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Detección e Intervención de Problemas de Atención, Percepción y Memoria

La atención es un proceso cognitivo que permite focalizar y mantener el enfoque en estímulos relevantes, filtrando la información irrelevante.
Existen diferentes tipos de atención: selectiva, sostenida, dividida y alternante.
El modelo jerárquico de Sohlber y Mateer (1987-1989) clasifica la atención en focalizada, sostenida, alternante, selectiva y dividida.
La atención focalizada implica resistencia a la distracción, la determinación del momento para separar la información relevante de la irrelevante y la concentración en una sola fuente de información.
La atención sostenida es la capacidad para mantener la atención focalizada o dividida durante largos períodos de tiempo, sin pérdida o caída de la concentración (aproximadamente 30 minutos).
La atención alternante es la capacidad de cambiar de una tarea a otra sin confundirse, lo cual requiere un buen conocimiento de las tareas a realizar.
La atención selectiva implica anular los distractores irrelevantes, manteniendo la concentración en el estímulo relevante, basándose en la competencia entre dos o más estímulos.
La atención dividida es la capacidad de atender a más de un estímulo sin pérdida de eficacia en la ejecución de las tareas.

Trastornos de la Atención

Los trastornos de la atención pueden ser causados por disfunciones en la consciencia, la afectividad y la psicomotricidad.
El Déficit de Atención (DA) es el principal signo del trastorno, caracterizado por la distracción, la dificultad para seguir instrucciones y mantener la atención en una tarea impuesta.
La hipervigilancia es una atención excesiva, que ocurre en situaciones que implican miedo, terrores nocturnos, condiciones paranoicas y algunos estados de esquizofrenia aguda.
La agudeza de la atención se refiere a la fuerza y calidad del proceso selectivo y concentracion.
La tenacidad de la atención implica la capacidad de mantenerla fija en un objeto, resistiendo la fatiga.
La flexibilidad de la atención puede ser insuficiente o excesiva.
La distractibilidad es la inestabilidad de la atención, frecuente en situaciones de cansancio físico, retraso mental, o intoxicación por sustancias psicoestimulantes (como cocaína, nicotina o cafeína).
La labilidad atentiva se manifiesta como una inestabilidad de la atención y puede aparecer en cuadros de ansiedad o estrés.
La inhibición de la atención es común en cuadros depresivos.
La fatigabilidad de la atención se observa en cuadros de cansancio físico, ciertos tumores y procesos demenciales.

Percepción

La percepción es el proceso mediante el cual el cerebro interpreta y organiza la información sensorial recibida del entorno, incluyendo la percepción visual, auditiva, táctil, gustativa y olfativa.
La percepción implica la interpretación y codificación de sensaciones, incluyendo significado y organización, para adquirir conocimientos de la realidad.
Las características de la percepción incluyen ser dinámica (frente a la concepción pasiva de la información), intencional (referida a un contenido organizado, estructurado, estable y significativo), adaptativa (necesaria para la adaptación al medio), y selectiva (no arbitraria, el sujeto selecciona aquello significativo).

Factores que Influyen en la Percepción

Factores internos: motivaciones, experiencias, necesidades y ambiente cultural.
Factores externos: intensidad y tamaño del estímulo, contraste en las situaciones, repetición de sucesos.

Trastornos Comunes de Atención y Percepción

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): un trastorno neurodesarrollo caracterizado por síntomas persistentes de inatención, hiperactividad e impulsividad.
Trastornos Específicos del Aprendizaje (TEA): incluyen dislexia, disgrafía y discalculia, con dificultades en el procesamiento de la información relacionada con la lectura, escritura y matemáticas.
Trastornos del Procesamiento Sensorial (TPS): afectan la forma en que el cerebro procesa la información sensorial, provocando respuestas inadecuadas a los estímulos.

Métodos de Evaluación

Pruebas psicológicas estandarizadas como el Test de Variables de Atención (TOVA), el Conners' Continuous Performance Test (CPT) para medir la atención y la impulsividad.
Evaluaciones neuropsicológicas que miden funciones cognitivas (memoria, lenguaje, percepción y atención), como el Test de Stroop y el Trail Making Test.
Evaluaciones del desarrollo sensorial, empleando herramientas como el Sensory Profile y el Sensory Processing Measure (SPM) para evaluar respuestas a diferentes estímulos sensoriales.
Observación clínica y entrevistas con padres y maestros para obtener información sobre el comportamiento del niño en diferentes entornos.

Intervenciones

Farmacológicas: medicamentos estimulantes (como metilfenidato y anfetaminas) y no estimulantes (como la atomoxetina) para tratar el TDAH.
Psicológicas: Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para desarrollar habilidades de afrontamiento y modificar patrones de pensamiento disfuncionales.
Entrenamiento en Habilidades Sociales para mejorar la interacción social.
Educativas: adaptaciones y modificaciones en el aula (reducción de distracciones, uso de ayudas visuales, ajustes en el currículo).
Técnicas de enseñanza especializada multisensorial y el uso de tecnología asistida para mejorar el aprendizaje en estudiantes con dificultades perceptuales.
Ocupacionales: Terapia de Integración Sensorial para procesar adecuadamente la información sensorial.
Actividades de Estimulación Sensorial para mejorar las respuestas a los estímulos.

Trastornos de la Memoria

Las amnesias: signfican déficit de memoria, es la pérdida total o parcial de memoria; puede ser reversible o irreversible. Puede afectar a la fijación, almacenamiento y/o recuperación de información.
Tipos de amnesias:
- Fijación: incapacidad para consolidar nuevos recuerdos.
- Conservación: dificultades para recordar acontecimientos pasados; global, la pérdida total de recuerdos; lacunar, la pérdida en momentos determinados. La amnesia de conservación es selectiva, tipos episódicas o semánticas.
- Evocación: incapacidad para traer un recuerdo a la memoria consciente, aunque la información esté presente en el sistema mnésico.
El síndrome amnésico: una condición neurológica, con perdida de memoria, y dificultad para recordar eventos recientes y retener nueva información, suele ser consecuencia de una lesión cerebral. Implica amnesia retrógrada, que implica la pérdida de recuerdos del pasado, y amnesia anterógrada, la incapacidad de formar nuevos recuerdos.
Trastornos disociativos: trastornos de la memoria que se producen por la disociación, es decir, la separación de procesos mentales. No tienen causa orgánica, son siempre psicógenos.

Las ilusiones y las alucinaciones.

Ilusiones: deformaciones de los objetos percibidos; errores de reconocimiento. (Ej. objetos en la oscuridad).
Alucinaciones: percepciones falsas con carácter novedoso y en circunstancias en una percepción normal. Tipos: visuales (visión clara de imágenes) y auditivas (desde silbidos hasta palabras y ordenes).

La Memoria

La memoria es un proceso psicológico imprescindible para codificar, almacenar y recuperar información, es una facultad psíquica muy útil para el recuerdo del pasado.
Tipos de memoria según su duración:
- Sensorial: conserva brevemente la información sensorial (instante, ej. olores, imágenes).
- A corto plazo: utiliza para analizar lo que ocurre, comprenderlo y reaccionar, la información es procesada brevemente, permitiendo reflexión y razonamiento.
- A largo plazo: almacena información sin límites de tiempo ni capacidad. Los datos pueden pasar a largo plazo por medio de la repetición y/o la asociación emocional.
Tipos de memoria según su contenido:
- Episódica: a los acontecimientos concretos, propias experiencias (ej. lugar, regalo).
- Procedimental: habilidades y destrezas motoras (ej. caminar, conducir).
- Implícita: no necesita un esfuerzo consciente (ej. atar zapatos).
- Explícita o declarativa: necesita esfuerzo consciente (ej. respuestas de examen).
Memoria retrospectiva: recuerdos de sucesos ya ocurridos.