Trastornos de Aprendizaje (TA) PDF

Summary

Este documento describe los trastornos de aprendizaje, como la dislexia y la discalculia, que afectan la capacidad de aprendizaje. Explica las causas, síntomas y posibles tratamientos, destacando la importancia de la detección temprana y la adaptación curricular. Discute diferentes maneras de abordar estas dificultades de aprendizaje en niños.

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**Los Trastornos de Aprendizaje (TA)** Son los trastornos del neurodesarrollo más prevalentes en la población, afectando alrededor del 10% de la población en edad escolar. Los TA condicionan que, niños con una escolarización adecuada y una inteligencia normal, presenten dificultades por no disponer...

**Los Trastornos de Aprendizaje (TA)** Son los trastornos del neurodesarrollo más prevalentes en la población, afectando alrededor del 10% de la población en edad escolar. Los TA condicionan que, niños con una escolarización adecuada y una inteligencia normal, presenten dificultades por no disponer de unos instrumentos óptimos para adquirirlos. Son trastornos que afectan a la lectura, la escritura, el cálculo y/o la atención, entre otros. Con una detección y diagnóstico temprano que permita poner en marcha programas específicos de intervención basados en evidencia científica y con adaptaciones escolares, habitualmente metodológicas y no de contenidos, en la inmensa mayoría de casos, los alumnos afectados deberían poder seguir los estudios obligatorios. En muchos casos, también el bachillerato y estudios superiores. Sin embargo, con un manejo inadecuado son una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de conductas disruptivas en las aulas. En España, el fracaso escolar constituye uno de los problemas más graves que condiciona y condicionará el futuro individual y colectivo. La cifra de fracaso escolar en España ronda el 30%, cifra muy superior a la de la mayoría de países de Europa y en la que el manejo inadecuado de los TA seguro que es determinante. El objetivo de este artículo es revisar los distintos TA, dando una información actualizada para que el pediatra tenga las herramientas para detectar y especialmente orientar correctamente a las familias. El abordaje de los TA ha de ser pluridisciplinar, fundamentalmente desde las Neurociencias y las Ciencias de la Educación. La salud, entendida no solo como ausencia de enfermedad, precisa que el pediatra, como profesional que asiste a la población en edad escolar, contemple también el seguimiento del progreso escolar como un elemento más del desarrollo. Los trastornos de aprendizaje son condiciones neurológicas que afectan la capacidad de una persona para aprender y procesar información de manera efectiva. A continuación, te presento tres trastornos de aprendizaje comunes que se relacionan con dificultades en la lectura, la escritura y el cálculo. El tratamiento de los TA tiene como objetivo que los niños puedan, a pesar de la dificultad en un área específica, adquirir los conocimientos fundamentales para conseguir la titulación escolar de la enseñanza obligatoria. En algunos casos, incluso hasta la formación universitaria. La reeducación durante la Educación Primaria persigue mejorar la capacidad del niño para un determinado aprendizaje, incidiendo en las funciones cerebrales deficitarias. Posteriormente, en Educación Secundaria, la capacidad de modificación o de plasticidad cerebral es muy baja y la reeducación se basa fundamentalmente en la adaptación al trastorno y la búsqueda de estrategias para compensar las dificultades. El pronóstico a medio-largo plazo depende de la detección y tratamiento precoz y de la adaptación escolar. La flexibilidad de los currículums educativos, especialmente en lo que se refiere a los procedimientos, es imprescindible, al igual que la coordinación entre la escuela, la familia y los especialistas que llevan a cabo el diagnóstico y la reeducación. Este trabajo tratará sobre la dislexia, la discalculia, el trastorno de la atención y otros trastornos que afectan la alteración de la coordinación motora y de las funciones visoespaciales. Dislexia La dislexia es un trastorno especifico del aprendizaje de la lectura de base neurobiológica. Es una dificultad inesperada para el aprendizaje de la lectura en un niño con inteligencia, motivación y escolarización adecuada. La dislexia es el trastorno del aprendizaje más prevalente y mejor estudiado. Los estudios de prevalencia de distintos países dan unas cifras de entre un 5 y un 17% de la población. Los estudios poblacionales no muestran diferencias en las prevalencias según el sexo. En este trastorno, existe una fuerte carga hereditaria. El 40% de los hermanos y entre un 30 y 50% de los progenitores de los niños disléxicos también presentaron el trastorno. Los padres a menudo se sienten identificados con las dificultades que presenta su hijo, aunque nunca hayan sido diagnosticados. La dislexia, como el resto de trastornos del aprendizaje, persiste a lo largo de toda la vida. La repercusión y sus manifestaciones irán cambiando a lo largo de los años, aunque pueden compensarse y permitir a la persona afectada una lectura precisa para poder llegar al conocimiento por medio del lenguaje escrito. Siempre lo hará, sin embargo, de una forma menos automatizada, lo que se traduce en el adulto disléxico con una baja velocidad lectora y un dominio ortográfico deficiente (3-6). Proceso lector: sustrato neurológico Gracias a las técnicas de neuroimagen funcional, sabemos que un normolector activa las regiones posteriores del hemisferio izquierdo para leer. La base del proceso lector se inicia cuando el niño de 4 años empieza a adquirir lo que se conoce como conciencia fonológica. Esta se refiere a la capacidad de manipular los sonidos que contienen las palabras. Más adelante, fijan a cada sonido su letra correspondiente y empiezan a hacer la correspondencia letra-sonido esperada para poder leer. Esta vía de lectura se conoce como la ruta fonológica y se inicia con la entrada visual de la palabra, esta llega a través del nervio óptico a la región occipital, y de allí a la encrucijada parieto-témporo-occipital izquierda (giro angular y supramarginal), que es la encargada de llevar a cabo la correspondencia grafemafonema. La exposición constante y frecuente a textos escritos va a favorecer la automatización de este proceso, activando una vía de lectura mucho más rápida. Esta segunda vía no hace un análisis de letra por letra, sino que analiza la palabra de forma global; a través de su representación ortográfica se llega al significado. Esta segunda vía es la que se denomina ruta léxica. La ruta léxica es la que nos permite leer con rapidez y durante largos períodos de tiempo sin fatigarnos y es la que también nos permite adquirir la ortografía de una manera totalmente pasiva, al identificar visualmente la palabra de forma global. Cuanto más nos exponemos a la lectura, más desarrollamos la ruta léxica, y más consolidamos la representación ortográfica de las palabras. Para la ruta léxica, el circuito se inicia igualmente con la entrada visual de la palabra, la información llega al lóbulo occipital y continúa por la región inferior temporal izquierda (giro fusiforme), donde se hace la identificación ortográfica de la palabra y se llega al significado. Esta región inferior posterior del temporal ha recibido el nombre de "área visual de las palabras" debido a su especificidad para la lectura. Manifestaciones clínicas Los lectores con dislexia no adquieren este proceso de forma fácil y su activación cerebral no es la misma que la de los normolectores. En una primera etapa, vemos que tienen dificultades en la adquisición de la conciencia fonológica (deletreo y en el manejo mental de los sonidos de las palabras), observamos dificultades para evocar nombres específicos (colores, letras, números...), para aprenderse secuencias verbales automáticas (días de la semana, meses del año, abecedario...), dificultad para aprender el sonido de las letras, y para asociar un sonido a una letra (correspondencia fonema-grafema). A pesar de la repetición, a los niños disléxicos les cuesta automatizar dicha asociación. Cuando leen, suelen cometer errores de sustitución, rotación, omisión e inversión de letras. Es una lectura lenta, forzada, trabajosa, con pausas, rectificaciones, repeticiones\... A pesar de este nivel lector, muchos de estos niños consiguen una comprensión lectora igual que la de sus compañeros no disléxicos. En la escritura, cometen errores ortográficos predominantemente naturales (uniones y fragmentaciones de palabras, inversiones, sustituciones, omisiones, adiciones de letras y/o sílabas) y también arbitrarios, pero de menor importancia en esta etapa (b/v, j/g, h, acentuación...). En una segunda etapa, cuando el objetivo ya no es aprender a leer, sino leer para aprender, los niños disléxicos se caracterizan por tener: Una lectura lenta, poco automatizada y que requiere mucho esfuerzo. Dificultad para la aplicación de las normas ortográficas de forma espontánea. Expresión escrita deficiente por poca noción de la morfosintaxis. Afectación variable de la comprensión lectora. A pesar de que la dislexia es una dificultad para la mecánica y no para la comprensión lectora, el esfuerzo y atención del alumno disléxico para decodificar el texto escrito va en detrimento de la comprensión. La dificultad en automatizar las secuencias verbales en esta etapa afecta fundamentalmente a las tablas de multiplicar. Este hecho, junto a la baja comprensión de los enunciados de los problemas, hace que los disléxicos pueden presentar mal rendimiento en la asignatura de matemáticas. De forma paralela o secundaria, el niño disléxico puede manifestar: Rechazo a las tareas relacionadas con la lectura. Vergüenza para leer en público. - - Malos resultados en los exámenes escritos. - Baja autoestima. **Diagnostico:** No existe ninguna prueba ni test específico para el diagnóstico de la dislexia. Los exámenes complementarios no son de utilidad. La neuroimagen funcional se limita, hoy por hoy, al ámbito de la investigación. El diagnóstico es clínico y se basa en: Historia clínica: antecedentes familiares de dificultades de lectoescritura, características del desarrollo y de los aprendizajes. Estudio neuropsicológico: utiliza instrumentos que valoran las distintas funciones cerebrales superiores. En las pruebas de lectura y escritura, es importante delimitar no tan solo el nivel de aprendizaje, sino estudiar los mecanismos y funciones cognitivas que intervienen en ellas. El conocimiento del perfil cognitivo del sujeto nos será de gran utilidad para el diagnóstico de trastornos asociados y para poner en marcha estrategias compensatorias. En la mayoría de los casos, las funciones cognitivas se encuentran dentro de la normalidad, a excepción de las pruebas específicas de lectura y escritura. Además, se observa un peor rendimiento en las pruebas que evalúan las secuencias verbales automáticas, la evocación rápida de palabras, la memoria fonológica inmediata y la conciencia fonológica. Son útiles los protocolos de detección, como el PRODISLEX y PRODISCAT (PRODISLEX: protocolos de detección y actuación en dislexia para Educación Infantil. La dislexia es un trastorno de aprendizaje que se caracteriza por dificultades en la lectura, la escritura y el deletreo. Las personas con dislexia pueden tener problemas para: \- Reconocer y recordar palabras \- Leer con fluidez y precisión \- Comprender el significado de los textos \- Deletrear palabras correctamente **Estudios de neuroimagen:** Las pruebas de neuroimagen estructural no van a mostrar anomalías específicas y no están indicadas en la práctica clínica. En estudios de investigación, a nivel funcional, existen diferencias entre el cerebro de las personas disléxicas y el de los lectores normales durante el proceso lector. **Trastornos asociados:** Los trastornos de aprendizaje a menudo no se presentan de forma aislada. En un mismo niño, podemos encontrar dos trastornos (p. ej.: dislexia y TDAH) o uno con algunas manifestaciones de otro (p. ej.: dislexia con dificultades atencionales asociadas). Es muy importante diagnosticar y contemplar en el tratamiento todas las dificultades presentes. En la dislexia, los trastornos con mayor frecuencia asociados son: el TDAH y las alteraciones del lenguaje oral y del cálculo. Los problemas afectivos o emocionales, como los trastornos: depresivos, de ansiedad, psicosomáticos y de conducta, son más frecuentes en niños con dislexia u otros TA. **Mitos y conceptos erróneos:** Existen infinidad de tópicos sobre la dislexia, muchos de ellos basados en conceptos superados por el conocimiento neurobiológico actual. Los especialistas deben ser muy rigurosos y deben informar a las familias de los que tienen base científica sólida y de los que no tienen estudios que los respalden. Entre ellos destacamos: **Problemas visuales y dislexia**: Existe un amplio consenso en la comunidad científica, en que la base del trastorno disléxico es fonológica; es decir, se trata de un problema lingüístico y no visual. Evidentemente el oftalmólogo deberá descartar la presencia de un problema de refracción que deba ser corregido para mejorar la visión del niño para leer y escribir, pero también para sumar, dibujar y utilizar videojuegos. Estos problemas deben corregirse, pero no son la causa de la dislexia. Si la exploración oftalmológica es normal, no es preciso realizar ningún otro estudio ni tratamiento visual. **Problemas de " lateralidad** ": "Lateralidad cruzada", confusión derecha-izquierda, zurdería..., someten a los niños a distintas técnicas supuestamente encaminadas a corregirla. El término "lateralidad cruzada" no corresponde a ninguna entidad clínica conocida ni aceptada por la comunidad científica. Un 30% de la población presenta una dominancia manual no homogénea y se interpreta como una variante de la normalidad. Tratamiento Es conocido que cuanto antes se empiece la intervención, mayor será la eficacia de esta. Por ello, los especialistas en este campo intentan detectar lo antes posible este trastorno. Los signos guía en educación infantil son: deficiente adquisición de la conciencia fonológica, dificultad específica en el aprendizaje de secuencias (p. ej., los días de la semana), dificultades en evocación de léxico (p. ej., los colores) y tener antecedentes familiares de dificultares lectoras. Más adelante, la dificultad estará en el aprendizaje de las letras, la lectura de palabras simples, la escritura. La tendencia actual, que muchos autores defienden que debería imperar en el mundo educativo, es el modelo de "respuesta a la intervención" El objetivo es que la escuela intervenga y comience a ayudar antes de que alguien se retrase demasiado. Este modelo propone ir evaluando trimestralmente al niño y, según sus avances, graduar el nivel de intervención. Del mismo modo, son fundamentales las adaptaciones escolares para que la repercusión de la dislexia en los aprendizajes del alumno sea la menor posible. No hacerle leer en público, ofrecerle tiempo extra para los exámenes, no penalizarle la ortografía como al resto de alumnos, y valorar sus conocimientos oralmente, son algunas de ellas. Estas adaptaciones ya se están empezando a aplicar en algunos exámenes oficiales, como las pruebas de acceso a la universidad. En el ámbito familiar, es muy importante que los padres estén informados desde el primer momento sobre qué es la dislexia y su papel al respecto. Debemos evitar que los padres adquieran el papel de terapeutas; en cambio, sí que es bueno esperar de ellos que sean las personas de apoyo en los momentos difíciles y que potencien los puntos fuertes de sus hijos. Muchos de ellos, al ver las dificultades que tienen respecto a sus compañeros, se muestran inseguros y es necesario fortalecerles, demostrándoles que pueden ser buenos en otros aspectos. El entender y experimentar que todos tenemos puntos débiles y puntos fuertes es un punto capital en su evolución personal. La autoestima de estos niños suele ser frágil, como consecuencia de las dificultades derivadas de la dislexia. El tratamiento individual que recibe cada niño irá cambiando con el tiempo y el enfoque del tratamiento debe irse adaptando a cada etapa. Lo que es válido para un niño de 8 años no lo es para uno de 14, pero los dos necesitan ayuda. **En una primera etapa, hasta los 8-9 años,** el objetivo será conseguir una lectura mecánica más precisa y f luida. Los estudios publicados demuestran buenos resultados hasta estas edades. Actualmente, en lengua española ya existen plataformas que ofrecen un tratamiento específico, pautado y personalizado para poder hacer este entrenamiento desde casa, diariamente, con ejercicios de lectura gamificados; es decir, usando tecnologías propias del juego y el ocio para potenciar los aprendizajes. Más adelante, es muy difícil mejorar la fluidez, por lo que el objetivo será ofrecer al niño estrategias compensatorias, como pueden ser técnicas de estudio y mejorar la expresión escrita. No debemos olvidar que, hoy en día, la tecnología nos ofrece herramientas muy útiles para los disléxicos, como los procesadores que pasan de voz a texto y de texto a voz. Es un reto de todos conseguir que estas herramientas se utilicen en los entornos escolares. La coordinación entre los especialistas que atienden al niño, la escuela y la familia es fundamental. **Discalculia** La discalculia es un trastorno específico en el procesamiento numérico y el cálculo. Se manifiesta en niños con una inteligencia normal y una educación convencional. Como el resto de TA, tiene una base neurobiológica y probablemente un componente genético. Se presenta por igual en niños y en niñas. No se conoce con exactitud la prevalencia y, aunque algunos estudios calculan aproximadamente el 5% de la población escolar, se estima que se trataría de una proporción inferior a la dislexia. Con frecuencia, la discalculia se presenta de forma comórbida con otros trastornos del neurodesarrollo. De hecho, dos tercios de los niños afectados de discalculia padecen otro trastorno del desarrollo. En el cálculo están implicadas diversas funciones cognitivas: la atención, las funciones ejecutivas, la memoria, el lenguaje y la percepción. Un niño con un trastorno de la atención podría fallar en una operación aritmética si su "memoria de trabajo perdiera información" durante la ejecución; un niño disléxico casi nunca recordará las tablas de multiplicar y será más lento debido a la falta de automatización que permite que se adquieran lo que se conoce como "hechos aritméticos"; un niño con TEL (trastorno específico del lenguaje) tendrá dificultad para comprender el enunciado de un problema y un niño con una disfunción visoespacial se equivocará a la hora de colocar los números en sus columnas. Algunos estudios recientes, relacionan la baja memoria de trabajo con el mal rendimiento en habilidades numéricas, otros grupos de trabajo asocian la disabilidad matemática a la hipótesis del déficit en la memoria procedural, mientras que otros hacen hincapié en la incapacidad de los alumnos discalcúlicos para almacenar hechos numéricos en la memoria a largo plazo. Lo cierto es que, cada vez más, se pueden encontrar estudios científicos destinados a profundizar en el funcionamiento cognitivo y neurológico subyacente en la discalculia. **Manifestaciones clínicas** Las manifestaciones clínicas de la discalculia aparecen precozmente en el momento de adquirir conceptos numéricos muy básicos, e irán variando con la edad y el nivel de escolaridad. En Educación Infantil: es frecuente observar que al niño le cuesta comprender conceptos como "más que" y "menos que", así como ordenar elementos por su tamaño, respetar la correspondencia biunívoca (contar de correspondencia uno a uno) y contar respetando una serie de forma aleatoria. También, la falta del sentido de cardinalidad se considerará un signo de alerta de una posible discalcúlia. **En Educación Primaria**: suele fallar la aritmética básica, el concepto de cantidad y la ejecución de ejercicios aritméticos y resolución de problemas. A esta edad, es frecuente observar que el niño necesita excesivamente los dedos para contar y que se apoya en unidades para resolver operaciones, porque no es capaz de manipular cifras grandes. A veces, la discalculia puede manifestarse como una excesiva lentitud en la resolución de problemas, ya que no se posee la habilidad lógicomatemática suficiente. Los niños con discalculia suelen equivocarse en la representación simbólica de las cantidades (errores al leer o escribir números: 3.500 x 3.050) y les cuesta hacer estimaciones o cálculos aproximados, porque no tienen un sentido numérico bien desarrollado. Es frecuente ver que confunden la lectura o escritura de números arábigos: 16 = 17 o 240 = 204. Suele haber déficits en la recuperación de la información aprendida: poca automatización de hechos aritméticos (cálculos sencillos que habitualmente se realizan de modo automático como 3 + 5, 7 x 6...). Suelen verse errores, como uso incorrecto de signos, olvidar el número llevado o mala ubicación de los dígitos. Normalmente, necesitan mucho del adulto para entender los conceptos numéricos y muchos de ellos acaban rechazando las matemáticas. **En Educación secundaria**: el chico con discalculia utiliza mal los números en la vida cotidiana, comete errores de cálculo, necesita calculadora para cálculos sencillos y no tiene automatizados hechos aritméticos. Otras manifestaciones son: falta de estrategias en la resolución de problemas, desconocimiento del uso de la estimación y dificultad para comprender nociones más avanzadas, como la "probabilidad". En la discalculia, característicamente, las dificultades en el manejo numérico aparecen ya en educación infantil. Cuando aparecen más allá del segundo o tercer ciclo de primaria, lo más probable es que se deban a otras causas. La complejidad de las matemáticas hace que resulten muy complejas para alumnos con otros trastornos, como: dislexia y otros trastornos del lenguaje, TDAH, disfunciones visoespaciales, etc.; sin embargo, en todos estos trastornos, las características y la cronología de las dificultades es distinta. **Habilidades numéricas y funcionamiento cerebral.** Las bases neuronales del procesamiento numérico han sido investigadas en estudios de neuroimagen estructural y funcional de adultos y niños, y se ha identificado el sustrato anatómico en el que subyace su disfunción en algunos niños que presentan discalculia. Es conocido que los seres humanos, al igual que otras especies, poseen una capacidad numérica innata, que desde los primeros meses va desarrollándose gracias a la interacción con el entorno y la educación. Esta capacidad innata es denominada "Numerosidad" y nos permite percibir y calcular cantidades utilizando principalmente la percepción y sin necesidad de contar verbalmente o de utilizar material simbólico (como palabras o números arábigos). Además, esta habilidad innata ha sido asociada a regiones cerebrales específicas, gracias a la resonancia magnética funcional, desde los años 90. **Diagnóstico** Como en los otros trastornos del aprendizaje, el diagnóstico de la discalculia es clínico. Hasta la actualidad, no se han descrito criterios diagnósticos claros, posiblemente debido a la heterogeneidad de funciones implicadas en el cálculo. El diagnóstico consiste en realizar una historia clínica exhaustiva (antecedentes personales y familiares, descripción de las dificultades, existencia de otras alteraciones en el área del aprendizaje o la conducta, revisión de informes escolares, contrastar las opiniones de la familia y la escuela). Posteriormente, la evaluación neuropsicológica nos permitirá objetivar las dificultades y valorar cuáles son las funciones cognitivas alteradas y preservadas, y detectar la presencia de posibles déficits asociados. En este punto, es fundamental descartar que el niño posee una capacidad intelectual normal, y es necesario valorar las diferentes funciones cognitivas, incluyendo una prueba específica del procesamiento numérico y el cálculo. En nuestro país, contamos con algunas herramientas eficaces y basadas en evidencia científica. **Trastorno de aprendizaje con dificultad en la escritura: Disgrafia** La disgrafia es un trastorno de aprendizaje que se caracteriza por dificultades en la escritura, el dibujo y la coordinación motora fina. Las personas con disgrafia pueden tener problemas para: \- Escribir con legibilidad y precisión \- Dibujar y crear figuras geométricas \- Utilizar herramientas y objetos con precisión \- Coordinar los movimientos de las manos y los dedos

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