Summary

Este documento presenta un resumen de la filosofía de la educación de Platón. Se centra en el contexto histórico y las ideas principales del filósofo griego sobre la educación. Explica la relación entre la educación y la política, así como la importancia de la filosofía para comprender la práctica educativa.

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1.1. Platón: una filosofía o una política de la educación. Voy a referirme en la época antigua, especialmente a Pla-tón para discutir el carácter que tienen sus enunciados sobre la educación. Aparentemente es un discurso pedagógico y así se ha tomado por la mayoría de los historiadores de la pedago...

1.1. Platón: una filosofía o una política de la educación. Voy a referirme en la época antigua, especialmente a Pla-tón para discutir el carácter que tienen sus enunciados sobre la educación. Aparentemente es un discurso pedagógico y así se ha tomado por la mayoría de los historiadores de la pedagogía, pero aunque aparece más o menos sistematizado en los Diálogos La República y las Leyes vamos a mostrar que no presenta ni siquiera la autonomía que era lo mínimo que Herbart le exigía en el si- glo XVIII-XIX a la Pedagogía para que pudiera constituirse como ciencia. O sea, no podemos decir que sea una pedagogía propiamente dicha, sino una teoría filosófica o política de la educación que se elabora en el modelo de la filosofía que Platón sistematiza. O más precisamente, la teoría de la educación que elabora Platón. se enmarca en su teoría política ésta a su vez en su sistema filosófico general, el idealismo, La construye como una reacción frente cofi a la nueva práctica educativa que habían desarrollado los sofistas los que pretendían llenar las necesidades de saber-hacer político len del nuevo grupo con poder económico que surge al lado de la de la casta aristocrática en Atenas. Esta nueva clase (conformada por comerciantes y metecos) que surge en el siglo V a. C. necesita un tipo de educación que le permita adquirir las virtudes (cualidades, privilegios) que se le exigen para poder competir en la dirección del Estado con la clase o grupo dominante hasta ese momento. Así pues, la teoría platónica de la educación es una teoría contestataria que se enfrenta contra el ideal educativo sofista y que se elabora en el contexto de un sistema filosófico ya desarrollado.. Las categorías de este sistema filosófico sirven para justificar y construir una teoría de la educación que viene a ser una defensa y justificación del sistema educativo, tal como había venido funcionando hasta ese momento (el de la aparición de los sofistas) y el rechazo o desautorización ideológica de cualquier otra práctica educativa que pretendiese cambiar las condiciones en que se apoyaba el poder político de dicha casta aristocrática. Estas categorías filosóficas se articulan muy precisa y rigurosamente en una teoría política y ésta en la teoría educativa. Por lo tanto, el sistema filosófico platónico, apoyado en una concepción idealista del conocimiento (la que hay que entender a su vez como la sistematización de la concepción o representación que tiene dicha clase o casta dominante acerca de la realidad) es el código que permite interpretar el discurso platónico sobre la educación. El sistema educativo griego-al que este discurso se refiere con la función de legitimizarlo o justificarlo aparece como la forma mediante la cual el Estado griego (ateniense en este caso) puede disponer de los funcionarios que necesita para mantenerse o reproducirse como tal. O sea, contribuye muy marcadamente a la reproducción social de dicha formación social. Es el medio de socialización de la reproducción de la sociedad según un nivel alcanzado (correspondiente al grado de. desarrollo de las fuerzas productivas): así, las relaciones de dominación deben mantenerse mediante el funcionamiento de este sistema educativa Analicemos ahora cómo se articulan los elementos constituyentes de esta teoría educativa. Este análisis es ineludible debido a que esta concepción idealista de la educación que es primero esbozada por Platón, será elaborada posteriormente por Rousseau Kant y Herbart, y en general, por todos los autores que representan el proceso de la educación como una operación de extracción. entendiendo el objetivo de ésta como el "despertar, alimentar y desenvolver las facultades del hombre"", y según Kant: "Con los alumnos se ha de mirar principalmente en esto, no imponerles los conocimientos racionales, sino sacarlos de ellos mismos. Y aún como el mismo Durkheim afirma: "No podemos y no debemos consagrarnos todos a un mismo género de vida: tenemos según nuestras aptitudes, diferentes funciones que cumplir, y uno debe ponerse en armonía con aquella que le incumbe. No todos estamos hechos para reflexionar; se necesitan hombres de sensación y de acción; por el contrario, se necesitan otros que tengan por tarea pensar ". El objetivo primordial de Platón es elaborar una teoría del Estado, es decir, una teoría política como parte de una filosofía general que fuera a su vez el marco de un sistema de educación. "Construyamos, pues, con el pensamiento un Estado; nuestras necesidades serán evidentemente su base"". El sistema educativo debe estar de tal modo organizado que debe ser el fundamento de una sociedad regida por la justicia, es decir, en que todos los individuos puedan ocupar el puesto que les corresponde según sus aptitudes naturales, según las disposiciones o capacidades con que la naturaleza dotó a cada uno. Es un proyecto de regeneración educativa frente a la forma como se estaba degenerando o llegando a una situación de corrupción del que había sido el ideal educativo griege en el que debe apoyarse el ejercicio o función "justa" del Estado, es decir, que correspondiera a lo que él, Platón, como miembro de la casta dominante, se representaba o consideraba el único funcionamiento válido y correcto del Estado: el que garantiza y mantenía su poder político o dominación en una situación social dada: la sociedad griega, o sea la ciudad-estado del siglo V a. C. Elabora dicho proyecto en su intento de responder a las preguntas: cómo se puede lograr dicha situación de "justicia" absoluta que consideraba como la base de la vida social; acerca de cómo los filósofos pueden trazar la dirección de la sociedad y cómo el conocimiento podría ser la base de una nueva estructura social. Por eso, la conclusión a la que llegamos en la interpretación de esta teoría educativa es que la educación está totalmente sometida a la política y recíprocamente; la práctica política está fundamentalmente contenida y exigida en la educación. El Estado mejor organizado es aquel en que todos los individuos que lo conforman convergen para lograr el fin político: "la justicia, según sus diversas aptitudes o disposiciones naturales", es decir, según sus diferencias naturales ocupando su respectivo puesto en el orden social. Porque ".... ninguno de nosotros nace con la misma disposición natural, sino que difiere ya de los demás desde el momento en que viene al mundo predispuesto para una ocupación determinada". O sea, la división social del trabajo que constituye propiamente la sociedad, está determinada por la naturaleza, es decir, es una característica natural con la que ya hay que contar definitivamente sin intentar cambiarla. Esta es una división dicotómica; magistrados-guerreros (guardianes del Estado) artesanos, campesinos, (oficios manuales) Entonces, el problema que se plantea es cómo conciliar o hacer corresponder esta necesidad de la división entre los individuos según sus disposiciones naturales con el orden o estabilidad social y con el mantenimiento de ésta (reproducción social). O sea, los hombres necesariamente, por naturaleza, son desiguales, por lo tanto, tienen diferentes aptitudes. La justicia comienza aceptando y reconociendo este orden desigual como inmutable, "No todos nacemos con el mismo talento; uno tiene más disposición para hacer una cosa y otro la tiene para la otra... Es preciso consagrar las naturalezas diferentes a oficios diferentes... Cada ciudadano sólo debe aplicarse a aquello para lo que ha nacido... Señalamos una tarea determinada a cada uno de los otros artesanos, y esa tarea era la que le imponían sus aptitudes específicas con las que había de desenvolverse durante toda su vida sin preocuparse en absoluto de cualquier otra labor"." El sistema educativo es entonces, el encargado de hacer compatibles estas dos situaciones: su función es la de revelar y descubrir las aptitudes naturales que tiene cada uno y de orientarlo a ocupar el puesto que le corresponde en el orden social. Es una operación de descubrimiento, de extracción y de selección de las disposiciones naturales, adecuadas a las diferentes posiciones sociales: o sea, hace patente y mantiene, entonces, la división social de funciones. Es la institución que ratifica la división natural de aptitudes. En este sentido se responde a la cuestión planteada por Platón: "...qué clase de educación van a recibir? Mejor acaso que la que predicamos desde tiempo inmemorial". Dicha función es similar a un proceso de selección genética "Lo primero que debe conocerse es la naturaleza de esos hombres"" Ahora bien, el proceso educativo que había empezado con esta selección de los individuos según sus disposiciones naturales, se sustenta en una concepción filosófica: el idealismo (o como lo llaman algunos, el realismo de las ideas). Es decir, hay que disponer la enseñanza y su contenido de tal modo que se escojan los más aptos para continuar e ir completando todo el ciclo educativo hasta obtener la educación completa, ideal, que recibirán los más capacitados de los individuos, los que llegarían a ser la élite gobernante. En esta forma se emplean las matemáticas en la enseñanza con un objetivo seleccionador -como es la opinión prejuiciada que se tiene hoy en nuestros planes de estudios sobre su pretendi- do mayor valor sobre otras materias, como si tuviera por sí misma un mayor valor e importancia pedagógica: los individuos con disposición natural para pensar se dedicarán con mayor gusto a ellas. "(...) quien está bien dotado para algo suele aprenderlo con facilidad, mientras que el que carece de disposición para ello no halla sino dificultades". Revelarán así su mayor facilidad para aprender y en general, sus aptitudes racionales, de tal modo que serán los que más adelante puedan dedicarse a la filosofía: las matemáticas, por lo tanto, son empleadas en el sistema educativo para seleccionar a los futuros filósofos y en última instancia, a los gobernantes, o sea, a los miembros de la casta dominante: "Respecto a las naturalezas filosóficas, no será difícil precisar que se muestran siempre apasionadas por todo aquello que les da a conocer la esencia inmutable de las cosas, no sujeta al vaivén de la generación y la corrupción". El estudio al que se dediquen éstos debe orientarse de tal modo que se los vaya desligando paulatinamente de lo sensible, y se vayan dedicando a pensar, a conocer lo inteligible: "Conviene, por tanto, que el hombre amante de la ciencia se oriente ya decididamente hacia la verdad desde su juventud"", O sea, en última instancia, el proceso educativo se identifica con el mismo proceso de purificación de lo sensible, de ascensión hacia el mundo de las ideas que caracteriza al proceso filosófico (tal como en el libro VII del diálogo La República aparece simbolizado en el mito de la caverna). En efecto, el filósofo debe pasar, en un proceso de elevación dialéctica, de la percepción de las imágenes (o sombras) de los objetos (doxa conocimiento basado en la opinión) a la contemplación de las ideas en sí mismas (episteme. conocimiento verdadero, ciencia) a través de la dianoia, o concepción de las ideas hasta llegar a la noesis, o aprehensión directa de la idea de Bien, o sea, la contemplación de lo inteligible en sí mismo. Es un paso "de la región de las tinieblas a la verdad: entonces se producirá la ascensión hacia el ser, a la que llamaremos la verdadera filosofía". Los individuos elegidos en el proceso educativo como los más aptos para recibir toda la formación filosófica deben no sólo ser "nobles y graves de carácter, sino también poseer las condicio- nes adecuadas a esta educación: (...) una agudeza especial para las ciencias, en las que no habrán de encontrar dificultad alguna".Iniciemos a continuación una breve crítica de esta concepción idealista de la educación teniendo en cuenta su importancia e influencia en otros discursos sobre la educación y en especial, ya en la época moderna, en la conformación, como supuesto, de los primeros intentos de un discurso pedagógico. Me refiero inicialmente al funcionamiento ideológico del sistema educativo que Platón le reconoce y procura estructurar y fundamentar en el discurso filosófico: se pretende hacer derivar la división social del trabajo en que se apoya el orden social, exclusivamente del proceso educativo como proceso seleccionador y orientador de las diversas aptitudes naturales. Este discurso sobre la educación parte del supuesto de que los individuos tienen cualidades que serían independientes de las relaciones sociales históricamente determinadas. O sea, se refiere a una esencia del hombre en general (como es el procedimiento de todo discurso ideológico), que tendría a su vez un conjunto de atributos humanos sobre los que no se ejerce ninguna determinación o control por parte de los procesos sociales. Se invierte, entonces, el proceso histórico real: no son las relaciones sociales (de producción) las que determinan aquellos procesos sociales, sino que son los sujetos (como "personas", con voluntad y conciencia como parte de aquellos atributos) los causantes del orden-social: de ahí la importancia de conocer anticipadamente sus aptitudes, función ésta, como vemos asignada al sistema educativo. Esto es lo que se toma como pretexto para autonomizar a su vez su funcionamiento e independizarlo de otras prácticas sociales. Pero, al contrario, como bien lo señala Durkheim en su crítica de esta concepción idealista de la educación: "La educación no se limita a desarrollar el organismo individual marcado por su naturaleza. No se limita a hacer aparecer potencias que no pedirán más que despertarse. La educación crea en el hombre un ser nuevo. Esta virtud creadora es, por otra parte, un privilegio especial de la educación humana (...) ese ser nuevo que la acción colectiva, por la vía de la educación construye en cada uno de nosotros representa lo que en nosotros hay de mejor, lo que tenemos de propiamente humano". "El hombre que la educación debe realizar en nosotros no es hombre tal y como la naturaleza lo ha hecho, sino tal y como la sociedad lo quiere, tal como lo reclama su economía interior (...) En el presente como en el pasado, nuestro ideal pedagógico es hasta en los detalles la obra de la sociedad. Es ella la que nos traza el retrato del hombre que debemos ser, y en este retrato vienen a reflejarse todas las particularidades de su organización". Por lo tanto, la elaboración de una teoría pedagógica, la construcción de una pedagogía si se pretende que sea tal, esto Les la teoría de la práctica educativa, y no simplemente la sistematización de una representación o concepción ideológica que tendría una clase o grupo social en un momento histórico determinado-debe abarcar o referirse a la totalidad de la realidad compleja de la práctica educativa con sus determinantes históricos sociales. Es decir, debe dar cuenta, cuestionar y explicar todo el fenómeno real de la educación no sólo sus determinantes sociales y su funcionamiento social, porque se reduciría a una sociología de la educación, ni únicamente sus aspectos internos (como el proceso de enseñanza, los contenidos educativos, el sujeto de la ense- ñanza, etc.) porque de este modo elaboraríamos cada una de las diferentes "ciencias de la educación", pero no específicamente la pedagogía, la cual, debe darle su orientación teórica, epistemológica y científica a toda la práctica educativa Algunos problemas que se plantean entonces a partir del análisis crítico de la concepción idealista de la educación representada principalmente aquí por Platón, son entonces, los siguientes: ¿qué concepción o teoría filosófica debe fundamentar o sustentar la construcción de una auténtica pedagogía? ¿Debe ser ésta más bien completamente autónoma e independiente a toda filosofía, y como lo han hecho las ciencias positivas-desde lo planteado por Comte-superar toda forma de simple interpretación o representación subjetiva o social y pasar definitivamente al campo de la observación, descripción y explicación del hecho educativo a través de la investigación empírica? ¿Qué importancia o función específica tiene o cumple la teoría en su aceptación metodológica investigativa en el contexto de la pedagogía? 1.2. El Método de la Mayéutica La teoría educativa platónica tiene implícito un método: el método mayéutico. Veamos brevemente cómo tomando un ejemplo famoso del diálogo Menón. Platón concibe la ignorancia no como una carencia de saber, sino como un estado de llenura: el ignorante tiene lleno su pensamiento de opiniones, de aparentes conocimientos, de ideología, que él toma por conocimientos verdaderos porque no los ha reflexionado, esto es, no ha vuelto sobre los mismos. Por lo tanto, el método educativo no puede reducirse a una operación de informar, comunicar, decir, o sea, transmitir unas ideas o un saber por parte de una persona, el maestro, a unos alumnos. Por consiguiente, el proceso educativo debe comenzar evidenciando ese estado de ignorancia, es decir, haciendo que el alumno se dé cuenta, conozca el estado de desconocimiento en que se halla, aunque esté convencido de lo contrario, aunque crea tener ocupado su pensamiento con muchas opiniones o ideas. Así pues, el método debe comenzar suscitando la duda, antes de iniciarse propiamente la enseñanza. Este es el significado de la fórmula socrática: "sólo sé que nada sé", su sentido gnoseológico, como punto de partida del conocimiento. En otros términos, antes de iniciar el trabajo en cualquier ciencia hay que realizar este proceso de análisis crítico de las opiniones (daxa) o representaciones que se tienen previamente; de las percepciones sensibles inmediatas sobre el objeto al que se refiere dicha ciencia. Esta es sólo una de las muchas implicaciones epistemológicas que tiene la teoría platónica las que permite mencionar acá. De esta manera vemos que hay una relación muy estrecha entre la teoría del conocimiento y el método educativo según Platón. Luego de reconocer el no saber como punto inicial en el proceso de conocimiento, como primer logro en la tarea educativa, hay que pasar a suscitar el deseo de saber (que es el sentido etimológico de "filosofía") como condición de la acción educativa. Para Sócrates, que es en quien como saben bien los lectores de los diálogos Platón coloca su pensamiento, no hay propiamente enseñanza entendida como transmisión o inculcación de conocimientos de un maestro a otro individuo llamado alumno: "no hay más que reminiscencias"; "(...) La investigación y el saber no son en definitiva más que reminiscencias (anamnesis)". Por lo tanto, el método educativo no consiste en informar o transmitir un saber, como lo hacían los sofistas para quienes sólo interesaba la finalidad última, o sea, útil, de su enseñanza: un saber hacer-para tener éxito en la actividad política, sino en orientar al individuo para que él mismo pueda descubrir (recordar o reencontrar) las ideas y pueda acceder de esta forma a-la-verdad, desarrollando así su capacidad de pensar. Esto último es el fin de la educación. Este método se realiza como un proceso dialéctico a través del diálogo mediante una sucesión de preguntas hábilmente hechas buscando por medio de la ironía reconocer y advertir los conocimientos aparentes u opiniones, es el "método mayéutico", que Sócrates compara al arte o actividad que ejerce una comadrona o partera. En efecto, es un arte de dar a luz las ideas, de hacer surgir los conocimientos verdaderos como en el caso del esclavo de Menón, quien sin haber recibido ninguna instrucción previa y advertido de su ignorancia llega a recordar el teorema de Pitágoras (y otras relaciones matemáticas altamente abstractas) sólo con la habilidosa e inteligente dialéctica aplicada por Sócrates, quien directamente expresa: "(...) yo no le enseño nada: me limito a preguntarle sobre todo ello". Sócrates va indicando a Menón los resultados obtenidos en su diálogo con el esclavo de éste: "Ten en cuenta que, al comienzo, sin saber cuál es el lado del cuadrado de ocho pies del caso al cual se está refiriendo cosa que por otra parte aún ignora, creía, sin embargo, saberlo y respondía con seguridad, como quien sabe, sin tener ningún sentimiento de la dificultad existente. Actualmente tiene conciencia de sus problemas, y si no sabe, al menos no cree saber". O sea, aunque hasta este momento no le ha enseñado nada, aún sin embargo, ya ha suscitado en él algo nuevo que antes no tenía: la duda, y de aquí, pasa a provocar la necesidad de conocer lo que ignoraba y sólo creía: saber: "(...) pues ahora, que él ignora, tendrá gusto en investigar, mientras que antes no hubiera vacilado en decir y repetir (...) que para duplicar un cuadrado era preciso duplicar su lado"24. Ha sido conducido por ese procedimiento dialéctico a fin de que las ideas que exprese las deduzca por sí mismo: "(...) lo ha sacado todo de su propio haber. Y, no obstante, no sabrá, cómo reconocido poco antes (...) hay que admitir, por tanto, que estas opiniones se encontraban ya en él. (...) Sabrá, pues sin haber tenido maestro, gracias a simples preguntas, habiendo vuelto a encontrar en sí mismo por sí mismo su ciencia" De esta forma ha surgido en el esclavo de Menón -indivi- duo que ha estado respondiendo a las preguntas de Sócrates la voluntad de aprender, de saber, orientado por la voluntad de enseñar, pero en una nueva manera: sin pretender transmitirle unos contenidos predeterminados. Por eso en cuanto a las posibilida- des de la enseñanza se concluye que ésta no consiste en embutir o inculcar ciertos pretendidos conocimientos desde el exterior al individuo que pretende aprender. El arte de enseñar se identifica entonces con la mayéutica socrática, lo que implica que el auténtico aprendizaje no sólo es un proceso de reconocimiento de los conocimientos que no creía tener (porque se habían olvidado y esto lleva a Platón a plantear la preexistencia del hombre, de su alma, como principio racional, en el mundo inteligible donde había conocido las ideas verdaderas como son realmente, en sí mismas, y que en el momento de nacer, de surgir en el mundo sensible, las había olvidado) sino una actividad, un esfuerzo eficiente del que aprende, una indagación participante que exige la colaboración, la intervención y la adhe sión del individuo que desea aprender. En conclusión, este método identificado con el diálogo socrático pasará a la teoría educativa como el prototipo y modelo de relación pedagógica en el que se destacan dos dimensiones: el influjo dinámico de Sócrates sobre sus interlocutores y el rigor lógico en el desarrollo del razonamiento que empleaba y requería como condición en la averiguación de la verdad. 2. Cómo surge y se constituye históricamente el discurso pedagógico. En una reflexión sobre el carácter científico de la pedagogía, hay que tener en cuenta lo que ya advertía Herbart en el sentido de que ésta "... vuelva con la mayor precisión posible a sus con- ceptos autónomos y cultive más un pensar autóctono... de modo que se constituya en centro de un círculo de investigación"De esto se deriva la importancia del enfoque histórico en el estudio de la estructura sistemática de la pedagogía: "El recurso a la historia de la ciencia es imprescindible para efectuar un balance actualizado de los datos del conocimiento científico acerca de los problemas de la educación... Sería preciso también llevar a cabo un análisis de las líneas de investigación dominantes en el panorama actual de las ciencias de la educación, a fin de detectar los modelos formales y metodológicos que las informan". La Pedagogía es una ciencia social, no puede, pues, proceder solo especulativamente, sino que debe operar empírica mente debe describirse la educación como "una realidad dada", como "hecho", Por lo tanto, como los hechos sociales son fundamentalmente históricos, entonces su investigación empírica debe extenderse al campo histórico. En este sentido señala tam-- biển Durkheim que "cuando se estudia históricamente la manera como se han formado y desarrollado los sistemas de educación, se ve que ellos dependen de la religión de la organización política del grado de desarrollo de las ciencias, del estado de la industria, etc. Si se les separa de todas esas causas históricas, se vuelven incomprensibles. Por consiguiente, podemos afirmar que "comprendemos lo que es propiamente la educación si no queremos inmovilizarnos en la vivencia personal, en todo caso restringida únicamente mediante el análisis sistemático de la historia. En este contexto histórico resalta cada vez más claramente el sentido del quehacer educativo". Así pues, se parte de la constatación de que la educación por su misma esencia comparte o participa del carácter histórico del hombre-entendido en su ser social, es decir, en relación con los otros hombres, en el seno de una formación social. O sea, la práctica educativa está determinada históricamente: toda acción educativa como parte de dicha práctica o elemento, se desarrolla o acontece en el contexto histórico de una formación social, o sea, está ya determinada por su pasado y factores históricos, Por eso dice Durkheim que "... aunque sólo fuera para constituir la noción preliminar de educación, para determinar la cosa que denominamos así, la observación histórica aparece como indispensable. Para definir la educación, debemos, pues, considerar los sistemas educativos que existen o han existido, compararlos, separar entre sus caracteres los que le son comunes "". El análisis pedagógico debe tener en cuenta este entrecruzamiento de la educación con el acontecer histórico social: hay que estudiar la pedagogía como una disciplina que intenta constituirse como ciencia en la medida en que trata de captar o aprehender el fenómeno complejo de la educación (sobre todo en una inves- tigación empírica sobre la base de la experiencia). Pero no se trata de lograr un simple y mero saber erudito (un conjunto de datos históricos del pasado sobre la educación como los que se pueden encontrar en un manual de la historia de la educación) sino como señala F. Nicolin: "La cuestión teorética fundamental de la pedagogía, a saber, qué es en sustancia la educación y qué clase de exigencias fórmula a los que en ella se ocupan, recibe una orientación hacia lo histórico primariamente por el hecho de que la exploración del campo educacional actual, y de los quehaceres en él implicados, se ve una y otra vez inducida a informarse sobre las precedentes constelaciones de condiciones históricas, y sobre las fuerzas operantes que han llegado a la actual situación pedagógica, en las que al mismo tiempo se manifiestan tendencias de futuro (deseables o necesarias de corrección crítica). Así, la consideración histórica es la que rectifica las perspectivas restringentes propias de la consideración sistemática abstracta; ella libera las formas actuales de la educación del aislamiento consistente en la mera toma de datos y las restituye al contexto operante de pasado y futuro". El acudir a la investigación histórica en el intento de dar cuenta del estatus científico de la pedagogía es necesario y fundamental, porque además de analizar y explorar los contenidos teoréticos, incumbe a la historia exponer la evolución del pensamiento pedagógico mismo como un proceso de creciente independización, diferenciación y elevación del nivel de reflexión, que partiendo de la sabiduría educacional extra- científica y del material de pensamiento pedagógico contenido en los mitos, en las canciones y en la poesía, y pasando por el saber pedagógico encerrado en los esbozos filosóficos de interpretación de la existencia y en los sistemas de doctrina teológica, desemboque en teorías pedagógicas perfiladas y autónomas y, finalmente en la concepción y estructuración de la ciencia de la educación". Según lo anterior, la referencia a la historia no es con objeto de acumular un saber ajeno y sin relación con la situación actual de la práctica educativa, ni es la tendencia de tomar ingenuamente la tradición como norma de acción para el futuro, porque es evidente que actualmente el discurso pedagógico constituido con un estatus científico más o menos establecido que se puede identificar, se ha ido conformando poco a poco hasta adquirir su ca- rácter específico al lado de otros discursos científicos. Así pues, la investigación histórico pedagógica no es intrínseca a la pedagogía, sino que le aporta elementos específicos "para la constitución de su objeto (o de su campo de objetos) y, consiguientemente, para la fundamentación de su trabajo ulterior". En este sentido, desde los primeros momentos de su constitución, la pedagogía presenta y plantea problemas que actualmente, por disponerse de mejores recursos metodológicos, se pueden enfrentar e intentar resolver eficientemente. Por lo tanto, podemos plantear que: "La pedagogía en este contexto reubica críticamente los procesos de experimentación y de comprensión de la tradi- ción a través de una reflexión sobre la historia de las ideas pedagógicas, entendidas como expresiones de totalidades sociales, tendiendo a encontrar las contradicciones que se plantean al interior de los saberes sociales y pedagógicos; interpretándolos para generar procesos de cambio en los modos de transmisión y apropiación de dichos saberes, (...) los desarrollos investigativos al interior de esta perspectiva pedagógica no se restringirán a la sola búsqueda de causalidades o comprensiones de los hechos, sino que intentará una interpretación reflexiva de las mediaciones y contradicciones que surgen en la práctica pedagógica como un proceso histórico-cultural". En la constitución actual de la pedagogía se encuentra cómo han evolucionado, históricamente los intentos de solución (teóricos, racionales o empíricos) de los problemas que la práctica peda- gógica se ha ido planteando desde que esta surge distintamente al lado de las otras prácticas sociales más o menos institucionalizadas en la formación social capitalista. No es este el lugar para desarrollar o exponer todas las controversias que se han desatado en estas tentativas de resolución de tales cuestiones planteadas. Solo se pretende destacar los elementos más importantes en este proceso de constitución teórica de la pedagogía tal como se pueden identificar desde el momento en que aparece un discurso que pueda a su vez distinguirse como pedagógico. "Todos saben, concluye R. Fornaca, que desde Rousseau y Kant se divide un filón histórico- educativo y pedagógico que encontrará respuestas en los siglos XIX y XX y que propondrá la cuestión esencial de la relación entre autoridad y libertad no sólo en la educación sino también en la historia de la pedagogía. Sería muy larga la lista de los escritos y de las obras dedicadas a este problema; algunas veces el análisis es estrechamente filosófico y también metafísico, otras, el exámen se hace más puntual en el sentido de no determinar no sólo los acentos autoritarios presentes en las doctrinas, sino sobre todo las componentes sociales, políticas, económicas, institucionales y culturales que lo apoyan y lo motivan"". En esta forma, hay que entender por qué, en comparación con otros discursos científicos, el pedagógico se ha formado relativamente Carde apoyándose en teorías específicas más o menos ya constituidas de ciertas ciencias sociales, como la psicología o la sociología (o aún la economía). Así se puede establecer que aunque en el siglo XVII se desarrollan ciertos sistemas pedagógicos (Ratke, Comenio), sólo en el siglo XVIII, como consecuencia en parte de la revolución surgida en la filosofía y de la división de ésta en las diversas ciencias particulares, se plantea la cuestión sobre cómo podría la pedagogía, en términos de Herbart, "reflexionar sobre sus conceptos autóctonos y cultivar más un pensar autónomo"37 En estos primeros esbozos teóricos de la pedagogía se trataba de pensar la práctica educativa bajo determinadas condiciones políticas que intentaban modificarla, como en Rousseau y Pestalozzi, o se entendía la pedagogía como parte de un sistema filosó fico en el que debía encontrar su fundamento (como en el caso del mismo Herbart). También se planteó en estos inicios, la cuestión de si debía la Pedagogía apoyarse en la experiencia en ese momento de desarrollo de la ciencia denominado "positivismo" en el que la experiencia era el criterio de todo lo que debía ser aceptado como científico si pretendía conseguir un saber científico demostrable y postular las reglas educativas válidas y practicables; o si por el contrario, se ha de construir a partir de un principio supremo, que exprese un saber de convicción y pueda prescribir una normatividad a la tarea educacional". En esta perspectiva, Durkheim señala la necesidad de no separar la historia de la pedagogía de la historia de la enseñanza en el contexto de una cultura pedagógica porque "solamente la historia de la enseñanza y de la pedagogía permite determinar los fines que la educación debe perseguir en cada instante de su tiempo"", Hay que tener en cuenta además, que las concepciones pedagógicas están retrasadas con respecto a los cambios sociales (políticos, económicos y culturales) o que implica que hay una disociación y un desfase entre fenómenos sociales y los fenómenos educativos. Esta constatación lleva a Durkheim a concluir que por lo tanto, la sociología (por su referencia a situaciones históricas concretas) es una confrontación y apoyo a la investigación histórico-pedagógica. Por lo tanto hay que tratar de establecer correctamente cómo los sistemas de poder condicionan los sistemas educativos y en particular, cómo es la relación que hay entre la formación social y el discurso pedagógico, para poder tener un criterio de análisis en los diversos casos, así pues, "cuando las necesidades funcionales Coar de un sistema de poder entran en abierta contradicción con las estructuras educativas existentes, inicia un período de laborioso ist replanteamiento y problematización de los fines y de los métodos Coom tradicionales de educación. Cada nuevo estadio de la formación cont general de base está condicionado por nuevas necesidades de la en producción y reproducción de la sociedad correspondiente" Destaquemos como uno de los enfoques más importantes empleados en el estudio histórico de los discursos teorías pedagógicas, el método arqueológico de M. Foucault: "la arqueología pone también de manifiesto unas relaciones entre las formaciones lo que discursivas y unos dominios no discursivos (instituciones, acon tecimientos políticos, prácticas y procesos económicos)... intenta determinar cómo las reglas de formación de que depende -y que caracterizan la positividad a que pertenece- pueden estar ligadas a sistemas no discursivos: trata de definir unas formas específicas de articulación". Con respecto a la învestigación histórico-pedagógica es necesario señalar, por lo menos, siguiendo a Fornaca, los problemas básicos que hay que afrontar: así, con respecto a los "tiempos y modalidades de estratificación histórico-pedagógica", manifiesta que: "Los aspectos sincrónicos y diacrónicos de la historia de la pedagogía se interfieren hasta tal punto que es muy difícil traducir de forma adecuada la presencia y la incidencia de autores, corrientes, libros, experiencias, ideas. Puede decirse lo mismo de la estratificación pedagógica y de los relativos módulos de reconstrucción. Por estratificación pedagógica se puede entender: tanto la sedimentación sucesiva como de los problemas, de las soluciones, de las teorías; tanto la superposición, la integración, el enriquecimiento de temáticas, instancias metodológicas, como también, la presencia la contemporánea de corrientes, direcciones, de modelos pedagógicos que, de hecho, tienen una posibilidad de espacio es muy distinta, hasta disponer según una diferenciación casi jerárquica de papeles, de influencias y de controles… Individualizar, diferenciar, poner a la luz un estrato pedagógico es un deber específico de la investigación histórico-pedagógica que no puede asumir ciertamente en su globalidad datos, hechos, ideas, que en esta o en aquella sedimen- tación social y cultural han encontrado su sitio" Con respecto a la posibilidad operativa diferente de los modelos pedagógicos advierte el mismo Fornaca que: en cada período histórico y naturalmente según la articulación de la sociedad especialmente bajo el aspecto social, económico, productivo, político, cultural, se verifica la presencia de ideologías, de racionalizaciones, de praxis pedagógicas muy diferenciadas y además en posición hegemónica o subalterna La estratificación viene por diversos motivos 1) distribución de las clases, de los grupos, de los estratos sociales, gozando cada uno de un particular tipo de ideología pedagógica, 2) función hegemónica que asumen algunas ideologías pedagógicas correspondientes a la existencia de clases, grupos sociales e instituciones también hegemónicas; 3) papel preeminente que asume la pedagogía académica,,filosófica, científica, metafísica, religiosa, respecto a pedagogías y modelos educativos intuitivos, menos orgánicos son en grado de no competir a nivel de justificación teórica científica; 4) características diversas que presentan la investigación, la experimentación, la producción pedagógica en relación a las situaciones de los grupos"", Y en lo que se refiere al análisis del lenguaje pedagógico concluye que: Aclarar el lenguaje pedagógico significa comprender la trama de las relaciones en que está fundado... El carácter operativo de mucha pedagogía, o más bien definitorio e hipotético, demuestra que la misma estructura lingüística y lógica revela las dispares posturas que la pedagogía puede asumir; pedagogía como definición de la realidad, de los fenómenos, pedagogía como descripción de situaciones, pedagogía como postulación de valores, de principios a realizar, pedagogía como demanda de consenso, pedagogía como aparato ideológico y burocrático. Puede encontrarse una pedagogía construida en gran parte sobre definiciones, sobre descripciones, sobre 'debe' y 'deberá. Con frecuencia cada pedagogía tiene su propia tabulación. De cada pedagogía, de cada modelo educativo... es necesario conocer la trama lógica en base a la cual están construidos, porque de otra manera no pueden comprenderse los movimientos...; de cada pedagogía es necesario conocer el (por qué, el cómo, cuándo, dónde, con qué instrumentos y por quién ha sido construida, teniendo en cuenta naturalmente especificar las coordenadas históricas" Así pues, en la experiencia y en el pensamiento de muchos pedagogos, la pedagogía adquiere el carácter de disciplina teórica y metodológica, y se discute su lugar en el contexto de las ciencias como una ciencia aplicada, la que mediante un conjunto interdisciplinario opera para la resolución de sus problemas específicos apoyándose en una serie de disciplinas a medida que éstas van constituyéndose. De este modo se puede afirmar que "la pedagogía no es solamente un discurso acerca de la enseñanza, sino también una práctica cuyo campo de aplicación es el discurso" Más que un análisis pormenorizado o erudito del contenido y consecuencias del método que empleó cada pedagogo es necesario establecer las líneas metodológicas de la pedagogía lo mismo que procurar delimitar y especificar el objeto preciso ded foi qu conocimiento al que se refiere y con que trabaja, a la vez que suc estatus científico.

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