Títulos de Valor y Efecto Comercial

Un pagaré es una promesa escrita de pagar una cantidad específica de dinero a una persona o entidad en una fecha determinada.

El emisor del pagaré es la persona que se compromete a pagar la cantidad especificada.

El beneficiario del pagaré es la persona designada en el documento para recibir el pago.

El vencimiento del pagaré es la fecha en la que se debe realizar el pago.

El lugar de pago especifica dónde se debe realizar el pago del pagaré.

El endoso es el proceso por el cual el tenedor del pagaré transfiere su derecho de cobrar el pago a otra persona.

El endosante es la persona que transfiere su derecho a cobrar el pagaré a través del endoso.

El endosatario es la persona que recibe el derecho a cobrar el pagaré a través del endoso.

Un documento que ordena a un banco pagar una suma de dinero de una cuenta bancaria.

El cheque se puede cobrar en cualquier momento, no tiene una fecha de vencimiento.

Es un sistema que facilita la compensación de pagos entre bancos.

El cheque se considera un medio de pago seguro y confiable.

Documento que prueba que una persona ha recibido dinero, un bien o un servicio.

El recibo indica que el pagador ya no debe nada.

El recibo se utiliza para pagos en efectivo.

El recibo normalmente se entrega al pagador.

El proceso legal que se inicia cuando una empresa o persona no puede pagar sus deudas.

Comienza cuando el juez decide que el deudor cumple con los requisitos para ser declarado en concurso.

Persona designada por el juez para gestionar y supervisar el concurso.

Fase donde se evalúa la situación financiera de la empresa.

Fase donde se busca una solución para la empresa.

Procedimiento por el que se vende los activos de la empresa para pagar a los acreedores.

Acuerdo entre el deudor y los acreedores para reestructurar las deudas.

Deuda existente que no se puede reclamar por separado, solo dentro del concurso.

Un estado en el que una empresa no puede cumplir con sus obligaciones financieras, ya sea de forma actual o inminente.

"Par conditio creditorum" significa que todos los acreedores con la misma categoría reciben el mismo trato en el proceso concursal.

El propio deudor puede solicitar un concurso de acreedores cuando reconoce que está en una situación de insolvencia.

Si el deudor no solicita el concurso voluntariamente, los acreedores o los socios pueden solicitarlo.

Durante el concurso de acreedores se suspenden todos los procesos judiciales contra el deudor, pero la empresa puede seguir operando bajo ciertas condiciones.

El objetivo principal del concurso de acreedores es intentar salvar la empresa y permitirle seguir operando, incluso si tiene problemas financieros.

El patrimonio del deudor y las obligaciones que tiene con sus acreedores, usado para la cancelación de deudas.

Bienes y derechos que pertenecen al deudor en el momento del concurso, como dinero, inmuebles, vehículos, etc.

Incluye la recuperación de bienes transferidos fraudulentamente en los dos años previos al concurso.

Es responsabilidad del administrador concursal que realiza un inventario con la valoración de los bienes.

Deudas, obligaciones y créditos del deudor con sus acreedores. Lo que debe la empresa.

Deudas que surgen durante y/o después de declarado el concurso (no antes). Gastos para mantener la empresa activa como costes fijos y honorarios.

Deudas acumuladas antes de la declaración del concurso, que han llevado a la situación actual.

Se intenta negociar y reducir estas deudas para alcanzar un acuerdo con los acreedores.

Los créditos con privilegio especial son aquellos que tienen una garantía con hipoteca, prenda o arrendamientos financieros. Esto significa que en caso de que el deudor no pueda pagar, el acreedor tiene el derecho a recuperar su dinero a través de la venta del bien hipotecado, prendado o arrendado.

Los créditos con privilegio general incluyen deudas como nóminas adeudadas, créditos, indemnizaciones por despido y deudas con la Seguridad Social y Hacienda. Se colocan en prioridad después de los créditos con privilegio especial, por lo que se pagan antes que los créditos ordinarios.

Los créditos ordinarios son las deudas generales que no tienen ningún privilegio especial. Los acreedores de estos créditos se colocan después de aquellos con privilegio general y cobran en proporción a su importe.

Los créditos subordinados son los últimos en la línea de pago. Se pagan después de los créditos privilegiados y ordinarios, y en algunos casos podrían no llegar a cobrarse en absoluto. Algunos ejemplos incluyen deudas con socios, multas, sanciones o intereses.

El principio "par conditio creditorum" establece la igualdad de trato para los acreedores, es decir, que todos deben ser tratados de la misma forma. Sin embargo, la ley establece un "orden de prelación de créditos", que establece una prioridad para el pago de las deudas.

Los créditos privilegiados son los que tienen prioridad para la cobranza después de los créditos contra la masa. Se refiere, principalmente, a créditos contra la Hacienda Pública, Seguridad Social, indemnizaciones laborales y créditos garantizados.

Los créditos subordinados son los que se encuentran en última instancia en el orden de pago. Son los restantes créditos y solo se pagan una vez satisfechas las categorías anteriores. Estos créditos tienen poca prioridad y pueden no llegar a ser cobrados.