Resumen parcial historia de Roma PDF
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Este documento resume las diferencias entre la arquitectura romana y la arquitectura helenística. Describe la importancia de la arquitectura romana en la civilización y explica el contraste con otras culturas antiguas, como la bizantina. Se analiza la arquitectura romana en el contexto de las provincias orientales y el Imperio Romano.
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ROMA Bettini (cap I) Arquitectura romana y arquitectura helenística. 1. La arquitectura romana se destacó por su desarrollo de elementos arquitectónicos como el arco, la bóveda y la cúpula, que eran diferentes de los enfoques griegos. A diferencia de la civilización helénica, Roma dio...
ROMA Bettini (cap I) Arquitectura romana y arquitectura helenística. 1. La arquitectura romana se destacó por su desarrollo de elementos arquitectónicos como el arco, la bóveda y la cúpula, que eran diferentes de los enfoques griegos. A diferencia de la civilización helénica, Roma dio importancia a formas arquitectónicas basadas en líneas curvas en lugar de rectilíneas, lo que resultó en un nuevo lenguaje arquitectónico no clásico. Esta diferencia se debió a la necesidad romana de expandir los espacios interiores de los edificios. Los romanos adoptaron la técnica del hormigón, que ya existía en otras culturas pero no se había desarrollado plenamente hasta entonces. Esta elección se debió a la necesidad de construir grandes muros, arcos y cúpulas para crear espacios interiores expansivos. La técnica del hormigón se perfeccionó debido a la voluntad romana de dar forma a estos espacios internos en tensión. En resumen, la arquitectura romana se caracteriza por su énfasis en formas arquitectónicas curvilíneas, el uso de técnicas como el hormigón y la construcción de grandes espacios interiores mediante arcos y bóvedas. Esta arquitectura representa una expresión única de la civilización romana en contraste con las tradiciones griegas y otras civilizaciones antiguas. 2. El texto trata sobre la arquitectura bizantina y, en particular, sobre la iglesia de San Marcos. Destaca que esta arquitectura se basa en la fusión de cinco elementos espaciales, cada uno con una cúpula sobre pechinas y rodeado por un ambulacro. Estos elementos espaciales se desarrollaron técnicamente en la civilización romana y no en otros lugares. Se compara la arquitectura romana occidental con la oriental y se menciona que en Occidente, como en Santa Constanza, el ambiente central se coordina con otras partes y el ambulacro se convierte en una nave lateral cubierta por una bóveda anular. En cambio, en el Oriente, el ambiente central domina sobre los otros espacios y el ambulacro es más estrecho y subordinado. La diferencia en la cobertura, con el uso de cúpulas en Roma y techos de madera en Oriente, afecta las proporciones y la articulación de los espacios. Se señala que la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén sigue la tradición arquitectónica romano-oriental y presenta diferencias significativas en términos de espacio y forma en comparación con Santa Constanza en Roma. En resumen, el texto explora las diferencias en la arquitectura entre el Oriente y el Occidente del Imperio Romano, centrándose en la iglesia de San Marcos y otras estructuras similares. Se destaca cómo las decisiones sobre la cobertura y la disposición espacial llevaron a diferencias significativas en la arquitectura entre estas dos regiones. 3.El texto continúa explorando la diferencia entre las concepciones espaciales de la arquitectura romana y la oriental, centrándose en la importancia de las bóvedas y las cúpulas estructurales de mampostería en la organización de los espacios. En la arquitectura romana occidental, como en Santa Constanza, los edificios se desarrollan con un ambiente central que coordina con otras partes y un ambulacro anular. La presencia de cúpulas conlleva la necesidad de coordinar todos los elementos de la construcción en relación con la solución de la cúpula. Se menciona cómo esta evolución se desarrolla desde edificios primitivos con muros cilíndricos que sostienen cúpulas semiesféricas hasta la forma madura de Santa Constanza, donde los nichos y exedras entre los muros se transforman en sostenes libres, creando un ambulacro separado del ambiente central. Se destaca que esta evolución constructiva se logra después de un trabajo secular ininterrumpido, que involucra todos los elementos de la construcción y su relación con la cúpula. La disposición de masas y espacios en el organismo arquitectónico está estrechamente relacionada con la presencia y el tamaño de las bóvedas y la cúpula. Esto resulta en una concentración del espacio en los edificios romanos occidentales, característica del ambiente central. En contraste, en los edificios orientales de planta similar, que generalmente carecen de cúpula hasta el siglo VI, los ambientes no se desarrollan en relación con el centro, sino que se yuxtaponen al ambiente central, sin la necesidad de coordinación. El espacio se amplía y se fragmenta en una pluralidad desorganizada. En resumen, el texto continúa analizando cómo las bóvedas y las cúpulas estructurales de mampostería jugaron un papel fundamental en la organización y la evolución de la arquitectura romana occidental, mientras que en la oriental, donde faltaban estas características, el espacio se desarrollaba de manera diferente y más dispersa. 4. El texto continúa explicando la resistencia que se encontró en las provincias orientales, como Siria, ante la influencia de la arquitectura romana, que contrastaba con la tradición helenística profundamente arraigada en estas regiones. En las provincias orientales, especialmente en Siria, la tradición helenística había perdurado durante siglos y mantenía la representación plástica de un espacio racionalmente definido. La arquitectura romana, en cambio, se había vuelto más subjetiva y temporal en su expresión, creando un espacio irreal y variable en el tiempo. Esto resultó en una arquitectura que parecía turbia, incongruente e inaceptable para una cultura arraigada en la representación más objetiva y clara del espacio. La arquitectura romana había ocultado la evidencia material de las estructuras con el uso del hormigón y había disminuido la importancia de la resistencia y la masa de los elementos constructivos. También había descargado la resistencia fuera del centro de la imagen espacial mediante contrafuertes externos y había reducido la plasticidad y la racionalidad del espacio a través de la decoración interna. Por lo tanto, en las provincias orientales, donde persistía la tradición helenística, hubo una repugnancia a aceptar la técnica del hormigón romano y se prefirió la estructura de sillares de piedra, que expresaba racionalmente su material y peso. Además, se mostró reluctancia hacia la técnica de las bóvedas y las cúpulas, y se renunció a los arcos o se los interpretó de manera más tectónica. Esto resultó en una falta de verdaderas cúpulas y en una inmadurez en la forma de los espacios en comparación con Occidente. En resumen, la arquitectura en las provincias orientales resistió la tendencia hacia la intimidad, la irracionalidad y la desmaterialización del espacio que caracterizaba a la arquitectura romana tardía, ya que estas tendencias iban en contra de la tradición helenística arraigada en estas regiones. Las provincias orientales aceptaron la forma primordial del espacio romano, pero la ausencia de nichos y bóvedas modificó por completo la experiencia espacial y mantuvo una forma romana arcaica que ya había evolucionado en Occidente. 5.El texto continúa discutiendo la importancia de las bóvedas y cúpulas en la arquitectura romana y cómo su ausencia en la arquitectura oriental tuvo un impacto significativo en la percepción y comprensión del espacio. En la arquitectura romana, las bóvedas y las cúpulas tenían una función figurativa fundamental: reunir y unificar los espacios para lograr una sensación de totalidad espacial en la que todas las formas individuales se subordinaban a esta totalidad. Esto daba lugar a un significado arquitectónico en el que el énfasis recaía en la "ligadura" o conexión del espacio en su conjunto en lugar de en los elementos individuales. La construcción romana, que utilizaba hormigón y pequeñas piezas unidas por un fuerte cohesivo en lugar de grandes bloques de piedra, creó un lenguaje arquitectónico centrado en el nexo sintáctico que garantizaba la unidad compleja de los elementos. Este enfoque cambió la percepción del edificio en relación con el valor tectónico o figurativo de los detalles hacia la unidad cohesiva del espacio en su conjunto. En contraste, la arquitectura helenística persistió en un enfoque detallista y en la representación plástica de elementos individuales, típico de la tradición griega. La falta de bóvedas y cúpulas en la arquitectura oriental destruyó el efecto espacial característico de la arquitectura romana. A pesar de la disposición fundamental de los planos que anunciaba una impresión espacial coherente, la ausencia de bóvedas negaba esta impresión en altura y daba la sensación de que estos edificios no habían sido pensados coherentemente hasta el final. En la arquitectura oriental, las formas particulares se oponen singularmente, destacando su significado tectónico o plástico y sin fusionarse en una unidad espacial. Esto se refleja en la predilección por el dibujo octogonal de los marcos internos de sostén, la acentuación de las líneas de contorno nítidas en lugar de los perfiles fundentes y armonizantes, y la definición tectónica entre pesos y sostenes. La falta de bóvedas y cúpulas lleva el significado de la construcción de nuevo al antiguo esquema helenístico de miembros horizontales y verticales contrapuestos, en lugar de la fusión de elementos rectilíneos en una unidad de superficie mural continua. En resumen, la ausencia de bóvedas y cúpulas en la arquitectura oriental cambió fundamentalmente la percepción y el significado del espacio en comparación con la arquitectura romana. Mientras que los edificios romanos lograron una unidad ópticamente cerrada a través de la fusión de elementos individuales en una superficie continua, la arquitectura oriental mantuvo una tradición más helenística de espacios limitados y formas plásticas destacadas 6. El texto continúa explorando la diferencia en la forma en que se abordaba la decoración pictórica y escultórica en la arquitectura romana en comparación con la oriental, especialmente en lo que respecta a elementos como los capiteles. En el ámbito helenístico, tanto los elementos estructurales más grandes de los edificios (como pilares, bóvedas, capiteles y frisos) como los detalles decorativos se realzaban plásticamente y se destacaban por su valor funcional. Los partidos decorativos también enfatizaban su propio valor en lugar de fusionarse con el fondo arquitectónico. Por ejemplo, los capiteles en el arte helenístico eran elementos estructurales visibles y destacados. En contraste, en la arquitectura romana, incluida la tardorromana, los elementos decorativos no sobresalían del fondo cerrado de la pared. Actuaban más como bordes perforados de superficies inmateriales, y perdían su efecto tectónico. Esto se debió a que la relación entre peso y sostén se había trasladado a los muros de ámbito, y los capiteles debían adecuarse a la impresión general del espacio en lugar de destacar por sí mismos. Esta evolución se manifestó plenamente en el arte tardorromano, donde los capiteles se adaptaron al espacio, se desmaterializaron y se tradujeron en elementos de color fusionados en la pared óptica. Esta evolución comenzó en Occidente y se reflejó también en Bizancio, aunque con cierto retraso. Sin embargo, en las provincias orientales, la decoración del acanto, a pesar de volverse más esquemática y abstracta, mantuvo su carácter plástico y no se disolvió cromáticamente ni se fusionó con el espacio. En los edificios occidentales y algunos justinianos en Bizancio, como Santa Sofía, el acanto de los capiteles se fundió ópticamente en el fondo, mientras que en los edificios orientales, el modelo denso y nítido de la hoja se mantuvo, anclado en el relieve con textura plástica y manteniendo el significado de la articulación plástica de la parte, en lugar de diluirse en valores ópticos. En resumen, la diferencia radica en la preferencia romana por reducir cada vez más el significado tectónico y plástico de las formas individuales para enfocarse en el efecto total del espacio, mientras que el enfoque helenístico seguía buscando un efecto tectónico y se basaba en la forma particular como punto de partida, conservando así su significado estructural y plástico 7. El texto señala que el pulvino, un elemento arquitectónico que nació en el arte romano y que alcanzó su plena madurez en Ravenna, tuvo poco éxito en la arquitectura de las provincias orientales. Se da una explicación crítica concreta a esta diferencia. El pulvino marcaba un corte justo en el encuentro de la carga y la resistencia en la arquitectura romana. Interrumpía la continuidad funcional de los elementos constructivos y les permitía resolverse en valores puramente decorativos. Las columnas, que no estaban tan estrictamente limitadas por la función de soporte, podían crear un ritmo lineal puro en el espacio. Las paredes podían transfigurarse pictóricamente en una textura cromática dorada, y los capiteles podían alejarse de la estructura plástica que tenían en el arte clásico, asumiendo formas cada vez más simples y adecuadas para resaltar el valor de la superficie perforada por la decoración lineal. En este proceso, los valores luminosos y cromáticos se organizaban y componían con un rigor de coherencias no inferior al de la estructura plástica del clasicismo. El pulvino permitía que todas estas transformaciones se llevaran a cabo de manera coherente en la arquitectura romana, permitiendo una transfiguración óptica del espacio y reduciendo la profundidad espacial a la superficie cromática. Por eso, el pulvino alcanzó su forma más perfecta y su significado más pleno en Ravenna, donde las tendencias tardorromanas llegaron a su culminación. Sin embargo, en las provincias orientales, donde aún predominaba el gusto helenístico, el pulvino fue aceptado de manera fortuita y, en muchos casos, se añadió al capitel. Esto no llevó a una resolución cromática como en Ravenna, sino a una acentuación plástica del valor tectónico del capitel mismo. La razón detrás de esta diferencia radica en la función diferente que tenía la pared en la arquitectura oriental, donde actuaba como un límite táctil y un apoyo cerrado para el juego plástico de las articulaciones tectónicas, en contraste con la búsqueda de ilusión espacial y desmaterialización del espacio en la arquitectura romana tardorromana. 8. El texto explica cómo la decoración de mosaico en la arquitectura romana tardorromana, particularmente en Ravenna, llevó la transfiguración del espacio a su máxima intensidad. A través del uso del mosaico, las paredes ya no servían para definir y limitar el espacio, ni siquiera de manera ilusoria, sino que se transformaban en una densa y cambiante fluctuación de color. El espacio se volvía irreal, fabuloso y parecía carecer de límites, creando una dimensión ilimitada. En contraste, en la arquitectura oriental, que aún estaba influenciada por el helenismo, las paredes conservaban una función diferente. Actuaban como límites táctiles y proporcionaban un apoyo cerrado para el juego plástico de las articulaciones tectónicas. Esta diferencia en la percepción y función de las paredes entre el arte romano y el helenismo oriental llevó a que la decoración de mosaico alcanzara su máxima madurez en Ravenna, mientras que en Oriente no se adoptó ampliamente antes de las influencias bizantinas después del siglo VI. Se menciona que la decoración dorada también alcanzó su máxima expresión en Ravenna, donde se utilizaba para crear efectos de transfiguración espacial. En contraste, en Oriente, la aplicación de decoración dorada fue menos común debido a la función diferente que tenía la pared en la arquitectura oriental. En Roma, la decoración dorada se aplicaba en las cúpulas, como se evidencia en ejemplos conocidos y en descubrimientos arqueológicos recientes, como el Templo de Minerva Médica, cuya cúpula estaba decorada con mosaicos dorados. Esto demuestra cómo la función y la percepción del espacio arquitectónico influyeron en las decisiones de diseño y decoración en diferentes regiones y períodos de la arquitectura. ROMA Bettini (cap III) El sentido romano del espacio 1. El fragmento que proporcionaste destaca la evolución del concepto de espacio en la arquitectura a lo largo de la historia, centrándose especialmente en la contribución de Roma a esta evolución. Contribución de Roma al lenguaje espacial: El autor sostiene que Roma desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la arquitectura como un medio de expresión específico del espacio. La arquitectura romana se considera la primera en adoptar el espacio como su elemento central y como el "verbo" del lenguaje artístico, subordinando a sí mismo el significado de otros elementos como el color en la pintura o el volumen en la escultura. Diferencias con civilizaciones anteriores: Se señala que civilizaciones anteriores, como la egipcia y la griega, no lograron la misma concreción del lenguaje espacial. En el caso de Egipto, su arquitectura refleja una obsesión por la muerte y una concepción del espacio como algo inmutable y eterno, mientras que la arquitectura griega se centra en la escala humana y en la plasticidad de las formas. Transformación del espacio en arte: El autor argumenta que la arquitectura romana marca una transformación en la que el espacio arquitectónico se convierte en una creación artística en sí mismo. A diferencia de las construcciones egipcias o griegas, los espacios internos de los edificios romanos se convierten en parte integral de la expresión del arquitecto. Espacio como creación artística: Se enfatiza que el espacio arquitectónico debe considerarse no solo como una realidad física en la que se puede entrar y vivir, sino como una creación fantástica y teórica del arquitecto. Este enfoque distingue a la arquitectura como arte y requiere que se valore la fuerza y coherencia con la que se expresan los espacios en lugar de criterios volumétricos, plásticos o decorativos. En resumen, el texto resalta la importancia de Roma en el desarrollo de la arquitectura como un medio de expresión del espacio y cómo esta transformación permitió a la arquitectura romana destacarse como el primer lenguaje constructivo propiamente espacial en la historia del arte. También subraya la diferencia fundamental entre el espacio vivido y el espacio artístico en la arquitectura. 2. Este fragmento se centra en la evolución del concepto de espacio en la arquitectura romana y cómo este concepto cambió con el tiempo, especialmente en la época tardorromana y paleocristiana. Aquí hay una explicación detallada: Importancia del espacio interno en el gusto romano: El autor destaca que el gusto romano en arquitectura prioriza el espacio interno como fundamento de la expresión arquitectónica. Esto significa que el espacio interior de los edificios se considera el elemento más significativo en la creación arquitectónica. Sin embargo, esta concepción del espacio no es estática ni uniforme; evoluciona y se modifica con el tiempo. Evolución del concepto de espacio: A lo largo de la historia, el concepto de espacio en la arquitectura romana experimenta una serie de cambios y matices. El autor describe cómo este concepto se desarrolla gradualmente y se modula en diversas formas. Mausoleos cristianos y su influencia: El autor menciona los mausoleos cristianos, como el Apostolion de Constantinopla y San Marcos de Venecia, como ejemplos que reflejan una forma específica de concebir el espacio. Estos mausoleos tienen una planta cuadrangular y están cubiertos por cúpulas hemisféricas sobre penachos, rodeados por ambulacros. Orígenes en mausoleos antiguos de Roma: La forma espacial de estos mausoleos cristianos tiene sus raíces en los antiguos mausoleos de Roma. Estos mausoleos tenían una planta redonda, lo que enfatizaba la unidad y la solidez del espacio interno. Los muros que rodeaban el espacio eran cilíndricos, continuos y homogéneos, lo que contribuía a crear una sensación de unidad maciza en el espacio. Función de la pared: En contraste con la arquitectura griega, donde las columnas y los arquitrabes desempeñaban un papel fundamental en la definición del espacio, en el gusto romano, especialmente en su fase temprana, los muros perimetrales cumplían esta función. Los muros romanos eran sólidos y continuos, lo que daba lugar a un espacio que no se articulaba plásticamente mediante columnas y arquitrabes, sino que se percibía como una masa unitaria. Importancia de comprender el gusto romano: El autor subraya que comprender el gusto romano y su manera de expresar el espacio es fundamental para apreciar la arquitectura tanto en Occidente como en Oriente. Además, destaca la relación entre esta concepción del espacio y los medios técnicos y constructivos característicos de la arquitectura romana, como el uso del hormigón. En resumen, este fragmento explora la evolución del concepto de espacio en la arquitectura romana y cómo esta evolución se reflejó en los edificios, especialmente en los mausoleos cristianos, que adoptaron una forma espacial específica basada en los precedentes de la arquitectura romana antigua. 3. Este fragmento continúa explorando la evolución del concepto de espacio en la arquitectura romana, centrándose en cómo este concepto se modifica y se hace más complejo con el tiempo. Aquí hay una explicación más detallada: Punto de partida con un espacio unitario y macizo: El punto de partida en la arquitectura romana es un espacio unitario y macizo, caracterizado por muros perimetrales sólidos y una cúpula que define y cierra el espacio interno. Este concepto se refleja en la continuidad de las superficies y la sensación de unidad en el interior de los edificios. Evolución hacia un espacio más complejo: A medida que la arquitectura romana se desarrolla, esta noción de espacio comienza a evolucionar. El espacio interno comienza a expandirse hacia el exterior, ejerciendo presión sobre las paredes cilíndricas que lo rodean. Este movimiento es impulsado por el deseo de enriquecer la experiencia del espacio para quienes lo habitan. Introducción de nichos: Una de las formas en que este cambio se manifiesta es a través de la introducción de nichos en las paredes. Inicialmente, pueden ser solo cuatro, como se ve en las Termas de Pompeya, pero luego se desarrollan en una corona completa y densa, como en las Termas de Lambresi o el Mausoleo de Diocleciano en Spalato. Estos nichos no perforan la pared, sino que la articulan, agregando espacios y variando ópticamente la superficie, pero sin destruir la substancialidad de la pared. Tendencia a la solución cromática: A medida que los nichos y la modulación de las superficies se vuelven más prominentes, también se observa una tendencia hacia la solución cromática de las paredes. Esto significa que la decoración y la apariencia visual de las superficies se vuelven más importantes, aunque aún se mantenga una conexión con la unidad "central" del espacio. Adopción del sistema de sostén helénico: En esta fase de desarrollo, la arquitectura romana adopta elementos del sistema de sostén helénico, como columnas y arquitrabes. Sin embargo, en lugar de tener un significado funcional como en la arquitectura griega, estas columnas se utilizan principalmente con fines decorativos. A menudo, están adosadas a las paredes o se colocan frente a los nichos para realzar la modulación y la decoración de las superficies. En resumen, la arquitectura romana experimenta una evolución desde un concepto de espacio unitario y macizo hacia uno más complejo, enriquecido por la introducción de nichos y la modulación de las superficies. Aunque se permiten elementos decorativos, la unidad y la substancialidad del espacio central siguen siendo fundamentales en esta evolución. 4. Este fragmento se adentra en la evolución del concepto de espacio en la arquitectura tardorromana y paleocristiana. Aquí están los puntos clave: Disgregación del muro de ámbito compacto: Durante el período mediorromano y especialmente en el tardorromano, el carácter compacto y macizo de los muros de ámbito comienza a desintegrarse. Esto se evidencia en edificios como el Vestíbulo de la Plaza de Oro en la Villa de Adriano en Tivoli y el llamado Templo de Minerva Médica, donde los nichos dejan de ser parte de la pared y se convierten en elementos espaciales independientes con sus propios muros de ámbito. Alteración en la relación entre cúpula y muro cilíndrico: En esta etapa, se produce un cambio en la relación entre la cúpula y el muro cilíndrico que la sustenta. La cúpula ya no forma una unidad sólida con el muro, sino que se despega de él y se apoya en las salientes externas de los nichos. Entre la cúpula y el muro, se introduce un tambor que disminuye la sensación de peso directo de la cúpula, contribuyendo a disolver la sustancialidad del espacio. Transformación en la definición del espacio: La pared que originalmente definía la sustancialidad del espacio central se disuelve en esta etapa. El espacio central ya no está cerrado por una pared continua, sino que se define por una combinación de llenos y vacíos, masas y espacios alternados. La pared se construye ópticamente, y esto se acentúa aún más con la perforación de los nichos, que dirigen la vista hacia la atmósfera abierta, creando un segundo velo óptico. Emancipación de la cúpula: En edificios posteriores, como el Batisterio Lateranense y Santa Constanza, la cúpula se emancipa por completo del muro perimetral y se apoya sobre un anillo central sostenido por arcos y columnas. Esto significa que la relación coherente entre el peso de la cúpula y el sostén de los muros se rompe por completo. La cúpula parece elevarse libremente sin lazos materiales o estructurales con el espacio subyacente. Pérdida de la sustancialidad del espacio central: En esta fase avanzada, el espacio central ya no tiene sustancialidad, ni siquiera en forma óptica. Se disuelve en los ambientes laterales, y la cúpula parece erigirse sin lazos materiales con el ambiente subyacente. El espacio se libera en todas direcciones y se define únicamente por elementos cromáticos. Deja de existir como una entidad objetiva y se convierte en una ilusión subjetiva, definida por las experiencias y emociones de quienes lo recorren. En resumen, la arquitectura tardorromana y paleocristiana experimenta una transformación significativa en la concepción del espacio, pasando de una noción de espacio macizo y compacto a una definición más abierta y cromática, en la que la sustancialidad del espacio central se disuelve y se convierte en una experiencia dinámica y subjetiva. 5. El fragmento que compartiste analiza cómo la arquitectura tardoantigua logró la progresiva "desmaterialización" del espacio interno de los edificios, un fenómeno sorprendente en la historia de la arquitectura. Aquí se presentan los puntos clave: Eliminación de elementos estructurales visibles: En la arquitectura griega, elementos como columnas, capiteles y arquitrabes plasmaban abiertamente la relación tectónica entre los pesos y la resistencia, lo que definía el significado de la construcción. En contraste, la arquitectura romana optó por eliminar columnas y arquitrabes, definiendo los espacios solo con muros de ámbito y bóvedas construidas en hormigón, ocultando la "funcionalidad" estructural. Perforación de las paredes: Las paredes se perforaron cada vez más, transformándolas en débiles diafragmas ópticos sin sustancia. Esto disolvió la percepción de un soporte sustancial y creó una imagen de espacio inmaterial. Transferencia de sostenes al exterior: Se desarrolló un sistema de transferencia progresiva de los sostenes estructurales desde el interior hacia el exterior del espacio. Esto implicaba ocultar los sostenes a la vista del observador en el interior del edificio, de modo que no se tuviera una "razón" precisa de la conexión tectónica que definía el espacio. Trama de pilares aislados: Se llegó a un sistema de apoyo donde los sostenes se presentaban como puntos de apoyo aislados, una trama de pilares que sustentaban las paredes como diafragmas de relleno. Esto permitía que las bóvedas descansaran aparentemente en el vacío, sin que los sostenes fueran evidentes. Ejemplos específicos: Se mencionan ejemplos concretos de edificios romanos, como las Termas de Diocleciano y la Basílica de Majencio, donde el peso de las bóvedas se transfería a los pilares y luego a los contrafuertes, todo ello oculto a la vista del observador. Herencia en la arquitectura cristiana y bizantina: Este sistema de desmaterialización del espacio se heredó y perfeccionó en la arquitectura paleocristiana occidental (por ejemplo, en San Lorenzo de Milán y San Vitale de Ravenna). Luego, fue adoptado con esplendor en la arquitectura justiniana, como en Santa Sofía y otras construcciones bizantinas. Este enfoque se alinea con la tendencia tardoantigua de desmaterializar los espacios. En resumen, la arquitectura tardoantigua logró una progresiva desmaterialización del espacio interno a través de la eliminación de elementos estructurales visibles, la perforación de las paredes, la transferencia de sostenes al exterior y la creación de una trama de pilares aislados. Este enfoque culminó en la creación de espacios ilusorios y espirituales, en sintonía con la espiritualidad cristiana de la época. 6. El pasaje que has compartido describe la arquitectura de San Lorenzo de Milán como un ejemplo avanzado del gusto arquitectónico romano occidental durante el período de Teodosio, a finales del siglo IV. Aquí están los puntos clave: Fusión de módulos: San Lorenzo de Milán fusiona elementos de la evolución arquitectónica tardorromana anterior. Combina características de las antiguas rotondas circundadas por ambulacros, como Santa Constanza, y los oratorios con cúpulas apoyadas en cuatro pilares aislados, como San Giusto de Trieste o Hossios David de Salónica. Énfasis en la inmaterialidad del espacio: Este edificio enfatiza la inmaterialidad del espacio central de manera notable. A diferencia de Santa Constanza, donde las columnas y la forma redonda del edificio aún mantenían un nexo claro entre la cúpula y su soporte, en San Lorenzo, la parte superior del espacio central se disuelve en los matroneos. Soporte de la cúpula: Aunque parece que la cúpula se apoya en pilares aislados conectados por exedras que se abren sobre los ambulacros, el peso de la cúpula no se descarga directamente en estos pilares. En cambio, se transmite a los ambulacros y, finalmente, a las cuatro grandes torres angulares externas. Esto crea la impresión de que la cúpula se sostiene por el involucro del espacio central, que en sí mismo es una perforación y una secuencia continua de aberturas. Ilusionismo espacial: El edificio de San Lorenzo crea una impresión de espacio ilusorio y expandido. Los ambulacros, especialmente los de los matroneos, proporcionan visiones oblicuas y fugaces sobre espacios indeterminados y complicados debido a la multiplicación de los apoyos y la transferencia del peso de la cúpula. Este efecto se intensifica mediante el sistema de iluminación, que crea una sensación de ligereza en la base de la cúpula. Multiplicidad fragmentada: La multiplicidad fragmentada de los espacios menores en los ambulacros contribuye a esta sensación de indefinición espacial. Los apoyos de las bóvedas menores se distribuyen de manera que no se pueda tener una visión clara de los términos espaciales, y la mirada se pierda en la penumbra, disimulando los límites y dando la impresión de una expansión infinita. Visión desde el ambiente central: Desde el ambiente central, los ambulacros se ven como una corona de exedras perforadas, y a través de sus pasajes se divisan fragmentos de bóvedas y elementos arquitectónicos, creando la impresión de que en algún lugar de un espacio invisible existen bóvedas enigmáticas que se pierden en la profundidad, reemplazando la definición del espacio por una lejanía inalcanzable. En resumen, San Lorenzo de Milán es un ejemplo destacado de la arquitectura tardorromana occidental que enfatiza la inmaterialidad y la ilusión espacial, creando una experiencia arquitectónica que difiere significativamente de los principios clásicos. 7. El pasaje que compartiste describe la evolución de la arquitectura desde San Lorenzo de Milán hasta San Vitale de Ravenna, ambos representativos de la arquitectura tardoantigua en Occidente. Aquí están los puntos clave: San Lorenzo de Milán: En San Lorenzo, el espacio central se percibe como extendido, tranquilo y aún conserva la gravedad romana. La sensación de calma es debido a la gran dilatación del espacio central en comparación con los ambulacros, las amplias exedras circulares y el fuerte arquitrabe que divide el piso inferior de los matroneos. Aunque hay elementos de apertura y luminosidad, el espacio conserva cierta sustancialidad. San Vitale de Ravenna: En San Vitale, poco más de un siglo después, la arquitectura tardoantigua alcanza su expresión más madura y premedieval. Aquí, no hay un arquitrabe que cierre horizontalmente la elevación de los pilares, que son altos y delgados, enfatizando el eje vertical sobre el horizontal. El espacio se siente más inquieto y dinámico, con una tensión ascendente. Atrio oblicuo: La posición oblicua del atrio en San Vitale crea sensaciones de espacio transversales y tangentes, lo que contribuye a la inquietud espacial. Exedras y ábside: Las exedras en San Vitale son más estrechas y profundas en comparación con las de San Lorenzo, y dan lugar a una sensación de impulso divergente. El ábside es excepcionalmente profundo y tiene tres grandes ventanas arqueadas que aumentan la impresión de profundidad y misticismo. Modificación de elementos constructivos: La pared en San Vitale parece más suelta, con exedras más separadas de los núcleos de soporte, pilares altos y contrafuertes casi invisibles. Los ambulacros son más desarrollados y giran alrededor del espacio central, creando una serie continua de puntos de observación cambiantes. El espacio se ha vuelto completamente ilusorio, sin sustancialidad. Transformación cromática: La pared se transforma en zonas cambiantes de calidad cromática, con partes llenas de mármoles de colores y partes vacías que se convierten en imágenes de estratos de espacio. Esto contribuye a la sensación de que el espacio central está circundado por zonas sumergidas en la penumbra. Comparación con Santa Sofía: Aunque San Vitale marca una etapa más avanzada en la tendencia a la inmaterialidad, la importancia de Santa Sofía radica en la aplicación de este medio desmaterializador a construcciones monumentalmente imponentes, aprovechando la tradición del arte romano imperial en Oriente. En resumen, San Vitale de Ravenna representa un paso aún más audaz hacia la inmaterialidad y la disolución de la sustancialidad del espacio en comparación con San Lorenzo de Milán, marcando un hito en la evolución de la arquitectura tardoantigua. Aunque Santa Sofía también contribuye a esta tendencia, su importancia radica en la aplicación de estas ideas a la monumentalidad. ROMA Roth (cap 12) LA ARQUITECTURA ROMANA Introducción: El texto compara la arquitectura romana con la arquitectura griega y destaca las diferencias fundamentales entre ambas: Arquitectura de volúmenes escultóricos vs. Arquitectura del espacio: Mientras que la arquitectura griega se enfoca en la creación de edificios con volúmenes escultóricos organizados en equilibrio con el paisaje, la arquitectura romana se caracteriza por ser una arquitectura del espacio, tanto interior como exterior, a una escala grandiosa. Uso de espacios públicos: Los romanos otorgaron gran importancia a la arquitectura pública, diseñando espacios cerrados y abiertos para la vida pública. Esto contrasta con griegos y egipcios, cuyas edificaciones eran menos destinadas a contener grupos de personas y cuya vida pública se desarrollaba mayormente al aire libre. Foco en la ciudad: La civilización romana tenía a la ciudad como su elemento constitutivo básico desde sus orígenes. La fundación de la ciudad de Roma fue un hito crucial en su historia, y su identidad se centraba en la ciudad como comunidad. A lo largo de su historia, los romanos mantuvieron una fuerte conexión con la ciudad como un símbolo de su autonomía y libertad. Ampliación del imperio: A pesar de su énfasis en la ciudad, los romanos lograron expandir su imperio para abarcar una vasta área que incluía la cuenca mediterránea y gran parte de Europa, lo que subraya su importancia en la historia antigua. En resumen, la arquitectura romana se caracteriza por su enfoque en la creación de espacios, tanto cerrados como abiertos, para la vida pública en el contexto de una civilización centrada en la ciudad y con una notable expansión territorial. Esta perspectiva contrasta con la arquitectura griega, que se centra en la armonía de los elementos escultóricos y la relación con el paisaje. Historia de Roma: Este fragmento de texto proporciona una visión general de la historia de Roma y cómo la geografía y los eventos históricos influyeron en su desarrollo: Orígenes de Roma: La historia de Roma se inicia con la llegada de un grupo de emigrantes balcánicos, conocidos como latinos, a la península itálica en torno al 1100 a.C. Establecieron la ciudad en una ubicación estratégica sobre siete colinas cerca del río Tíber. Dominación etrusca: Los etruscos, una civilización avanzada, gradualmente dominaron a las tribus locales, incluyendo a los latinos, e impusieron un sistema monárquico en Roma. Revolución y república: En el año 509 a.C., los habitantes de Roma se rebelaron contra la tiranía etrusca, derrocaron al rey y establecieron la república. Esta república estaba gobernada por un senado de patricios y magistrados llamados cónsules. A lo largo del tiempo, los plebeyos lucharon por obtener igualdad de derechos y poder político. Expansión de Roma: Roma expandió gradualmente su territorio, primero en la península itálica y luego en la cuenca mediterránea. Esto incluyó conflictos como las Guerras Púnicas contra Cartago, que llevaron a la anexión de nuevas colonias y territorios. Cambio hacia el imperio: A pesar de su estructura republicana, Roma se convirtió en un vasto imperio. Tras una serie de conflictos internos y guerras civiles, Octavio (más tarde conocido como Augusto) estableció el Principado, un nuevo régimen que mantenía algunas instituciones republicanas pero concentraba el poder en el emperador. Época de los cinco emperadores Antoninos: Un período de paz y prosperidad se estableció bajo los reinados de los Cinco Emperadores Buenos (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino y Marco Aurelio) entre el 96 y el 180 d.C. Crisis y resurgimiento: El Imperio Romano atravesó una crisis interna y enfrentó amenazas externas en el siglo III. Sin embargo, el emperador Diocleciano logró un resurgimiento y estableció el sistema de la tetrarquía. Constantino y Constantinopla: Constantino, tras una serie de guerras civiles, reunió nuevamente el Imperio y estableció una nueva capital, Constantinopla, en la actual Estambul, que se convirtió en rival de Roma. Este resumen proporciona una visión panorámica de la historia de Roma desde sus orígenes hasta el establecimiento de Constantinopla como una capital rival en el Imperio Romano. El carácter romano: Este fragmento destaca varios aspectos del carácter y los logros de los romanos: Carácter romano: Los primeros romanos se forjaron en un entorno de constante amenaza por parte de tribus vecinas, lo que dio lugar a un sentido arraigado de la disciplina, la responsabilidad patriótica y un temperamento serio y circunspecto conocido como "gravitas". Los romanos se caracterizaban por su moral estricta, su servicio al estado, su intachable honor y su riguroso ascetismo físico y espiritual. Expansión del derecho romano: A medida que Roma extendía su control sobre la península itálica y más allá, los romanos se sintieron compelidos a propagar las ventajas del derecho romano y el gobierno republicano por todo el mundo conocido. Este imperativo de expansión y propagación estaba arraigado en la cultura romana y se refleja en la Eneida de Virgilio. Contraste con los juegos y el derecho: A pesar de su entusiasmo por los espectáculos en los que se derramaba sangre humana, los romanos también fueron los creadores y defensores de un código legal universal que establecía y protegía los derechos de los ciudadanos en todo el Mediterráneo. Esta dualidad en la cultura romana es paradójica. Carácter pragmático y realista: A diferencia de los griegos, conocidos por su carácter especulativo e idealista, los romanos eran pragmáticos y realistas. Tuvieron grandes ingenieros y constructores que desarrollaron formas arquitectónicas a gran escala. Los romanos destacaron en ingeniería civil y construyeron una extensa red de calzadas, acueductos y sistemas de abastecimiento de agua y alcantarillado, lo que contribuyó significativamente a la infraestructura de muchas ciudades europeas. Acueducto de Segovia: Se menciona el famoso acueducto romano de Segovia como un ejemplo de la ingeniería romana que aún se utiliza parcialmente para el abastecimiento de agua en la actualidad. En resumen, este fragmento resalta la personalidad y los logros de los romanos, así como su influencia duradera en la arquitectura y la infraestructura de las civilizaciones posteriores. La religión de Roma y el templo romano: Este fragmento explora la evolución de la religión romana y su relación con la arquitectura de los templos romanos: Orígenes de la religión romana: En sus inicios, la religión romana fue animista y se caracterizó por la creencia en la actividad de espíritus impersonales que gobernaban diferentes aspectos de la naturaleza, como árboles, rocas, agua y el fuego del hogar. En las casas romanas, se solían realizar ofrendas a estos espíritus divinos en pequeños santuarios. Influencia etrusca y griega: Los etruscos introdujeron un panteón de dioses similar al de los griegos y comenzaron a construir templos con fachadas porticadas sobre plataformas elevadas. A medida que la influencia griega se hizo sentir en Roma, los romanos adoptaron aspectos de la cultura griega y asimilaron a sus dioses a los dioses del Olimpo. Por ejemplo, Júpiter fue equiparado con Zeus griego y llegó a ser considerado el protector del Estado. Ritos religiosos y sacerdotes: Los romanos desarrollaron rituales específicos para honrar a sus dioses, y estos rituales estaban a cargo de sacerdotes que tenían poco o ningún contacto con las personas comunes, como artesanos o comerciantes. El pueblo romano continuaba haciendo ofrendas a los espíritus divinos en los santuarios de sus casas, mientras que los sacerdotes del estado se encargaban de la religión oficial. Diseño de templos romanos: Los templos romanos, llamados "templum", estaban basados en prototipos etruscos y eran similares en forma a los templos griegos. Sin embargo, presentaban algunas diferencias importantes en su diseño y ubicación. En lugar de estar en terreno abierto y accesible desde los cuatro lados, como los templos griegos, los templos romanos se ubicaban al final de un espacio abierto claramente definido. Estaban elevados sobre un basamento o podium y solo tenían gradas de acceso en la fachada frontal. Las columnas sostenían una cubierta a dos aguas que protegía la entrada a la cella, que era el santuario del templo. Ejemplo destacado: Santuario de la Fortuna Primigenia: Se menciona el Santuario de la Fortuna Primigenia en Palestrina, Italia, como un ejemplo espectacular de diseño axial del espacio en la arquitectura romana. Este santuario consta de terrazas, rampas, columnatas y un templo circular en la cima. El diseño axial y geométrico del santuario transformó una colina entera, creando un espacio impresionante que permitía una vista panorámica del valle y el mar. Este tipo de diseño influyó en futuras realizaciones del Imperio Romano. En resumen, la religión romana evolucionó desde creencias animistas hacia la adopción de un panteón de dioses y rituales más estructurados. Esta religión influyó en la arquitectura de los templos romanos, que tenían diferencias clave en su diseño con respecto a los templos griegos y se ubicaban en espacios definidos de manera axial. Urbanismo romano: Este fragmento describe la importancia de las ciudades en la antigua Roma y cómo evolucionaron a lo largo del tiempo, así como la planificación urbana romana: Importancia de las ciudades en la antigua Roma: La vida en la antigua Roma estaba centrada en las ciudades, pero a medida que el imperio romano crecía, las ciudades más remotas se convirtieron en parte de una federación que participaba en el autogobierno. Estas ciudades anexionadas tenían un papel fundamental en la propagación de la cultura y los valores romanos. Para el siglo II de la era cristiana, aquellos que vivían fuera de las ciudades eran considerados rústicos y se les llamaba "paganos", que significaba "personas del campo". Planificación urbana romana: Las primeras ciudades romanas tenían tramas de calles en forma de rectángulos más o menos irregulares, pero con el tiempo, estas manzanas de calles se volvieron más regulares a medida que las ciudades crecían. Sin embargo, al principio, no se alineaban necesariamente con los puntos cardinales. Foro romano: En el corazón de las ciudades romanas se encontraba el foro, un espacio cívico al aire libre delimitado por columnatas y edificios públicos. El foro cumplía una función similar al ágora de la antigua Grecia. A diferencia del ágora griega, el foro romano estaba más claramente definido desde el punto de vista arquitectónico y generalmente tenía forma rectangular. Estaba dominado por el templo de Júpiter, que se encontraba en uno de los extremos del eje del foro. Planificación ortogonal: Los romanos adoptaron la técnica del planeamiento ortogonal, influenciados por la cultura helenística. Esta técnica se basaba en calles principales llamadas "cardo" (norte-sur) y "decumanus" (este-oeste). Este sistema se extendía a mayor escala en forma de manzanas llamadas "centuriae," que tenían una superficie equivalente a cien granjas pequeñas. Foros imperiales: Los foros imperiales de Roma fueron construidos por los emperadores para conmemorar eventos significativos y estaban interconectados por ejes perpendiculares. El más grandioso de ellos fue el foro de Trajano, que incluía un gran patio flanqueado por estoas, una columna con bajorrelieves esculpidos representando las campañas de Trajano y una gran basílica llamada "Ulpia," que era la mayor de Roma. En resumen, las ciudades eran fundamentales en la antigua Roma, y la planificación urbana romana se basaba en la disposición ortogonal de calles y plazas, con el foro como centro cívico y político. Los foros imperiales eran un ejemplo impresionante de planificación y arquitectura romana. El cierre y la manipulación del espacio: La Domus Áurea de Nerón era un ejemplo destacado de la experimentación arquitectónica en Roma. Estaba llena de elementos de diseño innovadores, como bóvedas y cúpulas de diversas formas y sistemas de iluminación ingeniosos. Estas características arquitectónicas contribuyeron a crear un entorno lujoso y espectacular en medio de la ciudad. La Domus Áurea fue un conjunto de edificios interconectados que incluían salas centrales bajas con bóvedas octogonales que se fusionaban con cúpulas con claraboyas circulares. Las habitaciones más altas, cubiertas con bóvedas de cañón y crucero, estaban iluminadas mediante un sistema de ventanas abocinadas que se abrían hacia un pozo de luz poco profundo, ubicado entre el exterior de las cúpulas y la parte superior de los muros del octógono interior. Esta técnica permitía la entrada de luz natural de manera efectiva y proporcionaba una iluminación impresionante en el interior de las habitaciones. La Domus Áurea también incorporó elementos decorativos de lujo, como frescos y estucos, que embellecían las paredes y techos. Estos detalles decorativos eran una parte integral de la experiencia de la villa y contribuían al esplendor general del diseño arquitectónico. A pesar de su impacto arquitectónico, la Domus Áurea fue una estructura efímera en la historia de Roma. Después de la caída de Nerón, la villa fue saqueada y se construyeron otros edificios sobre sus ruinas. Sin embargo, su influencia perduró y dejó una marca en la arquitectura romana, influyendo en futuros diseños y experimentos arquitectónicos. En resumen, la Domus Áurea de Nerón fue un ejemplo destacado de la experimentación arquitectónica en la antigua Roma, caracterizada por su uso innovador de bóvedas y cúpulas, sistemas de iluminación ingeniosos y detalles decorativos de lujo. Aunque la villa en sí no perduró en su forma original, su legado arquitectónico influyó en la evolución de la arquitectura romana. Arquitectura doméstica: Continuemos con la descripción de la vida en la antigua Roma a partir de los hallazgos arqueológicos en Pompeya: Los hallazgos arqueológicos en Pompeya han proporcionado una visión vívida de la vida cotidiana en la antigua Roma. La erupción del Vesubio en el año 79 d.C. cubrió la ciudad con una capa de ceniza y lava, preservando de manera sorprendente los edificios, objetos y detalles de la vida en ese momento. Esto ha permitido a los arqueólogos y a los historiadores reconstruir y comprender mejor cómo vivían los romanos en esa época. Las casas en Pompeya, como la mansión de Pansa que mencionaste, siguen un diseño típico de las casas urbanas romanas. Tienen un atrio central con un impluvium para recoger el agua de lluvia, y muchas de ellas cuentan con un peristilo o jardín interior rodeado de una columnata. Estas casas eran espaciosas y a menudo decoradas con frescos y estatuas, lo que refleja el gusto romano por la belleza y el arte en su vida cotidiana. También es interesante notar cómo las casas en Pompeya estaban rodeadas por otras pequeñas casas y tiendas abiertas a la calle, lo que indica una densidad urbana y una mezcla de funciones en la ciudad. La erupción del Vesubio también preservó objetos cotidianos, como utensilios de cocina, muebles, instrumentos musicales y alimentos. Estos hallazgos han arrojado luz sobre la dieta y las costumbres culinarias de los romanos, así como sobre sus actividades recreativas y musicales. En resumen, Pompeya ha proporcionado una ventana única al mundo de la antigua Roma, permitiéndonos explorar su arquitectura, diseño de casas y detalles de la vida cotidiana. Los hallazgos en esta ciudad han enriquecido nuestra comprensión de la cultura romana y su forma de vida en el siglo I d.C. Edificios públicos: Los romanos desarrollaron una variada tipología de edificios públicos debido a su intensa vida urbana. Estos edificios eran destinados al recreo público y cubiertos por bóvedas de hormigón de diversas formas. Aquí se mencionan algunos de los principales tipos de edificios públicos romanos: Teatros: Los teatros romanos estaban basados en el modelo griego, pero solían ser de mayores proporciones y tenían una disposición semicircular en lugar de en forma de herradura. En estos teatros se representaban obras adaptadas de la tradición griega y también obras nuevas de origen romano. A diferencia de los teatros griegos, no tenían una función semirreligiosa y estaban ubicados cerca del centro de negocios de la ciudad en lugar de cerca de los templos. Anfiteatros: Los romanos desarrollaron el concepto de anfiteatro, un edificio con una escena elíptica y un graderío continuo que se utilizaba para espectáculos de lucha, como las luchas de gladiadores y las luchas con fieras. El Coliseo en Roma es el ejemplo más famoso de un anfiteatro romano. Circos: Los circos eran edificios destinados a las carreras de caballos y cuádrigas. El Circo Máximo en Roma es un ejemplo notable de este tipo de edificio, y tenía una forma similar a la de los campos de fútbol modernos, pero más larga. Basílicas: Las basílicas eran edificios públicos utilizados como tribunales de justicia y para otros fines públicos. Tenían una disposición rectangular y solían estar divididos en naves por columnas. Algunas basílicas también se usaban como lugares de reunión y comercio. Termas: Las termas romanas eran baños públicos que iban mucho más allá de simplemente proporcionar instalaciones de baño. Eran lugares de esparcimiento que incluían bibliotecas, gimnasios, áreas de lectura, y a menudo eran centros sociales donde la gente podía socializar y relajarse. Bibliotecas: Los romanos también construyeron bibliotecas como parte de sus edificios públicos, como las termas. La Biblioteca de Éfeso es un ejemplo de una biblioteca romana bien conservada. Estos edificios no solo servían para satisfacer las necesidades de entretenimiento y relajación de la población, sino que también tenían un importante componente social y político, ya que eran lugares donde los ciudadanos podían congregarse, participar en actividades culturales y políticas, y disfrutar de la generosidad de los emperadores romanos que financiaban su construcción y mantenimiento. Arquitectura romana ‘barroca’: Durante la última fase del Imperio Romano, las formas arquitectónicas experimentaron un progresivo embellecimiento y se volvieron más elaboradas y complejas. Este desarrollo fue especialmente evidente en las provincias romanas, donde la influencia de los modelos arquitectónicos romanos más sobrios y austeros era menos pronunciada. Aquí se mencionan algunos ejemplos notables de esta tendencia hacia una arquitectura más elaborada: Baalbek: En la ciudad de Baalbek, que antes se llamaba Heliópolis y que se convirtió en una colonia romana alrededor del año 16 a.C., se encuentra un conjunto religioso sorprendente. El templo principal estaba dedicado a Júpiter, pero también había un templo dedicado a Tammuz, asimilado al dios romano Baco. Estos templos se caracterizaban por su tamaño y ornamentación elaborada. El templo de Júpiter tenía un pórtico de entrada, patios y una cella sobre un basamento masivo. El templo de Baco se destacaba por su ornamentación rica, incluyendo intercolumnios decorados y múltiples frontones puramente decorativos. Templo de Venus en Baalbek: Este templo, construido en el siglo III d.C., es un ejemplo sorprendente de arquitectura tardorromana. Combina un templo de planta circular con un pórtico rectangular que sostiene un frontón. El entablamento avanza sobre las columnas formando grandes entrantes curvos, lo que le da una apariencia escultórica y moldeada. En resumen, la arquitectura tardorromana en las provincias se caracterizó por una mayor complejidad espacial y un énfasis en la ornamentación y la experimentación arquitectónica. Se alejó de la austeridad de la era augústea y adoptó un estilo más elaborado y decorativo, que a menudo se describe como "barroco" en la arquitectura. Este período de la historia arquitectónica romana refleja la evolución de las formas arquitectónicas a medida que el Imperio Romano maduraba y se expandía. Una arquitectura de la universalidad: Durante la Pax Romana, un período de paz y prosperidad que abarcó los reinados de Augusto, los Flavios y los llamados Cinco Buenos Emperadores del siglo II, los romanos desarrollaron una arquitectura única y sin precedentes. Esta arquitectura, conocida como grecorromana, combinaba la elegancia y el refinamiento formal de la Grecia Clásica con el pragmatismo funcional, la escala cívica y el sentido del poder de Roma. Era una arquitectura universal que se exportaba y se construía orgullosamente en todo el mundo romano, desde Roma hasta ciudades tan lejanas como Palmira en Siria, Alejandría en Egipto, Timgad en África del Norte, Trier en la Germania, Olisipo (Lisboa) en Lusitania y Londinium (Londres) en Britannia. A diferencia de la arquitectura egipcia, que se centraba en el mundo del más allá, la arquitectura romana estaba arraigada en este mundo y se centraba en resolver los problemas y necesidades cotidianas. Sus edificios eran fácilmente comprensibles tanto visual como intelectualmente. Estaban compuestos por partes con relaciones de proporcionalidad claras y conexiones bien definidas entre ellas. Los arquitectos romanos también hicieron un uso innovador del hormigón, un material fácilmente maleable, para crear nuevas formas espaciales y jugar con la luz y la sombra. Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo II de la era cristiana, la Pax Romana comenzó a desmoronarse debido a la presión de las tribus bárbaras en las fronteras del Imperio. Los intentos de reorganización, como el sistema de descentralización de Diocleciano, no pudieron evitar la desintegración gradual del Imperio. Constantino el Grande restableció cierto orden, pero cuando trasladó la capital del Imperio a Constantinopla (la antigua Bizancio), la gloria del clasicismo romano occidental empezó a desvanecerse. La Roma imperial pagana perdió su influencia central, y Constantinopla se convirtió en la nueva Roma cristiana. Este cambio marcó el fin de una era en la historia de la arquitectura romana y el comienzo de la influencia bizantina en la arquitectura de la región. Sin embargo, los logros arquitectónicos y técnicos de los romanos dejaron un legado duradero que ha inspirado a generaciones posteriores de arquitectos y que sigue siendo una parte fundamental de la historia y el significado de la arquitectura en todo el mundo.