Técnicas Operantes - Tema 4 - UCAM Online University PDF
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Francisco Javier Orteso Rivadeneira
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This document is a psychology textbook chapter on operant conditioning and cognitive techniques. It details different types of reinforcement and their applications in behavioral interventions, while also describing relevant techniques for acquiring, maintaining, and modifying behavior. It was written for a degree in Psychology at UCAM Online University.
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Tema 4 Técnicas Operantes Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Francisco Javier Orteso Rivadeneira Grado en Psicología Índice de contenidos 1. Introducción................................................................... 2 2. Técnicas de adquisición de conductas....................... 3...
Tema 4 Técnicas Operantes Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Francisco Javier Orteso Rivadeneira Grado en Psicología Índice de contenidos 1. Introducción................................................................... 2 2. Técnicas de adquisición de conductas....................... 3 3. Técnicas para reducir y eliminar conductas............. 15 4. Técnicas mixtas........................................................... 25 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta 1. Introducción Objetivos Describir las diferentes técnicas operantes Incluir estas técnicas dentro de los programas de intervención. Establecer la relación entre diferentes problemas y las posibles técnicas a utilizar. Elaborar programas de intervención utilizando todas técnicas. Conviene iniciar el tema recordando algunos conceptos previos, vistos con anterioridad en otras asignaturas del grado y que serán de utilidad, más adelante: Podemos diferenciar dos tipos de estímulos, en función del agrado o rechazo que pueden provocar en un sujeto: Estímulo Apetitivo: Estímulo que suele ser potencialmente agradable para un sujeto. Aunque cada sujeto tiene sus propios estímulos apetitivos, en general, para la mayoría de la población la alabanza, las caricias, un determinado pastelito, el dinero o los cigarrillos, a quién le guste fumar, suelen ser estímulos apetecibles. Estímulo Aversivo: Esta clase de estímulo suelen ser potencialmente dañinos o desagradables para las personas. Se pueden destacar algunos que suelen ser aversivos para la mayoría, aunque, al igual que sucede con los estímulos apetitivos, cada persona presentará rechazo o aversión a una clase de estos: los gritos, un palmetazo, que te dejen en ridículo, calambrazo, etc. pueden ser ejemplo de estos estímulos. Cuando un sujeto presenta un comportamiento puede aparecer, a continuación de este, un estímulo apetitivo o aversivo, también podemos retirar, ante la aparición de una conducta, estas clases de estímulos. Dependiendo de lo que suceda, las consecuencias sobre el comportamiento podrán ser muy diferentes, de tal modo que puede ser que una respuesta se haga más o menos probable en función de que los estímulos se apliquen, se retiren o no sucedan, a continuación de la aparición del comportamiento. Cada una de estas posibilidades da lugar a un procedimiento operante básico. En la siguiente tabla (tabla 1) aparecen representados estos procedimientos básicos, con el nombre que se les asigna. Estos procesos 2 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta van a dar lugar a técnicas de adquisición, aumento y mantenimiento de conductas y a otras técnicas de disminución y extinción del comportamiento. Tabla 1 Procedimientos operantes básicos MANIPULACIÓN DEL ESTÍMULO Presentación Retirada No Contingencia (Se aplica) (Se quita) (ni se da ni se quita) ESTÍMULO Apetitivo Refuerzo Positivo Castigo Negativo Aversivo Castigo Positivo Refuerzo Negativo Extinción 2. Técnicas de adquisición de conductas. Dentro de las técnicas de adquisición, mantenimiento e incremento de la conducta vamos a destacar el refuerzo positivo, refuerzo negativo, moldeamiento, encadenamiento y desvanecimiento. Refuerzo Positivo: Consiste en aplicar contingentemente un estímulo apetitivo a un comportamiento, cuyo efecto será el aumento de dicha conducta (en tiempo o número de respuestas). Conviene destacar que el estímulo se define en función del efecto que tiene sobre la conducta, de este modo, si a continuación de una respuesta le damos un abrazo a un niño, diremos que es un estímulo apetitivo y que está funcionando como refuerzo cuando observemos un aumento de la respuesta, en el caso de que la respuesta no se incrementara o disminuyera, el abrazo no sería un estímulo apetitivo puesto que no funcionaría como Refuerzo Positivo. Otra variable por destacar es la contingencia; el estímulo apetitivo debe ser administrado al aparecer la respuesta sin que exista un desfase temporal entre uno y otro puesto que, a medida que aumenta el tiempo desde que el sujeto emitió una conducta hasta que recibe el refuerzo, disminuye la eficacia de ese refuerzo. 3 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta A continuación, vamos a comentar los diferentes tipos de refuerzo existente: Tipos de refuerzos: Según el origen: o Reforzador primario: No es preciso aprender su valor como refuerzo. Generalmente la comida (cuando se tiene hambre), la bebida (al tener sed) o el afecto suelen ser ejemplos de refuerzos primarios. Su característica principal es que satisfacen necesidades básicas. o Reforzador secundario: Es aquel que precisa de un proceso de aprendizaje para adquirir su valor como refuerzo; para responder a un reforzador secundario, en ocasiones, se asocia con un refuerzo primario inicialmente y, posteriormente, adquiere la propiedad de funcionar como refuerzo. También puede asociarse con otros refuerzos secundarios, o por observación de un modelo en situaciones de aprendizaje social (Se observa a un sujeto disfrutar de un juego y ese juego podría ser reforzante para una respuesta del observador). Un balón, una excursión al zoo o ver una película pueden ser ejemplos de posibles reforzadores secundarios. o Reforzador generalizado: Son también aprendidos. Son refuerzos que permiten acceder a otros refuerzos. El ejemplo que suele emplearse es el dinero puesto que, una vez obtenido, sirve para acceder a múltiples reforzadores secundarios. Según la naturaleza del refuerzo: o Material: Suelen ser productos tangibles y manipulables como, por ejemplo, una muñeca o una tarta de manzana. o De actividad: Suelen ser actividades de alto interés para el sujeto tales como montar en bicicleta o ir de excursión a un lugar determinado. o Social: Acciones con relación a otras personas que pueden actuar como refuerzo: caricias, besos, contacto físico, elogios, reconocimiento, conversación, etc. 4 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Según la procedencia: o Extrínsecos: Son refuerzos controlados por otras personas. Son, por tanto, externos al sujeto. Profesor que deja que un alumno se encargue de repartir la tarea. o Intrínsecos: Internos, del propio sujeto. Ideas y pensamientos que facilitan sentimientos positivos. Suelen contribuir al incremento del autoconcepto. Un ejemplo podría ser la satisfacción obtenida al finalizar una tarea. Según quién lo aplica o Externo: Aplicados por otras personas. Un padre que da un gusanito a un niño ante una conducta determinada o Interno: Autoaplicado. Un sujeto que se echa la colonia favorita después de quedar con una persona por teléfono. Según quién lo recibe: o Directos: El propio sujeto, aquel que tiene que incrementar una conducta. o Vicarios: Es otra persona quien recibe el refuerzo. El sujeto actúa como observador. Por ejemplo, en una clase de primaria deseamos que un alumno aumente el número de palabras que escribe en las tareas de una asignatura, pero el refuerzo se lo administramos al compañero que está sentado junto a él, cada vez que escribe más palabras de lo habitual en su tarea. Según las condiciones del medio: o Naturales: Característicos del ambiente natural, suelen estar presentes en el medio donde aparece la conducta del sujeto. Por ejemplo, dejar a un niño tirarse por el tobogán del parque si aparecen conductas de acercamiento, en ese lugar, hacia otros niños. 5 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta o Arbitrarios: Típicos de situaciones experimentales o condiciones artificiales. El refuerzo no está presente en la situación. Por ejemplo, regalar una pecera con dos peces a un niño por observar cierta conducta. Según Condiciones de Aplicación: o Continuo: Cada respuesta que emite el sujeto se aplica un refuerzo. Produce efectos positivos al principio. pero resulta muy difícil y costoso de aplicar en el ambiente natural, salvo en cortos intervalos de tiempo. o Intermitente: Cada cierto número de respuestas, intervalo o tiempo se aplica un refuerzo. Por tanto, el refuerzo puede programarse para observar el efecto deseado y que ese efecto se sostenga en el tiempo. En este mismo tema, más adelante, comentaremos los diferentes programas de refuerzo. ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de aplicar el refuerzo? El refuerzo se administra dentro de programas de intervención, una vez evaluados los comportamientos del sujeto, los reforzadores, planteadas las hipótesis del trabajo, enunciados los objetivos del programa de intervención y seleccionada la técnica. Conviene tener en cuenta los siguientes aspectos: Selección de la conducta y definición operativa de la misma. En fundamental que se defina adecuadamente la respuesta que debe emitir el sujeto para así no tener dudas a la hora de administrar el refuerzo. Un ejemplo podría ser el siguiente: “Cada vez que el sujeto permanezca más de 15” sentado en su silla, en la situación de clase…”. Otro tema para considerar es la identificación clara del refuerzo que vamos a utilizar. “…Le dejaremos un cromo de la colección de Panini, dentro de una cajita que tiene en su mesa”. 6 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta La siguiente variable que debemos tener en cuenta es la Contingencia o inmediatez respecto de la conducta que se desea reforzar. “los cromos se los pondremos en la cajita al llegar a los 15 segundos de tiempo de estar serntado…”. Combinar diferentes refuerzos para prevenir la saciedad. “…También podemos cambiar los cromos por echar una gominola en un vaso, para intentar que no produzca saciedad”. Aplicar el refuerzo bajo el programa fijado de antemano. Al inicio del programa podemos definir que son suficientes 5 segundos para obtener el refuerzo (Tiempo Fijo de 5 segundos TF5”), una vez logrado el objetivo podemos pasar a reforzar cada 10 segundos (TF10”, posteriormente cada 15 segundos (TF15”) y así sucesivamente, hasta obtener una tiempo o tasa de respuesta razonable, en función de la edad y características del niño. Por último, no debemos olvidar que introducir un programa de refuerzo en la vida de un niño es algo “artificial”. Una vez logrados los objetivos, en cualquier programa de intervención, se deben retirar los refuerzos arbitrarios e intentar establecer asociaciones con refuerzos naturales y sociales, para que sea el propio ambiente del sujeto el que sostenga la conducta en un futuro. Esta retirada de los refuerzos y su sustitución por otros naturales y propios de la situación debe ser gradual. ¿Cómo sabemos que es lo puede funcionar como refuerzo? No todos los estímulos que suponemos son apetitivos lo son en realidad y, por tanto, no todos van a lograr aumentar la conducta. En la fase de evaluación de una intervención debemos investigar los posibles reforzadores, para ello podemos utilizar diferentes estrategias: A través de Entrevistas, preguntando cuáles son aquellos objetos, situaciones, actividades, etc. que más apetecen a una persona. Las respuestas a estas cuestiones pueden ser facilitadas por el propio sujeto, sus familiares, los profesores u otras personas. 7 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Por medio de Inventarios y Cuestionarios de refuerzos. En los siguientes enlaces aparecen dos cuestionarios que podemos utilizar, uno de ellos orientado a niños y el otro a la población adulta: Niños: https://starautismsupport.com/system/files/resources/SOLS_Reinforcement_Inventory_% 28SPANISH%29_0.pdf Adultos: http://www.envejecimientoactivo.es/pdf/LISTADO_POTENCIALES_ACTIVIDADES_A GRADABLES-1.pdf Por medio de la Observación, de tal modo que aquellas conductas que con mayor frecuencia realiza un sujeto y aquellos objetos con los que más tiempo interactúa, o más interés tiene en ellos, podrán servir como refuerzos. ¿Qué condiciones deben cumplirse para que el refuerzo sea eficaz? Para que un programa de refuerzo logre el objetivo deseado, es conveniente que tengamos en cuenta algunas de las variables que pueden influir en la eficacia. Inmediatez o Contingencia del refuerzo, no debiendo observarse intervalos de tiempo elevados entre la aparición de la conducta y la aplicación del estímulo apetitivo, dicho de otro modo, el refuerzo debe aplicarse inmediatamente después de que haya aparecido la conducta deseada Calidad y privación del sujeto. Se refiere a que los refuerzos de alta calidad son más eficaces que los de baja. Por ejemplo, si a un trabajador se le paga por cada unidad que realiza 1 euro, fabricará menos unidades que si se le pagan 3 euros. Por otra parte, conviene que, si se utiliza un estímulo apetitivo como refuerzo, el sujeto esté privado de ese estímulo, por ejemplo, no sería buen refuerzo el regalar un viaje a Terra Natura a quién trabaja allí, o dar caramelos al niño que tiene un bote inmenso en su casa. 8 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Saciedad: La aplicación continuada del mismo refuerzo produce saciedad con la consiguiente pérdida de eficacia de su valor como refuerzo, por tanto, conviene que exista una amplia variedad de refuerzos disponibles. Tipo de refuerzo: Aunque al principio de la aplicación de algunos programas sea necesario utilizar refuerzos Primarios, Materiales y Extrínsecos, conviene que, a medida que se avance en la aplicación del programa sean sustituidos por reforzadores Secundarios, Sociales e Intrínsecos puesto que son más típicos de ambientes naturales. Esfuerzo. Si el esfuerzo para conseguir un refuerzo es demasiado elevado, es menos probable que se emita la respuesta. Por tanto, la respuesta que va a ser reforzada debe tener posibilidades de ser ejecutada por el sujeto sin excesivo esfuerzo. El punto de reto óptimo es aquel en que al sujeto se le solicitan respuestas, discretamente por encima de su nivel habitual de destreza. Programas de Refuerzo. El refuerzo debe programarse para una mayor eficacia en la intervención. Algunas personas piensan que el reforzador se aplica siempre que aparece la conducta, pero esto no es así. Los programas de refuerzo definen el modo en que vamos a administrar el Refuerzo, cada cuantas respuestas, cada cuanto tiempo. Una de las clasificaciones habituales de estos programas es la siguiente: Programas de Reforzamiento Continuo: Cada vez que el sujeto emite una respuesta obtiene un refuerzo. Este programa puede utilizarse en las primeras fases de un tratamiento o intervención, pero su aplicación supone tal esfuerzo que se hace inviable su uso. Además, tiene el efecto de que es difícil la generalización, por lo que su supresión conlleva la disminución de las conductas. Una vez que un sujeto ha iniciado e incrementado la frecuencia de una respuesta, conviene pasar a programas intermitentes. Programas de Reforzamiento Intermitente: Se aplica el refuerzo cada cierto número de respuestas o de tiempo, pudiendo distinguir: 9 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Programas de razón: Son aquellos en que se obtiene un Refuerzo después de un cierto número de respuestas o conductas, definidas de antemano. Pueden ser de Razón Fija (RF) O Razón Variable (RV). En los programas de RF se administra el refuerzo cada cierto número de respuestas, siempre el mismo. Así, en un programa de RF 10 se debe dar el estímulo apetitivo coincidiendo con la décima respuesta que emite el sujeto, esperando a entregar el siguiente refuerzo cuando haya producido otras 10 respuestas. En los programas de RV el refuerzo se administra cada media de respuestas. En un ejemplo de programa de RV10, la serie de respuestas a reforzar podría ser la siguiente: 5, 12, 21, 9,10, 7, 8, 4, 3 y 21, que, tal y como puede apreciarse con un sencillo cálculo, la media de respuestas es de 10. Programas de Intervalo: El estímulo apetitivo se administra en la primera respuesta que emite el sujeto, una vez que se ha pasado un tiempo definido de antemano. Al igual que sucede con los programas de razón, los programas de Intervalo también pueden ser Fijos (IF) o variables (IV). En un programa IF45” se aplica el refuerzo en la primera respuesta que emite el sujeto, una vez que han transcurrido 45 segundos, desde la anterior, mientras que en un programa IV45” se podría aplicar el refuerzo en la primera respuesta después de cada uno de los siguientes intervalos de tiempo: 30”, 28”, 50”, 75”, 36”, 40”, 10”, 38”, 60” y 83”, de tal modo que, si las operaciones están bien realizadas, la media de tiempo es de 45 segundos. Programas de tiempo: En este tipo de programas, el sujeto obtiene el refuerzo una vez que ha transcurrido un tiempo de aparición de la conducta objetivo. Por ejemplo, deseamos lograr que un niño permanezca sentado durante 3 minutos seguidos en su sitio, así podríamos iniciar el programa reforzando por cada minuto seguido que esté sentado, una vez que existen varios periodos en que está sentado un minuto, continuar reforzando por cada 90 segundos que aparezca la respuesta, posteriormente cada 2 minutos, para finalizar aplicando el estímulo apetitivo por periodos de 3 minutos en que aparece la conducta, que era el objetivo propuesto. También, en el caso de los programas de tiempo, se puede diferenciar entre los Fijos (TF) y los Variables. (TV). Para concluir este apartado podemos destacar que, aunque conviene iniciar la intervención por programas donde el sujeto obtenga refuerzos abundantes, variados y 10 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta frecuentes, a medida que aumenta la conducta en frecuencia o tiempo, los refuerzos deben pasar a programas variables. También conviene asociar refuerzos materiales o de actividad a refuerzos sociales para que, al final de la intervención, sean estos últimos los que mantengan la conducta en los ambientes naturales del sujeto. Refuerzo Negativo Es un procedimiento que se utiliza para incrementar conductas. Suele confundirse fácilmente con los procedimientos de castigo. Aunque sea fácil de definir, es complejo de entender y, a veces, es difícil encontrar ejemplos donde se aplique en la intervención psicológica. Consiste en el aumento de una Respuesta, por parte de un sujeto, debido a la supresión de un Estímulo Aversivo contingente a la aparición de la Respuesta. Otro modo de definirlo podría ser el siguiente: Supresión de una Estimulación Aversiva contingente a la aparición de una Conducta y cuyo efecto es el aumento de dicha Conducta. Como puede apreciarse, es necesario situar al sujeto en un ambiente donde esté presente un estímulo aversivo (al menos en la fase inicial de entrenamiento). Una vez que aparece la respuesta deseada, se suprime el estímulo aversivo, dando lugar al posible aumento de la conducta. Un ejemplo lo podemos encontrar en el sonido que emite el coche cuando no nos hemos puesto el cinturón de seguridad, de tal modo que aprendemos a ponernos el cinturón y emitimos esa respuesta para evitar el desagradable sonido. Deliberadamente no se exponen ejemplos de la aplicación clínica de este procedimiento, por ser necesario que el sujeto reciba estimulación aversiva, antes de que aparezca la conducta y, además, como existen otros procedimientos para incrementar conductas, no se recomienda su uso en humanos, menos aún, en ambientes naturales. Moldeamiento o Aproximaciones Sucesivas Si reflexionamos sobre el uso del refuerzo positivo, podemos apreciar que, para su aplicación, es condición necesaria que el sujeto tenga la capacidad de emitir esa conducta, 11 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta pero ¿de qué modo se podría instaurar una nueva respuesta en el repertorio de un sujeto? Son varios los procedimientos que se pueden utilizar, destacando entre todos ellos, el Moldeamiento o Aproximaciones Sucesivas a la respuesta final. Esta técnica consiste en reforzar, selectivamente, algunas conductas del repertorio del sujeto que, progresivamente, se irán aproximando a la respuesta terminal. Un ejemplo ilustrativo podría ser el siguiente: si deseamos que un niño diga la palabra mamá y solamente emite las sílabas “ma”, “pa”, podríamos reforzar inicialmente al sujeto por emitir la sílaba “ma”, más adelante por emitir la sílaba de modo repetido (con menos de tres segundos entre la primera y segunda ejecución), para finalizar por reforzar las dos sílabas seguidas (menos de un segundo entre ellas) de tal modo que ya habríamos conseguido que emitiera la respuesta “mamá”. En la aplicación de este procedimiento conviene tener en cuenta. - Definir la conducta final, es decir lo que debe aprender el sujeto sobre el que recae la intervención. - Definir la conducta inicial. El punto de partida o respuestas que se encuentran en su repertorio - Pasos del moldeamiento. Las fases o secuencias de comportamientos que debe presentar el sujeto en su recorrido hasta la conducta final. - Duración y criterio de éxito de cada paso. Tiempo aproximado que va a durar cada paso, en función del criterio de éxito, para pasar al siguiente. En el ejemplo comentado con anterioridad, para pasar del paso dos a la respuesta final, un criterio podría ser el siguiente: “cuando el niño haya logrado decir la segunda sílaba, antes de 3 segundos de haber dicho la primera, en los últimos 20 ensayos”. En ocasiones es necesario servirse de Ayudas e Instigadores en la aplicación del Moldeamiento debido a las dificultades para lograr que aparezca la respuesta deseada. Estas ayudas pueden ser: - Verbales: Generalmente son instrucciones para que realice la conducta deseada. 12 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta - Guías físicas: Ayudar físicamente al sujeto para que aparezca la respuesta. - Demostraciones: Consisten en proporcionar al sujeto un modelo que realiza la conducta para favorecer la imitación por parte del que adquiere la conducta. - Cambios en el ambiente: Se alteran los estímulos del ambiente (añadiendo o quitando dichos estímulos) para favorecer la aparición de la respuesta deseada. Ejemplo: Deseamos que un niño aprenda a ponerse un suéter por sí mismo. Podemos ir guiando la conducta verbalmente: “Tienes que coger el suéter y abrir un agujero grande que tiene en la parte de abajo, luego hay que mirar por ese agujero y ver otro más pequeño, por ahí debes meter la cabeza (del grande al pequeño), etc.”. Otra posibilidad son las ayudas físicas. Se podría realizar al abrirle el suéter, ayudarle a meter la cabeza del niño, cogerle de la mano derecha y llevarla hasta el agujero de las mangas, etc. También se podría hacer que un compañero del niño se fuera poniendo el suéter muy despacio para favorecer la imitación del sujeto (demostraciones) y, por último, a través de cambios en el ambiente, también se podría lograr el objetivo, realizando modificaciones en el suéter, por ejemplo, con un suéter que cada manga sea de un color, pintando también la mano del niño del mismo color, para que así sepa por donde debe meter la mano. Todas las ayudas que favorezcan la respuesta terminal pueden servir para el logro de la conducta, sin embargo, es preciso que luego se vayan atenuando, hasta desaparecer, manteniendo la conducta objetivo. Estos pasos pueden suceder a través de la técnica del Desvanecimiento que veremos a continuación. Desvanecimiento Consiste en la aplicación de ayudas externas para facilitar que el sujeto realice la conducta. Una vez que la conducta sucede adecuadamente se van retirando esas ayudas, tratando de mantener la respuesta aprendida. Tiene, por tanto, dos fases: - Fase aditiva: ayudas necesarias para garantizar la aparición de la conducta. 13 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta - Fase sustractiva: retiro gradual de esas ayudas. Ejemplo. Deseamos que un niño repase una figura geométrica de 3mm. de contorno, con un máximo de dos errores. Para ello, presentamos un círculo en color gris de 3cms de contorno y 15 cms de diámetro. Una vez que el niño completa el círculo con menos de dos errores, pasamos a una figura de 2,5 cms de contorno, y así sucesivamente hasta lograr el objetivo propuesto. Puede apreciarse la diferencia con el moldeamiento en que la respuesta es siempre la misma (en el moldeamiento deberían ser distintas respuestas), lo que varía es el estímulo que facilita la aparición de la respuesta. Encadenamiento En ocasiones el sujeto debe aprender a ejecutar una respuesta compleja, compuesta de diversas conductas simples, ordenadas en una secuencia determinada. Para este tipo de comportamientos se puede utilizar el encadenamiento. Así, el encadenamiento consiste en establecer diversas respuestas en un orden determinado de antemano, es decir, descomponer en “eslabones” una cadena de respuestas e ir asegurando la secuencia de eslabones en orden, formando la “cadena” de respuestas. Cada conducta de la cadena, excepto la última, funciona como una señal o estímulo discriminativo para la siguiente respuesta. La mayor parte de los comportamientos están formados, en realidad, por cadenas de respuestas, de tal modo que, si el sujeto no ha aprendido toda la cadena, se puede enseñar a través de esta técnica. Ejemplos: Conducir (pisar embrague, meter marcha, etc.) Comer un plato de sopa (coger cuchara, llevarla al plato, cargarla, etc.). Existen dos modos de aplicar la técnica: Encadenamiento Total: El sujeto debe realizar todos los componentes (eslabones) de la cadena en el orden determinado con las ayudas necesarias, que luego se podrán suprimir a través del desvanecimiento. Un ejemplo relacionado con lavarse las manos podría ser así: abrir grifo, meter manos debajo agua, echar jabón en manos, restregar manos, aclarar manos, cerrar grifo y secarse en toalla. Se van realizando todas las respuestas, ayudando al niño con 14 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta instigadores verbales o físicos y, al final del proceso, se refuerza por haber realizado toda la cadena de respuestas. Posteriormente, se van suprimiendo las ayudas, a través del desvanecimiento. Encadenamiento Parcial: las respuestas finales se van aprendiendo progresivamente, por partes (eslabones) y se van enlazando unas conductas con otras, hasta alcanzar el objetivo. También hay dos variantes, el encadenamiento hacia adelante y el encadenamiento hacia atrás. - Encadenamiento hacia adelante: Se inicia por la primera respuesta y se van añadiendo, sucesivamente, otras respuestas. En base al ejemplo anterior, el sujeto debe aprender la respuesta de abrir el grifo (reforzándose por ello). Una vez adquirida esta respuesta se añade el siguiente eslabón abrir grifo – meter manos debajo (reforzándose por ello), hasta que aprenda la secuencia. Después se añade el siguiente eslabón: abrir grifo – meter manos – echar jabón (reforzando por ello), y así sucesivamente hasta completar la cadena. - Encadenamiento hacia atrás. Proceso contrario al encadenamiento hacia adelante. Se inicia con el aprendizaje de la última respuesta: secarse las manos. Una vez adquirida esta respuesta el siguiente paso sería cerrar grifo – secarse las manos (Refuerzo). El siguiente paso sería meter manos debajo agua – cerrar grifo – secarse (refuerzo) y así sucesivamente hasta completar la cadena. Una vez comentadas las principales técnicas utilizadas para aumentar, instaurar y mantener comportamientos, se profundizará en las técnicas utilizadas para disminuir, atenuar o eliminar comportamientos. 3. Técnicas para reducir y eliminar conductas Las principales técnicas que se van a describir son el castigo positivo, el castigo negativo en sus dos modalidades (Aislamiento y Coste de Respuesta), La Extinción, El 15 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Reforzamiento de Conductas Incompatibles (RDI), el Reforzamiento de Otras Conductas (RDO), la Saciación y la Sobrecorrección. Castigo Consiste en la aplicación de un Estímulo aversivo, o la supresión de un estímulo apetitivo, ante la aparición de una conducta, cuyo efecto es la disminución, y posterior desaparición, de dicha conducta. Tal y como se desprende de la definición, existen dos tipos de castigo: Castigo positivo: Aplicación estímulo aversivo ante la respuesta con efecto de disminución de esta. Castigo negativo: Supresión del Reforzador positivo, ante el comportamiento, con el mismo efecto. Este tipo de castigo puede concretarse en dos técnicas que se comentarán más adelante: Tiempo fuera o Aislamiento y Coste de Respuesta. Para que el castigo sea eficaz deben cumplirse las condiciones que se describen a continuación: Condiciones para que el castigo sea eficaz: Contingencia: Es necesario que el estímulo aversivo (o la supresión del estímulo apetitivo) sea aplicado al aparecer la conducta que se desea suprimir. Cuanto mayor sea el intervalo entre la respuesta del sujeto y el castigo, menor eficacia de este. El estímulo aversivo debe ser de intensidad elevada o estímulo apetitivo de alto valor para el sujeto. No se debe graduar la intensidad del estímulo aversivo en función del tipo de respuesta del sujeto. En todos los casos la intensidad debe ser elevada. 16 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Gradualidad del estímulo: Relacionado con la anterior condición, para que el castigo sea eficaz no debe introducirse gradualmente porque podría dar lugar a una habituación al estímulo aversivo por parte del sujeto. Todas y cada una de las respuestas que se desean suprimir deben ser castigadas, si deseamos que la técnica tenga eficacia. El estímulo aversivo (o la supresión del estímulo apetitivo) debe ser aplicado por todos, no solamente por una persona. Si analizamos estas condiciones vemos que es muy complicado aplicar el castigo en ambientes naturales. En ocasiones los castigos se demoran demasiado (ejemplo: pegar a un compañero en el colegio un martes y castigarte sin salir el fin de semana), ¿A que madre le pedimos que castigue a su hijo con intensidad muy elevada?, en ocasiones no podemos controlar la aparición de todas las respuestas y, por último, es frecuente que uno de los progenitores vea la conducta pero que sea otro el que castiga (“¡verás cuando se entere tu padre lo que te va a hacer!”). Además, muchas veces se castiga en función de la conducta, si es leve poco, pero si la conducta es grave, entonces el castigo es muy elevado, dando lugar a que sea gradual, en función de la respuesta. Por todo lo anterior, no se recomienda su uso en ambientes naturales, especialmente a través de la estimulación aversiva. Efectos secundarios del castigo: Además de ser complicado cumplir con las condiciones para aumentar la eficacia del castigo, se debe tener en cuenta que tienes efectos adversos y colaterales para conseguir que la conducta desaparezca y para el propio sujeto que está siendo castigado; estos efectos son los siguientes: En realidad, lo que sucede es que el sujeto castigado aprende a Evitar al agente punitivo o persona que le castiga más que a no realizar la conducta. Ejemplo: si recibes un castigo de tu padre por decir palabrotas, no dirás palabrotas en presencia de este. 17 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Por la razón anterior el sujeto dejará de emitir respuestas en presencia del castigador, pero no en otros contextos o situaciones. Si un adolescente está iniciándose en el tabaquismo, al ser “pillado” por su madre y recibir un severo castigo, aprenderá a no fumar en situaciones donde pueda ser “pillado” de nuevo, pero es probable que siga fumando con sus amigos en otras situaciones. Además, se puede observar una Reorganización de la conducta del sujeto castigado, dando lugar al incremento de algunas conductas y al descenso de otras que no tienen que ver con la conducta de castigo. Como ejemplo podemos imaginar una persona que sufre maltrato físico: además de disminuir las conductas castigadas, se incrementará probablemente el llanto, la preocupación y otras conductas, a la par que es probable la disminución de otras respuestas: relacionarse con personas, dejar de hacer determinadas tareas, etc. Otro de los efectos secundarios tiene que ver con la Imitación de su uso. Si un sujeto es castigado por emitir ciertas conductas, cuando este sujeto vea a otras personas con comportamientos que desea suprimir, aplicará también el castigo. Ejemplo: un niño de tres años da una “colleja” a otro por estar chillando, esta situación puede informar que es muy probable sea esa la respuesta que le dan al niño cuando chilla, en su ambiente natural. Por último, hay que destacar que la experimentación demuestra que el uso del castigo conlleva Respuestas emocionales colaterales en el sujeto castigado. Imaginemos una mujer maltratada que está expuesta frecuentemente a estímulos aversivos. Además de eliminar todas las conductas por las que está siendo castigada, pueden aparecer trastornos mentales (Trastorno depresivo, Trastorno de Estrés Postraumático, etc.) y otras respuestas colaterales, ansiedad, miedo, etc. Tanto por la dificultad para cumplir con las condiciones que favorecen la eficacia del castigo como por los efectos secundarios que pueden producir, no se recomienda el uso del castigo, y menos aún en la forma de aplicación de estimulación aversiva, en ambientes naturales. 18 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta En los apartados siguientes se describen las técnicas derivadas del castigo negativo o entrenamiento en omisión, es decir, El tiempo Fuera y el Coste de la Respuesta. Tiempo Fuera Técnica conocida también como Aislamiento o Time Out. Consiste en apartar al sujeto de la situación donde puede obtener refuerzo, contingentemente a la aparición de la conducta no deseada, durante un periodo de tiempo, cuyo resultado será una disminución de la respuesta no deseada. Condiciones de aplicación del Tiempo Fuera: Explicación previa al sujeto. Llevar al sujeto al ambiente no reforzante. Duración: entre 2’-30’, en función de diferentes variables: Contexto, edad del niño, etc. Algunos autores recomiendan que, por cada año, se mantenga un minuto en situación de aislamiento al niño, así, un niño de 5 años debería estar cinco minutos en la situación de aislamiento. Evitar la posibilidad de obtener otros reforzadores durante el aislamiento. No enviar a un niño a una habitación donde hay elementos con los que puede obtener refuerzo (televisión, consola, comic, etc.). Procedimientos de Tiempo Fuera: Tiempo Fuera de Aislamiento: Consiste en trasladar al sujeto a otro lugar distinto del que se encuentra, para ponerlo en situación de Aislamiento, de no obtención de Refuerzo. Por ejemplo, a la habitación de la plancha en casa, al despacho de los profesores en el colegio. 19 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Tiempo Fuera de Exclusión: Se restringe al sujeto el acceso al reforzamiento, sin salir de la sala donde se encuentra, por ejemplo, poniéndolo de cara a la pared o sentándolo en una silla. “El rincón de pensar” o “El rincón de las emociones”, habituales en las aulas de Educación Infantil, podría ser un claro ejemplo del tiempo fuera de la exclusión, siempre que se aplique el Tiempo Fuera adecuadamente, es decir, que el objetivo sea la disminución y/o eliminación de un comportamiento inaceptable. Tiempo Fuera de no Exclusión: Se impide al sujeto que participe en la actividad, pero se refuerza por conductas adaptadas al resto de sujetos. Por ejemplo, un niño del aula que presenta una conducta problema, se le pone en un lugar aislado del resto, sin poder participar en la tarea que realiza el resto, pero viendo lo que hacen los demás. Coste de Respuesta Otra técnica derivada del Castigo negativo es el Coste de la respuesta; consiste en la supresión de un estímulo apetitivo, a un sujeto, ante la aparición de una respuesta, cuyo efecto será la disminución y posterior eliminación de dicha respuesta. Antes de decidirse por el uso de esta técnica, conviene seleccionar otra/s menos aversiva/s, tales como la extinción o el refuerzo de conductas incompatibles. Las principales características del Coste de Respuesta son las siguientes: Características: - Reducción rápida de la respuesta castigada. - No es preciso conocer refuerzos que mantienen la conducta. En la aplicación de esta no es necesario quitar los refuerzos que contribuyen al mantenimiento de las respuestas a castigar. 20 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta - Sin embargo, el sujeto debe tener reforzadores que puedan ser retirados, es decir estímulos apetitivos de los que puede disponer, por ejemplo, una consola de videojuegos o un juego determinado. - Al igual que sucede con todas las técnicas derivadas del Castigo, es preciso tener en cuenta que, con el uso del Coste de Respuesta, se pueden observar Respuestas emocionales colaterales (ansiedad, temor, inhibición, etc.) y agresión inducida. Para aplicar la técnica, conviene tener en cuenta: - Seleccionar la/s conducta/s que se desea/n suprimir. - Asegurarse de que los estímulos apetitivos seleccionados para su retirada son eficaces como reforzadores. - El sujeto debe poseer suficientes reforzadores para que puedan ser retirados. Si pierde los estímulos apetitivos utilizados y no ha desaparecido la conducta, la aplicación no será efectiva. - Al igual que en el uso del castigo positivo, la contingencia debe tenerse muy en cuenta. Nada más aparecer la conducta, debemos retirar el estímulo apetitivo, sin que se produzcan demoras significativas. - Aunque se observen otros comportamientos diferentes a los definidos, que también conviene suprimir, no aplicar el coste de respuesta a esas conductas. - Descartar otras técnicas reductoras de comportamientos y utilizar esta técnica como “último recurso” por los efectos que conlleva. Extinción Una de las alternativas al castigo más utilizadas es la extinción. Consiste en la supresión (no aplicación) del reforzador, ante la aparición de una conducta, cuyo efecto es la disminución, y posterior desaparición, de dicha conducta. 21 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Para poder llevar a cabo este procedimiento es necesario detectar aquellos refuerzos que mantienen la conducta, generalmente problemática. Es preciso aplicar la extinción el tiempo suficiente, porque, en caso contrario, puede suceder que aumente la frecuencia o intensidad de la conducta. No conviene utilizarla en caso de conductas peligrosas o que se tengan que eliminar muy a corto plazo. Características de la Extinción: Reacción emocional colateral aumentada del sujeto expuesto a la extinción. Por ejemplo, si alguien habitualmente saca un café de máquina depositando una moneda, pero un día no aparece el reforzador (café), entonces puede enfadarse, llegando incluso a dar patadas o palmetazos a la máquina. Del mismo modo si deseamos aplicar la extinción a las conductas de rabietas de un niño, que consigue su propósito a través de estas, debemos ser conscientes que, en las fases iniciales de aplicación de la técnica, pueden aparecer otras conductas no deseadas. Incremento inicial de la conducta a extinguir. Se refiere a que, en el inicio de aplicación de la técnica, la supresión del reforzador conlleva un aumento de las respuestas que deseamos disminuir. Por ejemplo, un niño que a través de comportamientos autoagresivos (golpearse fuertemente la cabeza con las manos), consigue la mayor parte de lo que desea, si no obtiene lo deseado (extinción), al principio, es posible que se golpee durante más tiempo o con más fuerza. Conviene ser consciente de este efecto inicial de la extinción porque si, al incrementar la respuesta obtiene el refuerzo (por temor a que se dañe le damos aquello que desea), en realidad le estamos enseñando que debe aumentar la conducta no deseada para obtener sus deseos. Puede favorecer la aparición de respuestas o comportamientos agresivos. En un experimento con palomas, se pusieron dos palomas juntas en una jaula. Una de 22 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta ellas estaba atada a un barrote y no podía llegar ni a la comida ni a un disco rojo, mientras que la otra obtenía comida, picando en un pequeño disco de color rojo; cuando se suprimió el reforzador y la paloma no lograba comida picando en el disco, se observó que agredía a la paloma que estaba atada en la jaula. Del mismo modo un sujeto que no obtiene el refuerzo deseado puede presentar respuestas agresivas. Se puede observar el fenómeno de la recuperación espontánea de la respuesta, con mayor facilidad que en otras técnicas. Al cabo de un tiempo en que la conducta parece extinguida, puede suceder que, si el sujeto se expone a un ambiente donde en el pasado aparecía la conducta problema, pueda aparecer de nuevo. Cuando se utiliza la extinción, en un programa de intervención, es recomendable usar esta técnica en combinación con RDI-RDO, que comentaremos a continuación. R.D.O. y R.D.I. Reforzamiento Diferencial de Otras conductas (RDO) y Reforzamiento Diferencial de conductas Incompatibles (RDI). Son técnicas de aplicación similar al refuerzo, pero se aplican sobre conductas diferentes o incompatibles con la que queremos atenuar o eliminar, cuyo efecto es una disminución de la conducta. Si deseamos que un niño disminuya el número de veces que se levanta de su silla, entonces podemos aplicar estimulación apetitiva por permanecer durante cierto tiempo, cada vez más, sentado en la misma (RDI) (nótese como la conducta de permanecer sentado es incompatible con levantarse), de tal forma que lograremos disminuir el número de veces que se levanta. La diferencia con el refuerzo positivo reside en que se registra el número de veces que se levanta de la silla para observar su disminución, que es el objetivo propuesto, más que el tiempo que permanece sentado. Otro ejemplo podría ser el siguiente: supongamos que hemos planteado el objetivo de disminuir las veces que un sujeto está mordiéndose las uñas, mientras permanece sentado. En este caso podríamos reforzar al sujeto por cualquier conducta distinta de morderse las 23 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta uñas (RDO), aunque no sean conductas incompatibles, de tal modo que también podemos conseguir una disminución en el tiempo que se las muerde. Saciación Otra alternativa a los métodos aversivos que podemos utilizar para lograr disminuir una conducta es la Saciación que consiste en proporcionar tal cantidad de Refuerzo al sujeto, que provoca la no efectividad de este y la consiguiente disminución de la conducta. Existen dos variantes: Saciación del Estímulo o Refuerzo: Se administra tanto refuerzo que hace que pierda el poder reforzante, disminuyendo así la respuesta observada. Por ejemplo, en un programa para disminuir el número de cigarrillos, se podría hacer que el sujeto fumase 5 cigarrillos seguidos, cada media hora. Este ejemplo es para facilitar la comprensión de la técnica al estudiante, más que para poder ponerlo en práctica, como técnica para dejar de fumar. Saciación de la Respuesta: También llamada Práctica Negativa o Práctica masiva. Consiste en solicitar al sujeto que emita voluntariamente la respuesta que se pretende reducir. Un ejemplo de la aplicación de esta técnica puede ser en el tratamiento de los tics. La diferencia entre una y otra técnica reside en que sea el estímulo o la respuesta lo que se administra o repite. En el caso de fumar, la respuesta es inhalar el humo, el cigarrillo es el estímulo, por eso es saciación del estímulo, mientras que, en la otra técnica, lo que repite el sujeto es la respuesta (movimientos tics). Sobrecorrección: La última de las técnicas utilizadas en la reducción y eliminación de respuestas, que comentaremos en este punto, es la Sobrecorrección. Consiste en “forzar” al sujeto a realizar una conducta socialmente aceptable, alternativa a la conducta inapropiada, cuyo efecto es la atenuación y desaparición del comportamiento inadecuado. 24 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Existen dos variantes: Sobrecorrección restitutiva: consiste en reponer el ambiente, por lo menos, al mismo estado en que estaba antes de que apareciera la conducta no deseada. Por ejemplo, un niño hace una pintada en el muro del colegio. Se podría solicitar que pintase, al menos, el trozo de muro donde realizó la pintada, además de pedir las correspondientes disculpas. Sobrecorrección de práctica positiva: Es la práctica de una conducta alternativa a la conducta que se desea suprimir. Por ejemplo, en el entrenamiento en control de esfínteres, son habituales los “accidentes” en el niño; cuando se observa que el niño ha mojado o manchado la ropa, se le cambia y, una vez limpio, se le pregunta que debe hacer cuando tenga ganas de ir al aseo, practicando todos los pasos a realizar: ir al aseo, bajarse pantalones, etc., felicitando al niño cuando haya demostrado todas las conductas adecuadas. En este último ejemplo, el objetivo sería disminuir el número de “accidentes”. 4. Técnicas mixtas Existen algunas técnicas que pueden ser utilizadas tanto para eliminar como para promover comportamientos. Las más destacadas son: - Economía de Fichas. - Contrato de Contingencias. - Principio de Premack. Economía de Fichas Utilizada ampliamente en estudios realizados en ambientes institucionalizados (centros de internamiento, hospitales psiquiátricos, centros educativos, etc.), consiste en definir un reforzador generalizado (ficha), que puede servir, tanto para aplicarlo 25 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta contingentemente a la aparición de comportamientos que se desea fomentar, como para suprimirla ante las conductas que conviene atenuar o eliminar. Para implantar un Sistema de Fichas conviene tener en cuenta los siguientes aspectos: Identificar las conductas objetivo que se desean modificar. Elegir el tipo de ficha. Son muchos los elementos utilizados tales como fichas de distintos juegos (ruleta, parchís), cromos, figuras geométricas que pueden pegarse, tarjetas o simplemente asignar un número de puntos ante la aparición de la conducta deseada. Elección de posibles reforzadores. En la fase de evaluación, se deben explorar ampliamente los estímulos apetitivos que llamen la atención del sujeto. El listado de posibles reforzadores conviene que sea amplio y que incluya distintos tipos: secundarios, sociales, de actividad, etc. También deben quedar muy claras cuáles serán las Condiciones de cambio de fichas por reforzadores. Tanto si se aplica como reforzador, como si es en forma de Coste de Respuesta, es fundamental tener en cuenta la contingencia, es decir, a continuación del comportamiento emitido por el sujeto. Otro aspecto para tener en cuenta son las Posibles penalizaciones que puede sufrir el sujeto ante la aparición de conductas no deseadas. Se recomienda que preferentemente se utilice el sistema para aumentar conductas, de tal forma que el sujeto pueda obtener una gran cantidad de reforzadores, mientras que para programar penalizaciones conviene tener en cuenta que pueda obtener muchos más reforzadores de los que podría perder. En ningún caso, el sistema debe permitir que las penalizaciones dejen sin fichas, o en números negativos, al sujeto. Por último, destacamos también que se debe aclarar la Forma de registro para saber en cada momento las fichas disponibles, las que obtiene, las que cambia, etc. 26 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Características de las fichas El término fichas no hace referencia a una realidad única, sino a una forma de operar por medio de objetos, que se utilizan como reforzadores artificiales, de características físicas relativamente similares entre ellos (fichas de plástico, estrellitas de papel, puntos en un cuaderno). En los programas dirigidos a adultos, suelen utilizarse puntos, billetes de papel, fichas de algunos juegos, etc. En general, la ficha debe ser apropiada a la población que va a utilizarla: niños, adolescentes o adultos (con o sin déficits). Las fichas deben ser fácilmente manipulables, permitiendo que el sujeto pueda estar en contacto con ellas, desde que se le entregan hasta que las intercambia por los reforzadores deseados. Las fichas han de poder ser aplicables en todo momento y funcionar como puente temporal entre la emisión de la conducta deseada y el momento de entrega del verdadero estímulo reforzador. El valor de las fichas dependerá de la magnitud de los estímulos reforzadores a los que se ha asociado. El tipo de sucesos reforzantes por los que puede cambiarse la ficha es muy variado, dependiendo de los ambientes en que se aplique el programa. Cuanto más variados sean, más difícil es que se produzcan efectos de saciación. Los reforzadores por los que pueden cambiarse las fichas deben estar a la vista de los sujetos o, en cualquier caso, el sujeto debe conocer las posibilidades de cambio. Contrato de Contingencias Otro procedimiento que puede utilizarse tanto para incrementar como para disminuir conductas en el Contrato de Contingencias. Se trata de un acuerdo establecido entre varios 27 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta implicados (dos o más) y el terapeuta, que actuará como notario y mediador de los pactos acordados. Lo habitual es que participen en el contrato dos o más personas (por ejemplo, una pareja), Un niño/a y sus padres, un alumno y su/s profesor/es, etc. En el contrato de contingencias se establecen clara y concisamente la cantidad, tipo y situación de realización de determinadas conductas por parte de cada una de las partes y el tipo de refuerzo que obtendrá por las actividades ejecutadas. La redacción de las cláusulas es similar a las de cualquier tipo de contrato, donde se detallan, entre otros, los siguientes aspectos: Nombre de cada uno de los implicados y papel que representa Conductas que hay que alcanzar por parte de cada parte. Compromisos adquiridos por ambas partes Consecuencias para cada una de las partes de los cumplimientos e incumplimientos del contrato Conviene destacar que los contratos de contingencias deben estar en continua revisión, en función de la evolución de los objetivos a alcanzar, siendo posible modificar las cláusulas en las sesiones de revisión, a propuesta de cualquiera de las partes, siendo necesario establecer un consenso entre todos. Principio de Premack La última de las técnicas que vamos a comentar es el principio de Premack, cuyo enunciado establece lo siguiente: “Si asociamos una conducta de baja probabilidad a una de alta probabilidad, la primera de ellas se incrementa”. Del mismo modo podría definirse el principio de modo opuesto: “Si asociamos una conducta de alta probabilidad a una de baja probabilidad, la primera de ellas disminuye”. Obviamente se puede utilizar tanto para aumentar como para disminuir conductas, no sirve para aprender nuevas conductas, ni tampoco para la supresión de comportamientos. 28 Técnicas Cognitivas y Modificación de Conducta Para poder utilizar esta técnica conviene asegurarse que las conductas son de alta o baja probabilidad. Por ejemplo, si deseamos disminuir el número de cigarrillos de un sujeto que, en la fase de la evaluación, fuma una media de 27,3 cigarrillos al día, deberíamos seleccionar una conducta de mucha menor probabilidad, para situarla a continuación de fumar un cigarrillo. Esta conducta podría ser pasear al perro, que tiene una probabilidad de ocurrencia de 3 veces al día. En tal caso el sujeto podría fumar cuantos cigarrillos desease siempre que, nada más fumar un cigarrillo, sacase al perro a pasear. Así, si esto fuera posible (el sujeto estuviera de acuerdo en la intervención), es muy probable que se redujeran los cigarrillos que fuma cada día. 29