Cap. Segal Defensas Maníacas PDF
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Hanna Segal
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This document discusses the concept of manic defenses in psychoanalysis, by Hanna Segal. It delves into the role of these defenses in the development, resolution, and maintenance of depressive states, providing a clinical framework.
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CAPÍTULO VI DEFENSAS MANIACAS L peración experiencias de repetida depresión e incluso de deses- AS que acometen al bebe cuando siente que ha arruinado completa e irreparablemente a la madre y su pecho se le hacen intolerables, y el...
CAPÍTULO VI DEFENSAS MANIACAS L peración experiencias de repetida depresión e incluso de deses- AS que acometen al bebe cuando siente que ha arruinado completa e irreparablemente a la madre y su pecho se le hacen intolerables, y el yo utiliza todas las defensas dis- ponibles para evitarlas. Estas defensas 1 pertenecen a dos ca- tegorias: reparación y defensas maníacas. Cuando se pueden manejar las ansiedades depresivas mediante la movilización de deseos reparatorios, dichas ansiedades conducen a un mayor desarrollo del yo.. No quiero decir con esto que la aparición de defensas ma- níacas sea en sí misma un fenómeno patológico. Las defensas maníacas desempeñan un papel importante y positivo en el desarrollo. La resolución de la depresión mediante la repara- ción es un proceso lento y al yo le lleva mucho tiempo ad- quirir fuerza suficiente como para confiar en sus capacidades reparatorias. Generalmente sólo se puede superar el dolor me- diante defensas maníacas, que protegen al yo de la desespe- ración total; cuando el dolor y la amenaza disminuyen, las defensas maníacas pueden ceder gradualmente su lugar a la reparación. Pero cuando dichas defensas son excesivamente fuertes, se establecen círculos viciosos y se forman puntos de fijación que interfieren con el desarrollo futuro. La organización de las defensas maníacas durante la posi- ción depresiva incluye mecanismos que ya se manifestaron durante la posición esquizo-paranoide: escisión, idealización, 1 En el próximo capítulo se analizará si la reparación debe ser considerada un mecanismo de defensa.. 86 HANNA SEGAL identificación proyectiva, negación, etcétera. La utilización de dichas defensas durante la posición depresiva tiene caracte- rísticas especiales. Ahora están mucho más organizadas, de acuerdo con la mayor integración del yo, y dirigidas especí- ficamente a impedir la vivencia de ansiedad depresiva y de culpa. Esta última vivencia se debe al hecho de que el yo ha adquirido una nueva relación con la realidad. El bebe descubre su dependencia de la madre y el valor que ella tiene para él; junto con esta dependencia, descubre su ambivalencia y en su relación con su objeto externo e interno, experiencia sentimientos muy intensos: miedo a la pérdida, duelo, nostal- gia y culpa. La organización defensiva maníaca tiene por objeto impe- dir que se experiencie todo esto. Como la posición depresiva se vincula con la vivencia de dependencia del objeto, las de- fensas maniacas se dirigirán contra todo sentimiento de depen- dencia, que se evitará, negará o invertirá. Como las ansieda- des depresivas se vinculan con la ambivalencia, el bebe se defenderá de la ambivalencia renovando la escisión del objeto y del yo. Como la experiencia depresiva se vincula con el reconocimiento de un mundo interno. que contiene un objeto interno muy valorado, al que los propios impulsos del sujeto pueden dañar, se utilizarán defensas maniacas contra toda ex- periencia de poseer un mundo interno o de contener en él obje- tos valorados, y contra cualquier aspecto de la relación entre el Yo y el objeto que amenace contener dependencia, ambi- valencia y culpa. Técnicamente las defensas maniacas son de importancia fundamental, ya que por estar destinadas primordialmente; a impedir que se experiencie la realidad psíquica, combaten ' el propósito mismo del proceso analítico, en la medida en que este propósito es procurar que se experiencie plenamente la realidad psiquica y se adquiera insight de ella. La negación de la realidad psíquica se puede mantener reavivando y forta- leciendo la omnipotencia y especialmente el control omnipo- tente del objeto. La relación maníaca con los objetos se caracteriza por una triada de sentimientos: control, tri unfo y desprecio. Es- tos sentimientos se corresponden directamente con sentimientos depresivos de valorar al objeto y depender de él, con el miedo a la pérdida y la culpa, y sirven de defensa contra ellos. INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 87 Controlar al objeto es una manera de negar la propia depen- dencia de él, pero al mismo tiempo una manera de obligarlo a satisfacer una necesidad de dependencia, ya qne un objeto totalmente con trolado es, hasta cierto punto, un objeto con el qu e se pu ede contar. El triunfo es la negación de senti- mientos depresivos ligados a la valoración e importancia afec- tiva otorgada al objeto; se vincula con la omnipotencia y tien e dos aspectos importantes. Uno de ellos se relaciona con el ataque primario infligido al obj eto durante la posición de- presiva, y el triunfo experimentado al derrotarlo, en especial cuando el ataque está fuertement e determinado por la envidia. Pero ad emá s el sentim iento de triunfo se incrementa como parte de las defensas maníacas,.por que sirve para mantener a raya los sentimientos depresivos que de otro modo surgirían, tales como sentir nostalgia del objeto, extrañarlo y echarlo de meno s. Despreciar al objeto es también negar directamente cuá nto se lo valora (la valoración del objeto es un aspecto muy importante de la posición depresiva) y actúa como defensa con tr a la experiencia de pérdida y de culpa. Un objeto des- preciable no se merece que uno sienta culpa por él, y el des- precio ha cia semejante objeto se convierte en justificación para seguir atacándolo. Qui siera ilustrar cómo funcionan las defensas maníacas para impedir la vivencia de dependencia y amenaza de pér- dida, con material producido por un paciente antes de una interrupción por vacaciones. Le angustiaba pensar que yo pu- d iern terminar prematuramente su tratamiento y que las vaca-. ciones fueran un preludio de dicha terminación. En sus aso- ciac iones se r efería frecuentemente a su lactancia insatisfac- toria y al he cho de que su madre lo hubiera alimentado al pecho sólo durante uno o dos días. Se defendía de la ansiedad mediante defensas maníacas. Este paciente era un comer ciante de mediana edad, que por lo general tenía éxito ' en su trabaja, pero rol' esa época había desbaratado varios negocios parti- cularmente promisorios. Fantaseaba con establecerse en el ex- tranj ero, doud eyo lo visitaría durante las vacaciones y él me hospedaría con to-lo lujo. Poco después de mencionar esta Iantas ín relató el SUPlía siguiente : Se dirigía a una taberna y en el camino se encontraba con la señorita X, con quien había tenido una relación temporaria muchos años atrás. La señorita X parecía muy desdichada y 88 HANNA SEGAL evidentemen te deseosa por reno var su relación con él. Él se sentía incóm odo algo culpable y un poco tentado, y sentía una especie de deseo sexual compulsivo, que a menudo experimen- tab a ante muj eres muy feas o desdi chadas. Sus asocia ciones lo retrotraj eron primero a su juventud. Era entonces subgerente de una cadena de tiendas; se sentía muy seg uro de sí mismo y muy poderoso, feliz de manejar gente, en especial mu cha cha s ; era mu y promiscuo y le parecía que las empicadas de las ti endas eran las víctimas 'naturales de los jóv enes ejecutivos. La señorita X trabajaba en la sección lechcría. Las mu chachas de la sección lecherí a le resultaban particularment e atractivas. Usaban un bonito uniforme con el qu e pa recia n muy puras y severas, y le daba una especial sensació n de triunfo conseguir qu e se acostaran con él. Recor- dó tod o esto muy intranquilo y ansioso ; su conducta sexual había ca mbiado completamente durante el análisis, y solía cr iticar su pasad o promiscuo. La señ orita X lo había hecho sentirse particularmente culpa ble, ya que la había tratado peor qu c a las demás. Se había acostad o con ella sólo una o dos veces y luego la ha bía descartado. Lc interpreté que las muchachas de la sección lechería rep resentaban a la madre qu e da el pecho; su mad re le había dado dc mamar sólo una o dos veces, y su rela ción con la se· ñorita X había sido una venganza dirigida a su madre. Como la taberna del sueño era la qu e estaba situada en la esquina de la calle en qu e yo vivía, le interpreté que la señorita X era tambi én yo en la transferencia, y vin culé el sueñ o con su fan- tasía de encontrarse conmigo en el extra n jero y hospedarme. Tra s. el deseo de hospedarme estaba a la vez el deseo de inver- ti r la situación de dependencia -que yo me volvi era pobre y fea y quisiera renovar mi relación con él - y de tomar ven- ganza. El paciente se rió de repente y dijo que ahora com- prendía por qu é siempre asociaba a ' la señorita X con la se· ñor ita Y, otra muchacha con la qu e había tenido una relación igualmente breve en otro período de su vida. A diferencia de sus otr as amigas, generalment e altas y atractivas, estas dos eran muy bajitas y tenían pechos enormes, una combinación qu e las hacía pa recer casi ridículas. P ensó que quizá no eran para él más qu e una vagina conectada con pechos. Pensó entonces qu e el hecho de qu e fueran tan bajitas debía significar que representaban a una primita varios años menor INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE MELANJE KLEIN 89 que él, con la que de niño había tenido juegos sexuales. Le interpreté que su fantasía atribuía a la niñita el pecho de su madre para protegerse de sentir dependencia, con la amenaza de pérdida que ésta implicaba. Si atribuía los pechos a la nenita, podía poseerlos, controlarlos, castigarlos, triunfar so- bre ellos, y usarlos sin necesidad de vivenciar jamás su de- pendencia de ellos. En este material se puede ver cómo el paciente se protege de la depresión mediante defensas maníacas. La separación in- minente podría hacerle sentir cuánta es su dependencia, ambi- valencia y pérdida. Se defieride fantaseando que posee el pe- cho en la persona de su primita, prototipo de todos sus objetos sexuales posteriores. Niega completamente el amor, la depen- dencia y la culpa, y las maneja mediante desprecio y escisión. La primita está escindida en muchas mujeres sin importancia,. que posee y descarta a voluntad. El triunfo como rasgo principal de un sistema de defensas maníacas se ve en el material siguiente, presentado por un paciente que también tenía una personalidad maníaca típica. A poco de empezar su análisis relató dos sueños. En el primero se hallaba en un desierto y observaba a unas personas armadas de cuchillos de carnicero que cortaban carne y se la comían. Aunque no podía ver qué era exactamente lo que co- mían, veía muchos cadáveres' esparcidos en derredor y sos- pechaba que comían carne humana. En un segundo sueño, de la misma noche, estaba sentado ante el escritorio de su jefe de oficina. Se sentía distinto -se veía muy grande, gordo y pesado, como si hubiera comido mucho. El paciente vinculó ambos sueños y advirtió que debía ser él mismo quien comía carne humana. Debía haberse comido a su patrón, representante de su padre, y así había llegado a ocupar la silla del patrón y a sentirse tan gordo y pesado. Estos sueños ilustran lo que Freud quería significar con la "fiesta maníaca". Se devora al objeto, se hace una identifica- ción con él y no se vivencian ni pérdida ni culpa algunas por él. En el primer sueño se ve claramente que el paciente ma- neja la culpa mediante proyección. Pocos días después este paciente relató un sueño que ilus- tra tanto las defensas maníacas como la situación depresiva subyacente. Para comprender este sueño es necesario aclarar 90 HANNA SEGAL que el paciente había tenido experiencias muy desdichadas en su temprana infancia. A los dieciocho meses había llegado a Londres con su madre, dejando al padre en e~ continente. Muchos aspectos del material analítico indicaban que había vivido esta separación como la muerte del padre. En cuanto llegaron a Londres, la madre debió internarse en un hospital, de modo qu e en muy poco tiempo el paciente sufrió la pérdida del padre y de la madre. Antes de relatar el sueño se echó a reír y le resultó muy di. fícil controlar su risa lo bastante como para poder hablar. Di j o que había tenido un sueño tan terriblemente cómico la noche anterior que se había reído durante el su eño y ~e había reído al despertar y se reía ahora al recordarlo. El sue- ño era el siguiente: estaba en una peluquería. Un hombre lla- mado J oe es taba sentado en la silla de la peluquería y un mono lo afeitaba. El mono era muy oscuro y usaba anteojos; ¡era tan cómico! El paciente se sentía muy bien dispuesto hacia él: "era un monito tan dulce". Sin embar go le decía al mono que en casa tenía un gatito que sabía afeitar muchísimo me- joro Temía herirlo con eso, y lo sentía mucho porque el mono le gustaba y él no quería ser descortés. En una parte poste- rior del sueño, iba a la sala de espera de la peluquería y veía una larga cola, en la que dos hombres rezongaban en alta voz y decían qu e los peluqueros ingleses no valían ni la mitad de los del continente. Decían que en Europa no había colas; allí se trabajaba más rápido. Las primeras asociaciones del paciente giraron alrededor de los dos rezongones. Uno de ellos era un comediógrafo que escribía farsas terriblemente cómicas; en este punto el pa- dente se interrumpió para reírse otra vez, recordando esas farsas tan cómicas. Este escritor sufría depresiones periódi- cas muy graves, pero esto no importaba mucho porque en cuanto le aparecían, le administraban electroshocks y "quedaba como nuevo". El otro era un cirujano, un ginecólogo del que un amigo le había hablado muy mal, describiéndolo como "un verdadero carnicero". El paciente mismo vinculó esta asociación con el sueño anterior, el de la gente con cuchillos de carnicero. El padre J oeera un amigo de la familia que se había he- cho cargo de él por un tiempo, cuando su madre había estado enferma al llegar a Londres. El padre J oe estaba muerto y INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 91 el paciente comentó que siempre se había sentido vagamente culpable porque, aunque pensaba que este hombre lo había cuidado bien y amablemente, no se había mantenido en. con- tacto con él ni lo había visitado años después, cuando ya el padre Joe estaba viej o y enfermo. Vinculó al mono conmigo y al gatito 2 con su novia, a quien llamaban Kitty, y que a menudo competía conmigo ha- ciéndole interpretaciones. al paciente. Al asociarme con el mono se sintió evidentemente incómodo y me aseguró, muy condescendiente, que el hecho de que me representara por un mono no quería decir que me estuviera atacando, ya que se trataba de un monito tan agradable. Asoció la cola frente a la peluquería y las protestas con sus frecuentes comparaciones entre el análisis rápido y fácil que según cr eía se practicaba en Europa, en contraste con las enormes listas de espera y el largo trabajo de análisis en In- glaterra. De repente se interrumpió: la noche anterior había oído sirenas a la distancia, y siempre que oía sirenas se sentía terriblemente triste y conmovido, no sabía por qué. Presenté las principales asociaciones con el sueño sin in- tentar mostrar el interjuego entre las asociaciones del paciente y los comentarios de la analista. Mi propósito al transcribir el material es mostrar las principales ansiedades expresadas y los mecanismos de defensa utilizados. La situación subya- cente era que el padre J oe estaba muerto y toda la broma, toda la.comicidad del sueño giraban alrededor de esta situación. La peluquería representaba una situación interna en que el pa· ciente se sentía conteniendo un padre muerto al que había descuidado · y abandonado. El análisis era el proceso por el que yo (como padre externo) trataba de resucitar al padre in- terno muerto y al mundo interno del paciente. En el sueño ridi- culizaba este análisis; era una broma ridícula tratar de resu- citar a un hombre afeitándolo. La analista estaba represen- tada por un monito ridículo, que trataba de resucitar a un hombre muerto afeitándolo, e incluso en esa tarea inútil era inferior al gatito. Toda la situación de depresión y culpa por el objeto interno muerto estaba completamente negada, como lo estaba también la dependencia del padre-analista externo. y esta dependencia era realmente enorme, ya que el paciente 2 Kitty es el diminutivo de Catherine (Catalina), y significa tamo bién gatito, minino [T.]. , 92 HANNA SEGAL dependía de su analista para que lo salvara de su desesperante situación interna. Negaba esta situación de dependencia y la invertía achicando al mono, ridiculizándolo y poniéndolo ce- loso del gatito. La primera parte del sueño muestra la negación del amor, del duelo y de la culpa por la figura interna y la negación de la dependencia de la figura externa. En la parte del sueno en' que aparece la cola están representadas otras defensas, es- pecialmente la escisión y la identificación proyectiva. Los dos rezongones representan partes escindidas y apartadas y pro· yectadas de la propia personalidad del paciente. El cirujano carnicero representa los impulsos asesinos del paciente hacia su padre, que se habían manifestado claramente en los sueños anteriores; además, siendo ginecólogo, introduce las ansiedades del paciente relacionadas con su madre, que aparecieron en primer plano en sesiones posteriores. El otro hombre, aso- ciado con el comediógrafo, representa la profunda depresión del paciente, a la vez que sus negaciones maníacas. De hecho, el paciente consideraba su sueño tan cómico como las farsas del escritor. Ambas partes de su personalidad, la que odia y la deprimida, están escíndidas y apartadas y proyectadas; pero el paciente no puede permitirse vincular el odio y asesi- nato del padre con la depresión resultante, ni cuando ya están proyectados. También niega la depresión del escritor, "está como nuevo". Pero en la última parte del sueño la negación se debilita, ya que los hombres rezongan por tener que espe- rar: tras la denigración, los ataques y críticas hay una adrni- sión parcial de la dependencia, del enojo por dejarlo espe· rando su análisis entre sesión y sesión, y un persistente resen- timiento por' haber esperado una vacante para comenzar su tratamiento. Fue al asociar con esta parte del sueño cuando recordó las sirenas. Al interpretársele el contenido depresivo del sueño y las defensas maníacas cambió completamente su estado de ánimo; recordó el sonido de las sirenas y las asoció con las que debía haber oído durante su primer viaje y con la separación de su padre, que había vivido como una muerte. Fue entonces cuando advirtió las referencias al continente que aparecían en el sueño. Al final de la sesión recordó de pronto que no me había contado que la noche anterior -o sea, la noche del sueño- su padre había enfermado repentinamente y debieron llevarlo al INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 93 hospital para operarlo. El paciente temía que no sobreviviría a esta operación. Surgió entonces claramente que la broma del sueño era una broma sobre la muerte del padre, siendo el sueño entero un manej o maníaco de la depresión y ansie- dad subyacentes. Este sueño ilustra algunos de los peligros que implican las defensas maníacas. La escisión del objeto y del yo des. harató la integración que el paciente evidentemente había lo· grado en la posición depresiva. Los mecanismos proyectivos la empobrecieron. La relación de objeto total estaba ame- nazada, la figura "simiesca" era inhumana - una regresión parcial a una relación de objeto parcial. Para mantener la neo gación de su ansiedad depresiva y culpa necesitaba negar también su preocupación por el objeto, y esto renovaba los ataques al obj eto: triunfaba sobre su padre y lo atacaba nue- vamente despreoiándolo y ridiculizándolo. Este material muestra cómo la necesidad constante de re- novar el ataque al objeto original de amor y dependencia pone en movimiento el círculo vicioso tan característico de las de- fensas maníacas. En la posición depresiva se ataca original. mente al objeto en forma ambivalente. Cuando la culpa y pérdida por esta situación resultan intolerables, entran en juego las defensas maníacas. Entonces se desprecia al objeto, se lo controla y se triunfa sobre él. Las actividades reparato- rias no pueden llevarse a cabo, y los ataques renovados sin cesar incrementan a la vez la destrucción del obj eto y su reta- liación vengativa, profundizando así las ansiedades depresivas y haciendo cada vez más desesperada y persecutoria la situa-. ción depresiva subyacente. A veces se puede preservar en parte cierta preocupación por el objeto, y los mecanismos maníacos se pueden utilizar también en forma reparatoria, presentando la reparación ma- níaca un problema propio muy especial. BIBLIOGRAFIA JOAN RIVIERE: "A Contribution to the Ana1ysis of the Negative T'hera- peutic Reaction", l. ]. P., vol. 17 (1936). _ "Magica1 Regeneration by Dancing", l. l- P., vol. 1l (1930). H. ROSENFEW: "On Drug Addiction", l. l - P., vol. 41 (1960).