CFGS Integración Social: Módulo "Contexto de la Intervención Social" - Resumen PDF
Document Details
Uploaded by Deleted User
Tags
Summary
Este documento presenta un resumen del módulo "Contexto de la Intervención Social" del programa CFGS (Certificado de Formación Profesional de Grado Superior) de Integración Social. Se aborda la interacción entre la dimensión individual y social en el desarrollo humano, con especial énfasis en temáticas como las necesidades humanas, psicológicas evolutivas, el proceso de socialización y una pequeña introducción a la psicología del género y las ciencias sociales. Se exponen conceptos fundamentales sobre el desarrollo humano desde una perspectiva general y amplia, incluyendo distintos enfoques como el innatista, empirista o interaccionista.
Full Transcript
Pág. 0 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” R.A.1_UD 1: “Antes de la intervención social… ¿cómo funcionamos los seres humanos como seres sociales? Conceptos y reflexiones desde las ciencias sociales” ÍNDICE DE CONTENIDOS:...
Pág. 0 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” R.A.1_UD 1: “Antes de la intervención social… ¿cómo funcionamos los seres humanos como seres sociales? Conceptos y reflexiones desde las ciencias sociales” ÍNDICE DE CONTENIDOS: 1. INTRODUCCIÓN 2. NECESIDADES HUMANAS 3. PROCESO DE SOCIALIZACIÓN 4. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: EL CICLO VITAL 5. PROCESOS INDIVIDUALES Y COLECTIVOS EN LA IDENTIDAD Y CONDUCTA HUMANAS: CONCEPTOS Y REFLEXIONES DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES. 6. GÉNERO, PSICOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES: UN BREVE APUNTE. 7. BIBLIOGRAFÍA 1. INTRODUCCIÓN Las características y comportamiento de cualquier ser humano se conforman con una mezcla entre su dimensión individual y su dimensión social o colectiva. Los cambios que se producen a lo largo de la vida del ser humano, ya sean de tipo morfológico o de tipo conductual, suceden debido a fenómenos que suelen considerarse como los motores del desarrollo, es decir, los impulsores de las modificaciones que se producen en la persona. Crecimiento y maduración: fenómenos biológicos por los que se despliegan patrones genéticos, programados en cada especie, y que provocan ciertos cambios en el desarrollo. Existen logros evolutivos estrechamente ligados a estos fenómenos, como caminar o mantenerse sentado. Son el motor interno del desarrollo. Aprendizaje: fenómeno psicosocial por el que se adquieren nuevos conocimientos o capacidades a través de la experiencia, lo cual provoca numerosos cambios en el desarrollo. Es un proceso de adaptación mediante el cual cada individuo trata de responder a la realidad que le rodea, lo cual hace que se modifique y adquiera logros evolutivos, como el lenguaje o escribir. Es el motor externo del desarrollo. Tradicionalmente ha habido dos posturas contrapuestas en la consideración del peso que crecimiento, maduración y aprendizaje tienen en el desarrollo humano. Estos dos paradigmas o concepciones son: Innatista o nativista, la que propugnan aquellos autores que creen que la gran mayoría de cambios en el desarrollo humano están determinados genéticamente. Ambientalista o empirista, representada por autores que sostienen que es la experiencia y el Pág. 1 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” aprendizaje los que van conformando el desarrollo de la persona. Desde esta postura se remarca el aspecto fundamentalmente social del ser humano, defendiendo que la persona se construye en sociedad, adquiriendo aprendizajes de los demás. La postura ambientalista afirma que las circunstancias y el medio determinado donde se desarrolla la persona van a dar como resultado una serie de cambios específicos en el ciclo vital de cada sujeto. En realidad, ninguna de las dos concepciones tomada aisladamente podría explicar la complejidad del desarrollo humano, sino que una postura interaccionista y ecléctica es la que mejor puede ayudar a comprender este proceso de cambios en la vida de las personas. Distintas ciencias (Biología, Psicología, Sociología, Antropología, …) se han ocupado a lo largo de la historia de investigar y dar respuesta a nuestro funcionamiento individual y colectivo. En esta UD vamos a apoyaros en ellas para profundizar en estas cuestiones. Los seres humanos somos, en esencia, seres sociales. Es en contacto con otros seres humanos que nos convertimos en lo que consideramos seres “propiamente humanos”. Este contacto nos proporciona el desarrollo en distintas líneas, cubriendo nuestras necesidades en distintos planos. En primer lugar, de subsistencia. Sin el cuidado de otros seres adultos responsables que le proporcionen alimento, calor, higiene, descanso o cuidados afectivos, por razones obvias, un recién nacido no sobrevive. Además, los grupos a los que pertenecemos, con los que compartimos territorio, costumbres, lengua, cosmovisión, son también los que nos permiten formar parte de determinada cultura y generar sentido de pertenencia, seguridad, identidad. Es ese mismo contacto y cuidado lo que nos permite pasar de ser seres biológicos (mamíferos) a seres sociales (personas, ciudadanas/os) que forman parte de diferentes colectivos. Es lo que llamamos proceso de socialización. Nuestra identidad como seres humanos se forma en un doble sentido, individual y colectivamente, teniendo diferentes componentes y características a lo largo de los distintos momentos de la vida. Como sabemos, nuestro sujeto principal de intervención como profesionales de la integración social son personas y colectivos en situación de vulnerabilidad o exclusión social. También, de forma paralela, los propios grupos o sociedades donde suceden esos procesos de exclusión y deben llevar a cabo cambios para evitarlos. Pág. 2 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” 2. NECESIDADES HUMANAS Las necesidades humanas se pueden considerar aquellos elementos cuya consecución resulta indispensable para vivir en un estado de bienestar suficiente. Es necesario distinguir entre necesidades (por ejemplo, la alimentación) de satisfactores (la forma de resolver una necesidad). Por ejemplo, puedo resolver mi necesidad de alimentación con diferentes satisfactores: comiendo langostinos, lentejas o bollos industriales. Hay satisfactores que resuelven una necesidad, pero dificultan otra. Por ejemplo, la bollería industrial nos quita el hambre, pero genera problemas de salud. Una necesidad es diferente de un deseo. Los deseos humanos son infinitos, pero las necesidades no lo son. No necesitamos infinita ropa, ni infinita comida ni infinitas comunicaciones. La sociedad de consumo busca eliminar esta distinción. Puedo decir que necesito comprarme unos pantalones cuando lo más correcto sería que lo deseo. Podríamos distinguir entre tener una vida digna y tener lo que nuestra sociedad llama calidad de vida, es decir, unos estándares de consumo (en buena parte materiales) determinados. Pirámide de Maslow: jerarquía de necesidades. ✓ Publicación más relevante: "Motivation and Personality" (1954). ✓ Fecha clave: Su jerarquía de necesidades fue propuesta en la década de 1940, pero se popularizó en los años 50. La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría que defiende que una vez que se cubren las necesidades del nivel inferior se empiezan a cubrir las superiores. Pirámide de Maslow: jerarquía de necesidades. El Modelo de Necesidades de Autocuidado de Dorothea Orem ✓ Publicación más relevante: "Nursing: Concepts of Practice" (1971). ✓ Fecha clave: Su modelo se presentó y desarrolló principalmente en la década de 1970. Pág. 3 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Este modelo se aplica principalmente en el ámbito de la salud, pero también es relevante en el contexto social. Proporciona un marco para entender cómo las personas pueden gestionar sus propias necesidades y cuidar de sí mismas, enfatizando la importancia del apoyo social. Las Necesidades Humanas según Manfred Max Neef ✓ Publicación más relevante: "Desarrollo a Escala Humana: Una Opción para el Futuro" (1991). ✓ Fecha clave: Su enfoque se consolidó en los años 90, aunque ha trabajado en el tema desde los 80. Este autor chileno defiende que las necesidades humanas son pocas, finitas y bien clasificables (a diferencia de la idea económica convencional que defiende que son infinitas e insaciables). Son también constantes a través de todas las culturas humanas y de todos los periodos históricos, siendo las estrategias de satisfacción de esas necesidades (los satisfactores) las que cambian con el tiempo y entre las culturas. Esta es su clasificación de las necesidades humanas fundamentales, sin que supongan una jerarquía Subsistencia Protección Afecto Entendimiento Participación Ocio Creación Identidad Libertad Sugiere hablar de pobrezas, antes que de pobreza. Se explica lo anterior al admitir que una necesidad humana no satisfecha genera una pobreza humana. Teoría de las Capacidades Amartya Sen: ✓ Publicación más relevante: "Development as Freedom" (1999). ✓ Fecha clave: Sen ha estado desarrollando sus ideas desde los años 80, pero su obra más influyente en el contexto de las capacidades es de 1999. Este economista enfatiza el enfoque de las capacidades, sugiriendo que lo importante no son solo las necesidades, sino las oportunidades que tienen las personas para realizarlas. Propone que el desarrollo debe centrarse en expandir las libertades y capacidades de las personas. La Psicología Positiva de Martin Seligman ✓ Publicación más relevante: "Authentic Happiness" (2002) y "Flourish" (2011). ✓ Fecha clave: La psicología positiva se formalizó a finales de los 90 y principios de los 2000. Autores como Martin Seligman destacan la importancia de satisfacer necesidades emocionales y psicológicas para el bienestar. Seligman introduce el concepto de "PERMA": Emociones positivas, Compromiso, Relaciones, Significado y Logros, que representan áreas clave para el desarrollo humano. Pág. 4 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” 3. PROCESO DE SOCIALIZACIÓN El proceso de socialización es el que permite a un ser biológico convertirse en un ser social. Se entiendo como el conjunto de experiencias y aprendizajes a través de los cuales una persona adquiere las normas, valores, comportamientos y habilidades necesarios para integrarse en su sociedad. Existen varios tipos de socialización, que interactúan y se complementan a lo largo de la vida: Socialización primaria: Ocurre en la infancia, principalmente en el hogar, donde la familia transmite valores y normas fundamentales. Socialización secundaria: Se desarrolla en etapas posteriores de la vida, en contextos como la escuela, grupos de amigos y el trabajo, donde se aprenden roles más específicos. Socialización terciaria: La socialización terciaria se refiere al proceso de aprendizaje y adaptación que ocurre en la adultez, cuando las personas enfrentan cambios significativos en su vida, como nuevas experiencias vitales, cambios de rol o la incorporación o reincorporación a nuevos grupos sociales. Implica la adaptación a contextos y realidades nuevas, a menudo en situaciones donde las normas y valores son diferentes a los previamente aprendidos. Este proceso puede incluir la reestructuración de identidades y la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos para navegar en entornos variados. ** Como proceso transversal a los anteriores, es importante destacar la socialización diferencial o socialización de género, que implica estilos cognitivos, conductuales y actitudinales, así como también códigos morales diferentes en función del género del individuo. Este proceso conduce a la creación de normas estereotipadas asignadas a la conducta de cada persona en referencia a su género. Fuente: “GUÍA DE SENSIBILIZACIÓN Y PREVENCIÓN DE VIOLENCIA SEXUAL DIGITAL CONTRA LAS MUJERES”. Mujeres Opañel. Equipo CONsentido. Ministerio de Igualdad. Pág. 5 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Agentes de socialización. La socialización comienza desde la infancia y se extiende a lo largo de la vida. A través de este proceso, las personas desarrollan su identidad y aprenden a interactuar con las demás. Esto se produce gracias a la interacción con lo que llamamos agentes de socialización; es decir las personas e instituciones con las que tenemos contacto y, de manera formal o informal, nos van proporcionando los contenidos de dicha socialización. Fundamentalmente, cuando hablamos de agentes de socialización, hablamos de familia, escuela, grupo de pares y medios de comunicación de masas (MCM), aunque puedes encontrar distintas clasificaciones. Fuente: “GUÍA DE SENSIBILIZACIÓN Y PREVENCIÓN DE VIOLENCIA SEXUAL DIGITAL CONTRA LAS MUJERES”. Mujeres Opañel. Equipo CONsentido. Ministerio de Igualdad. ** Como veíamos antes, existe un elemento transversal a todos los agentes de socialización que es el lenguaje (oral, escrito, visual). Dado que es la herramienta principal de todos ellos, es fundamental que reflexionemos acerca de la importancia de hacer un uso inclusivo del lenguaje para generar efectos positivos en las personas con las que trabajamos y evitar los negativos, que implican exclusión o infrarrepresentación de personas o colectivos. Pág. 6 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” 4. PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO: EL CICLO VITAL El estudio del ciclo vital en el ámbito de la psicología se ha realizado desde diversos planteamientos: el de la perspectiva conductista, desde el planteamiento psicoanalítico, desde la teoría piagetiana, la psicología cognitiva… A continuación, se exponen algunas teorías que han explicado el desarrollo evolutivo de las personas. Jean Piaget (1896 – 1980) y la “Teoría del Desarrollo Cognitivo” Piaget propuso que el desarrollo cognitivo se divide en etapas, cada una caracterizada por cambios en la forma en que los niños/as y adolescentes piensan y comprenden el mundo. Según él, el desarrollo del pensamiento sigue una secuencia de cuatro etapas principales: Etapas del desarrollo humano según Piaget: Etapa sensoriomotora (0-2 años): explora el mundo a través de sus sentidos y acciones. Etapa preoperacional (2-7 años): El pensamiento de la criatura se vuelve más simbólico, usa el lenguaje y juega de manera imaginativa, pero aún es egocéntrico y no puede entender bien las perspectivas de otros. Etapa de operaciones concretas (7-11 años): comienza a pensar de manera lógica sobre eventos concretos, puede realizar operaciones mentales como la clasificación y la conservación, y comienza a entender la lógica detrás de las matemáticas. Etapa de operaciones formales (12 años en adelante): El adolescente y adulto/a desarrollan la capacidad de pensar de manera abstracta, lógica y sistemática. Pueden manejar conceptos hipotéticos y realizar deducciones complejas. Erik Erikson (1902 – 1994) y su “Teoría del Desarrollo P sicosocial” Erikson amplió el enfoque freudiano con su teoría del desarrollo psicosocial, proponiendo que a lo largo de la vida pasamos por ocho etapas, cada una con un conflicto central que debe resolverse. La resolución positiva de estos conflictos fortalece el desarrollo del individuo. Etapas de Erikson: Confianza vs. desconfianza (0-1 año): El bebé debe aprender a confiar en sus cuidadores para desarrollar seguridad. Autonomía vs. vergüenza/duda (1-3 años): La criatura busca mayor independencia. Si se le permite explorar, desarrollará confianza en sí mismo. Iniciativa vs. culpa (3-6 años): Los niños empiezan a tomar iniciativas en sus actividades. Si se sienten apoyados, desarrollarán una sensación de propósito. Laboriosidad vs. inferioridad (6-12 años): Los niños comienzan a compararse con sus compañeros. El éxito los lleva a la competencia; el fracaso puede resultar en sentimientos de inferioridad. Identidad vs. confusión de roles (12-18 años): El adolescente explora su identidad. La resolución exitosa conduce a una sensación clara de quién es. Intimidad vs. aislamiento (18-40 años): En la adultez temprana, el individuo busca relaciones íntimas, y el éxito en esta etapa fortalece la capacidad de formar relaciones profundas. Generatividad vs. estancamiento (40-65 años): Durante la adultez media, el individuo busca contribuir a la sociedad a través del trabajo y la crianza, lo que conduce a un sentido de productividad. Pág. 7 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Integridad vs. desesperación (65 años en adelante): En la vejez, las personas reflexionan sobre su vida. Si se sienten satisfechas con lo que lograron, experimentan integridad; si no, pueden sentir desesperación. Daniel Levinson (1920 – 1994) y la “Teoría de las Estaciones de la vida” Levinson propuso una teoría centrada en las transiciones de la vida adulta, en lugar de enfocarse exclusivamente en la infancia o adolescencia. Dividió el ciclo vital en períodos más amplios, llamados “estaciones”, y describió cómo las personas adultas experimentan transiciones significativas cada cierto tiempo. Estaciones de la vida según Levinson: Infancia y adolescencia (0-22 años): Etapa de crecimiento y formación. Adultez temprana (22-40 años): Etapa de experimentación y establecimiento de metas vitales, como desarrollar una carrera profesional o formar (o no) una familia. Transición de la adultez media (40-45 años): Las personas comienzan a cuestionar sus logros y evaluar si están satisfechas con la vida que han construido. Es común la "crisis de la mediana edad". Adultez media (45-60 años): Se reorganiza la vida en función de lo que se ha aprendido y de las nuevas metas. Hay un enfoque en el equilibrio entre éxito personal y social. Adultez tardía (65 años en adelante): Reflexión sobre la vida y adaptación a los cambios de salud y rol social. Robert Havighurst (1900 – 1991) y las “Tareas del Desarrollo” Havighurst planteó que el desarrollo humano se basa en el logro de ciertas tareas que son específicas para cada etapa de la vida. El éxito o fracaso en cumplir estas tareas afecta el bienestar y la satisfacción personal. Tareas del desarrollo: Infancia y niñez temprana: Aprender a caminar, hablar, desarrollar hábitos físicos y de control fisiológico. Niñez media: Desarrollar habilidades sociales, aprender a leer, escribir y adquirir valores culturales. Adolescencia: Establecer relaciones emocionales maduras, definir una identidad, adquirir independencia y preparar una carrera profesional. Adultez temprana: Elegir una pareja, empezar una familia, establecerse en una carrera. Adultez media: Desempeñar roles cívicos y sociales, cuidar a los mayores, guiar a los hijos(/as/es) hacia la independencia. Adultez tardía: Adaptarse a la jubilación, a la disminución de la salud física y mantener vínculos sociales y familiares. Pág. 8 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Paul B. Baltes (1939 – 2006) y el “Enfoque del Ciclo Vital” Desarrollado entre otros autores por Paul B. Baltes, el enfoque del ciclo vital se centra en la idea de que el desarrollo humano es un proceso continuo y multidimensional que abarca desde el nacimiento hasta la muerte. A diferencia de otras teorías que dividen el desarrollo en etapas fijas, este enfoque se enfoca en cómo las personas cambian y se adaptan a lo largo del tiempo en respuesta a los desafíos y oportunidades de la vida. Principios fundamentales del enfoque del ciclo vital: - Multidimensionalidad: el desarrollo no se reduce a una sola dimensión (por ejemplo, la cognitiva o física), sino que involucra múltiples áreas que interactúan entre sí. Las áreas implicadas en el proceso de desarrollo serían las siguientes: o Biológica: Cambios físicos y fisiológicos que ocurren a lo largo de la vida, como el crecimiento, el envejecimiento o la maduración sexual. o Cognitiva: Desarrollo de habilidades mentales como el pensamiento abstracto, la memoria y la resolución de problemas. o Emocional y social: Cambios en cómo gestionamos nuestras emociones y cómo nos relacionamos con los demás. Estas áreas no se desarrollan de manera aislada, sino que interactúan constantemente. Por ejemplo, los cambios físicos durante la pubertad pueden afectar la autoestima y la forma en que los adolescentes piensan sobre sí mismos y a cómo se relacionan (dimensiones emocionales, cognitivas y sociales). - Multidireccionalidad: en cualquier etapa de la vida, el desarrollo no sigue una línea recta de progreso o mejora continua. Las personas pueden experimentar avances en algunas áreas mientras retroceden en otras. Por ejemplo, mientras una persona mayor puede perder agilidad física, puede ganar sabiduría y mejorar sus habilidades sociales o emocionales. - Plasticidad: el concepto de plasticidad se refiere a la capacidad de cambio y adaptación a lo largo de la vida. El ser humano tiene la capacidad de modificar sus habilidades, comportamientos y perspectivas en respuesta a nuevas experiencias o cambios en su entorno. Esta plasticidad no es infinita, pero su existencia sugiere que incluso en etapas avanzadas de la vida hay potencial para el crecimiento y la adaptación. - Contextualidad: el desarrollo está profundamente influido por el contexto histórico, cultural, social y económico. Las circunstancias en las que crece una persona influyen en cómo experimenta y responde a los desafíos del ciclo vital. Los contextos incluirían los siguientes elementos: o Historia: La generación a la que se pertenece influye en el desarrollo. Por ejemplo, los que crecieron durante la Guerra Civil Española enfrentaron desafíos distintos a las personas que crecen en una era digital. o Cultura: las normas y valores culturales determinan cómo las personas interpretan y responden a las transiciones del ciclo vital, como la jubilación o la paternidad. o Entorno social: las relaciones personales y familiares, las oportunidades económicas y el entorno educativo influyen en el curso del desarrollo. Pág. 9 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” El ciclo vital pone especial énfasis en que el desarrollo es continuo, no solo en la infancia y la adolescencia (como destacan teorías como las de Piaget o Freud), sino también durante la adultez y la vejez. Cada fase de la vida presenta desafíos y oportunidades específicos, y cada etapa es relevante para el desarrollo global. Claves del desarrollo en el Ciclo Vital - Crecimiento, mantenimiento y regulación de la pérdida: a lo largo de la vida, el desarrollo humano incluye períodos de crecimiento (aumento de habilidades, como en la niñez), mantenimiento (como en la adultez media, donde se busca preservar habilidades y roles) y regulación de la pérdida (en la vejez, donde las personas ajustan sus expectativas ante las limitaciones físicas o cognitivas). - Desarrollo no lineal: en este enfoque el desarrollo se entiende como un proceso fluido y no rígido. Una persona puede experimentar momentos de rápido progreso en ciertas áreas y desaceleración en otras, dependiendo de los desafíos que enfrenta en diferentes momentos. - La interacción entre la naturaleza y la crianza: el enfoque del ciclo vital subraya que tanto los factores biológicos como los ambientales (naturaleza y crianza) juegan un papel crucial en el desarrollo. El cerebro humano tiene capacidades innatas, pero estas se ven moldeadas por las experiencias de vida. Por ejemplo, una persona puede tener predisposición genética para ciertos talentos, pero las oportunidades sociales y educativas que recibe pueden potenciar o limitar esos talentos. - Eventos normativos y no normativos: en el desarrollo del ciclo vital, se hace una distinción entre eventos que ocurren de manera más o menos predecible (eventos normativos) y aquellos que son inesperados o inusuales (eventos no normativos). Ambos tipos de eventos influyen en el desarrollo y requieren adaptaciones por parte de la persona. Este enfoque es muy útil para comprender el desarrollo holístico de una persona a lo largo de la vida, ya que permite integrar múltiples perspectivas y factores, por lo que es ampliamente utilizado en campos como la psicología del desarrollo, la educación o la intervención social. Pág. 10 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” 5. PROCESOS INDIVIDUALES Y COLECTIVOS EN LA IDENTIDAD Y CONDUCTA HUMANAS: CONCEPTOS Y REFLEXIONES DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES. Dimensión individual: autoimagen, autoconcepto y autoestima AUTOIMAGEN La autoimagen se refiere a la representación mental que una persona tiene de sí misma, que abarca aspectos físicos, emocionales y sociales. Es la imagen que uno tiene de su apariencia, habilidades, personalidad y cómo se percibe en relación con los demás. La autoimagen puede ser influenciada por experiencias pasadas, la opinión de otras personas, los estándares culturales y los medios de comunicación. Una autoimagen positiva puede contribuir a una mayor autoestima y bienestar emocional, mientras que una autoimagen negativa puede generar inseguridades, ansiedad y afectar las relaciones interpersonales. Es importante trabajar en la autoimagen para promover una percepción más saludable y realista de uno mismo/a. AUTOCONCEPTO El autoconcepto es la percepción que tenemos de nosotros mismos/as. Como la autoimagen, también se forma a lo largo del tiempo a través de nuestras experiencias y las interacciones con los demás. El autoconcepto es una mezcla de nuestras vivencias, de cómo nos comparamos con las demás personas, de lo que dicen de nosotros y nosotras, de las expectativas de la sociedad y de cómo reflexionamos sobre todo ello. Desde una perspectiva psicológica, se refiere a cómo nos definimos y entendemos en relación con el mundo que nos rodea. Puede ser positivo o negativo y afecta la autoestima y el comportamiento. Un autoconcepto saludable contribuye a una buena salud mental y a relaciones interpersonales satisfactorias, mientras que un autoconcepto distorsionado puede llevar a problemas emocionales y dificultades en la interacción social. AUTOESTIMA La autoestima es la valoración, en cuanto a afectos, que una persona hace de sí misma. Es decir, el aprecio y la aceptación que siente hacia su propio ser; producto de su autoimagen y autoconcepto. Desde una perspectiva psicológica, se compone de dos componentes principales: la autoeficacia, que es la creencia en la capacidad de uno para enfrentar desafíos y alcanzar metas, y la autoaceptación, que implica reconocer y aceptar tanto las fortalezas como las debilidades personales. La autoestima es variable y se ve influenciada por experiencias pasadas, relaciones interpersonales y mensajes sociales. Una autoestima saludable está asociada con una mayor resiliencia, bienestar emocional y relaciones positivas, mientras que una autoestima baja puede llevar a problemas como ansiedad, depresión y dificultades en las relaciones. Pág. 11 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Dimensión colectiva: reflexiones, procesos y conceptos para entender nos mejor desde la Psicología Social, Sociología y Antropología La identidad individual corresponde con la experiencia y la imagen que las personas tienen de sí mismas. Asimismo, la identidad social consiste en el conjunto de características que son atribuidas a cada individuo por su contexto social. Ambas identidades se relacionan entre sí, siendo importante la coherencia entre ellas para un desarrollo personal y colectivo sano y libre de conflictos. A continuación, vamos a detenernos a conocer algunos de los procesos, conceptos y planteamientos que las ciencias sociales nos aportan para el conocimiento de los seres humanos al funcionar en colectivo. INCONSCIENTE INDIVIDUAL E INCONSCIENTE COLECTIVO Según la teoría psicoanalítica de la personalidad de Freud, la mente inconsciente es un cúmulo de sentimientos, pensamientos, impulsos y recuerdos que están fuera de la conocida conciencia. Freud diferenció entre el inconsciente personal y los complejos, que contienen arquetipos (de origen colectivo) en su núcleo. El inconsciente colectivo es un concepto de la psicología de Jung, que se refiere a una serie de componentes de la mente subconsciente compartidos por todos los seres humanos. Según Jung, la mente inconsciente archiva todas las experiencias de la humanidad a través de arquetipos propiciados por los antepasados. Implica un vínculo entre el individuo y la humanidad como una totalidad. EMPATÍA La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, comprender sus sentimientos y emociones, y responder de manera adecuada. Es fundamental para las relaciones humanas, ya que facilita la conexión y el entendimiento mutuo. La empatía no solo implica reconocer lo que alguien más está experimentando, sino también sentir una resonancia emocional con esa experiencia, lo que puede llevar a la compasión y a la ayuda activa. Sin embargo, es muy importante no confundir la habilidad de la empatía con la “asimilación emocional”, que nos habla de la incapacidad de separar las emociones de otras personas de las nuestras al intentar empatizar con ellas. Variables que influyen en la construcción de la empatía: − Biología y genética: La empatía tiene una base neurobiológica. Áreas del cerebro como la corteza prefrontal y el sistema de neuronas espejo están involucradas en el reconocimiento y la reproducción de las emociones de otros. Algunas personas tienen una predisposición genética que las hace más o menos empáticas. − Experiencias tempranas: El entorno familiar y las relaciones de apego en la infancia son cruciales para el desarrollo de la empatía. Las criaturas que crecen en entornos donde reciben afecto y comprensión emocional tienden a desarrollar mejores habilidades empáticas. − Educación y cultura: La empatía también está moldeada por la cultura y la educación. Sociedades más colectivistas, por ejemplo, fomentan la interdependencia y la sensibilidad hacia los demás, mientras que culturas más individualistas pueden enfocarse más en la autonomía personal. La educación emocional en escuelas y familias también influye en su desarrollo. Pág. 12 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” − Experiencias de vida: Las experiencias de sufrimiento, discriminación o adversidad pueden aumentar la capacidad empática de una persona al permitirle comprender mejor el dolor ajeno. Por otro lado, la exposición repetida a la violencia o la insensibilidad puede inhibir la empatía. − Factores emocionales y psicológicos: El estado emocional propio influye directamente en la empatía. Una persona estresada o angustiada puede tener más dificultades para sintonizar con las emociones de los demás. Además, los trastornos psicológicos como el autismo o la psicopatía afectan la capacidad de empatía, ya que algunas personas pueden tener dificultades para identificar o procesar las emociones de otros. − Entorno social y normas: Las normas sociales también influyen. En entornos donde la competitividad y el éxito individual son más valorados que la cooperación, la empatía puede no ser tan fomentada. Sin embargo, en entornos que valoran la colaboración y la justicia social, la empatía es más incentivada. ALTERIDAD El concepto de alteridad en antropología social y cultural se refiere a la construcción de la noción del “otro@”; a la capacidad de reconocer al "otro" como alguien diferente a uno mismo/a. Este concepto es fundamental para entender las relaciones entre culturas y grupos sociales, ya que implica que el "otro" no debe ser visto solo desde nuestras propias categorías y valores, sino que tiene su propia identidad, costumbres y formas de ver el mundo. La construcción del “otro” es central en la idea del “nosotros”, es decir, ¿con quiénes me siento identificada/o y por qué? ¿A quiénes considero extraños/as? Cuanto más amplio sea el espectro del “nosotros”, de los seres humanos con los que siento que comparto cuestiones importantes, más interpelada/o me sentiré para propiciar su bienestar, y viceversa. En la intervención social este concepto es clave, ya que como profesionales debemos trabajar desde una perspectiva de respeto y empatía, reconociendo y valorando las particularidades culturales de las personas con las que interactuamos. Es un principio que ayuda a evitar caer en actitudes egoístas o etnocéntricas (juzgar otras culturas solo desde los valores de la propia cultura) y fomenta una intervención más inclusiva y respetuosa. ALTRUISMO Diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio inclusive cuando actuar de este modo implique un costo personal o no se obtenga ningún beneficio directo. En otras palabras, es actuar en favor de otros sin esperar recompensa alguna, priorizando las necesidades ajenas sobre las propias. En el altruismo influirían las siguientes variables: − La empatía − La búsqueda de la justicia − La responsabilidad social − El autocontrol y la autorresponsabilidad − Niveles de egocentrismo bajo. NEURONAS ESPEJO Las neuronas espejo son un tipo de neuronas que se activan tanto cuando una persona realiza una acción, como cuando observa a otra persona realizando la misma acción. Es decir, estas neuronas permiten al cerebro "reflejar" o simular las acciones de los demás, facilitando el entendimiento de sus intenciones y emociones. Se cree que juegan un papel clave en procesos como la empatía, el aprendizaje por imitación y la comunicación. Pág. 13 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Variables implicadas: − Percepción de la acción: Las neuronas espejo se activan no solo al ejecutar una acción, sino también al observarla en otros. − Imitación y aprendizaje: Están vinculadas al aprendizaje por observación, lo que permite a las personas adquirir habilidades nuevas sin necesidad de practicarlas directamente. − Empatía y emociones: Estas neuronas también están asociadas con la capacidad de comprender las emociones ajenas, facilitando la empatía. − Intención de la acción: Las neuronas espejo permiten interpretar no solo el movimiento observado, sino también la intención detrás de la acción. − Contexto social: Se activan más intensamente en contextos sociales, jugando un papel importante en la interacción humana y la cooperación. EFECTO ESPECTADOR El efecto espectador es un fenómeno psicológico en el cual las personas son menos propensas a ofrecer ayuda en una situación de emergencia cuando hay otras personas presentes. A medida que aumenta el número de testigos, la probabilidad de que alguien intervenga disminuye. Este fenómeno fue investigado por los psicólogos John Darley y Bibb Latané tras el caso del asesinato de Kitty Genovese en 1964, cuando numerosos testigos no hicieron nada por ayudarla. Variables que refuerzan el efecto espectador según Darley y Latané: − Difusión de la responsabilidad: Cuantas más personas estén presentes, más se distribuye la sensación de responsabilidad entre los testigos. Cada persona tiende a pensar que alguien más actuará o que es responsabilidad de otros intervenir. − Ambigüedad de la situación: Si la situación no es clara o no parece una emergencia evidente, las personas pueden dudar si la intervención es necesaria. A menudo, se espera a que otros reaccionen primero para confirmar si realmente se trata de una emergencia. − Evaluación social: El miedo a ser juzgado por los demás testigos si se actúa de forma inapropiada o exagerada puede inhibir la intervención. Las personas a menudo miran a su alrededor para ver cómo reaccionan los demás, y si nadie actúa, se sienten menos inclinados a hacerlo. − Presencia de expertos o figuras de autoridad: Si se percibe que entre los testigos hay alguien más capacitado para intervenir, como un/a médico o policía, los demás tienden a esperar que esa persona actúe primero. − Coste percibido de la intervención: Las personas pueden evaluar el riesgo personal o los posibles costos de intervenir, lo que también puede frenar la disposición a ayudar, sobre todo si perciben peligro físico o emocional al hacerlo. Este fenómeno pone de manifiesto cómo las dinámicas sociales y la percepción del entorno influyen en la disposición de las personas a ayudar a otros en situaciones críticas. NORMALIZACIÓN El concepto de normalización, tanto desde la psicología como desde la sociología, se refiere al proceso mediante el cual ciertos comportamientos, actitudes o normas que inicialmente pueden ser considerados inusuales o incluso inapropiados, se van aceptando progresivamente como normales o habituales en un grupo social o en la sociedad en general. Este proceso de normalización puede influir tanto en las creencias individuales como en las dinámicas colectivas. Pág. 14 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” En psicología, la normalización describe cómo los individuos ajustan sus creencias y comportamientos para alinearse con lo que perciben como las normas o expectativas de un grupo. A través de la influencia social, las personas pueden adoptar actitudes, comportamientos o ideas que antes les eran ajenos o cuestionaban, debido a la presión para encajar o ser aceptados en su entorno. En sociología, la normalización se refiere a los procesos mediante los cuales las normas sociales son creadas, establecidas y reforzadas. Esto incluye la manera en que ciertas prácticas, valores o reglas de conducta se institucionalizan, a veces en forma de leyes o políticas, y se consideran la norma aceptada dentro de una sociedad o comunidad. También se puede aplicar a la forma en que se legitiman conductas antes estigmatizadas o desviadas, como el consumo de ciertos productos, estilos de vida o comportamientos. Variables que influyen en la normalización: − Influencia social y presión de grupo: Los grupos sociales juegan un papel crucial en moldear las percepciones y comportamientos de los individuos. La presión para ajustarse a las normas del grupo facilita la normalización. − Exposición repetida: La repetición de ciertos comportamientos o ideas aumenta su familiaridad, lo que puede llevar a la aceptación de los mismos. Lo que al principio puede parecer extraño, con el tiempo y la exposición repetida, puede llegar a percibirse como común. − Medios de comunicación: Los medios tienen un poder significativo en la normalización de comportamientos o actitudes, ya que pueden presentar ciertas conductas o valores como aceptables, deseables o frecuentes, influyendo en la percepción social. − Políticas y legislación: Las leyes y regulaciones pueden contribuir a la normalización de conductas, al definir qué es socialmente aceptable o no. Por ejemplo, la legalización de ciertos comportamientos, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, puede ayudar a normalizar dichos actos en la sociedad. − Cultura y valores predominantes: Las culturas y subculturas tienen un gran impacto en qué conductas se normalizan o rechazan. Lo que se considera normal en una cultura puede no serlo en otra. − Autoridades y figuras de influencia: Las acciones y mensajes de líderes, figuras públicas o instituciones de autoridad pueden acelerar el proceso de normalización, al legitimar ciertas conductas o ideas como aceptables o deseables. Este proceso puede ser tanto positivo como negativo, dependiendo de qué comportamientos o ideas se estén normalizando. CONFORMISMO El conformismo es la tendencia de los individuos a ajustar sus opiniones, comportamientos o actitudes para alinearse con las normas o expectativas de un grupo, incluso cuando estas pueden contradecir sus creencias personales. Es un fenómeno de influencia social en el que las personas adoptan el comportamiento mayoritario para evitar el rechazo social o para ser aceptadas. Variables que influyen en el conformismo: − Tamaño del grupo: A medida que el número de personas que sostiene una opinión o conducta aumenta, la presión para conformarse también lo hace. Sin embargo, hay un punto donde más personas no aumentan significativamente el nivel de conformismo. − Unanimidad del grupo: Si todos los miembros de un grupo están de acuerdo en una opinión o comportamiento, es más probable que el individuo se conforme. La presencia de al menos una persona que se disienta disminuye el nivel de conformismo. Pág. 15 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” − Cohesión del grupo: En grupos más unidos o con lazos más cercanos, la presión para conformarse es mayor, ya que las personas valoran la pertenencia y el apoyo del grupo. − Prestigio del grupo: Los individuos son más propensos a conformarse si perciben al grupo como atractivo o prestigioso, ya que desean ser aceptados o asociados con dicho grupo. − Autoestima: Las personas con baja autoestima tienen más probabilidades de conformarse, ya que tienden a dudar de sus propias opiniones y buscan la validación externa. − Ambigüedad o dificultad de la tarea: Cuanto más ambigua o difícil sea una situación o decisión, más probable es que las personas se conformen, ya que confían en la opinión de los demás para guiar sus acciones. En 1951, el psicólogo polaco-estadounidense Solomon Asch llevó a cabo un experimento para estudiar el conformismo social en donde el objetivo era estudiar cómo un individuo reaccionaba a la presión grupal. El experimento de Asch demostró el poder del conformismo y cómo las personas pueden modificar sus respuestas para alinearse con la mayoría, incluso cuando la respuesta correcta es obvia. Esto reveló cómo la presión social puede influir en el comportamiento humano y la toma de decisiones. El experimento también mostró que, cuando había un disidente en el grupo (alguien que daba la respuesta correcta), el nivel de conformismo caía drásticamente, lo que refuerza la importancia de la unanimidad en la presión grupal. El conformismo puede contribuir de manera positiva a mejorar la adaptabilidad del sujeto, y suele relacionarse con la estabilidad emocional, pero, en contrapartida, también se relaciona con el estancamiento y falta de crecimiento, con la pérdida de oportunidades, a falta de autoridad y la tendencia a ocultar deseos y emociones. OBEDIENCIA La obediencia, tanto en psicología como en sociología, es el acto de seguir las órdenes o directrices de una figura de autoridad o de una normativa establecida, incluso si esas órdenes van en contra de las creencias o deseos personales del individuo. A diferencia del conformismo, que se basa en la influencia de los pares o el grupo, la obediencia implica una relación jerárquica, donde el poder o la autoridad de una persona o institución es clave para inducir el comportamiento. En psicología, la obediencia se estudia como un tipo de influencia social donde una persona sigue las instrucciones de una figura percibida como legítimamente autoritaria. La obediencia es una respuesta directa a la orden de alguien en una posición de poder, y puede involucrar tanto acciones sencillas como decisiones más complejas o morales. Un ejemplo famoso es el experimento de Milgram (1961), que mostró cómo las personas pueden obedecer órdenes que implican infligir daño a otros, bajo la presión de una autoridad. En sociología, la obediencia se estudia en el contexto de las estructuras sociales y las normas que regulan el comportamiento. Las sociedades establecen jerarquías y roles en las que ciertas personas o instituciones tienen el poder de mandar, y otras están en la posición de obedecer. La obediencia es vista como un mecanismo fundamental para mantener el orden social, garantizar el cumplimiento de las leyes, y facilitar la cooperación dentro de un sistema jerárquico. Variables que influyen en la obediencia: − Legitimidad de la autoridad: Cuanto más legítima se perciba la figura de autoridad, mayor será la tendencia a obedecer. − Proximidad de la autoridad: La cercanía física o emocional de la figura de autoridad aumenta la probabilidad de obediencia. La autoridad presente físicamente ejerce más influencia que una distante. Pág. 16 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” − Distancia con la víctima: En situaciones donde la obediencia implica causar daño a otros, la distancia (física o emocional) con la víctima puede facilitar la obediencia, ya que reduce la empatía o el sentimiento de responsabilidad directa. − Despersonalización de las órdenes: Cuando las órdenes se perciben como un deber o mandato institucional y no como una decisión individual, las personas tienden a obedecer más fácilmente, ya que se reduce su sentido de responsabilidad personal. − Normas sociales y cultura: En culturas o entornos donde la jerarquía y la obediencia son valores importantes, los individuos son más propensos a seguir las órdenes de una autoridad. − Presión de grupo: Si otros también están obedeciendo, es más probable que el individuo siga el ejemplo y obedezca, debido al efecto de influencia social. EFECTO ROSENTHAL o EFECTO PIGMALIÓN El efecto Rosenthal, también conocido como efecto Pigmalión, se refiere a un fenómeno psicológico en el que las expectativas de una persona influyen en el rendimiento o comportamiento de otra. Este efecto fue identificado por el psicólogo Robert Rosenthal, quien junto con su colega Lenore Jacobson, realizó un famoso experimento en 1968 en el ámbito educativo, que mostró cómo las expectativas de un maestro respecto al rendimiento de su alumnado pueden impactar directamente en los resultados académicos de éste. El efecto Rosenthal sostiene que las creencias o expectativas positivas o negativas que tiene una persona (como un profesor/a, líder o supervisor/a) sobre otra (como una alumna/o o empleado/a) pueden influir en el rendimiento o comportamiento de esta última, generalmente mediante cambios sutiles en el trato o la comunicación. Variables que influyen en el efecto Rosenthal: − Expectativas del emisor/a (profesor/a, líder, etc.): Las creencias que tiene la persona sobre las capacidades o el rendimiento futuro del otro influyen en cómo lo trata, lo que afecta su rendimiento. − Autoimagen del receptor: Las personas tienden a actuar en función de las expectativas que otras tienen sobre ellas. Si perciben que se espera que sean exitosas, es más probable que se esfuercen para cumplir con esas expectativas. − Estilo de comunicación: Los emisores tienden a modificar inconscientemente su tono, el nivel de apoyo y el tiempo dedicado a la otra persona en función de sus expectativas, lo que puede influir en la autoconfianza y motivación de quien recibe el mensaje. − Ambiente social: Un entorno en el que las expectativas se comunican de forma consistente y directa (por ejemplo, en el aula o lugar de trabajo) puede amplificar el efecto, ya que las señales sociales refuerzan las creencias. − Motivación y actitud del receptor: Si el receptor está motivado para cumplir con las expectativas, es más probable que el efecto sea positivo. Sin embargo, si es resistente o tiene baja autoestima, las expectativas negativas pueden generar un rendimiento inferior. INDEFENSIÓN APRENDIDA La indefensión aprendida es un fenómeno psicológico en el que un individuo, después de experimentar repetidamente situaciones incontrolables o negativas de las que no puede escapar, desarrolla una sensación de impotencia y falta de control sobre los resultados futuros. Como consecuencia, la persona deja de intentar cambiar o evitar situaciones negativas, incluso cuando tiene la posibilidad de hacerlo. Pág. 17 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” Este concepto fue introducido por los psicólogos Martin Seligman y Steven Maier en estudios realizados con animales (perros) en los años 60, y posteriormente se extendió a la comprensión del comportamiento humano en contextos como la depresión, la ansiedad y otras condiciones psicológicas. Variables que influyen en la indefensión aprendida: − Historia de experiencias previas incontrolables: las personas o animales que han sido sometidos a situaciones de incontrolabilidad, donde no podían cambiar ni mejorar las circunstancias, son más propensos a desarrollar indefensión aprendida. Esto ocurre, por ejemplo, en contextos de abuso, pobreza extrema, o entornos de trabajo con condiciones altamente restrictivas. − Duración e intensidad de las experiencias negativas: cuanto más tiempo o más intensamente se enfrente una persona a situaciones adversas o estresantes sin poder controlarlas, más probable es que se instale la indefensión. Experiencias traumáticas o muy duraderas tienen un impacto más profundo. − Percepción de control: la forma en que una persona percibe su capacidad para influir en los resultados futuros es crucial. Si una persona siente que no tiene control sobre lo que le sucede, es más probable que caiga en la indefensión. Incluso si realmente tiene algo de control, si no percibe esta posibilidad, puede experimentar indefensión. El término “locus de control” hace referencia a dónde una persona sitúa la responsabilidad o capacidad para decidir sobre lo que sucede en su vida. − Autoestima y creencias personales: las personas con baja autoestima o creencias negativas sobre sí mismas son más vulnerables a la indefensión aprendida. − Apoyo social: la falta de apoyo social o la sensación de aislamiento pueden exacerbar la indefensión aprendida. Tener una red de apoyo que ofrezca ánimo y recursos puede ayudar a las personas a superar el sentimiento de impotencia. − Estilo explicativo (o atribucional): el estilo explicativo se refiere a cómo las personas interpretan las causas de los eventos en sus vidas. Las personas con un estilo explicativo pesimista tienden a atribuir sus fracasos a causas internas, estables y globales (por ejemplo, "soy inútil en todo"), lo que las hace más susceptibles a la indefensión aprendida. En cambio, un estilo explicativo optimista (atribuir el fracaso a causas externas, temporales y específicas, por ejemplo “esta vez no tuve tiempo de estudiar por los turnos de trabajo”) protege contra este fenómeno. Lo más relevante, en última instancia, no es que sea pesimista u optimista, sino que la atribución de causas sea ajustada con respecto a la realidad. − Contexto cultural y social: las normas y expectativas sociales también influyen. Algunas culturas fomentan una mayor responsabilidad individual y control personal, mientras que otras pueden reforzar un enfoque más fatalista o pasivo hacia los eventos de la vida. RESILIENCIA La resiliencia es la habilidad de resistir y recuperarse frente a la adversidad, los retos o el estrés, manteniendo o recuperando un funcionamiento óptimo tanto a nivel emocional como psicológico. La resiliencia permite que las personas crezcan y desarrollen nuevas habilidades y formas de ver el mundo a raíz del afrontamiento de las dificultades. Variables que influyen en la resiliencia: − Aptitudes personales − Autoestima y autoconfianza: una imagen positiva de uno mismo facilita que las personas enfrenten los retos con mayor seguridad y mantengan una actitud proactiva. Pág. 18 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” − Inteligencia emocional: la capacidad de reconocer y manejar las emociones ayuda a regular el estrés y a no verse abrumada por situaciones adversas. − Optimismo: las personas resilientes suelen tener una perspectiva optimista, confiando en que pueden encontrar soluciones a los problemas, lo que refuerza su capacidad para superarlos. − Red de apoyo social: el contar con una red de apoyo cercana y confiable es uno de los factores más influyentes en el desarrollo de la resiliencia. El soporte emocional y práctico de otros ayuda a mitigar el impacto del estrés. − Apoyo institucional: escuelas, organizaciones laborales o grupos comunitarios pueden brindar recursos y apoyo que fomenten la resiliencia, especialmente en momentos críticos. − Capacidad de afrontamiento y petición de ayuda: las personas resilientes suelen utilizar estrategias de afrontamiento activas y saludables, como la resolución de problemas, la búsqueda de apoyo o la planificación. Afrontar las situaciones de manera proactiva, en lugar de evitarlas o sentirse paralizado, refuerza la capacidad de adaptarse a las adversidades. − Factores biológicos y genéticos: algunos estudios sugieren que factores biológicos, como el equilibrio hormonal y la función del sistema nervioso, pueden influir en la resiliencia. Sin embargo, estos factores interactúan con el entorno y la experiencia, lo que significa que la resiliencia no es solo una cuestión genética. − Recursos económicos y educativos. ROLES En el contexto de la intervención social, el concepto de roles se refiere a los papeles que las personas o grupos desempeñan dentro de una sociedad, basados en normas, expectativas y funciones establecidas cultural y socialmente. Estos roles determinan cómo se espera que una persona actúe en determinadas situaciones o en relación con otros individuos, y están vinculados a factores como la edad, el género, la profesión, el estatus o el grupo cultural al que pertenecen. Los roles sociales tienen implicaciones clave en la intervención social, ya que: − Condicionan el comportamiento y las relaciones: Cada rol tiene asociado un conjunto de comportamientos y expectativas. Por ejemplo, los roles de "madre", "trabajador social", "migrante" o "líder comunitario" tienen expectativas diferentes en cuanto a cómo deben comportarse en diferentes situaciones. − Pueden generar desigualdad o exclusión: Algunos roles sociales pueden estar cargados de estigmas o desigualdades, como ocurre con ciertos grupos vulnerables (personas sin hogar, migrantes, minorías étnicas, personas con discapacidad). Entender los roles que las personas ocupan permite al profesional de la intervención social identificar dinámicas de poder, marginación o discriminación. − Son dinámicos y cambiantes: Los roles no son estáticos; pueden cambiar con el tiempo o en distintos contextos sociales. Por eso, en la intervención social es crucial abordar los roles desde una perspectiva crítica, entendiendo que las personas pueden renegociar o transformar los roles que se les asignan. − Favorecen la empatía y el entendimiento: Al reconocer los roles que cada persona desempeña en su comunidad o grupo, los profesionales pueden ajustar sus intervenciones para ser más respetuosos y efectivos, adaptándose a las realidades específicas de cada contexto social. En resumen, los roles sociales son una pieza fundamental en la intervención social porque influyen en cómo las personas se perciben a sí mismas, cómo interactúan entre ellas y cómo se insertan en las estructuras sociales. Pág. 19 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” ESTEREOTIPOS Los estereotipos son creencias o ideas generalizadas sobre las características, comportamientos o atributos de un grupo de personas, basadas en su pertenencia a una categoría social (como el género, la raza, la edad, la nacionalidad, etc.). Estas creencias simplificadas tienden a ser demasiado amplias y no toman en cuenta las diferencias individuales dentro de un grupo. Los estereotipos pueden ser tanto positivos como negativos, pero, en muchos casos, tienden a ser negativos, ya que distorsionan la realidad y refuerzan creencias erróneas o injustas. Los estereotipos se forman a través de un proceso social y psicológico complejo. Algunos de los mecanismos principales que contribuyen a su formación serían los siguientes: − Generalización cognitiva: nuestro cerebro tiene la tendencia a simplificar la información para procesarla más fácilmente, agrupando a las personas en categorías basadas en atributos visibles como el sexo, la raza o la edad. Esta simplificación es útil en algunos contextos, pero también puede dar lugar a suposiciones incorrectas o simplificaciones excesivas. − Experiencias personales y limitadas: a menudo, los estereotipos se forman cuando las personas tienen una experiencia limitada con ciertos grupos y generalizan a partir de esos encuentros. Un contacto superficial o con pocas personas de un grupo puede llevar a la conclusión de que todos los miembros de ese grupo comparten las mismas características o comportamientos. − Aprendizaje social: los estereotipos se aprenden desde la infancia a través de la socialización, lo que incluye la influencia de la familia, amigos, la educación y los medios de comunicación. Los niños aprenden estereotipos al observar y escuchar a los adultos, en las interacciones sociales y a través de mensajes que reciben en la televisión, películas y redes sociales. − Medios de comunicación: los medios juegan un papel crucial en la formación y perpetuación de estereotipos. A menudo, se presentan imágenes o narrativas simplificadas sobre grupos de personas que refuerzan ideas estereotipadas. Por ejemplo, la representación de ciertos grupos en roles limitados o negativos puede influir en cómo se les percibe en la sociedad. − Condicionamiento cultural: los estereotipos se mantienen y se refuerzan a través de las normas y valores de una cultura. En muchos casos, ciertas creencias estereotipadas se han transmitido de generación en generación, lo que las hace parecer "naturales" o "verdaderas" dentro de un contexto cultural específico. − Sesgos cognitivos: los sesgos de confirmación son un factor clave en la formación de estereotipos. Una vez que una persona tiene una creencia estereotipada, tiende a buscar información que confirme esa creencia y a ignorar o minimizar la información que la contradiga. Este proceso refuerza el estereotipo a lo largo del tiempo. − Categorías sociales y necesidad de pertenencia: las personas tienden a categorizarse a sí mismas y a los demás en grupos sociales ("nosotros" vs. "ellos"). Esta necesidad de pertenencia puede llevar a la formación de estereotipos sobre otros grupos ("ellos") para reforzar la identidad del propio grupo ("nosotros"). Este proceso puede generar una visión más positiva de su grupo (endogrupo) y negativa del otro (exogrupo), lo que refuerza los estereotipos. Este es un proceso relacionado con la construcción de la noción de alteridad que hemos visto anteriormente. − Función adaptativa: desde una perspectiva evolutiva, los estereotipos pueden haber tenido una función adaptativa, ya que permitían a las personas hacer evaluaciones rápidas sobre posibles amenazas o aliados en situaciones nuevas. Sin embargo, en contextos complejos, esta función simplificadora tiende a ser contraproducente, ya que reduce la capacidad de ver a las personas individualmente. Pág. 20 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” PREJUICIOS El prejuicio es una opinión, creencia o actitud que se forma sobre una persona, grupo o situación sin basarse en un conocimiento o experiencia previa. Los prejuicios suelen estar basados en estereotipos o generalizaciones sobre características como la raza, género, orientación sexual, religión, edad, o clase social. Los prejuicios pueden ser tanto positivos como negativos, pero los negativos son los más comunes y pueden llevar a la discriminación y la marginalización. En la conformación de los prejuicios influyen los siguientes factores: − Socialización y entorno cultural. − Experiencias personales. − Medios de comunicación: La representación en los medios (cine, televisión, noticias, redes sociales) puede perpetuar estereotipos y prejuicios, reforzando creencias incorrectas o exageradas sobre ciertos grupos. − Falta de contacto intergrupal: La falta de interacción con personas de diferentes culturas, razas o grupos sociales puede fomentar el miedo a lo desconocido, lo que a menudo se traduce en prejuicios. − Miedo a la diferencia: Muchas veces los prejuicios están motivados por el temor o la incomodidad ante lo que es percibido como diferente o desconocido. − Cognición social: El cerebro humano tiende a categorizar la información para procesarla más fácilmente. Esto puede llevar a la simplificación excesiva y la generalización de los grupos de personas, formando prejuicios. − Factores emocionales: Los prejuicios a menudo están vinculados a emociones fuertes, como el miedo, la ira o la envidia, que pueden distorsionar la forma en que se perciben a las personas de otros grupos. − Influencia de los pares: Las actitudes y creencias de los amigos, compañeros de trabajo o miembros de un grupo pueden influir en la adopción de prejuicios. DISCRIMINACIÓN La discriminación es un comportamiento o conjunto de acciones que implican trato desigual o injusto hacia una persona o grupo debido a características particulares como su raza, etnia, género, orientación sexual, religión, edad, discapacidad, o cualquier otra característica personal. La discriminación se manifiesta cuando las personas son tratadas de manera inferior o excluidas de derechos, oportunidades o recursos que normalmente están disponibles para otros. A diferencia de los prejuicios, que son actitudes o creencias, la discriminación se refiere a las acciones que resultan de esas creencias y que perpetúan la desigualdad y la injusticia. En la discriminación intervendrían los siguientes factores: − Prejuicios y estereotipos. − Estructuras de poder y privilegio: Las jerarquías sociales y económicas establecen quién tiene acceso al poder y los recursos, lo que puede llevar a la marginación de ciertos grupos. Los individuos o grupos con más poder suelen ser los que discriminan a quienes tienen menos privilegios. − Normas sociales y culturales: Las expectativas y convenciones culturales pueden legitimar la discriminación al considerarla parte de la "normalidad". Por ejemplo, en algunas sociedades, la discriminación contra mujeres o minorías puede estar socialmente aceptada o no ser cuestionada. Pág. 21 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” − Ignorancia y falta de educación: La falta de conocimiento o información correcta sobre otros grupos puede alimentar la discriminación. Las personas a menudo discriminan por desconocer o malinterpretar las diferencias culturales, raciales, religiosas o de género. − Medios de comunicación y representaciones públicas: Los medios pueden perpetuar o desafiar la discriminación, dependiendo de cómo representen a los diferentes grupos. − Leyes y políticas institucionales: Las leyes o políticas de instituciones, empresas o gobiernos que favorecen a un grupo sobre otro formalizan la discriminación. Esto puede ocurrir a través de la segregación racial, leyes laborales desiguales, o políticas de inmigración restrictivas. − Factores psicológicos: Cuando las personas se sienten amenazadas o vulnerables, es más probable que tomen medidas para excluir a aquellos que perciben como diferentes. − Influencia de los grupos de pares: La presión de los grupos puede alentar comportamientos discriminatorios, especialmente si estas actitudes ya son comunes en ese círculo social. − Segregación social: La falta de interacción entre personas de diferentes grupos también puede contribuir a la discriminación, ya que la falta de contacto refuerza los estereotipos y prejuicios preexistentes. La discriminación puede presentarse en muchas formas, incluidas la discriminación directa (tratar deliberadamente a una persona de manera desigual) e indirecta (cuando una política o acción aparentemente neutral tiene efectos negativos desproporcionados sobre un grupo particular, al acentuar o perpetuar la desigualdad de partida). Es importante distinguir, según todo lo anterior, DIFERENCIA / DESIGUALDAD / DISCRIMINACIÓN. Pág. 22 de 23 CFGS INTEGRACIÓN SOCIAL. Módulo “CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL” 6. GÉNERO, PSICOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES: UN BREVE APUNTE. La perspectiva de género en la psicología del desarrollo es un enfoque que considera cómo las diferencias y desigualdades de género influyen en el desarrollo psicológico de las personas desde la infancia hasta la adultez. Este enfoque reconoce que el género no es una característica biológica, sino una construcción social y cultural que afecta las expectativas, roles y comportamientos de los individuos a lo largo de sus vidas. Los roles y expectativas de género no son innatos, sino que se construyen socialmente y se aprenden a través de la socialización desde una edad temprana. Las niñas y los niños son expuestos a normas de género que dictan cómo deben comportarse, qué emociones son aceptables, qué actividades deben realizar y qué valores deben priorizar. De la misma manera, se determinan las ideas y normas complementarias que indican lo que no se espera de ellos/as. En el ámbito de la psicología del desarrollo se distingue entre identidad de género y roles de género. La identidad se refiere a cómo las personas experimentan y expresan su propio género, que puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer. Las desigualdades de género que, como acaba de señalarse, pueden comenzar ya en la niñez, afectan al desarrollo a lo largo de la vida. Las niñas y los niños pueden enfrentarse a expectativas diferentes en cuanto a sus habilidades académicas, emocionales y sociales, lo que influiría en su autoconcepto, autoestima, desarrollo emocional, desempeño académico, aspiraciones y oportunidades reales de desempeñarse en aquellos aspectos que no están en consonancia con lo preestablecido. En la adultez, estas diferencias pueden traducirse en desigualdades en el acceso a recursos, oportunidades laborales y estatus social. La perspectiva de género ha surgido gracias al pensamiento y la práctica feminista, en parte, como crítica a planteamientos tradicionales patriarcales que han sido criticados por ser androcéntricos (centradas en la experiencia masculina) o por ignorar cómo el género afecta el desarrollo. Teorías clásicas que seguimos utilizando para construir conocimiento, como las de Freud o Piaget por citar solo dos, no incorporaban explícitamente el género como una variable significativa, lo que ha llevado a la necesidad de enfoques más inclusivos y sensibles a las diferencias de género.