Vitaminas y minerales en la vejez

Minerales que el cuerpo necesita en cantidades mayores.

Minerales necesarios en cantidades menores que los macroelementos.

Mineral esencial para el equilibrio de líquidos y la función nerviosa.

Mineral crucial para la actividad muscular, función nerviosa y equilibrio de líquidos.

Tipo de fibra que absorbe agua y forma un gel.

Tipo de fibra que no se disuelve en agua, aumenta el volumen de las heces.

Mineral necesario para producir hemoglobina y transportar oxígeno.

Mineral vital para el sistema inmunológico y la síntesis de proteínas.

Una dieta con proporciones adecuadas de hidratos de carbono, grasas, proteínas y fibra.

La suma de energía gastada en el metabolismo basal, actividad física y la digestión.

Energía utilizada por el cuerpo en reposo para mantener las funciones vitales.

Un modelo que clasifica los alimentos en grupos según su composición nutricional.

Guía para la elección variada de alimentos y su consumo frecuente con prioridad a productos de cercanía.

Una dieta diseñada para manejar o tratar condiciones médicas específicas.

Dieta hospitalaria con control de nutrientes específicos y consistencia definida.

Dieta con restricciones específicas basada en las necesidades del tratamiento de una condición médica.

Una dieta diseñada para prevenir la aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión e hiperlipidemias. Se enfoca en la prevención y el control de los factores de riesgo.

Una dieta que se centra en apoyar la curación de enfermedades existentes. Se basa en la idea de que la alimentación correcta puede contribuir a la recuperación.

Una dieta baja en calorías (hipoenergética) para personas con obesidad. Limita la ingesta calórica a 1000-1500-2000 calorías diarias, distribuidas en 5 comidas.

Una dieta para personas con diabetes, priorizando el consumo de alimentos con bajo índice glucémico. Se limita el consumo de hidratos de carbono de absorción rápida.

Una dieta baja en residuos y fibra, recomendada para tratar problemas intestinales como diarrea. Su objetivo es tranquilizar el intestino y reducir las evacuaciones.

Administración de nutrientes a través de una sonda que se introduce por la nariz y llega al estómago.

Administración de nutrientes en volúmenes pequeños y concentrados, varias veces al día.

Administración de nutrientes en pequeñas cantidades, a intervalos regulares.

Administración constante de nutrientes durante 24 horas.

Dietas con moléculas grandes, fáciles de digerir como una dieta normal.

Dietas con moléculas pequeñas, necesarias para pacientes con problemas digestivos.

Sondas que se introducen por la nariz y llegan al estómago, utilizadas para administrar nutrientes o vaciar contenido estomacal.

Sondas que se introducen por la boca y llegan hasta el estómago, con orificios para permitir la entrada y salida de aire, para permitir aspiración de contenido estomacal y administrar medicamentos.

Una dieta que limita el consumo de alimentos ricos en purinas, como carne roja, mariscos y vísceras. Se recomienda para personas con gota o hiperuricemia, ya que las purinas se descomponen en ácido úrico, que puede acumularse en las articulaciones.

Una dieta que reduce la cantidad de sodio ingerida, lo que ayuda a controlar la presión arterial alta y los edemas. Suele usarse en personas con problemas de riñón e insuficiencia cardíaca.

Una dieta que limita el consumo de proteínas. Indicada en enfermedades del hígado, riñón, osteoporosis y ciertos problemas gastrointestinales.

Una dieta rica en fibra, frutas y verduras para ayudar a regular el tránsito intestinal.

Dieta suave, sin gluten y con bajo contenido en grasas, proteínas y fibra insoluble. Prioriza alimentos blandos y digeribles.

Una dieta saludable para el corazón, con bajo contenido en grasas saturadas, colesterol y sal. Abundante en frutas, verduras, pescado y cereales integrales.

Administración de nutrientes a través de un tubo introducido en el tracto gastrointestinal, bypassando la boca o el esófago. Se utiliza cuando la persona no puede ingerir alimentos por vía oral.

Dieta baja en sodio, grasas saturadas y colesterol. Se limita el consumo de líquidos y se priorizan alimentos ricos en potasio.