Papá Está en la Atlántida PDF
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Javier Malpica
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Summary
The story "Papá está en la Atlántida" by Javier Malpica is a narrative about a family experiencing daily events and interactions. This story centers on the characters' descriptions, illustrating their everyday experiences and familial relationships.
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Papá está en la Atlántida Por Javier Malpica Personajes Hermano Mayor : Niño de 11 años Hermano Menor : Niño de 8 años Lugar México Tiempo Actual 2 Cosas del campo : ¡Hace mucho calor! : ¿Por qué haces eso? :...
Papá está en la Atlántida Por Javier Malpica Personajes Hermano Mayor : Niño de 11 años Hermano Menor : Niño de 8 años Lugar México Tiempo Actual 2 Cosas del campo : ¡Hace mucho calor! : ¿Por qué haces eso? : Contar vacas. Es estúpido contar vacas. Deja de hacerlo. : Odio las vacas. Deja de contar vacas. : Tampoco caballos. No cuentes ovejas, ni cabras, ni nada. Ya no cuentes animales. No soporto a los animales del campo. : … : Qué calor hace. 3 : ¿Estás seguro que no puedes abrir la ventana? : No soporto este calor del campo. Toda la ropa se te pega al cuerpo y todo huele mal. : La abuela no tiene caballos. : Sólo tiene un gallinero que apesta todo el tiempo a caca de gallina. : Tú no recuerdas a la abuela. Por eso estás tan contento. Una vez que la conozcas verás lo horrible que puede ser un ser humano. : Papá dice que ella le pegaba a sus hijos con una Biblia. Una Biblia tan pesada como una roca. Luego los hacía rezar un Padre Nuestro. Dice que una vez le abrió la cabeza al tío Rodrigo y creyó que se le saldría el cerebro. >: No creo que se atreva a tratarnos mal, después de todo somos sus invitados. : … : Si apagas la luz grito a la abuela. 11 >: Si gritas, el demonio irá tras de ti. Los demonios siempre pueden oírte. Hasta cuando están detrás de un espejo pueden oír. : Más bajo, te puede oír. Y también puede ver todo lo que se mueve. : Entonces quítate la sábana de la cabeza. ¿Cómo quieres ver que el demonio no existe si te cubres? : Espera. Creo que vi algo. : Quítate la sábana. : Tendrás que esperar un mes. Papá no regresará sino hasta dentro de un mes. : Espera. No te muevas. Si te mueves va a irse contra ti. : Yo ya me escondí tras la cama y no me puede ver. Tú no te muevas... Cállate. Te va a oír. Lo veo... es como... como una sombra... : No te muevas o te va a encontrar... Salió de detrás de las cortinas. Nunca creí que así fuera un demonio. Tiene la cara de un anciano. Espera, creo que su piel no es roja. Es morada como una costra seca. Y sus ojos... : No tiene ojos. Son negros como dos escarabajos. Tiene las orejas puntiagudas.. como te dije. Está moviendo el rostro buscando en el cuarto, creo que quiere entrar. No te vayas a mover... : Espera... Creo que te ha visto... Tu sábana tiembla. Tiemblas como un perro mojado. : Creo que va a entrar.. Me va a ver a mí. 13 : Si prendo la luz y hago que se vaya, ¿me vas a dejar leer? : Está bien. Cómo eres llorón. : … : … : ¡A dónde vas! No molestes a la abuela. : Pero qué tonto. El demonio en el espejo... 14 Cosas de hombres >: Te estuve esperando como mil horas. La abuela se va a enojar. Dijo que teníamos que estar temprano en la casa. ¿Por qué no levantas la cabeza? ¿Qué te pasa? : ¿Te pasó algo? : ¿Por qué no me miras? : Déjame ver. : ¿Por qué me iba a burlar? : No es cierto. Nunca me he burlado de ti. : Sólo esa vez. : Prometo no burlarme esta vez. : ¿Quién te hizo eso? : ¿Te pegaron? : ¿Te defendiste? ¿Le regresaste el golpe? : Dime quién fue. : Contesta, ¿por qué te pegaron? : … : ¿Te llamaron chilango? 16 : … : Chilango es como le llaman a la gente de la capital. Pero es como un insulto. : Por eso yo no quería venir a un pueblo con vacas… la gente se inventa cosas que no son ciertas. : ¿Cuantos fueron? : Eso te pasa por andar lloriqueando. Te he dicho muchas veces que los hombres no lloran. ¿Como esperas ganar respeto si no te ven como hombre sino como niña? : La abuela no sabe de estas cosas. Ella es mujer. 17 : Yo no entiendo a la abuela, a ti te dice sensible cuando lloras y a mí me pega con el bastón por cualquier cosa. : Entonces vas a tener que hacerme caso y devolverles el golpe. : … : Te voy a enseñar a boxear. : Claro que sé. Lo que pasa es que nunca te diste cuenta de las lecciones que me dio el tío Rodrigo. Un día llegué a la casa con un ojo morado, así como tú, y mi tío me vio y me dio lecciones privadas de boxeo. Una semana después busqué al niño que me había pegado y lo reté a un duelo de box. No me duró ni dos rounds. Desde entonces todos me respetaron. : Lo que mejor me salía era el gancho al hígado. : Con dos o tres lecciones que te dé y verás. : ¿Estás loco? Si le dices a la maestra. Todos los niños de la escuela van a ser tus enemigos. Tienes que respetar el código de las peleas. Las maestras no pueden meterse en las peleas. : … : Eso estuvo bien. Así ya no te molestarán. No fuiste de llorón. : Pero una cosa es lloriquear en casa de la abuela y otra lloriquearle a la maestra. : Respetaste el código de honor de las peleas. : ¿Ése que parece cerdo parado? 19 : Tienes razón, es mejor que no te pelees con él. A ese niño no le gana ni el tío Rodrigo ni la abuela. : … : Mejor que no te enseñe box. No podrías aprender el gancho al hígado. Es muy complicado. 20 Cosas de papá >: No me sigas. : No puedes venir conmigo. : Regresa a casa. : Yo soy tu hermano mayor y como tu hermano mayor puedo mandarte. : ¿Nunca has oído de los niveles? En una familia el que tiene más edad es el que manda; papá mandaba cuando estaba con nosotros. Si tuviéramos un hermano mayor, él mandaría, y si tuviéramos un hermano menor o un perro tú lo mandarías, pero como sólo estamos tú y yo, soy yo el que manda. Así que te ordeno que te vayas a la casa. : Pero ella es mujer. Si algún oso salvaje nos atacara, ella no podría hacer nada. Sólo el hombre de mayor edad en la casa. Ése soy yo. Y yo soy el hombre de la casa. : ¿De qué te ríes? Te ordeno que no te rías. : ¿Por qué no? ¿Qué te pasa? : Y tú le tienes miedo a los espejos. : ¿Quieres que te golpee? : Te ordeno que te vayas a la casa. : Eso no te importa. : Te dije que te largaras. : Si no te vas, al que voy a arrojar una piedra será a ti. : ¿Te vas a ir de una vez? Estoy harto de que me sigas. Me sigues a todos lados. Eres como mi sombra. Peor que mi sombra, porque hasta mi sombra me deja en paz cuando no hay sol. : No voy a arrojar piedras. Tampoco voy con Miguel. Sólo quiero estar solo y pensar un rato. : Piensa lo que quieras.