Educación Desarrolladora para la Transformación PDF

Summary

Este documento describe un enfoque de educación centrado en los estudiantes, docentes y la sociedad, con el objetivo de preparar a profesionales capaces de transformar a la sociedad. Se destaca la importancia de la práctica profesional y el servicio social como parte fundamental de la educación experiencial.

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Educación Desarrolladora para la Transformación En este PDI 2021-2025 se incluye un concepto de educación que focaliza su atención en tres actores y cuatro procesos que, desde luego, no son los únicos. Los actores considerados son estudiantes, docentes y sociedad. Los procesos son aquellos que con...

Educación Desarrolladora para la Transformación En este PDI 2021-2025 se incluye un concepto de educación que focaliza su atención en tres actores y cuatro procesos que, desde luego, no son los únicos. Los actores considerados son estudiantes, docentes y sociedad. Los procesos son aquellos que conectan a esos tres actores en pares y en el trío que incluye a todos a través de las siguientes relaciones: El desarrollo educativo del estudiante, que así se construye como sujeto universitario por sus diálogos con docentes y compañeros. El docente con la sociedad, de la que forma parte como ciudadano y de la que debe enriquecer su trabajo educativo. Por último, el que puede ser el proceso de mayor impacto en el estudiante, en la sociedad y en el docente: la práctica profesional y el servicio social, momento clave de su educación experiencial. Todo ello para que el estudiante, ya como egresado y en una imagen deseada, asuma roles activos para transformar la sociedad hacia mejores valores de la vida. De lo cual se desprende que, para este eje, el objetivo se orienta a: Preparar egresados que sepan de primera mano lo que es transformarse y sentir esa transformación, para convertirse en un ciudadano capaz en lo técnico, consciente y sensible ante lo social, y cuyo sentido del trabajo que realice sea el desarrollo amplio y trascendente de los seres humanos y de las comunidades a quienes se debe. Para lograr ese objetivo en sus diferentes aspectos, dado su nivel de generalidad, habrá que tomar en cuenta los actores naturales de la tarea institucional de lo educativo y los correspondientes procesos que atienden cada uno de ellos. De las propuestas que hicieron las diferentes comunidades de la BUAP, se concretaron tres actores y cuatro procesos: Actores: Estudiante. Docente. Vicerrectoría de Docencia. Procesos: Interpretación de contextos sociales. Problematizaciones sociales en cuya solución pueda contribuir la educación. Rediseño curricular dinámico y construcción flexible de perfil de egreso. Docencia experiencial intensiva en lo intelectual, sensible en lo social y emotiva en lo estético hacia mejores y más amplias capacidades de entendimiento. De las posibles combinaciones de actores y procesos, es de donde surgirán los factores que harán posible el objetivo del eje educativo. Combinaciones que, en un nivel alto, deberán estar dirigidas por el criterio superior de su valor formativo para el estudiante. Todo ello para contribuir a su preparación, para una vida intelectualmente productiva, conducida con ética, que aprecie lo estético y que sea auténticamente solidaria. Los problemas surgen y se identifican con facilidad, en primer lugar, en las crisis que viven dos extremos de la población: la sociedad y los individuos. Es ahí donde se originan tanto los apuros de cada persona como las difíciles condiciones que se manifiestan en la calle: desempleo, violencia, pérdida de la salud, deterioro de la sana convivencia, corrupción, descomposición política, pérdida de valores y hasta pérdida de sentido en la vida. Sin embargo, la misma sociedad ha generado, históricamente y para sí misma, algunas herramientas para prevenir, evitar, enfrentar y/o resolver esos y otros problemas. Particularmente, para las necesidades de desarrollo de capacidades humanas para producir bienes y para saber convivir se ha generado la institución social de la educación, y en uno de sus niveles, la institución concreta de la universidad. De modo que las universidades tienen la encomienda y el compromiso de preparar a las personas para disminuir esos problemas, para evitar o prevenir otros, para adelantarse a situaciones y aún para, sin que deba existir un problema, cultivar la creatividad y así generar elementos que sirvan para elevar la calidad de la vida. Dado lo social y lo individual como origen de demandas a la universidad, en ésta se realizan los procesos de interpretación de con- textos sociales, de actualización curricular y de docencia, llevados a cabo por estudian- tes, docentes y autoridades. Y aquí es donde surgen otros problemas, que, convertidos en preguntas a responder, se expresan de la forma siguiente: ¿cómo desarrollar de forma equilibrada la potencialidad de los estudiantes?; ¿cómo llevar el desempeño docente a elevados niveles de entendimiento y emoción por logro?; ¿cómo diseñar currículos de alto valor en todos los sentidos? Algunos de estos problemas son de los que se plantean en este PDI 2021-2025, para alcanzar, desde la BUAP mejoras socialmente significativas. Uno de esos problemas, en su manifestación concreta se trata a continuación. La pandemia del COVID-19 y sus implicaciones en las dinámicas sociales, han impuesto nuevas correlaciones en el ecosistema universitario en general. Al propio tiempo, la evolución de las Políticas Públicas de Educación Superior, Ciencia y Tecnología que se han venido implementando por el actual Gobierno Federal, reconfiguran el escenario de actuación para enfrentar una nueva forma de atender las brechas de la Educación Superior Pública y de la BUAP, en particular. En este complejo escenario, los altos índices de reprobación, deserción y rezago estudiantil, emergen como evidencia del mayor problema que enfrentan las universidades públicas en su encargo y rentabilidad social. Tales dinámicas exigen diseñar y dar seguimiento a un currículo pertinente y desarrollador, que evidencie una acción resiliente y ponga en valor los intereses de los estudiantes con sus proyectos de vida. Que reconozca y adapte diferentes ritmos de aprendizaje, en los cuales se combinen el saber ser, saber aprender, saber convivir y saber hacer, y que favorezcan el desarrollo de competencias profesionales al tiempo de abrir la posibilidad de participar en esquemas de formación accesibles y flexibles para actuar integralmente. Debemos considerar que en la base de todo ello están las capacidades intelectivas de los sujetos, sus niveles de entendimiento del mundo, de sus interrelaciones y de sus sentidos, de modo que al proceso de enseñanza-aprendizaje, debemos agregar el concepto de entendimiento, como la base intencional y el logro final del ejercicio de la inteligencia crítica. El entendimiento debe ser previo y/o simultáneo a la aceptación de un aprendizaje, de manera que éste se sustente en convicciones de hechos verificables intersubjetivamente, de racionalidades plurales y válidas y de sentidos relevantes, además de pertinentes. Además, la optimización de recursos institucionales para evidenciar la creación de valor en diversos escenarios exige una perspectiva multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar, que sigue siendo un problema manifiesto en el despliegue de las capacidades académicas bajo la actual estructura universitaria, en la que prevalece la duplicidad de esfuerzos entre programas y dependencias, lo cual debilita la acción coordinada en el seguimiento a trayectorias escolares y a la atención al estudiante. De igual manera, es necesario enfrentar el problema de la reconfiguración del rol del profesor en los nuevos escenarios educativos a través de la profesionalización y el desarrollo del talento docente, y enfrentar de manera innovadora y financieramente sostenible, la emergente necesidad de la renovación de la planta docente. La búsqueda de competitividad de las economías locales, regionales, nacionales y globales, está determinando la precariedad y fragmentación del empleo, mientras que el paradigma emergente del autoempleo y el teletrabajo, configura nuevas oportunidades para los estudiantes cuya antropología social les permite interactuar de forma dinámica en varios escenarios, combinando espacios presenciales y mediados por la tecnología, laborales y formativos. Lo anterior contrasta con la configuración del modelo de formación universitaria que sigue basado en una premisa de dedicación exclusiva por parte del estudiantado que, en gran medida, resulta inadecuada y deriva en brechas de eficiencia terminal sostenidamente crecientes. La atención a los problemas de cobertura, pertinencia y creación de valor público a través de la Educación desarrolladora para la transformación, requiere de una nueva mira- da. Toda vez que las soluciones basadas en el modelo tradicional han agotado su eficacia y sólo llevarán a mayores contradicciones entre la creciente demanda social y la restricción de recursos para atenderla de manera eficaz. En ello emerge, con particular importancia, la atención al problema de una nueva configuración didáctica por parte del profesorado y la readecuación de la infraestructura educativa que soporte el modelo mediado por tecnología en ecosistemas abiertos de enseñan- za-aprendizaje-crecimiento intelectivo. La retención del estudiante, es quizás uno de los problemas más graves que enfrentan las instituciones educativas en todos sus niveles, aunque en licenciatura el problema sea mayor. Como componente de la atención integral del estudiante, pero además como factor para que los jóvenes permanezcan alejados de los vicios, en el PDI 2021-2025 se propone la puesta en marcha de un plan integral de actividad física y deporte que incluye el fomento y promoción de actividades físico-recreativas y deportivas, así como el deporte entre estudiantes, profesores y trabajadores universitarios con impacto en la sociedad en general. Es por ello que nos planteamos impulsar, promover y difundir entre los integrantes de la comunidad universitaria los beneficios y ventajas que conllevan la actividad física y el deporte en los niveles de salud, bienestar, desarrollo personal y socioemocional. Otro propósito fundamental es integrar a universitarios a equipos representativos y elevar su nivel competitivo, con miras a desarrollar el deporte de alto rendimiento que represen- te a la BUAP en competencias a nivel estatal, regional, nacional e internacional. Para alcanzar esos objetivos se establecen las siguientes estrategias: Creación de Centros de Formación Universitaria. Detección de talentos deportivos e impulso al deporte de alto rendimiento. Promoción de actividades físico-deportivo recreativas. La BUAP necesita superar los enfoques endogámicos del proceso de enseñanza que limitan las oportunidades de ubicar al estudiante en el centro del proceso extendido por las tecnologías digitales y configurar, además, procesos de gestión académica que favorezcan el desarrollo de competencias profesionales, blandas e interculturales de los estudiantes. La Educación Desarrolladora para la Transformación considera empoderar a los estudian- tes a través del desarrollo de sus capacidades intelectuales, de su aprendizaje y de la innovación. Lo que significa generar directrices que orienten la integralidad de las experiencias, fundamenten su pertinencia y fomenten el análisis y la evaluación de los trayectos formativos. Todo ello, con una visión integral del proceso educativo, que contribuya a enfrentar el reto del desarrollo de capacidades de transformación en condiciones de resiliencia postpandemia y haciendo una contribución de certidumbre de futuro para los estudian- tes cuando abandonan sus estudios. El enfoque que presupone la apuesta Desarrolladora considera la integración de elementos que evidencien la atención a la complejidad del mundo, su diversidad y los aprendizajes en distintos ambientes, para recontextualizarlos y asegurar la pertinencia de la formación profesional. Para lograrlo también es indispensable el desarrollo de competencias docentes con una visión global sobre la enseñanza, además de su profesionalización frente a los nuevos escenarios sociolaborales. Con esta mirada integral debemos atender las brechas que impiden migrar de esquemas tradicionales a esquemas innovadores de formación desarrolladora, lo cual implica el abordaje de la gestión del cambio a lo largo de toda la cadena de valor de los procesos de enseñanza y aprendizaje y de todos los actores que en ella intervienen: docentes, estudiantes, infraestructura educativa y procesos de gestión. Por otra parte, se implementará el análisis, diseño y/o actualización de programas de estudio del Nivel Medio Superior (NMS) haciendo un reconocimiento de los diversos contextos en los que se inserta cada plan de estudios que recupere la experiencia de sus comunidades, junto con los principios y orientaciones de la Nueva Escuela Mexicana y el Marco Curricular Común (MCC) actualizado, mediante procesos de revisión y actualización curricular a partir de una evaluación crítica de los resultados alcanzados de la reforma educativa precedente. Considerando el Perfil de egreso y trayectoria 0-23 propuesto por la Subsecretaría de Educación Media Superior, que establece que el perfil de egreso debe estar estrechamente ligado e, incluso, formar parte de una idea más amplia respecto a la trayectoria formativa de la persona, que va desde el inicio de la vida hasta los 23 años. En consecuencia, el currículo deberá responder a las necesidades y desafíos que enfrentan y enfrentarán los jóvenes y las oportunidades a su disposición. Su contenido debe ser dialógico, es decir, un recurso para acceder al conocimiento; es un pretexto, es dinámico, se enriquece y evoluciona, orienta al aprendizaje y los estudiantes contribuyen a ello. En todas las áreas se aprenderá la utilidad y pertinencia del conocimiento, por lo que, la selección de contenidos adecuados y el diseño curricular deben partir de un diagnóstico de la realidad local, nacional e internacional. La actualización de los planes y programas de estudio se llevará a cabo utilizando herramientas formativas y contenidos acordes con los objetivos de la Nueva Escuela Mexicana, que promuevan el desarrollo de competencias profesionales para una vida productiva y de calidad, con base en situaciones de aprendizaje contextualizadas, atendiendo a las recomendaciones de la Red Nacional de Educación Media Superior (RNEMS): Priorizar el trabajo colaborativo, multidisciplinario y la transversalidad de los recursos socioemocionales y sociocognitivos. Favorecer el desarrollo de proyectos interdisciplinarios. Partir de problemas sociales auténticos y, en su caso, de los requerimientos del mercado laboral. Los planes y programas del MCC de la Educación Media Superior deben someterse a evaluaciones y actualizaciones permanentes, acorde a los acelerados cambios que ocurren en la sociedad. Establecer lineamientos claros que pre- vean y permitan la implementación de una educación mediada por tecnología. Diseñar los programas con una gran flexibilidad curricular que permita el establecimiento de diversas trayectorias de aprendizaje para la Educación Media Superior. Contar con lineamientos metodológicos para hacer visible la transversalidad del curriculum en los contenidos, así como definir criterios de evaluación. Para mejorar la cobertura y pertinencia de los programas del nivel medio superior, se plan- tea implementar bachilleratos bivalentes que favorezcan la formación para el trabajo como una estrategia para impulsar la inserción laboral de las y los estudiantes. A mismo tiempo, se propone revalorizar la educación tecnológica, de tal manera que los jóvenes y la sociedad en su conjunto conozcan y opten por este tipo de bachillerato. La tendencia es brindar al estudiante destrezas y saberes que le permitan insertarse en un mundo laboral cambiante, así como incidir en sus posibilidades de emprendimiento, innovación y desarrollo de proyectos productivos. La Nueva Escuela Mexicana propone un cuarto año de estudio para favorecer la integración al trabajo y la actualización permanente de las y los alumnos. Este cuarto año podría impactar tanto en la formación del bachille- rato general, el bachillerato tecnológico y el profesional técnico además de que propor- cionaría una formación especializada para incorporarse al sector laboral. Asimismo, se considera la trayectoria integrada en las etapas de formación desde educación inicial hasta la universidad, en la que la Educación Media Superior será un referente formativo que permita hacer realidad la articulación entre ese nivel y la educación básica y la educación superior, por lo que se deben establecer mecanismos de evaluación y reconocimiento de la formación en el nivel medio superior, al igual que reconocer aprendizajes informales, es decir, construidos fuera del ámbito académico, para determinar la acreditación y portabilidad de los estudios realizados y conocimiento adquiridos, usando micro-credenciales, credenciales alternativas y certificaciones, que permitan al estudiante acceder a niveles pertinentes de estudios superiores. Los saberes pueden ser desarrollados en el ambiente escolar, o por otros medios como el trabajo, las prácticas o de manera autodidacta. "Gestión curricular y académica de los Programas Educativos." Justificación El contexto contemporáneo demanda diversidad de fortalezas técnicas y humanísticas en los egresados universitarios. Desarrolladas desde una oferta académica situada, flexible y dinámica, que responda con mayor agilidad y eficacia a las complejas problemáticas sociales, tanto en el nivel profesional como en educación media superior y posgrado. En concordancia con la dimensión desarrolladora, resiliente e inclusiva, haremos de la motivación hacia el logro educativo, una prioridad que permita reconocer el valor de los saberes profesionales. Estructurados modularmente y que serán acreditados a través de valores curriculares reconocidos semestre a semestre, de modo que, el progreso curricular, junto a los créditos educativos obtenidos con base en la trayectoria escolar, haga posible la obtención de certificaciones que respalden el valor del conocimiento acumulado y al propio tiempo, contribuyan a una mayor certeza de futuro de los estudiantes. Las certificaciones crearán valor en la medida que atenúan el efecto regresivo de los altos índices de deserción y al propio tiempo, propician una mayor rentabilidad social del esfuerzo de la educación superior como bien público. Diversos estudios de egresados muestran una relativa correlación entre los elementos y las reformas de contenidos curriculares y el valor ante el mercado laboral, por el contrario de la efectiva relación entre los espacios de desarrollo que a lo largo del currículo tiene el estudiante con los entornos de empleo. Más que la propia razón de obtención de credenciales alternativas, el Proyecto presupone la configuración de una Ecosistema Desarrollador, donde el estudiante pueda dialogar con los entornos de empleabilidad o continuación de estudios, que les permita convertir en valor a fases tempranas, su decisión de vida de cursar estudios universitarios. En tal sentido, las dimensiones formativas, de investigación y de extensión de esos escenarios, aporta el carácter institucional integrador del Proyecto. Promover la certificación de saberes pro- fesionales logrados desde los primeros se- mestres de estudios, resultado del rediseño curricular, flexible basado en las principales oportunidades laborales y en la incorporación de un enfoque modular. Estas certificaciones, acreditaciones y microcredenciales iniciales ofrecen el doble beneficio de enriquecer la formación integral de las y los estudiantes, al integrarse a su curriculum, y también otorgan la alternativa de brindar reconocimiento oficial a las habilidades adquiridas cuando, por causas de fuerza mayor, deban interrumpir o suspender su formación universitaria. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Rediseñar Planes de Estudio bajo la modalidad modular mediada por tecnología, conducente a la acreditación de competencias profesionales y blandas o transversales determinada por el perfil de egreso y los campos de actuación profesional. Fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje a partir de la innovación en las estrategias didáctico-pedagógicas enfocadas a la construcción de aprendizajes significativos con valor instruccional integrados a los planes de estudio de los diferentes programas educativos. Desarrollar un modelo de docencia resiliente, innovador, flexible, comprometido que incorpore un abordaje humanista y crítico que contribuya al carácter desarrollador de la educación. Rediseñar las estrategias de acompañamiento y seguimiento de las trayectorias escolares que incidan en la mejora de la retención y el apoyo temprano antes casos de rezago y/o posible deserción. Desarrollar ecosistemas de aprendizaje abierto y espacios de desarrollo para atender el cambio de centralidad del aula como espacio de aprendizaje. Flexibilizar y digitalizar procesos de gestión académica y administrativas para dar respuesta eficiente y oportuna a la población universitaria. ESTRATEGIAS Reingeniería Curricular a través del trabajo colegiado de las Comisiones de Diseño, Evaluación y Seguimiento Curricular. Innovación del Aprendizaje a partir de estrategias didáctico pedagógicas como parte de un nuevo modelos de atención a los estudiantes en los niveles educativos y modalidades. Desarrollo y Renovación de la Planta Docente a través de programas de actualización, retención y habilitación, en un modelo de Gestión del Conocimiento. Seguimiento a Trayectorias Escolares a través de los diferentes sistemas de acompañamiento y la procuración de la formación integral. Conformación de ecosistemas de aprendizaje con el uso de infraestructura educativa digital y conectividad. Gestión y Operación Académica que garantice la ejecución de los procesos para alcanzar las metas y objetivos de la institución. METAS Rediseñar contenidos de la Formación General Universitaria al 2023. Contar con una programación anual recurrente de oferta flexible y abierta para acreditaciones y micro-credenciales formativas nacionales e internacionales con valor para los programas curriculares a través de la Educación Continua al 2025. Contar en 2023 con estudios de pertinencia para los procesos de actualización de Planes de Estudio. Implementar nuevas modalidades educativas mediadas por tecnología en el 100% de los Programas Educativos al 2025. Ampliar en 30% la oferta de programa de la Universidad para Adultos al 2024. Habilitar un modelo innovador para el desarrollo de la oferta académica regionalizada al 2024. Actualizar el 100% de los planes y programas de estudio de Nivel Medio Superior (NMS) con herramientas formativas y contenidos acordes con los objetivos de la Nueva Escuela Mexicana, que promuevan el desarrollo de competencias profesionales para una vida productiva y de calidad, con base en situaciones de aprendizaje contextualizadas al 2023. Mejorar la cobertura y pertinencia en el 100% de programas del Nivel Medio, implementando bachilleratos bivalentes que favorezcan la formación para el trabajo como una estrategia para impulsar la inserción laboral al 2023. Contar con un programa de difusión de la oferta de Nivel Medio en particular en los municipios donde se tiene presencia a 2023. Contar con un programa de evaluación y reconocimiento de la formación académica y de aprendizajes informales, para determinar la acreditación y portabilidad de los estudios realizados y conocimiento adquiridos, usando micro credenciales, credenciales alternativas y certificación, que permitan acceder al estudiante a niveles pertinentes de estudios superiores al 2023. Contar con un programa de capacitación permanente para habilitar a los docentes en estrategias para el Desarrollo de habilidades blandas o transversales contenidas en los Programas Educativos al 2023. Integrar un ecosistema BUAP de aprendizaje abierto, la comunicación y las técnicas de investigación científica al 2022. Contar con una agenda de trabajo en el 100% de los programas educativos para la conformación de espacios de desarrollo que permitan fomentar la práctica situada en el desempeño laboral y el perfil de egreso al 2022. Implementar en al menos el 30% de los Programas Educativos la conformación del Portafolio de Logros y Competencias a lo largo del currículo al 2023. Incrementar en 50% el número de unidades académicas que aplica exámenes departamentales y evaluaciones intermedias al 2023. Implementar en al menos el 25% de los Programas Educativos el Desarrollo de los Nodos de Impulso a la Economía Social y Solidaria como ecosistema al 2024. Contar con la normatividad y lineamientos para la implementación de una educación no presencial apoyada con tecnología al 2023. Acercar al 100% de las Unidades Académicas los recursos socioemocionales y sociocognitivos a partir del trabajo colaborativo y multidisciplinario al 2023. Renovación de los itinerarios formativos de la Escuela de Formación y Desarrollo Académico al 2023. Contar con un Programa de Detección de talentos para la docencia y funciones de apoyo académico al 2023. Establecer un programa para la Mejora del clima laboral y la salud emocional de los colectivos docentes al 2023. Habilitar un programa institucional de desarrollo de equipos docentes colegiados de alto desempeño al 2023. Promover el reconocimiento de calidad del 100% de los Programas evaluables con el apoyo del Sistema Institucional para la Evaluación y Acreditación de la Calidad al 2022. Revisión, actualización y aplicación de los esquemas de reconocimiento y evaluación del desempeño docente al 2023. Habilitar un sistema digital Institucional para la Integración del Portafolio de Desempeño en correspondencia con el perfil integral del Profesor Universitario en sus distintas categorías y funciones al 2023. Rediseño del esquema de acompañamiento estudiantil y de tutorías al 2022. Contar con un sistema institucional que permita a los tutores la semaforización del avance curricular y la detección temprana de posible deserción escolar al 2022. Contar con un programa por unidad académica orientado al fortalecimiento el proceso de Asesoría y Acompañamiento para la Titulación al 2022. Capacitar al menos dos veces al año a coordinadores de programa educativo en analítica de datos sobre trayectorias estudiantiles al 2022. Contar con un programa de disminución del rezago y dedicación parcial escolar a través de modalidades alternativas para estudiantes, al 2023. Diseñar programas de Educación Media Superior con flexibilidad curricular que permita el establecimiento de diversas trayectorias de aprendizaje al 2023. Crear un programa de deporte y vida sana para los estudiantes universitarios como parte de su formación integral al 2024. Creación de un sistema de competencias intra e interuniversitarios donde participen las escuelas incorporadas al 2023. Lograr la Certificación de 4 laboratorios de acuerdo al perfil de uso compartido en el 2023. Desarrollo de 3 laboratorios virtuales al 2023. Asegurar la infraestructura en conectividad en el 100% de las instalaciones universitarias en las diversas sedes y complejos regionales. Desarrollo del Centro Digital de Alfabetización Informacional e Integridad Académica al 2024. Integrar un ecosistema BUAP, Digital de Aprendizaje Abierto en apoyo a la docencia al 2023. Contar con un modelo de Visibilidad Digital y Abierta de las Capacidades y Re- cursos Académicos al 2023. Desarrollar un modelo de plataformas educativas de aprendizaje para la realización de actividades formativas institucionales al 2023. Contar con un programa de Tecnología Educativa institucional, para la modernización y habilitación de espacios y ambientes de aprendizaje en apoyo a la pertinencia y calidad de los Programas Educativos en el 2023. Contar con un modelo de simplificación y estandarización de procesos escola- res basados en eficacia y usabilidad al 2023. Lograr la Acreditación y Certificación de la Calidad de Programas y Actividades Complementarias al proceso formativo al 2024. Desarrollar un proyecto de Transformación digital de procesos de gestión y operación académica al 2024. Contar con un programa de mejora y fortalecimiento de las capacidades y presencia de los Complejos regionales en el 2023. Contar con una agenda de trabajo para la estandarización de procesos en el Sistema de Escuelas incorporadas en el 2023. Establecer una Agenda Institucional, académica, administrativa, cultural, deportiva y de servicios, como parte del Calendario Escolar a partir del 2023. Habilitar y normar la puesta en marcha del Buzón Universitario en todos los niveles y dependencias a partir del 2022.

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