Visión General de Neisseria Gonorrhoeae

Son bacterias con forma de grano (cocos) que crecen en pares, formando diplococos. Se tiñen de color rosado o rojo en la tinción de Gram, lo que las clasifica como gramnegativas. Además, necesitan oxígeno para vivir (aerobias) y no se mueven (inmóviles).

Dos especies de Neisseria, N. gonorrhoeae y N. meningitidis, son las únicas que afectan a los humanos. Son consideradas patógenos obligados, ya que necesitan un huésped para sobrevivir.

La bacteria Neisseria gonorrhoeae se puede diferenciar de otras especies similares por su capacidad de utilizar ciertos azúcares (patrones de empleo de azúcares) en el laboratorio. Además, cada especie causa infecciones en diferentes partes del cuerpo.

La bacteria Neisseria gonorrhoeae se encuentra dentro de los glóbulos blancos (leucocitos polimorfonucleares). ¡No puede moverse por sí sola!

La Neisseria gonorrhoeae se adhiere a las células del cuerpo utilizando estructuras llamadas pili. Estas "pelusas" cambian con el tiempo, dificultando la defensa del cuerpo. Además, la bacteria tiene una capa externa (LOS) que también varía, haciendo más difícil que el sistema inmune la reconozca.

Neisseria gonorrhoeae puede causar diferentes síntomas de infección dependiendo del sitio del cuerpo, incluyendo secreción uretral purulenta, dolor al orinar, prurito genital, infecciones en el recto, garganta y ojos. Puede incluso diseminarse a otras partes del cuerpo, causando fiebre, artritis y pústulas

Para diagnosticar una infección por Neisseria gonorrhoeae, se pueden utilizar métodos como la observación microscópica del exudado (liquido infeccioso) de diferentes sitios del cuerpo, análisis de sangre o tinciones especiales.

Neisseria gonorrhoeae crece en condiciones con oxígeno y dióxido de carbono, y necesita glucosa para alimentarse. Una prueba llamada "oxidasa" puede confirmar su presencia.

Para cultivar Neisseria gonorrhoeae en el laboratorio, se utilizan medios de cultivo especiales como el agar Thayer-Martin o el agar chocolate suplementado con antibióticos. También se puede utilizar la amplificación de ácidos nucleicos para determinar la presencia de la bacteria.

Neisseria gonorrhoeae puede ser resistente a algunos antibióticos como la penicilina, tetraciclina o fluoroquinolonas. Las cefalosporinas de tercera generación como la ceftriaxona, y la azitromicina son alternativas para tratar la infección