Tema 11: El Esquema Corporal y Lateralización (PDF)
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Este documento examina el esquema corporal en el desarrollo psicomotor, incluyendo los procesos de lateralización y los aspectos perceptivo-motrices relevantes para docentes de Educación Física. El documento proporciona una introducción y una guía práctica para comprender y trabajar con niños en su formación.
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Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices TEMA 11. EL ESQUEMA CORPORAL. EL PROCESO DE LATERALIZACIÓN. DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES PERCEPT...
Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices TEMA 11. EL ESQUEMA CORPORAL. EL PROCESO DE LATERALIZACIÓN. DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES PERCEPTIVOMOTRICES. INTRODUCCIÓN. El presente tema pretende ser una guía para el profesor de EF con vistas a facilitar el conocimiento del niño y la capacidad de apreciar mejor su entorno, con la finalidad de desarrollar sentimientos de seguridad y las conductas motrices acordes con las exigencias ambientales. En definitiva, se pretende facilitar el que el niño adquiera una imagen general de su estructura física y mejore la percepción global de las formas y de los movimientos, ayudándole a establecer una relación equilibrada con el medio. Para conseguir estos propósitos será preciso conocer aquellos aspectos más importantes relativos al esquema corporal, lateralidad y capacidades perceptivo-motrices. El esquema corporal es un elemento de gran importancia dentro del desarrollo psicomotor. Cuanto más precisa y exacta sea la imagen que del propio cuerpo tiene el niño, mejor se relacionará con el mundo exterior. Una alteración del mismo puede ocasionar trastornos, no sólo en el campo motor sino también en el aprendizaje en general. Las capacidades perceptivo-motrices son aquellas que centran la atención en los mecanismos perceptivos vinculados al movimiento corporal, es decir: ✔ Conocimiento y análisis de sensaciones e informaciones relativas al propio cuerpo. ✔ Conocimiento y análisis de las informaciones procedentes del mundo exterior, referidas al mundo de los objetos y de los demás, todo ello inmerso en las relaciones espacio-temporales. La percepción, relativa a ambos aspectos, supone la organización de toda la información suministrada por el yo corporal y por el entorno. Hace referencia al conocimiento de todos los elementos vinculados al propio cuerpo (somatognosia) y a los vinculados a la estructuración espacio-temporal (exterognosia). -1- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices 1. EL ESQUEMA CORPORAL. 1.1. Concepto de esquema corporal (EC). Son múltiples las definiciones dadas acerca del esquema corporal, entre ellas podemos citar: ✔ Le Boulch (1978) “la intuición global o conocimiento inmediato y continuo que nosotros tenemos de nuestro cuerpo en estado de reposo o en movimiento, en relación con sus diferentes partes, sobre todo en relación con el espacio y los objetos que nos rodean”. ✔ Pierón (1988) “el esquema corporal es la representación que uno se hace de su cuerpo y que le sirve de referencia en el espacio” ✔ Picq y Vayer, “organización de las sensaciones relativas al propio cuerpo, en relación con los datos del medio exterior”. ✔ Serra, “es la toma de conciencia del cuerpo de sus posibilidades y de sus limitaciones”. Podemos concluir que el esquema corporal es la conciencia que tenemos de nuestro cuerpo, de la situación y relación entre los diferentes segmentos que lo componen y de cómo el sujeto lo va percibiendo a lo largo de la vida, con sus posibilidades de movimiento y sus limitaciones. Se trata de un concepto de carácter dinámico, se va formando y evolucionando de modo lento y global con los años. Cabe destacar, como resumen, que: ✔ La organización del EC no finaliza nunca, ya que las relaciones entre los segmentos varían durante toda la vida. ✔ Debemos buscar una riqueza motriz en la persona, máxima potencialidad de uso de nuestro cuerpo. ✔ Consideramos al EC no como algo innato, sino como algo que se elabora poco a poco desde el nacimiento 1.2. Etapas en la formación del esquema corporal. El proceso de conocimiento de sí mismo, comienza con el conocimiento sensorial a través de estímulos interoceptivos (estado de los órganos internos), propioceptivos (posición y control del cuerpo) y exteroceptivos (informa sobre el exterior), y continúa con el uso de la inteligencia, que permitirá establecer la diferenciación con el mundo exterior y de esta forma construir la propia personalidad. -2- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices La clasificación que a continuación se presenta sigue a Le Boulch (1978) y a Vayer (1987), autores cuyas etapas coinciden cronológicamente y, en general, en la descripción que hacen de las mismas. ▪ Cuerpo vivido o periodo maternal (0-2 años): 🢖 Inmadurez neurológica y descontrol perceptivo y postural. 🢖 El niño pasa de no tener conciencia del cuerpo a vivirlo. 🢖 Pasa de los primeros actos reflejos, a la marcha y las primeras coordinaciones motrices a través del diálogo con la madre. 🢖 La imagen corporal está parcializada. ▪ Cuerpo percibido o periodo global de aprendizaje (3-5 años): 🢖 Organización primitiva y básica del EC. Va tomando conciencia de su cuerpo, lo va conociendo globalmente. 🢖 Es un periodo de transición, en el cual aparece: ✔ El desarrollo de las posibilidades de control postural y respiratorio. ✔ Reproduce la afirmación de la lateralidad y el conocimiento de la derecha y la izquierda. ✔ Se utiliza el cuerpo al completo. ✔ No puede mantener mucho tiempo la misma postura (son inquietos). 🢖 Imagen corporal relativamente bien ajustada. ▪ Cuerpo presentado o periodo de transición (5-7 años): 🢖 Ajuste motor fino de los segmentos. 🢖 Correcta asociación de los campos visual y cinestésico, lo que permite una progresiva representación conceptual del espacio y de sí mismo. 🢖 Interiorización definitiva de la imagen corporal y control postural. ▪ Cuerpo intelectualizado o periodo de elaboración definitiva del EC (7-12 años): Es la elaboración definitiva del esquema corporal gracias a la toma de conciencia de los diferentes elementos corporales y al control de su movilización de cara a la acción ya que es en este momento cuando se produce la maduración definitiva del SNC y la capacidad de aprendizaje es óptima: 🢖 Hay control ya verdadero sobre la postura y la respiración. 🢖 Hay independencia segmentaria. 🢖 Hay capacidad para representar mentalmente en estático y en movimiento. 🢖 Se conoce y se representa el cuerpo de los demás. -3- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices 🢖 Hay capacidad de relajar global y segmentariamente el cuerpo. 🢖 Se disocian movimientos: hay independencia de brazos y piernas con respecto al tronco. En la Pubertad, el aumento desproporcionado de estatura en estas edades provoca un desajuste en el esquema corporal por el crecimiento de las extremidades, causando descoordinación, ante la cual habrá que hacer un trabajo específico de reeducación motriz. 1.3. Elementos del esquema corporal. Según los diferentes autores consultados, encontraremos opiniones diversas sobre aquellos aspectos que integran el EC. A continuación presentamos los que con más frecuencia aparecen recogidos en las diversas clasificaciones consultadas. 1.3.1. Conocimiento corporal y control tónico. El cuerpo tiene su propio lenguaje, ese lenguaje se representa por el movimiento, y para llegar a él se hace preciso tener un proceso de aprendizaje, de dominio y de conocimiento de sus posibilidades. El cuerpo es el primer medio de relación que tenemos con el mundo que nos rodea. Es por ello preciso conocerlo y utilizarlo en todas sus dimensiones. El niño pequeño juega con su cuerpo porque le agrada, lo está descubriendo día a día. Desde el punto de vista educativo es preciso aprovechar estos juegos para que el niño pueda conocer mejor sus posibilidades corporales. La influencia de la familia y el entorno próximo hace que en los primeros años el niño aprenda palabras, nombres de sus segmentos, zonas o regiones corporales. En la escuela se reafirmará esto y se le enseñará los diferentes órganos del cuerpo, así como su funcionamiento. El trabajo de conocimiento y control del propio cuerpo debería comenzar con ejercicios de concienciación segmentaria, primero en posición vertical y después en posición horizontal. Conviene además el siguiente orden: manos, brazos, hombros, tronco, caderas, piernas y pies. Hacerle notar que el tronco tiene tres partes: espalda, pecho y costados. Los movimientos de la columna vertebral tanto de pie como en cuadrupedia, boca arriba o baca abajo. Finalmente es necesario la concienciación global para que el niño posea una imagen completa de su propio cuerpo. -4- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices 1.3.2. El equilibrio. Es la capacidad de mantener el centro de gravedad dentro de la base de sustentación del cuerpo. A consecuencia de las sucesivas contracciones musculares en el mantenimiento de la postura y consiguientes desplazamientos del centro de gravedad, el sujeto está sometido de forma continuada a un proceso de equilibración del SNC, recibe y transmite los desequilibrios y elabora y desencadena una seria de reacciones de equilibrio. El equilibrio es una cualidad poco modificable por el entrenamiento al estar regulado por mecanismos cinestésicos (receptores del músculo), laberínticos (oído medio) posición en el espacio, y visuales… Cómo trabajar el equilibro con niños (Castañar y Camerino, 1991): ▪ Es aconsejable la experimentación de variadas situaciones motrices, desde desplazamientos a saltos a patinar, subirse en bicicleta o monopatín, en las que se reconocen las zonas de soporte, de apoyo, se reducen parcialmente los receptores sensoriales y se utilizan aspectos móviles. ▪ Ejercicios con apoyo de ambos pies, oscilaciones, desplazamientos del peso del cuerpo adelante, atrás o lateralmente, recoger, lanzar o recibir, sobre una pierna, estáticamente… 1.3.3. Control adecuado de la respiración. Según Picq y Vayer (1973) “la respiración está estrechamente vinculada a la percepción del propio cuerpo, de forma que, hay unas relaciones evidentes entre la respiración del niño y su comportamiento general, siendo esta educación un elemento del esquema corporal. La educación de la respiración se estructura según las siguientes fases: 1) Toma de conciencia: consiste en modificar la frecuencia pudiendo respirar más o menos veces por minuto, modificar el ritmo intercalando inspiraciones cortas con largas y viceversa, interrumpir la función respiratoria durante algún tiempo y coordinar los movimientos respiratorios de inspiración/espiración. 2) Control de las fases: consiste en aprender a sonarse, realizar espiraciones bucales y nasales, abdominales, con el control del ritmo y del movimiento. Cómo trabajar la respiración con los niños: -5- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices ▪ La respiración, como elemento esencial de la educación psicomotriz, debe ser educada al mismo tiempo que otras partes del organismo. ▪ Es aconsejable iniciar desde muy pronto el aprendizaje y control de la respiración. ▪ A continuación se introducirán ejercicios torácicos y torácicos-abdominales buscando un efecto sedante. ▪ Los ejercicios de educación respiratoria, deben estar precedidos por un ejercicio de relajación global o cuanto menos por un intervalo de reposo. Las actividades para su aprendizaje: subir y bajar hojas de periódico con el aire respirado, desplazar papeles en el suelo, escuchar la respiración, mantener el sonido de forma prolongada, inspirar por la nariz, etc. 1.3.4. Capacidad de relajación. “Es la consecución de un estado de equilibrio psico-fisiológico del que emana un bienestar que permite el máximo rendimiento en un acto motor”. La relajación, junto con el conocimiento del esquema corporal y control segmentario, se consigue a través de motivaciones táctiles, de visualización o auditivas, junto a los estados de representación, atención y concentración. Tipos de relajación (Arráez, 1993): 1) Global: para llegar a ella hay que llevar una progresión programada, se da una contracción y relajación generalizada del cuerpo. 2) Segmentaria: se trabajan analíticamente todos y cada uno de los segmentos corporales. Cómo trabajar la relajación con los niños: ▪ Lo primero será lograr que los alumnos permanezcan inmóviles y en silencio un pequeño espacio de tiempo para después ir ampliándolo. ▪ Que el niño tome conciencia de los puntos de contacto que su cuerpo tiene con el suelo. ▪ Descubrir la pesadez, segmento a segmento. ▪ Trabajar la relajación asociada a la respiración. ▪ Utilizar alguna técnica de relajación: ✔ Relajación de Alexander: eutonía es el buen tono, mínima energía y máxima eficacia (dinámico). -6- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices ✔ El entrenamiento autógeno de Schultz: mejora la capacidad del propio cuerpo, tanto a nivel segmentario como global: consta de dos ciclos: elemental y superior (estático). ✔ La relajación diferencial de Jacobson: se fundamenta en la contracción y posterior relajación de los músculos. Las contracciones son isotónicas e isométricas por lo que es mixto. 1.3.5. La actitud postural. Siguiendo a Le Boulch (1987) “la educación de la actitud consiste en pasar de una posición global a una posición habitual, cómoda y susceptible de ser mantenida con un mínimo de fatiga sin peligro, y sin provocar desequilibrios osteo-articulares” La actitud con los niños se debe trabajar: ✔ Tomando conciencia de lo que s una postura equilibrada y económica en el esfuerzo. ✔ Flexibilidad de la columna vertebral. ✔ Desarrollo de los reflejos de equilibrio, tanto en posiciones estáticas como dinámicas. 1.4. Consecuencias de una deficiente interiorización del esquema corporal. Los trastornos más usuales son: a) En el plano de la percepción: déficit de la estructuración espacio-temporal. En el aprendizaje de la lectura puede traducirse en confusión entre letras simétricas con inversión de la orientación dcha./izda. (b-d, p-q) o arriba/abajo (p-d, u-n), o en inversión de la ubicación de letras (pro-por) o invirtiendo el orden de sílabas (yo no sé- yo sé no). b) En el plano de la motricidad, puede ocasionar torpeza e incoordinación o disociación de gestos, mala postura, lentitud, etc. c) En el plano de las relaciones con los demás, acarreará inseguridad, perturbaciones afectivas, etc. Su autoconcepto será negativo y su autoestima, por tanto, deficiente. Esto justifica la relación de una mala organización del EC con dificultades en los aprendizajes escolares a cualquier edad (Aucutier, 1985). 1.5. Evaluación del esquema corporal. -7- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices Para realizar ésta, nos vamos a ayudar de la observación del comportamiento del niño en situación y de la aplicación de test (tanto psicotécnicos como psicomotores). Dentro de los test psicotécnicos se pueden incluir: ✔ Test de la figura humana de Goodenough: evalúa también la inteligencia. ✔ Test de personalidad. Dentro de los test psicomotores propongo: ✔ Test de imitación de gestos de Berges-Lezine: supone la imitación de unos gestos propuestos por el examinador y que supone el dominio y conocimiento del cuerpo como instrumento y la posibilidad de utilizarlo con un fin de acuerdo a un modelo. ✔ Otros test que incluyen pruebas relacionadas con el esquema corporal: Bateria Ozeretsky de motricidad infantil, examen psicomotor de Vayer, observación psicomotora de Da Fonseca… 2. EL PROCESO DE LATERALIZACIÓN. 2.1. Concepto de lateralidad. La lateralidad es, para Le Boulch (1987), “la expresión del predominio motor en relación con las partes del cuerpo que integran sus mitades derecha o izquierda, predominio que se vincula con la aceleración de la maduración de los centros sensoriomotores de uno de los hemisferios cerebrales”. El proceso de lateralización se lleva a cabo en función de factores neurológicos y psicológicos, además de los ambientales y culturales. 2.2. Tipos de lateralidad. Dado que existe la posibilidad de que un lado corporal domine al otro o interaccionen en este dominio, es posible identificar los siguientes tipos de lateralidad (Linares, 1989): ▪ Homogénea: cuando la dominancia funcional corresponde claramente a un lado identificado. Así, denominamos diestros a los que utilizan la parte derecha en lo que concierne a la mayoría de las tareas corrientes, y zurdos a los que utilizan la izquierda. ▪ No homogénea o cruzada: cuando en unos miembros predomina el lado derecho y en otro el izquierdo. ▪ Ambidiestra: uso alternativo y eficaz de cualquiera de los dos segmentos. -8- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices ▪ Bilateralidad: Uso coordinado y específico de ambos segmentos para cualquier tarea motriz (ej.- botar dos balones). ▪ Contrariada: cuando se utiliza un lado que de forma natural no sería el dominante, esto se puede deber a factores anatómicos (amputación) o culturales (mayor valoración de un lado que otro). 2.3. Etapas del proceso de lateralización. Podemos identificar cuatro fases en el proceso de desarrollo de la lateralidad siguiendo a los autores Lapierre (1985), Cratty (1986) y Azemar (1992): 1º. Etapa de localización (entre los 3 y 4 años). El objetivo principal es que el niño adquiera conciencia de que existen unos segmentos dominantes con mayor eficacia que los otros. Para ello realizará actividades en la que la utilización de los segmentos, derecho e izquierdo, se realice de manera alternativa. La dominancia no está aún definida, y puede hacerse por dos conductos: a) Test específicos de lateralidad. b) Observación de actividades. El profesor puede construir hojas de observación propias en las que recoja datos acerca de tareas de precisión (lanzamientos y manipulaciones), tareas de potencia (lanzamientos de distancia e impactos), o tareas de conducciones. 2º. Etapa de fijación (entre los 4 y 6 años). El principal objetivo es que el niño fije el dominio de un segmento sobre el otro, mediante un máximo número de experiencias motrices que comprometan el segmento dominante. En las tareas de las actividades en esta fase se recomiendan metodologías directivas que hagan al alumno utilizar el segmento lateralizado y en la forma en que el profesor le indica. De esta manera se asegura la intervención segmentaria en un determinado sentido. En la aplicación de estos métodos tendremos en cuenta: a) La exposición de la tarea o comprensión de la información. Las tareas no serán de demostrar, es mejor utilizar información verbal. b) La práctica. La ejecución de las tareas por parte del alumno en fijación deben tener las siguientes características: ✔ Será inmediata a la exposición hecha por el profesor. ✔ Deberá realizarse exclusivamente por el segmento dominante. c) La retroinformación. Esta información “post” tarea la realiza sólo el profesor y deberá hacerla insistiendo en la eficacia global del gesto. -9- Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices 3º Etapa de desarrollo (de 6 a 8 años). El objetivo principal es que el niño afiance la lateralidad que ya tiene fijada. Las actividades propuestas deben permitir al niño afinar los movimientos en los segmentos dominantes y diferenciar la derecha y la izquierda, tanto en sí mismo como en los demás. El objetivo está en incrementar el número de experiencias con el segmento dominante, siguiendo estas pautas recomendadas: ✔ Sencillos estudios analíticos del movimiento. ✔ Realizar las tareas con el mínimo esfuerzo y con la máxima coordinación. ✔ Se pueden contrastar con el segmento menos dominante. En esta fase puede empezar a trabajar el lado no dominante, siempre de forma accesoria, a través de la realización de actividades muy sencillas. 4º. Etapa de maduración y ambidextrismo (a partir de 8 años). En este momento el niño ya tiene definida la lateralidad, sólo le queda llevarla a más altas metas. Se buscará la calidad de los movimientos de los segmentos no dominantes, así como mejorar la coordinación entre ambos lados del cuerpo. Las actividades propuestas deben permitir al niño experimentar habilidades con ambos lados del cuerpo y afinar los movimientos de los segmentos no dominantes. Las metodologías serán menos directivas (descubrimiento guiado, resolución de problemas…) para obtener la expresividad y creatividad segmentarias. La práctica se puede realizar por partes o globalmente, primero se practica con el segmento dominante, e inmediatamente después con el no dominante. Se pueden utilizar además de tareas más complejas aquellas que trabajen con elementos de “técnicas deportivas” y habilidades motrices específicas. En EF trabajamos más el concepto de bilateralidad, ya que el ambidextrismo es más propio como cualidad deportiva. 2.4. Trastornos de la lateralidad Los trastornos a nivel de la lateralidad van a romper los esquemas de acción del individuo, produciendo retrasos a nivel escolar y motriz. En el ámbito escolar, el mayor problema lo vamos a encontrar en la escritura, ya que el niño va a tener dificultades para coger el lápiz y manejarlo, teniendo así una escritura deficiente y poco legible. La realización de los giros en sentido contrario. Los trastornos a nivel motor, se reflejan en: - 10 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices ✔ Actividades que requieran el manejo de móviles, porque se realizarán defectuosamente. ✔ Actividades en las que se utilicen un miembro para un movimiento y el otro miembro para otro movimiento distinto dentro de la misma acción, dándose casos en que los individuos ya no saben que miembro utilizar. ✔ Actividades que requieran giros, porque estos se suelen realizar hacia el lado dominante, y se esto no se tiene claro se pueden presentar situaciones muy confusas. 2.5. Evaluación de la lateralidad La evaluación de la lateralidad se puede realizar a varios niveles: manual, ocular, pédica, sentido de giro. Ésta se podrá llevar a cabo de la simple observación de acciones que realizan los niños durante su actividad escolar o a través de la aplicación de test de lateralidad, el matiz que los diferencia es la sistematización que suponen los test. Uno de los test más conocidos y utilizado es el de Harris, consistente en observar unas acciones determinadas y anotar el lado corporal utilizado. La estructuración del test y las acciones a observar son: ▪ Para la dominancia manual: tirar una pelota, dar cuerda a un despertador, clavar un chavo, girar el pomo de una puerta... ▪ Para la dominancia ocular: mirar por el agujero de un cartón, de un telescopio... ▪ Para la dominancia de los pies: sacar el balón de una esquina, conducir un balón, chutar... 3. DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES PERCEPTIVO MOTRICES. 3.1. Concepto de capacidad perceptivo motriz. Las capacidades perceptivo motrices se definen como “aquellos elementos básicos de origen sensoriomotor y psicomotor que de forma integrada participan en la elaboración y producción de conductas adaptativas más o menos generales o específicas” (Castañar y Camerino, 1993). Los elementos implicados, que evolucionan de forma conjunta y armónica, son: ▪ El análisis propioceptivo o reconocimiento del propio cuerpo y su diferenciación sensorial (somatognosia), y de la actividad tónico postural. ▪ El conocimiento del mundo exterior (exterognosia), la interacción con los objetos y los demás, en coordenadas espacio-temporales. - 11 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices Los aspectos de organización del espacio y el tiempo, además del ritmo se constituyen en los componentes básicos de las diferentes situaciones perceptivo- motoras. 3.2. Percepción espacial. 3.2.1. Conceptualización. Muchielli (1994) la define como una construcción del propio espacio de acción, incluyendo esto una estimación exacta de la situación con relación al mundo exterior; facultad de orientarse, de situarse en el medio de la acción en relación con las diferentes direcciones y posibilidades. Capacidad de apreciar y situar objetos o sujetos, en un espacio tridimensional. 3.2.2. Fases en la estructuración espacial. El movimiento y la acción obligan al niño a tener que tomar como punto de referencia otro lugar que no sea su cuerpo. Según Hannoun (1977) en su obra “el niño conquista el medio”, en la comprensión progresiva del espacio, el niño pasa por tres etapas diferenciadas: 1ª Espacio vivido (0-2 años): percibe en dos dimensiones (no concibe la distancia que le separa de los objetos). El espacio se organiza en torno a sí mismo. 2ª Espacio percibido (2-7 años). No necesita experimentar las acciones para tener noción del espacio. El espacio va descentralizándose, llegándose al final de esta etapa a organizar el espacio en torno a puntos de referencia exteriores, siempre y cuando estén presentes: espacio proyectivo. Logra establecer relaciones de dirección y distancia entre los objetos y las personas. Identifica direcciones (arriba, abajo, delante detrás…). 3ª Espacio representado o concebido (7-12 años). El espacio puede ser representado mentalmente sin verlo o experimentarlo: espacio euclídeo o métrico. Domina las tres dimensiones, siendo capaz de apreciar distancias y velocidades, memorizar recorridos… 3.2.3. Aspectos a tratar en el trabajo de la percepción espacial (Lagranje, 1984) A. Apreciación de distancias. - 12 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices Trabajaremos con las nociones corto-largo, junto-separado, cerca-lejos y adaptaremos los movimientos a las distancias. B. Apreciación de trayectorias. Desde el punto de vista práctico podemos diferenciar trayectorias realizadas con el propio cuerpo y las realizadas con objetos. Tendremos en cuenta una serie de factores para determinar las trayectorias: velocidad inicial del móvil, ángulo de tiro o elevación, peso del móvil, etc. C. Adquisición de la noción de agrupación-dispersión. A través de tareas de agrupación dispersión los niños aprenden a situarse en el seno del grupo, a orientar su acción en una dirección determinada, etc. D. Evoluciones. Las evoluciones son cambios de situación que exigen, para efectuarlos, más de un movimiento. Podemos diferenciar tareas de formación de una figura geométrica o tareas de pasar de una evolución a otra. E. Recorridos de orientación Itinerarios que el niño debe realizar (de forma individual, en parejas o pequeños grupos) que exigen para su ejecución una buena estructuración del espacio de acción. 3.2.4. Trastornos de la estructuración espacial. Los problemas de estructuración espacial, van a dar lugar a sensaciones de inseguridad por falta de referencias externas, así, va a ser importante que con los niños que tengan estos problemas la sala de juego sea un lugar fijo y que esté orientada de manera estable, para crearle unas referencias y darles seguridad. Los trastornos espaciales también van a repercutir en los aprendizajes escolares, sobre todo a nivel de escritura, al no percibir bien el espacio, no lo utilizará adecuadamente, manifestándose en la escritura al juntar o separar demasiado las letras, además de que se torcerá. A nivel motor los trastornos se verán reflejados en que sus desplazamientos por el espacio no serán adecuados, al igual que los cambios de dirección, ritmo, velocidad, etc…, que también se verán alterados. Por otro lado, tampoco realizará bien formaciones de figuras o construcciones, teniendo dificultades en la adecuación del movimiento a otros compañeros. 3.2.5. Evaluación de la estructuración espacial. - 13 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices Además de la simple observación, podemos ayudarnos de test. Uno de los test más comunes en su aplicación es el de orientación izquierda-derecha de Piaget-Head, en el cual se trata de destacar los conocimientos que el niño posee de las nociones izquierda y derecha sobre él mismo y sobre otro, así como en relación con los objetos. Otros test que evalúan aspectos relativos a la organización espacial son: examen Psicomotor de Vayer y observación psicomotora de Da Fonseca. 3.3. Percepción temporal. 3.3.1. Percepción y estructuración temporal. a) Percepción temporal. Para los seres humanos la percepción temporal no puede separarse de la espacial y viceversa, ya que todas las situaciones y movimientos se dan el un espacio y en un tiempo determinado. Podemos indicar que en la percepción de cualquier hecho temporal, se pueden identificar dos componentes: 1) Orden o componente cualitativo: se refiere a la percepción de los puntos de referencia sobre los que se suceden los cambios. La percepción del orden viene impuesta por el exterior y no necesita ninguna actividad perceptiva. Las nociones de antes y después serán determinantes en la percepción del orden. 2) Duración o componente cuantitativo: se refiere a la percepción de n intervalo de tiempo, la percepción de la duración es una elaboración activa de los datos sensoriales para apreciar el intervalo que separa dos cambios. En la percepción temporal, el orden y la duración se dan juntos. b) Estructuración temporal. Supone, por un lado, la percepción temporal y, por otro, el ajustar el movimiento a esta percepción, es decir, significa articular el tiempo en unidades de medida. 3.3.2. Evolución de la estructuración temporal. La percepción temporal es un fenómeno afectivo, subjetivo, asociado a las necesidades biológicas del niño, de forma que la mañana, tarde o noche existen según las necesidades de sueño y de hambre (hasta los dos años). Más adelante (hasta los 6 años) comienza a clasificar y ordenar objetos, iniciándose en la comprensión de la velocidad (lento, rápido,…). Posteriormente (hasta los 9 - 14 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices años), va diferenciando el orden espacial del temporal y estableciendo relaciones de duración y velocidad, además de ordenar y realizar seriaciones. Hasta los 12 años, comprende las relaciones espacio temporales, que posteriormente ya domina. 3.3.3. Aspectos a tratar par el trabajo de la estructuración temporal. El desarrollo temporal, irá encaminado a facilitar la adquisición de todas aquellas nociones relacionadas con el orden y duración, de esta forma haremos propuestas encaminadas a la adquisición de nociones básicas como la velocidad, duración e intervalo. Otras nociones serán: ✔ Antes, durante y después. ✔ Sucesión, simultaneidad, alternancia. ✔ Percepción de pausa, y la duración de la pausa. Algunos autores consideran el estudio del ritmo dentro de la estructuración temporal. Nosotros lo presentamos en este tema de forma diferenciada si bien se puede valorar la posibilidad de incluirlo en este mismo apartado. 3.3.4. Trastornos de la organización temporal. Los trastornos de organización temporal, van a repercutir muy directamente en los aprendizajes escolares, como es el caso de la lectura: dislexia, ritmo inadecuado de lectura, etc. A nivel motor, los trastornos temporales van a repercutir en la mala apreciación de velocidades, dificultando la recepción de móviles. 3.3.5. Evaluación de la organización temporal. Además de la observación, se puede recurrir al test de M. Stamback basado en la reproducción de estructuras rítmicas. Las pruebas que establece consisten en: 1. Reproducción, por medio de golpes, de estructuras temporales. El examinador golpea y el niño reproduce. 2. Simbolización de estructuras espaciales. En lugar de golpeos, el niño escribe círculos. 3. Simbolización de estructuras temporales. Se presentan al niño los círculos y el niño reproduce las escrituras por medio de golpeos. 4. Dictado. El examinador golpea y el niño trascribe en círculos. - 15 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices Otro test que se puede utilizar ya que incluye un apartado dedicado a la estructuración espacio-temporal, es el de “observación psicomotora de Da Fonseca”. 3.4. Estructuración espacio-temporal. 3.4.1. Conceptualización Espacio y tiempo son dos conceptos que se separan únicamente en su estudio. Cada movimiento que realiza un niño puede analizarse en términos espaciales y temporales, es por ello que en su evolución ambas capacidades se apoyan mutuamente y siguen los mismos caminos de experiencia, construyéndose de forma paralela. Dicha estructuración es la consecuencia del dominio de experiencias en tiempo y espacio. 3.4.2. Aspectos o tratar en la estructuración espacio-temporal. 🢖 Apreciación de velocidades. 🢖 Evoluciones: dispersiones, agrupamientos, ocupaciones. 🢖 Cálculo de distancias. 🢖 Anticipación. 🢖 Trayectorias y memoria motriz. 🢖 Cambios de dirección. 🢖 Cálculos de trayectorias. 🢖 Recorridos de orientación. 🢖 Bailes y danzas. Por último, recordar que a la hora de trabajar los aspectos descritos, se intentará hacer a través de una progresión paulatina, por la que se irá pasando de entornos más estáticos y con variables fáciles de “interpretar”, a escenarios donde la incertidumbre presente dificulte cada vez más el manejo de variables espaciales y temporales en relación al propio cuerpo y a los objetos. CONCLUSIÓN Este tema describe el panorama conceptual que nos permite organizar de forma teórica los aspectos más relevantes de la motricidad en los primeros años de vida. La diferente terminología, estadios cronológicos, características, etc., empleadas a veces para referirse a ideas o nociones similares, no debe suponernos un obstáculos de cara - 16 - Tema 11. El esquema corporal. El proceso de lateralización. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices a tratamiento práctico de los mismos, que es lo que realmente nos interesa como docentes. Por otra parte, no olvidemos que los títulos de este tema no nos deben llevar a engaño, pues no dejan de ser divisiones estructuradas con fines didácticos que, en definitiva, nos van a llevar a un punto común, al del cuerpo vivido, disponible, conocido y utilizado integralmente. BIBLIOGRAFÍA ▪ Aucutier, B. (1985): La práctica psicomotriz. Reeducación y Terapia. ▪ Cecchini, J.A. (1996): EF de base. Personalización en la EF. Rialp. Madrid. ▪ Lapierre, A. (1985): Simbología del movimiento: Psicomotricidad y Educación. ▪ Le Boulch, J. (1986): La educación por el movimiento en la educación escolar. Paidós. Barcelona. ▪ Vayer, P: (1987): El niño frente al mundo. ▪ Wallon, H. (1987): La evolución psicológica del niño. Grijalbo. Barcelona. - 17 -