Escritos Pilar Primo de Rivera (1) PDF
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1942
Pilar Primo de Rivera
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Este documento proporciona los escritos de Pilar Primo de Rivera, incluyendo discursos y conferencias. El texto ofrece una visión de sus ideas y perspectivas, y cubre aspectos relacionados con la formación de las mujeres y la situación en España en 1942.
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PILAR PRIMO DE RIVERA – Escritos -1- PILAR PRIMO DE RIVERA Escritos DISCURSOS CIRCULARES ESCRITOS SECCION FEMENINA DE F. E. T. Y DE LAS J. O....
PILAR PRIMO DE RIVERA – Escritos -1- PILAR PRIMO DE RIVERA Escritos DISCURSOS CIRCULARES ESCRITOS SECCION FEMENINA DE F. E. T. Y DE LAS J. O. N. S. 1942 Gráficas Afrodisio Aguado PILAR PRIMO DE RIVERA – Escritos - 45 - Conferencia dada en la F. A. E. La Sección Femenina de Falange tiene como misión más importante la de formar a las mujeres; y esta misión, que hemos aceptado, no la hemos cogido para justificar nuestra organización dentro del Partido, sino por el convencimiento absoluto de que a las mujeres de España hay que proporcionarles revolucionariamente unos conocimientos que hasta ahora desconocían y formarles una conciencia basada en la doctrina de Cristo y en nuestras normas nacionalsindicalistas, para que, sin deformaciones, sepan distinguir claramente en cada momento el bien del mal, tanto en materia religiosa como en el conocimiento que han de tener de la Patria, del hogar y de los hijos. Os voy a leer unas palabras que dije en el II Consejo Nacional de la Sección Femenina celebrado en Segovia, y que eran como el guión de lo que en adelante pensábamos hacer: "Como la cera de fáciles nos ha puesto España a todas las mujeres en la mano, desde las niñas que no saben todavía ni casi hablar hasta las afiliadas de mayor edad que entregan la voluntad de sus huesos cansados al quehacer de la Falange. ¿Y sabéis por qué España ha hecho esto? Porque sabe que la Falange se asienta en todo lo auténtico y en todo lo grande; porque sabe que la Falange cree en Dios y quiere empalmar esta época nuestra, juvenil y revolucionaria, con la tradición viva de España. Quiere la Falange que se junten la alegría deportiva y los cantos populares con una formación religiosa basada en la liturgia, alrededor de la parroquia, como unidad de la Iglesia, y con una formación social basada en la Familia, en el Municipio y en los Sindicatos, como unidades naturales integrantes de la nación. Quiere la Falange dejar fuera en esta formación todo lo falso y todo lo blando que nos enseñaron anteriormente; todas esas cosas de mal estilo que son las que han tenido la culpa de que los que se vieron desatendidos por la justicia se hayan levantado en armas contra la Patria; y quiere dejar fuera, naturalmente, a todo lo que suponga formación comunista, con todo el odio y toda la barbarie que lleva consigo. Por eso, en este momento difícil para España, en que tenemos que deshacer casi todas las cosas que había, porque eran malas; en este momento, en que se nos exige, con una responsabilidad superior quizá a nuestros años y a nuestros conocimientos, la formación auténtica de las mujeres; en este momento os pedimos la ayuda de todas, y ni una sola negará su trabajo fecundo, porque, como dice José Antonio: "En cuanto llega un trance de prueba nacional o de prueba moral nos entendemos todos los jóvenes españoles a quienes nos resultan estrechos los moldes de la izquierda y de la derecha. En la derecha y en la izquierda tuvieron que alistarse los mejores de quienes componen nuestra juventud, unos por reacción contra la insolencia y otros por asco contra la mediocridad. Pero al revolverse contra lo uno y contra lo otro, al alistarse por reacción de espíritu bajo las banderas contrarias, tuvieron que someter el alma a una mutilación, resignarse a ver a España sesgada, de costado, con un ojo, como si fueran tuertos de espíritu; en derechas e izquierdas juveniles arde, oculto, el afán por encontrar en los espacios eternos los trozos ausentes de sus almas partidas; por hallar la visión armoniosa y entera de una España que no se ve del todo sí se mira de un lado; que sólo se entiende mirando cara a cara, con el alma y los ojos abiertos." Tenéis que daros cuenta de que a las camaradas de las Secciones Femeninas hay que formarlas y enseñarles nuestra doctrina, sin apartarlas para nada de la misión colosal que como mujeres tienen en la vida. El verdadero deber de las mujeres para con la Patria consiste en formar familias con una base exacta de austeridad y de alegría, en donde se fomente todo lo tradicional, en donde se canten villancicos el día de Navidad, alrededor de un Nacimiento, y en donde, al mismo tiempo, haya una alegre generosidad de las acciones, en donde haya comprensión absoluta para las malas cualidades de los demás y haya, sobre todo, ausencia completa del chisme, de la pequeñez de espíritu, de las frases a medias palabras, de todas estas cosas que enturbian la vida y la hacen desapacible. Así, pues, junto con la educación deportiva y universitaria, irá esta otra que las prepare para que sean el verdadero complemento del hombre. Lo que no haremos nunca es ponerlas en competencia con ellos, porque jamás llegarán a 'igualarlos, y, en cambio, pierden toda la elegancia y toda la gracia indispensable para la convivencia. Ya veréis cómo estas mujeres PILAR PRIMO DE RIVERA – Escritos - 46 - educadas así, formadas con la doctrina cristiana y el estilo nacionalsindicalista, son útiles en la Familia, en el Municipio y en el Sindicato. Ya veréis cómo estas mujeres educadas así, en un trance de guerra saben entregar, como lo han hecho ahora, con entera voluntad, sus novios, sus maridos, sus hijos y sus hermanos a la Patria." Estas normas generales y un poco ambiguas que se dieron en enero de 1938, a pesar de las dificultades de la guerra se han ido delineando y tomando base en el tiempo que siguió a aquel Consejo, y nos encontramos hoy con un cuadro de profesorado preparado en educación física, música y hogar, y trazadas las normas religiosas que, conforme a la liturgia y dirigidas por sacerdotes, van guiando las conciencias de las 600.000 falangistas afiliadas a la Sección Femenina. Todo esto inculcándoles a la vez nuestra fe falangista, porque estamos convencidas de que la única verdad para España es la nuestra; si no fuera así, nunca nos hubiéramos metido en esta empresa, que se nos está llevando la juventud y que nos hace renunciar a las cosas que son para nosotras más agradables. Dentro de esta formación, lo más importante es la educación de las mujeres como madres. En España, en este momento, la mayoría de las mujeres están sin formar o están deformadas, y muchos de los males que nos han sobrevenido han sido quizá por esta causa, entre otros, el aterrador de la mortalidad infantil, que hace que España, que es uno de los países en donde más niños nacen, no llegue nunca a completar el cupo de los habitantes que necesita; y eso se debe casi exclusivamente a la ignorancia de las madres. Esto en cuanto a la vida física del hijo. Luego, en cuanto a la espiritual, la mayoría de los hijos, incluso de familias acomodadas, tampoco tienen su vida interior formada de manera que puedan ser capaces de luchar contra los enemigos del alma. Y es que se les ha formado de una manera blanda y superficial, debido también a la ignorancia de las madres. Si esto sucede con la vida del alma y la del cuerpo, ¿qué sucederá con otras cosas de ínfima importancia al lado de estas que acabo de decir? Como son el gusto, los sentimientos artísticos y la buena educación, en general, y todas aquellas cosas que hacen agradable la convivencia y que, además, demuestran el nivel de cultura de un pueblo. Por eso, a la vista de todos estos males, nos preparamos para emprender la formación de las madres de una manera total. Entran las afiliadas en la Sección Femenina a los diecisiete años,. con unos conocimientos elementales que han recibido en la O. J. Al recibirlas nosotras, las vamos metiendo en nuestros cuadros de Educación física, para que su cuerpo, todavía en pleno desarrollo, adquiera toda su plenitud. La educación física, que no cabe duda que tiene sus peligros, tiene también inmensas ventajas, como son la disciplina colectiva, la unidad cuando hacen ejercicios juntas varias provincias, la afición al aire y al sol, que las quita del ambiente impuro de los cines y de los bares, la lucha noble entre un equipo y otro, que no se parece en nada al pequeño chisme, a la maledicencia y a la envidia rencorosa que se crea. por ejemplo, alrededor de una camilla. Y otra infinidad de ventajas que sería largo enumerar. Tiene, además, la limpieza, que no está reñida con la honradez moral y que, en cambio, es mucho más agradable para la vida en común. Y el peligro que pudiera haber para las mujeres de que se aficionen a presentarse delante del público con unos trajes que no se acomodan quizá a las normas de la moral cristiana, o la cosa, un poco pagana, que tiene en sí, de darle demasiada importancia a la belleza del cuerpo, está salvado con una vigilancia constante sobre la indumentaria, y además, como las constantes en nuestra formación son la doctrina de Cristo y las normas nacionalsindicalistas, ya en los internados de Educación física procuramos inculcarles a nuestras afiliadas que no hay más que una moral desde el principio del mundo, y esa es la impuesta por Dios a todos los hombres que tienen un alma capaz de salvarse o de condenarse. Y así tenemos que suponer que debe ser para ellas mucho más fuerte la responsabilidad ante Dios de sus actos que la afición que pudieran tener a las exhibiciones. Y la que a pesar de todas estas cosas no se porte como es debido, es que, con educación física o sir ella, haría lo que le diese la gana. PILAR PRIMO DE RIVERA – Escritos - 47 - Viene después la educación para el hogar; porque se da el caso de que se casan las mujeres sin tener absolutamente la más mínima idea de cómo se gobierna una casa, ni de cómo hay que criar a los hijos. Muchas veces el alejamiento de los maridos del ambiente familiar está provocado por causas tan pequeñas como la de hacer mal el café o no tener unos muebles cómodos y limpios donde pueda quedarse tranquilamente después de comer. Porque, por muy pocos medios que haya en una familia, si la mujer es dispuesta sabrá suplir la falta de holgura económica con su trabajo personal y con su ingenio, y será elegante lo que antes era cursi, y estarán limpios los niños que antes estaban sucios, y se comerá un arroz bien condimentado, en vez de una bazofia; además de que se habrá evitado, como os he dicho antes, la tremenda plaga de la mortalidad infantil; porque las madres tendrán ya todas, una vez montadas las Escuelas del Hogar, los conocimientos necesarios para la higiene y alimentación de los niños. Al mismo tiempo, se les irá educando el gusto y aficionándoles a la música, para que desechen de sus casas los horribles cuplés de moda y les canten, en cambio, a sus hijos las maravillosas canciones regionales, romances y poemas de nuestros mejores siglos, canto gregoriano y villancicos, que además de darle a la casa un tono de alegría y buen gusto, sirven para tener un conocimiento completo de la música que produce la Patria, varia como las regiones de España, pero que al mismo tiempo responden todas a un principio de unidad, como son el amor y las conquistas. También el ir despertando en los hogares esta afición a la música hará que se produzcan nuevos genios musicales, que se multipliquen las sociedades filarmónicas; en fin, que España sea un país con música, de la que carece casi totalmente hasta ahora. Tenemos también las clases de adultos. En todos los pueblos de España, después que las mujeres han terminado sus trabajos, pueden ir a nuestras escuelas, donde, a la vez que los conocimientos más rudimentarios de las primeras letras, se les va enseñando el gusto por las labores, por los cantos, siempre con Religión y nacionalsindicalismo, y se les va inclinando su voluntad hacia aquellas cosas para las que demuestran mayores aptitudes, con el fin de ir creando especialistas. Porque otro de los males de España es esa cantidad de gente que no puede colocarse porque, aunque según ellos, sirven para todo, lo que sucede es que no sirven absolutamente para nada. Y ellos son los que crean este ambiente inmoral de la recomendación. Porque, incapaces de conseguir por sí mismos una situación en la vida, tienen que recurrir a las amistades para suplir la falta de preparación, que les pone en condiciones de inferioridad frente a cualquier adversario preparado. Y, por último, tenemos la formación de las mujeres campesinas, que es igual en cuanto a la Religión, nacionalsindicalismo y hogar, a la de las mujeres de la ciudad, pero que tiene, además, la preparación para el cultivo del campo y la huerta, el cuidado y selección de animales domésticos y el fomento de las labores artesanas, que les permita a las mujeres conseguir un jornal sin tener que salir de sus casas. De esta manera se evitan los desplazamientos a las ciudades, cosa siempre perjudicial, porque aun en aquellas familias en que, debido a la guerra, se hayan quedado sin hombres que labren la tierra, la madre, las hijas, la cuñada, la hermana, todas podrán, con un escaso pedazo de tierra, cultivar la huerta, cuidar de los animales y hacer los encajes y los bordados maravillosos que se producen en los pueblos de España. Esta es, en líneas generales, la obra que tenemos entre manos, y le pedimos a Dios, primero, que el Espíritu Santo nos infunda luz y sabiduría, y después que nunca nuestros hijos, al llegar a mayores, puedan echarnos en cara la falsedad de nuestro procedimiento, porque aunque una generación casi nunca suele estar de acuerdo con lo hecho por la anterior, lo peor que pudiera pasarnos es que esos hijos, al llegar a la mayor edad, se dieran cuenta de que no se había seguido con ellos buenos procedimientos, y, al abominar de los procedimientos, abominaran de la doctrina. Porque mientras son pequeños, se les ilusiona de cualquier manera; pero cuando llegan a mayores empiezan a recapacitar si los sistemas que se siguieron con ellos fueron buenos o malos, porque estas reflexiones nos las hemos hecho todos con respecto a nuestra infancia, y estamos decididos a prescindir con los niños que a nosotras se nos encomienden de todos aquellos procedimientos que sabemos ciertamente que han sido perjudiciales.