Tema 31: Trastornos Psiquiátricos Infantiles

Condición que causa deterioro persistente en la interacción y comunicación social, junto a patrones restringidos y repetitivos de conducta, intereses y actividades.

Limitaciones en la habilidad para relacionarse y comunicarse con otros, como no responder, no mantener conversaciones, evitar el contacto visual y no compartir emociones.

Conducta, intereses y actividades fijas, con movimientos, uso de objetos y lenguaje repetitivas y estereotipadas.

Comportamientos estereotipados, como golpear un mando repetidamente o recoger y mantener trozos de cartón.

Habilidades de comunicación, tanto oral como con expresiones/gestos, pueden estar afectadas en el autismo.

Dificultad para comunicarse y relacionarse con otras personas.

Habilidad de usar objetos para representar otros objetos o ideas, como usar una escoba como caballo.

Mantener una mirada directa con otra persona.

Trastorno poco frecuente (1 por 10.000) ligado al cromosoma X, que afecta solo a niñas. El desarrollo inicial es normal, pero luego se presenta regresión en varios aspectos, incluyendo detención del crecimiento, pérdida de movimientos intencionales de manos, retraso psicomotor y afectación del lenguaje.

Trastorno poco frecuente que aparece después de un periodo de desarrollo normal de al menos dos años, caracterizado por pérdida de funciones cognitivas, alteraciones en la conducta social y comunicación. También presenta pérdida de habilidades motoras y pérdida de control de esfínteres.

Trastorno, el más frecuente de los tres, caracterizado por dificultades en la interacción social y comunicación social, frialdad al tacto y aparente falta de empatía. Su prevalencia ronda el 1 por 1000.

Condiciones que afectan el desarrollo infantil a nivel cognitivo, físico, conductual y/o social. Pueden causar dificultades en el aprendizaje, la interacción social y la independencia.

Capacidad de una persona para tomar sus propias decisiones y llevar a cabo sus actividades cotidianas sin necesidad de ayuda constante. Este es un objetivo terapéutico en muchos trastornos.

Asistencia o ayuda que se brinda a una persona para que pueda llevar a cabo una actividad, superar una dificultad o lograr un objetivo.

El proceso mediante el cual un niño adquiere habilidades de pensamiento, razonamiento y resolución de problemas.

Requerimientos específicos relacionados con la salud, la educación, el desarrollo o el bienestar de una persona para garantizar su óptimo funcionamiento y desarrollo.

Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la interacción social y la comunicación, pero en menor intensidad que el autismo. Los niños con Asperger tienen dificultades para comprender las emociones y los comportamientos sociales, y pueden mostrar comportamientos repetitivos.

El desarrollo inicial es normal, pero alrededor de los 3 años se observa una pérdida de interés por las interacciones sociales, menor afectividad, comunicación peculiar (parecida al autismo) con soliloquios (hablar solo) y actividades repetitivas.

El Síndrome de Asperger puede asociarse a otros trastornos como la depresión, el TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y problemas de comportamiento como las conductas disociales.

Es importante tener cuidado al diagnosticar TDAH en niños con Asperger, ya que los síntomas pueden ser similares. Es crucial hacer un diagnóstico preciso para no sobre-diagnosticar.

El TDAH se caracteriza por una dificultad para concentrarse y mantener la atención, lo que se traduce en distraerse con facilidad con estímulos externos.

El Síndrome de Asperger se considera una forma atenuada de autismo, es decir, con síntomas menos graves. Los niños con Asperger suelen tener mayor conciencia de su condición y pueden llegar a trabajar, pero rara vez desarrollan relaciones duraderas.

Un diagnóstico de TDAH o Asperger tiene implicaciones importantes en la vida del niño, por lo que es fundamental hacer un diagnóstico preciso para elegir el tratamiento adecuado y evitar sobre-diagnosticar.