GMB_Tema6_Muestras de excreciones y secreciones_ALU (1) PDF
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Cesur Murcia
Mireia López
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This document details the management of biological samples focused on urine and faeces. It provides information on composition, characteristics, and analytical procedures for various biological samples. This is a document related to laboratory procedures
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UD 6. MUESTRAS DE EXCRECIONES Y SECRECIONES GESTIÓN DE MUESTRAS BIOLÓGICAS Técnico en Anatomía Patológica y Citología Docente: Mireia López 1. Las muestras de orina...................................................................................................... 3...
UD 6. MUESTRAS DE EXCRECIONES Y SECRECIONES GESTIÓN DE MUESTRAS BIOLÓGICAS Técnico en Anatomía Patológica y Citología Docente: Mireia López 1. Las muestras de orina...................................................................................................... 3 1.1. Composición y características de la orina...................................................................... 3 1.2. Los análisis de orina.................................................................................................. 4 1.3. Tipos de muestras de orina......................................................................................... 6 1.3. Muestras de micción aislada....................................................................................... 7 1.4. Muestra de orina de 24 horas.................................................................................... 12 2. Las muestras de heces.................................................................................................. 17 2.1. Composición y características de las heces................................................................. 17 2.2. Los análisis de heces............................................................................................... 18 2.3. Muestras para los Laboratorios de Análisis Clínicos...................................................... 21 5.2.4. Muestras de Heces para Microbiología..................................................................... 23 3. Las muestras de secreciones digestivas........................................................................... 27 3.1. Muestras de saliva.................................................................................................. 27 3.2. Muestras de jugo gástrico......................................................................................... 29 3.3. Muestras de jugo duodenal....................................................................................... 30 4. Las muestras de esputo................................................................................................. 33 4.1. Características y composición del esputo.................................................................... 33 4.2. Los análisis de esputo.............................................................................................. 34 4.3. Las muestras de esputo........................................................................................... 34 5. Las muestras de semen................................................................................................. 37 5.1. Características y composición del semen.................................................................... 37 5.2. Los análisis de semen.............................................................................................. 37 5.3. Las muestras de semen........................................................................................... 39 1. Las muestras de orina Las muestras de orina, junto con las de sangre, son algunas de las más habituales en los análisis clínicos. La orina es el producto de la filtración de la sangre por los riñones y contiene sustancias de desecho del organismo, por lo que su estudio permite detectar alteraciones en el funcionamiento de diversas funciones fisiológicas. 1.1. Composición y características de la orina El aparato urinario, también denominado aparato nefrourinario, está compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Su función principal es la filtración de la sangre para eliminar los desechos del metabolismo, los cuales son excretados a través de la orina. La orina es un líquido biológico producido por los riñones y almacenado temporalmente en la vejiga hasta su expulsión por la uretra. Su composición varía dependiendo de la dieta, la hidratación, el estado metabólico y la presencia de enfermedades. Composición normal de la orina La orina está compuesta en su mayor parte por agua, que constituye aproximadamente el 95% de su volumen. El 5% restante se corresponde a la fracción sólida, que son sustancias disueltas, principalmente sales minerales y moléculas orgánicas. Dentro de las sales minerales predominan los fosfatos, cloruros y carbonatos, que representan el 2% de la orina. Las moléculas orgánicas, como la urea, el ácido úrico y la creatinina, constituyen el 3% restante. De estas, la urea es el principal componente, representando alrededor del 2% de la orina. En condiciones normales, la orina no debe contener hemoglobina, glóbulos rojos, glóbulos blancos, proteínas, glucosa, cetonas, nitritos, bilirrubina ni pigmentos biliares. Características físicas de la orina Los valores normales de la orina son los siguientes: o Aspecto: de color amarillento transparente. o Densidad: indica la concentración de las sustancias presentes en la orina. Los valores normales se encuentran entre 1.005 y 1.040. El valor se obtiene al comparar el peso de 1 ml de orina con el de 1 ml de agua. o pH: fluctúa entre 4,5 y 7,5. 1.2. Los análisis de orina El análisis de orina proporciona información valiosa sobre el estado de salud general de un individuo, puede reflejar alteraciones metabólicas, infecciones o trastornos hormonales, y es una herramienta diagnóstica fundamental en la práctica clínica. Los análisis de orina son capaces de detectar sustancias que, en condiciones normales, no deberían estar presentes en la orina, o alteraciones en la concentración de compuestos que indican un problema de salud. Además, ciertas sustancias presentes en la orina son específicas de determinados órganos o procesos metabólicos, lo que permite localizar la posible causa del trastorno. Por ejemplo, la presencia de bilirrubina en la orina es un signo indicativo de un trastorno hepático, ya que esta sustancia normalmente se metaboliza en el hígado. De manera similar, la presencia de glucosa en la orina puede ser un signo de diabetes mellitus, ya que la glucosa se excreta cuando los niveles sanguíneos superan un umbral determinado. Objetivos generales de los análisis de orina Los objetivos principales de los análisis de orina incluyen: 1. Detectar alteraciones en los riñones y en las vías urinarias, como infecciones, obstrucciones o cálculos renales. 2. Evaluar alteraciones funcionales en otros órganos, como el hígado o el páncreas, a través del estudio de sustancias específicas que se eliminan por la orina. 3. Diagnosticar trastornos metabólicos, como la diabetes mellitus, mediante la evaluación de la presencia y concentración de sustancias como glucosa o cuerpos cetónicos en la orina. Tipos de análisis de orina Los análisis de orina se dividen en varias categorías según el tipo de información que se desea obtener: 1. Examen físico o macroscópico: Consiste en observar el color, la transparencia y otras características visibles de la orina. Cualquier alteración en el aspecto físico de la orina puede indicar una enfermedad o un trastorno en el funcionamiento del aparato urinario. Por ejemplo, una orina turbia o con presencia de sedimentos podría sugerir una infección o la presencia de cálculos renales. 2. Examen microscópico: Para este análisis, se centrifuga la muestra de orina para obtener un sedimento que se examina al microscopio, para detectar la presencia de estructuras cristalinas y de formas amorfas. Mediante microscopía se pueden observar cilindros urinarios, que son partículas diminutas en forma de tubo. Pueden estar compuestos de glóbulos blancos, glóbulos rojos, células renales o sustancias como proteínas o grasas; el estudio de su composición da idea de la enfermedad que pueda sufrir la persona. https://www.youtube.com/watch?v=gGLPPgHKJyk&t=163s 3. Estudios bioquímicos: se analizan diversos compuestos presentes en la orina, como proteínas, glucosa, urea, hemoglobina, bilirrubina y otros. La concentración de estas sustancias puede indicar la presencia de trastornos metabólicos, como la diabetes, la insuficiencia renal o la alteración en el metabolismo de las grasas. 4. Estudios microbiológicos: El urocultivo es una prueba microbiológica que se realiza cuando se sospecha de una infección en las vías urinarias. Este examen ayuda a identificar el microorganismo causante de la infección, permitiendo prescribir el tratamiento antibiótico adecuado. 5. Estudios parasitológicos: En casos de sospecha de parásitos en el tracto urinario, se utilizan técnicas específicas para visualizar los parásitos en la muestra de orina. 6. Estudios citológicos: Se realizan en laboratorios de anatomía patológica y son útiles para analizar biopsias del sistema renal, como aquellas tomadas en casos de cáncer renal. 1.3. Tipos de muestras de orina Las muestras de orina se recogen de manera sencilla, y generalmente es el propio paciente quien las proporciona. No obstante, la correcta recogida y conservación de la muestra es fundamental para obtener resultados confiables. Se pueden utilizar diferentes tipos de muestras, como la muestra de micción aislada o la muestra de orina de 24 horas, dependiendo del análisis a realizar. 1.3. Muestras de micción aislada Es la muestra más comúnmente utilizada para los análisis de orina. Se emplea para realizar: o Análisis sistemático de orina, que es un análisis general que estudia los parámetros más importantes. Los médicos lo solicitan como: o Ayuda en el diagnóstico de enfermedades. o Seguimiento del progreso de enfermedades. o Control de la eficacia de los tratamientos. o Cribados poblacionales a pacientes asintomáticos. o Urocultivos, en caso de sospecha de una infección en el aparato urinario. Muestras para análisis sistemático de orina Se prefiere la orina de primera hora de la mañana, ya que presenta una mayor concentración de partículas (osmolaridad), lo que refleja la capacidad que presenta el riñón para concentrar la orina. Además, presenta menores fluctuaciones en las determinaciones influidas por la dieta, la actividad física, etc. La orina obtenida de forma aleatoria (en cualquier momento) se acepta en situaciones especiales, como analíticas urgentes. En estudios del metabolismo óseo se recomienda usar la segunda orina de la mañana. Procedimiento para la recogida de la muestra El procedimiento de recogida de la muestra lo suele realizar el propio paciente, por lo que se le debe informar debidamente, tanto de forma verbal como por escrito. Las instrucciones van especialmente destinadas a evitar que la muestra de orina se contamine con excreciones vaginales, sangre menstrual, heces o papel higiénico. Para análisis sistemáticos no es necesario ayuno ni ninguna otra preparación. Para ciertos análisis, en cambio, sí se requiere mantener una dieta especial el día o los días previos. El proceso debe incluir los siguientes pasos: 1. El paciente debe lavarse cuidadosamente las manos y los genitales externos con agua y jabón. 2. Abrir el recipiente y sujetarlo sin que los dedos toquen su borde o su superficie interna. Mantener el tapón en la otra mano, sin tocar la zona interior. El recipiente es estéril, y tocar las zonas que estarán en contacto con la orina lo puede contaminar. 3. Se debe desechar la primera parte de la micción y recoger solo la porción media de la orina en el recipiente estéril. Colocar el recipiente de forma que no tenga contacto con la piel ni con la ropa. 4. Cerrar bien el recipiente, que está dotado de cierre hermético. Existen también tubos de vacío, que se utilizan para transferir la orina de un recipiente de recogida al laboratorio sin necesidad de abrir el recipiente, lo que mantiene la esterilidad de la muestra. En este caso se toma la muestra en el recipiente de recogida, siguiendo el procedimiento anterior. Una vez cerrado el recipiente, se retira el precinto de papel que tiene en la tapa, lo que deja al descubierto un orificio redondo en cuyo fondo hay una aguja. Sin abrir el tapón del tubo, se encaja en el orificio del recipiente. La aguja del fondo perfora la zona central del tapón y el vacío del interior del tubo fuerza el paso de la orina desde el recipiente hacia el tubo. Mantener la presión sobre el tubo para que fluya la orina, hasta llenar el tubo. Otros Métodos de Recogida de Orina y Conservación En algunas circunstancias, el procedimiento estándar de recogida de orina no es viable, lo que lleva al uso de otros métodos adaptados a situaciones específicas. 1. Colector estéril: Este dispositivo es utilizado en bebés que aún no tienen control de esfínteres. Se trata de una bolsa de plástico con una cinta adhesiva en un extremo, que se adhiere a la zona genital del bebé para recoger la orina. 2. Punción de la sonda urinaria: En algunos casos, la orina se obtiene a través de una punción de la sonda urinaria que lleva el paciente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las sondas que han estado instaladas durante más de 24 horas pueden desarrollar una flora microbiana diferente a la que se encuentra en el tracto urinario del paciente. Como resultado, un urocultivo realizado con una muestra tomada directamente de la sonda puede dar resultados alterados, ya que lo que proliferará será la flora de la sonda. Para evitar este problema, se recomienda realizar un cambio de sonda antes de tomar la muestra. 3. Punción suprapúbica: Este es el método de referencia para obtener orina de la vejiga y determinar si hay bacterias allí. Consiste en aspirar directamente la orina desde la vejiga mediante una técnica de punción aséptica, lo que permite obtener una muestra libre de contaminantes. 4. Cateterización: Este procedimiento implica la inserción de un catéter a través de la uretra para obtener la orina de la vejiga. Aunque en ocasiones pueden introducirse pequeñas cantidades de microorganismos durante la inserción del catéter, su presencia no suele interferir con la interpretación de los cultivos de orina. Conservación y transporte de la muestra El almacenamiento y transporte adecuado de las muestras de orina es crucial para evitar alteraciones en los resultados del análisis. Las muestras deben ser recogidas en contenedores estériles con tapa roscada de boca ancha, que se entregan en una bolsa para protegerlas de contaminaciones. En muchos centros se recomienda el uso de contenedores con dispositivos de transferencia a tubos por sistema de vacío, ya que son más higiénicos y minimizan el riesgo de derrames. La muestra de orina debe ser transportada al laboratorio lo antes posible, preferentemente en posición vertical, para evitar cambios en la composición de la muestra debido al tiempo o a la temperatura. En situaciones en las que el análisis no se pueda realizar en menos de dos horas, la muestra debe ser refrigerada entre 2 y 8 ºC para mantener su estabilidad, aunque es importante destacar que esto puede causar la precipitación de uratos o fosfatos amorfos. Si la muestra no se puede transportar rápidamente al laboratorio, la orina debe refrigerarse para evitar la proliferación bacteriana y la alteración de los componentes. Sin embargo, si la orina se mantiene sin refrigerar por más de una hora, se pueden producir varios cambios, como: Alcalinización de la orina por acción bacteriana, lo que afecta los componentes celulares. Descomposición de los cilindros urinarios, lo que los hace indetectables. Lisis de los hematíes, si los hay. Formación de cristales de calcio, oxalato o ácido úrico a pH fisiológico. En algunos casos, cuando el análisis se retrasa, es posible utilizar conservantes químicos, aunque su uso está restringido a determinados análisis. Los conservantes más comunes incluyen: Ácido bórico: Se usa frecuentemente en estudios bioquímicos porque no interfiere con la mayoría de las determinaciones. Aceite de parafina: Forma una película en la superficie que impide su contacto con el aire y que impide la pérdida de dióxido de carbono, útil en pruebas de acidificación. Cloroformo: Se usa solo en muestras destinadas a la determinación de aldosterona, debido a su toxicidad. Clorhexidina: Previene el crecimiento bacteriano y se usa en ciertas pruebas de glucosa. Tolueno: Protege contra la contaminación bacteriana, pero es difícil de eliminar de la muestra. Se utiliza principalmente para determinaciones de acetona, proteínas, ácido diacético, etc. Formaldehído: Utilizado para conservar elementos formes, pero interfiere con algunas determinaciones, como la de glucosa. Ácidos y bases: Dependiendo del análisis, se pueden usar diferentes ácidos (como el ácido bórico o el ácido clorhídrico) o bases como el carbonato sódico para conservar la muestra (determinación de urobilinógeno y porfirinas). Timol. Es uno de los conservantes menos utilizados porque puede producir falsos positivos. Es esencial que la etiqueta de la muestra indique el conservante utilizado, ya que esto influye en las pruebas que se pueden realizar y en el tratamiento previo que se debe aplicar a la muestra. Muestras para análisis microbiológico Los urocultivos son fundamentales para detectar infecciones en las vías urinarias, identificar el microorganismo causante y determinar el tratamiento antibiótico adecuado. El análisis microbiológico de la orina tiene como objetivo evitar la contaminación de la muestra durante su obtención y garantizar su conservación adecuada hasta el momento de su estudio. Para evitar la contaminación, es necesario seguir estrictas normas de higiene durante la toma de la muestra, ya que la porción distal de la uretra puede estar colonizada por la flora normal de la piel o por bacterias procedentes del intestino. En el caso de las mujeres, la muestra también puede contaminarse con flora vaginal. El tipo de muestra más recomendado es la de micción media, donde se descarta la primera parte de la micción para eliminar posibles contaminantes. La muestra debe ser transportada al laboratorio en un recipiente único con conservante, y debe entregarse en un plazo de dos horas tras su obtención. Si no es posible este plazo, la muestra debe ser almacenada en refrigeración (4 ºC) y puede mantenerse útil hasta 24 horas para su cultivo. 1.4. Muestra de orina de 24 horas La muestra de orina de 24 horas se utiliza para obtener una muestra homogénea y representativa de los analitos que se excretan de manera irregular durante el día. Sin embargo, la recogida de esta muestra puede ser compleja y propensa a errores, ya que requiere que el paciente recoja la orina durante todo un día en un recipiente, el cual debe ser mantenido en refrigeración. Además, este procedimiento requiere una planificación cuidadosa, incluyendo instrucciones detalladas al paciente sobre el proceso y las restricciones dietéticas que deben seguirse. En la actualidad, el análisis de orina de 24 horas ha sido reemplazado en muchos casos por otras pruebas más rápidas y precisas, como el índice de excreción de creatinina urinaria en orinas de una sola micción o las fórmulas MDRD (Modification of Diet in Renal Disease), que incluyen determinaciones séricas y factores como el peso, la superficie corporal, y características demográficas como sexo, edad y raza. Recogida de la muestra de orina de 24 horas Para minimizar los errores preanalíticos, es fundamental que el paciente reciba instrucciones claras y precisas sobre cómo recoger la muestra. Si se requieren dietas especiales antes de la recogida, se debe proporcionar esta información por escrito, así como detalles sobre cualquier medicamento o alimento que pueda interferir con los resultados. Durante el período de recolección, el paciente debe mantener su consumo habitual de líquidos y evitar el alcohol. Procedimiento estándar de recogida de orina de 24 horas La recogida de orina de 24 horas tiene como objetivo obtener una muestra representativa de todos los analitos excretados a lo largo del día. Para ello, se utilizan recipientes especiales con capacidad de entre 1,5 y 3 litros. El procedimiento comienza a primera hora de la mañana, usualmente a las 8 h, momento en el que el paciente debe orinar, pero no recoger la muestra, ya que esta orina ha sido formada antes del periodo que se va a analizar. A partir de ese momento, se debe recolectar toda la orina en el recipiente, sin desechar ninguna fracción. Entre micciones, el recipiente debe conservarse en la nevera. El siguiente día, a la misma hora en la que se comenzó el procedimiento, el paciente debe orinar y recoger toda la orina restante. Después, el recipiente debe ser llevado al laboratorio lo antes posible, y mientras tanto, debe mantenerse refrigerado. Procedimiento modificado de recogida de orina de 24 horas En algunos casos, cuando se requieren análisis tanto de orina de 24 horas como de orina de una sola micción, se puede modificar el procedimiento para facilitar la toma de muestra y evitar que el paciente tenga que desplazarse dos veces. En este caso, el periodo de 24 horas comienza por la noche. Antes de acostarse, el paciente orina sin recoger la muestra y anota la hora exacta en el recipiente. A partir de esa hora, debe recoger toda la orina en el recipiente durante 24 horas, orinando en él por última vez en la noche del día siguiente, a la misma hora anotada. Entre cada micción, el recipiente debe mantenerse refrigerado. Al día siguiente, el paciente debe tomar una muestra de orina aislada en un recipiente pequeño, siguiendo el procedimiento habitual para la recogida de orina, y anotando la hora. Ambas muestras deben ser llevadas al laboratorio lo antes posible y mantenerse en la nevera hasta su entrega. Conservación y transporte de la muestra de orina de 24 horas Los recipientes utilizados para la recogida de orina de 24 horas son de plástico opaco, con boca ancha y capacidad de entre 1,5 y 3 litros, y cuentan con una escala graduada para facilitar la medición. La conservación de la muestra es uno de los aspectos más críticos del procedimiento, ya que un manejo incorrecto es uno de los errores preanalíticos más comunes. Es fundamental que el recipiente se mantenga refrigerado durante todo el proceso de recogida. Si la recogida se realiza en un centro sanitario sin laboratorio, se recomienda hacer un alicuotado de la muestra antes de enviarla al laboratorio. Para ello, la orina debe ser homogeneizada adecuadamente, especialmente si proviene de varios recipientes. A continuación, se alícuotan muestras en tubos de vacío, los cuales deben etiquetarse correctamente. La orina sobrante y el recipiente utilizado deben desecharse siguiendo los procedimientos establecidos. Toda la información sobre el tipo de muestra y los procesos que se le han realizado debe quedar registrada y la información debe llegar al laboratorio junto con la muestra. Uso de conservantes en la muestra de orina de 24 horas En ocasiones es necesario añadir a la orina de 24 h determinados conservantes con el fin de evitar el deterioro de algunos analitos. Los principales conservantes y los analitos para los cuales se utilizan son los que muestra la tabla siguiente: ACTIVIDADES 1. Las muestras de orina permiten detectar alteraciones de aparatos y sistemas distintos del urinario. ¿Por qué? 2. Di cuál es la composición normal de la orina y cita al menos tres sustancias o células cuya presencia en la sangre indica que existe algún proceso patológico. 3. Explica brevemente cómo se llevan a cabo los exámenes microscópicos de orina. 4. Explica qué tipos de información proporcionan un análisis sistemático de orina y un urocultivo. 5. Describe paso a paso el procedimiento que debe seguir una mujer para recoger una muestra de orina de micción aislada. 6. ¿Se puede tomar una muestra de orina de la sonda de un paciente con sonda urinaria? ¿Por qué? ¿Qué se debe hacer para obtener la muestra? 7. ¿Por qué no debe retrasarse el análisis de orina más allá de dos o tres horas? ¿Qué hay que hacer si el retraso es inevitable? 8. Explica cómo se debe conservar y transportar una muestra de orina al laboratorio. 9. ¿Qué inconvenientes y posibilidades de errores tienen las muestras de orina de 24 horas? 10. Busca información sobre los tipos de recipientes para muestra de orina que hay en el mercado (materiales, conservantes, volumen, etc.) y sobre los usos para los que están indicados. 2. Las muestras de heces Las muestras de heces provienen del aparato digestivo y, al igual que las de orina, generalmente son recolectadas por el propio paciente. Sin embargo, la información que se obtiene de las muestras de heces es más limitada en comparación con las de sangre u orina. 2.1. Composición y características de las heces El aparato digestivo es responsable de procesar los alimentos para que los nutrientes sean absorbidos por el organismo. Durante su paso por el tracto digestivo, los alimentos sufren tres procesos clave: Digestión: Los alimentos se descomponen en moléculas pequeñas que pueden atravesar la pared intestinal. Absorción: Las moléculas resultantes de la digestión atraviesan la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo. Excreción: Los restos no absorbidos son expulsados del cuerpo mediante la defecación. En el intestino grueso, los materiales no absorbidos se preparan para su expulsión, con la reabsorción de agua y la secreción de una sustancia mucosa que facilita su expulsión. Las heces son el producto de desecho de la digestión, expulsado a través del ano. En cuanto a su composición, las heces están compuestas principalmente por agua (70%), mientras que el 30% restante corresponde a una fracción sólida compuesta por: Bacterias: Un tercio de esta fracción sólida corresponde a bacterias de la flora intestinal. Residuos de alimentos no digeridos, principalmente vegetales como celulosa. Pequeñas cantidades de alimentos no absorbidos. Secreciones intestinales: Incluyendo bilis, pigmentos biliares y sales biliares. Leucocitos: En pequeñas cantidades, migrados del torrente sanguíneo. Materia inorgánica: Principalmente calcio y fosfatos. Células epiteliales: Desprendidas por la descamación de la mucosa intestinal. En cuanto a las características físicas de las heces, una persona adulta excreta entre 100 y 300 gramos de heces por día. Las características de las heces pueden variar dependiendo de la dieta, aunque ciertos cambios son indicativos de trastornos. Los factores clave incluyen: Consistencia: Las heces normales son blandas, mientras que en la diarrea se presentan líquidas y en el estreñimiento son demasiado sólidas. Color: Las heces son de color marrón en adultos y más amarillentas en lactantes. El color puede cambiar dependiendo de la dieta, pero alteraciones patológicas incluyen: ○ Heces pálidas: Indican obstrucciones biliares o hepatitis. ○ Heces negras y brillantes: A menudo pegajosas, causadas por sangrados en el esófago, estómago o duodeno. ○ Heces con sangre roja: Suele ser un signo de sangrado en el yeyuno, íleon o intestino grueso. Aspecto: Algunas sustancias, como el moco o pus, pueden ser visibles, que pueden indicar infecciones y un aspecto jabonoso puede indicar un exceso de grasa, asociado con enfermedades pancreáticas. 2.2. Los análisis de heces El análisis de heces ayuda a diagnosticar infecciones en el tracto intestinal, detectar sangre vinculada a procesos inflamatorios, infecciosos o tumorales, y puede sugerir problemas de malabsorción intestinal o enfermedades inflamatorias intestinales. A diferencia de las muestras de sangre y orina, los análisis de heces se centran únicamente en el aparato digestivo. Objetivos generales de los análisis de heces Los análisis de heces se utilizan principalmente para detectar trastornos digestivos. Pueden analizar: La presencia de nutrientes no digeridos: Esto puede indicar alteraciones en la digestión o absorción de nutrientes. Por ejemplo, la presencia anormal de grasa puede sugerir una alteración pancreática. Sustancias patológicas: Como sangre, pus o calprotectina, que pueden indicar hemorragias, infecciones o inflamación. Microorganismos o parásitos: Indicando infecciones parasitarias. Tipos de análisis de heces Los tipos más comunes de análisis de heces incluyen: 1. Examen macroscópico y microscópico: Permiten valorar la digestión y detectar alteraciones indicativas de enfermedades. En el estudio microscópico, se puede realizar un frotis fecal y observar directamente la muestra, aunque también se pueden realizar preparaciones especiales con tinciones: ○ Tinción de Sudán: Detecta la presencia de grasa, un signo de síndromes de malabsorción intestinal. ○ Tinción de Wright (con azul de metileno): Permite observar leucocitos polimorfonucleares, característicos de infecciones bacterianas o enfermedades inflamatorias intestinales. 2. Estudios bioquímicos: Se analizan sustancias como calprotectina, tripsina, urobilinógeno, nitrógeno y porfirinas. Estas pruebas pueden ayudar a identificar condiciones inflamatorias o de malabsorción. Existen algunas pruebas específicas destinadas a estudiar posibles síndromes de malabsorción, como son: ○ Prueba de Van de Kamer: Mide con precisión la cantidad de grasa en las heces. Se necesitan varias muestras de heces. ○ Detección de enzimas pancreáticas: principalmente se estudia la presencia de enzimas pancreáticos en las heces, lo cual informa del funcionamiento del páncreas. ○ Sangre oculta en heces: Detecta pequeñas cantidades de sangre en las heces, y es una prueba de cribado del cáncer de colon. En España, desde 2014, el programa de cribado para el cáncer colorrectal incluye la detección de sangre oculta en heces para personas de entre 50 y 69 años. 3. Estudio microbiológico (coprocultivo): Este análisis incluye siembras, observación macroscópica y microscópica, pruebas bioquímicas e inmunológicas y tinciones, como la tinción de Gram, que se utiliza para detectar infecciones bacterianas rápidamente. 4. Estudio parasitológico: Se observa macroscópicamente y microscópicamente para identificar parásitos y sus huevos, utilizando métodos como el examen en fresco, donde se diluyen las heces y se observan para identificar parásitos. 2.3. Muestras para los Laboratorios de Análisis Clínicos Las heces, al igual que otras muestras biológicas, están muy influenciadas por la dieta, lo que puede modificar su composición, consistencia, color y otras características. Por esta razón, es importante que el paciente siga ciertas recomendaciones dietéticas y de manejo de las muestras antes de la recolección. Generalmente, se recomienda que, durante los tres días previos a la obtención de la muestra, el paciente evite consumir ciertos productos que pueden interferir con los resultados de las pruebas. Se debe evitar el consumo de: Medicamentos no absorbibles como los que contienen carbón vegetal, caolín, sales de magnesio, creta o benzonaftol, ya que estos pueden alterar las características de la muestra. Sustancias grasas tales como aceites, laxantes o supositorios, que podrían modificar la excreción de las heces. Alimentos que dejen muchos residuos como cereales, ensaladas, frutas con cáscaras resistentes (tomates, melocotones), o legumbres como guisantes, lentejas y alubias, ya que estos alimentos no se digieren completamente y pueden interferir con el análisis. Sin embargo, para pruebas específicas, pueden ser necesarias otras restricciones dietéticas (o dietas preparatorias), y los pacientes deben recibir instrucciones detalladas oralmente y por escrito sobre cómo prepararse, cómo recoger la muestra, y cómo conservarla y transportarla al laboratorio. Recogida de la Muestra de Heces En el procedimiento para la recogida de muestras de heces se debe tener en cuenta que: La muestra no será válida si está contaminada con orina. No se debe utilizar papel higiénico para recoger la muestra. Se debe procurar recoger la muestra antes de la toma de medicamentos. Para recoger las muestras de heces existen diferentes métodos, pero habitualmente se aconseja utilizar: Un recolector de heces de plástico estéril (de venta en farmacias) que se coloca, usando guantes, sobre un bidé o bien sobre un recipiente previamente desinfectado. El recipiente estéril de recogida, que incluye una espátula, generalmente acoplada al tapón. La persona debe defecar sobre el recolector y luego tomar parte de las heces usando la espátula, depositarlas en el recipiente y cerrar bien el recipiente. Este proceso se debe realizar sin tocar la espátula y sin tocar en ningún momento las caras interiores del recipiente ni del tapón. La cantidad de muestra y el número de muestras necesarias dependerán del tipo de análisis que se deba realizar. Para bebés y niños pequeños que usan pañales, la muestra se puede obtener de manera más sencilla al recubrir el pañal con una envoltura de plástico que separe las heces de la orina. Después, con las manos limpias, se toma la muestra y se coloca en el recipiente estéril para su envío al laboratorio. Conservación y Transporte de las Muestras de Heces Una vez que la muestra ha sido recolectada, es importante que el paciente entregue el recipiente al laboratorio lo antes posible. Mientras tanto, las muestras deben ser conservadas en el frigorífico para evitar la proliferación de microorganismos o la alteración de los componentes de las heces. Algunas pruebas requieren que las muestras sean protegidas de la luz, como la determinación de coproporfirinas. En estos casos, el recipiente debe envolverse en papel de aluminio para evitar la exposición a la luz. 5.2.4. Muestras de Heces para Microbiología En el laboratorio de microbiología se realizan estudios: De microorganismos patógenos. Hay muchos microorganismos presentes en las heces que no causan ninguna enfermedad, ya que forman parte de la flora habitual. Los estudios se centran en buscar los que son patógenos. De parásitos. Los parásitos intestinales son bastante frecuentes y se pueden observar a simple vista o mediante microscopio. Muestras para el Estudio de Microorganismos Patógenos Para el análisis de microorganismos patógenos, las muestras se pueden recolectar en un frasco para heces o mediante un hisopo estéril. En el caso del frasco para heces, la muestra debe ser recogida siguiendo las pautas mencionadas anteriormente, y se debe asegurar que se tomen muestras de zonas específicas como las mucosas, las áreas hemorrágicas o purulentas presentes en las heces. La muestra debe ser del tamaño de una nuez. Es importante que las muestras destinadas a coprocultivo no se refrigeren, pero aquellas que son enviadas para detectar la toxina de Clostridium difficile deben ser congeladas a temperaturas de -70 ºC o -20 ºC hasta su procesamiento. Además, se puede usar un hisopo rectal para recoger las muestras. El hisopo debe ser estéril y estar acompañado de un medio de transporte, generalmente el medio Cary-Blair, que es específico para las muestras de heces. El hisopo se introduce a través de la ampolla rectal, se recoge la muestra, y luego se coloca en el tubo con el medio de transporte. La muestra debe ser entregada dentro de un plazo máximo de dos horas y se conserva a temperatura ambiente durante este tiempo. Coprocultivo El coprocultivo es una técnica aplicada en las muestras de heces para identificar microorganismos patógenos. Una vez que los microorganismos han proliferado en el medio, se realizan las pruebas necesarias para identificarlos. La identificación de una bacteria patógena en el coprocultivo proporciona un diagnóstico claro de la infección. Es importante destacar que, aunque un resultado negativo en un coprocultivo puede ser útil, no se considera definitivo si el paciente sigue mostrando síntomas. Para estar seguros de la ausencia de patógenos, se deben realizar al menos tres coprocultivos distintos con resultados negativos. Esto implica la toma de tres muestras diferentes de heces para completar el estudio microbiológico. Algunos de los microorganismos más comunes encontrados en las heces incluyen Salmonella sp., Shigella sp., Campylobacter sp., Yersinia sp. y Escherichia coli enteropatógena. Muestras para la Detección de Parásitos Los parásitos intestinales son bastante comunes en las heces y pueden ser clasificados principalmente en tres tipos: Helmintos: Gusanos como el áscaris o la tenia. Protozoos: Como Giardia lamblia y amebas. Oxiuros: Son lombrices muy comunes en niños pequeños. Para detectar parásitos en las heces, se realiza un estudio parasitológico completo que debe incluir al menos tres muestras recogidas en días sucesivos. La expulsión de parásitos puede ser intermitente, por lo que se necesitan varias muestras para un análisis completo. Recogida en Frasco para Heces La recogida de las muestras para estudio parasitológico se hace en frascos estériles siguiendo el protocolo de recolección de heces. Cuando se observan formas compatibles con parásitos en las heces o alrededor del ano, esas también deben incluirse en la muestra. Para asegurar que los parásitos se mantengan intactos, las muestras deben conservarse a temperatura ambiente o ligeramente frescas, y no deben ser almacenadas en neveras ni en estufas, ya que estas temperaturas pueden destruir muchos parásitos. Si se prevé un retraso considerable en el análisis, las muestras pueden ser mezcladas con un conservante, como el formol diluido al 5-10%, para preservar los huevos, larvas o quistes. Test de Graham para la Determinación de Enterobius vermicularis Los Enterobius vermicularis, conocido comúnmente como oxiuros o lombrices, son unos parásitos intestinales frecuentes en niños pequeños. A pesar de que puede causar alteraciones gastrointestinales, su síntoma principal es el prurito anal. Para el diagnóstico de la presencia de oxiuros, se utiliza la técnica de Graham, que consiste en recuperar los huevos de oxiuros de la piel anal y perianal con una cinta adhesiva. Este procedimiento debe realizarse durante tres días consecutivos para obtener resultados representativos. La cinta adherida a la zona anal se observa bajo el microscopio para detectar los huevos del parásito. Es esencial que el paciente se lave las manos cuidadosamente después de manipular la muestra, ya que los huevos de oxiuros son altamente contagiosos. Cuando se facilitan las instrucciones se suministra al paciente un sobre con una bolsa y tres portaobjetos de cristal con sendos trozos de cinta adhesiva transparente adheridos a ellos. Por uno de sus extremos la cinta está fijada al porta, mientras que por el otro se puede separar de él. Cada una de las tres recogidas se debe efectuar a primera hora de la mañana, antes de lavarse o ir al baño, de la siguiente forma: 1. Coger un porta y despegar el extremo no fijado de la cinta. Rodear con ella el borde del porta, de forma que la zona adhesiva quede expuesta, y adherirla en la otra cara del porta. 2. Separar los glúteos con una mano mientras con la otra se presiona la zona perianal con el extremo del porta que tiene la cinta con la cara adhesiva expuesta. Hacerlo varias veces, en ambas caras del porta. 3. Volver a situar la cinta adhesiva tal y como estaba al principio. La parte adhesiva vuelve a quedar contra el cristal. 4. Depositar el porta en la bolsa. Cuando estén las tres muestras, introducir los portas en el sobre, y este en la bolsita de plástico. Este procedimiento puede hacerse también utilizando un depresor lingual, colocando en uno de sus extremos cinta de papel adhesivo transparente de forma que la cara engomada quede hacia el exterior. La cinta adhesiva se coloca luego sobre un portaobjetos con la cara engomada hacia el cristal y se envía al laboratorio en un sobre o envuelto en varias capas de papel. ACTIVIDADES 1. Di cuáles son los objetivos generales de los análisis de heces. 2. ¿Cómo se pueden identificar un síndrome de malabsorción intestinal o la presencia de leucocitos polimorfonucleares en las heces? 3. ¿Cómo se valora el funcionamiento del páncreas mediante un análisis de heces? 4. Explica las recomendaciones generales en cuanto a dieta y medicamentos para las personas que deben tomarse una muestra de heces. 5. Explica cómo se debe conservar y transportar una muestra de heces para coprocultivo al laboratorio. 6. Explica en qué consiste el test de Graham para la determinación de Enterobius vermicularis. 3. Las muestras de secreciones digestivas Las secreciones digestivas son fluidos vertidos al interior del tubo digestivo por células y agrupaciones celulares que cumplen diversas funciones en la digestión. Estas secreciones pueden ser recogidas para su análisis con el fin de estudiar su composición y detectar posibles alteraciones. Las muestras de secreciones digestivas más comunes son las de saliva, jugos gástricos y jugos duodenales. 3.1. Muestras de saliva La saliva es un líquido secretado por las glándulas salivales, cuya función principal es ayudar en la digestión y lubricación de los alimentos. Existen dos tipos de glándulas salivales: las glándulas salivales menores, que son entre 600 y 1.000, y las glándulas salivales mayores, que están bien diferenciadas anatómicamente. Las glándulas salivales mayores incluyen las parótidas, submaxilares y sublinguales. En la boca, la saliva desempeña un papel esencial al reblandecer los alimentos, lubricar el bolo alimenticio para facilitar la deglución y comenzar la digestión de algunos carbohidratos gracias a la enzima amilasa. Composición normal de la saliva La saliva es una solución acuosa, hipotónica respecto al plasma, con un pH que varía entre 5 y 7. Su composición varía con el flujo de secreción y difiere algo de unas glándulas a otras. La composición básica es: El agua constituye entre el 98 y el 99,5 % de su volumen. El 0,5 a 2 % restante corresponde a diversas sustancias disueltas, entre las que se incluyen:. La composición básica es: Agua. Supone entre el 98 y el 99,5 % de la saliva. Sustancias disueltas (entre el 0,5 y el 2 %), principalmente: ○ Iones, como potasio, cloro o bicarbonato. ○ Enzimas, como la amilasa y la lisozima. ○ Proteínas, como la mucina. ○ Otros componentes, como la IgA. Los análisis de saliva La saliva se utiliza cada vez más en medicina para diversas pruebas diagnósticas. Algunas de las aplicaciones más comunes incluyen: Estudio de hormonas: Como las hormonas sexuales, suprarrenales y melatonina. Detección de tóxicos: En pruebas de drogas, dopaje o seguimiento de tratamientos de desintoxicación. Diagnóstico odontológico: Se puede detectar la presencia de bacterias como Streptococcus mutans o Lactobacillus, o evaluar la capacidad de tamponado de la saliva. Pruebas genéticas: Como las pruebas de paternidad, que utilizan muestras de saliva para analizar el ADN. Recogida de muestras de saliva Existen dos métodos principales para la recolección de saliva: sin estimulación salival y con estimulación salival. Es importante que el paciente comprenda el procedimiento y se le pregunte sobre cualquier afección que pueda afectar la salivación. 1. Recogida sin estimulación salival: ○ La muestra debe tomarse al menos una hora después de la última comida, aunque se permite beber agua. ○ El paciente se coloca en posición vertical, con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante para que la saliva se acumule en el suelo de la boca y se dirija hacia el labio inferior. ○ La saliva se recoge utilizando una pipeta Pasteur o un embudo, y se deposita en un tubo, con un volumen habitual de 1 a 2 ml. La muestra también se puede recoger utilizando hisopos, cuando lo que se necesita es obtener células. En este caso, el procedimiento consiste en colocar el hisopo en el interior de la mejilla, frotar y hacerlo rotar durante 30 segundos para recoger la muestra. Luego se introduce el hisopo en su envase y se cierra bien. 2. Recogida con estimulación salival: ○ Al igual que en la recolección sin estimulación, debe realizarse al menos una hora después de la última comida. ○ Se estimula la salivación proporcionando al paciente un trozo de parafina para masticar durante cinco minutos o unos granos de azúcar para colocar sobre la lengua. ○ Luego se recoge la saliva de la misma manera que en el procedimiento sin estimulación. Test del aliento El test del aliento se utiliza para detectar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el estómago, causante de úlceras gástricas. La prueba consiste en administrar urea marcada con C13 al paciente, la cual es descompuesta por la bacteria, liberando C13. Se toman dos muestras de aliento: una basal y otra después de la administración de un fármaco que contiene urea marcada con C13 y guarda reposo hasta trascurridos unos 20-30 minutos. Un aumento de C13 en la segunda muestra indica una infección por H. pylori. Para obtener las muestras de aliento el paciente debe hacer una inspiración profunda y luego hacer un soplido mantenido en la bolsa o tubo de ensayo, hasta hinchar la bolsa o empañar de vaho el tubo de ensayo. El paciente debe seguir ciertas indicaciones antes de la prueba, no debe tomar antibióticos el mes anterior, tomar inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol, los 15 días anteriores ni fumar desde al menos 8 horas antes. El día de la prueba debe acudir en ayunas de al menos 10 horas y sin haberse lavado los dientes. 3.2. Muestras de jugo gástrico El jugo gástrico es secretado por las glándulas de la mucosa gástrica y está formado principalmente por agua (80 %), ácido clorhídrico, enzimas y mucina. El análisis del jugo gástrico se realiza principalmente para estudios citológicos, en particular ante la sospecha de cáncer de estómago. El acceso al estómago para obtener esta muestra se realiza mediante una sonda nasogástrica, procedimiento que debe ser realizado por personal médico. Obtención de la muestra Antes de la obtención de la muestra, el paciente debe ayunar durante al menos 12 horas. El procedimiento consiste en introducir una sonda nasogástrica hasta la porción baja del estómago y aspirar una pequeña cantidad de jugo gástrico, la cual se desecha. Posteriormente, la muestra se obtiene de acuerdo con el estudio a realizar: Para un análisis de células o bacterias, se toma una sola muestra. Para una prueba funcional gástrica, para conocer la capacidad máxima secretora del estomago se siguen los pasos que se detallan a continuación. ○ Se aspiran cuatro muestras a intervalos de 15 minutos, que se consideran muestras en estado basal (sin estimulación). Se meten en tubos y se etiquetan. ○ Se administra histamina al paciente por vía subcutánea. La histamina estimula la secreción gástrica. Tras la estimulación se puede aspirar una única muestra a los 30 o 60 minutos, pero normalmente se aspiran varias muestras. Se meten en tubos, se etiquetan y se mandan al laboratorio. Análisis de jugo gástrico El jugo gástrico en condiciones normales es de color transparente, amarillo pálido o gris perla. Sin embargo, si el jugo gástrico presenta colores anormales, puede indicar la presencia de sustancias patológicas: Rojizo: Indica la presencia de sangre. Verdoso: Puede ser debido a un reflujo gastroduodenal. También se mide el pH, un parámetro importante, que varía de cerca de 6-7 en ayunas a valores más bajos (hasta 1) con el estómago lleno. Por esta razón se toman muestras basales y muestras tras estimular la secreción. Tras la observación macroscópica, el jugo gástrico se centrifuga: El sobrenadante se destina a análisis bioquímicos para determinar diversos analitos, como enzimas gástricas. El sedimento se analiza al microscopio para obtener información citológica. 3.3. Muestras de jugo duodenal La mucosa del duodeno secreta diversas sustancias. Además, en esta zona tiene lugar el vertido de la bilis y de las secreciones pancreáticas. El jugo duodenal es un fluido formado por las secreciones de la mucosa duodenal, el páncreas exocrino y el hígado. Se encuentra en la luz del duodeno y se obtiene principalmente para el diagnóstico de infecciones por parásitos como Giardia y Strongyloides. Obtención de la muestra La muestra de jugo duodenal se puede obtener mediante la introducción de una sonda nasoduodenal o mediante técnicas endoscópicas, que se describen más detalladamente en otras unidades didácticas. La aspiración del jugo duodenal se realiza para evaluar posibles infecciones o para realizar análisis de enzimas. Análisis de jugo duodenal El jugo duodenal tiene un color amarillo claro y ligeramente opalescente. Los cambios en su color pueden indicar distintas patologías: Incoloro: Indica colestasis, lo que sugiere una obstrucción en los conductos biliares que reduce o impide que la bilis llegue hasta el duodeno. Amarillo intenso: Suele estar asociado con ictericia debido a un exceso de bilirrubina. Rojizo: Puede ser indicativo de sangrado en el tracto digestivo superior. La cantidad de líquido también es relevante, ya que diversas patologías pueden causar un aumento o disminución del volumen de jugo duodenal. Pruebas realizadas con jugo duodenal Se pueden realizar estudios para detectar parásitos, como trofozoitos y quistes de Giardia lamblia, larvas de Strongyloides stercoralis, y quistes de Cryptosporidium e Isospora spp.. Además, se pueden realizar análisis bioquímicos para estudiar las enzimas presentes y estudios citológicos para observar células sanguíneas o anormales en la muestra. ACTIVIDADES 1. ¿Qué información se puede obtener mediante el estudio de una muestra de saliva? 2. Describe el procedimiento de obtención de una muestra de saliva mediante estimulación salival. 3. ¿Por qué crees que es necesario un ayuno de 12 horas antes de realizar la obtención de una muestra de jugo gástrico o de jugo duodenal? 4. Describe el procedimiento que se sigue en el estudio del jugo gástrico. 5. Cita los tipos de pruebas que se pueden realizar a los jugos duodenales y con qué objetivos. 4. Las muestras de esputo En las vías respiratorias inferiores se produce una pequeña cantidad de secreción seromucosa. En condiciones normales se deglute, pero cuando la cantidad aumenta por inflamación o irritación, produce obstrucción que dificulta la función respiratoria y se requiere la expulsión mediante una expectoración; el resultado es la expulsión de esputo. El esputo es una secreción que se produce en el tracto respiratorio inferior (pulmones y bronquios), y se expulsa cuando se presenta una tos profunda. 4.1. Características y composición del esputo El esputo es una secreción viscosa y elástica (presenta resistencia a la fluidez y se deforma, pero retorna a su forma inicial), cuya consistencia y color pueden variar según varios factores. Estas variaciones pueden ofrecer información sobre posibles afecciones pulmonares. Algunas de las características del esputo incluyen: Consistencia: Depende principalmente del contenido de glucoproteínas y agua, que determina la viscosidad del esputo. Viscosidad: Se ve influenciada por la concentración de ácido siálico. Color: El color del esputo es crucial para el diagnóstico: ○ Transparente o blanquecino: Generalmente indica que no hay enfermedad, aunque una cantidad excesiva puede señalar una enfermedad pulmonar. ○ Amarillo oscuro o verde: Común en infecciones bacterianas como la neumonía o en personas con fibrosis quística. ○ Rosado: Puede ser signo de edema pulmonar, lo que sugiere una acumulación excesiva de líquido en los pulmones. ○ Rojo: Puede indicar la presencia de sangre, lo cual es un signo temprano de cáncer de pulmón o embolia pulmonar. En términos de composición, generalmente se presenta acompañado de saliva, y es una mezcla de plasma, agua, electrolitos y mucina. El esputo está formado principalmente por agua (95 %), con un 5 % de sólidos, que incluyen carbohidratos, proteínas, lípidos, leucocitos, macrófagos y células epiteliales. Aunque es teóricamente estéril, el esputo puede contaminarse con células exfoliadas, secreciones nasales y salivales, y flora bacteriana de la orofaringe. En algunos casos, el esputo puede contener microorganismos, sangre o células anormales, lo que es útil para el diagnóstico de diversas enfermedades respiratorias. 4.2. Los análisis de esputo El análisis de esputo se realiza principalmente para dos tipos de estudios: 1. Estudios microbiológicos: Para detectar la presencia de microorganismos patógenos (bacterias, hongos, parásitos). 2. Estudios citológicos: Se evalúan las características de las células presentes en el esputo, buscando anormalidades que puedan indicar diversas patologías. Entre las condiciones que se pueden diagnosticar mediante análisis citológicos están: ○ Cambios atípicos benignos: Como los asociados a enfermedades inflamatorias, como asma o asbestosis. ○ Metaplasia: Cambio celular que ocurre en enfermedades como tuberculosis o enfisema. ○ Cambios virales (inclusiones): Como aquellos causados por adenovirus, herpes, sarampión o varicela. ○ Infecciones micóticas y parasitarias. ○ Tumores malignos o benignos, como el cáncer de pulmón. 4.3. Las muestras de esputo Para que el esputo sea útil para análisis, debe ser expectorado desde las vías respiratorias profundas (bronquios) y no debe ser simplemente material posnasal o saliva. La expectoración debe realizarse correctamente para obtener muestras de calidad suficiente para el análisis. Muestra para estudios microbiológicos Para las muestras destinadas a estudios microbiológicos, es fundamental que se sigan ciertos procedimientos para garantizar la precisión del diagnóstico: Preferiblemente antes de iniciar el tratamiento antibiótico, ya que este puede interferir en los cultivos. No es útil para el cultivo de anaerobios, ya que el esputo puede estar contaminado con microorganismos presentes de forma natural en la orofaringe, como: Candida albicans, Haemophilus influenzae, Haemophilus haemolyticus, Branhamella catarrhalis, Staphylococcus aureus, Staphylococcus coagulasa negativo y Streptococcus. Existen dos métodos para la recolección de muestras de esputo para análisis microbiológicos: espontáneo e inducido. 1. Expectoración espontánea: ○ Se recomienda tomar la muestra preferentemente a primera hora de la mañana, cuando el esputo traqueo-bronquial está más presente. ○ El paciente debe enjuagarse la boca con agua destilada estéril o solución salina. ○ Después debe inhalar aire hasta la capacidad total de los pulmones y luego exhalarlo con una tos profunda y expulsiva. ○ El esputo debe ser recogido en un frasco estéril con tapa hermética. 2. Expectoración inducida: ○ Si la expectoración espontánea no es efectiva, se pueden usar nebulizaciones de suero fisiológico estéril durante unos 10 minutos. ○ Se puede complementar con drenaje postural o fisioterapia respiratoria para facilitar la expectoración. Tras la estimulación, el esputo se recoge igual que en el procedimiento espontáneo. Recogida con hisopo laríngeo Este procedimiento se utiliza cuando el paciente no puede expectorar correctamente o cuando la expectoración inducida no es suficiente. Aunque el valor diagnóstico de esta muestra es inferior al esputo, se puede obtener utilizando un hisopo laríngeo, lo cual implica el siguiente procedimiento: Se coloca al paciente en un ambiente iluminado y se preparan los materiales necesarios (hisopo, depresor, recipiente estéril). Colocarse guantes, mascarilla y gafas protectoras. Deprimir la lengua, dejando la garganta expuesta. Se introduce el hisopo en la parte posterior de la garganta y se gira para tomar la muestra, evitando que toque la lengua o los labios. Después, el hisopo se coloca en su tubo de transporte y se etiqueta. En niños pequeños, se requiere la ayuda de un adulto para inmovilizar al paciente mientras se realiza la toma de la muestra. Muestra para estudios citológicos Para los estudios citológicos, el procedimiento es más complejo. Se administra una solución inhalable compuesta por propilenglicol al 20 %, cloruro de sodio al 10 % y alfaquimotripsina (5 y 7 mg) para inducir la exfoliación de las células cancerosas. Para provocar la tos, se utiliza un respirador Bird Mark 3 ITPC. El volumen de esputo obtenido varía entre 1 y 3 ml. Una vez obtenida la muestra, se debe enviar rápidamente al laboratorio, sin refrigerarla. Se recomienda recoger tres muestras en tres días consecutivos. Para evitar la autolisis de las células, las muestras deben ser conservadas en formol al 2 % o alcohol al 50 %, aunque también puede usarse alcohol al 70 %, lo que endurecerá el esputo. ACTIVIDADES 1. Describe el procedimiento de obtención de una muestra de esputo mediante expectoración inducida. ¿Esta muestra servirá para un estudio citológico? Si no se consigue obtener la muestra, ¿qué método alternativo se puede usar? 5. Las muestras de semen El semen es un fluido complejo compuesto principalmente por espermatozoides suspendidos en un líquido conocido como plasma seminal. 5.1. Características y composición del semen Los espermatozoides se producen en los testículos y maduran en el epidídimo, donde se almacenan hasta ser eyaculados o reabsorbidos. En la eyaculación, se pueden distinguir tres fases: 1. Fase de excitación: Se producen cambios morfofuncionales. 2. Fase meseta: Se secreta un pequeño volumen desde la glándula de Cowper. 3. Fase de orgasmo: Se produce la eyaculación mediante contracciones de los conductos deferentes, próstata, vesículas seminales y otros músculos. Composición normal del semen El semen eyaculado está compuesto en su mayoría por líquido seminal (más del 90 % del volumen), y el resto corresponde a espermatozoides. La composición del eyaculado refleja las secreciones de diferentes glándulas: Epidídimo: Producción de espermatozoides y L-carnitina. Vesículas seminales: Fructosa, aminoácidos, fósforo, potasio y hormonas. Próstata: Ácido cítrico, fosfatasa ácida, calcio, sodio, zinc y otras enzimas. El semen tiene un color típicamente blanco lechoso o ligeramente amarillento debido a las flavinas de las vesículas seminales. Su consistencia es viscosa, y su pH está en torno a 7,5.. 5.2. Los análisis de semen El análisis del semen incluye varias pruebas para evaluar su calidad y detectar problemas relacionados con la fertilidad o infecciones: Seminograma El seminograma es un análisis macroscópico y microscópico del semen que se utiliza para evaluar la calidad del semen y de los espermatozoides: Macroscópicos: Se observan el volumen, color, olor, densidad, y la filancia del semen. Microscópicos: ○ Concentración de espermatozoides: Un recuento de espermatozoides por mililitro, donde una muestra normal debe superar los 15 millones por ml. ○ Motilidad o movilidad espermática: Se evalúa el porcentaje de espermatozoides con capacidad de movimiento. ○ Vitalidad espermática: Se realiza para detectar espermatozoides muertos, utilizando técnicas como la tinción de eosina o el test hipoosmótico. ○ Morfología de espermatozoides: Evaluación de la forma de los espermatozoides mediante tinción (hematoxilina-eosina). ○ Presencia de leucocitos: Un número elevado de leucocitos en el semen puede indicar infección. Examen bioquímico El examen bioquímico permite estudiar diferentes componentes del semen, dependiendo de la glándula que los secreta: Próstata: Se evalúan niveles de zinc, ácido cítrico y fosfatasa ácida. Vesículas seminales: Se analiza la fructosa. Epidídimo: Se mide L-carnitina. Estudios microbiológicos La presencia de bacterias en el semen se conoce como bacteriospermia. A través de cultivos, se puede identificar la presencia de bacterias patógenas que puedan afectar la fertilidad, como Escherichia coli o Neisseria gonorrhoeae. Estudios genéticos Se realizan estudios genéticos para detectar alteraciones cromosómicas o genéticas en los espermatozoides: Estudio del cariotipo: Permite analizar los cromosomas para detectar cualquier alteración genética. FISH de espermatozoides: La técnica de hibridación FISH ayuda a identificar el número de copias de un cromosoma en cada espermatozoide. Fragmentación del ADN: Evaluación del daño en el ADN de los espermatozoides, lo que puede afectar la fecundación. 5.3. Las muestras de semen Para obtener una muestra de semen, es fundamental que el paciente guarde abstinencia sexual durante al menos tres o cinco días antes de la recolección. Si el período de abstinencia es menor a 48 horas, la muestra no será válida para su estudio. En el caso de que se recoja una muestra para un cultivo, no es necesario este período de abstinencia, pero es importante que el paciente no esté tomando antibióticos. Es preferible, siempre que sea posible, recoger la muestra en una sala anexa al laboratorio para asegurar el tiempo transcurrido desde la obtención hasta el inicio del estudio y para evitar los cambios de temperatura que se producen en el transporte. Pero también la puede obtener el paciente en su domicilio, aunque deberá adoptar medidas especiales para su transporte: Tiempo. Deberá entregarla preferiblemente antes de 30 minutos, y siempre antes de 60 minutos. Temperatura. Deberá intentar mantenerla a temperatura corporal. Se suele recomendar envolver el frasco en papel de aluminio y guardarlo en un bolsillo en contacto con el cuerpo. Obtención de la muestra Antes de la recolección, el paciente debe orinar para vaciar la vejiga y luego lavarse el pene con jabón y aclararlo con agua. La muestra debe obtenerse por masturbación, evitando el coitus interruptus o el uso de preservativos, ya que estos métodos pueden alterar la muestra. Es importante que se recoja toda la eyaculación, y si se pierde alguna fracción, el paciente debe informar al laboratorio, ya que la muestra será inválida para estudios de fertilidad. Recepción de la muestra y anamnesis El personal del laboratorio debe identificar el frasco para la obtención de semen en el momento de la entrega por el paciente junto con el formulario de solicitud y la hoja de trabajo del laboratorio. La hoja de trabajo incluye la etiqueta de identificación de la muestra y los datos personales: nombre, edad, teléfono, etc. También el número de hijos y el motivo del análisis. La persona que recibe la muestra deberá efectuar una breve entrevista al paciente referente a: o Hora de recogida de la muestra. o Días de abstinencia sexual (mínimo 72 h). o Recogida completa del volumen del eyaculado. En caso de pérdida, si se trata de un estudio diagnóstico la muestra no es válida. o Posibles procesos febriles en los tres últimos meses. Las altas temperaturas pueden afectar al espermatozoide en cualquiera de las fases previas a la eyaculación. o Motivo del análisis de semen y si se ha hecho antes análisis seminales. Precauciones con las muestras El manejo de muestras de semen debe hacerse con cuidado, ya que pueden contener virus patógenos como el HIV o el virus de la hepatitis. Las muestras deben ser manipuladas adecuadamente para evitar riesgos de contagio. ACTIVIDADES 1. Explica las condiciones preanalíticas para la recogida de una muestra de semen. 2. Explica qué es un seminograma.