Tema parte 1 - Mitos y Filosofía Griega PDF
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Este documento analiza los mitos griegos como una forma de explicar el orden del mundo y el origen de la cultura occidental. Explica cómo estos relatos transmiten valores y creencias morales a las generaciones posteriores. Explora la función de los mitos para definir el comportamiento en la sociedad histórica griega.
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*[2.1. Los mitos explican el orden del mundo]* Hablar de los filósofos presocráticos, o primeros filósofos, es hablar del **nacimiento de la filosofía en nuestra cultura y en nuestra historia** (la historia de Occidente y la filosofía occidental). Y este hecho ocurrió en **Grecia**. Todos ellos, a...
*[2.1. Los mitos explican el orden del mundo]* Hablar de los filósofos presocráticos, o primeros filósofos, es hablar del **nacimiento de la filosofía en nuestra cultura y en nuestra historia** (la historia de Occidente y la filosofía occidental). Y este hecho ocurrió en **Grecia**. Todos ellos, a pesar de sus diferencias y sus diferentes planteamientos, inauguraron una manera de pensar el mundo, y de (intentar) comprenderlo de un modo radicalmente diferente a las explicaciones que habían existido hasta entonces. Y es este su principal logro. **Es tan grande la conmoción que los presocráticos supusieron para el modo de pensar, que nunca más, en nuestra historia, se ha podido volver a intentar una explicación del mundo que volviera a *lo que había antes.*** ¿Y qué había antes? ¿Cómo se explicaba el mundo antes de la aparición de los primeros filósofos? **El mundo se explicaba con mitos**[^1^](#fn1){#fnref1.footnote-ref}**. Los mitos eran narraciones fantásticas que explicaban algún aspecto de la realidad. Podían explicar el origen de los mares, del día y de la noche, de la Tierra... Pero podían ofrecer también una explicación moral.** Es decir, ofrecían una justificación, como si fuera una fábula, de cómo debemos comportarnos los seres humanos en el mundo. Y también cómo no debemos hacerlo. **Es propio de los mitos griegos que en sus historias aparezcan seres fantásticos**: dioses, minotauros, centauros, hidras, musas, ninfas y un abanico inmenso de criaturas de las que aún hoy se alimenta la cultura popular y nuestra imaginación. **Cada una de esas criaturas es alegórica. Y con ellas los griegos representaban, encarnaban, *algo*.** Podían ser los mares, con el dios Poseidón. O el sol, con el dios Apolo. Pero podían también representar aspectos más sofisticados y sutiles. Los dragones y las serpientes son un ejemplo de ello. En la mitológica griega, pero también en la judeocristiana, la serpiente es símbolo del mal, del terror, del límite de lo conocido. Y por eso aparece una serpiente en el libro del Génesis, o por eso aparecen monstruosas hidras en los mapas antiguos (no sólo griegos), en los límites de los mares[^2^](#fn2){#fnref2.footnote-ref}. Otro de esos aspectos más sofisticados que representaban algunos seres de la mitología griega eran **las Moiras**. Aunque de un número impreciso al inicio, **la cultura griega terminó concretándolas en tres. Se las representa como hilanderas, y personifican el destino de los seres humanos.** Junto a las Moiras, encontramos otros seres mitológicos que nos van a ser de utilidad para la explicación de los filósofos presocráticos. Estos seres son las **Erinias o Furias**. Y estos seres estaban incluso por encima del propio Zeus. Las Erinias eran seres muy temidos. En un inicio se las representaba como mujeres vestidas de negro que lloraban sangre. **Y se encargaban de perseguir a aquellos que cometían los crímenes más terribles (parricidio, fratricidio). En la mitología griega, las Furias, cuando se cometía este tipo de crímenes, perseguían al asesino hasta volverlo loco. A veces, también se las representaba como moscas que revolotean alrededor de la persona en cuestión**[^3^](#fn3){#fnref3.footnote-ref}**. Las moscas, las Furias, no son otra cosa que una representación de la culpa y la mala conciencia**. Y, como decíamos antes, estaban incluso por encima de los dioses. **Y es que cuando alguien, fuera un dios o un ser humano, actuaba al margen del destino planteado por las Moiras, o cometía un crimen tan grande como matar a su padre (crímenes que llevaron a cabo Orestes o Edipo) o a su hermano, pecaba de *hybris*. *Hybris* es la palabra que usaban los griegos para significar el "exceso", ante todo en sentido moral**. Un ser humano pecaba de *hybris* cuando quería compararse a un dios. O también cuando mataba a su padre. **Todo esto nos viene a indicar que los antiguos griegos tenían una conciencia muy clara, muy fuerte, de lo que podemos llamar el orden natural y moral del mundo**. Cada cosa *debe* ocupar su lugar. Y tenemos que conocer nuestro lugar en el mundo para poder actuar correctamente. Cuando nos excedemos, cuando somos tan soberbios como para pretender romper y saltarnos el orden del mundo (que un ser humano esté por encima de un dios, que un hijo pueda matar a su padre...), el castigo puede ser terrible. Así, pues, hay un orden en el mundo. Un orden natural y un orden moral. **Y los mitos, las narraciones fantásticas que los griegos se contaban, lo expresan**. *[2.2. El papel de la tradición]* Por su parte, **los mitos empezaron transmitiéndose de manera oral y por tradición**. Los padres se los contaban a sus hijos. Y éstos, a los suyos. Y así se garantiza la cohesión social, pues al final, generación tras generación, todos terminamos compartiendo los mismos relatos (los mismos personajes, las mismas historias, los mismos símbolos) que nos explican cómo funcionan las cosas: sus orígenes, y lo que puede y no puede hacerse. Sin embargo, hubo un momento en que la tradición oral se plasmó en algunos textos. **Homero y Hesíodo transcribieron esa tradición oral en varias obras que han llegado hasta nuestros días**. A Homero se le atribuyen la ***Odisea* y la *Ilíada***; a Hesíodo, ***Teogonía* y *Los trabajos y los días***. **Y esta misma tradición oral recogida en textos escritos la encontramos también en las tragedias griegas. Las representaciones teatrales de la Grecia Clásica reproducían una y otra vez esas historias míticas en las que los héroes griegos se enfrentaban a sus destinos y eran castigados por los dioses.** Igual que Homero y Hesíodo, las tragedias griegas no inventaban *nada*, no introducían personajes nuevos (la historia de Edipo es siempre la misma historia de un hombre que, sin saberlo, acaba matando a su padre y casándose con su madre), pero las distintas versiones de la misma tragedia griega, a lo largo de la historia, servía a los poetas trágicos para expresar las preocupaciones y la sensibilidad de la sociedad del momento. **De este modo, la sociedad griega se educaba a sí misma yendo al teatro: era el lugar en el que se transmitían los valores, en donde la sociedad griega podía verse a sí misma representada, donde se ponían voz y palabra a los problemas que ellos mismos tenían.** Los poetas griegos eran los educadores de la sociedad. *[2.3. Características de la mentalidad mítica]* Dicho todo lo anterior, podemos sintetizar la explicación mítica de la realidad en una serie de características. 1. **El mito es un relato fabuloso**. Es una historia que nos cuenta, de manera alegórica, algo que ocurrió en un tiempo remoto e impreciso. Los mitos no pueden fecharse, no pueden datarse. En los mitos no existe algo como: «*Esto* ocurrió hace cien años...»; lo que existe es: «*Esto* ocurrió hace mucho, mucho tiempo...». 2. **En los mitos hay una antropomorfización de la naturaleza**. Es decir, se personifican las fuerzas naturales. A los mares, al día y a la noche, a los truenos... se les atribuye personalidad y voluntad propia. 3. **Por lo anterior, todo lo que ocurre en la naturaleza depende de esa voluntad**. Que los mares y los océanos estén tranquilos depende del estado de ánimo de Poseidón; el destino de nuestra vida depende de las Moiras, etc. **Esto hace que no haya modo alguno de conocer las leyes de la naturaleza y que la única forma posible de intentar ponerla a nuestro favor es a través de las sacrificos.** 4. **Se asumen la existencia de un destino y de un orden natural y moral, que ni siquiera los dioses pueden saltarse**. Hacerlo es pecar de *hybris*, de exceso. Y los excesos eran castigados de manera implacable. 5. **La explicación mítica de la realidad, y su validez, se transmite por tradición**. 1. **UNA NUEVA MANERA DE ENTENDER EL UNIVERSO** *[3.1. La explicación mítica queda obsoleta]* Como escribimos al comienzo de estas páginas, los primeros filósofos proponen una explicación de la realidad completamente diferente a la explicación mítica. Y es éste su principal logro. Se suele decir que hay una serie de **factores que hicieron que la mitología dejara de tener verdadero valor y sentido para los griegos**, de manera que tuvieran que buscar otras explicaciones. Entre éstos, encontramos factores como: - **El intercambio cultural**: al estar Grecia en una zona de tránsito, entre Europa y Asia, y al tener Grecia un importante comercio marítimo, los griegos pudieron estar en contacto con muchas culturas. - **La inexistencia de un credo común**: a pesar de que los mitos poseen unas características comunes, no tienen una estructura sistemática como la tuvieron luego las religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo, islam). Eso hace que la explicación mítica sea más dispersa, caótica y desordenada. Lo cual hace que sea más sencillo cuestionar el tipo de explicación que ofrecen los mitos. - **El desprestigio del trabajo manual**: la aristocrática cultura griega despreciaba el trabajo manual. Para ellos, era algo más noble "no ensuciarse las manos"[^4^](#fn4){#fnref4.footnote-ref} y dedicarse a cuestiones netamente intelectuales. Las matemáticas, la ciencia o la política se convirtieron entonces en las mejores tareas a las que podía dedicarse un griego. [*3.2. La búsqueda del* arjé][^5^](#fn5){#fnref5.footnote-ref} **Todo ello fomentó que algunas personas en Grecia, en torno al siglo VI a.C., pudieran volver a preguntarse por el origen del mundo. "Origen" significa "comienzo". Como sinónimo de origen podemos poner "principio". Y podemos entenderlo como "aquello que ocurrió en primer lugar". Pero también podemos entenderlo como "aquello desde lo que se explica todo lo demás"**. La diferencia es muy sutil, y en muchas ocasiones los dos significados van juntos. Pero hay otras veces que no. Y en nuestro caso, p**ara los primeros filósofos griegos, tenemos que entender que cuando se preguntan por el origen de la realidad, están pensando en el segundo significado: *aquello desde lo que se explica toda la realidad*.** Así, pues, lo que los primeros filósofos se proponen no es algo diferente a lo que ya hacían los mitos. Los mitos explicaban la realidad; los primeros filósofos buscaron también explicar la realidad. Los dos, mitos y filósofos, se proponen hacer lo mismo. La diferencia está en la manera en que lo hacen. Como escribimos al comienzo, es éste el principal logro de los primeros filósofos: haber sido capaces de dar una explicación diferente sobre el *origen* (en el segundo sentido del término) de la realidad. Y para ellos, **el origen, o el principio de la realidad, va a estar en un elemento, o en muy pocos elementos. Desde ellos, van a intentar explicar la totalidad del mundo**. Y todos los primeros filósofos, independientemente de cómo lo formulen, e independientemente del éxito que tuvieran en su explicación, comparten esta característica: todos, sin excepción, tratan de encontrar este principio explicativo de la realidad. **A este principio, lo denominaron *arjé***. [*3.3. Las características del* arjé] Al igual que comenzamos este tema desarrollando las características más importantes de los mitos, ahora toca hacer lo mismo con el *arjé*. Lo primero que ya sabemos de él es que es el principio desde el cual se explica la realidad, toda la realidad. Y en esta explicación aparecen uno, o muy pocos elementos. También sabemos que es en este aspecto en el que se encuentran las diferencias entre los diferentes filósofos. Podemos ofrecer también otras características. Una de ellas, es que e**ste principio explicativo de la realidad no es evidente. No se nos aparece en nuestro contacto con la realidad. En nuestro contacto con la realidad lo que percibimos es el cambio**. Las cosas, la naturaleza, cambia, se modifica. Las plantas crecen en primavera, florecen, luego se marchitan y mueren. También los seres humanos y los animales. El agua de los ríos fluye. Todo lo que nos rodea, y también nosotros mismos, está en constante *cambio*. **Y este cambio lo percibimos por nuestros sentidos**: la vista, el oído, el tacto, el olfato... **Eso significa que, si queremos encontrar un principio desde el cual expliquemos toda la realidad, no se nos puede aparecer por los sentidos**. Porque lo que buscamos es el mismo principio que explique toda la realidad, este principio no puede ser algo que esté en constante cambio. El principio debe ser siempre el mismo: hoy, ayer y siempre. **El principio explicativo de la realidad, el *arjé*, debe ser siempre el mismo. O, en otra palabra, debe ser eterno**. También podemos añadirle otros adjetivos: lo verdadero, lo verdaderamente real. Pero, si nuestros sentidos nos muestran el cambio, y nosotros buscamos algo que no cambia, eso significa que los sentidos no pueden descubrirnos el principio desde el que explicar la realidad. Además, dado que **los sentidos nos muestran los *fenómenos*, lo que aparece, lo aparente, y lo que nosotros buscamos no es eso, entonces la verdad no es algo de lo que tengamos acceso inmediato ni directo por nuestros sentidos.** **Por tanto, la verdad, aquello que buscamos, está oculta. La verdad es algo que tenemos que *des-cubrir*, algo que debemos *des-ocultar***. La verdad es algo que no se nos aparece de manera inmediata por los sentidos. **Por ello, los griegos llamaban *aletheia* a la verdad. Que, literalmente, significa *desocultar***. La verdad se *descubre*. **Y, si no son los sentidos los que nos pueden proporcionar ese acceso a la verdad, es la razón la que puede hacerlo. Si los sentidos nos muestran el cambio, la razón capta lo que no cambia, lo que siempre permanece idéntico, lo que es eterno**. Es a través de la razón por la que comprendemos la verdad. Es por nuestra razón por la que podemos comprender cuál es el origen explicativo de toda la realidad, por la que podemos comprender el *arjé*. Y este *arjé* está en la propia naturaleza, explica la naturaleza, pero no lo podemos captar por los sentidos. Precisamente porque la verdad (*aletheia,* desocultación) del mundo, la verdad de la naturaleza, no es algo evidente, sino que hay que descubrirla, los primeros filósofos investigaban la naturaleza. Los primeros filósofos comprendieron que ni con los mitos ni con la información que les proporcionaban sus sentidos, podían conocer la naturaleza. Y ellos querían conocerla. Es, literalmente, lo que significa la palabra "*filósofo*". El filósofo es el que tiene amor a la sabiduría. Y esto es una manera cursi de decir que el filósofo es el que quiere (el que desea, el que ama) conocer. El que pasa de la apariencia de las cosas a su esencia: el que desvela el ser de las cosas. \* La conciencia de este *arjé* es algo que maravillaba a los primeros filósofos. Y, si lo pensamos, aunque sean dos minutos, podemos empatizar y compartir igualmente esa fascinación: los sentidos nos muestran el cambio, que unas cosas dejan paso a otras, que hay devenir, que hay caos. Y, sin embargo, ese caos es aparente. Por debajo de ese caos lo que existe es un orden perfecto que explica por qué todas las cosas son como son. **Pese a que, de entrada, podemos creer que el mundo es una madeja desordenada, en la que todo ocurre de manera azarosa y caótica, lo que verdaderamente existe es un orden que hace que todo el universo, y cada cosa del universo, tenga sentido**. «¡Dios mío!, ¿no es increíble que con lo inmenso que es el Universo, todo, absolutamente todo lo que hay en él, pueda explicarse racionalmente? ¿No es acaso maravilloso poder decir que todo lo que ocurre, ocurre por algo?». Algo así debieron exclamar los primeros filósofos. Finalmente, el *arjé* posee una última característica. Y es l**os griegos entendían el *arkhé* como algo vivo**, un principio que era el fundamento de la naturaleza misma, su principio explicativo pero, también, su principio vital, aquello que hacía que esta fuera un todo orgánico. De ahí que el **arkhé sea, también, physis**, que significa en griego, **"lo brota o crece por sí mismo"**. La naturaleza, por tanto, en cuanto que está dominada, que en ella funciona la fuerza del arkhé, no es algo inerte, sino que es algo vivo, como dominado por cierta divinidad, aunque esta no sea una divinidad personal, sino natural. No obstante, en cuanto que el principio que buscaban los primeros filósofos era algo eterno, se puede entender también como un **principio metafísico**[^6^](#fn6){#fnref6.footnote-ref}**,** literalmente, "lo que está antes de la física". Literalmente, lo que está antes de las cosas que se mueven, o mejor, el principio que determina el movimiento de la cosas[^7^](#fn7){#fnref7.footnote-ref}. 2. **LOS PRIMEROS FILÓSOFOS: LA CUESTIÓN DEL ARKHÉ** [*4.1.* *Tales de Mileto*] La primera escuela filosófica que se dedica a la búsqueda de la explicación de la realidad a través de un principio es la **Escuela de Mileto**[^8^](#fn8){#fnref8.footnote-ref}. Entre los pensadores milesios podemos citar a **Tales, que considera que el agua es el *arkhé* y fundamento de todas las cosas**. Tales considera que es el agua porque ésta puede aparecer en los tres estados de la materia ---sólido, líquido y gaseoso---. Además, el agua interviene en los procesos vitales y, por eso, todo lo vivo depende del agua. Porque el agua tiene esas características, Tales la propuso como principio explicativo de la realidad. *[4.2. Anaximandro]* Anaximandro fue discípulo de Tales y, al menos en mi opinión, fue mucho más agudo que su maestro en la manera de entender el *arjé* (fue, por cierto, el primero en usar ese término). **Anaximandro entendía que el principio por el que se originan las cosas no puede ser, a la vez, componente de lo originado**. ¿Cómo el agua puede ser principio explicativo de la realidad, origen de todo lo que existe, y a la vez algo originado en la naturaleza (el agua que bebemos, el agua con la que nos lavamos, etc)? **Anaximandro entendió que el origen y lo originado debían ser cosas diferentes**. **Además, considero, que el arkhé no puede tener ningún contrario en la naturaleza, porque, ¿cómo podría surgir algo de su contrario?** Si suponemos que el arkhé es el agua, como hace Tales, estamos afirmando implícitamente que el origen del fuego está en el agua, lo que a todas luces parece un contrasentido. Así pues, las dos objecciones que le pone Anaximiandro a su maestro son: 1. El principio por el que se originan las cosas no puede ser un componente originado, 2. El principio por el que se originan las cosas no puede tener contrario. Es por ello que Anaximandro encontró el *arjé*, no en el agua, ni en el aire, ni en el fuego, ni en ningún otro elemento determinado, sino en el ***apeiron*** (***indefinido*** o ***infinito),*** es decir, en una substancia indefinida de la cual surgen y se originan todas las cosas concretas. Y a la que vuelven todas, una vez termina el ciclo de su existencia. Para entender este *apeiron* usamos un recurso imaginativo. Nos imaginamos que todo lo que existe a nuestro alrededor (también nosotros mismos), estamos hechos de plastilina de un color homogéneo. Por tanto, todo lo que existe a nuestro alrededor, independientemente de la forma que adopte, ha surgido de la misma materia, que compone a todo lo que existe. Todo surge de esa plastilina, infinita, y todo vuelve a ella cuando hemos terminado nuestro ciclo vital y existencial. Como parte de esa plastilina, nacemos, nos determinamos en nuestra existencia concreta y particular, y volvemos luego a ser parte indeterminada de esa plastilina infinita. Esa plastilina es el *apeiron*: principio infinito y explicativo de la realidad, de donde todas las cosas surgen. Por ello, **este principio infinito abraza y gobierna a todas las cosas**. Y, por su parte, es inmortal e indestructible, adquiriendo así carácter divino. ::: {.section.footnotes} ------------------------------------------------------------------------ 1. ::: {#fn1} "Mito" proviene de la palabra griega "mythos", que significa "cuento" o "relato".[↩](#fnref1){.footnote-back} ::: 2. ::: {#fn2} Y por eso, también, en tantas historias fantásticas, es el dragón el enemigo a abatir. Los "malos" son siempre los que van en dragones. Y también, cuando son los buenos los que los cabalgan, el mensaje que se nos está diciendo es que esos personajes tienen un espíritu tan grande, son tan buenos y nobles, que hasta pueden dominar a la encarnación del mal.[↩](#fnref2){.footnote-back} ::: 3. ::: {#fn3} Jean Paul Sartre tiene, precisamente, una obra de teatro que se llama *Las moscas*, en la que recrea a estos seres mitológicos. Sartre la escribió en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, y en plena ocupación nazi de Francia. En la reapropiación que hace Sartre de la mitología griega, el protagonista de la obra, Orestes, es presentado como un defensor de la libertad y la emancipación frente al acoso mordaz de las moscas. En el contexto en que fue escrita, es un alegato que se hizo por la Resistencia francesa contra la invasión alemana. Pese a su mensaje, la obra pudo ser representada, escapando de la censura nazi y de los colaboracionistas franceses.[↩](#fnref3){.footnote-back} ::: 4. ::: {#fn4} Lo cual tiene importantes repercusiones en la manera de entender la política, que veremos sobre todo con Platón.[↩](#fnref4){.footnote-back} ::: 5. ::: {#fn5} O *arkhé*.[↩](#fnref5){.footnote-back} ::: 6. ::: {#fn6} Y es que, como hemos explicado en clase, a veces las cuestiones filosóficas se mueven en varias disciplinas. Esto sobre todo cuando las disciplinas no están aún bien definida, como cuando se empieza a andar y se plantea las primeras preguntas. Por eso, la reflexión en torno al *arkhé* se mueve tanto en el ámbito cosmológico, en cuanto que el *arkhé* es el principio explicativo de la naturaleza, el principio, la sustancia original, el fundamento de ésta, como en el ámbito metafísico, en cuanto que este principio es eterno y, como veremos por ejemplo en el caso de los pitagóricos, puede incluso no ser material.[↩](#fnref6){.footnote-back} ::: 7. ::: {#fn7} Y esta definición de la Metafísica, como el estudio de las cosas que no se mueven, y que explican las cosas naturales, va a mantenerse hasta el siglo XVII con el surgimiento de la Edad Moderna y la filosofía moderna. A partir de entonces, la Metafísica cambia de definición. Y fue una de las revoluciones conceptuales que llevó a cabo Descartes. Entre otras cosas, por ello es un filósofo tan importante en la Historia. Lo veremos en el segundo trimestre.[↩](#fnref7){.footnote-back} ::: 8. ::: {#fn8} Se trata de una ciudad de Asia Menor, en la actual Turquía.[↩](#fnref8){.footnote-back} ::: :::