Cáncer de Mama en Extremadura 2023 PDF

Summary

Este documento proporciona información sobre el cáncer de mama en la provincia de Extremadura, España, en el año 2023. Se incluyen datos estadísticos, factores de riesgo que pueden modificarse y no modificarse, y se proporciona un resumen de factores históricos en la prevención de este cáncer.

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Mas de 35300 cancer de mama solo en 2023. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer Colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y...

Mas de 35300 cancer de mama solo en 2023. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer Colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y páncreas Es el cáncer mas frecuente en mujeres La incidencia de una enfermedad, indicador comúnmente utilizado por los registros de cáncer, se define a partir de los nuevos casos diagnosticados en un período determinado y en una población específica. Puede expresarse como un número absoluto de casos por año o como una tasa anual por cada 100.000 personas. En cuanto a la tasa de incidencia, se estiman 132 casos por cada 100.000 habitantes. La probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8. Este tipo de tumor suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia, al ser el momento en el que se producen los cambios hormonales en los períodos de peri y post menopausia, una curva de incidencia que continúa aumentando a medida que la mujer envejece. 500 casos aprox al año en la provincia de Badajoz y unos 300 en la provincia de cáceres De acuerdo con la estadística, la evolución anual del número de muertes por cáncer de mama en España en el periodo comprendido entre 2005 y 2022 se ha mantenido relativamente estable. El número de muertes por este tipo de cáncer en España ascendió a 6.754 fallecimientos en el año 2022, lo que supuso un aumento de 60 muertes con respecto al año anterior Factores de riesgo que no pueden cambiar Hacerse mayor. El riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad. La mayoría de los cánceres de mama se diagnostica después de los 50 años de edad. Mutaciones genéticas. Las mujeres que han heredado cambios (mutaciones) heredados en ciertos genes, tales como en el BRCA1 y el BRCA2, tienen mayor riesgo de presentar cáncer de mama y de ovario. Historial reproductivo. El comienzo de la menstruación antes de los 12 años de edad y de la menopausia después de los 55 años de edad exponen a las mujeres a hormonas por más tiempo, lo cual aumenta el riesgo de cáncer de mama. Tener mamas densas. Las mamas densas mamas densas tienen más tejido conjuntivo que tejido adiposo, lo cual, a veces, puede hacer difícil la detección de tumores en una mamografía. Las mujeres con mamas densas tienen más probabilidades de tener cáncer de mama. Antecedentes personales de cáncer de mama o ciertas enfermedades de las mamas que no son cancerosas. Las mujeres que han tenido cáncer de mama tienen mayores probabilidades de tener esta enfermedad por segunda vez. Algunas enfermedades de las mamas que no son cancerosas, como la hiperplasia ductal atípica o el carcinoma lobulillar in situ, están asociadas a un mayor riesgo de tener cáncer de mama. Antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario. El riesgo de una mujer de tener cáncer de mama es mayor si su madre, una hermana o una hija (parientes de primer grado) o varios integrantes de la familia por el lado paterno o materno han tenido cáncer de mama o cáncer de ovario. Tener un pariente de primer grado de sexo masculino con cáncer de mama también aumenta el riesgo para la mujer. Tratamientos previos con radioterapia. Las mujeres que han recibido radioterapia en el pecho o las mamas antes de los 30 años de edad (por ejemplo, para el tratamiento del linfoma de Hodgkin) tienen un riesgo mayor de presentar cáncer de mama más adelante en la vida. Exposición al medicamento dietilestilbestrol (DES, por sus siglas en inglés). DES se administró a algunas mujeres embarazadas en los Estados Unidos entre los años 1940 y 1971 para prevenir el aborto espontáneo. Las mujeres que tomaron DES están en mayor riesgo de tener cáncer de mama. Las mujeres cuyas madres tomaron DES cuando estaban embarazadas de ellas también podrían estar en mayor riesgo de tener cáncer de mama. Factores de riesgo que pueden cambiar Foto de dos mujeres caminando con dos pesas, una en cada mano. Mantenerse físicamente activa puede ayudar a reducir el riesgo de presentar cáncer de mama. No mantenerse físicamente activa. Las mujeres que no se mantienen físicamente activas tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama. Tener sobrepeso u obesidad después de la menopausia. Las mujeres mayores que tienen sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de tener cáncer de mama que las que tienen un peso saludable. Tomar hormonas. Algunas formas de terapia de remplazo hormonal (aquellas que incluyen tanto estrógeno como progesterona) que se toman durante la menopausia pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama si se toman por más de cinco años. Ciertos anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas) aumentan el riesgo de cáncer de mama también. Historial reproductivo. Quedar embarazada por primera vez después de los 30 años de edad, no amamantando y nunca tener un embarazo que llegue a término puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. Tomar alcohol. Algunos estudios muestran que el riesgo de la mujer de tener cáncer de mama aumenta cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que tome. Las investigaciones sugieren que otros factores, tales como el tabaquismo, la exposición a sustancias químicas que pueden causar cáncer y cambios en otras hormonas debido al trabajar en el turno de la noche, también pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en mujeres menores de 40 años. El cáncer de mama constituye un importante problema de salud en España, tanto por su elevada incidencia y mortalidad como por sus repercusiones físicas, psicológicas y económicas en la población. A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, su pronóstico sigue dependiendo principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección. De ahí que el conseguir un diagnóstico precoz siga siendo la mejor vía para mejorar sus posibilidades de curación. La mamografía se ha acreditado como la prueba de cribado más efectiva para mujeres con un riesgo promedio. Los programas de cribado mediante mamografía consiguen una disminución en la mortalidad por cáncer de mama. Actualmente todas las Comunidades Autónomas españolas poseen programas de cribado poblacional de cáncer de mama. En todo el mundo, el cáncer de mama en mujeres ahora ha superado al cáncer de pulmón como el cáncer diagnosticado con mayor frecuencia. Se calcula que se diagnosticaron 2,261,419 casos nuevos en mujeres de todo el mundo en 2020. 49 años sin antecedentes a partir del primer trimestre de 2024. Este nuevo grupo de edad comprende una población de 8.080 mujeres de 49 años, de las que 4.120 pertenecen al ámbito rural y 3.960 al ámbito urbano, que podrán acceder de forma gratuita a estas pruebas. Así lo ha anunciado la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, durante su intervención en el acto institucional con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama celebrado este miércoles en la Asamblea de Extremadura. Además, la consejera ha informado que se ampliará el cribado para la detención precoz del cáncer de mama de manera paulatina hasta llegar a las mujeres de 45 años. Mientras tanto, casi 7.000 mujeres han sido citadas en la región para realizarse mamografías durante este mes, dentro del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama. El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres. Se estima que el riesgo de padecer la enfermedad a lo largo de la vida es del 12 por ciento, 1 de cada 8 mujeres. La tasa de supervivencia de 5 años indica el porcentaje de personas que vive al menos 5 años una vez detectado el cáncer. El término “porcentaje” significa cuántas personas de cada 100. La tasa de supervivencia promedio a 5 años de las mujeres en los Estados Unidos con cáncer de mama invasivo no metastásico es del 90 %. La tasa de supervivencia promedio a 10 años de las mujeres con cáncer de mama invasivo no metastásico es del 84 %. Si el cáncer de mama invasivo se encuentra solo en la mama, la tasa de supervivencia a 5 años de mujeres con esta enfermedad es del 99 %. Al sesenta y cinco por ciento (65 %) de las personas con cáncer de mama se les diagnostica este estadio. Las mujeres adolescentes y adultas jóvenes de 15 a 39 años en los Estados Unidos tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas en un estadio temprano del cáncer de mama (47 % de los casos en este grupo etario) en comparación con las mujeres mayores de 65 años (68 % de los casos en este grupo etario). Si el cáncer se ha diseminado hacia los ganglios linfáticos regionales, la tasa de supervivencia a 5 años es del 86 %. Si el cáncer se ha diseminado a una parte distante del cuerpo, la tasa de supervivencia a 5 años es del 30 %. La tasa de supervivencia para el cáncer de mama es un 10 % más baja en mujeres de raza negra en comparación con mujeres de raza blanca. El seis por ciento (6 %) de las mujeres tienen cáncer que se ha diseminado fuera de la mama y los ganglios linfáticos regionales en el momento en que se les diagnostica cáncer de mama por primera vez. Esto se denomina cáncer de mama metastásico “de novo” El cáncer de mama no siempre provoca síntomas. Por ello, es importante que si tienes preocupaciones sobre cualquier molestia, cambio o síntoma, incluido el dolor en el seno, no esperes y pidas cita cuanto antes. En Women’s realizaremos las pruebas y los análisis que nos permitirán descartar complicaciones o empezar de manera inmediata con el tratamiento más adecuado para tu salud y tu bienestar. Los principales síntomas de cáncer de mama son: Un bulto en la mama o en la axila. Hinchazón, endurecimiento o cambio en la forma de la mama. Secreciones espontáneas en el pezón. Retracción de un pezón. Aparición de “piel de naranja” (engrosamiento de la piel de la mama). Dolor en cualquier parte de la mama. ¿Cuáles son las causas del cáncer de mama? No hay una causa única para el cáncer de mama, pero sí existen factores de riesgo que nos indican qué mujeres podrían tener más probabilidades de padecerlo. Los principales factores de riesgo de cáncer de mama son: Edad: a mayor edad, mayor riesgo. No haber tenido hijos. Haber tenido el primer hijo después de los 30 años. Primera menstruación a edad temprana. Menopausia tardía. Sobrepeso u obesidad después de la menopausia. Tejido mamario denso. Antecedente personal de cáncer de mama. Antecedentes familiares de cáncer de mama. Consumir alcohol, fumar, no practicar actividad física o ingerir un nivel elevado de grasas. ¿En qué fase el cáncer se puede detectar en el seno? La mamografía nos permite detectar tumores en el seno antes de que hayan invadido tejido mamario, órganos a distancia o ganglios linfáticos. Gracias a la mamografía, podemos identificar el cáncer de mama en su etapa más inicial, hasta 2 años antes de que se haga palpable. De ese modo, aseguramos un diagnóstico precoz que nos permite iniciar cuanto antes el tratamiento más adecuado. El cáncer de mama se clasifica en diferentes fases o estadios en función de su tamaño, si ha invadido tejidos circundantes o si se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo. Cáncer en estadio 0: Este es el estadio más temprano y generalmente es detectable a través de mamografías. En esta etapa, el cáncer no ha invadido los tejidos circundantes y está limitado a las células en su lugar original, como los conductos de la leche (carcinoma ductal in situ o CDIS) o las glándulas (carcinoma lobulillar in situ o CLIS). Cáncer en estadios I y II:A menudo, estos cánceres son detectables mediante mamografías de detección y exámenes clínicos de seno. En estas etapas, el cáncer ha comenzado a invadir los tejidos circundantes, pero no ha afectado los ganglios linfáticos ni se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Cáncer en estadio III: Puede detectarse a través de exámenes clínicos, mamografías y otras pruebas de diagnóstico. En esta etapa, el cáncer puede haberse diseminado a ganglios linfáticos cercanos. Cáncer en estadio IV: En esta etapa, el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como huesos, pulmones, hígado o cerebro. A menudo se detecta cuando se experimentan síntomas relacionados con la diseminación. Cáncer de mama: Factores de riesgo y prevención Aprobado por la Junta Editorial de Cancer.Net, 10/2022 EN ESTA PÁGINA: Encontrará más información sobre los factores que aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de mama. Use el menú para ver otras páginas. Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer. Aunque los factores de riesgo con frecuencia influyen en el desarrollo del cáncer, la mayoría no provoca cáncer de forma directa. Algunas personas con varios factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras personas sin factores de riesgo conocidos desarrollan cáncer. Conocer los factores de riesgo y hablar con el médico al respecto puede ayudarle a tomar decisiones más informadas sobre las opciones de estilo de vida y atención de la salud. La mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos, lo que significa que se desarrollan a partir del daño a los genes de una persona que se produce por casualidad después del nacimiento. No existe riesgo de que la persona transmita este gen a sus hijos, ya que la causa subyacente del cáncer de mama esporádico es una combinación de exposiciones internas u hormonales, factores del estilo de vida, factores ambientales y fisiología normal, como la replicación del ADN. Los casos de cáncer de mama hereditario son menos frecuentes, y representan alrededor del 10 % de los casos de cáncer. Los casos de cáncer de mama hereditario aparecen cuando se transmiten cambios genéticos, denominados “mutaciones” o “alteraciones”, dentro de una familia, de los padres al hijo. Muchas de estas mutaciones se encuentran en los genes de supresión de tumores, tales como el BRCA1, BRCA2 y PALB2. Normalmente, estos genes evitan que las células crezcan fuera de control y se transformen en cáncer. Pero cuando dichas células presentan una mutación, esto puede causar que se desarrollen sin control. Al considerar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, es importante recordar que la inmensa mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no presentan factores de riesgo evidentes ni antecedentes familiares marcados de cáncer de mama. Múltiples factores de riesgo influyen en el desarrollo del cáncer de mama. Esto significa que todas las personas deben ser conscientes de los cambios en sus mamas. También deben hablar con su médico sobre recomendaciones para realizarse de forma regular exámenes de mamas con un médico y mamografías. Una mamografía es una radiografía de la mama que a menudo puede detectar un tumor que es demasiado pequeño para poder sentirlo. Los siguientes factores pueden elevar el riesgo que tiene una persona de desarrollar cáncer de mama: Edad. El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad y, en la mayoría de los casos, la enfermedad se desarrolla en mujeres de más de 50 años. La mediana de edad para desarrollar cáncer de mama es de 63 años. Antecedentes personales de cáncer de mama. Una mujer que ha tenido cáncer en una mama presenta un riesgo más elevado de presentar un nuevo cáncer en la otra mama. Antecedentes familiares de cáncer de mama. El cáncer de mama puede ser hereditario en cualquiera de estas situaciones: A 1 o más mujeres se les diagnostica cáncer de mama a los 45 años o antes. A 1 o más mujeres se les diagnostica cáncer de mama antes de los 50 años, con otros antecedentes familiares de cáncer, tales como cáncer de ovario, cáncer de próstata metastásico y cáncer de páncreas. Hay cánceres de mama u ovario en múltiples generaciones en un lado de la familia, como tener una abuela y una tía por parte del padre a las que se les diagnosticaron uno de estos cánceres. A una mujer en la familia se le diagnostica un segundo cáncer de mama en la misma o en la otra mama o tiene cáncer de mama y de ovario. Un pariente se le diagnostica con cáncer de mama masculino (en inglés) Tiene ascendencia judía asquenazi. Es importante que hable con su médico si su familia ha experimentado alguna de las situaciones anteriores. Esto podría ser un signo de que su familia porta una mutación hereditaria del gen del cáncer de mama, como BRCA1 o BRCA2 (consulte “Riesgo heredado/predisposición genética” a continuación). Al observar los antecedentes familiares, también es importante considerar el lado paterno de la familia. El lado paterno es igual de importante que el lado materno en la determinación del riesgo personal de desarrollar cáncer de mama. Riesgo hereditario/predisposición genética. Existen varias mutaciones genéticas hereditarias vinculadas con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como otros tipos de cáncer. Los genes BRCA1 o BRCA2 son los genes conocidos más frecuentes vinculados con el cáncer de mama. Las mutaciones de estos genes se vinculan con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como otros tipos de cáncer. El cáncer de mama masculino (en inglés), así como el riesgo de cáncer de próstata y otros cánceres, también aumenta si presenta mutaciones en 1 de estos genes. Obtenga más información sobre el cáncer de mama y ovario hereditario en una guía más detallada en este sitio web. Otras mutaciones genéticas o afecciones hereditarias pueden aumentar el riesgo de una persona de tener cáncer de mama. Son mucho menos frecuentes que los genes BRCA1 o BRCA2 y no aumentan tanto el riesgo de cáncer de mama: Algunos de estos genes y síndromes son los siguientes: Síndrome de Lynch (en inglés) relacionado con los genes MLH1, MSH2, MSH6 y PMS2. Síndrome de Cowden (en inglés), relacionado con el gen PTEN. Síndrome de Li-Fraumeni (en inglés), relacionado con el gen TP53. Síndrome de Peutz-Jeghers (en inglés), relacionado con el gen STK11. Ataxia telangiectasia (en inglés), relacionada con el gen ATM. Cáncer gástrico difuso hereditario, (en inglés) relacionado con el gen CDH1. Gen PALB2 Gen CHEK2 También existen otros genes que pueden provocar un mayor riesgo de cáncer de mama. Es necesario realizar más investigaciones para comprender cómo aumentan el riesgo de una persona. Por ejemplo, una persona puede heredar una mutación del gen, pero no desarrollar cáncer de mama. Las investigaciones también siguen en curso para encontrar otros genes que puedan influir en el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Se pueden realizar pruebas genéticas (en inglés) mediante análisis de sangre para detectar mutaciones conocidas de los genes BRCA1 y BRCA2, y otros genes vinculados con otros síndromes hereditarios. Consulte a su médico si se recomiendan pruebas genéticas para usted. Es posible que su médico le recomiende una prueba denominada “prueba con paneles”. Una prueba con paneles examina las mutaciones de varios genes diferentes al mismo tiempo. Existen diferentes pruebas con paneles que puede recomendar su médico. Sin embargo, estas pruebas no se recomiendan para todos, y se recomienda que las personas reciban asesoramiento genético adecuado antes de someterse a las pruebas para asegurarse de que se realicen las pruebas correctas y para que comprendan los resultados de las pruebas. También hay pruebas que una persona puede solicitar directamente a una empresa de pruebas que no requieren la orden de un médico. Por lo general, se hacen utilizando un kit enviado por correo. Si decide que se le realice una de estas pruebas, primero debe comentarlo con su médico, ya que algunas pruebas solo prueban un número limitado de genes. Esto significa que pueden proporcionar información incompleta, y es posible que necesite hacerse una prueba diferente para verificar todos los genes que pueden ser importantes para usted en función de sus antecedentes familiares. Además, es posible que necesite repetir las pruebas para confirmar que los resultados son correctos. Obtenga más información sobre los aspectos básicos de las pruebas genéticas para el riesgo de cáncer. Si una persona se entera de que tiene una mutación genética, puede haber pasos que puede seguir para disminuir el riesgo de cáncer de mama y ovario (consulte “Prevención” a continuación). Quizá necesite un programa de detección del cáncer de mama diferente al de la población general, como someterse a diferentes tipos de pruebas o comenzar las pruebas de detección a una edad más temprana. Además, pueden necesitar diferentes tipos de exámenes de detección para otros tipos de cáncer, como someterse a una colonoscopia a una edad más temprana para detectar el cáncer colorrectal. Antecedentes personales de cáncer de ovario. Las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 pueden aumentar en gran medida el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y cáncer de mama. Por lo tanto, las personas con un diagnóstico de cáncer de ovario hereditario producto de una mutación del gen BRCA corren un mayor riesgo de también tener cáncer de mama. Las mujeres con cáncer de mama que no heredaron una mutación de los genes BRCA1 o BRCA2, por lo general, no tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de ovario. Menstruación temprana y menopausia tardía. Si la menstruación empezó antes de los 11 o 12 años, o llegaron a la menopausia después de los 55 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto se debe a que las células mamarias están expuestas al estrógeno y a la progesterona durante un tiempo más prolongado. El estrógeno y la progesterona son hormonas que controlan el desarrollo de las características sexuales secundarias, como el desarrollo de las mamas, y del embarazo. La producción de estrógeno y de progesterona se reduce con la edad, con una pronunciada disminución cerca del período de la menopausia. La exposición más prolongada a estas hormonas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Edad o duración del embarazo. Tener un primer embarazo después de los 35 años o no haber tenido un embarazo a término genera más riesgo de padecer cáncer de mama. El embarazo puede ayudar a proteger contra el cáncer de mama porque empuja a las células mamarias hacia la última fase de maduración. Terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El uso de la terapia hormonal con estrógeno y progestina después de la menopausia, a veces denominada “terapia hormonal posmenopáusica” o “terapia de reemplazo hormonal”, en los últimos 5 años o durante varios años, aumenta el riesgo de tener cáncer de mama. De hecho, la cantidad de diagnósticos nuevos de cáncer de mama se ha reducido sustancialmente debido al menor uso de terapia hormonal posmenopáusica. Sin embargo, las mujeres que han tomado solo estrógenos, sin haber recibido antes progestina, durante 5 años como máximo (porque se les ha extirpado el útero por otros motivos) parecen tener un riesgo ligeramente menor de padecer cáncer de mama. Anticonceptivos orales o pastillas anticonceptivas. Algunos estudios sugieren que los anticonceptivos orales para evitar un embarazo aumentan levemente el riesgo de desarrollar cáncer de mama, mientras que otros no han mostrado relación entre el uso de anticonceptivos orales y el desarrollo de cáncer de mama. Este tema aún es objeto de investigación. Raza y origen étnico. El cáncer de mama es el diagnóstico de cáncer más frecuente en las mujeres, a excepción del cáncer de piel, independientemente de la raza. Las mujeres de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres de raza negra, pero, entre las mujeres menores de 45 años, la enfermedad es más frecuente en las mujeres de raza negra que en las mujeres jóvenes de raza blanca. Las mujeres de raza negra también tienen más probabilidades de morir a causa de la enfermedad. Los motivos de las diferencias de supervivencia incluyen diferencias en la biología, otras afecciones de salud y factores socioeconómicos que afectan el acceso a la atención médica y su uso. Las mujeres de herencia judía asquenazi o de Europa del Este también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama debido a que son más propensas a haber heredado una mutación del gen BRCA1. Es menos común que se diagnostique el cáncer de mama en mujeres hispánicas, isleñas asiáticas o del Pacífico y en mujeres nativas indígenas de América del Norte y de Alaska. Tanto las mujeres de raza negra como las hispánicas son más propensas a recibir un diagnóstico de tumores más grandes y de cáncer en una fase más avanzada que las mujeres de raza blanca. Sin embargo, las mujeres hispánicas en general tienen mejores tasas de supervivencia que las mujeres de raza blanca. Los diagnósticos de cáncer de mama han aumentado en la segunda generación de mujeres isleñas asiáticas y del Pacífico e hispánicas, por razones aún desconocidas. Sin embargo, el aumento probablemente se relacione con los cambios en la dieta y el estilo de vida asociados con la vida en los Estados Unidos. Hiperplasia atípica de la mama. Este diagnóstico aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro. Se caracteriza por la presencia de células anormales, pero no cancerosas, que se encuentran en una biopsia (consulte Diagnóstico) de la mama. Carcinoma lobular in situ (CLIS). El CLIS se refiere a células anormales que se encuentran en los lobulillos o las glándulas de la mama. No se considera un cáncer. Sin embargo, el CLIS en una mama aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo en cualquiera de las mamas en el futuro. Si se encuentra CLIS durante una biopsia (consulte Diagnóstico), se puede extirpar para verificar la presencia de otros cambios. Hable con el médico sobre la mejor manera de monitorear y tratar esta afección. Densidad de la mama. Tener tejido mamario denso generalmente significa que usted tiene más glándulas mamarias, conductos de la leche y tejido de apoyo en la mama que tejido adiposo. El tejido mamario denso es una medida utilizada para describir las imágenes de mamografía en lugar de cómo se siente la mama. La densidad de las mamas generalmente disminuye con la edad. Tener tejido mamario denso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, el tejido mamario denso puede dificultar la detección de un tumor en las pruebas de imagen estándar, como la mamografía (consulte Diagnóstico). Algunos estados requieren que los resultados de la mamografía incluyan información sobre la densidad de la mama si los resultados muestran que una persona tiene tejido mamario denso. Sin embargo, en este momento, no existen pautas especiales de detección para las personas con mamas densas. Factores del estilo de vida. Al igual que con otros tipos de cáncer, los estudios continúan mostrando que diversos factores del estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de mama. Peso. Estudios recientes han demostrado que las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama. También existe un mayor riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Actividad física. La disminución de la actividad física se asocia con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y con un riesgo mayor de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Alcohol. La investigación actual sugiere que consumir más de 1 o 2 bebidas alcohólicas por día —lo que incluye cerveza, vino y licor— aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Se recomienda limitar su ingesta de alcohol a 3 o 4 bebidas por semana. Alimentos. No hay una investigación confiable que confirme que comer o evitar determinados alimentos aumente el riesgo de desarrollar cáncer de mama o de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Sin embargo, comer más frutas y verduras y menos grasas animales está relacionado con muchos beneficios para la salud, incluida una leve disminución del riesgo de cáncer de mama. Factores socioeconómicos. Las mujeres más adineradas de todos los grupos raciales y étnicos tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres menos adineradas de los mismos grupos. Estas diferencias pueden deberse a variaciones en la dieta, factores de embarazo —como la edad al momento del primer embarazo y la cantidad de embarazos— y otros factores de riesgo. Las mujeres que viven en la pobreza tienen más probabilidades de recibir un diagnóstico en un estadio avanzado y menos probabilidades de sobrevivir a la enfermedad que las mujeres más adineradas. Esto se debe posiblemente a múltiples factores, entre ellos factores relacionados con el estilo de vida y otras afecciones de salud como la obesidad y la biología del tumor. El acceso a la atención médica y la disponibilidad de tratamiento cumplen roles adicionales. Exposición a la radiación a temprana edad. La exposición a radiación ionizante a edades tempranas puede aumentar el riesgo de que la mujer contraiga cáncer de mama. Por ejemplo, la radiación terapéutica en el tórax por linfoma de Hodgkin puede aumentar el riesgo de cáncer de mama en ambas mamas. La cantidad mínima de radiación que recibe una persona durante una mamografía no se ha asociado con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama. Comprender su riesgo de desarrollar cáncer de mama Se han desarrollado diversas herramientas de evaluación del riesgo de cáncer de mama para ayudar a que las personas calculen sus probabilidades de desarrollar cáncer de mama. La herramienta mejor estudiada es el modelo de Gail, que se encuentra disponible en el sitio web del Instituto Nacional del Cáncer en www.cancer.gov/bcrisktool (en inglés). Después de introducir determinada información personal y familiar, que incluye la raza/el origen étnico, la herramienta proporciona un cálculo a los 5 años y de por vida del riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo. Debido a que solo pide información sobre el cáncer de mama en familiares de primer grado y no incluye las edades en el momento del diagnóstico, la herramienta es más adecuada para calcular el riesgo en personas que no tienen un gran riesgo de cáncer de mama hereditario. Además, las pacientes con antecedentes personales de cáncer de mama no pueden usarla para determinar su riesgo de desarrollar un nuevo cáncer de mama. En el caso de las personas con antecedentes personales de cáncer de mama o antecedentes familiares marcados de cáncer de mama, otras formas de determinar su riesgo de cáncer de mama pueden funcionar mejor. Las personas con antecedentes familiares marcados de riesgo de cáncer de mama deberían plantearse hablar con un asesor genético. Es importante que hable con el médico sobre cómo determinar su riesgo de desarrollar cáncer de mama y analizar opciones de prevención o reducción de riesgos (consulte a continuación). Prevención Diferentes factores producen distintos tipos de cáncer. Los investigadores continúan estudiando los factores que provocan el cáncer de mama y las formas de prevenirlo. Aunque no existe una forma comprobada de prevenir por completo el cáncer de mama, tal vez usted pueda reducir el riesgo. Para las personas que tienen mayor riesgo, las siguientes opciones podrían ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama. Hable con su equipo de atención de la salud para obtener más información sobre su riesgo personal de presentar cáncer de mama. Opciones del estilo de vida para reducir el riesgo de cáncer Una forma de reducir el riesgo de cáncer de mama es realizar actividad física habitual. Los estudios sugieren que entre 30 y 60 minutos por día de actividad física con una intensidad de moderada a alta se relacionan con un menor riesgo de cáncer de mama. Otras formas de reducir el riesgo incluyen mantenerse en un peso saludable y evitar el uso de píldoras anticonceptivas orales o terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El amamantamiento también puede reducir el riesgo de cáncer de mama. Obtenga información sobre más opciones de estilos de vida que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Cirugía para reducir el riesgo de cáncer Cuando se presentan mutaciones de los genes BRCA1 o BRCA2, que aumentan considerablemente el riesgo del cáncer de mama, puede considerarse la extirpación preventiva de las mamas. Este procedimiento se denomina “mastectomía profiláctica”. Parece reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama en, al menos, un 90 % a un 95 %. Las personas con estas mutaciones genéticas también deben considerar la posibilidad de realizarse la extirpación preventiva de los ovarios y las trompas de Falopio, lo que se denomina “salpingo ooforectomía profiláctica”. Este procedimiento puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y posiblemente cáncer de mama, ya que impide que los ovarios produzcan estrógeno. Es importante que hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios físicos y emocionales cuando considere la posibilidad de someterse a estos procedimientos. Fármacos para disminuir el riesgo de cáncer Si presenta un riesgo mayor al habitual de desarrollar cáncer de mama, considere hablar con su médico sobre los fármacos que podrían ayudar a prevenir el cáncer de mama. Este enfoque también se denomina “quimioprevención”. En el caso del cáncer de mama, se trata del uso de fármacos de bloqueo hormonal para reducir el riesgo de cáncer. Tamoxifeno (disponible como fármaco genérico). El tamoxifeno es un tipo de fármaco denominado “modulador selectivo del receptor de estrógenos” (MSRE). Se utiliza a menudo como tratamiento para el cáncer de mama para las personas que ya tienen la enfermedad. El tamoxifeno bloquea los efectos del estrógeno en el crecimiento tumoral. El tamoxifeno puede ser una opción para ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama, específicamente el cáncer de mama RE positivo, en las mujeres de 35 años o más. Las investigaciones han demostrado que también puede ser eficaz para reducir el riesgo de cáncer de mama y provocar efectos secundarios mínimos en las mujeres con cáncer de mama no invasivo (también denominado “carcinoma ductal in situ” o “CDIS”) o una afección precancerosa de mama denominada “hiperplasia atípica de mama”. No se recomienda para quienes tienen antecedentes de coágulos de sangre, accidente cerebrovascular o que estén inmovilizadas (incapaz de moverse) durante mucho tiempo. Tampoco se recomienda durante el embarazo, si está intentando quedar embarazada o si está amamantando. Los efectos secundarios del tamoxifeno pueden incluir sofocos, secreción vaginal, efectos secundarios sexuales, cambios de humor y un mayor riesgo de desarrollar cáncer uterino, coágulos de sangre y accidente cerebrovascular. Raloxifeno (disponible como fármaco genérico). El raloxifeno también es un MSRE. Se utiliza a menudo para prevenir la osteoporosis (debilitamiento de los huesos) después de la menopausia. El raloxifeno puede ser una opción después de los 35 años cuando existe un mayor riesgo de cáncer de mama y después de menopausia. El raloxifeno puede utilizarse durante más de 5 años y puede reducir el riesgo de pérdida ósea además de reducir el riesgo de cáncer de mama. No se recomienda para mujeres que no hayan pasado por la menopausia o que tengan antecedentes de coágulos de sangre, accidente cerebrovascular o que lleven mucho tiempo inmovilizados. Los efectos secundarios del raloxifeno podrían incluir bochornos, calambres de las piernas, inflamación de las piernas y brazos, aumento de peso, accidente cerebrovascular, coágulos de sangre, sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales. Las mujeres que toman raloxifeno tienen menos probabilidades de desarrollar coágulos de sangre, problemas uterinos y cataratas que las personas que toman tamoxifeno. Inhibidores de la aromatasa (IA). Los IA reducen la cantidad de estrógeno en el cuerpo bloqueando la producción de estrógenos. Hay 3 IA que pueden ser opciones para reducir el riesgo de cáncer de mama después de la menopausia y cuando hay un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama: exemestano (Aromasin), anastrozol (Arimidex) y letrozol (Femara). Si bien solo están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU. para su uso en el tratamiento para el cáncer de mama y no en el entorno de reducción de riesgos, los ensayos clínicos aleatorizados de gran tamaño han demostrado que estos fármacos son eficaces para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Consulte a su médico acerca de si los IA podrían ser adecuados para usted. Los IA pueden utilizarse como alternativa al tamoxifeno en mujeres con un mayor riesgo de cáncer de mama y que han pasado por la menopausia. Los IA no se usan para tratar mujeres que no han pasado por la menopausia y no suelen estar recomendados para mujeres con osteoporosis

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