión pública sigue siendo polémico” no ayuda a la claridad, la tendencia a considerar el fenómeno solo en el ámbito político. Elisabeth Noelle-Neumann, a la cual se debe una de las más acreditadas teorías sobre la opinión pública y sobre su formación, afirma que generaciones de filósofos y juristas, históricos, politólogos y estudiosos de comunicación “se han esforzado radicalmente” en la tentativa de dar una definición clara del fenómeno. El estudioso americano Harwood Childs, 21 22 Vincent PRICE, L'opinione pubblica, Bologna, Il Mulino, 2004, 7. PRICE, L'opinione pubblica, 7. 23 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL en su Public Opinion: Nature, Formation and Role ha puesto juntas 50 definiciones encontradas en el patrimonio literario.23 En los años cincuenta y sesenta se multiplicaron incluso las peticiones de renunciar a 24 este concepto. Y no han falt ado estudiosos que, incluso provocatoriamente, han negado su existencia. En los diccionarios se hace referencia al modo de pensar de la mayoría, y se excluye así del fenómeno el pensamiento de las minorías. En realidad, como ha escrito Vitaliano Rovigatti, se da frequentemente por descontado el significado de esta expresión y no nos damos cuenta que esta viene usada con significados diversos. 25 Conviene por esto considerar estos significados, siguiendo la síntesis formulada por el mismo Rovigatti, una huella fecunda para poder arribar a un concepto compartido del fenómeno, condición preliminar para valorar la importancia y, luego, para individuar el proceso de su formación y los factores que inciden en ella. 1.1.1. Claridad en los conceptos El primer paso que debemos hacer para acercarnos a nuestro objeto de estudio es analizar conceptos que componen la expresión para después definir el fenómeno en su conjunto. “El termino opinión asume en inglés y en francés el significado lineal del latín opinio, opinión o juicio incierto, no 26 plenamente demostrado.” Entonces, por “opinión” se entiende, una toma de posición o un “punto de vista” individual sobre un aspecto de la realidad. La palabra es de derivación latina: opinio como opinión, conjetura, expectativas, suposición, creencia, pensamiento, idea, parecer, visión, prejuicio (según el diccionario Georges-Calonghi). Se presenta, entonces, como un punto de vista, sobre un hecho o un problema 23 24 25 26 24 Cf. Harwood CHILDS, Public Opinion: Nature, Formation and Role, Princeton, N.J., Torino, New York, London, D. van Nostrand Company, Inc, 1965. Cf. Elisabeth NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, Roma, Meltemi, 2002, 107. Cf. Vitaliano ROVIGATTI, Scienza dell'opinione pubblica, Milano, Edizione Paoline, 1985, 5. Jürgen HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, Roma-Bari, Laterza, 2006, 103. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS polemico, caracterizada por una carga emotiva que es inversamente proporcional a su dimensión cognitiva y que le confiriere una fuerte radicalidad y una típica tendencia defensiva. La opinión no es, de hecho, un juicio fundado en un conocimiento profundo, sino una valoración más o menos superficial, derivada del estado de conocimiento del individuo, combinado con su estado de ánimo emotivo. La distinción de Platón entre Doxa (el pensamiento discursivo, el juicio aproximativo, no científico, opuesto al verdadero saber) y Razón (el pensamiento científico, el saber de los doctos). También San Tomás considera la opinión 27 acompañada del temor de su incerteza. Buscando la genealogía de la opinión pública, Noelle-Neumann afirma que ésta es un fenómeno de naturaleza pancultural que se encuentra en todos los pueblos y en todas las épocas. Pone el origen de este fenómeno hace 2000 años y recuerda como Cicerón en el 50 a.C hablaba de opinión pública a su amigo Attico. Otros pensadores que hacen referencia son: Justiniano, Erasmo de Rotterdam (habla de “opiniones publicae”), Montaigne, Rousseau. Otros conceptos que en parte son sinonimos y que fueron usados en literatura y filosofía: leyes no escritas (Tucídides, Aristóteles), reputación (Maquiavelo, Richelieu, Locke), vox popoli (Antiguo Testamento), publica voz (Maquiavelo), voix du peuple (Bodin), voix publique (Montaigne, Richelieu).28 No se puede identificar la palabra opinión con la palabra juicio. El juicio porta consigo un grado de securidad que falta, generalmente, en la opinión. De hecho, quien se forma una opinión lo hace sin que eso comporte un bagaje de conocimientos, profundizaciones, empujado más de una natural tendencia o de la necesidad de tomar posición, cuando está 29 en juego un interés personal o colectivo, más o menos relevante. Para Giovanni Sartori las opiniones son convicciones débiles y variables que si 27 28 29 Cf. Adriano ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, Roma, LAS, 2006, 13-14. Cf. Elisabeth NOELLE-NEUMANN, Chiave lessicale per una teoria dell'opinione pubblica, in Stefano CRISANTE, L'onda anonima, Roma, Meltemi, 2004, 204. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 5. 25 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL se vuelven profundas y radicadas se llaman creencias.30 El término opinión ha asumido en el curso del tiempo, dos significados diferentes: aquel de un juicio superficial y aquel de reputación, fama, consideración, aquello que se representa en la opinión de los otros.Hobbes, por ejemplo, ha metido en la esfera del opinar también los actos de la fe, además de los juicios y las creencias. Locke a su vez ha identificado tres leyes generales que informan el comportamiento humano: la ley divina, la ley civil y la ley de la opinión o reputación, esta última entendida como aprobación social.31 Hume ha afirmado que el verdadero fundamento de cada gobierno es la opinión de 32 gobernados. En cuanto al termino “público”, se puede decir que esta presente en la expresión como adjetivo. En tal sentido indica eso que se “hace público”, de propiedad del estado, o accesible a todos y que tiene que ver con las cuestiones de interés común. Denota también el conocimiento difundido, la notoriedad.33 Walter Privitiera nos recuerda que “la noción de 'público' se caracteriza siempre cada vez más por la connotación semántica que la opone a 'secreto'; el público es eso que es abierto a todos, eso que es 34 accesible y controlable.” Pero la opinión es pública, cuanto hace referencia a un “público”, entendido como sustantivo, es decir, como un conjunto de individuos, una colectividad. 1.2. Los tres significados de la expresión según Vitaliano Rovigatti El estudioso italiano, indica tres aspectos fundamentales del fenómeno: subjetivo, instrumental y objetivo. En sentido subjetivo, la expresión viene usada para indicar un cierto “público”, el conjunto de las personas portadoras de una determinada opinión pública. En tal sentido se puede hablar de opinión pública francesa, italiana, o pública trabajadora, campesina refiriéndose al sujeto colectivo portador de una determinada 30 31 32 33 34 26 Cf. Giovanni SARTORI, Homo videns, Roma-Bari, Laterza, 2007, 44. Cf. Jürgen HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 104-106. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 15. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 4. Walter PRIVITERA, Sfera pubblica e democratizzazione, Roma, Laterza, 2001, 56. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS opinión pública. En sentido objetivo, la expresión “opinión pública” no se refiere más al público portador, sino al producto formal del proceso psicocolectivo propio de un público. Una realidad objetiva, capaz de ser examinada en su naturaleza, en sus elementos componentes, en sus evoluciones. En sentido instrumental, se habla de opinión pública en referencia a los medios con los cuales se facilita el nacimiento o a través de 35 los cuales esta se manifiesta: prensa, radio, cine, televisión, comicios, etc. En este libro haré referencia a los tres aspectos del fenómeno, el más relevante -preliminarmente- es el objetivo, mientras las consideraciones sobre su proceso formativo llevarán a considerar también la dimensión subjetiva y aquella instrumental. Esta última se convertirá después en el objeto principal en relación a la preponderancia asumida del fenómeno de la digitalización. Bajo el perfil objetivo, la opinión pública se presenta como el producto formal del proceso psico-colectivo propio de un público. Y es esta síntesis propuesta por Rovigatti habrá que profundizar ulteriormente el concepto de opinión pública examinando las contribuciones de los estudiosos que se han ocupado del fenómeno. Rovigatti propone una articulación de la realidad objetiva de la opinión pública, capturando dos significados distintos: opinión pública juicio, opinión pública matriz. La opinión pública “juicio”, afirma Rovigatti: Participa –al menos en la gran mayoria de los casos– de la naturaleza misma de la opinión pública individual: es decir, no tanto un juicio formulado sobre la base de un examen crítico de quien está en posesión de suficientes datos para hacerlo, sino toma de posicion diversamente motivada que implica un fuerte empeño de parte del individuo, el cual, 36 una vez expresa su opinión, la defiende para defender el propio yo. 35 36 Cf. ROVIGATTI, Scienza dell'opinione pubblica, 36. ROVIGATTI, Scienza dell'opinione pubblica, 39. 27 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL La opinión pública “juicio” tiene además una determinada configuración en razón del estímulo (evento, declaración, situación, etc.), del cual se viene a conocimiento, en razón del precedente estado de 37 opinión pública (opinión pública matriz). El recurso a la palabra “juicio”, por otra parte, puede ser fuente de una cierta confusión, en cuanto al termino implica no ya un conocimiento necesariamente profundo, más bien, un valoración más o menos superficial (“opinión”); sin embargo, formulada, expresa, independientemente de su fundamento en términos de conocimiento, competencia y racionalidad, con referencia a la distinción (y a la oposición) platónica entre doxa (pensamiento discursivo, valoración aproximativa) y razón (el saber, fundado en un madurado criterio de profundización).38 Afirma Zanacchi: La opinión se presenta en otras palabras, como la expresión de un “punto de vista” (favor, e contra, o tambien indiferencia) sobre un hecho o problema polémico, caracterizada de una carga afectiva que frequentemente es inversamente proporcional a su dimension cognitiva, que le confiere una fuerte radicalidad y una típica tendencia 39 defensiva. Giorgio Grossi, después de haber examinado, junto a lo propuesto por Habermas, los modelos o paradigmas interpretativos de la opinión pública elaborados por Lippmann, Luhmann, Noelle-Neumann y Crespi, e incluso afirmando de haber “contribuido a disolver en parte muchas de las nebulosas que envuelven todavía el fenómeno en cuestión”, admite que permanecen aún sobre el tapete muchas cuestiones sin resolver y muchos interrogantes privados de la adecuada convalidación y de verificación empírica: Cuestiones e interrogantes que reenvían, de un lado, a una carencia de definición profunda y detallada de la public opinion misma – pero que cosa es, en definitiva: ¿una idea, un valor, una fuerza, una institución, un actor virtual una estrategia discursiva, un artefacto manipulativo? Cuestiones e interrogantes que reenvían a la carencia de una definición 37 38 39 28 Cf. ROVIGATTI, Scienza dell'opinione pubblica, 39. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda Roma, 13-16. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda Roma, 13. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS comúnmente compartida, a la fallida explicitación de la referencia social del fenómeno, es decir a la identificación concreta de sujetos, aparatos, procesos y contextos que hacen posible su formación, 40 activación y posible influencia. 1.3. Walter Lippmann, el psedoambiente y la influencia de los medios Llamamos sumariamente asuntos públicos aquellos aspectos del mundo externo que tiene que ver con el comportamiento de otros seres humanos, en cuanto este comportamiento se cruza con el nuestro, dependa de nosotros, o nos interese. En cambio, las imágenes que están en la mente de estos seres humanos, las imágenes de sí mismos, de otros, de sus necesidades, de sus intenciones y de sus relaciones, son sus opiniones públicas. Las imágenes en base a las cuales actúan grupos de personas, o individuos que actúan en nombre de grupos, constituyen la Opinión Pública con las iniciales 41 mayúsculas. Walter Lippmann (1889-1974) es considerado uno de los pioneros en los estudios sobre la opinión pública. Su obra fundamental en materia es “Public Opinion” publicada en el 192242 que ha introducido el término y el 43 tema en las ciencias sociales y propone una concepción pesimista del fenómeno. Él subraya la importancia como fuente de influencia sobre las decisiones políticas, pero describe negativamente las modalidades de formación. La imagen de la realidad que se forma en la mente de los individuos es obra de los medios. Lippmann subraya la importancia de la prensa en la producción de las “imágenes” que contribuyen a la formación de la opinión pública. Afirma, que los periódicos contribuyen a la construcción de un pseudo-ambiente y alimentan los estereotipos sociales. 40 41 42 43 Giorgio GROSSI, L'opionione pubblica, Roma, Laterza, 2004, 78. Walter LIPPMANN, L'opinione pubblica, Roma, Donzelli Editori, 2004, 22. In Italia il volume è stato pubblicato nel 1963. Cf. Judith LAZAR, L'opinion publique, Paris, Dalloz, 1995, 33. 29 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL “Se admite universalmente que la prensa es el medio principal de contacto 44 con el ambiente que esta fuera de nuestro campo visual.” De hecho, los mass media ofrecen los elementos cognoscitivos con base en los cuales los sujetos toman decisiones y actúan. Los mass media juegan un rol relevante no solo en el suministrar información sobre eventos, sino sobre todo, en ofrecer las referencias contextuales al interno de los cuales dar sentido a los 45 eventos. Pero Lippmann sostiene que “no existe alguna prospectiva que en un futuro previsible el ambiente invisible se vuelva todo así claro a los individuos de permitirles de arribar espontáneamente a opiniones 46 públicas sensatas sobre todo aquello que tiene que ver con el gobierno.” Zanacchi menciona que el periodista americano manifiesta su pesimismo cuando afirma que la libertad de los ciudadanos no es de hecho una garantía de objetividad en la opinión pública moderna, desde el momento en el cual la realidad es un mundo desconocido.47 Además, el estudioso americano subraya la presencia y la fuerza de los estereotipos como un elemento importante en el proceso de formación de la opinión pública. Afirma de hecho: Y así... examinaremos ante todo algunos de los motivos por los cuales la imagen interna a menudo engaña a los hombres en sus relaciones con el mundo externo. En primer lugar, consideraremos los principales factores que limitan su acceso a los hechos. Son las censuras artificiales, las limitaciones de los contactos sociales, el tiempo relativamente escaso que cada día se puede dedicar a seguir los asuntos públicos, la distorsión producida por la necesidad de comprimir los hechos en mensajes brevísimos, la dificultad de exprimir un mundo complicado con un pequeño vocabulario, y en fin el miedo de afrontar aquellos hechos que parecerían amenazar el habitual desarrollo de la vida de los individuos. 44 45 46 47 30 LIPPMANN, L'opinione pubblica, 231. Cf. Sara BENTIVEGNA, Teorie delle comunicazioni di massa, Roma-Bari, Laterza, 2003, 100. LIPPMANN, L'opinione pubblica, 225. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 85. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS El análisis pasará luego de estos límites más o menos externos al problema de cómo este corriente de mensajes provenientes del externo venga influenciado por las imágenes colocadas en la mente, de los preconceptos y de prejuicios que interpretan, completan y a su vez fuertemente direccionan el movimiento de nuestra atención y nuestra misma visión.48 Según Lippmann, la relación entre individuos y realidad no es ni descontado ni espontáneo: el conocimiento, el acceso a la información, la elaboración de imágenes mentales que dan origen a las opiniones es un proceso de construcción de la realidad en la cual entran en juego factores diversos. A eso se agrega que la base 49 cognitiva de la opinión está representada por el estereotipo. Como ha observado Elisabeth Noelle-Neumann, Lippmann “descubre el elemento constitutivo más importante de la opinión pública, la cristalización de las concepciones y de las opiniones en el estereotipo 50 emotivamente cargado”. Se trata de un factor negativo, del momento que los estereotipos “transmiten inmediatamente asociaciones negativas o, en algunos casos, positivas. Estos guían las percepciones; atraen la atención sobre determinados elementos –por lo general negativos– y llevan a la percepción selectiva.”51 No hay tiempo ni la posibilidad para un conocimiento profundo. Es así que nos limitamos a mirar un rasgo, que caracteriza un tipo bien conocido, y llenamos el resto de la imagen gracias a los estereotipos que llevamos en la cabeza... Imaginamos la mayor parte de las cosas antes de tener una experiencia. Y estos preconceptos, si no hemos sido advertidos por la educación, inciden profundamente en el entero proceso de percepción.52 La aceptación de los estereotipos se lleva a cabo por una especie de economía mental que el estudio de las actitudes ha puesto claramente en 48 49 50 51 52 LIPPMANN, L'opinione pubblica, 23. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 54. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 237. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 247. LIPPMANN, L'opinione pubblica, 68. 31 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL luz. El pensamiento implica categorizaciones, gracias a las cuales los individuos clasifican sus experiencias y evitan reflexionar sobre cualquier aspecto de la realidad. Es un ahorro en el esfuerzo de reflexión y de comprensión. Lippmann ha tenido el mérito de detectar que nuestras opiniones cubren un espacio más amplio, un tiempo más largo, un número mayor de cosas de cuanto podemos directamente observar. Con sus generalizaciones y sus esquematizaciones, los estereotipos proveen una especie de guía para las actitudes y promueven “una integración en el grupo” desde el momento que comparten las mismas creencias representa 53 un fuerte ligamen y una fuente de seguridad. Afirma: “nos sentimos a nuestras anchas; estamos insertos; somos miembros; sabemos como comportarnos. Encontramos la fascinación del familiar, del normal, del seguro;”54 En ámbito lingüístico, el termino estereotipo, es usado para indicar expresiones y palabras a las que se recurre y en las cuales se reflejan opiniones y prejuicios, en general negativos, respecto a personas, grupos, categorías profesionales, etnias.55 “Una actitud fuertemente estructurada fundada sobre una base cognitiva débil, frecuentemente distorsionada, y 56 fuertes valencias emotivas.” Elisabeth Noelle-Neumann ha apreciado el pensamiento de Lippmann, definiendo su “Public Opinion” “un libro revelación”, incluso relevando “débil” la definición que da de la opinión pública. Desenmascara el autoengaño racionalista sobre el modo en cual los hombres del mundo moderno se informan, juzgan e actúan de consecuencia: con madurez y tolerancia. Observando, pensando y juzgando, como científicos involucrados en un esfuerzo incesante de captar la realidad en un modo objetivo, sostenidos en los mass media. El opone a esta ilusión otra realidad, mostrando como la gente se hace ideas, eso que esta captura en un mensaje, como lo reelabora, como lo 53 54 55 56 32 Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 190. LIPPMANN, L'opinione pubblica, 117. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda,185. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 186. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS hace circular. Lippmann ilustra, como de paso, fenómenos que las ciencias sociopsicológicas empíricas y la comunication research llevarán a la luz, trozo a trozo, solo decenios más tarde. En el texto de Lippmann no he encontrado una sola idea sobre el funcionamiento de la comunicación que no hay sido después confirmada y reconfirmada en el minucioso trabajo de los trabajadores y de la investigación sobre el 57 campo. En el trabajo de Lippmann, emerge la importancia de la opinión pública como fuente de influencia sobre las decisiones políticas y la descripción de las dinámicas formativas del fenómeno, trae conclusiones pesimistas, procedentes –y con mucho realismo, como subraya la NoelleNeumann– de la “diferencia entre las percepciones originales que un hombre puede tener y aquello que él viene a saber a través los otros, sobre todo a través los mass media”, un fenómeno del cual él no se da cuenta aunque tienda a apropiarse de eso que aprende para adaptar las propias ideas, así que “también la influencia de los mass media se convierte en gran parte inconsciente.”58 Lippmann trata el tema de la selección que sucede en la producción de las informaciones y por lo tanto el fenómeno del gatekeeping. El periódico es el resultado de una entera serie de elecciones: son los gatekeepers quienes deciden qué cosa viene difundido y que cosa, en cambio, viene “retenido”, que cosa “pasa” y que cosa “no pasa” a través las puertas de la información, sobre la base de eso que emerge de los sondeos. De la selección nace aquello que Lippmann ha llamado “pseudo-ambiente”, mientras la NoelleNeumann intitula uno de los parágrafos de su libro “eso que no viene reportado no existe”: la realidad de la cual los medios no se ocupa “tiene mínimas posibilidades de entrar a hacer parte de la realidad percibida de 59 los contemporáneos.” Giorgio Grossi afirma que Walter Lippmann, subrayando la naturaleza cognitiva del proceso, que en la formación de la opinión pública hay factores que substituyen un ambiente familiar y compartido, con un pseudo-ambiente, a cuya determinación contribuyen 57 58 59 NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 236. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 239. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 245. 33 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL la propaganda política, la prensa, los intereses individuales, el egocentrismo, la manipulación simbólica, la experiencia de mundos y 60 realidad no más directa. A la visión sustancialmente pesimista de Lippmann se contrapone aquella de Charles Horton Cooley (1864-1929), para quien la prensa constituye un instrumento para formar y hacer crecer el público.61 El considera la opinión pública no un simple agregado de valoraciones individuales, sino una organización, un producto cooperativo de comunicación y de recíproca influencia e individua la razón de ser de la opinión pública en el “espíritu democrático”. El concibe la opinión pública como una fuente de la democracia pluralista, fruto de una autodirección deliberada y no de la discusión de una “casta”. Menciona Zanacchi que a su vez el filósofo y pedagogo John Dewey ha movido contestaciones al trabajo de Lippmann. El contesta que la opinión pública se manifieste solo cuando los individuos poseen representaciones correctas sobre el ambiente. Según él, esta emerge de las discusiones activas 62 en la vida de la comunidad. Aquello que falta, según Dewey, no es debido al hecho que las noticias ofrecen una representación inexacta de la realidad, como denunciaba Lippmann, desde el momento que su objeto no es de representar o de informar, sino de estimular la curiosidad. Eso que falta, según el filosofo, es el medio que permitirá elaborar este tipo de conversación: instituciones de la vida pública gracias a las cuales el público podría estar informado y que les permitiría de hacerse una opinión. El problema no es que no se disponga de una prensa eficaz, sino que no se poseen hábitos vitales, es decir capacidades de seguir un argumento, de aferrar el punto de vista del otro, de ampliar los límites de la comprensión, de debatir objetivos alternativos. La crítica de Dewey a Lippmann, está basada en que éste considera al público como un conjunto de espectadores pasivos más que actores que participan a acontecimientos.63 Dewey insiste sobre el rol activo de los individuos en el proceso de información y de 60 61 62 63 34 Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 55. Cf. PRICE, L'opinione pubblica, 27. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 192. Cf. LAZAR, L'opinion publique, 39. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS conocimiento. Dewey pone en duda también la valoración de Lippmann acerca de la imposibilidad de una opinión pública “competente”.64 Por esto confía en la educación, en el mejoramiento de las modalidades y de las 65 condiciones del debate, de la discusión y de la persuasión. Sin embargo, él no ha dejado de observar que los medios pueden provocar serios daños sociales como la erosión de los valores comunitarios y el alejamiento de las masas de la vida política y democrática.66 Como se puede ver, el estudio sobre los efectos de la comunicación de masas no hay que polarizarse sobre la contraposición entre una visión pasiva y una activa del público en sus relaciones con los medios y entre la capacidad de los medios de favorecer la libertad y el desarrollo de la vida democrática, o de actuar como instrumento de condicionamiento y manipulación. Tales contraposiciones se verificaran también en la consideración de opinión pública y en la elaboración de las teorías que a ella se refieren.67 1.4. Jürgen Habermas y la esfera pública Jürgen Habermas (1929- ) ocupa un puesto relevante en el análisis historico-político de la opinión pública, que él considera como expresión de una epoca precisa, en la cual se forma y se consolida la “esfera pública” burguesa. Su concepción del fenómeno, es históricamente ligada a la desaparción de la arbitrariedad del poder absoluto y a la afirmación de la burguesía y favorecida por el desarrollo de la alfabetización y de la prensa. El análisis de Habermas tiene una visión eminentemente política de la opinión pública, que caracteriza gran parte de sus estudios. En sentido contrario se pueden citar Rovigatti, Mazzoleni y Grossi. Según Rovigatti “no hay de hecho motivos para no considerar la existencia de una opinión pública deportiva, religiosa, entre otros”;68 Gianpietro Mazzoleni, a su vez, 64 65 66 67 68 Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 193. Cf. PRICE, L'opinione pubblica, 28. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 193. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 193. ROVIGATTI, Scienza dell'opinione pubblica, 13-14. 35 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL hace alusión a Dahlgreen y a la distinción de la noción de esfera pública de Habermas en “cultural” y “política”: “la primera es aquella en la cual circulan las ideas y las discusiones sobre la literatura y sobre las artes y no es necesariamente en relación con la democracia y la política”69 Grossi, sostiene que: No solo en el ámbito estrictamente político –aunque si sobretodo en este, en cuanto conectado a las decisiones autoritarias y a la gestión de los recursos materiales y simbólicos– sino también en muchos otros campos, de la economía a la finanza, de la justicia a la ética, de la religión al lifeworld, la opinión pública se convierto al mismo tiempo punto de referencia normativo y terreno de competición entre valores, intereses y pulsiones, sea individual que de grupo”.70 Según la línea interpretativa histórico-crítica de Habermas, la opinión pública constituye un instrumento de control y estímulo sobre la acción del gobierno. Esta es la voz de la sociedad civil, de aquella nueva clase social que basa su riqueza sobre el comercio y que se contrapone al soberano absoluto y a la aristocracia de la tierra sobre cuyos intereses se engrana el entonces dominante sistema político de la sociedad. La idea de opinión pública, como ha puesto en evidencia Paolo Mancini, nace con el pensamiento iluminista, se desarrolla con los fisiócratas y luego con los teóricos del liberalismo. Locke, en el Ensayo sobre el intelecto humano publicado en el 1690, habla de una Law of Opinion and Reputation que se impone, en cuanto ley común a los hombres, que regula su comportamiento y su coexistencia. En el curso de las luchas contra el Parlamento en Inglaterra y en las ideas de los padres fundadores de los Estados Unidos aparece la expresión public spirit mientras los iluministas franceses hacen referencias a la volonté générale. La dicción de public spirit, observa todavía Mancini, es muy usada en los escritos políticos y de usanzas que aparecen en los periódicos ingleses del 1700 (The Spectator y The Craftsman). Al lado de los periódicos nacen y se desarrolla algunos círculos donde, como en los cafés, en los teatros, en los salones de las casas privadas, se reúne la naciente burguesía. Los nuevos burgueses hablan de sus propios 69 70 36 Gianpietro MAZZOLENI, La comunicazione politica, Bologna, Il Mulino, 2004, 17. GROSSI, L'opinione pubblica, 127. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS negocios, pero desarrollan también una cultura y una sensibilidad nuevas, un pensamiento y una filosofía política. Generalizan e universalizan las propias peticiones económicas en el nombre del public spirit. Para Rousseau, la opinión pública, como voluntad general, se convierte en una entidad que tiene que ver con la comunidad en su conjunto. Esta es un dato universalista que deriva de los singulares privados y que todos los incluye. Pero en Rousseau hay diferencia entre voluntad general y opinión pública: la primera es impresionista, primordial, equivale al sentido común, nace de la relación con el sentir de los componentes de la comunidad, no implica alguna reflexión o interpretación. En Rousseau hay la separación entre voluntas (la voluntad general) y ratio (la opinión pública) que vendrá superada solo con Kant en el ensayo de 1795, Per la pace perpetua. Progetto filosofico. El filósofo alemán habla de publicidad come raíz de la opinión pública. Esta existe a partir de la posibilidad de desvelar y superar la lógica de los arcana imperii que dirige todas las elecciones del poder absoluto, determina la necesidad de conocer e indagar las elecciones políticas por este último operadas y sus motivaciones. La publicidad no es solo un principio ético, sino también jurídico: no existe derecho si este no presupone la posibilidad de la publicidad. La política podrá ser moral solo junto a la publicidad. Los gobernantes serán obligados a gobernar según justicia solo si las propias acciones podrán ser continuamente controladas a través de la publicidad. Según Habermas, en cambio, la opinión pública es el producto de la discusión entre los iluminados, es el fruto de los encuentros de salón, de teatro, de club. Ésta nace de la discusión entre los iluminados y se funda en la racionalidad de las argumentaciones.71 Es un fenómeno comunicativo de un conjunto de sujetos privados, los burgueses, que se reúnen en público, que discuten y luego hacen visibles peticiones, exigencias y necesidades. Se adopta un concepto clásico, aristocrático, de la opinión pública, como expresión de una época precisa, correspondiente a la opinión pública burguesa. Pero el público al cual hace referencia es solo 71 Cf. Paolo MANCINI, Opinione pubblica, in Franco LEVER - Pier Cesare RIVOLTELLA – Adriano ZANACCHI (Eds.), La comunicazione. Il dizionario di scienze e tecniche, Roma, Elledici, Rai-Eri, LAS, 2002, 843-846. 37 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL una parte de la colectividad, que esta en grado de razonar y debatir sobre los hechos de importancia pública y que se ponen como interlocutores de los poderes públicos.72 La opinión pública no trae legitimación de la acrítica aplicación de una oscura voluntas, basada en arcana imperii, sino más bien de la disquisición informada que se basa en normas y leyes examinadas con el criterio de la ratio.73 La racionalidad contra la praxis de los arcana imperii se ha desarrollado en conexión con el público debate de los privados. Otra característica de la esfera pública burguesa es la publicidad. Como los arcana imperii sirven al mantenimiento del poder fundado sobre la voluntas, así la publicidad debe servir a la instauración de una legislación fundada sobre la ratio.74 El principio de publicidad, que Habermas asume de Kant, es fundamental para la pública exposición, discusión y debate de le ideas. Según él, la publicidad se realiza no solo en la república de los doctos, 75 sino en el uso público que todos saben hacer de la razón. Se entrevé, por primera vez, una clase muy activa destinada a jugar un rol de primer plano en enfrentamiento de los poderes: la burguesía, para la cual se vuelven fundamentales instrumentos los primeros órganos de prensa entre los 76 cuales los periódicos nacidos en el XVII como hojas de noticias. Los burgueses son el verdadero exponente del público que desde el principio es un público de lectores y que poco a poco se interesa en temas económicos para luego llegar a hablar de los temas políticos.77 Habermas menciona que: En este estrato directamente involucrado y cointeresado por la política mercantilista, la autoridad suscita una resonancia que hace el pubblicum, la abstracta contraparte del poder público, consciente de si como interlocutor, como público de aquella naciente esfera pública burguesa que se va ahora formando.78 72 73 74 75 76 77 78 38 Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 66. Cf. Marino CAVALLO, La comunicazione pubblica tra globalizzazione e nuovi media, Milano, Francoangeli, 2005, 27. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 63. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 122. Cf. CAVALLO, La comunicazione pubblica tra globalizzazione e nuovi media, 26-27. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 84. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 29. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS La visión de Habermas permanece en un periodo histórico-político. Sostiene, que la opinión pública viene a perder todo valor con la afirmación de la comunicación de masa. Para el hoy, la opinión pública, argumentada y discutida en el debate público, no es más configurable como consecuencia de la influencia deformante de los mass media. En una sociedad caracterizada por la influencia de la cultura de masa, no es más posible la formación de una opinión pública no manipulada.79 El demuestra la prensa que poco a poco se comercializa, se vuelve 80 manipulable y abre las puertas a la esfera pública de intereses privados. Por lo tanto, si la opinión pública está constituida por el libre y público debate sobre los problemas públicos, hoy no lo es, a causa de la influencia deformante de los mass media:81 “En una sociedad caracterizada por la influencia de la cultura de masa, no es posible la formación de una opinión 82 pública que no sea manipulada a través de los medios.” La crisis de la esfera pública se vuelve aguda y profunda con el nacimiento de la sociedad de las comunicaciónes de masa. Las libres discusiones, el pensamiento crítico, los espacios y los lugares de discusión de las opiniones pierden centralidad y relevancia. Los mass media trasfieren en el mundo de las ideas y de la política las lógicas mercantiles, publicitarias y comerciales típicas de la industria y del 83 sistema de producción capitalista. Pero también por el efecto de las public relations, según los criterios del management, la esfera pública, es ahora para Habermas bajo el patronato o dominio de las administraciones, de las asociaciones, de los partidos.84 Al respecto afirma Privitiera: Se podría entonces reformular la intuición habermasiana de la no coerción de la esfera pública afirmando que la esfera pública es un 79 80 81 82 83 84 Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 64-65. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 213-214. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 64. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 65. CAVALLO, La comunicazione pubblica tra globalizzazione e nuovi media, 9. Cf. HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 227. 39 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL ámbito en el cual, a diferencia del lenguaje de todos los días, no es posible avanzar, según las circunstancias, pretensiones de validez o también pretensiones de poder. En la esfera pública son admitidas solo pretensiones de validez... no es posible avanzar pretensiones de poder (amenazas, chantajes, etc.).85 Para Habermas la opinión pública, de instrumento de crítica racional operada por los burgueses que discuten en público de los asuntos de interés general, se ha transformado, con la llegada de las modernas sociedades de masa, en “opinión pública receptiva”. La difusión de los instrumentos de comunicación de masa comporta un proceso de comercialización de la opinión pública. Su construcción se convierte un affare: ésta viene reducida a simple instancia receptiva de información, juicios, interpretación producidas y vehiculadas con fines comerciales. Al mismo tiempo, la ampliación del estado, y en modo particular el nacimiento y desarrollo del estado social, implican la restricción de los espacios que en el originario modelo liberal eran destinados a la acción y a la espontánea organización de los privados. Las tareas de producción y gestión de la comunicación vienen así sustraídos a los privados y asignados al estado determinando, afirma Habermas, un proceso de “refeudalización” de la esfera pública. Ésta vuelve a ser aquello que era en el medioevo, una instancia meramente representativa en la cual el poder, ahora el estado 86 social, despliega sus símbolos y su comunicación. Habermas, sin embargo, ha terminado no excluir una opinión pública también en las democracias de masa: en definitiva, retiene sólo la afirmación como fenómeno formado por un “público que razona a un público que se limita a aclamar” Observa: Que una opinión pública se forma mucho mas fácilmente con la discusión racional de grandes corrientes de opinión diversas que chocan al interno de la sociedad civil, en lugar que una masa de sentimientos, de opiniones no claras, de ideas que se esfuerzan de volverse populares, del tipo de aquellas que difunden los mass media. Por 85 86 40 PRIVITERA, Sfera pubblica e democratizzazione, 102. Cf. MANCINI, Opinione pubblica, 843-846. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS tanto, es necesario estar de acuerdo que la opinión pública tiene hoy mucha más dificultad de afirmarse.87 Es posible en una sociedad compleja solamente si al interior de las organizaciones que la componen se actúa una dinámica de comunicación participativa y pública. Al respecto subraya Zanacchi: Esto requiere, como parece evidente, una circulación de información alejada de cualquier tipo de condicionamiento y realmente pluralística, acompañada de una autentica voluntad de animar la confrontación, la crítica, el debate. Pero el estudioso alemán, registrando el fenómeno de la “activación periodística” de oficinas, partidos y organizaciones, exprime un juicio muy duro, en particular, sobre las relaciones públicas, en cuanto tienden a penalizar la “pública discusión”, y más en general, la “publicidad”, la libertad del debate “según el modelo liberal” y 88 manipulando en tal modo la esfera pública. 1.5. Niklas Luhmann y el funcionalismo de la opinión A Niklas Luhmann (1927-1998) se debe la consideración de la opinión pública fundada sobre las funciones que esta ejercita en la sociedad. Adopta un claro enfoque funcionalista, según el cual las comunicaciónes de masa vienen analizadas en relación no ya a los efectos producidos, sino a las funciones (manifiestas o latentes) o a las disfunciones que son activadas. La primera consecuencia es el abandono de una llave de lectura individuada en la intencionalidad de la comunicación, en la búsqueda de efectos, manipulación, persuasión o influencia. La segunda consecuencia es una búsqueda que parte de una situación normal de los medios al 89 interno de una sociedad. El rol de los medios de comunicación de masa, es aquel de permitir conocer el ambiente porque “aquello que sabemos de la sociedad nuestra, y en general del mundo en el cual vivimos, lo sabemos de los mass media”;90 y de tematizar la complejidad porque “el éxito de los mass media en toda la sociedad se basa en su capacidad de imponer la 87 88 89 90 HABERMAS, Storia e critica dell'opinione pubblica, 274. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 65-66. Cf. BENTIVEGNA, Teorie delle comunicazioni di massa, 55. Niklas LUHMANN, La realtà dei mass media, Milano, FrancoAngeli, 2000, 15. 41 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL aceptación de los temas, y esta es independiente del hecho que se asuma 91 una actitud positiva o negativa hacia la información.” El rol fundamental de los medios consiste en el orientar la tematización, es decir, en el establecer la agenda de los argumentos que se vuelven objeto de interés, de confrontación, de discusión. Es a los medios que se debe ver para valorar las fuerzas que pueden influenciar la formación del 92 consenso. Según Luhmann, la creciente complejidad social, entendida como exceso de posibilidad, reclama al sistema el recurso continuo a la selectividad, para reducir la complejidad externa (ambiente) e interna (sistema). La opinión pública según la prospectiva del funcionalismo 93 parece responder al problema de la contingencia. Se encuentra, una vez más, la idea de una esfera pública en la cual los temas organizan y hacen posible la discusión pública, actúan como selectores de expectativas, son estructuras de reducción de la complejidad que delimitan, por extensión y 94 por número, las posibilidades de discusión. La esfera pública o “publicidad” para Luhmann, que en esto se aleja de la visión de Habermas: No es más aquel ámbito de la sociedad civil que se interpone entre el Estado y los privados en su dimensión intima y familiar, y que permite el nacimiento desde abajo de opiniones, ideas, discursivamente y racionalmente enunciadas por los singulares citadinos reunidos en público; por tanto no representa mas una dimensión al tempo mismo emancipativa y crítica, general y racional, autodirigida y distinta de las 95 instituciones estatales. Según este enfoque teórico, la opinión pública no puede ser considerada simplemente como un fenómeno políticamente relevante, sino ser pensada como estructura temática de la comunicación pública, se debe concebir funcionalmente, como instrumento auxiliar de selección en 91 92 93 94 95 42 LUHMANN, La realtà dei mass media, 28. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 72-73. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 63. Cf. Rolando MARINI, Mass media e discussione pubblica. Le teorie dell'agenda setting, Roma, Laterza, 2006, 101. GROSSI, L'opinione pubblica, 64. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS un modo contingente.96 En la visión de Luhmann “la opinión pública de variable independiente del proceso democrático se vuelve –en la óptica funcionalista y de la teoría de los sistemas –variable dependiente de los procesos de comunicación política, instrumento y procedimiento para la 97 reducción de la complejidad social.” En síntesis, como afirma Marini: A Luhmann se debe la reformulación del concepto de opinión pública con referencia a la complejidad social. La opinión pública no es entendida como sujeto colectivo capaz de pensar y actuar, sino como estructura delegada a entrar en los flujos comunicativos de la sociedad aquellos objetos generales de discusión, los temas, destinados a establecer la naturaleza y los confines de aquello que es posible hacer: delegada es decir a dar vida a procesos de tematización, que están a la base de las definiciones de relevancia.98 Para Luhmann, debe considerarse superado, a causa de las profundas transformaciones de la sociedad, el concepto clásico de opinión pública, ligado a pequeños círculos de discusión, en los cuales los hombres se pueden encontrar y donde buscan de conquistar el consenso con la fuerza de las argumentaciones.99 No interesa tanto el rol de la opinión pública como control crítico sobre las acciones de los gobernantes, cuanto su función de simplificación de la complejidad social y de agenda temática. Los temas de la comunicación, son de importancia primaria en cuanto “actúan como reglas para la continua actualización de expectativas en las interacciones concretas y guían, en tal modo, la formación de las 91 92 93 94 95 96 97 98 99 LUHMANN, La realtà dei mass media, 28. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 72-73. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 63. Cf. Rolando MARINI, Mass media e discussione pubblica. Le teorie dell'agenda setting, Roma, Laterza, 2006, 101. GROSSI, L'opinione pubblica, 64. Cf. Niklas LUHMANN, L'opinione pubblica, in Stefano CRISANTE, L'onda anonima, Roma, Meltemi, 2004, 149. GROSSI, L'opinione pubblica, Roma, Laterza, 2004, 62. MARINI, Mass media e discussione pubblica. Le teorie dell'agenda setting, 101-102. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, Roma, LAS, 2006, 69. 43 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL opiniones.”100 Los temas son de carácter indeterminado y más o menos susceptibles de desarrollo, de los cuales se puede discutir y tener opiniones iguales, pero también diversas. “Tales temas constituyen la estructura de toda comunicación, conducida como interacción entre mas partners. Estos hacen posible una referencia común a un idéntico significado e impiden una relación verbal superficial.”101 El conjunto de los temas se inserta al interno de una lógica de reducción de la complejidad. Distingue entre attention rules y decision rules; las primeras, pertenecen al campo de los temas de la comunicación; las segundas, a aquel de la decisionalidad política. Gracias a la acción de los medios de comunicación, sus temas se imponen a la atención pública, vienen analizados, discutidos y propuestos al sistema político para que asuma sobre estos las decisiones necesarias. Los temas de opinión desarrollan así una acción fundamental 102 de simplificación. En resumen, Luhmann propone sustituir el término de opinión pública con el de tema de opinión: los temas de opinión sirven para organizar el debate público en torno a los problemas de interés general. En cuanto absuelven aquellas que el sociólogo alemán llama reglas de atención (attention rules). Éstas sirven, mediante la accion de los mass media, para imponer al sistema de gobierno los problemas sobre los cuales se lleve a cabo su función decisional (decision rules). De este modo los temas tienen 103 una función esencial simplificadora de la complejidad social. En la medida en la cual la estructura de los temas del proceso político de comunicación, que nosotros definimos con el término de opinión pública, esta en grado de cumplir efectivamente un tal prestación, esta asume la funcione de mecanismo-guía del sistema politico que no determina, es cierto, ni el ejercicio ni la formación de la opiniones, sino 104 establece los confines de eso que es de vez en cuando posible. 100 101 102 103 104 44 LUHMANN, L'opinione pubblica, 157-158. LUHMANN, L'opinione pubblica, 155. Cf. Paolo MANCINI, Manuale di comunicazione Pubblica, Roma, Laterza, 2006, 88. Cf. MANCINI, Opinione pubblica, 846. LUHMANN, L'opinione pubblica, 167. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS Luhmann invita a desencadenar la discusión de este tema del ámbito de su relevancia política para evidenciar las funciones que la opinión pública desempeña en los diferentes contextos. Aconseja abandonar la lectura historicista de Habermas, para entender cuál es la función que desempeña la opinión pública al interior de la complejidad social.105 Las dos teorías, aunque se diferencian, terminan por considerar como una fuerza de control del sistema político: respectivamente como contestación directa del poder y como proposición de los temas y reducción de la complejidad política.106 1.6. Elisabeth Noelle-Neumann y la “Espiral del silencio” A Elisabeth Noelle-Neumann (1916-2010) se debe la teoría de la “Espiral del silencio” sobre la formación de la opinión pública que, junto a la teoría de la Agenda setting, caracteriza el retorno a una concepción de los efectos fuertes de los medios. El factor que desempeña un rol fundamental en la formación de la opinión pública esta constituido por el temor al aislamiento de los individuos que los empuja a uniformarse al “clima de opinión” existente, en una continua “espiral” conformista: éstos de hecho, para no permanecer socialmente marginados, se adecuan a las opiniones dominantes. La misma Noelle-Neumann afirma que esta teoría se basa en la doble naturaleza del hombre: individual y social.107 La formación de la opinión pública se refiere, en particular, a los sentimientos de aprobación y de desaprobación del ambiente y, sobre todo, al miedo del aislamiento del individuo. Fundamentalmente se trata de un fenómeno de imitación que no deriva de un empujón al aprendizaje, sino del temor al aislamiento respecto al pensamiento de la mayoría.108 La presión social no solo genera en los ciudadanos el miedo al aislamiento, sino que produce la voluntad de compartir, de participar, a 105 106 107 108 Cf. MANCINI, Manuale di comunicazione Pubblica, 86. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 71-72. Cf. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 25. Cf. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 84. 45 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL través del reconocimiento de una dirección cognitiva y de una orientación 109 mayoritaria que resulta positivo, atrayente y digno de aprobación. La opinión pública viene entendida como un proceso que se desempeña continuamente en la esfera pública, que se funda en la naturaleza social del hombre y asegura la construcción y el mantenimiento del consenso en sectores de importancia vital […]. La opinión pública está fundada sobre el inconsciente esfuerzo del hombre que vive en una formación social de alcanzar un juicio colectivo, a un acuerdo, cosa indispensable para poder actuar y, donde necesario, decidir. La conformidad viene recompensada, la infracción a daño del juicio concorde viene castigada. El sistema de las sanciones es más desarrollado del sistema de las recompensas, fundamentalmente se trata, por las penas, de la revocación de la simpatía, de la popularidad o 110 del respeto. La teórica alemana hace referencia a John Locke que hablaba de la Ley de la opinión (o Ley de la reputación o Ley de la moda), seguida de los individuos más que de cualquier ley divina o estatal, porque la infracción de la ley de la moda pide venganza inmediata, portando inmediatamente a perdidas de simpatía y de reconocimiento por los individuos de parte del ambiente circundante. 111 En la perspectiva de la Espiral del silencio la opinión pública no es un fenómeno de carácter relacional y social por excelencia, sino conformista y consensual. El ser aceptados, ser apreciados, reconocerse en una comunidad gratifica los individuos y los empuja a evitar el aislamiento.112 No es imaginable una sociedad, hecha de hombres privados de su 113 naturaleza social, sin temor del aislamiento. La naturaleza social del hombre lo induce a temer el aislamiento, a quiere ser amado y respetado por sus similares.114 Estamos en presencia de un nuevo modo de entender la 109 110 111 112 113 114 46 Cf. GROSSI, L'opionione pubblica, 71. NOELLE-NEUMANN, Chiave lessicale per una teoria dell'opinione pubblica, 202-203. Cf. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 30. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 68. Cf. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 31. Cf. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 86. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS opinión pública que va contra el concepto tradicional de opinión pública crítica.115 La teoría de la Espiral del silencio niega de hecho la idea de la centralidad de la discusión y del debate público y no asigna a la opinión pública algún rol político, social o cultural que no sea aquel del mantenimiento del status quo, del alineamiento, del control social. Estamos lejos de la visión informada, crítica y emancipativa de Habermas, de aquella formativa de Lippmann e incluso de aquella selectiva de Luhmann.116 Según el concepto elitario la opinión pública depende de la elección del individuo si participa o se mantine fuera. En el concepto sociosicológico, que lo quiera o no, él está involucrado en el proceso. Todos son amenazados de sanciones en caso de inobservancia.117 Según la Noelle-Neumann, los individuos saben reconocer cuales opiniones resultan populares y cuales, en cambio, no comparte, y tienden a formular y a expresar las propias opiniones sobre la base de esta percepción: los individuos reconocen, entonces, el “clima de opinión”.118 “Con la hipótesis de la Espiral del silencio se afirma que la gente observa el mundo circunstante, percibe atentamente que cosa la mayor parte de las otras personas piensa y cuáles son las tendencias, cuales posiciones asumen 119 mayor peso, que cosa terminara por afirmarse.” “El clima circunda el individuo totalmente y desde afuera, no se puede escapar; pero al mismo tiempo este esta también dentro de nosotros, y ejercita su influencia sobre nuestro sentido de bienestar. La Espiral del silencio es una reacción al 120 cambio del clima de opinión.” Este concepto es fundamental en el pensamiento de Noelle-Neumann. La expresión “clima de opinión” ha sido acuñada por el filosofo Joseph Glanvill en 1661 pero Noelle-Neumann subraya la modernidad y la articulación sobre el doble terreno de las vivencias sociales y de la arena de 115 116 117 118 119 120 Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, Roma, LAS, 2006, 218. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 68-69. Cf. NOELLE-NEUMANN, Chiave lessicale per una teoria dell'opinione pubblica, 212. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media, 217-218. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 43. NOELLE-NEUMANN, La spirale del silenzio. Per una teoria dell'opinione pubblica, 136. 47 La opinión pública en los medios de comunicación DIGITAL lo mediático.121 Noelle-Neumann habla también del emerger de un “clima de opinión” dual, refiriéndose al resultado de las interacciones y de las experiencias interpersonales a nivel cotidiano y al efecto de exposición a los 122 medios. En el primer caso, el clima de opinión nace de la interacción y 123 de las experiencias interpersonales a nivel cotidiano. En el segundo, son los medios a constituir una de las fuentes principales de su activación; no sólo porque suministran informaciones útiles, sino sobre todo, porque contribuyen a la construcción de un clima de opinión secundario o agregado respecto a aquel primario, ya socialmente percibido. Eso que los 124 medios presentan como relevante, importante, termina por imponerse. Ejercitan una influencia, que puede resultar decisiva, el proceso del silencio, aunque no reflejando necesariamente la real opinión general, están en grado de representar un “clima de opinión” con base al cual los 125 singulares individuos tenderán a exprimir las propias convicciones. Los medios son los creadores de opiniones en cuanto suministran la presión ambiental a la cual los individuos responden con aquiescencia o silencio. Evidencia Mauro Wolf cómo nosotros somos casi totalmente dependientes de los medios sea para el aprendizaje de los hechos, sea para la construcción de valoraciones y de orientación en torno a los temas. Los medios suministran también representaciones directas o indirectas del público a las issues, a los temas de la agenda.126 Según este modo de ver la opinión pública eso que cuenta en la manifestación de opiniones no es su exactitud o validez, sino su adecuación social: ser aceptados, ser apreciados, reconocerse en comunidad gratifica los individuos y los empuja a evitar el aislamiento. Según Noelle-Neumann, la presión a la conformidad actúa como un fuerte vínculo social que constriñe los individuos a dos alternativas: “subir en el carro del vencedor” aceptando de compartir las orientaciones o callar y 121 122 123 124 125 126 48 Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 67. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 222. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 156. Cf. GROSSI, L'opinione pubblica, 71. Cf. ZANACCHI, Opinione pubblica. Mass media. Propaganda, 219. Cf. Mauro WOLF, Teorie delle comunicazione di massa, Milano, Bompiani, 1985, 52. Camilo CASTELLANOS CÁRDENAS encerrarse en el silencio.127 Los medios de comunicación, la televisión, sobre todo, constituyen el factor principal para comprender el “clima de opinión” prevalente. Éstos actúan negativamente también cuando limitan el debate público, del cual vienen excluidas las opiniones que no están en sintonía con el “clima de opinión”. Entra en juego, a este propósito, el factor de la manipulación que c

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