Unidad 1: Desarrollo Humano Lección 2 Uni1_Lec2 PDF

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development psychology child development human development early childhood

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This document discusses the physical, cognitive, and psychosocial development of children from birth to three years. It provides detail about different stages of development with examples of and describes the role of the parent-child relationship.

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Unidad I: Desarrollo Humano Lección 2: Desarrollo físico, cognoscitivo y psicosocial en las diferentes etapas de desarrollo Objetivo de la lección: Al finalizar la lección el estudiante será capaz de: 1. Examinar los avances del desarrollo en las diferentes etapas del ciclo de vida. 2. Contrastar el...

Unidad I: Desarrollo Humano Lección 2: Desarrollo físico, cognoscitivo y psicosocial en las diferentes etapas de desarrollo Objetivo de la lección: Al finalizar la lección el estudiante será capaz de: 1. Examinar los avances del desarrollo en las diferentes etapas del ciclo de vida. 2. Contrastar el desarrollo en las diferentes etapas del ciclo de vida. Contenido de la lección: a. Infancia (del nacimiento a 3 años): (En este repaso no se discutirá el período prenatal, parto, ya que no aparece en el manual de repaso de PCMAS). Esta etapa se caracteriza por: Crecimiento físico acelerado. Vulnerabilidad a las influencias ambientales. Los sentidos funcionan desde el nacimiento. El crecimiento físico y el desarrollo de habilidades motoras son muy rápidos. Se forman los lazos con los padres y con los demás. Durante sus primeros meses de vida, el bebé se abre a un mundo totalmente nuevo y por conocer. Las cosas y las personas que le rodean son todo un descubrimiento, así como su propio cuerpo es una herramienta que todavía no conoce ni sabe controlar bien. La siguiente tabla expone algunos de los aspectos del desarrollo motor durante el primer año. Esquema del desarrollo TIEMPO 1-3 meses 3-5 meses PARTES DEL CUERPO Boca, ojos y oídos Cuello, espalda, brazos MOVIMIENTOS Succión, para tomar la leche, movimiento de los labios y lengua. Abre y cierra los párpados, sigue la luz. Sonrisa social. Se asusta con ruidos. Empieza a tener la cabeza recta y a rotarla en diferentes direcciones. Puede estar sentado, si se apoya en un cojín o TIEMPO PARTES DEL CUERPO 6-9 meses Tórax, piernas, manos 9-12 meses Pies, dedos, lengua MOVIMIENTOS en una mecedora. Puede agarrar pequeñas cosas usando toda la mano. Puede estar sentado sin ayuda. Ahora las manos están libres para explorar todo el entorno: hay voluntad de coger y llevar los objetivos a los ojos y a la boca. Empieza a tener preferencia por una de las dos manos. Hay cada vez una mayor coordinación entre las partes del cuerpo. Empieza el movimiento: el niño se arrastra por el suelo, empieza a ponerse de rodillas, gatea (cada vez menos frecuente desde que duermen boca arriba) y finalmente empieza a levantarse. Utiliza los dedos, sobre el pulgar (haciendo la pinza) con mayor precisión, siendo capaz de coger cosas muy pequeñas, como una hormiguita, o de hacer otra los objetos entre sus dedos, para estudiarlos mejor. Ya produce una buena variedad de sonidos. En el primer año de vida la figura materna (madre, abuela, niñera) es la que tiene el papel fundamental en el desarrollo armónico del niño. El recién nacido considera a la madre como una prolongación de sí mismo, fuente de satisfacción de sus propios deseos y necesidades. La madre le proporciona nutrición física: pecho o biberón, pero lo importante es que lo coja en brazo con cariño mientras come, de forma que el niño perciba el contacto físico con ella como gratificante. La presencia constante de esta persona adulta, interviniendo positivamente cada vez que el niño encuentra una dificultad (sueño, hambre, que le cojan, que le cambien), ayuda en la superación de sus miedos y en el logro de sus objetivos y favorece que desarrolle un sentimiento de seguridad. La relación inicial que se crea entre madre e hijo es muy importante para el bebé, ya que servirá de modelo para otras relaciones futuras. A parte de la nutrición física, la figura materna proporciona alimento cognitivo para las actividades motoras, sensoriales y mentales del niño. Interacciona con él cuando juega, lo coge en brazos, le enseña cosas, le canta, le deja explorar la cara y su pelo, le habla, le mueve los brazos o las manos, le proporciona objetos para jugar y le ayuda a cambiar de posición. La madre estimula y crea las condiciones favorables para la manipulación y la exploración del ambiente. Un indicador importante para saber si un niño es feliz, lo tenemos a partir de los dos o tres meses, cuando aparece la sonrisa. No solamente como respuesta a una necesidad satisfecha, sino de forma relacional, como expresión de alegría en relación con un objeto externo. Por ejemplo, un rostro conocido que esté frente de él, se mueva, sonría o le hable. El padre, físicamente presente desde el principio en la educación de su hijo, entra en el espacio psicológico del bebé de forma más lenta y progresiva. Su importancia aumentará en la medida en que él comparta las actividades ya descritas: satisfacer necesidades y facilitar el desarrollo de su inteligencia sensitivo-motora, interactuando con él y favoreciendo la exploración del entorno. Durante los primeros meses, la boca es el órgano de satisfacción y de exploración más importante. Debido al placer que le proporciona la comida y en general la succión, así como el gusto que siente al explorar todo lo que es nuevo llevándoselo a la boca, la parte que es más sensible al placer es la zona oral. En este período la forma de comunicación más importante es la no-verbal, que se realiza a través del tacto y del contacto visual. Poco a poco, el niño adquiere conciencia de que sus padres son algo distinto de él. Además, empieza a ser capaz de pensar en las cosas y en las personas que conoce sin estar ellas presentes (10-12 meses). Tal capacidad de recordar algo o alguien no físicamente presente, le permite empezar a asociar, de forma rudimentaria, los objetos con un nombre o sonido que les identifique. Influencia de las personas encargadas de cuidar al niño: De acuerdo con estudios realizados con madres japonesas y estadounidenses la capacidad de respuesta maternal al “comportamiento que no refleja aflicción” de los bebés, como el balbuceo y los intentos de contacto visual, influyen el procesamiento de información y el desarrollo cognoscitivo general (Bornstein, 1985; Bornstein & Tamis-LeMonda, 1989, 1994). Cuando se encuentra en la etapa de los primeros pasos, los niños de las madres con mayor capacidad de respuesta tuvieron una capacidad de representaciones más avanzada. A la edad de cuatro años, tuvieron calificaciones más altas en una prueba de inteligencia preescolar y en otras tareas de aprendizaje (Bornstein, 1989). Los adultos que cuidan los niños pueden hacerles sentir seguros como para explorar y motivarlos a persistir en su empeño de explorar. Pueden ayudarlos a autorregularse para prestar atención y aprender. Enfoque de la Neurociencia Cognoscitiva: Es el estudio de las estructuras del encéfalo que rigen el pensamiento y la memoria. Estos estudios han encontrado que algunas de las formas de memoria implícita se desarrollan durante los primeros meses de vida. La memoria explícita y la memoria de trabajo surgen entre los 6 y los 12 meses de edad. Estudios con adultos con cerebro normal y de otros con daños cerebrales sugieren que las personas tienen dos sistemas de memoria separados, los cuales adquieren y almacenan diferentes clases de información. La memoria explícita es consciente o de recolección intencional, usualmente de hechos, nombres, sucesos y otras cosas que la gente puede establecer o declarar. La memoria implícita se refiere a recordar lo que ocurre, sin esfuerzo e incluso sin un conocimiento consciente, por lo general alude a hábitos y destrezas, tales como saber cómo arrojar un balón o montar en bicicleta. La memoria de trabajo es el almacenamiento a corto plazo de la información que ha de ser activamente procesada. Aunque la memoria explícita y la memoria de trabajo continúan desarrollándose durante los meses y años siguientes, el surgimiento temprano de las estructuras de la memoria resalta la importancia del estímulo del ambiente durante los primeros meses críticos de vida. Enfoque socio-contextual – se basa en los principios de Lev Vygotsky, se centra en el contenido de interacciones sociales con adultos y la manera como ellos contribuyen al desarrollo cognoscitivo. A través de la participación guiada en el juego y en otras actividades cotidianas compartidas, las personas encargadas de cuidar a un niño le ayudan a aprender las destrezas, el conocimiento y los valores importantes para su cultura. El concepto de Vygotsky de participación guiada amplía su idea del andamiaje para abarcar no sólo el aprendizaje académico sino también las actividades que se comparten a diario. A través de la participación guiada las personas encargadas del niño le ayudan a estructurar sus actividades y a establecer un puente para cerrar la brecha ente el entendimiento del niño y el del adulto. La participación guiada se puede presentar no sólo en el juego, sino en muchas otras actividades en las cuales los niños aprenden informalmente de los adultos las destrezas, el conocimiento y los valores importantes de su cultura. Desarrollo del Lenguaje – la creciente habilidad que muestra un niño para usar el lenguaje, un sistema de comunicación basado en palabras y gramática es un elemento crucial en el desarrollo cognitivo. Una vez se conocen las palabras, se pueden utilizar para representar objetos y acciones. El niño puede identificar personas, lugares y cosas y puede comunicar sus necesidades, sentimientos e ideas para controlar la vida. El crecimiento del lenguaje ilustra la interacción de todos los aspectos del desarrollo físico, cognoscitivo, emocional y social. Cuando las estructuras físicas pueden emitir sonidos maduros y las conexiones neurales necesarias para asociar sonido y significado se activan, la interacción social con los adultos introduce a los bebés en la naturaleza comunicativa del habla. Antes de que los bebés digan sus primeras palabras, emiten sonidos conocidos como discurso prelingüístico, sonidos ricos en expresión emocional. Comienzan con el llanto, los gorjeos y el balbuceo. La primera palabra suele presentarse entre los 10 y 14 meses de edad, con el discurso lingüístico; a menudo es un holofrase lo que quiere decir que con una sola palabra expresa un pensamiento completo. Las primeras oraciones breves, se conocen como discurso telegráfico, por lo general se presenta entre los 18 y 24 meses de edad. A los 3 años, la gramática y la sintaxis están bastante desarrolladas. Los factores que influyen en el desarrollo del lenguaje son los factores genéticos, de temperamento y de interacción social. Las personas que cuidan los niños son esenciales para el desarrollo del lenguaje. Las características de la familia, el status socioeconómico, la edad de la madre y su estado civil son factores que parecen afectar la interacción verbal y el aprendizaje del lenguaje. Etapas del desarrollo lingüístico (del Pilar): Edad 0-4 semanas 4-8 semanas Denominación Llanto no diferenciado Llanto diferenciado (Sonidos simples) 2-6 meses Balbuceo 6-8 meses 8-12 meses Laleo Ecolalia (Jerga) 10 meses Comprensión verbal 12-14 meses 12-18 meses Expresión verbal Oración de 2 palabras Oración holofrásica / concreta Oración completa 2 años 3 años Ejemplos El llanto es idéntico. No se sabe si el niño llora por frío, dolor o hambre. Modifica su mecanismo para expresar hambre y dolor. Comienza a hacer ciertos gorjeos y gruñidos particulares. Experimenta por placer todos sus articuladores. Deriva placer oral y auditivo. Da variedad tonal – capta entonación. Imita sus propios sonidos ma-má. Imita sonidos producidos por otras personas. Silabas dobles ta-ta. No tiene que producir el símbolo pero sabe lo que se señala. ¿Dónde está la bola? (La sigue con los ojos). Hay verdadero hablar con significado. Inflexiones tonales + gestos. Nene-cama (clave inflexiones tonales). No nene bueno. Todos los elementos de la oración. El desarrollo cognitivo en los tres primeros años – se puede discutir a través de tres enfoques clásicos: 1. Enfoque conductista – enfoque para el estudio del desarrollo cognitivo se relaciona con la mecánica del aprendizaje. 2. Enfoque psicométrico – enfoque para el estudio del desarrollo cognoscitivo que busca medir la cantidad de inteligencia de una persona. 3. Enfoque piagetano – enfoque para el estudio del desarrollo cognitivo basado en la teoría de Piaget, que describe etapas cualitativas, o cambios típicos, en el funcionamiento cognoscitivo de niños y adolescentes. Estudio del desarrollo cognoscitivo: enfoques más recientes Enfoque del procesamiento de la información – Este enfoque se relaciona con la manera como la gente manipula los símbolos y lo que hace con la información. La investigación del procesamiento de la información sugiere que la capacidad para formar y recordar representaciones mentales se presenta virtualmente desde el nacimiento. Los indicadores de la eficiencia del procesamiento de la información en niños incluyen la velocidad de habituación y deshabituación, la memoria de reconocimiento visual, la preferencia por la novedad visual y la transferencia modal cruzada. Habituación – tipo de aprendizaje simple en el cual la familiaridad con un estímulo reduce, retrasa o detiene una respuesta. Deshabituación – aumento en la capacidad de respuesta después de la presentación de un nuevo estímulo. Memoria de reconocimiento visual – habilidad para distinguir un estímulo visual que es familia de otro que no lo es. Preferencia por la novedad visual – preferencia de un infante por imágenes nuevas en lugar de las que le son familiares. Transferencia modal cruzada – capacidad para identificar mediante la vista un objeto que se tocó antes pero no se vio. Estas capacidades también tienden a predecir la inteligencia posterior. La atención visual temprana es un indicador de la competencia exploratoria del niño en la etapa de los primeros pasos. La capacidad del procesamiento de información recibe la influencia de la respuesta de los adultos que son significativos para el bebé. b. Niñez Temprana Los preescolares (3-6 años): A los niños de tres a seis años con frecuencia se les llama preescolares. Los niños preescolares aprenden mucho y expresan interés en el mundo que los rodea. Les gusta tocar, probar, oler, oír y experimentar por su cuenta. Tienen mucho interés en aprender; ellos aprenden a través de la experimentación y de las acciones. Los preescolares aprenden de sus juegos. Se mantienen ocupados desarrollando habilidades, usando el idioma, y luchando por obtener un mejor control interno de sus acciones. Los preescolares quieren establecerse como individuos independientes de sus padres. Son más independientes que los niños de 1 a 3 años. Pueden expresar sus necesidades ya que tienen un mejor dominio del lenguaje. Con frecuencia en esta etapa surgen los temores. Los temores más comunes incluyen los lugares nuevos, las experiencias desconocidas, y la separación de los padres o de otras personas importantes. Puede esperarse que el niño preescolar use lenguaje vulgar y muestre un comportamiento tonto. Los preescolares todavía pueden tener dificultades relacionándose con otros niños y compartiendo sus cosas. Dado el desarrollo de su imaginación y de sus fantasías, es posible que todavía tengan problemas distinguiendo la realidad de la fantasía. Puede que hablen de amistades imaginarias. Los preescolares necesitan de un reglamento claro y sencillo para que conozcan los límites de un comportamiento aceptable. Comprender su crecimiento y desarrollo ayuda a guiar a los preescolares por esta etapa. Una hoja informativa que contenga algunas de las características de los preescolares puede ser de gran ayuda a los maestros. Niños de tres años Desarrollo físico Caminan con los pies en punta. Se paran sobre un solo pie. Saltan horizontalmente. Saben montar en triciclo. Construyen torres de 6 a 9 bloques. Saben atrapar una pelota. Hacen manchones con la pintura. Dibujan o pintan en movimientos horizontales y circulares. Pueden manejar objetos pequeños (como tableros pequeños y juegos de parques). Crecen unas tres pulgadas en un año. El desarrollo social y emotivo Les gustan los juegos dramáticos con los demás niños. Aprenden a compartir. Tienen necesidad de un reglamento claro y sencillo y de conocer las consecuencias cuando no se cumple el reglamento. Sus emociones usualmente son extremas y de corta duración. Hay que estimularlos a expresar sus sentimientos con palabras. El desarrollo cognoscitivo Pueden comunicar sus ideas, necesidades y hacer preguntas. Pueden prestar más atención por lo que pueden participar en actividades de grupo. Estos niños aprenden mejor experimentando. Necesitan una variedad de actividades. Necesitan poder estar tanto fuera como dentro de casa. Necesitan un balance entre los juegos activos y los juegos pasivos. Niños de cuatro años: Desarrollo físico Tienen un mejor control muscular. Pueden representar personas u objetos en dibujos. Corren en las puntas de los pies. Saltan en las puntas de los pies. Galopan. Comienzan a dar saltos. Tiran la pelota con el brazo. Se suben a un columpio. Les gusta desajustar, desabotonar y desabrocharse las ropas. Se visten. Pueden cortar con unas tijeras en línea recta. Les gusta ponerse sus propios cordones en los zapatos. Pueden hacer diseños y escribir letras rudimentarias. Son muy activos y agresivos en sus juegos. El desarrollo social y emotivo Tienen imaginaciones muy activas. A veces tienen amigos imaginarios. Pueden ser agresivos, pero quieren tener amistades y les gusta estar con otros niños. Les gusta mandar y alardear. Están aprendiendo a tomar turnos y a compartir. El participar en juegos los ayuda a aprender a tomar turnos. Les gusta imaginarse que son adultos importantes (madres, padres, enfermera, oficial de policía, cartero). Necesitan sentirse importantes y necesitados. Necesitan oportunidades para sentir más libertad e independencia. Les gusta que los elogien por sus logros. El desarrollo intelectual Hablan mucho. Les gusta las discusiones serias. Hacen muchas preguntas, incluyendo el “como” y el “por qué” de las cosas. En su lenguaje usan palabras tontas y vulgaridades. Sus capacidades para razonar y clasificar se están desarrollando. Deben comprender ciertos conceptos básicos como números, tamaño, peso, color, textura, distancia, tiempo y posición. Etapa escolar – niños de 5 y 6 años El desarrollo físico El crecimiento de los niños a esa edad es lento pero consistente. A los niños les gusta dar saltos, brincos, correr, pararse sobre las cabezas y bailar al compás de la música. La mayoría tienen un buen sentido del balance. Muchos niños tienen un buen sentido del balance. Se pueden parar sobre una sola pierna y caminar sobre una barra de balance. Pueden atrapar pelotas pequeñas. Aprenden a amarrarse los cordones de los zapatos. Pueden manejar botones y braguetas. Utilizan herramientas y utensilios correctamente. Les gusta hacer maromas. Pueden copiar diseños y figuras (incluyendo letras y números). Pueden escribir sus propios nombres. El desarrollo social y emotivo Muchos niños tienen un mejor amigo y un enemigo. Les gusta tener compañeros de juego del mismo sexo. Juegan bien en grupos, pero de vez en cuando necesitan jugar solos. No les gusta la crítica o el no triunfar. Es mejor que cada niño compita consigo mismo en lugar de competir con los demás. Es común el que acusen o culpen a los otros. Hacen esto por dos motivos: para poder comprender los reglamentos y para llamar la atención de los adultos. Piensan en ellos más que en otras personas hasta la edad de 7 u 8 años. Pueden prestar ayuda en tareas sencillas. Pueden gozar de cuidar y de jugar con niños más pequeños. Tienen mucha necesidad de cariño y atención de sus padres y niñeras. Para ellos, algo “bueno” o “malo” es lo que tú, sus profesores y sus padres aprueban o desaprueban. A esta edad comienzan a desarrollar valores éticos como la honestidad. Pueden enojarse cuando se les critica o si ignoramos su trabajo o comportamiento. Comienzan a preocuparse por los sentimientos y necesidades de los demás. Comienzan a desarrollar un sentido del humor y gozan de rimas tontas, canciones y adivinanzas. El desarrollo cognoscitivo A esta edad comienzan a hablar y a expresar sus ideas. Esto es importante para tener éxito en la escuela. Mientras juegan, practican el lenguaje que aprenden en la escuela. Hablan sobre ellos mismos y sus familias. La mayoría demuestran una viva imaginación. Al hablar entre si, sus historias parecen ser muy reales. Pueden prestar atención por más tiempo. Puede seguir con mayor concentración el hilo de una narración. Comienzan a comprender la hora y los días de la semana. Les gustan las rimas tontas, las adivinanzas y los chistes. c. Infancia intermedia o preadolescencia (6 a 11 años): Los compañeros cobran gran importancia. Comienzan a pensar lógicamente, aunque el pensamiento es concreto. Disminuyen el egocentrismo. Incremento de la memoria y el lenguaje. Mejoran la habilidad cognoscitiva. Desarrollo del autoconcepto y la autoestima. Disminuyen la rapidez del crecimiento físico. Mejoran la fuerza y la capacidad atlética. Preadolescencia – Etapa de la escuela, maestros y compañeros (6-11 años) – La entrada en la escuela marca un hito importante en la evolución del niño: que empieza a “sentirse grande”. Toda su curiosidad y energías se centran en el aprendizaje, gracias a las habilidades de leer y escribir que adquiere. La vida es ahora como una aventura: su pensamiento se hace cada vez más flexible, capaz de poner en relación ideas y conceptos nuevos. El niño descubre el sentido del tiempo y la historia, la grandeza del espacio físico y la geografía; las operaciones matemáticas le llevan progresivamente a la abstracción mental; su cuerpo responde coordinando los movimientos necesarios en las actividades físicas que realiza; sus dedos tienen una precisión hasta entonces desconocida, y sus dibujos parecen “casi” una obra de arte. Son felices cuando los padres se asombran con sus descubrimientos o cuando se alegran de los trabajos realizados, reconociendo su esfuerzo por hacerlo bien. El radio de acción del niño es cada vez más amplio: al ambiente familiar se añade la escuela y el barrio. En la escuela el niño se encuentra inmerso en un contexto más estructurado con respecto a la guardería, con normas sociales necesarias para el aprendizaje de todos. El maestro, es admirado por sus conocimientos y otras veces es imitado como modelo positivo. El niño suele compartir con los padres los sucesos de su quehacer diario, cuando éstos demuestran su interés en escucharlos: “Papá, ¿sabías que…?”. Es también la edad en que empiezan los acertijos: “Mamá, adivina: ¿qué hacen…?”. Los padres a veces están ocupados, cansados por el trabajo o pueden tener preocupaciones. No obstante, sería conveniente que, aunque durante poco tiempo, les dedicaran atención exclusiva, para que así los niños sigan percibiendo que son importantes y queridos por ellos. Hay que tener en cuenta también que los niños tienen “antenas” y perciben mucho más de lo que los adultos podemos imaginar. Esto significa que en toda situación de dificultad, preocupación o conflicto se debería siempre intentar tranquilizar al niño, asegurándole que el afecto de ambos padres por él sigue constante. Conversar con ellos y escucharlos significa ante todo dialogar y al mismo tiempo darles la oportunidad de ejercitar su capacidad narrativa: mientras los niños pequeños suelen contar un evento en forma de episodios sucesivos “… y luego ocurrió esto… y después es otro, y luego…etc.”, ahora se nota una labor de construcción lingüística mucho más estructurada, con frases complejas, palabras nuevas, entonación específica y una gran riqueza en los detalles descriptivos. Aparte de la escuela los niños necesitan poder seguir jugando. Es importante que los padres sigan dejando a sus hijos del verdadero “tiempo libre”, para que puedan jugar con sus amigos o correr al aire libre, cuando esto sea posible. No toda actividad tiene que ser estructurada, ya que se puede sobrecargar al niño con exigencias de adultos: pretender que vaya a la escuela, practique un deporte, estudie un instrumento musical, se dedique a una actividad manual y prepare la clase del día siguiente, todo en una tarde, sería agobiante para cualquiera de nosotros. El objetivo principal de este período debería ser el ofrecerles alternativas, abrirles puertas para que vean lo que existe a su alrededor, descubrir posibles intereses y ensayar las propuestas que la vida diaria ofrece. Las actividades lúdicas que hacen más complejas. Aparecen los juegos de equipo, que antes hubieran sido imposibles de plantear. Los niños de esta edad consideran a los otros niños, no solamente como compañeros de juego, sino como verdaderos colegas con quienes organizarse en equipo para ganar el partido. Los niños entienden y aprenden el significado de las reglas del juego: saben que deben ser respetadas para que el juego funcione y controlan que los demás las respeten. Aprenden a ponerse en el punto de vista de “los otros” para prevenir sus movimientos, defender su campo y organizar “estrategias de ataque”, sobre todo aprenden a colaborar con el resto de su equipo para mejorar las posibilidades de victoria. Todo esto es posible porque los niños de esta edad ya no son tan egocéntricos como los pequeños, sino que saben cambiar su perspectiva para imaginarse como otra persona puede ver el mundo y qué es lo que él haría “si estuviera en su lugar”. Los grupos suelen ser formados por niños del mismo sexo, ya que en este período no hay especial interés en el otro “bando”. Durante este período de latencia, en el que casi no existen intereses de carácter sexual, toda la energía es concentrada en las actividades de aprendizaje y socialización ya descritas, hasta llegar a la adolescencia. d. Adolescencia (11 a 20 años): Cambios físicos rápidos y profundos. Se inicia la madurez reproductora. Difícil búsqueda y consolidación de la identidad. El grupo de iguales ayuda a desarrollar y probar el autocontrol. Desarrollo del pensamiento abstracto y empleo del razonamiento científico. El egocentrismo se presenta en algunos comportamientos. En términos generales, las relaciones con los padres son buenas. Edad entre 11-16 años: El yo, los amigos y el mundo. La adolescencia suele ser un período de rápidos cambios. La adolescencia es una etapa compleja, ya que abarca casi todas las facetas de la vida. Los jóvenes desarrollan personalidades autónomas y quieren probar sus propias capacidades de ser personas independientes en este mundo. Uno de los cambios más fáciles de percibir es el crecimiento físico que se produce, conocido como estirón. A veces los cambios fisiológicos son tan rápidos que ni ellos mismos tienen tiempo de asumirlos. El interés para los miembros del otro sexo se hace muy fuerte: atracción, curiosidad y enamoramientos. Las relaciones de pareja, que se dan sobre todo a partir de los 15-16 años, son muy importantes ya que ayudan a madurar una identidad sexual propia y definida. Esta capacidad de compartir la propia identidad e intimidad, son condiciones que favorecen una relación futura, emotivamente estable y humanamente constructiva. A nivel de las estructuras mentales, el desarrollo del pensamiento permite la creación de hipótesis y el desarrollo de una lógica por deducción. El cerebro tiene todas las herramientas necesarias para poder entender y participar a la l creación de la cultura y del conocimiento humano. Es una experiencia que les confiere un sentido de libertad mental. Las preguntas de carácter moral se vuelven importantes, cuestionan y quieren saber lo que realmente vale. Es importante que los padres conozcan esta necesidad que sus hijos tienen de verificar todo lo que les han enseñado. Necesitan elegir personalmente lo que ahora han aceptado desde fuera sin mucha reflexión, como parte de su propia identidad. Una posición definida y relativamente estable será alcanzada solamente en la adolescencia tardía. Muchos jóvenes suelen recuperar de forma autónoma y como resultado de una elección personal, muchas de las enseñanzas recibidas de sus padres. El desafío más fascinante de la adolescencia es la definición de una identidad propia. Los jóvenes necesitan buscar respuestas fuera de su hogar y círculos tradicionales. Hacen nuevas amistades, cultivan ciertas pasiones o intereses. Hacen pruebas de identidad cambiando de estilo de vestir, de peinado, de forma de andar. Los amigos y el grupo son muy importantes, ya que son los foros que les permiten realizar estas tentativas de exploración social en busca de su lugar en este mundo. Éste es un período de transición para llegar a ser una persona adulta y madura, capaz de hacer sus propias elecciones en la vida. Es cuando muchos adolescentes empiezan a tener claro lo que les gustaría hacer de mayor y empiezan a asumir de manera gradual la responsabilidad de sus propias acciones. La comunicación es una herramienta fundamental para una vida familiar pacífica. La mejor forma de solucionar conflictos que, muchas veces no son más que incomprensiones, es tener un clima de diálogo en la familia. El adolescente cuestiona a los padres porque necesita tomar distancia de lo que ellos representan: su niñez, su dependencia, su incapacidad para tomar decisiones por sí mismos. Es una manifestación de la búsqueda de su propio camino, ensayando vías alternativas a las asumidas como únicas y correctas hasta entonces. Significa arriesgarse, asumiendo también que uno puede equivocarse. Es natural que todo esto genere cierta angustia en los padres. Para ayudar a los padres: Existen diferentes estilos educativos o manera de educar a los hijos. No existe una manera válida siempre y para todos, ya que cada familia es única. Hay que evaluar y adecuar las pautas educativas conforme a la situación y personalidad específica de los padres e hijos adolescentes. Los padres y maestros deben crear las condiciones para que el joven madure gradualmente y progresivamente, para que vaya tomando decisiones sobre sí mismo, su vida presente y sus proyectos futuros. El adolescente debe llegar a ser plenamente responsable de su vida y de su futuro. Los adolescentes a veces tienen conductas de riesgo o comportamientos que puede perjudicar su salud. Conducir de forma poco prudente, beber en exceso o tomar algunas pastillas en las fiestas, fumar e incluso probar drogas, son comportamientos cuya explicación no es sencilla ni unívoca. Esta se puede deber a razones de carácter social, la influencia del grupo, el carácter del individuo, la educación recibida y otras situaciones. Un rasgo psicológico común que tienen los adolescentes es el de tener una generalizada sensación de invulnerabilidad, que les hace minimizar los riesgos existentes en una determinada situación o comportamiento. En este sentido, el clásico papel de los padres, expresado en su famoso “ten cuidado”, sigue siendo el más adecuado. Aunque parezca que están cansados de oír siempre lo mismo cada vez que salen, en el fondo saben que sus padres piensan en ellos y son un poco insistentes porque en el fondo les desean lo mejor. Es importante que los hijos sigan percibiendo que pueden recurrir a sus padres si tienen algún problema de difícil solución, tan solo para pedirles consejo. Los adolescentes suelen tener un alto grado de idealismo, valoran la amistad y pueden establecer vínculos amistosos muy estrechos. Buscan el amor de su vida, desarrollan un profundo sentimiento religioso, se afilian a una determinada ideología política o social. El hecho común a todas estas experiencias es que se puede pensar, sentir y creer en algo de forma muy profunda y universal. La búsqueda de modelos es otro rasgo importante para el adolescente. El personaje ideal es objeto de imitación. Puede ser un atleta, un cantante o artista. Los modelos siempre proponen valores que son transmitidos de forma directa o indirecta. Los jóvenes necesitan tener variedad de posibilidades morales y modelos alternativos. Para ellos es necesario que las propuestas de los adultos sean coherentes con un modelo de vida. Desde siempre, pero ahora con más fuerza, la coherencia entre hechos y palabras es la que marca la diferencia entre lo que merece la pena aceptar y lo que no. e. Adultez temprana (20 a 40 años): Se toman decisiones acerca de las relaciones íntimas. Muchas personas se casan y tiene hijos. La salud física llega al tope, luego decae ligeramente. Elección de carrera. Continúa desarrollándose el sentido de la identidad. Capacidad intelectual más compleja. f. Adultez intermedia (40 a 65 años): Nueva búsqueda del sentido de la vida. Deterioros en la salud física, el vigor y la fuerza. Sobreviene la menopausia en las mujeres. La sabiduría y la habilidad para resolver problemas prácticos son grandes; declina la habilidad para resolver problemas nuevos. Doble responsabilidad: cuidar a los hijos y a los padres ancianos. La orientación del tiempo cambia a “tiempo dejado de vivir”. Independencia de los hijos: nido vacío. Las mujeres adquieren más confianza en sí mismas, los hombres se vuelven más expresivos. Algunos experimentan el éxito en sus carreras y llegan a la cima económica; otros sufren de agotamiento. En una minoría se produce la crisis de la edad madura. Vista, oído, gusto y olfato - A medida que los cristalinos del ojo se vuelven menos elásticos con la edad, su foco no se ajusta tan fácilmente; en consecuencia, mucha gente desarrolla presbicia – hipermetropía asociada a la vejez y necesita anteojos para leer. También se experimenta una leve pérdida en la nitidez de la visión y necesitan cerca de un tercio más de luminosidad para compensar la pérdida de luz que llega a la retina. La miopía, sin embargo, tiende a nivelarse en estos años. En estos años. Hay también una pérdida gradual de la audición, especialmente en lo que respecta a los sonidos en las frecuencias más altas, esta condición es conocida como presbiacusia. Después de los 55 años, la pérdida de la audición es mayor para los hombres que para las mujeres, la mayor parte de la pérdida de la audición durante estos años no es percibida, puesto que está limitada a los niveles de sonido que son poco importantes para el comportamiento cotidiano. La sensibilidad del sentido del gusto empieza a disminuir alrededor de los 50 años, particularmente la habilidad de discriminar “los matices más finos del gusto”, los alimentos que pueden ser muy sabrosos a un joven pueden parecer insípidos a una persona de edad intermedia, a menos que se le agreguen condimentos. La sensibilidad al olfato parece sostenerse bien, es uno de los últimos sentidos que se disminuye. Fuerza, coordinación y tiempo de reacción – A pesar de que hay una disminución gradual en fuerza y coordinación durante los años intermedios, la pérdida es tan pequeña que la mayoría de la gente escasamente la nota. Diez por ciento de reducción en la fuerza física desde su máximo en los 20 años no significa mucho para la gente que, rara vez, si alguna vez lo hace, emplea toda su fuerza en sus vidas cotidianas. Cuanto menos se esfuerce la gente, menos puede hacer. La gente que lleva una vida sedentaria pierde la tonicidad muscular y se vuelve aún menos inclinada a esforzarse físicamente. La gente que hace el esfuerzo de conservarse activa durante la edad adulta obtiene los beneficios de más fibra y elasticidad después de los 60 años. El tiempo de reacción simple disminuye a cerca de 20%, en promedio, entre los 20 y los 60 años y decae después de estos últimos. Las habilidades motrices complejas, se incrementan durante la infancia y la juventud, pero disminuyen gradualmente después de que la gente ha alcanzado su completo desarrollo. Los trabajadores industriales hábiles, en sus 40 y 50 años son usualmente más productivos que nunca en parte debido a que, generalmente, son más escrupulosos y cuidadosos. Además, es menos probable que los trabajadores de edad intermedia tengan lesiones que los incapaciten en el trabajo – resultado, sin duda, de la experiencia y el buen juicio, que hace más que compensar cualquier reducción de la coordinación y las habilidades motrices. Cambios en la capacidad reproductora y sexual – Uno de los cambios fundamentales de la edad intermedia – la disminución de las capacidades reproductoras – afecta a los hombres y mujeres de manera diferentes. La capacidad de las mujeres para dar a luz hijos se termina durante este período; los hombres, a pesar de que pueden continuar engendrando hijos, empiezan a experimentar una disminución de la fertilidad y en algunos casos de la potencia. Menopausia – La menopausia ocurre cuando una mujer deja biológicamente de ovular y de menstruar y ya no puede concebir hijos. Esto ocurre alrededor de los 50 años, en promedio, pero puede suceder muy normalmente uno 2 a 5 años antes o después, durante los cuales el cuerpo de la mujer experimenta los diversos cambios fisiológicos. La etapa inmediata anterior a la menopausia se conoce técnicamente como el período climatérico. Durante el período climatérico, el cuerpo de la mujer reduce su producción de estrógeno. En consecuencia, experimentan síntomas físicos que pueden incluir bochornos, adelgazamiento del revestimiento vaginal (lo cual puede hacer dolorosa la relación sexual) o disfunción urinaria. En 1 de cada 4 mujeres posmenopáusicas, la disminución del estrógeno lleva a la osteoporosis, estado en el cual los huesos se vuelven más delgados, susceptibles a fracturas o a la artritis. Para la mayoría de las mujeres, la menopausia no es una eventualidad de sus vidas, más bien es una época psicológica notoria. Una de las posibles causas es que anteriormente se culpaba a la menopausia de una serie de problemas, especialmente de la depresión, aunque estudios recientes muestran que no hay razón para atribuirle enfermedades psiquiátricas a este evento normal. Es más probable que los problemas psicológicos de la mitad de la vida sean causados por actitudes sociales negativas hacia la tercera edad. En las culturas en que se valora a las mujeres de edad, menos problemas se asocian con la menopausia. La actitud de una sociedad hacia la tercera edad parece influir mucho más en el bienestar de una mujer menopáusica que el nivel de hormonas de su cuerpo. El climaterio masculino – A pesar de los padres pueden continuar engendrando hijos hasta muy avanzada edad, algunos hombres de edad intermedia experimentan una disminución de la fertilidad, la frecuencia de las eyaculaciones y un aumento de la impotencia. Además, la mayoría de los hombres de edad intermedia parecen tener fluctuaciones cíclicas en la producción de hormonas. La etapa inmediata previa a la andropausia se caracteriza por cambios fisiológicos, emocionales y psicológicos. Involucra al sistema reproductor y otros sistemas del cuerpo – generalmente comienza alrededor de 10 años después el climaterio femenino y el patrón de síntomas varia alrededor de 5%. Los hombres de edad intermedia experimentan síntomas tales como depresión, fatiga, insuficiencia sexual y achaques físicos vagamente definidos. Puesto que los investigadores no han encontrado relaciones entre los niveles hormonales y los cambios de temperamento, es probable que las quejas de la mayoría de los hombres estén sujetas a la presión ambiental como las de las mujeres. Algunos de los problemas pueden estar relacionados con eventos inquietantes de la vida, tales como la enfermedad del hombre o su esposa, problemas de negocios o de trabajo, la partida de la casa de los hijos o la muerte de los padres. Apariencia y adaptación sexual – En esta época suele evidenciarse un doble enfoque relacionado con la entrada al envejecimiento. Los cabellos encanecidos, la engrosada y las “patas de gallo” que son consideradas como prueba de experiencia, madurez y maestría en los hombres, son miradas como señales indicadoras de que “está entrada en años”, en las mujeres. Una vez que estas señales de juventud se han ido, también lo ha hecho (a los ojos de muchos hombres) el valor de una mujer como compañera sexual y romántica, y aún como presunta empleada o social de negocios. Pérdida de la capacidad de reserva física – Muchos de los problemas de salud que se originan en la edad intermedia son debidos a la pérdida de la capacidad de reserva física, es decir, la habilidad de los órganos y sistemas del cuerpo para aplicar un esfuerzo extra en épocas de estrés o disfunción. Los cambios físico más comunes incluyen: habilidad disminuida para bombear sangre, funcionamiento disminuido de los riñones, secreción disminuida de enzimas en el tracto gastrointestinal, debilitamiento del diafragma, ensanchamiento de la glándula prostática en el hombre (el órgano que rodea el cuello de la vesícula urinaria), que causa a menudo problemas de vesícula y problemas sexuales. Algunos de estos cambios son el resultado directo del envejecimiento de los órganos. Sin embargo, los factores de comportamiento y el estilo de vida pueden afectar su regulación y su extensión. La gente envejece a diferentes ritmos y la decadencia de los sistemas del cuerpo es gradual. Salud – Las enfermedades más comunes de la edad media son el asma, la bronquitis, la diabetes, los desórdenes nerviosos y mentales (irritación o depresión), la artritis, el reumatismo, los deterioros de la vida y el oído, y el mal funcionamiento o las enfermedades de los sistemas circulatorio, digestivo y genito-urinario. Estas enfermedades, sin embargo, no necesariamente avanzan en la edad intermedia, mientras tras quintas partes de las personas de 45 a 64 años de edad tienen estas condiciones crónicas, aunque dos quintas partes entre los 15 y 44 años ya las padecen. Un importante problema de salud en la edad ya las padece. Un importante problema de salud en la edad intermedia es la presión sanguínea alta, también conocida como hipertensión. Este desorden, que es peligroso porque a menudo predispone a la gente a los ataques del corazón, afecta a 1 entre 5 adultos. Causas de la muerte – Actualmente, cuando la gente tiende a vivir más, la muerte en la edad intermedia parece prematura pero no tan inesperada como en la infancia o en la edad adulta temprana. Ahora es más probable que la muerte provenga de causas naturales que de accidentes o violencia. Las tres principales causas que conducen a la muerte entre los 35 y los 54 años son el cáncer, los ataques al corazón y los accidentes; entre los 55 y 64 años, las causas son el cáncer y enfermedades del corazón. Desarrollo intelectual – La gente de edad intermedia y mayor puede y realmente continúa aprendiendo nuevos “trucos”- “mañas”, y nuevas habilidades y puede recordar lo que ya conoce bien. No hay una evidencia de descenso en muchas clases de funcionamiento intelectual antes de los 60 años y hay inclusive, incremento en algunas áreas como el vocabulario, habilidades e información general – cultura. La gente de edad intermedia puede aprender esto, a menos que piense que no puede. Además, la gente de edad intermedia muestra una marcada ventaja para solucionar los problemas de la vida cotidiana, la cual procede de su capacidad de sintetizar su conocimiento y su experiencia. Inteligencia y cognición – Mientras la inteligencia fluida (habilidad de manejar nuevo material o situaciones) típicamente disminuye durante la edad adulta, la inteligencia cristalizada (habilidad de solucionar problemas con base en el procesamiento automático de información almacenada) a menudo se incrementa durante la edad intermedia. Por ejemplo, las habilidades verbales ascienden, especialmente entre la gente que utiliza sus capacidades intelectuales regularmente, bien sea en el trabajo o a través de la lectura u otro ejercicio mental. Cambios de cognición en la edad adulta intermedia – Los adultos están usualmente más preocupados en cómo utilizar el conocimiento para propósitos prácticos que en adquirir conocimiento y habilidades para su propio bien, usan sus habilidades intelectuales para solucionar problemas de la vida real asociados con la familia, negocios o responsabilidades sociales. Este desarrollo cognoscitivo de la edad intermedia se relaciona con la creencia de Erikson (que se tratará más adelante) de que la gente de edad intermedia se interesa en la labor de la generatividad – responsabilidad de establecer y dirigir a la generación venidera. El estudiante adulto – Normalmente, en esta época de la vida, la mayoría de las personas ya cuentan con un nivel de estudios estable; es decir, quienes llegaron hasta la secundaria en la adolescencia ya no ingresan al bachillerato. Quienes abandonaron los estudios de bachillerato o los de licenciatura raras ocasiones prosiguen el siguiente nivel educativo. No obstante, cada día es más probable encontrar en las aulas a personas de mayor edad de la esperada de acuerdo al nivel que corresponda. Hoy en día se puede encontrar uno con estos casos: Una mujer se casó a los 17 años, dio a luz y crió a 3 hijos y fue a la universidad a los 40 para egresar como profesionista cerca de los 45; Un mecánico automovilístico de 50 años toma un curso nocturno de filosofía sin créditos estudiantiles sólo por el placer de conocer información que considera le hace falta. Un profesionista de la física, de uno 49 años, se inscribe a un seminario sobre recientes avances en la medicina endocrinológica. Estos casos ejemplifican el auge en la educación continua, el aspecto creciente más rápido de la educación norteamericana y europea en la actualidad y una alternativa en desarrollo en nuestro país. Por otro lado, podemos observar en nuestras comunidades que personas mayores de 35 años asisten a la escuela para aprender a leer y escribir. Como dato colateral, cabe mencionar que más del 10% de los adultos mexicanos de 17 a 22 años participan en cursos de educación para adultos utilizando medio tiempo, aún en forma gratuita. La mitad de estos estudiantes son de 35 años o más. Mucha gente estudia para prepararse en los que será su trabajo. Algunas mujeres que han dedicado los años de su edad adulta temprana a los trabajos caseros y a la maternidad regresan a la escuela para ampliar su cultura, incluso para fortalecer su ejecución como responsables de su hogar o su vida matrimonial. La gente que ve aproximarse la jubilación puede desear ampliar su cultura y sus habilidades para hacer un uso más productivo e interesante de su nuevo tiempo libre. Y algunos adultos simplemente disfrutan del aprendizaje y desean continuar haciéndolo. En los casos de analfabetismo suele manifestarse la necesidad de pertenencia de la se habló al principio de este documento, en la perspectiva humanística, en otros casos lo hacen para evitar comparaciones negativas por parte de sus nietos. Los aprendices maduros tienden a estar más motivados que los de edad tradicional ya que se han dado cuenta que el aprendizaje no está limitado al salón de clases, sino que también ocurre en forma relativamente informal en casa, en el trabajo y en otras partes diferentes a una escuela clásica. Lo que les puede faltar en habilidades académicas específicas lo compensan en la riqueza y variedad de las lecciones de la vida, las cuales aplican al material que enfrentan cuando regresan a la escuela. No obstante que la experiencia de vida ayuda bastante a estos adultos, son a menudo más ansiosos y menos confiados en sí mismos que sus compañeros de clase más jóvenes. Así mismo, tiene una serie de problemas prácticos que la mayoría de los estudiantes más jóvenes no tienen. Pueden tener dificultad para hacer las tareas escolares en sus ocupados horarios y para manejar la marcha del curso, la paternidad y los trabajos. El transporte y la atención de los niños pueden presentar dificultades y los amigos y la familia no siembre los apoyan. Incluso se puede notar una ambivalencia ¿comento que estoy asistiendo a la escuela o me quedo callado? La respuesta esperada puede ser del agrado del estudiante cuando se le reconozca su “valor”; pero también se pueden escuchar sarcasmos que le hagan sentir incomodo: ¿Y a qué horas sales al recreo? ¿Te dejan tarea o prácticas cuando ves el tema de educación sexual? ¡Tan grandecito! ¿Y tú uniforme?, etc. Para ayudar a satisfacer las necesidades de los estudiantes adultos, un creciente número de instituciones educativas, se están volviendo más flexibles en la fijación de horarios, proporcionándoles oportunidades para que se inscriban a horarios en tiempo parcial y para que hagan una gran parte de su trabajo independiente. En algunas instituciones los estudiantes pueden seguir un programa de estudio académico diseñado a la medida, trabajar en la casa y registrarse de vez en cuando con consejeros, supervisores, también pueden registrarse en asignaturas que más convengan a sus intereses. Esta opción está íntimamente relacionada con la educación abierta. Como parte colateral a esta alternativa se encuentra la educación a distancia, situación que permite al adulto apropiarse de conocimientos específicos de algún tema que se trate en otro lugar del mundo, al mismo tiempo que se encuentre en su país y con la posibilidad de hacer preguntas y recibir respuestas en el momento. Esta alternativa se está desarrollando con excelentes resultados en instituciones públicas (U.N.A.M y el I.P.N.), así como en las privadas (ITSM). Las universidades no son los únicos sitios que ofrecen cursos de educación para adultos. Las escuelas públicas, las organizaciones comunales, las empresas comerciales, los sindicatos, las sociedades profesionales y las agencias gubernamentales también los hacen. En México nos seguimos preocupando, personal e institucionalmente, por elevar nuestros niveles educativos; convencidas están las comunidades que el conocer promueve mejores estilos de vida. En la compleja sociedad de hoy, la educación nunca termina y a pesar de que no todo el aprendizaje tiene lugar en la escuela, más y más gente está encontrando algún tipo de aprendizaje formal importante para su marcha con los retos y oportunidades del mundo del trabajo, así como para el desarrollo de su completa capacidad intelectual o el bienestar social. Trabajo – Durante la edad adulta intermedia, es probable que el trabajador típico se ajuste a una de dos descripciones. Él o ella están en la cumbre de una carrera escogida durante la edad adulta temprana, ganando más dinero, ejerciendo más influencia en la comunidad laboral y mereciendo más respeto que en cualquier otro período de la vida; o en el comienzo de una nueva vocación, posiblemente estimulada por la revaluación de sí mismo, que tiene lugar durante la mitad de la vida. Una variación en este segundo patrón es la de algunas mujeres que ingresan o reingresan al ámbito laboral que requiere de mano de obra o “aceptan” tomar un trabajo muy exigente en tiempo o dedicación, debido al agotamiento de sus reservas económicas o la necesidad de continuar apoyando a sus hijos sea que estén estudiando o que tengan problemas en su propia familia. Las diferencias sexuales en el trabajo – Las posiciones más altas en los negocios, el gobierno y las profesiones están aún dominadas por los hombres, a pesar de que las mujeres han tenido un progreso significativo en éste y otros campos. En general, las mujeres ganan menos que los hombres y enfrentan barreras tanto en conseguir empleos como en los ascensos. A pesar de que la mitad de las mujeres de edad intermedia ahora si realizan trabajos remunerados, comparado con sólo cerca de 20% en los años 20, muchas de estas mujeres apenas han ingresado al destacamento de trabajadores por primera vez en sus vidas adultas o han reingresado a ella después de “haberse retirado” para concentrarse en criar a sus hijos. Tales mujeres a menudo enfrentan no sólo la discriminación de edad y de sexo sino la real desventaja de competir con gente que tiene una ventaja inicial de 20 años. Esta brecha de sexo puede estrecharse a medida que la actual generación de adultos jóvenes, la mayoría de los cuales han estado trabajando ininterrumpidamente durante los años de crianza de sus hijos lleguen a la edad intermedia. La gente que sigue el segundo patrón de carrera está obteniendo más atención en estos tiempos como parte de una tendencia hacia una vida con múltiples carreras. La discriminación sexual, como se vio en la edad adulta temprana sigue siendo un obstáculo para las mujeres de nuestra sociedad. De hecho, no es extraño escuchar “mejor búscate alguien que te mantenga”, cuando una mujer adulta intermedia ingresa a trabajar. Cuando los trabajadores están insatisfechos con sus trabajos, es a menudo debido a uno de una serie de factores estresantes: Falta de ascensos o aumentos de sueldo. Baja paga. Trabajo monótono y repetitivo. No participación en la toma de decisiones. Carga pesada u horas extras de trabajo. Problemas de supervisión (sobre todo por gente joven). Descripciones no claras del trabajo. Un jefe que no estimula. Incapacidad o renuencia a manifestar frustración o ira. Dificultad para manejar las responsabilidades de hogar y trabajo. Insuficientes descansos (aumento de cansancio). Hostigamiento sexual (por ambos sexos). Estos factores están relacionados con una serie de enfermedades físicas y emocionales, a pesar de que los vínculos específicos son difíciles de establecer. El estrés puede provocar agotamiento emocional y un sentimiento de que uno ya no puede realizar nada en el trabajo. Es especialmente común entre la gente de profesiones humanísticas como la medicina, la enseñanza, el trabajo social o la psicología que el estrés ataca a esos profesionales que han sido los más dedicados y que se sienten frustrados, ahora, por la inhabilidad de ayudar a la gente tanto como quisiera o como lo hicieron antes. La sensación de impotencia física o mental y la falta de control es usualmente una respuesta al estrés que se convierte en algo cotidiano. Los síntomas, que vienen gradualmente, pueden incluir fatiga, insomnio, dolores de cabeza, gripes persistentes, problemas estomacales, abuso de alcohol o tabaco (incluso de medicamentos que deben ser controlados por el médico) y dificultades para congeniar con la gente. El profesional agotado puede dejar un trabajo repentinamente, alejarse de la familia y los amigos y hundirse en la depresión. Algunas medidas que parecen ayudar a los trabajadores agotados incluyen la reducción de horas de trabajo y la toma de descansos, incluyendo los fines de semana largos y las vacaciones; otras alternativas más comunes pueden ser la práctica de ejercicio, escuchar música o hacer meditación. Pero lo más importante es que los adultos, jóvenes o intermedios comprendan que esto (todo lo que se ha comentado en este material) es un proceso “normal” (cuando menos es muy probable que le suceda a mucha gente) dentro del desarrollo del individuo y que la aceptación de estas y otras etapas criticas del hombre se circunscriben a un contexto bio-psicosocial. Desempleo – El factor estresante más grande de todos es la repentina o inesperada pérdida de un trabajo. Los trabajadores que derivan su identidad de su trabajo, los hombres que definen la hombría como la manutención de una familia y la gente que define su valor desde el punto de vista del valor del dinero, pierden más que su salario cuando son despedidos. Pierden un pedazo de sí mismos y con él su autoestima. Las mujeres están tan propensas como los hombres a sentirse económica, psicológica y físicamente afligidas por la pérdida de un trabajo. Debido a los estereotipos culturales, la pérdida de empleo en el hombre puede llevar, junto con las demás características físicas, a estados depresivos de alto riesgo para su equilibrio mental. Cambio de carreras en la mitad de la vida – Las historias de cambios de vida profesional en la mitad de la vida se incrementan en estos tiempos. Con las expectativas de hoy en día de una vida más larga, mucha gente de edad intermedia al darse cuenta de que no desea continuar haciendo lo mismo los próximos 20 años se orienta en direcciones totalmente nuevas. Otros se ven forzados por el desempleo, por causas tecnológicas o económicas a buscar “nuevos mundos”. Un trabajador de edad intermedia puede sentirse presionado por los trabajadores más jóvenes que están ascendiendo en la escala de puestos y podría, más bien, cambiar por completo de trabajo que tratar con la competencia. Otra persona de edad intermedia puede pensar “estoy cuesta abajo” o “he llegado tan lejos como he podido en esta compañía”, y puede buscar el reto de un trabajo que ofrezca más oportunidad de progreso o desarrollo profesional. Algunos eventos comunes de la edad intermedia afectan en general la estructura de vida de las personas y en particular, estilos de vida. El vacío del hogar, cuando el hijo más joven se va de casa puede llevar a una reorientación que va desde los asuntos familiares hasta las consideraciones sobre la carrera. El entusiasmo de una mujer por su primer trabajo fuera de casa puede inspirar a su marido a buscar una nueva línea de trabajo que proporcionará similar conmoción. El divorcio o la viudez pueden forzar a una mujer a trabajar por necesidad más que por elección y posiblemente, a tratar de encontrar un trabajo mejor remunerado. La gente que después de años de trabajo ha pagado la hipoteca o ha hecho profesional al último hijo, puede sentirse libre para tomar empleo con cargas de trabajo más livianas, cambiarse a puestos que traigan menos dinero pero más satisfacción o a meterse en negocios aventurados, arriesgados pero emocionantes. Otra gente repentinamente se da cuenta de que está mal preparada para la jubilación y se centra en acumular una reserva mientras aún es hábil para las ganancias substanciales. La educación – Como se ha observado hasta aquí, el estilo de vida íntimamente relacionado con la salud, las relaciones sociales, el trabajo, la vida sexual y la moralidad, no se elige de una lista de alternativas que nos presente la vida, tampoco está supeditada al destino azaroso. El estilo de vida se va conformando desde los primeros años de nuestra vida y se fortalece cuando llegamos a la edad adulta (de hecho, una de las características que distinguen al adulto es la adjudicación de una responsabilidad reconocida por la sociedad). Sin embargo, si es posible modificar parcial o totalmente este estilo cuando se llega a la adultez intermedia. Estos cambios son posibles cuando se cuenta con un acervo de habilidades y conocimientos para afrontar los siguientes retos que nos presentará la vida. ¿Dónde obtenemos estos recursos? Por un lado, la educación juega un papel muy importante en este proceso ya que, a su vez, para incursionar en estudios especializados, se requiere de una preparación educativa básica hoy en día requieren conocimientos a nivel licenciatura. La experiencia de la vida juega otro importante papel ya que la información “teórica” obtenida en las aulas no tiene valor si no ha sido llevado a la práctica combinada con las propias limitaciones de la vida real. Aunque los prototipos de estilo de vida que nos muestran los medios masivos de comunicación son inalcanzables para la mayoría de la gente en nuestro país, apoyan a que el individuo compare su estado actual de estilo de vida con las posibles alternativas que el mundo ofrece. Las relaciones sociales nos permiten como cuando se está entre los 4 y 8 años de edad comparar con nuestro entorno inmediato lo que somos, tenemos y aspiramos. La prospectiva, en forma sencilla, es la mirada hacia el futuro; no solo en términos idealistas sino como la probabilidad controlada de los aconteceres que se presentarán como producto de la propia intervención del individuo. ¿Cómo podrá intervenir el adulto en los acontecimientos futuros? Con la experiencia personal que los últimos años le han brindado, la información compilada a través de las instituciones educativas, el autoaprendizaje, la interacción con otras personas que tienen otro tipo de información y experiencia, el individuo cuenta con un equipo de herramientas que pueden ser aplicadas en términos más positivos; pero si todos los adultos cuentan con estas “herramientas” ¿Por qué no todos los adultos mejoran su estilo de vida en la etapa intermedia? Más aún, ¿Por qué un buen número de senectos sufren su última etapa? La creatividad viene aquí a señalarse como un principio fundamental para la generación de nuevas alternativas de acción. No se necesita ser un Albert Einstein o un Salvador Dalí para generar ideas revolucionarias en la ciencia o las artes. En nuestro contexto cotidiano basta con aprovechar las experiencias cotidianas y romper con los estereotipos que la misma cultura no ha impuesto, es buscar diferentes caminos para llegar al mismo fin con la posibilidad de seleccionar las mejores y no las más cortas. No todo mundo ejerce su creatividad o no todas la aplican en forma prospectiva, se limitan a aplicar esquemas ya conocidos para resolver problemas que le vienen en el presente. Cada día es más común encontrar a jóvenes adultos hablando de prospectiva con este enfoque y es ya una realidad en personas y grandes instituciones la ejercitación combinada de esto y la creatividad, situación con la que cambian más fácilmente de estilo de vida. La continua reciprocidad de estos dos elementos parece apoyar en el mantenimiento de los estilos de vida que convienen más a las personas, estableciéndose además un equilibrio entre las posibilidades y las limitaciones. g. Adultez tardía (65 años en adelante): Principales aspectos de los adultos de edad avanzada que favorecen su proceso de aprendizaje: La mayoría de las personas aún están saludables y activas, aunque de algún modo la salud y las habilidades físicas decaen. Los cambios físicos y mentales en los adultos de edad avanzada incluyen cambios en visión, audición, fortaleza, esqueleto, músculos y sistema nervioso. La mayoría de las personas mantienen la mente despierta. La lentitud de reacción afecta muchos aspectos del funcionamiento. Surge la necesidad de afrontar pérdidas en muchas áreas (pérdida de las propias facultades, pérdida de los seres amados). La jubilación deja más tiempo libre, pero reduce los recursos económicos. Ante la inminencia de la muerte, se siente la necesidad de encontrarle su propósito a la vida. El trabajo científico y práctico de E. Kubler Ross significó una ruptura del tabú sobre la muerte: el uso de técnicas para que el final de la vida sea más llevadero para quienes agonizan, los médicos que los atienden y las familiares que los rodean. En su libro, On Death and Dying (1969), explicó las etapas definidas en el proceso de la muerte. Explicó los métodos para que los médicos, el personal de enfermería y los familiares acompañen y ayuden a la persona en sus días finales. Las etapas no se suceden de forma ordenada y excluyente, sino que pueden mezclarse. Etapas de Kubler Ross en el proceso de morir: 1. Negación – cuando el paciente se rehúsa a aceptar que tiene una condición fatal. 2. Ira – como no puede negar su situación, siente coraje con Dios o consigo mismo. 3. Negociación – surge cuando el paciente piensa que si se somete a un tratamiento determinado, hace dieta o ejercicio, quizá pueda corregir su condición. 4. Depresión – surge cuando la persona reconoce que la negociación no es posible con la muerte. 5. Aceptación de la muerte – cuando la persona reconoce su mortalidad y la inminencia del fin. En la actualidad, el concepto de vejez está siendo sometido a un proceso de profunda revisión y exhaustivo análisis ya que el significado que por mucho tiempo ha prevalecido resulta cada vez ambiguo. Esta situación ha determinado el surgimiento de un buen número de conceptos, definiciones e interpretaciones en torno a este apasionante tema. Los lineamientos sugeridos para el trabajar con adultos de edad avanzada incluyen al personal para facilitador del aprendizaje y al andragogo (especialista de la vejez). Actividades para el logro de los objetivos: El propósito de estas actividades es que puedas conocer mejor el perfil de tus futuros estudiantes. Para realizar las actividades debes de ubicarte en las etapas de desarrollo que tendrán tus futuros estudiantes. 1. Explica los avances del desarrollo de tus futuros estudiantes de acuerdo a los aspectos: físico, cognoscitivo y psicosocial. 2. En un organizador gráfico contrasta los avances de la etapa de desarrollo de tus estudiantes con una etapa primaria o posterior.

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