La Segunda República y la Guerra Civil Española - PDF

Summary

These are notes related to the Second Republic and the Spanish Civil War. It covers the proclamation of the Republic, the reformist biennium, the Radical-Cedista biennium, the Popular Front government and the military uprising. It also addresses the political and economic evolution of both sides and the consequences of the conflict, with focus on Spanish history.

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IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 0 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO TEMA 10: LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL 1. La proclamación de la República y el periodo...

IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 0 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO TEMA 10: LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL 1. La proclamación de la República y el periodo constituyente (1930-1931)............................................................1 2. El Bienio Reformista (1931-1933)...........................................................................................................................2 3. El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)....................................................................................................................4 4. El gobierno del Frente Popular y la sublevación militar (1936)............................................................................. 5 5. La Guerra Civil (1936-1939): operaciones militares...............................................................................................5 6. La dimensión internacional del conflicto............................................................................................................... 6 7. La evolución política y económica en ambos bandos............................................................................................ 7 8. Las consecuencias del conflicto..............................................................................................................................9 0 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 1 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO 1. La proclamación de la República y el periodo constituyente (1930-1931). 1.1. De la vuelta de la monarquía a la República. Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII pretendió restablecer el sistema parlamentario, pero los dos gobiernos que se sucedieron en menos de un año (el del general Berenguer y el del almirante Aznar), fueron incapaces de reconducir la situación. Tanto el sistema de la Restauración, como el rey y la institución monárquica habían acumulado demasiado descrédito en las décadas precedentes, e incluso había monárquicos que ya no apoyaban a Alfonso XIII. Así, las fuerzas de la oposición (republicanos, autonomistas catalanes y gallegos, socialistas y anarquistas), establecieron el Pacto de San Sebastián, cuyo objetivo era instaurar una república. Tras un intento fallido de sublevación en Jaca, el rey decidió convocar elecciones municipales, saliendo ganadores en las ciudades republicanos y socialistas. Ante estos resultados, el 14 de abril Alfonso XIII abandonó España y se proclamó la II República. 1.2. El periodo constituyente (hasta diciembre de 1931). Tras la proclamación, se formó un Gobierno Provisional, compuesto por el comité revolucionario del Pacto de San Sebastián, y presidido por Alcalá Zamora. Desde la propia proclamación, surgieron dos problemas para la República: - La proclamación en Barcelona de la República catalana independiente, el mismo día que se proclamó la República española. Este hecho fue impulsado por Frances Macià, líder del nuevo partido catalanista de izquierdas, Esquerra Republicana. El nuevo gobierno tuvo que comprometerse a impulsar la autonomía de Cataluña para que Macià diera un paso atrás y desistiera de sus intenciones independentistas. - El rechazo manifiesto y las críticas a la República por parte de las jerarquías eclesiásticas, en su mayoría monárquicas. Generó un clima de violencia anticlerical en las calles, ante el cual el gobierno republicano no tuvo una respuesta contundente. Además de a estos inconvenientes, el Gobierno se enfrentaba a la necesidad de convocar elecciones a Cortes Constituyentes, de las que saldrían los diputados y diputadas1 encargados/as de elaborar la nueva Constitución para la República. Estas elecciones, plenamente democráticas, dieron la victoria a las fuerzas de izquierdas, con el PSOE como partido más votado, aunque seguido de cerca por el Partido Radical de Lerroux, que desde su creación se había ido desplazando hacia una derecha moderada. La composición de las Cortes explica el carácter democrático de la Constitución de 1931, cuyas características son las siguientes: - España era definida como una república democrática y de trabajadores. El Estado era único, pero admitía posibles autonomías regionales. - Se garantizaba la separación de poderes, con unas Cortes unicamerales compuestas por diputados elegidos por sufragio universal. Estas Cortes tenían un gran poder, no sólo legislativo, sino de control sobre el Gobierno. 1 Aunque aún no pudieron votar las mujeres, sí pudieron presentarse a diputadas, saliendo elegidas Victoria Kent, Clara Campoamor y Margarita Nelken. 1 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 2 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO El poder ejecutivo quedaba repartido entre un presidente de la República, y un jefe de Gobierno nombrado por éste. - Se instauraba por primera vez el sufragio universal, incluyendo el voto femenino. Esta cuestión fue ampliamente debatida en las Cortes Constituyentes, ya que, mientras que la diputada Clara Campoamor (del Partido Radical) defendió a ultranza que las mujeres pudieran ejercer el derecho a voto, fue rebatida por Victoria Kent (del Partido Republicano Radical Socialista), que consideraba que las mujeres españolas seguían bajo la influencia del clero, por lo que serían en cierta manera manipuladas para votar a los partidos monárquicos de derechas. - Se garantizaban amplias libertades y derechos. - Se establecía que la propiedad privada de los medios de producción quedaba subordinada a los intereses de la economía nacional, lo que en la práctica posibilitaba las nacionalizaciones de empresas o sectores económicos. - El Estado se declaraba laico (lo que significaba, por primera vez, una separación entre Iglesia y Estado en España), aunque se reconocía la libertad de conciencia. Para hacer esto efectivo, la República retiraría la financiación estatal a la Iglesia católica, disolvería la Compañía de Jesús (confiscando sus bienes) y prohibiría que el clero ejerciera la industria, el comercio y sobre todo la educación. Obviamente, la Iglesia se molestó con la República y consideró estos actos como un ataque directo. - La enseñanza aparecía recogida como función primordial del Estado, comprometiéndose a que fuera un derecho universal, y de carácter laico. Días después de haber sido aprobada esta Constitución (diciembre de 1931), se instauró el primer Gobierno ordinario de la Segunda República Española. 2. El Bienio Reformista (1931-1933). Este primer Gobierno estaba compuesto por republicanos de izquierdas y socialistas, con Manuel Azaña como presidente del gobierno, y el conservador Alcalá Zamora como presidente de la República. Este primer Gobierno se centró en llevar a cabo reformas que habían sido reclamadas por la sociedad española desde hacía décadas: 2.1. La reforma agraria. La reforma del campo era urgente en España, tanto para modernizar la economía del país (que seguía siendo fundamentalmente agrícola) como para frenar los problemas sociales en el campo. La reforma tuvo dos acciones principales: - Ley de Términos Municipales: establecía unas medidas urgentes para mejorar la situación para los campesinos. Se prohibía a los propietarios de tierras arrendadas cancelar los contratos y expulsar a los campesinos, se les obligaba a contratar preferentemente a los campesinos del término municipal al que pertenecían sus tierras (esto evitaba que se especulara con los arrendamientos para que la mano de obra les saliera mas barata), y se estableció la jornada de trabajo de 8 horas para los jornaleros. - Se promulgó la Ley de Reforma Agraria, destinada a repartir los latifundios entre el campesinado. Se creó para ello el Instituto de Reforma Agraria (IRA), encargado de confeccionar el inventario de tierras expropiables. La reforma fue lenta y efectiva, debido principalmente a la burocratización excesiva del IRA y a la falta de dinero en 2 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 3 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO el Estado para las expropiaciones. Esto hizo que una gran parte del campesinado dejara de apoyar la República y se acercara aún más al anarquismo, continuando con la violencia y la ocupación ilegal de tierras. 2.2. La reforma del ejército. Manuel Azaña, que había asumido el Ministerio de la Guerra desde el principio, llevó a cabo una reforma destinada a asegurarse la fidelidad del ejército al régimen republicano. Para ello, se ascendió a los militares afines al régimen y se permitió que los que eran contrarios se retiraran a la reserva, manteniendo su sueldo. Además, se creó un cuerpo denominado Guardia de Asalto, que sustituiría al ejército en lo relativo al orden civil. Esta reforma molestó a buena parte de los oficiales del ejército. 2.3. La reforma educativa. Para la República, era una cuestión prioritaria garantizar una enseñanza (sobre todo la primaria) laica, gratuita y obligatoria, que combatiera el elevado analfabetismo de la población española y sacara al país de su tradicional atraso. Para ello, se crearon escuelas y se contrataron maestros y maestras, a los que se les aumentó el sueldo. Sin embargo, era complicado abordar esta financiación de nuevos centros, ya que hacía falta un dinero que el Estado no tenía. En el marco de la libertad religiosa en la educación, las clases de religión dejaron de ser obligatorias, pero las escuelas las debían ofrecer si las familias del alumnado las solicitaban. Como el profesorado no tenía obligación de impartirlas, recaían a menudo en manos de los párrocos, por lo que la Iglesia no fue del todo apartada de la educación, como se pretendía en un principio. Por otra parte, se crearon las Misiones Pedagógicas, que organizaban actividades culturales en zonas rurales. 2.4. La política autonómica: el Estatuto de Cataluña. Aunque la Constitución reconocía todas las autonomías, en este periodo sólo se formalizó el Estatuto de Cataluña, que fue encargado a los propios catalanes, bajo la iniciativa de Esquerra Republicana (que encabezaría el primer gobierno autónomo). Este Estatuto, que fue aprobado por las Cortes, recogía la creación de un Gobierno autónomo, la Generalitat, compuesto por un Parlamento, un Consejo Ejecutivo (como un consejo de ministros) y un presidente. Sus competencias se limitaban a cultura, obras públicas y orden público, por lo que era insuficiente para los catalanistas, al mismo tiempo que molestaba al sector del ejército español más temeroso de la “división” de España. Mientras tanto, en el País Vasco, los nacionalistas del PNV y los carlistas elaboraron un proyecto de estatuto tan anti democrático que fue directamente rechazado por las Cortes. 2.5. La oposición al régimen. Desde el inicio de la República, existió una oposición protagonizada por varias facciones políticas: - Los anarquistas, que se encontraban agrupados en torno a la FAI (Federación Anarquista Ibérica), el sector más radical, y la CNT. Consideraban que las reformas que la República estaba emprendiendo eran lentas e insuficientes para solucionar las demandas de la sociedad, así que impulsaron la iniciativa obrera y campesina al margen del Estado (ocupaciones de tierras y de fábricas). Esto generó rebeliones armadas a las que la República respondió con dureza, como la ocurrida en enero de 1933 en Casas Viejas (Cádiz), en las que la Guardia de Asalto actuó con gran violencia sobre todo el pueblo. - Las fuerzas de derechas, apoyadas por las élites del país (burguesía capitalista, terratenientes, Iglesia y ejército) que veían con temor los avances democráticos de los gobiernos de izquierdas, que amenazaban sus privilegios. Estaban divididas en tres grandes grupos: 3 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 4 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO  La derecha republicana, encabezada por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), dirigida por Gil Robles.  La derecha monárquica, representada por partidos como el Partido Carlista o Tradicionalista (liderado por Fal Conde) y Renovación Española (cuyo líder era Calvo Sotelo).  La extrema derecha totalitaria, cuyo ideario estaba alineado con los fascismos que acababan de surgir en Italia y Alemania. En un principio, había pequeñas agrupaciones como las Juntas de Ofensiva Nacional- Sindicalista (JONS) o Falange Española, creada en 1933 por José Antonio Primo de Rivera (hijo del dictador). En 1934 se unieron formando Falange Española y de las JONS, que aumentó su actividad e imitó las tácticas fascistas de violencia en las calles, efectuada mediante el pistolerismo contra los miembros de sindicatos y partidos de izquierdas. - El ejército: además de su tendencia predominantemente monárquica, había un sector muy molesto con la concesión de autonomías, que decía defender la unidad de España. Las conspiraciones militares fueron continuas, destacando la del general Sanjurjo (director general de la Guardia Civil) en el verano de 1932. 3. El Bienio Radical-Cedista (1933-1936). Los hechos ocurridos en Casas Viejas y la contrariedad de un sector de la población con las reformas del Gobierno, llevaron a la dimisión de Azaña y a la celebración de nuevas elecciones. En ellas, destacó la dispersión de la izquierda (los socialistas se presentaron esta vez por separado de los republicanos de izquierdas) frente a la unión de la derecha en torno al Partido Radical y la CEDA. Estas también fueron las primeras elecciones en las que votaron las mujeres en España. La victoria fue para la derecha, y, aunque el partido más votado fue el CEDA, los primeros gobiernos estuvieron formados por miembros del Partido Radical, que tenía un perfil más democrático. 3.1. La política de Rectificación. Las primeras acciones de este gobierno fueron orientadas a anular las reformas del bienio anterior. Así, se aprobó una Ley de Amnistía para los implicados de la sublevación de Sanjurjo, se volvió a permitir a la Iglesia dedicarse a la enseñanza y se restableció el pago del sueldo de los sacerdotes por parte del Estado, se paralizó la reforma agraria (de hecho, se llevó a cabo una contrarreforma, destinada a volver a la situación anterior a que ésta arrancara) y se presentó un proyecto de reforma constitucional. Esta reforma modificaría todas aquéllas cuestiones más polémicas (y de izquierdas) contempladas en la Constitución, como el matrimonio civil, las autonomías o la separación entre Iglesia y Estado. 3.2. La revolución de octubre de 1934. Estas acciones radicalizaron la izquierda en la oposición, al mismo tiempo que se vivía en España un clima de amenaza del fascismo, frente al ascenso del nazismo en Alemania. En 1934 se formó un nuevo gobierno que llevaba entre sus carteras ministeriales a varios miembros de la CEDA, lo que significaba que el ejecutivo estaba acercándose cada vez más hacia la ultraderecha. Esto provocó que la UGT convocara una huelga general nacional el 5 de octubre, pero el ejército reprimió los levantamientos y las revueltas sólo llegaron a ser relevantes en dos puntos de la geografía española: - Barcelona, donde se aprovechó para proclamar, el 6 de octubre, el Estado catalán dentro de la República Federal Española, aunque el ejército intervino rápidamente para disolverlo. A partir de entonces, se suspendió temporalmente la autonomía de Cataluña y, aunque se fue restableciendo de manera gradual, no se recuperaron todas las competencias. 4 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 5 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO - Asturias, donde se formó la Alianza Obrera entre socialistas, anarquistas y comunistas, ocupando por las armas toda la región y proclamando la Revolución Socialista de los Consejos Obreros. El Gobierno tuvo que enviar tropas a mando del general Franco, sofocando la revolución para el 18 de octubre y llevando a cabo una terrible represión sobre el territorio, con cerca de 30.000 detenciones y numerosas condenas a muerte. A finales de 1935, Lerroux y el Partido Radical se vieron envueltos en varias tramas de corrupción y escándalos que llevaron a su descrédito frente a la población. Como Alcalá Zamora se negaba a dejar gobernar a la CEDA, se vio obligado a volver a convocar elecciones. 4. El gobierno del Frente Popular y la sublevación militar (1936). En las nuevas elecciones, ganó la izquierda unida en el Frente Popular, aunque en el primer gobierno se excluyó a los socialistas que, bajo el liderazgo de Largo Caballero, se inclinaban por una vía mucho más revolucionaria. Además, se sustituyó a Alcalá Zamora por Manuel Azaña como presidente de la República. Sus primeras medidas fueron amnistiar a todos los participantes en la revolución del 34 y restaurar plenamente el Estatuto de autonomía catalán, así como retomar la reforma agraria, que tuvo en este breve periodo de tiempo (entre marzo y julio de 1936) un extraordinario impulso. Sin embargo, desde la victoria de la izquierda, un sector importante del ejército empezó a prepararse para un alzamiento militar, que tenía como objetivo derrocar la República e instaurar una dictadura militar, bajo el mando de Sanjurjo. El gobierno conocía esta amenaza, por lo que trasladó algunos mandos militares fuera de Madrid (por ejemplo, a Franco, que fue destituido de su cargo de jefe del Estado Mayor y trasladado a Canarias). No obstante, esto no frenó las conspiraciones, que encontraron la excusa para actuar en la escalada de violencia que tuvo como consecuencia final el asesinato del derechista Calvo Sotelo2. El levantamiento se produjo el 17 de julio en Melilla, Ceuta y Tetuán, dónde llegaría poco después Franco para ponerse al frente del ejército de África. El problema fue que en la península el levantamiento sólo triunfó en algunas zonas, y no lo hizo en las principales ciudades, como Madrid y Barcelona. Esto hizo que lo que iba a ser un golpe rápido se prolongara, dando lugar al inicio de una guerra civil. 5. La Guerra Civil (1936-1939): operaciones militares. 5.1. Los avances iniciales y la fallida conquista de Madrid (julio de 1936- marzo de 1937). El ejército africano cruzó a la península bajo el mando del general Franco, gracias a la ayuda de la aviación alemana e italiana. En los meses siguientes , el general Queipo de Llano ocupó el sudoeste de Andalucía, mientras el general Mola hacía lo mismo con la franja Norte, desde Navarra (con gran ayuda de los carlistas) hasta Galicia por Castilla-León, pero sin la franja cantábrica (Cantabria, Asturias y País Vasco). La conquista de Badajoz permitió conectar ambas zonas. El objetivo prioritario era hacerse con Madrid, pero se perdió tiempo liberando Toledo y esto dio tiempo a que la República organizara la defensa de la capital. Así, los ataques frontales a Madrid fracasaron, intentando Franco rodear la capital para aislarla, pero los republicanos ganaron en Jarama y Guadalajara. Fue entonces cuando Franco decidió abandonar la ofensiva contra Madrid, convirtiendo la guerra en un conflicto basado en el desgaste y aniquilación de la República, que forzara la rendición incondicional por parte de su gobierno. 2 Calvo Sotelo fue asesinado por miembros de la Guardia de Asalto, como represalia por el asesinato, el día antes, de un mando de este cuerpo, el teniente Del Castillo, que era simpatizante de la izquierda. 5 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 6 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO 5.2. De la campaña del norte a la batalla del Ebro (abril de 1937- noviembre de 1938). Dando por perdido Madrid, la campaña de los sublevados se centró en el norte, empleando la aviación alemana (la Legión Cóndor) para bombardear a la población civil (como en el célebre episodio del bombardeo de Guernica, cerca de Bilbao). Desde el País Vasco, las tropas franquistas avanzaron por Cantabria y después por Asturias. La conquista de la franja cantábrica permitía a los sublevados dominar los recursos industriales de la zona. Para contrarrestar estas derrotas, los republicanos emprendieron una ofensiva en el Bajo Aragón, recuperando Teruel, pero volvió a caer bajo el mando franquista de nuevo poco después. Mientras tanto, las tropas de Franco llegaron a Castellón, quedando dividida la República en dos zonas: Cataluña y una zona al sur que comprendía Madrid y Levante (dónde estaba el gobierno republicano, que había huido de Madrid a Valencia). Para intentar reunir de nuevo sus dos territorios, los republicanos atacaron en el Ebro, pero esta batalla (batalla del Ebro, de julio a noviembre de 1938) supuso casi la destrucción absoluta del ejército republicano. 5.3. La ofensiva en Cataluña y el final de la guerra (diciembre de 1938- marzo de 1939). Ante la manifiesta debilidad republicana, el avance de los sublevados por Cataluña fue rápido, y provocó el exilio del gobierno de la República a Francia. Antes de ello, se intentó negociar la paz con Franco, pero este era inflexible en el punto referido a la represión: no aceptaba una rendición que no fuera incondicional. A principios de marzo, el coronel Casado, se rebeló en Madrid contra el gobierno de la República, intentando negociar también la rendición. De esta manera, las calles de Madrid sufrieron el enfrentamiento entre los anarquistas y socialistas que apoyaban la rendición, y los comunistas y defensores del Gobierno republicano, que querían continuar resistiendo. Finalmente, las tropas de Franco entraron sin dificultad en la capital, declarándose oficialmente terminada la contienda el 1 de abril de 1939. 6. La dimensión internacional del conflicto. La guerra civil estalló en plena escalada de tensiones entre los países europeos, generadas por el ascenso al poder de los fascismos y sus políticas imperialistas, y el establecimiento del régimen autoritario de Stalin en la URSS. Por eso, aunque no fue determinante en la Segunda Guerra Mundial, sí fue una guerra que mostraba abietamente la confrontación entre las dos ideologías que polarizaban a la sociedad europea del momento: socialismo y fascismo. Aunque la República era un régimen legítimo y democrático, no recibió el apoyo de las potencias occidentales, ni la ayuda de la Sociedad de Naciones, que era el organismo creado tras la Primera Guerra Mundial para procurar la resolución pacífica de los conflictos entre países. Al contrario, ya que Francia y Gran Bretaña impulsaron la creación de un Comité de No Intervención, para evitar que hubiera participación extranjera en la guerra española. Aunque a este comité se adhirieron 25 países, algunos de ellos, como Alemania, Italia y Portugal (los tres con regímenes fascistas o similar, en el caso del Estado Novo portugués) lo incumplieron para ayudar a los sublevados. Con toda esta circunstancia, la ayuda internacional resultó decisiva, mientras que la nacional era muy desigual: - El bando franquista recibió la ayuda más determinante de Alemania, que aportó la Legión Cóndor (aviones, tanques y cañones antiaéreos), soldados y dinero. Aunque la mayor parte de los efectivos militares y financiación económica la aportaron los fascistas italianos, mientras que el Estado Novo de Salazar en Portugal 6 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 7 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO ofreció ayuda diplomática y envió voluntarios. En total, los sublevados tuvieron unos 120.000-150.000 combatientes extranjeros. Además, contaban con financiación de banqueros y empresarios españoles, y el apoyo de la Iglesia católica, que presentaba la guerra como una “cruzada religiosa” contra el ateísmo de la República y el comunismo. Estados Unidos, aunque se manifestó oficialmente neutral, permitió que grandes empresas abastecieran también el bando franquista. - El gobierno legítimo de la República recibió ayuda de la Unión Soviética, que aportó hombres y material armamentístico, y del gobierno mexicano, que también envió financiación, aunque en menor medida. La ayuda soviética no se hizo de manera completamente altruista, ya que implicó el depósito en Moscú de las reservas del oro del Banco de España, que no fueron devueltas tras la guerra. Además, se crearon las Brigadas Internacionales, impulsadas por la Internacional Comunista. Se trataba de cuerpos de voluntarios de todo el mundo, que iban a España a combatir el fascismo. Sin embargo, muchos ni siquiera tenían una formación militar, y aportaban poco más que su entusiasmo. En total, el número de combatientes extranjeros que apoyaron a la República se calcula en menos de 40.000. A todo ello hay que sumar que el ejército sublevado estaba compuesto por muchos mandos militares cualificados, y por militares profesionales. Mientras tanto, en la República había una gran mayoría de milicianos populares, entre los cuales había diferentes ideologías que chocaban entre sí, provocando problemas de disciplina. 7. La evolución política y económica en ambos bandos. 7.1. El bando sublevado. A) Organización política. La España controlada por los sublevados fue organizada rápidamente bajo el mando de la Junta de Defensa Nacional, con el general Cabanellas (el militar de más alta graduación) al frente. Sin embargo, cada general dominaba a efectos prácticos su zona. Al principio, no había una ideología que aglutinara a todos los que participaban de este bando, a excepción de la idea de acabar con la República. Tras la muerte de Sanjurjo, y con el poder que Franco había acumulado al frente del ejército africano, éste consiguió ser nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos (en octubre de 1936) por la Junta de Defensa Nacional, que pasó a denominarse Junta Técnica del Estado. Esta Junta se convirtió en un órgano asesor del Generalísimo, que concentró todo el poder en su persona. El siguiente paso era crear una base ideológica unificada para el bando, ya que había varias facciones dentro de él (la CEDA, los monárquicos, los carlistas y la Falange). Mediante el Decreto de Unificación (1937), englobó todas estas facciones en el partido único Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS). Este partido recogía las bases ideológicas de la Falange, ya que sus discursos populistas (en la línea del fascismo) eran muy útiles para atraer a la población y cohesionar el movimiento. Así, Franco dotó de una base ideológica “nacionalsindicalista” un levantamiento que en sus inicios era sólo militar y anti republicano. A continuación, Franco constituyó su primer Gobierno en 1938, del que asumió la presidencia. Las carteras ministeriales se repartieron entre monárquicos, conservadores, católicos, tradicionalistas, falangistas y militares, para no perder ninguno de los apoyos iniciales. Se creaba así un régimen personalista, cuyas primeras medidas se inspiraban en el fascismo europeo. Un ejemplo de ello fue la promulgación del Fuero del Trabajo de 1938, que integraba a los trabajadores en sindicatos verticales obligatorios. 7 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 8 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO B) Economía. Desde el principio de la guerra, el bando sublevado controló los recursos agrícolas, por lo que no tuvieron problemas de abastecimiento. Además, a partir de la campaña del norte dominaron la industria siderúrgica y la minería. Se implantó un control estricto de la producción, restableciendo los antiguos dueños en las tierras que habían sido expropiadas por la Reforma Agraria republicana. Por otra parte, las aportaciones económicas de los países extranjeros colaboradores facilitaron la liquidez de este bando, a pesar de no controlar las reservas metálicas (que estaban en Madrid). 7.2. El gobierno de la República. A) Organización política. Desde el principio de la guerra, la República sufrió un vacío de poder y se formó una división en su seno, entre los que querían aprovechar el conflicto para efectuar una revolución obrera (los anarquistas, una facción socialista y el POUM3) y los que pensaban que lo primordial era ganar la guerra y volver al orden constitucional, mediante el cual ya se podrían abordar las reformas necesarias (la mayor parte de los socialistas y los comunistas del PCE). Como al principio las organizaciones obreras armaron a sus miembros para resistir como podían a los sublevados, se fue generando una multiplicidad de poderes entre el Gobierno oficial, y juntas revolucionarias que fueron ocupando industrias y colectivizando tierras al mismo tiempo que combatían. Esto sucedió en muchos territorios, pero fue muy evidente en Cataluña, donde la Generalitat (el gobierno oficial) había perdido poder en manos del Comité Central de las Milicias Antifascistas (compuesto por anarquistas y comunistas). Cuando el gobierno republicano de Largo Caballero (instaurado en septiembre de 1936) intentó disolver estos órganos de gobierno alternativos, se produjo una insurrección de los anarquistas y el POUM. Aunque finalmente los primeros aceptaron integrarse en gobierno autonómico legítimo, los comunistas del PCE pidieron a Largo Caballero la ilegalización del POUM, ya que amenazaba el orden republicano. Largo Caballero, que se estaba quedando sin apoyos, se negó y dimitió, instaurándose un nuevo gobierno bajo el mando de Negrín (que era socialista también, pero con una mentalidad menos revolucionaria). Éste gobernó desde entonces con los comunistas del PCE, ilegalizando el POUM y terminando de disolver los poderes secundarios Ante la situación de inminente derrota de la guerra, tanto Negrín como los comunistas querían resistir, a la espera de que estallara la guerra mundial, pensando que si las potencias europeas se enfrentaban al fascismo, lo harían también al bando sublevado en España. Sin embargo, amplios sectores republicanos y algunos socialistas (como Indalecio Prieto), eran partidarios de negociar la rendición con Franco. La Conferencia de Munich de 1938, en la que Reino Unido y Francia aceptaron la anexión, por parte de Hitler, de los Sudetes checoslovacos, demostró a la República española que estos países iban a ceder al máximo para evitar una nueva guerra, lo que desalentó aún más al gobierno republicano. Finalmente, fue el levantamiento del coronel Casado en Madrid el que precipitó el fin de la guerra. B) Economía. Al comenzar la guerra, la República controlaba las zonas industriales y las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia). Sin embargo, las principales zonas agrícolas estaban en manos de los sublevados, lo que generaba desabastecimiento de alimentos en la zona republicana. Aunque para solucionarlo los gobiernos republicanos expropiaron tierras a colaboradores del levantamiento y las repartieron, la mala organización hizo que el desabastecimiento persistiera. Además, los primeros meses, el vacío de poder y el 3 EL POUM era de idología comunista, pero seguidor de las tesis iniciales de la Revolución bolchevique, es decir, de Lenin y Trotski. Estaba en contra del régimen de Stalin, que era el que secundaban los comunistas del PCE, por eso ambos partidos estaban enemistados. 8 IES “CUENCA DEL NALÓN””. DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 9 HISTORIA DE ESPAÑA. 2º BACHILLERATO intento de revolución obrera llevó a la colectivización y ocupación de fábricas y empresas, sobre todo en la zona de Cataluña y Levante, lo que evitó el aprovechamiento de estos recursos. La falta de financiación para los costes de la guerra, hizo que la República emitiera deuda pública, pero en la última fase de la contienda ya nadie confiaba en que los republicanos ganaran la guerra, por lo que dejó de comprarse su deuda. Por último, se recurrió a depositar el oro del Banco de España en Moscú a cambio de material de guerra, perdiendo también esta fuente de riqueza para el Estado. 8. Las consecuencias del conflicto. Sin duda, la guerra civil fue el acontecimiento más traumático de la sociedad española del siglo XX, y sus consecuencias afectaron varios ámbitos: A) Pérdidas humanas: resulta difícil saber con exactitud el volumen de víctimas mortales, aunque se estiman en torno a más de 500.000 personas, entre las personas que fallecieron en batallas y la represión sobre civiles. Esta se efectuó desde el inicio en ambos bandos, aunque con diferencias fundamentales. En el bando republicano, tuvo un momento álgido al inicio de la contienda, en la que el vacío de poder favoreció las ejecuciones indiscriminadas y los ataques a miembros de la Iglesia. Ejemplo de estas desafortunadas actuaciones son las ejecuciones de Paracuellos de Jarama en noviembre de 1936. Sin embargo, esta violencia fue espontánea y desorganizada, el gobierno republicano condenó este tipo de actuaciones, e intentó controlarlas. En cambio, en el bando sublevado la violencia arbitraria contra la población civil fue organizada y formó parte del plan para derrocar a la República, ya que buscaba eliminar por completo cualquier tipo de apoyo al régimen. Esta represión duró toda la guerra, siendo especialmente dura al inicio, como atestiguan episodios como “La Desbandada”, en el que se masacró por aire y tierra a la población civil malagueña que intentaba abandonar la ciudad a pie. Adicionalmente, la violencia se extendería tras la guerra gracias al establecimiento de la Ley de Responsabilidades Políticas, promulgada antes del fin del conflicto, que permitía ajusticiar a cualquier persona que fuera sospechosa de haber colaborado con la República, con carácter retroactivo hasta la revolución de 1934. Además de las muertes, hay que contemplar también la gran cantidad de españoles que tuvieron que exiliarse, en su mayoría con destino a Latinoamérica y a Francia, donde muchos se integraron en las filas de la resistencia francesa, y otros muchos terminaron en campos de trabajo forzado. B) Pérdidas materiales: también resulta casi imposible cuantificar el valor de las pérdidas que sufrió España en materia de infraestructuras a industrias destruidas y campos de cultivo (lo que hizo que la producción agraria descendiera en más de un 20%). Se estima que la renta per cápita cayó casi en un 30% y hasta 1952 no se recuperó el nivel de antes de la guerra. A todo ello hay que añadir que la ayuda económica internacional ofrecida al bando ganador debía ser devuelta, y que las reservas de oro del Banco de España nunca volvieron de Rusia. C) Consecuencias sociales y culturales: cualquier avance social o cultural efectuado durante la República (los derechos de las mujeres y los avances en educación sobre todo) fue destruido. Entre las víctimas de las ejecuciones del bando franquista, muchos/as eran maestros de escuela o destacados intelectuales, como García Lorca, que fue fusilado, o María Zambrano, que tuvo que exiliarse. Las libertades y derechos quedaron eliminadas al implantarse un régimen dictatorial y ultraconservador, que persiguió ideas disidentes e impuso una rígida moral cristiana a toda la población. 9