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This document details a Master's course in mediation and conflict in schools. The material provides background information, concepts, and explores the causes of conflicts in educational settings; also discusses various approaches to conflict resolution.

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MEDIACIÓN D. Jean-Henri Bouché Peris MÁSTER UNIVERSITARIO EN FORMACIÓN DEL PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA, BACHILLERATO, FORMACIÓN PROFESIONAL Y ENSEÑANZA DE IDIOMAS Este material es de uso exclusivo para los alumnos de la Universidad Internacional de Valencia. No está permitida la...

MEDIACIÓN D. Jean-Henri Bouché Peris MÁSTER UNIVERSITARIO EN FORMACIÓN DEL PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA, BACHILLERATO, FORMACIÓN PROFESIONAL Y ENSEÑANZA DE IDIOMAS Este material es de uso exclusivo para los alumnos de la Universidad Internacional de Valencia. No está permitida la reproducción total o parcial de su contenido ni su tratamiento por cualquier método por aquellas personas que no acrediten su relación con la Universidad Internacional de Valencia, sin autorización expresa de la misma. Edita Universidad Internacional de Valencia Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas Mediación 6 ECTS D. Jean-Henri Bouché Peris Leyendas Enlace de interés Ejemplo Importante Los términos resaltados a lo largo del contenido en color naranja se recogen en el apartado GLOSARIO. Índice UNIDAD DE APRENDIZAJE 1. MEDIACIÓN Y CONFLICTO ESCOLAR........................................... 7 1.1. Introducción.................................................................................................. 7 1.2. Mediación, concepto y origen.............................................................................. 9 1.2.1. El concepto de mediación. Definiciones............................................................ 9 1.2.2. El origen de la mediación............................................................................ 10 1.3. El conflicto escolar.......................................................................................... 12 1.3.1. Definición............................................................................................. 12 1.3.2. El conflicto en la escuela............................................................................. 13 1.3.3. Aproximación al conflicto escolar.................................................................. 14 1.3.4. Causas del conflicto................................................................................. 16 1.3.5. ¿Son mediables todos los conflictos?.............................................................. 18 1.3.6. Breve historia de la resolución de conflictos y la mediación...................................... 19 GLOSARIO............................................................................................................. 21 BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................ 23 5 Unidad de aprendizaje 1 Mediación y conflicto escolar Objetivos Definir el concepto de mediación y conocer sus características. Describir el origen de la mediación y su relación con la resolución de conflictos. Delimitar el conflicto escolar, sus características y causas. 1.1. Introducción En nuestra sociedad actual el conflicto parece presidir buena parte de las relaciones en el seno de la sociedad, en la familia, en el mundo laboral y en el ámbito educativo. La especial configuración de esta sociedad, caracterizada, entre otros elementos, por el hedonismo (la vida fácil), el materialismo (los recursos materiales), el consumismo (el afán desmesurado de adquisición) y el presentismo (nada puede esperar), favorece, junto a otras causas, la aparición del conflicto. La crisis actual está provocada, también, por la celeridad de los cambios, aquello que Toffler bautizó con el nombre de “principio de transitoriedad”, en virtud del cual resulta difícil asimilar las nuevas formas de conocimiento e información. 7 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar La aparición de la violencia en la escuela es, también, un hecho incontrovertible. Esto es consecuencia de ese mundo que nos rodea y absorbe. La escuela tradicional, se dice, está en crisis. Y el conflicto aparece por doquier, aunque no puede entenderse como algo irresoluble, sino más bien como parte constitutiva de la vida, no precisamente con connotaciones negativas, sino con la posibilidad inherente de resolución. Puede considerarse como una situación en la que aparecen necesidades e intereses percibidos por las partes como objetivos incompatibles, que se dan en la interacción de los individuos. No obstante, adelantamos que pueden sufrir un desarrollo y una transformación hasta desaparecer y convertir la relación negativa en positiva. Con respecto a esto, afirma Burnley (1993): “El conflicto es un modo de comunicación y una parte inevitable de nuestras vidas. Resulta inherente al proceso de cambio dentro de los individuos y en el seno de la sociedad, proceso que todas las personas pueden aprender a abordar creativamente. La educación sobre el conflicto constituye una parte esencial de la educación de la paz […] y posee consecuencias para una escolarización agradable y eficaz… “. La diversidad del conflicto es obvia: según la presencia de agresividad o la ausencia (agresivos, no agresivos), según la construcción del conflicto (incompatibles, incomparables) o según el poder de decisión de las partes involucradas (Suares, 1996). Sin embargo, pese a este panorama aparente y parcialmente desolador, en una perspectiva fatalista, de desorden, el conflicto forma parte de la interacción humana, de la convivencia entre las personas, sin que ello suponga necesariamente desembocar en la violencia o en la destrucción de las relaciones, sino que, en todo caso, puede servir, paradójicamente, para transformar estas relaciones y acercar las posturas en principio discrepantes. Debido a la complejidad de la oración anterior, sería conveniente reorganizar esta y facilitar la comprensión: Por lo tanto, puede convertirse en un elemento de concordia y constituir siempre una oportunidad para restablecer y mejorar las relaciones entre las partes. Una antigua sentencia china asocia indisolublemente la situación de “peligro” que entraña el conflicto con la de “oportunidad”. Así, desde la crisis o el conflicto y el peligro que entraña una determinada situación, puede surgir, sin duda, la oportunidad de gestionarlo, resolverlo o paliarlo, bien desde el interior de las partes afectadas, bien recurriendo a un tercero que ayuda a la resolución. 8 Mediación En este sentido, es necesario desarrollar en la escuela las llamadas “habilidades para la vida”, tendentes a la creación de un clima propicio, pacífico y saludable para lograr una mejor convivencia escolar. Entre estas habilidades (formación de un pensamiento crítico y creativo, comunicación eficaz, capacidad para la toma de decisiones, la empatía, el conocimiento, la autoestima, etc.) destaca la capacidad para resolver los conflictos de manera positiva y constructiva. Transformar, pues, el conflicto en algo positivo y enriquecedor exige el concurso de prácticas, técnicas, procedimientos y habilidades que, entre otras, pueden utilizarse en el proceso que conocemos como “mediación”, en nuestro caso, en el ámbito educativo. A ella vamos a referirnos seguidamente. 1.2. Mediación, concepto y origen 1.2.1. El concepto de mediación. Definiciones La mediación no se ha interpretado siempre, en sentido estricto, como un término unívoco, sino que, en ocasiones, han operado ciertos matices o enfoques diversos, aunque, mayoritariamente, se haya considerado como un método de resolución de conflictos. A este respecto, varios autores han incidido en el sentido de “resolución de conflictos”, como las definiciones que incluimos a continuación: “La mediación, se ha dicho, es un método de Resolución Alternativa de Conflictos (RAC), en el que un tercero –el mediador- interviene para ayudar a las personas o grupos implicados en un conflicto con el fin de lograr soluciones satisfactorias para las partes. “ “La mediación es un proceso informal en el que un tercero neutral, sin poder para imponer una resolución, ayuda a las partes en disputa a alcanzar un arreglo mutuamente aceptable” (Sara Rozenblum). “La mediación es una práctica de resolución del conflicto basada teóricamente en un funcionamiento no jerárquico ni disciplinario, más en una negociación entre las partes que en dispositivos a priori o en estatus previos” (Marie Verhoeven). “La mediación es la intervención, profesional o profesionalizada, de un experto en el conflicto que mantienen dos partes que no logran, por sí solas, ponerse de acuerdo en los aspectos mínimos necesarios para restaurar una comunicación; un diálogo que, por otro lado, es necesario para ambos” (Rosario Ortega). O, como dice Torrego (2007, p. 11): “Es un método de resolución de conflictos en el que las dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio.” 9 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar En cambio, otros autores (Boqué, 2007, p. 24) dicen textualmente: “No consideramos la mediación como un método de resolución de conflictos, sino como una aportación cultural a las sociedades del presente que no solo afronta el reto de garantizar el orden social, sino también el de celebrar la diversidad humana.“ Fórmulas generales que pueden aplicarse a campos tan diversos como el de los ámbitos familiar, laboral, comunitario, vecinal o escolar. Al comparecer las dos personas o grupos enfrentados ante un tercero se constituye, automáticamente, un locus común en el que afloran valores y significados que eran desconocidos o no existían antes de la comparecencia. No obstante, hay que apresurarse a decir que la mediación no es tanto un método de resolución de conflictos como una valiosa aportación cultural a la sociedad en el sentido de transformarlos de manera pacífica, de adoptar una posición de acuerdo, y de incidir en el crecimiento personal de las partes. Hay una cuestión indiscutible en el proceso de la mediación: la solución buscada no es impuesta por terceras personas (caso del mediador), sino creada y lograda por las partes, las cuales salen ganando, beneficiándose ambas y no como en otros procedimientos en los que una parte gana y la otra pierde. Frente a la cultura del binomio “ganar-perder” se impone la del “ganar-ganar”. Se trata, en definitiva, de transformar, cambiar las actitudes y los valores competitivos en actitudes y valores cooperativos. Sin duda, este último punto de los valores, merecería en la mediación un tratamiento especial al que, en demasiadas ocasiones, creemos que no se le ha prestado suficiente atención. Consideramos que es necesario en la familia y en la escuela educar en valores, descubrir y rescatar los valores que en estas instituciones se constituyen, tales como la generosidad, la justicia, la sinceridad, la propia forja de la personalidad de sus miembros, etc. El no compartir valores entre las partes ni considerar la misma jerarquía o polaridad y el olvidar que el ser humano es valorador por naturaleza es un hecho de probable o clara fricción. Por otra parte, lo que debe quedar claro en la mediación es que se distingue de otras técnicas, tales como la negociación, la conciliación o el arbitraje. Las diferencias son esenciales, aunque, en la práctica, a los no avezados pueda confundirles. En el primer caso, en la negociación, no interviene un tercero; la conciliación tiene lugar ante un tercero con poder coactivo; en el arbitraje interviene un tercero con poder decisorio. La mediación, por lo tanto, es bien diferente: es elegida por las partes, está orientada hacia la habilitación de las personas ante los conflictos que les afecta, y el tercero ayuda a las partes a alcanzar su propio arreglo. De la función y caracteres que ha de otorgársele al mediador se hablará más adelante. 1.2.2. El origen de la mediación Ahora bien, ¿cuándo nació la mediación y, en especial, la del ámbito educativo? La idea de la mediación no es nueva, aunque sí lo es en sus prácticas y modos de realizarla. Los relatos etnográficos nos ilustran sobre este procedimiento en tiempos y espacios culturales diversos. A este respecto, es sorprendente conocer cómo resolvían sus conflictos los beduinos, los samuráis, los hawaianos o los antiguos israelitas. También contamos con noticias de las antiguas civilizaciones de China o Japón, entre otras. Naturalmente, los 10 Mediación procedimientos de mediación en estas culturas se aplicaban más concretamente al ámbito familiar, puesto que su entrada en el campo escolar ha sido mucho más tardía, por razones obvias. Torrego (2007, p. 13) encuentra un claro precedente de la mediación en España en el ya conocido Tribunal de las Aguas de Valencia, todavía vigente, para la regulación de conflictos. Asimismo, aporta otro ejemplo como es el de las cooperativas españolas que, en el fondo, constituyen también una manera interpersonal de resolver el conflicto. Y todo ello sin olvidar la labor mediadora que en el mundo religioso se ha llevado a término, en este sentido. Otro asunto es la introducción en la escuela, más tardía, de las prácticas de mediación. Con respecto a este asunto, hay que destacar la deuda contraída con Estados Unidos, país que aplicó una incipiente mediación escolar en la década de los setenta del pasado siglo, provocada, en primer lugar, por la necesidad de resolver el incremento de la violencia aparecida en el seno de las comunidades educativas y contrarrestada, al propio tiempo, por movimientos religiosos y pacifistas. Primero, comenzó de manera formal en la década de los sesenta con la mediación familiar y el nacimiento de la llamada “Resolución Alternativa de Conflictos” (ADR, Alternative Dispute Resolution). Paralelamente, Canadá emprendió también la tarea de aplicar la mediación a la familia y, paulatinamente, a crear asociaciones para su desarrollo en distintas demarcaciones del país, ejemplo seguido por estados como Argentina, Panamá, Venezuela y otros países del área sudamericana. Europa no queda a la zaga y Francia comienza a institucionalizar la mediación en 1990; poco después, el Reino Unido, cuya ley de mediación de 1996 convierte a esta en un instrumento de reconocida utilidad. Otros países europeos como Alemania, Países Bajos, Noruega, Bélgica, Suiza, Italia, etc. regulan su implantación, concediéndole un papel relevante. Fuera de este ámbito, Israel o Australia, junto a otros estados, han seguido fielmente el ejemplo. En España hay un importante movimiento sobre la mediación (en principio, familiar) y se celebran los primeros congresos en Valencia (1999) y en Barcelona con el fin de plantear las directrices de esta nueva “disciplina”. También, anteriormente, el Gobierno Vasco establecía el Servicio de Mediación Familiar. Luego, vendrían Galicia, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Comunidad de Madrid, Principado de Asturias y el propio País Vasco, que promulgarían sus respectivas leyes. Por otra parte, en cuanto al ámbito educativo se refiere, uno de los procedimientos de resolución de conflictos propuesto e implantado por los cuáqueros en escuelas de Nueva York es el denominado programa The Children’s Project for Friends, al que seguiría en el año 1972 otro proyecto: The Children’s Creative Response to Conflict Program, todavía vigente, que ha servido para formar a un número importante de docentes. Tras ellos, otros muchos proyectos se han llevado a cabo en distintos puntos de Estados Unidos, algunos patrocinados por asociaciones que luego se unieron constituyendo el llamado NAME (Nacional Association for Mediation in Education). De los Estados Unidos esta filosofía pasó a Hispanoamérica y de ahí a España, un poco más tarde. Así, en 1993 vemos ya implantados programas de mediación en el País Vasco y en 1996 en Cataluña. Poco después, en 1997, la Comunidad de Madrid adopta el sistema y al año siguiente comienza con un fuerte despliegue dedicado a la mediación, a la formación de mediadores y a proporcionar valiosas ayudas a la comunidad educativa de su ámbito. 11 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar Hoy, las técnicas de mediación se han extendido por todo el país y están aplicándose en numerosos centros escolares. “La idea de que los estudiantes pueden afrontar y asumir, al menos en parte, su responsabilidad en lo referente al clima de la escuela, es un principio básico en los programas de mediación y solución de conflictos”, dice Boqué (2007, p. 39). Con ello, el propio estudiante se convierte en protagonista indiscutible de los procesos de mediación en su centro. Hay que decir, además, que la mediación en determinados países está estrechamente relacionada con los estudios sobre la paz, especialmente sobre educación para la paz. Este es el caso de Costa Rica (que hemos experimentado personalmente), donde los programas de resolución de conflictos de forma no violenta fueron considerados ya tempranamente como obligatorios en los centros educativos. En Argentina, en la ciudad de Buenos Aires, hemos sembrado la semilla en una universidad (Universidad Abierta Interamericana) para la organización de un programa de Educación para la paz en las escuelas y en los estudios superiores. Asimismo, en la Universidad Estatal de Paraíba (Joao Pessoa, Brasil) creamos un gabinete para el fomento de la Educación para la Paz. En Colombia, dirigimos una tesis doctoral sobre esta misma cuestión, pero en el seno de la universidad. Con ello, creemos, se ha contribuido a introducir en el ámbito universitario estos estudios, proseguidos por la mediación. 1.3. El conflicto escolar 1.3.1. Definición Antes de comenzar con todo lo que supone el conflicto escolar, cabe definir qué es lo que entendemos por conflicto, ya que no hay consenso en una definición universal y única. A continuación, presentamos diferentes definiciones dependiendo de las perspectivas desde las que se analiza. Así: Adela Cortina dice que el conflicto podría definirse como “una situación de enfrentamiento provocado por una contraposición de intereses, ya sea real o aparente, en relación con un mismo asunto: esta situación puede producir verdadera angustia en las personas normalmente constituidas cuando no se vislumbra una salida satisfactoria y el asunto es importante para ellas”. Para Marc Howard Ross, el conflicto “tiene que ver con los fines concretos que los adversarios persiguen y, al mismo tiempo, con las interpretaciones que estos hacen de lo que está en disputa”. Para Deutsch, se produce un conflicto “cada vez que ocurren actividades incompatibles”. Boardman y Horowitz, dicen: “Definimos conflicto como una incompatibilidad de conductas, cogniciones (incluyendo las metas) y/o afectos entre los individuos o grupos que pueden o no conducir a una expresión agresiva de su incompatibilidad social. Nuestra definición específicamente incorpora una conducta, cogniciones y afectos porque todos estos factores son importantes en el conflicto; por ejemplo, las escaladas (o desescaladas) de un conflicto entre una diada son, a fin de cuentas, una función directa de la conducta. Sin embargo, la conducta es usualmente una función directa de las cogniciones y afectos, aunque algunas veces este lazo no es consciente”. Marinés Suares, en el campo de la mediación, entiende el conflicto como un proceso interaccional: 12 Mediación –– Que, como tal, nace, crece, se desarrolla y puede, a veces, transformarse, desaparecer y/o disolverse, y otras veces, permanecer relativamente estacionario. –– Que se da entre dos o más partes, entendiendo por partes a personas, grupos pequeños o grandes; la interacción puede darse entre dos personas, entre dos grupos, entre una persona y un grupo, etc. –– En el que predominan las interacciones antagónicas sobre las interacciones atrayentes. Interacciones en las cuales las personas que intervienen lo hacen como seres totales con sus acciones, sus pensamientos, sus afectos y sus discursos. –– Que algunas veces, pero no necesariamente, pueden ser procesos conflictivos o agresivos. –– Que se caracteriza por ser un proceso coconstruido por las partes. –– Que puede ser conducido por ellas o por un tercero. Por todo ello, decimos que el conflicto es un proceso complejo y, como tal, no puede ser abarcado totalmente dentro de una definición. Tras estas definiciones, concluimos que el conflicto es un proceso complejo, inabarcable en una definición, pero que reúne todas las características que aparecen en cada una de ellas. 1.3.2. El conflicto en la escuela En la actualidad, el entorno social ha cambiado: la violencia constituye una de las tres fuentes principales del poder humano. Rojas-Marcos señala que “en nuestra cultura se exalta la rivalidad y se admira el triunfo conseguido en situaciones de enfrentamiento, que siempre requieren un vencedor y un vencido. La creencia de que el antagonismo y la pugna son elementos necesarios y deseables en todas las actividades de la vida diaria, está profundamente imbuida en la sociedad occidental. El argumento de que vivimos en una lucha continua en la que los fuertes sobreviven, mientras los débiles perecen en el intento, es promulgado sin cesar por los medios de comunicación […] en los tratados de historia, en el cine, en el teatro y en la letra de las canciones modernas”. El conflicto escolar existe desde que la escuela es escuela. Siempre ha habido problemas y conflictos en ella. Esto no es nuevo. La novedad está en el interés público que actualmente se tiene por lo que ocurre en los centros escolares. Como indica Binaburo Iturbide en su guía para la mediación escolar, “un conflicto en el centro escolar y en el aula puede provocar disfunciones en la convivencia y tensiones en la comunidad escolar. Sin embargo, puede ser un desafío, una oportunidad y un potencial educativo para educadores, educadoras y alumnado. Por eso, resulta de vital importancia afrontar los conflictos desde una perspectiva diferente y desarrollar una actitud positiva que nos permite tratar creativamente el conflicto”. Para ello, indica que es importante tener en cuenta varios aspectos: Identificar los conflictos en la escuela con claridad. 13 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar No mezclar los conflictos de indisciplina con los de conductas disruptivas. Focalizar la atención en los hechos y no en las personas. En el momento de identificar un conflicto escolar, no pensar ya en soluciones inmediatas, sino en las causas. Expresar siempre los problemas en términos de interés mutuo. Según las circunstancias, los conflictos en los centros escolares se muestran de manera abierta o cerrada (Binaburo Iturbide): Conflicto abierto: se manifiesta de forma visible, como, por ejemplo, una agresión física o verbal, que nos permite identificar a las partes y las causas del conflicto. Conflicto cerrado: se oculta tras un clima tenso en el centro o en el aula, sin dirigirse la palabra o la mirada, y en el que las personas que conviven en esos espacios escolares reprimen sus sentimientos. Puestos a elegir entre estas dos modalidades de manifestarse un conflicto escolar, este autor defiende que es preferible un conflicto abierto a uno que esté latente, pero que no se manifieste con claridad, ya que mientras se mantenga cerrado y oculto, el conflicto seguirá latente y cuando se manifieste lo hará de forma perniciosa y destructiva para las personas implicadas. 1.3.3. Aproximación al conflicto escolar Recientemente, la UNESCO ha estudiado el tema de la disciplina en la escuela. La síntesis de este trabajo revela que “los expertos están perdidos en tan inmenso campo conceptual y, lo que es peor, francamente confusos sobre cuál es el papel de la disciplina, como fundamento de la convivencia diaria en la escuela. Esto explica que, aun siendo considerada por profesores y expertos un tema capital en la práctica educativa, la fragilidad y escasez de la literatura psicoeducativa que lo sustenta es más que notable”. La disciplina actúa como un espejo en que se refleja la naturaleza democrática o no de la convivencia. No hay problemas de disciplina cuando las normas son asumidas como buenas y se practican; y hay indisciplina y conflictividad, cuando el alumnado se niega a cumplirlas. El establecimiento de un adecuado sistema de normas de convivencia que organice la actividad educativa, para permitir que todos los miembros de la comunidad educativa se vean como seres con derechos y deberes, es fundamental y de gran responsabilidad para todos los que se integran en centro escolar. Hoy en día, se experimenta un cambio notable en la naturaleza de los conflictos que vemos en las aulas. Ahora hay más conflictos de indisciplina en comparación con los problemas de conducta que había en el pasado, conflictos que son molestos y desequilibradores. Dosick (1997) realizó un estudio comparativo entre profesores de Estados Unidos sobre los problemas que se encontraban en el aula en los años 50 en comparativa con los 90: 14 Mediación AÑO 1950 AÑO 1990 Hablar fuera de turno. Drogas y alcohol. Masticar chicle. Armas de fuego y navajas. Hacer ruido. Embarazos no deseados. Correr por los pasillos. Suicidio. Atravesar las filas. Violencia en general. Es evidente que hoy en día los problemas son más serios que en el pasado, aunque también depende de los países a los que se haga referencia. Se puede discutir si, en la actualidad, hablar de conflicto en el entorno educativo es hacerlo de violencia, agresión o indisciplina, pero, en cualquier caso, la realidad es que hay conflictos en los centros. A continuación, se comenta la diferencia entre violencia, agresión e indisciplina, cuando estos términos se utilizan para definir la naturaleza del conflicto: Violencia Según Rosario Ortega, se definiría como “el uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario, sin estar legitimado para ello”. Va unido a un descontrol muy grave, verbal, físico o psíquico. Englobaría el acoso, la agresión sistemática, los robos, los actos vandálicos en los centros, la presencia de alumnos violentos… Estos casos son los que afectan a un menor número de alumnos, pero suponen los problemas más importantes y difíciles de resolver. Agresión Las agresiones suponen comportamientos que no respetan las normas ni las reglas del centro ni de la sociedad. Entre las agresiones que encontramos en los centros está el robo, el destrozo del material y de las instalaciones del centro, molestar a los compañeros y al profesor… Todos estos comportamientos pueden ocasionar conflictos más graves. Xesús R. Jares indica que “no debemos confundir agresión con agresividad. El primer término designa un acto efectivo de enfrentamiento, mientras que el segundo es una tendencia o una disposición que no es negativa en sí misma, sino positiva y necesaria, como una fuerza para la autoafirmación, física, psíquica de la persona”. 15 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar Indisciplina En este caso, nos referimos a un comportamiento que va contra las normas y que suele ir precedido por mala educación, desobediencia, amenazas, faltas de respeto, provocación… Estos son los comportamientos que se llevan a cabo en los conflictos más comunes de los centros educativos. Gregorio Casamayor indica que se trata de “conductas enojosas de alumnos que quieren llamar la atención de sus compañeros o del profesor. Suelen ser alumnos que tienen problemas de afecto y/o rendimiento académico o que presentan carencias significativas por lo que se refiere a la integración de hábitos, etc.”. La palabra inglesa bullying abarca todo esto. Acerca del bullying, María José Díaz-Aguado indica lo siguiente: “Esta violencia, además de incluir agresiones, tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo; suele estar provocada por un alumno, apoyado generalmente en un grupo, contra una víctima que se encuentra indefensa, que no puede por sí misma salir de esta situación, y se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y víctimas sin intervenir directamente”. 1.3.4. Causas del conflicto En cuanto a las causas del conflicto, podemos indicar que los conflictos en la escuela no surgen espontáneamente. Jose Antonio San Martín, en su libro La mediación escolar, indica que los conflictos requieren un caldo de cultivo, externo o interno al contexto escolar, que poco a poco se va desarrollando y que en un momento determinado estalla, lo que produce el consiguiente malestar. Siguiendo a San Martín, los factores externos que favorecen el conflicto son: La familia. Las características actuales de la misma pueden llegar a convertirse en una de las causas más importantes de aparición de conflictos. La desestructuración de la familia actual, con el divorcio como una circunstancia normalizada; la ausencia permanente del padre o madre en el hogar; la violencia familiar, que, por desgracia, aparece con frecuencia y de la que el niño puede aprender a resolver los problemas de modo violento; los autoritarismos, que se basan en que el más fuerte domina a los demás y les impone sus criterios; la permisividad o la falta de una autoridad consistente en la familia; la falta de afecto, la intolerancia, los conflictos en la pareja, etc., son factores que colaboran, junto con otros, a que los hijos reciban una educación inadecuada que, a su vez, favorece la aparición de la conflictividad. 16 Mediación El contexto social. El desempleo, la falta de expectativas profesionales, la marginación o, al finalmente, la pobreza, son cuestiones sociales que pueden desembocar, con frecuencia, en problemas de agresividad, delincuencia y conductas antisociales. Por otro lado, la cultura de la competitividad, la agresividad social, los extremismos politicos y sociales, el racismo y la xenofobia, etc. son elementos también presentes en nuestra sociedad y que favorecen una cultura de la violencia. Por último, otros aspectos de la sociedad actual, como la búsqueda de lo fácil o el hedonismo basado en el consumo de alcohol, droga y otros sucedáneos, son factores que contribuyen a crear ese nuevo clima de conflictividad. Los medios de comunicación. La televisión, el cine, la prensa, los cómics, etc. ofrecen, en general, una carga significativa de violencia y agresividad, tanto física como psíquica. Los mensajes subliminales contenidos detrás de muchas escenas son una defensa descarada de la fuerza frente a la razón, de la violencia frente a la paz, de la intolerancia frente a la solidaridad. Toda esta exposición incrementa la falta de sensibilidad ante el sufrimiento ajeno y va creando un caldo de cultivo que estimula la violencia. Entre los factores internos que favorecen el conflicto escolar están: Los rasgos específicos de la escuela de hoy (según Javier Elzo) –– La masificación escolar, es decir, el gran número de alumnos que acceden a la escuela, con una gran diversidad entre ellos. Esto supone una dificultad más en el trabajo educativo, ya que no resulta fácil gestionar esa diversidad de motivaciones, intereses, expectativas, etc. –– “La inutilidad de la escuela”. Hoy se cuestiona aquello de “esfuérzate hoy para ser alguien el día de mañana”. La prioridad dada al momento presente por la cultura actual y el altísimo porcentaje de parados, al fin y al cabo, salidos de las escuelas, ponen en crisis esta institución. –– La descompensación de las funciones de la escuela. La finalidad más importante de la escuela es la educación, pero, en la práctica, se da más importancia a la trasmisión de conocimientos o a la adquisición de ciertas habilidades necesarias para insertarse en el mundo del trabajo. A veces, preocupan más los buenos resultados académicos que la formación de personas por medio de la educación. El clima de la escuela. La poca o nula unidad al formular los proyectos educativos; las dificultades para consensuar valores comunes; la desigual respuesta al desarrollar la acción educativa: la diversidad de puntos de vista entre el profesorado sobre temas importantes; las diferencias e incluso enfrentamientos al enfocar los problemas; el énfasis alternativo en un formas de disciplina bien autoritarias, bien permisivas; la escasa atención al alumno como persona; la interculturalidad… son factores que si no se prevén, enfocan o reconducen bien, generan problemas y crean condiciones favorables para que la conflictividad crezca o se desarrolle, al no haber unidad de criterio en puntos esenciales para la buena marcha de la escuela. Las relaciones interpersonales. Son uno de los elementos clave para crear un clima positivo o negativo en el centro escolar. Para que dicho clima se desarrolle en uno u otro sentido, hay que tener en cuenta que la comunidad educativa está compuesta por un sistema de relaciones interpersonales de distinta naturaleza que hay que intentar armonizar e integrar. 17 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar En este sentido, podemos distinguir estos grupos: –– El personal del colegio. Es decir, todos los adultos responsables de la actividad educativa. Resulta de vital importancia para que la tarea educadora se pueda realizar en óptimas condiciones que las relaciones entre todos los docentes sea la más adecuada, que exista la suficiente cohesión interna en el seno del profesorado. La razón es que si aparecen grupos enfrentados, por falta de consenso o de respeto; si no existe compromiso o se registra poca implicación en los distintos asuntos; si hay indiferencia o franco enfrentamiento con el equipo directivo o desinterés o rechazo por el proyecto educativo, el conflicto surgirá fácilmente y será muy difícil gestionarlo. Lo dicho tiene igual validez para el personal no-docente. El alumnado. Cuando el alumno no está en el centro del proceso educativo; cuando se opta por contenidos magisteriales y que deben ser recibidos pasivamente; cuando la comunicación entre profesor y alumno es escasa o inexistente; cuando los alumnos son agresivos o violentos; cuando solo pueden opinar los profesores y a los alumnos les queda únicamente escuchar; cuando se atienden las justas necesidades de los alumnos…, es fácil que surja el conflicto, porque falta un clima positivo de relación. Un ejemplo claro puede ser la falta de motivación para asumir el trabajo intelectual que exige el colegio. “Aunque la falta de motivación del alumnado para asumir el esfuerzo intelectual que la vida académica exige no tendría por qué ser más problemático que otros asuntos difíciles de la enseñanza y el aprendizaje, termina siendo un problema de relaciones, porque crea un perverso sistema de culpabilidades no reconocidas, no asumidas y no eliminadas. Consideramos, pues, la falta o el deterioro de la motivación, como uno de los factores que íncide, negativamente, en el clima social del centro y que agudiza los problemas de las malas relaciones en todos los sentidos, pero especialmente en la relación entre el profesorado y el alumnado” (Ortega, Del Rey y Gómez, 2002). 1.3.5. ¿Son mediables todos los conflictos? Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de mediación no nos referimos a un recurso de validez universal, ni un instrumento que pueda resolver todo tipo de conflictos. No todos los conflictos son objeto de mediación, aunque se pueden resolver con la mediación las amistades deterioradas, las situaciones injustas, los problemas de marginación, los conflictos de menosprecio. Sin embargo, hay ocasiones en las que deben utilizarse otras vías. No se puede utilizar la mediación si hace falta recurrir a la denuncia; cuando no existe voluntad por las dos partes de solucionar el conflicto; cuando existe un desequilibrio de poder entre los implicados; cuando el problema requiere un tratamiento terapéutico; cuando merece una respuesta general para solucionar el problema; cuando ha habido un uso de la violencia o daños físicos; cuando existen cuestiones legales complejas... El Centro para la resolución de disputas, con sede en Washington, en relación con la mediación familiar (campo que se ha estudiado más que el escolar), elaboró “las normas recomendadas para programas 18 Mediación de mediación anexo a los tribunales”. En dichas normas se nombran casos en los que no se debe mediar (Martínez de Murguía, 1999): Si alguna de las partes no muestra el interés suficiente para llevar a cabo la mediación; si la boicotea u obstaculiza el proceso. Si es necesario que se siente un precedente legal. Si en la conducta de las partes se descubre algún comportamiento fuera de la ley que requiere sancionarse. Si alguno de los participantes no puede, por las razones que sea, negociar eficazmente por sí mismo o con la asistencia de un abogado. Si alguna de las partes necesita probar la verdad de los hechos que interesan en el proceso. Cuando ya se haya hecho uso de este procedimiento con el mismo alumno implicado dos veces en el mismo curso escolar. Cuando haya habido incumplimiento previo por parte del alumno o la alumna de una sanción por falta grave o muy grave, con independencia de que su imposición provenga de un expediente disciplinario ordinario o conciliado. Cuando no se haya cumplido con lo acordado en un procedimiento conciliado anterior por causas imputables al alumno expedientado o a sus padres, si es menor de edad. Suares (1999) indica que, “en general, podemos decir que [la mediación] no se recomienda cuando el hecho sea muy serio, como son los casos de violencia grave, de uso de armas, de drogas, de abuso sexual, de violencia física reiterada, etc. En estos casos, no habría un interlocutor en igualdad de condiciones. En los demás casos, su uso resulta ventajoso para la marcha de la escuela”. Y, por su parte, Sara Rozenblum defiende que “también conviene evitar momentáneamente la mediación escolar cuando el hecho es muy reciente y las partes están enojadas; o cuando una de las partes piensa que la otra no es sincera; o cuando el hecho afecta a más personas que las partes involucradas, las cuales deben tener la oportunidad de opinar y decidir; o cuando las partes no desean ir a la mediación; o cuando la escuela ve necesario imponer un castigo; o cuando el reglamento de régimen interior no permite mediar en algún caso concreto, etc.”. 1.3.6. Breve historia de la resolución de conflictos y la mediación Según recogen Binaburo Iturbide y Múñoz Maya en Educar desde el conflicto. Guía para la mediación escolar, mediar es tan antiguo como la misma humanidad. Con seguridad, la mediación ha existido desde que el ser humano es tal, aunque antes se llevara a cabo de un modo informal y no como un conjunto de técnicas y sus fundamentos teóricos. Esta mediación como conjunto de técnicas sistematizadas, junto con los conocimientos teóricos en los que se fundamenta y la dotan de sentido, es reciente. Surgió hace cincuenta o sesenta años y debe englobarse en un campo más amplio de estudio que es el de la resolución de conflictos. 19 Unidad de aprendizaje 1. Mediación y conflicto escolar Las prácticas de mediación y de resolución de conflictos empiezan a ser utilizadas en EE. UU. y, desde allí, se extienden a otros países: “En Estados Unidos, donde el divorcio forma parte de la cultura civil, las dificultades que este suponía tanto en su vertiente jurídica como en los aspectos emocionales y que debían atender abogados y psiquiatras respectivamente, hicieron que surgieran técnicas como la dinámica de grupos, el counseling, diversas terapias psicológicas y la misma mediación” (Vinyamata, 2003). La mediación ha recibido importantes aportaciones de la dinámica de grupos, la educación en valores, los estudios por la paz, la antropología, la psicología humanista y la pedagogía. Según Binaburo, actualmente en mediación se dan cinco grandes tendencias: TENDENCIAS ACTUALES EN MEDIACIÓN 1. La mediación como sistema que reduce costes a la práctica judicial. 2. La mediación como sistema que procura más satisfacción a las partes en conflicto y facilita acuerdos directos. 3. La mediación como sistema de reivindicación de cotas más altas de justicia social. 4. La mediación como proceso que permite a las personas transformar sus actitudes violentas y agresivas. 5. La mediación como saber y conjunto de técnicas que forma parte de la “conflictología” y engloba todas las anteriores tendencias. “En los años setenta, la administración del presidente [estadounidense] Jimmy Carter impulsó la creación de los primeros centros de justicia vecinal. El objetivo de dichos centros, pronto conocidos como ‘programas de mediación comunitaria’, era ofrecer una alternativa a los juzgados, que permitiera a los ciudadanos reunirse y solucionar sus disputas”. (Cohen, 1995). A principios de los años ochenta, algunos programas de mediación comunitaria intentaron replicar en la escuela el éxito que se había obtenido en la comunidad, enseñando a los estudiantes a mediar en los conflictos de sus compañeros. Esta transferencia de la comunidad a la escuela se realizó a partir de tres supuestos (Cohen, 1995): 1. “El conflicto es una parte de la vida que puede usarse como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal por parte de los estudiantes. 2 Debido a que el conflicto es inevitable, el aprendizaje de las habilidades para resolver conflictos es tan ‘educativo’ y esencial para el éxito a largo plazo de los jóvenes como el aprendizaje de la geometría y de la historia. 3. En la mayoría de las ocasiones, los estudiantes pueden resolver sus conflictos con la ayuda de otros estudiantes, de manera, por lo menos, tan adecuada como con la ayuda de los adultos”. 20 Glosario Conflicto Modo de comunicación y parte de la convivencia en la que se contraponen intereses de dos de las partes. Imparcialidad Medio para devolver a la intimidad la elaboración de las relaciones alteradas en la vinculación personal mediada por el conflicto. Emprendizaje Enseñar a actuar para cambiar las cosas. Mediación Método de resolución de conflictos, en el que las dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera, imparcial y neutral, el mediador para llegar a un acuerdo satisfactorio. Noética En filosofía, el término noética se refiere a todo lo que tiene que ver con el pensamiento, especialmente, el objetivo e inteligible. Se usa habitualmente en relación con Aristóteles, cuya noética sería su doctrina de la inteligencia (del intelecto, del entendimiento). Plan de convivencia Proyecto consensuado en un centro educativo para vivir y educar en común (padres, profesores y alumnos). 21 Bibliografía Ackerman, B. (1980). Social justice in the liberal state. New Haven (EE. UU.): Yale University Press. Binaburo Iturbide, J. A. y Muñoz Maya, B. (2007). Educar desde el conflicto. Guía para la mediación escolar. Barcelona: Ediciones CEAC. Bonafé-Schmitt, J. P. (2000). La médiattion scolaire per les élèves. París: ESF. Boqué, M. C. (2003). Cultura de la Mediación y cambio social. Barcelona: Gedisa. Boqué, M. C. (2007). Guía de mediación escolar. Barcelona: Octaedro,. Boqué, M. C. (2005). La mediación escolar. Una estrategia para abordar el conflicto. Barcelona: Graó, Burnley, J. (1993). Conflicto. En Hicks, D. (comp.), Educación para la paz. Madrid: Morata. Casamayor, G. (coordinador) et al. (2000). Cómo dar respuesta a los conflictos. La disciplina en la enseñanza secundaria Barcelona: Graó. Cascón, P. (2000). La mediación. 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(2007): Mediación de conflictos en instituciones educativas. Madrid: Narcea. Torrego, J. C. (coord) (2003). Resolución de conflictos desde la acción tutorial. Madrid: Comunidad de Madrid. Consejería de Educación. 24 Mediación Uranga, M. (coord.) (1994). Transformación de conflictos y Mediación como propuesta de desarrollo de educación para la paz en el sistema educativo vasco. Guernica: Gernika Gogoratuz. Centro de Investigación para la paz. Viñas, J. (2004). Conflictos en los centros educativos. Cultura organizativa y mediación para la convivencia. Barcelona: Graó. 25 Autor D. Jean-Henri Bouché Peris Reservados todos los derechos© Universidad Internacional de Valencia - 2021

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