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Este documento presenta un módulo sobre la elaboración y producción discursiva. Incluye secciones sobre redacción, el planteamiento programático, las partes del discurso en el contexto de la oratoria, y la asimilación y pronunciación del discurso. También presenta recursos retóricos, clasificaciones y criterios, y el discurso polémico.
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Módulo 3 LA ELAB OR ACIÓN Y PR ODUCCIÓN DISCUR SIVA Introducción 7. LA R EDACCIÓN Y EL PLAN TEO PR OGR AMÁTICO 7.1 La redacción y el planteamiento programático 7.2 Las partes del discurso en el contexto de la oratoria 7.3 La redacción: ¿Qué es un texto? 7.4...
Módulo 3 LA ELAB OR ACIÓN Y PR ODUCCIÓN DISCUR SIVA Introducción 7. LA R EDACCIÓN Y EL PLAN TEO PR OGR AMÁTICO 7.1 La redacción y el planteamiento programático 7.2 Las partes del discurso en el contexto de la oratoria 7.3 La redacción: ¿Qué es un texto? 7.4 El discurso y la construcción del orador: su imagen 8. LA ASIMILACIÓN Y LA PR ON UN CIACIÓN DEL DISCUR SO 8.1 Las características del buen discurso 8.2 La dicción 8.3 Una cultura de la voz 8.4 Técnicas para hablar en público 9. R ECUR SOS R ETÓR ICOS 9.1 Los recursos retóricos 9.2 Clasi caciones y criterios 9.3 El discurso polémico CIER R E DEL MÓDULO Descarga del contenido 1 of 13 Introducción VIDEO - MÓDULO 3 EaD Kennedy 00:06 En este módulo se trabajarán aspectos sobre la concreción del discurso argumentativo y sus recursos o procedimientos propios. Se verá cómo se pueden asimilar y pronunciar un discurso, qué competencias son necesarias y cómo son las herramientas de las que dispone el persuasor o argumentador. Sin el reconocimiento de los instrumentos retóricos y de producción discursiva la tarea de la argumentación para el orador o emisor del discurso se reduce a improvisación y suerte. Por esto, es necesario un recorrido teórico apropiado que provea estos conocimientos. Objetivos del modulo Conocer, hacer propios y utilizar recursos de producción discursiva. 7.1 La redacción y el planteamiento programático. UNIDAD 7 7.2 Las partes del discurso en el La redacción. El planteo contexto de la oratoria. programático 7.3 La redacción: ¿Qué es un texto? 7.4 El discurso y la construcción del orador: su imagen. UNIDAD 8 8.1 Las características del buen discurso. La asimilación y la 8.2 La dicción. pronunciación del 8.3 Una cultura de la voz. discurso 8.4 Técnicas para hablar en público. 9.1 Los recursos retóricos. UNIDAD 9 9.2 Clasificaciones y criterios. Recursos retóricos 9.3 El discurso polémico. C O NT I NU A R 2 of 13 7.1 La redacción y el planteamiento programático Ya hemos analizado en otros tramos la noción de discurso. Analizaremos las distintas partes que lo conforman, el plan que se beberá realizar para organizarlo y, por otro lado, la imagen del orador que debe ser construida con base en distintas condiciones. Si pudiéramos ensayar una definición sencilla de discurso, diríamos que discurso es un razonamiento de alguna extensión, dirigido a alguna persona, con el fin de persuadir. ¿Qué es un discurso? Ya dijimos que es ante todo una práctica social, es una forma de acción que se da a partir de un uso lingüístico contextualizado. Si abordamos el concepto de discurso, podemos entenderlo en palabras del Calsamiglia y Tuson (1999, 16): “Adentrarse en el entramado de las relaciones sociales, de las identidades y los conflictos, intentar entender cómo se expresan los diferentes grupos culturales en un momento histórico, con unas características socioculturales determinadas. Entender, en fin, esa conversación que arranca desde los inicios de la humanidad y que va desarrollándose a través de los tiempos, dejando huellas de dialogicidad en todas las manifestaciones discursivas, desde las más espontáneas y menos elaboradas hasta las formas más monologales, monogestionadas y más elaboradas (…) Las lenguas viven en el discurso y a través de él. Y el discurso -los discursos- nos convierten en seres sociales y nos caracterizan como tales.” Ya se señaló anteriormente que toda pieza discursiva toma el carácter de mensaje o producto concreto en el enunciado a través del proceso de enunciación, y está realizada por un enunciador (hablante-escritor) y destinado a una enunciatario (oyente-lector). De este modo, toda pieza discursiva debe ser entendida como un hecho o acontecimiento comunicativo que se da en un momento y lugar. Y solo puede ser entendido como una parte de una totalidad de una serie de elementos aportados en un contexto. C O NT I NU A R 3 of 13 7.2 Las partes del discurso en el contexto de la oratoria Para la retórica clásica existían las siguientes partes: Exordio: introducción o preámbulo. Proposición o Enunciación: es la parte en que se expone el asunto a tratar. La división, ordenada distribución de varios puntos en los que se puede ver la argumentación. Narración: en la que se refieren los hechos. Confirmación o conclusión: en que se aducen argumentos o razones para demostrar lo cierto de las proposiciones. Refutación: en la que se debaten las objeciones. Peroración o epílogo: en que se enumeran pruebas y se trata de mover el ánimo del auditorio. Según la retórica moderna, solo se puede formular una norma: hacer un buen exordio, desarrollar un argumento según las diversas maneras que estén exigidas, y sentar conclusiones eficaces. Por lo tanto, el discurso se dividirá en tres partes: 1 Una cabeza pequeña llamada exordio. 2 Una cola pequeña llamada epílogo. 3 Un gran cuerpo llamado desarrollo, esto dividido en dos miembros: proposición (los podemos llamar juicios o evaluaciones) y confirmación – conclusión (los llamamos argumentación). Analizamos cada una de estas partes. El discurso: sus partes La siguiente presentación muestra en forma dinámica las partes del discurso. el discurso: partes B y la ura ba nf i LB J an. 1 3 , 2 0 1 7 Present View on Prezi.com Banfi, L. (2017) El discurso: partes. Recuperado el 4 de enero de 2021 de: https://prezi.com/0cnwokwt0com/el-discurso-partes/ Para la retórica moderna, ¿cuáles con las partes de un discurso? Refutación Epílogo Exordio Proposición Desarrollo SUBMIT C O NT I NU A R 4 of 13 7.3 La redacción: ¿Qué es un texto? Un texto para que sea tal debe presentar tres rasgos: coherencia, cohesión y adecuación. La coherencia hace referencia a la íntima relación semántica entre cada una de las oraciones que conforman ese texto. Debe haber una coherencia global en el contenido particular, por lo tanto. La cohesión es una de las manifestaciones más importantes de la coherencia. Se da en el interior del texto y funciona como un grupo de enlaces intertextuales para fijar las relaciones semánticas que necesita el texto para ser una unidad de significación. Los elementos léxicos es la referencia básica del texto. Estos elementos introducen los temas. Hay diferentes mecanismos para mantener los referentes: Repeticiones – Un único pintor fue elegido entre los pintores del país. El pintor de Salta refleja en sus obras la vida cotidiana de su pueblo. Según el jurado, este pintor ha logrado penetrar en el alma de esa zona. Sustitución por sinónimos o cuasi sinónimos – La idea de formar una cooperativa escolar ha recibido el espaldarazo de las autoridades del municipio. El apoyo de la intendencia muestra el interés por beneficiar a los más pobres. Sustitución – Por hipónimos: un único artista: un único pintor. Por hiperónimos: acacia, tilo, algarrobo: árboles. Por antónimos: problema de empleo: problema de desempleo. Por clasificaciones valorativas: terremoto: catástrofe; accidente: desgracia; inmigrante: ilegal. Las sustituciones demuestran lo subjetivo por parte del emisor del texto en buscar la variedad de léxica. Otro de los recursos que implican la conformación de un texto para que su fluido de información esté enlazado son los conectores discursivos. Los conectores van marcando el sentido y relacionando las diferentes oraciones del texto a fin de orientar al oyente o lector la interpretación textual. Algunos conectores son: De causa: porque, pues, puesto que, dado que…etc. Certeza: nadie puede ignorar que, es incuestionable el hecho de que, en realidad, etc. Condición: siempre que en un texto aparece un condicional, este va seguido de una consecuencia. Puede suceder que la palabra aparece un condicional, y este va seguido de una consecuencia. Por ejemplo: luego, entonces, por eso, de manera que, de ello resulta que, etc. Consecuencia: por consiguiente, así que, en efecto, etc. Oposición: señalan que lo viene a continuación tiene diferencia con lo precedente. Por ejemplo: contrariamente, no obstante, sin embargo..etc También existen los conectores aditivos organizadores del discurso: asimismo, además, igualmente, encima, de igual modo, por añadidura, por otra parte, por otro lado, etc. La última de las características que deben guardar los textos es la de adecuación, y en este sentido, un texto debe ser adecuado a un contexto comunicativo específico. Debe tener en su constitución un protocolo, un género discursivo que oriente sus partes en tanto un receptor y una intencionalidad comunicativa. Sobre esto hemos abordado la cuestión de los géneros discursivos previamente. No es posible en términos de comunicación de ideas desconocer el género al que adhiere el discurso que se va a producir. C O NT I NU A R 5 of 13 7.4 El discurso y la construcción del orador: su imagen Recordemos una vez más que en el triángulo oratorio, orador, público y discurso, el orador es un polo que debe cumplir la función de seducción del auditorio. Para facilitar esa atracción, además de tener aptitudes naturales, las condiciones que debe desarrollar son: CONDICIONES FÍSICAS CONDICIONES INTELECTUALES Esto atañe a la presentación personal y no en sí a la belleza o fealdad. El orador debe poder construir una imagen de equilibrio, firmeza y estabilidad. Debe mostrarse descansado, con ropas adecuadas al momento que no distraigan (por extravagantes, por ejemplo). Además, debe estar expresivo de manera amable, sonreír es imprescindible para la predisposición del público y favorece la simpatía. Por supuesto, en la comunicación oral influye una buena dicción, un tono de voz claro y agradable y una intensidad vocal adecuada. Para lo corporal, influye mucho el equilibrio de los movimientos, sin moverse demasiado, el orador no debe mostrarse rígido pero sí dinámico. CONDICIONES FÍSICAS CONDICIONES INTELECTUALES Estos rasgos tienen que ver con la cultura, la memoria y la persuasión. Respecto del primero, el orador siempre debe estar informado y debidamente preparado. Ya hemos explicado que el reconocimiento del proceso de la comunicación es clave en el éxito del logro de los objetivos. La memoria es una habilidad básica que ayuda a preparar el discurso y permite concentración y atención de modo de no distraerse durante el discurso. La persuasión se trabaja desde lo corporal, pero también como un todo que hace a la afabilidad, a la cortesía de saber mirar y oír a los demás. El orador jamás debe ser desdeñoso con su público ni con otros disertantes, o precipitado frente a cuestiones que surjan en el contexto del discurso. La imagen del orador debe ser cuidada tanto como el discurso para alcanzar la meta que se propone quien expresa ideas y pretende persuadir. Sin un plan adecuado y previsión atenta, la improvisación deja librada a la suerte el éxito del mensaje persuasivo. Bibliografía de referencia Calsamiglia Blancafort, E. y Tusón Vallas, A. (1999) Las cosas de decir. Barcelona: Ariel. Camarota, H. y Mingrone, P. (2001) Oratoria para el éxito. Buenos Aires: Bonum. C O NT I NU A R 6 of 13 8.1 Las características del buen discurso Ya hemos visto que un discurso necesita ser bien comprendido. Por lo que demanda transparencia, claridad y simplicidad. Esto vale tanto para el discurso escrito como parar el que utiliza el código oral. Veremos entonces las características del buen discurso. En el discurso escrito dijimos que todo acto discursivo significa la selección de ciertos términos, la aparición de ciertos temas elegidos que han sido combinados de alguna forma. Pero lo fugaz del discurso oral y de las palabras hacen que sea imprescindible hacer una selección de palabras que colabore con la comprensión inmediata. El oyente no puede volver sobre lo que se le ha dicho, por lo que la claridad debe ser desde un comienzo. Se ha dicho también que el orador de un discurso debe conocer las características del público. Por ejemplo, si el auditorio es amplio y heterogéneo, es importante usar un vocabulario sencillo, coloquial. Esto aseguraría una claridad. Es imprescindible evitar tecnicismos o formalismos porque ante este tipo de auditorio solo logrará un discurso oscuro y difícil. En el discurso oral se recomienda el uso de frases cortas, de estructuras sintácticas sencillas. Se debe evitar subordinaciones complejas y oraciones de gran longitud que obliga al oyente a esforzar la atención de una manera que simplemente lo agota en su capacidad atencional. Hemos expuesto que el orador del discurso debe construir una imagen atractiva a los intereses del público. Si bien el tema es quien debe ser el eje, la personalidad del orador es muy relevante para empujar la atención del oyente hacia el emisor del discurso. Por esto un buen orador puede usar recursos como la ironía, pero con la cautela necesaria que no implique un abuso. La ironía, además de que puede ser no entendida en tu totalidad, puede provocar el sentimiento de subestimación del público. La atención ha sido demostrado, decae en pocos minutos. Por esto la estrategia siempre es recuperar la atención del oyente. En la medida que el auditorio gana interés y simpatía, se puede introducir un chiste o contar alguna anécdota u ocurrencia siempre que guarde relación con lo que se expone. En la retórica clásica, se iniciaba el discurso con lo que se denomina la captatio benevolentiae, es decir, con una anécdota, una sentencia o un hecho que captara la atención del auditorio. Hay tres elementos que ayudan en el éxito de una exposición discursiva. La paz, la seguridad y el control de sí mismo son factores para alcanzar el éxito. La paz es un valor irradiable, se traduce por la seguridad que se da, y la seguridad es un camino a la inteligencia. Es un arma que permite convertir el fracaso en un contratiempo y de allí una reflexión para propio bien. En cuanto al control, se entiende como la capacidad de flexibilidad prudente para comprender con lucidez la propia situación. Por último, si el lenguaje es la herramienta esencial de la comunicación, hay que recordar que el cuerpo maneja un lenguaje propio y se manifiesta a través de los mensajes. C O NT I NU A R 7 of 13 8.2 La dicción Es necesario ejercitar una dicción clara, se deben pronunciar todas las letras, las sílabas, las palabras. En los discursos no se puede mantener las informalidades o imperfecciones propias de la comunicación cotidiana. Existen algunos ejercicios para mejorar la dicción. Por ejemplo, se puede leer en voz alta un texto con un bolígrafo en la boca. Después de unos minutos, quítese el bolígrafo y continúe con la lectura. Verá que las palabras fluyen con mayor facilidad. Otro ejercicio para mejorar la dicción puede ser leer exagerando los movimientos de la boca que acompañan el sonido. Al cabo de un tiempo se adquiere mayor fluidez verbal. La lectura y su rapidez puede ser uno de los puntos a tener en cuenta. Con la lectura veloz se puede empeorar la dicción, y siempre esto disminuye la comprensión. En una conferencia no se pueden superar las 120 palabras por minuto. Por otro lado, no se debe reducir demasiado la velocidad, por debajo de las 80 palabras por minuto es posible que se vaya el interés del auditorio. Lo mejor es alternar períodos de velocidad de modo que se vuelva atractiva la sonoridad y ritmo del discurso. Por ejemplo, en las partes más complejas se puede disminuir el ritmo y en las más sencillas, como en el uso de los ejemplos, se puede agilizar el ritmo. El uso del ritmo en el discurso es necesario mantenerlo atractivo. El tono y el timbre son dos atributos naturales de la voz, pero se pueden mejorar y educar. Es en la práctica que se adquiere una medida justa. La idea es evitar la monotonía. Para esto es necesario poner énfasis en las palabras o fragmentos relevantes. C O NT I NU A R 8 of 13 8.3 Una cultura de la voz La voz es un elemento indispensable en el lenguaje oral y corporal. Solamente observándose y oyéndose, un sujeto puede apreciar sus fallos. La voz bien emitida tiene su sostén en la respiración diafragmática. Cuando esta se eleva se proyecta sobre los órganos de resonancia. El aire circula por el aparato respiratorio (nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios, pulmones y diafragma) lo cual hace posible la aspiración y espiración, dos procesos básicos que generan la voz. Veamos en detalle el proceso de producción de la voz. El aparato fonador, por su parte, es el conjunto de órganos que transforma el aire en sonido. El órgano más importante es el que posee las cuerdas vocales, que vibran cuando pasa el aire a través de ellas. Finalmente, el aparato resonador (conformado por las cavidades de la cara) da sonoridad, armonía y energía a la voz para que esta se escuche. Una vez que hay resonancia del sonido, este puede ser transformado en palabras mediante los órganos del aparato articulatorio (la lengua, los dientes, el paladar, la mandíbula, el galillo, la nariz y los labios y las cavidades faríngea, bucal y nasal). La producción de la voz se conoce con el nombre de fonación y el de las palabras con el de articulación. Las palabras están compuestas por vocales y consonantes, la combinación múltiple de ambas produce la formación de sílabas. La articulación es la parte mecánica de las palabras y la dicción es parte de la articulación. Si la respiración no es correcta, no hay fuerza suficiente, y la voz cae, forzando el tono de la garganta. Así se filtran otros fallos y durezas que, además de dar sonoridades destempladas, provocan molestias diversas. La resonancia de la voz se produce en forma natural, si la columna de aire presionada desde el diafragma se sitúa sobre la parte alta de las fosas nasales. Desde ahí produce una vibración cristalina hacia los labios. Las palabras son sonidos, y comparten las propiedades de las ondas sonoras: CANTIDAD O INTENSIDAD TONO TIMBRE DURACIÓN La intensidad, recordemos, es la cualidad por la que los sonidos se presentan fuertes o débiles, y varía de acuerdo con la distancia a la que se encuentre la fuente sonora. En nuestro idioma, lo que desciende al final de las frases es la entonación y no la intensidad en el inicio y en el final de las frases que conforman el discurso. Pero al iniciar una expresión, sí se eleva la intensidad. Esto significa que esta es responsable a su vez de la entonación. Al no imprimir una correcta intensidad en el inicio y final de las frases se produce, por ejemplo, un obstáculo en la comprensión del discurso. Además, la intensidad depende de cuatro factores: el ánimo (por ejemplo, apático, entusiasta), la importancia que se le dé a cada elemento de la expresión, la articulación de los sonidos y las características que tiene la propia comunidad lingüística. CANTIDAD O INTENSIDAD TONO TIMBRE DURACIÓN Es la segunda cualidad del sonido, es la sensación que la frecuencia de una onda sonora produce en el oído humano, y puede ser agudo o grave. En el primero la onda es de frecuencia elevada y en el segundo es de frecuencia reducida. CANTIDAD O INTENSIDAD TONO TIMBRE DURACIÓN Es una propiedad que está relacionada con la fuente de que la procede el sonido. En el caso de la voz humana, el sonido producido tendrá un timbre propio de la condición específica de esa persona (género sexual, edad, particularidad física, estado de ánimo, etc.). CANTIDAD O INTENSIDAD TONO TIMBRE DURACIÓN Es el tiempo empleado para producir y mantener un sonido. La duración depende del temperamento, de la edad, del estado del hablante. El habla espaciada es reflejo de duda, de pensar excesivamente, etc. C O NT I NU A R 9 of 13 8.4 Técnicas para hablar en público Saber qué se va a decir Hablar en público requiere práctica, no es algo que no se pueda aprender y no es cuestión de herencia genética. Se debe en principio hablar de un tema conocido. Hay que prepararlo lo más profundamente que se pueda. Investigar es conveniente para adquirir confianza y seguridad. El mejor seguro contra el nerviosismo es una preparación total previa. El primer paso, entonces, es saber qué se va a decir. Serenidad y confianza Se habla de miedo escénico cuando hay temor de hablar en público. Visiblemente, causa alteración de pulso, puede dar sonrojo, sudoración fría, etc. Sin embargo, quedarse en blanco es la peor manifestación del miedo. En general, lo que se debe preguntar es ¿a qué le tengo miedo? La respuesta más obvia, es el fracaso a no llegar a cumplir nuestras metas, quedar en ridículo frente a otras personas. Por esto es que hay que reducir el nerviosismo exagerado con el conocimiento del tema y mostrarse preparado, conocer al público y tener una idea sobre él. El entrenamiento, la práctica, es la mejor garantía que reducirá la desagradable sensación del temor. Tener objetivos claros ayudará siempre, además de no apartarse del hilo conductor de su discurso. Tener dominio del principio y del final ayuda a dominar los momentos más terribles de un discurso. Usar medios que sirvan de apoyo, como una presentación proyectada, por ejemplo, también ayudan. Si la mente queda en blanco, utilice ese momento para pausar el discurso. Una pausa de 7 segundos es vista como una pausa normal en un discurso. Se puede contar mentalmente 21, 22, 23, 24, 25, 26. Es un lapso de tiempo acertado que le permite al orador buscar y encontrar una salida a la situación. ¿Qué más se puede hacer? Reconocerlo abiertamente no como una muestra de improvisación, sino para relajar la situación. Además, se puede repetir frases de enlace a lo último dicho (por ejemplo “esto concretamente quiere decir…”). Otras salidas a la situación de la mente en blanco pueden ser buscar un ejemplo de lo que último que se ha dicho o mostrar el camino de lo que se ha dicho. Estilo de expresión Ya se ha dicho más arriba que el volumen, el tono, la calidad y el ritmo proporcionan el impacto de la voz. Con el volumen se logra la atención de los otros. Pero además se debe conseguir un tono grave. Si hay estrés, la voz suena aguada, porque las cuerdas vocales sienten la tensión y así se refleja el nerviosismo. El ritmo del habla es el indicador del habla. Hay que saber proponer ritmos que le den el ánimo a lo que se está diciendo. Un ritmo lento le puede dar dramatismo a lo que se dice, y los silencios permiten una breve introspección de lo dicho. Un estilo de expresión rápido en general perjudica la comprensión del discurso. Lo ideal es alternar un estilo rápido con uno de mayor rapidez. El contacto visual es un mecanismo notable en la comunicación. Se debe mirar al auditorio, al hacerlo se establece un vínculo con la audiencia. La mirada debe saltar de un participante a otro de la audiencia y no quedarse con los que se sienten en las primeras filas. Se puede caminar entre el público si el clima es amistoso, o quedarse en la plataforma en situaciones de menor comodidad. Respecto a si se deben leer o no las notas, la recomendación en general es no hacer una lectura. Esto siempre puede ser entendido como artificial, de un orador que no cree en lo que dice y por esto necesita leerlo. Es importante hacerse cargo de lo que se está expresando. La postura corporal, el lenguaje del cuerpo, es clave para esto. Es necesario utilizar los tonos de voz y hacer comentarios originales en un estilo natural. La forma en la que se expresa un orador influye en la aceptación o rechazo de la audiencia. Todo discurso tiene un contexto, es necesario crearlo, y además tiene una longitud apropiada. Hay una regla que dice que una página de discurso son unos 2 minutos del discurso. El discurso es el mapa de la ruta. En ese mapa hay que poder tener a mano ejemplos, estadísticas, ilustraciones, citas o máximas que sirvan para conducir al auditorio a las ideas expresadas. Es una regla importante, por otro lado, no abusar de estadísticas o anécdotas personales. Las primeras suelen ser confusas en la medida que abundan, y las segundas restan seriedad y objetividad al discurso. La credibilidad es importante sostenerla en función de la marcación de origen o fuente de donde proveen los datos. Por último, un decálogo de consejos: Consejos para hablar en público La siguiente presentación resalta los conceptos básicos de una presentación oral y rescata sintéticamente los consejos más sencillos para preparar un discurso. Consejos para hablar en público Consejos para hablar en público. B y la ura ba nf i LB J an. 1 7, 2 0 1 7 Present View on Prezi.com Banfi, L. (2017) Consejos para hablar en público. https://prezi.com/sp0yhsq1srpo/consejos-para-hablar-en-publico/ Material de lectura Esta obra de teatro griego antiguo de la Trilogía “La Orestíada” de Esquilo introduce a los futuros profesionales del derecho en el concepto de persuasión en el primer juicio por jurados en un caso de matricidio con la adecuada intervención de Atenea. Esquilo-Eumenides.pdf 83.5 KB Esquilo (s.f.). Las Euménides. En www.cjpb.org.uy Según lo visto en la unidad, ¿qué hay que tener en cuenta al momento de brindar un discurso? Relatar una cantidad considerable de anécdotas personales. Mantener contacto visual con los participantes. Brindar la mayor cantidad de datos estadísticos posibles, ya que brinda credibilidad. Evitar leer anotaciones. Utilizar regionalismos, pero no exagerar de estos. SUBMIT Bibliografía de referencia Calsamiglia Blancafort, E. y Tusón Vallas, A. (1999) Las cosas de decir. Barcelona: Ariel. Camarota, H. y Mingrone, P. (2001) Oratoria para el éxito. Buenos Aires: Bonum. De Fleur, Rokeach Ball (1999), Teorías de la comunicación de masas.(1993). Barcelona: Paidos Spencer William J. (2004) Oratoria. El mágico poder de la palabra. Buenos Aires: Andrómeda C O NT I NU A R 10 of 13 9.1 Los recursos retóricos Una vez que han sido, encontrados y repartidos en grupos los argumentos, queda la tarea de poner en palabras estas ideas. Conoceremos los procesos que transforman esas palabras en una comunicación más eficaz. Recordemos que una vez que han sido, según el plan y estructura de un discurso argumentativo, encontrados y repartidos en grupos los argumentos, queda la tarea de poner en palabras estas ideas. Esta tarea forma parte de lo que se conoce como elocutio. La elocutio es la más discutida de todas las partes del proceso argumentativo. Se ha transformado durante su desarrollo y en general responde a una categorización de las llamadas figuras retóricas. Las figuras retóricas pueden ser definidas como procesos o mecanismos que transforman el uso habitual del lenguaje con el fin de obtener un efecto en su estilo. Ayudan a atraer la atención, lo hacen a través de su originalidad y poseen una capacidad, la de sugerir y así persuadir, permitiendo una comunicación más eficaz. Las figuras retóricas se emplean en varios terrenos. Uno de ellos es el literario, otro también puede ser el periodístico. Y desde ya el discurso político. A veces se usan en el lenguaje cotidiano sin percatarse de ello: ¡Te lo he dicho un millón de veces! → estamos utilizando una figura retórica llamada hipérbole. ¿Qué son las figuras retóricas? Son el plan y la estructura de un discurso argumentativo. Son aquellas que emplean las palabras en sentido distinto al que estrictamente les corresponde. Son aquellas que juegan con los sonidos de las palabras y van dirigidas a provocar una intensa sensación de ritmo y musicalidad. Son aquellas que se basan en el significado de palabras o frases para expresar de manera especial pensamientos e ideas. Son procesos o mecanismos que transforman el uso habitual del lenguaje con el fin de obtener un efecto en su estilo. SUBMIT C O NT I NU A R 11 of 13 9.2 Clasificaciones y criterios Las figuras retóricas se pueden clasificar en dos planos: 1 El plano lingüístico (figuras semánticas, morfosintácticas y fónicas) Figuras semánticas – Son aquellas que emplean las palabras en sentido distinto al que estrictamente les corresponde, pero que tiene con éste alguna conexión, correspondencia o semejanza. Alguna de ellas pueden ser: Prosopografía: descripción física de una persona o de un animal (exterior) Etopeya: descripción de la personalidad: carácter, cualidades, defectos y valores morales y espirituales (interior) Retrato: descripción física y de la personalidad (ambas) Topografía: descripción de un lugar, frecuentemente un paraje natural, paisaje. Exclamación: Intensificación de la expresión emocionada de un juicio o sentimiento. Interrogación o pregunta retórica: uso de la interrogación como recurso intensificativo de una aseveración o un sentimiento. Recursos gramaticales o morfosintácticos – Se producen al añadir, suprimir o repetir palabras, o al alterar el orden de las palabras en la oración. Alguno de ellos son: Pleonasmo: adición de términos innecesarios para intensificar la expresión de lo que se quiere decir: por ejemplo, De los sus ojos tan fuertemente llorando (Poema del Mío Cid) Asíndeton: supresión de nexos en una frase: Por ejemplo, Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero (Fray Luis de León) Polisíndeton: multiplicación de nexos innecesarios. Ejemplo: Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror...(Rubén Dario) Anáfora: repetición de una o varias palabras al comienzo de dos o más frases seguidas. Ejemplo: Esta casa de Dios, decid, hermanos, esta casa de Dios, ¿qué guarda dentro? (Antonio Machado) Figuras fónicas – Son aquellas que juegan con los sonidos de las palabras y van dirigidas a provocar una intensa sensación de ritmo y musicalidad. Algunos tipos y ejemplos: Aliteración: consiste en la repetición de sonidos presentes en palabras contiguas o próximas. Veamos algunos ejemplos de este recurso literario: Bajo el ala aleve del leve abanico → repetición de los sonidos [l] y [b], otro: A las aladas almas de las rosas → los sonidos [l] y [s] evocan una sensación de suavidad, ligereza y delicadeza. Onomatopeya: consiste en utilizar palabras cuya pronunciación imita o sugiere sonidos naturales. Veamos algunos ejemplos de esta figura literaria: El ruido con que rueda la ronca tempestad (José Zorrilla) → la repetición del sonido [r] transmite la idea de un trueno. Paranomasia: consiste en emplear dos palabras con sonidos similares pero de distinto significado. Veamos algunos ejemplos de esta figura retórica: Entre casado y cansado solo hay una letra de diferencia. El erizo se eriza, se riza de risa. Octavio Paz,"Trabajos del poeta, V" en Libertad bajo palabra,1949 2 El procedimiento empleado (figuras de dicción, pensamiento y tropos) Figuras de dicción – Consisten en la modificación de la forma o sonido de las palabras o de su sintaxis dentro de las oraciones. Alguna de ellas son: Figuras de transformación: se altera la forma de las palabras sin modificar su significado: aférisis: eliminación de algún sonido al inicio de una palabra: Enhorabuena → Norabuena, Psicología→Sicología; apócope: eliminación de algún sonido al final de una palabra ejemplo: Primero → Primer, Bueno → Buen. Figuras de pensamiento – Son aquellas que se basan en el significado de palabras o frases para expresar de manera especial pensamientos e ideas. Tropo o figura de significación – Es un tipo de figura retórica que consiste en el uso de palabras en sentido figurado (distinto al habitual) para describir determinados conceptos. El uso de tropos es muy común y abarca un amplio abanico de figuras retóricas que veremos a continuación. Algunos de ellos son: Alegoría: representa una idea figuradamente a través de formas humanas, animales o seres inanimados. Suele consistir en una sucesión de metáforas. Veamos el ejemplo de una alegoría sobre la vida: o pobre barquilla mía (alma) entre peñascos rota (dificultades) sin velas desvelada (indefensa) y entre las olas sola (peligros). Metáfora es, entonces, identificar algo real con algo imaginario existiendo entre ambos una relación de semejanza, por ejemplo: Tus cabellos de oro → el término real "cabellos" se asemeja al imaginario "oro" por su color dorado (rubio). Veremos ahora cuáles se usan dentro del campo de la argumentación: Figuras de aserción La Preterición: es la que atrae la atención sobre un objeto, simulando que no se le otorga mayor importancia. Ej.: “Vamos a pasar por alto dos o tres contradicciones en las que incurre M. cuando afirma que…” Amplificación, acumulación: se puede reforzar la aserción de una tesis por el simple hecho de repetir los datos por amplificación o acumulación. Ej: La falta de solidaridad, el individualismo, el culto del yo, el ombliguismo son el signo de la época. Pregunta retórica: el signo dialógico de la pregunta, la interrogación retórica, obliga al destinatario a asumir la respuesta implícita en la pregunta formulada por el orador. Funciona como enfatizador de la aserción. Ej.: ¿Existe acaso algo más molesto que la manía de los nacionalistas de atribuirse el monopolio del patriotismo? Hipérbole: funciona sobre la exageración, ya sea por exceso “más astuto que Ulises” o por defecto “más lento que una tortuga”. Figuras de contraste y paradoja Oxymoron: es un procedimiento que se funda en la conjunción de opuestos: “audaz conformismo”. Paradoja: no es en sí una figura, es una proposición que contradice una opinión general. A nivel superficial se manifiesta a través de un contraste cuya finalidad es provocar un escándalo lógico: “Algunos creen gozar mejor de la libertad cuando atacan la libertad de los demás”. C O NT I NU A R 12 of 13 9.3 El discurso polémico Dentro de la variedad de géneros que tiene lugar en el discurso argumentativo, la polémica ocupa un lugar de gran importancia. ¿Qué implica lo polémico? Es una clase de discusión en la que se enfrentan dos partes, implica una guerra verbal. Y siempre se busca refutar al otro. Por esto es necesario plantear técnicas o procedimientos de refutación. Toda polémica, entonces, apunta a un “blanco” que puede tratarse de un sujeto individual o bien de un discurso de un grupo, una institución. Este otro, blanco de ataque, puede aparecer como uno de los destinatarios o como un destinatario privilegiado. Técnicas de refutación La refutación es una forma concreta de argumentar que prueba la falsedad de la posición opuesta. Desplazamiento del problema: se toma y se pone en la discusión un cierto conjunto de datos nuevos. Ej: el idioma se defiende desde inversiones educativas, mejorando la escuela pública, no con leyes prohibitivas. Ejemplo en contrario: se produce al oponer a una idea con un tema probable, un ejemplo concreto que la invalida: Ej. Se dice que le pueblo no se equivoca al votar; sin embargo, Hitler llegó al poder por la vía del voto. Argumentación ad hominem: implica marcar una contradicción entre lo que adversario sostiene y algo hecho o expresado. Ej. ¿Qué puede saber un sacerdote sobre los hijos si no ha tenido ninguno? Retorsión: aquí el emisor del discurso utiliza los mismos pensamientos e ideas del adversario. Lo que se pretende es mostrar al antagonista en una contradicción. Paralogismo imputado al adversario: trata de mostrar que el razonamiento del adversario es endeble. Se descalifica, o se lo vuelve ridículo. Ej. El gobierno defiende la vida porque se opone al aborto; sin embargo, el presidente no pierde ocasión en promover la pena de muerte. Está claro que la pena de muerte no es un atentado a la vida para el gobierno. Descalificación del adversario: además de descalificar el pensamiento del oponente, existen formas que apuntan a descalificarlo personalmente. Por ej. ¿Qué puede saber un sacerdote de la vida marital si nunca se ha casado? Inversión del punto de vista: se pretende con los mismos argumentos del adversario dar vuelta la perspectiva y arribar a una conclusión diferente. Desmitificación: se trata de mostrar motivos ocultos tras los argumentos del adversario. Figuras de la agresión Es común que en la polémica se recurra a la violencia verbal como forma de ataque al oponente. Existen alguna de ellas como: Discordancia estilística: se da cuando se salta de un estilo cuidado a otro grosero. Ej. “Estos señores educados forman parte de un grupejo de idiota. Metalogismos: es una forma de alteración lógica discursiva por la cual la forma de un enunciado no corresponde a su función en la economía del texto. Puede ser de concesión retórica (aparentar, estar de acuerdo con los argumentos del oponente y luego descalificarlos) o sarcasmo (agresión tras una actitud aparentemente benévola). También se encuentra la injuria, que descalifica a la persona abierta y llanamente, el rechazo del nombre (“no recuerdo el nombre de este señor…”) y el empleo del título señor seguido del tuteo. Tipos textuales La siguiente presentación compara las categorías de textos y sus características esenciales. Tipos textuales B y la ura ba nf i LB A pr i l 7, 2 0 1 4 Present View on Prezi.com Banfi, L. (2014) Tipos textuales. https://prezi.com/7h7bmsjrzjhi/tipos-textuales/ Texto argumentativo A continuación se desarrollan sintéticamente ideas sobre la caracterización del discurso argumentativo. texto argumentativo B y la ura ba nf i LB May 1 6 , 2 0 1 4 Present View on Prezi.com Banfi, L. (2014) Texto argumentativo. https://prezi.com/o6a4obep06bj/texto-argumentativo/ Bibliografía de referencia Kerbrat Orecchionni, C. (1997) La enunciación. De la subjetividad del lenguaje. Buenos Aires: Edicial. Loprete, C. A. (1992) Introducción al la oratoria moderna la comunicación oral. Buenos Aires: Plus Ultra. Marafioti, R. (2005) Los patrones de la argumentación: la argumentación en los clásicos y en el siglo XX. Buenos Aires: Biblos. Perelman, C. (1997) El imperio retórico. Retórica y argumentación. Bogotá: Norma. C O NT I NU A R 13 of 13 Descarga del contenido ¿Quieres imprimir el contenido del módulo? 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