CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología PDF

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Universidad Pontificia Bolivariana

Marco A. Becerril Flores

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parasitology medical parasitology biology human health

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This chapter discusses the general aspects of parasitology, including different types of symbiosis, classifications of parasites and hosts, and protozoans and helminths. It explains the concept of symbiosis and mutualism, highlighting the relationship between different species and organisms. The role of parasites in infection and disease is explained.

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Universidad Pontificia Bolivariana Access Provided by: Parasitología Médica, 6e CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología Marco A. Becerril Flores INTRODUCCIÓN Preguntas de evaluación inicial 1. ¿Qué tipos de simbiosis existen en la naturaleza? 2. ¿Cómo se clasifican los parásitos? 3. ¿Cóm...

Universidad Pontificia Bolivariana Access Provided by: Parasitología Médica, 6e CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología Marco A. Becerril Flores INTRODUCCIÓN Preguntas de evaluación inicial 1. ¿Qué tipos de simbiosis existen en la naturaleza? 2. ¿Cómo se clasifican los parásitos? 3. ¿Cómo se clasifican los huéspedes? 4. ¿Cómo se clasifican los protozoarios? 5. ¿Cómo se clasifican los helmintos? Desde los albores de la historia, el ser humano ha tratado de sobrevivir en este planeta y conseguir alimento de las diferentes fuentes existentes en su entorno. Para ello, ha luchado contra diversas contrariedades ambientales y, de acuerdo con la “selección natural” de Charles Darwin, el más fuerte (esto es, el más adaptable) fue el que sobrevivió y el más débil el que desapareció. En el medio que lo rodeaba se encontró con otros organismos vivos que integraban la flora y fauna, de tal manera que se vio obligado a convivir con ellos. Al igual que el hombre, las demás especies de animales también aprendieron a sobrevivir en la naturaleza en convivencia con otros y desarrollaron las habilidades necesarias para obtener sus alimentos mediante la caza. Los organismos microscópicos se desenvolvieron en un ambiente que les proporcionó los nutrimentos necesarios para su reproducción y permanencia en él. En tanto que los organismos más grandes adquirieron de forma accidental a los microorganismos. Por ejemplo, si estos últimos se encontraban en la tierra, agua o sobre una superficie objeto o animal, otro organismo mayor entró en contacto con ellos al beber el agua, recogerlos de la tierra o alimentarse de un vegetal o animal, incorporándolos a su cuerpo. Si ambos permitían la relación, entonces esta se mantenía hasta que alguno muriera, siendo el más pequeño el generador de descendientes. No obstante, aunque el microorganismo permanecía y se reproducía en los tejidos de otro, igualmente secretaba y excretaba diversas sustancias, las cuales desencadenaban distintas reacciones que beneficiaban o perjudicaban al otro organismo. Fue así que las diferentes formas de crear relaciones recibieron nombres específicos. Sin embargo, dos individuos forman en general una asociación y las consecuencias son variables. En la actualidad, la unión entre dos organismos de diferente especie recibe el nombre de simbiosis (Schmidt, 1995), la cual toma denominaciones diferentes de acuerdo con los resultados de dicha unión. En algunas fuentes bibliográficas se considera a la simbiosis como un tipo de mutualismo en donde las dos especies que conviven se benefician, como es el caso del pez payaso y las anémonas, donde el primero limpia a la anémona y esta le da alimento y protección al pez, sin embargo, nos damos cuenta de que se benefician, mas no dependen uno del otro. Las asociaciones pueden tener algunas consecuencias contrarias a las esperadas, por ejemplo, dado que el pez payaso no depende de la anémona y viceversa, en cualquier momento se abandonan y otro organismo puede modificar este ambiente convirtiéndose en parasitismo, o bien, como evolutivamente ha sucedido, en comensalismo. Es por eso que se separa la simbiosis de las demás relaciones. Con base en ello, definiremos a la simbiosis como una asociación entre dos organismos de diferente especie sin implicación negativa o benéfica. MUTUALISMO Es la asociación donde ambos simbiontes son dependientes entre sí, resultando beneficiados. Puede mencionarse como ejemplo el caso de las Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 termitas, en cuyo intestino existen protozoarios hipermastiginos que digieren la celulosa contenida en la madera produciendo elementos que utiliza Page 1 / 8 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores la termita para alimentarse, lo que genera a su vez un ambiente favorable para el desarrollo del protozoario. Por tanto, uno no vive sin el otro: si se ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility remueve el hipermastigino del intestino, la termita es incapaz de digerir la madera y, en consecuencia, muere. evolutivamente ha sucedido, en comensalismo. Es por eso que se separa la simbiosis de las demás relaciones. Con base en ello, definiremos a la Universidad Pontificia Bolivariana simbiosis como una asociación entre dos organismos de diferente especie sin implicación negativa o benéfica. Access Provided by: MUTUALISMO Es la asociación donde ambos simbiontes son dependientes entre sí, resultando beneficiados. Puede mencionarse como ejemplo el caso de las termitas, en cuyo intestino existen protozoarios hipermastiginos que digieren la celulosa contenida en la madera produciendo elementos que utiliza la termita para alimentarse, lo que genera a su vez un ambiente favorable para el desarrollo del protozoario. Por tanto, uno no vive sin el otro: si se remueve el hipermastigino del intestino, la termita es incapaz de digerir la madera y, en consecuencia, muere. COMENSALISMO En esta relación uno de los simbiontes (denominado comensal) vive a expensas de otro (huésped) sin causarle daño. El comensal es de menor tamaño que su huésped. En este sentido, no debe confundirse el organismo comensal con la flora habitual, ya que esta última representa poblaciones que forman parte natural del huésped llegando a protegerlo de infecciones; en contraste, los comensales no se encuentran normalmente en los tejidos del huésped, quien los adquiere de forma accidental y representan contaminación e, incluso, infección. Como ejemplo, es posible citar al Endolimax nana, organismo que infecta al ser humano en su intestino y sobrevive gracias a que se alimenta de bacterias y sustancias orgánicas e inorgánicas que se encuentran en la luz intestinal sin ocasionarle trastornos al huésped. Por tanto, no produce daño, pero no es normal que infecte. FORESIS Esta simbiosis se observa cuando el huésped transporta a un organismo (denominado foronte), más grande que él. Como ejemplo puede referirse el caso de Musca domestica, la cual transporta entre sus patas o tórax bacterias y protozoarios que actúan como forontes y los traslada hacia un sitio en el que pueden ser foco de infección para el ser humano. PARASITISMO En esta asociación la interacción ocurre cuando un organismo parásito vive a expensas del huésped al que inflige daño. También en esta forma de simbiosis el huésped es de mayor tamaño que el parásito. En un sentido estricto, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un parásito, ya que sobrevive dentro de los linfocitos T del hombre y le causa daño. Igualmente, Vibrio cholerae también lo es, puesto que es una bacteria que vive a expensas del ambiente del intestino y, como consecuencia, provoca lesión. Asimismo, el Histoplasma capsulatum, al ser un hongo que produce enfermedad en el ser humano, es también un parásito. PARASITOLOGÍA Pese a los ejemplos anteriores, la virología se encarga de estudiar los virus, la bacteriología las bacterias y la micología los hongos. Para facilitar el enfoque y la sistematización, la parasitología es la parte de la biología cuyo objeto de estudio es el parasitismo producido por protozoarios, helmintos y artrópodos. Si estos son capaces de inducir enfermedades en animales, su campo de investigación se extiende a la parasitología animal o a la vegetal si se trata de enfermedades en plantas. Cuando los organismos provocan afecciones en el hombre, la rama que los estudia es la parasitología médica. De manera particular, si se investigan aspectos más cercanos a la relación entre médico y paciente afectado por una enfermedad parasitaria, la parasitología se torna clínica. Existen trastornos parasitarios en el ser humano que se inician a través del contacto con animales que también sufren la parasitación y la enfermedad; en consecuencia, dichos animales son capaces de transmitir la anomalía al hombre, produciendo padecimientos conocidos como zoonosis. Es importante aclarar que un protozoario, helminto o artrópodo es un parásito bajo ciertas condiciones; de otro modo, puede infectar a un individuo y permanecer como comensal siempre que la infección se entienda como el establecimiento, reproducción y sobrevivencia de un organismo dentro o sobre los tejidos de un huésped. Para que el parasitismo tenga lugar, es decir, que el huésped sea afectado, deben cumplirse distintos requisitos: 1. Dosis o cantidad de inóculo. Para que se induzca un daño en el huésped, el parásito debe infectar en una cantidad mínima; algunos parásitos deben encontrarse en cantidades superiores a 1 × 106 para ocasionar daños; a otros les basta con uno o dos. Si el mecanismo se basa en toxinas, entonces la infección depende de la cantidad de toxina necesaria para producir el trastorno. 2. Factores de virulencia. Hay especies de parásitos que, en la naturaleza, se presentan en la forma de diferentes cepas que pertenecen a la misma especie. A pesar de que cada una es un grupo de organismos con características biológicas, bioquímicas, moleculares o genéticas bien definidas, dentro de la misma especie del parásito hay cepas que poseen la capacidad de lesionar y otras que no, esto es, existen cepas patógenas y no patógenas, respectivamente. La patogenicidad (capacidad para infligir daño) de un parásito depende de los factores de virulencia, entre estos, de Downloaded 2024­2­14 3:26 Pmencionar Your IP islos 200.3.145.12 manera general, se pueden siguientes: Page 2 / 8 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility Moléculas de superficie que le permitan al parásito adherirse a la superficie de los tejidos del huésped. Enzimas que degradan los tejidos del huésped. entonces la infección depende de la cantidad de toxina necesaria para producir el trastorno. Universidad Pontificia Bolivariana Provided 2. Factores de virulencia. Hay especies de parásitos que, en la naturaleza, se presentan en la forma de diferentesAccess cepas que by: pertenecen a la misma especie. A pesar de que cada una es un grupo de organismos con características biológicas, bioquímicas, moleculares o genéticas bien definidas, dentro de la misma especie del parásito hay cepas que poseen la capacidad de lesionar y otras que no, esto es, existen cepas patógenas y no patógenas, respectivamente. La patogenicidad (capacidad para infligir daño) de un parásito depende de los factores de virulencia, entre estos, de manera general, se pueden mencionar los siguientes: Moléculas de superficie que le permitan al parásito adherirse a la superficie de los tejidos del huésped. Enzimas que degradan los tejidos del huésped. Mecanismos moleculares que superan las defensas del cuerpo humano. Rapidez de su reproducción (mayor a la reproducción de las células del huésped). Secreciones que alteran la fisiología de los tejidos del huésped y que actúan como toxinas. Espacio físico ocupado y que obstruye el funcionamiento normal de una persona infectada. De manera mecánica, los movimientos del parásito pueden lastimar los tejidos del huésped. Competencia por los alimentos que se encuentran en el medio. 3. Fase del parásito. No todas sus fases son infectivas y patógenas para el ser humano. Con relación al huésped, el parasitismo se desarrolla si aquél muestra la suficiente susceptibilidad al parásito, de lo contrario, a pesar de que sea patógeno y se encuentre en una dosis suficiente o mayor, el daño al huésped no ocurre porque este no es susceptible. Por ejemplo, el VIH es un virus que infecta al hombre, pero no a gatos o perros. Los parásitos reciben distintos nombres: 1. De acuerdo con la localización, dentro o sobre los tejidos del huésped, un organismo es endoparásito si se desarrolla en el interior; y ectoparásito si aparece en la superficie. 2. Respecto a su reproducción, pueden dividirse en intracelulares o extracelulares, cuando se reproduce en el interior o fuera de una célula huésped respectivamente, pero en sus tejidos. 3. Es posible clasificarlos también por el número de especies de huéspedes que pueden parasitar: a) estenoxeno, si su ciclo de vida requiere la transmisión de animales al hombre (y desde luego se desarrolla en este último para regresar al animal), un ejemplo es Taenia solium, que infecta al cerdo en la fase larvaria y se desarrolla en la fase adulta en el ser humano, en cuyas heces se elimina el huevo que infecta de nueva cuenta al cerdo; b) eurixeno, cuando se transmite de animales al hombre pero no en sentido contrario, por ejemplo Toxoplasma gondii, que infecta al ser humano como quiste y está presente en los tejidos del cerdo, res o ave, pero sin que se infecten con los toxoplasmas que el hombre adquiere. 4. De acuerdo con el número de huéspedes que emplea para completar el ciclo biológico: a) monoxeno, si el parásito solo requiere un huésped para completar su ciclo, en este caso el nematodo Trichuris trichiura es un ejemplo, ya que el ciclo solo se verifica en el ser humano; b) polixeno o heteroxeno, cuando el ciclo biológico exige la participación obligada de varios huéspedes, como las especies de Gnathostoma, que necesitan la intervención de felinos, copépodos, peces, entre otros.2 5. Con relación al tiempo que pasa un parásito en su huésped: a) accidental, si el huésped donde se encuentra no es el habitual; b) temporal, si utiliza a un huésped para subsistir, pero luego lo abandona; c) permanente, cuando vive toda su existencia en el mismo huésped, como en el caso de Toxoplasma gondii, que no se separa de él hasta que muere. A los huéspedes también se los conoce con diversos nombres: 1. Accidental. El alojamiento que suministra al parásito es circunstancial. 2. Intermediario. Permite el establecimiento de fases inmaduras o asexuales del parásito. 3. Definitivo. Posibilita el establecimiento de las fases maduras o sexuales del parásito. 4. Completo. El que actúa como definitivo e intermediario. Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores 5. Paraténico. Alberga al parásito sin que este se desarrolle en alguna fase (se dice que es de transporte). ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility 6. Reservorio. Permite que el parásito conserve su naturaleza infectiva para el ser humano.4 Page 3 / 8 1. Accidental. El alojamiento que suministra al parásito es circunstancial. Universidad Pontificia Bolivariana 2. Intermediario. Permite el establecimiento de fases inmaduras o asexuales del parásito. Access Provided by: 3. Definitivo. Posibilita el establecimiento de las fases maduras o sexuales del parásito. 4. Completo. El que actúa como definitivo e intermediario. 5. Paraténico. Alberga al parásito sin que este se desarrolle en alguna fase (se dice que es de transporte). 6. Reservorio. Permite que el parásito conserve su naturaleza infectiva para el ser humano.4 De igual modo, a los ciclos biológicos se les designa con diferentes nombres:1,9 1. Homogónico. Todas las fases del parásito son parasitarias o de vida libre. 2. Heterogónico. Hay alternancia de fases (de vida libre y parasitaria) en el parásito. INTERACCIÓN PARÁSITO­HUÉSPED La interacción parásito­huésped tiene que ocurrir bajo condiciones necesarias y, en su mayoría, el contacto es accidental; no obstante, el parásito puede buscar alimento y, si existen sustancias que libera el huésped necesarias para aquél, se dirige en su dirección estableciéndose dentro de él. Para el primer caso puede considerarse como huésped al propio hombre: cuando se encuentra con el parásito, este ingresa por alguna vía y trata de sobrevivir, en otras palabras, ocurre una infección (establecimiento, sobrevivencia y reproducción en los tejidos), la cual genera cambios en el huésped que provocan una diversidad de reacciones en él. Esta interacción se crea en un microambiente. Puede ser de utilidad el ejemplo de la fasciolosis. El parásito Fasciola hepatica infecta al humano cuando se encuentra enquistado en plantas acuáticas; si son comestibles, como los berros, el hombre se infecta; más tarde, después de diversos fenómenos dentro de su organismo, el ser humano elimina al parásito en sus heces. Si defeca en un cuerpo de agua sin movimiento que contenga caracoles del género Lymnaea, el parásito se desarrolla en su interior para después salir, pero si se enquista infecta al hombre. En este ejemplo, la presencia del ser humano que defeca al ras del suelo, así como la de caracoles y plantas acuáticas, crea un ambiente que, en términos ecológicos, resulta esencial. Por otro lado, el parásito sobrevive dentro de los tejidos del caracol y del ser humano, pero en cada huésped existen diferentes fases del parásito; en consecuencia, cada uno es un microambiente distinto. Los términos que deben considerarse para definir con precisión las características de un macro o microambiente son el sitio o localización del parásito, región espacial o topológica en un huésped donde un parásito se colecta. Se diferencia del hábitat, que se refiere al ambiente típico local en el cual se encuentra el parásito. Otro término que no es claro en ocasiones es nicho, que alude a su papel y la forma de adecuarse o adaptarse dentro de una comunidad particular. Para conocer la importancia de las parasitosis en una región geográfica, datos de enorme importancia solo se explican en forma cuantitativa, razón por la cual es necesario definir términos que permitan estimar la magnitud de la existencia de una infección parasitaria: 1. Prevalencia. Número de huéspedes infectados con uno o más individuos de una especie particular de parásito o grupo taxonómico dividido entre el número de huéspedes examinados de la misma especie parasitada. También se aplica a infecciones. Se puede expresar como porcentaje, si es en términos de proporción sobre 100%. 2. Incidencia. Número de nuevos huéspedes que se infectan con un parásito particular, durante un intervalo específico dividido entre el número de huéspedes no infectados, presentes al inicio de ese lapso. Por ejemplo, si de 100 sujetos que ingresan a un hospital se infectan 15 en un año, la incidencia es de 15 infectados por cada 100 pacientes. 3. Densidad. Número de individuos, de una especie particular de parásito, en una unidad de muestreo medida a partir de un huésped o un hábitat, en unidades de área­volumen o peso. Por ejemplo, la parasitemia de ratones infectados con Trypanosoma cruzi se puede informar en términos de densidad de infección (número de parásitos por ml de sangre). 4. Intensidad de infección. Número de sujetos de una especie particular de parásito en un huésped infectado y se expresa en números enteros de parásitos que se encuentran en cada huésped. A esta unidad la han denominado los parasitólogos como carga parasitaria, nivel o radio de infección. 5. Intensidad media. Intensidad promedio de una especie específica de parásito que se presenta entre los miembros infectados de una especie particular de huésped, o bien el número total de parásitos en una muestra, dividida entre el número de huéspedes infectados. Por ejemplo, si tres ratones están infectados: uno con 1 000, otro con 100 y el otro también con 100, la intensidad promedio es la suma de las tres intensidades (1 000 + 100 + 100 = 1 200) entre el número de huéspedes infectados con ese parásito: 1 200/3 = 400. La intensidad promedio es de 400. Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 Page 4 / 8 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores 6. Abundancia. Número de individuos de una especie particular parásito en un huésped, tanto si está infectado como si no. Por ejemplo, si de ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use PrivacydePolicy Notice Accessibility tres huéspedes uno tiene 100 parásitos de una especie, otro 1 000 de la misma especie y el otro no tiene parásitos, la abundancia es 100, 1 000 y 0. La descripción es individual para cada huésped. infección. Universidad Pontificia Bolivariana Accessinfectados Provided by: de una especie 5. Intensidad media. Intensidad promedio de una especie específica de parásito que se presenta entre los miembros particular de huésped, o bien el número total de parásitos en una muestra, dividida entre el número de huéspedes infectados. Por ejemplo, si tres ratones están infectados: uno con 1 000, otro con 100 y el otro también con 100, la intensidad promedio es la suma de las tres intensidades (1 000 + 100 + 100 = 1 200) entre el número de huéspedes infectados con ese parásito: 1 200/3 = 400. La intensidad promedio es de 400. 6. Abundancia. Número de individuos de una especie particular de parásito en un huésped, tanto si está infectado como si no. Por ejemplo, si de tres huéspedes uno tiene 100 parásitos de una especie, otro 1 000 de la misma especie y el otro no tiene parásitos, la abundancia es 100, 1 000 y 0. La descripción es individual para cada huésped. 7. Media abundancia. Número total de parásitos entre el número total de individuos de una población. En el ejemplo anterior, serían 1 100 parásitos entre tres y la abundancia media sería de 367 parásitos de esa especie.2 Es importante señalar qué otros conceptos de la interacción parásito­huésped también son relevantes y suelen confundirse: colonización es el establecimiento de una población de parásitos en un sitio donde antes no había al menos uno; esto no significa que se reproduzca, sobreviva y extienda, caso en el cual se trataría de una infección. Un huésped se coloniza cuando se infecta. Este término es contrario al de extinción, que se refiere al huésped que ya no tiene ningún individuo del parásito. Para la colonización el parásito debió desplazarse por sí solo o bien un agente lo transportó. En este mismo sentido, la transmisión es el transporte o acarreo de un parásito a un huésped sin importar si ya está colonizado por la misma especie del parásito. La colonización se aplica a un huésped, una población de huéspedes o una especie de ellos. En una región geográfica pueden existir comunidades (una comunidad incluye más de una población de diferentes organismos que viven juntos en una unidad de espacio­tiempo). En una comunidad puede haber una diversidad de especies y por diversidad se alude a la composición de una comunidad en términos del número de especies presentes. Las infecciones parasitarias que se desarrollan en el ser humano deben denominarse de tal manera que se las pueda identificar. Algunas reciben el nombre por razones históricas, como la amebiasis, que se relaciona con el agente causal de la enfermedad, las amebas, que la gente en términos comunes le denomina amibas y, por consiguiente, amibiasis. Otras reciben el nombre de acuerdo con la especie de parásito que produce la enfermedad y la zona en donde se desarrolla, como el caso de la tripanosomosis americana, que solo afecta al continente americano. Otras veces, la denominación se explica por la fase del parásito que ocasiona la infección, como la cisticercosis. Otras más, toman su nombre del parásito infectante, como la giardiasis, cuyo agente causal es el protozoario Giardia. Con la finalidad de uniformar la nomenclatura de las enfermedades parasitarias, la Asociación Mundial por el Avance de la Parasitología Veterinaria (WAAVP) publicó en 1988 una terminología estandarizada de afecciones parasitarias de animales y en 1991 la Federación Mundial de Parasitólogos la aprobó e hizo extensiva a las enfermedades del hombre y los animales (SNOPAP). De esta manera, se acordó que debe emplearse el sufijo ­osis y el plural –oses y agregarse al taxón del nombre del parásito, omitiendo, si es necesario, la última o las dos últimas letras. Los nombres de enfermedades bien establecidas históricamente se conservan como hasta ahora, por ejemplo, el paludismo, enfermedad de Chagas, larvas migrantes, etc. Los padecimientos parasitarios que se estudien en adelante se adecuarán a estas consideraciones. Es importante considerar que los parásitos originalmente se clasificaron con base en características morfológicas, con la ayuda de las descripciones ultraestructurales, comportacionales o ambas, así como características ecológicas. Actualmente, estudios de biología molecular permiten una mayor aproximación. De este modo, a manera de ejemplo, Dientamoeba fragilis, anteriormente se le consideraba un protozoario agrupado dentro de las amebas, sin embargo ahora es claro que es un flagelado. A Pneumocystis carinii se le consideraba como protozoario apicomplexa y ahora está clasificado como un hongo oportunista. Los parásitos se agrupan como protozoarios, helmintos y artrópodos. Anteriormente se consideraban a los organismos agrupados en cinco reinos: monera, protista, animalia, fungi y plantae. Desde los estudios filogenéticos, basados en biología molecular, se señala que los gru pos de organismos eucariotes derivan de los procariotas, por lo que un grupo de expertos propuso clasificar a los eucariotes indicando los organismos que se originaron a partir de ellos: animales, plantas y hongos. Los protozoarios se caracterizan por ser organismos unicelulares, eucariotas y carecer de pared celular. El grupo de expertos en protozoología que reclasificó a los protozoarios laboran en varios países del mundo y publicaron su clasificación taxonómica en el año 2005 (Sina M.D. et al., J. Eukaryot. Microbiol., 52(5);2005:399–451). Los seis grupos son opisthokonta, amoebozoa, excavata, rhizaria, archaeplastida y chromalveolata. En la Cuadro 2–1 se presenta dicha clasificación destacando los grupos de microorganismos de importancia médica. Cuadro 2–1 Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 Organismos CAPÍTULO 2: Aspectos parasitología, Marcode A.importancia Becerril Flores importantes que generales Ejemplosde delagéneros de parásitos médica ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility agrupa Page 5 / 8 El grupo de expertos en protozoología que reclasificó a los protozoarios laboran en varios países del mundo y publicaron su clasificación taxonómica en el año 2005 (Sina M.D. et al., J. Eukaryot. Microbiol., 52(5);2005:399–451). Los seis grupos son opisthokonta, amoebozoa, excavata, rhizaria, Universidad Pontificia Bolivariana archaeplastida y chromalveolata. Access Provided by: En la Cuadro 2–1 se presenta dicha clasificación destacando los grupos de microorganismos de importancia médica. Cuadro 2–1 Organismos importantes que Ejemplos de géneros de parásitos de importancia médica agrupa Opisthokonta Animales, hongos, coanoflagelados y mesomycetozoea Microsporidios Amoebozoa Amebas, slime moulds, amebas testadas, algunos ameboflagelados, algunas Sappinia, Acanthamoeba, Balamuthia, especies que no tienen mitocondrias Entamoeba, Endolimax Oxymonadidos, parabasálidos, diplomonadidos, jakobidos y otros flagelados, Giardia, Dientamoeba, Trichomonas, heterolobosea Naegleria, Leishmania, Trypanosoma Rhizaria Foraminíferos, muchos son radiolarios y cercozoa con filopodios No hay Archaeplastida Glaucophyta, algas rojas, algas verdes y plantas No hay Chromalveolata Se divide en Alveolata (ciliados, dinoflagelados, apicomplexa) y Stramenopiles (algas Apicomplexa (Plasmodium, cafés, diatomeas, hongos zoospóricos y opalínidos), Haptophyta y Cryptophyceae Cryptosporidium, Cyclospora), Ciliophora Excavata (Balantidium) Dentro del reino animalia se encuentran dos grupos que juegan un papel relevante como parásitos del ser humano: los helmintos y los artrópodos. Helminto significa “gusano”. Dentro de estos organismos existen tres phyla: platyhelminthes (gusano plano), nematoda y acantocephala. En los platelmintos se incluyen varias clases y los parásitos de importancia médica se localizan en las clases trematoda (trematodos) y cestodaria (cestodos). El término trematodo procede de dos términos que significan “agujero” y “atravesar”, y se refiere a los órganos de fijación, de cuyo número y localización en su cuerpo depende su clasificación; son planos en la región dorsoventral y tienen forma foliácea (hoja de vegetales); están cubiertos por una capa celular llamada “tegumento”, que no es más que un sincitio recubierto de microvellosidades que incrementan el área de absorción, ya que tienen un sistema digestivo primitivo; en el interior de su cuerpo hay un parénquima donde se alojan todos sus órganos; no tienen sistema respiratorio pero sí sistemas nervioso excretor, digestivo y reproductor. El sistema digestivo consta de una ventosa oral, que se continúa con una faringe, luego con esófago y al final con intestinos ciegos, puesto que no terminan en ano; su sistema excretor lo forman células ciliadas que confieren la apariencia de una “flama” y su función es eliminar los productos de desecho en el citoplasma. Dado que están interconectados con túbulos colectores que, a su vez desembocan en conductos colectores y todos en una vesícula excretora, es posible la eliminación de los productos de desecho. El sistema nervioso está compuesto de un par de ganglios cerebroides de los cuales surgen tres pares de cordones nerviosos a lo largo de todo el parásito y su función es recibir los estímulos que le permiten reaccionar. Con relación al aparato reproductor, casi todos son hermafroditas y solo en algunos como Schistosoma hay machos y hembras. Por lo regular tienen dos testículos de los cuales surge un conducto eferente y de donde se derivan conductos por los que transcurren los espermatozoos hasta desembocar en un cirro para copular con el órgano femenino; ambos se encuentran en un poro genital. En el aparato femenino desembocan los espermatozoos, cuya función es fecundar los óvulos producidos por los ovarios. Los trematodos atraviesan por varias fases larvarias que reciben distintos nombres (miracidio, esporoquiste, redias, cercarias, etc.) y la fase adulta en la que se maduran los órganos de reproducción. Los cestodos atraviesan por las fases de huevo y larvaria, que se llaman de distinta manera, y la adulta, formada por unidades conocidas como “proglótidos”, cada una con todos los órganos reproductores. Estos gusanos poseen también un sistema nervioso dispuesto en cordones y uno excretor similar al de los trematodos, con la excepción de que no desembocan en vesícula excretora. También el sistema nervioso es similar. Debido a que el cuerpo se conforma con diferente número de proglótidos y se dice que es un helminto polizoico a diferencia de los trematodos que son monozoicos, se le denomina estróbilo. En la parte anterior se encuentra, a manera de cabeza, el llamado “escólex”, órgano que contiene las estructuras de fijación. Los nematodos pueden ser hembras o machos, por lo que se les considera dioicos, a diferencia de los platelmintos que son monoicos Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 (hermafroditas). También poseen sistemas excretor, nervioso, reproductor y su sistema digestivo comienza con una boca y termina en un ano; esto es, Page 6 / 8 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores son más evolucionados. Otra diferencia notoria es que sus órganos no están en un parénquima, sino en un pseudoceloma que contiene fluidos como ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility parte de su metabolismo. excretor similar al de los trematodos, con la excepción de que no desembocan en vesícula excretora. También el sistema nervioso es similar. Debido a Universidad Pontificia Bolivariana que el cuerpo se conforma con diferente número de proglótidos y se dice que es un helminto polizoico a diferencia de los trematodos que son Access Provided by: monozoicos, se le denomina estróbilo. En la parte anterior se encuentra, a manera de cabeza, el llamado “escólex”, órgano que contiene las estructuras de fijación. Los nematodos pueden ser hembras o machos, por lo que se les considera dioicos, a diferencia de los platelmintos que son monoicos (hermafroditas). También poseen sistemas excretor, nervioso, reproductor y su sistema digestivo comienza con una boca y termina en un ano; esto es, son más evolucionados. Otra diferencia notoria es que sus órganos no están en un parénquima, sino en un pseudoceloma que contiene fluidos como parte de su metabolismo. La interacción huésped­parásito es muy compleja y modifica la condición inicial del huésped, la del parásito y su ambiente. En todo caso, el parásito encuentra casi siempre el medio necesario para sobrevivir o es eliminado dentro o fuera del huésped. Preguntas para reflexionar 1. De las características morfológicas, moleculares, estructurales y bioquímicas, ¿cuáles se utilizarían como primera opción para identificar una especie con rasgos morfológicos similares a otros? 2. Dentro de los parámetros cuantitativos que pueden explicar la cantidad de parásitos de una especie que afecta a un individuo, ¿cuál se emplearía para expresar la virulencia? 3. ¿Qué criterio debe seguirse para saber si un huésped es definitivo o intermediario con base en las herramientas moleculares? Respuestas a las preguntas de la evaluación inicial 1. Mutualismo, comensalismo, foresis y parasitismo. 2. Los parásitos se clasifican en endoparásitos o ectoparásitos, intracelulares o extracelulares, estenoxenos, eurixenos, monoxenos, heteroxenos, accidentales, temporales y permanentes. 3. Los huéspedes se clasifican en accidentales, intermediarios, definitivos, completos, paraténicos y reservorios. 4. Los protozoarios de importancia médica se ubican en los phyla sarcomastigophora, microspora, apicomplexa, ciliophora. 5. Los helmintos se clasifican en cestodos, trematodos (dentro de los platelmintos), nematodos y acantocéfalos. REFERENCIAS 1. Atías A. Parasitología médica. 7a. ed. Chile: Mediterráneo 1999. 2. Bush AO, Lafferty KD, Lotz JM, et al Parasitology meets ecology on its own terms. J Parasitol. 1997;83(4): 575–83. [PubMed: 9267395] 3. Durfee PT. Incidence and prevalence defined. Aust Vet J. 1978;(54):353–66. 4. Euzeby J. The fate of parasites of animal origin transmitted to humans. Med Trop. 1997. 5. Lamothe AR, García PL. 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Adl SM, Simpson AG, Farmer MA, et al The New Higher Level Classification of Eukaryotes with Emphasis on the Taxonomy of Protists. J. Eukaryot. Microbiol. 2005;52(5):399–451. [PubMed: 16248873] 9. Tay J, Lara R, Gutiérrez M, et al Parasitología médica. 7a. ed. Méndez Editores. 2002. Downloaded 2024­2­14 3:26 P Your IP is 200.3.145.12 CAPÍTULO 2: Aspectos generales de la parasitología, Marco A. Becerril Flores ©2024 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility Page 8 / 8

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