Conclusión: El mérito y el bien común PDF

CONCLUSION El mérito vt el bien comlln Henry Aaron, r_rno de los más grancles jugadores de béisbol de la his- tori;r, se crio eu el Sur, en tienrpos de la segregación racial' Su bió- grafo, Horvarcl Bryant, explica que, de joven,.2 cuest¿ leer esas palabras sin quedarse pr...

CONCLUSION El mérito vt el bien comlln Henry Aaron, r_rno de los más grancles jugadores de béisbol de la his- tori;r, se crio eu el Sur, en tienrpos de la segregación racial' Su bió- grafo, Horvarcl Bryant, explica que, de joven,.2 cuest¿ leer esas palabras sin quedarse prendado de la belleza de la meritocracia, sin concebirla colno una respuesta definitiva a la in- el ra-.justicia; co¡ro Lln¿ reivindicación del talento sobre el prejuicio, cismo y la desigr.raldacl cle oportunidades. Y de esa idea a la conclu- sión de que la soctedad justa es ul1a socieclad rneritocrática, en la que rodos y tod¿s tcnqanlos las tnisur¿s posibilidades de ascender hasta don.le nuestro t:rlento y trtlestro estirerzo nos l|even, apenas h.ry un paso. Sin ernb.rrgo. cso es Lln error. Lr nroraleja de l¿r histori¿ de Henrv  CONCLUSION ¡r- lr,tÉnlro Y EL tsrEN corvrúN Aaron no es que deberíamos amar le meritocracia, sino aborrecer cieron en plena Gran Depresión. En un libro titulado l-a igualdad cualquier sistema de injusticia racial del que solo se pueda huir ano- (1931),R. H. Tawney, un historiador económico y crítico social bri- tando home runs.La igualdad de oportunidades es un factor corrector tánico, argumentó que la igualdad de oportunidades es, en el mejor de la injusticia necesario desde el punto de vista moral. Pero es un de los casos, un ideal parcial. 3 MÁs arrÁ DE LA TcuALDAD DE opoRTUNTDADES El bienestar social [...] depende de la cohesión y la solidaridad. Implica la existencia no solo de oportunidades de ascender, sino tarl- No es fácil tener siempre presente esa distinción. Inspirados por el bién de un elevado nivel de cultura general y una fuerte conciencia heroico ascenso de unos pocos, nos preguntamos qué hacer para que de unos intereses comunes [...].L" felicidad individual no requiere otros puedan tener también la capacidad de huir de las condiciones únicamente que los hombres tengan la libertad de ascender a nuevas que los ahogan.En vez de reparar esas condiciones de las que quieren cotas de confort y distinción; también exige que sean capaces de lle- huir quienes las sufren, forjamos una política que hace de la movili- var una vida de dignidad y cultura, tanto si ascienden como si no.a dad la respuesta a la desigualdad. Derribar barreras es bueno. Nadie debería quedar relegado por Ese mismo año, al otro lado del Atlántico, un escritor llamado la pobreza o los prejuicios. Pero una sociedad buena no puede tener Tiuslow Adams escribió un panegírico de su país titulado l,a James tan solo corrlo premisa la promesa de escapar. epopeya de América. Pocos recuerdan el libro, pero todo el mundo se Concentrarse exclusiva o principalmente en el ascenso social acuerda de la expresión que su autor acuñó en las páginas finales:. Vista desde la perspectiva de nuestros días, sería cos que requiere la democracia. Incluso una sociedad que pudiera fa- ficil equiparar su descripción de ese sueño americano con nuestra cilitar esa movilidad ascendente nejor que la nuestra necesitaría ha- retórica del ascenso. El de Estados llar formas de hacer posible que quienes no ascienden fr.orezcan allá Unidos , escribió Adams, fue el sueño.5 pertenencia. Se da a menudo por supuesto que la única alternativa e ia igual- No es un simple sueño hecho de automóviles y buenos sueldos, dad de oportunidades es una estéril y opresiva igualdad de resultados, sino uno de un orden social en el que cada hombre y cada mujer pero existe otra opción: una amplia igualdad de condiciones que per- puedan materializar al máximo aquello de lo que sean innatamente mita que quienes no amasen una gran riqueza o alcancen puestos de capaces y puedan ser reconocidos por los demás por aquello que son, prestigio lleven vidas dignas y decentes, desarrollando y poniendo en con independencia de las fortuitas circunstancias de dónde hayan práctrca sus capacidades en un trabajo que goce de estima social, nacido o de cuál fuera su posición de origen.6 compartiendo una cultura del aprendizaje extendida y deliberando con sus conciudadanos sobre los asuntos públicos. No obstante, una lectura minuciosa de sus palabras nos revela Dos de las mejores tesis sobre la igualdad de condiciones apare- que el sueño que Adams describió no aludía meramente a una movi-  CONCLUSIÓN tl uÉxllc> y EL tst¡,N c