Tema 1: La Medición de la Actividad Económica

Las transacciones de bienes y servicios entre un país y el resto del mundo, incluyendo exportaciones e importaciones.

El estudio de las relaciones sociales en la producción, distribución y consumo de bienes y servicios.

Los pagos que recibe un país por los servicios de sus factores productivos (trabajo y capital) en el exterior, y los pagos que realiza a los factores productivos extranjeros que operan en su territorio.

Es la necesidad constante de conectar la teoría económica con la realidad mediante la observación y la toma de información.

Un conjunto de datos organizado y confiable que permite monitorear el comportamiento de la economía.

Las transferencias entre un país y el resto del mundo, como las ayudas internacionales o las remesas familiares, sin contrapartida.

La diferencia entre el PIB (Producto Interno Bruto) y el PNB (Producto Nacional Bruto). Se calcula sumando la renta de los factores nacionales en el exterior y restando la renta de los factores extranjeros que operan en el país.

La contabilidad nacional surgió en la segunda mitad del siglo XX para dar seguimiento a la actividad económica.

La influencia del pensamiento keynesiano en la contabilidad nacional

Mide la capacidad de gasto de un país, teniendo en cuenta el PIB y las transferencias netas recibidas del exterior.

Mercado donde los intermediarios financieros (bancos, cajas de ahorro, etc.) operan con títulos financieros.

El pensamiento keynesiano enfatiza que el gobierno debe intervenir en la economía para regular los ciclos económicos.

Las variables económicas cambian con el tiempo, se ven afectadas por la inflación y se miden en diferentes monedas.

Parte de la renta que los hogares no destinan al consumo inmediato, sino que ahorran para el futuro.

Forma en que los hogares aportan su ahorro a los intermediarios financieros, mediante depósitos o la adquisición de títulos financieros.

Para entender la situación de una economía, no basta con ver las cifras generales, también importa saber cómo se distribuyen entre la población.

Un modelo que ilustra el flujo de bienes, servicios y factores entre diferentes agentes económicos. Se centra en tres participantes: los hogares (consumo), las empresas (producción) y las Administraciones Públicas (servicios).

Las unidades económicas que consumen bienes y servicios. Proporcionan factores de producción (trabajo y capital) a las empresas.

Las unidades económicas que producen bienes y servicios. Contratan factores de producción de los hogares y venden su producción.

Las unidades económicas que proporcionan servicios públicos (educación, salud, etc.). También recaudan impuestos y realizan transferencias.

El valor de los bienes y servicios finales producidos en un país durante un período determinado. Se puede calcular como la suma del gasto total, la renta total o el valor total de la producción.

El flujo de dinero de las empresas a los hogares como compensación por los factores de producción utilizados.

El dinero que gasta el gobierno en salarios, bienes y servicios. Incluye gastos en educación, salud, seguridad, etc.

El dinero que se transfiere a los hogares sin contraprestación. Incluye ayudas sociales, pensiones, subvenciones.

El valor de los bienes y servicios generados por una empresa, sin considerar los consumos intermedios.

La parte del valor que una empresa agrega a los bienes y servicios que produce.

La diferencia entre el valor de la producción efectiva y el coste de los consumos intermedios utilizados en esa producción.

Son los bienes y servicios que se consumen en la producción de otros bienes y servicios.

Se produce cuando se contabiliza el valor de los bienes y servicios intermedios más de una vez en el cálculo de la producción total.

Es la suma de los valores añadidos de todos los sectores de una economía.

Es la suma del valor de los bienes y servicios finales producidos en una economía.

El PIB es un indicador económico que mide el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un período determinado.

El PIB se basa en el flujo de bienes y servicios, sin considerar la sostenibilidad de este flujo a largo plazo.

El PIB no distingue entre actividades que generan bienestar social y aquellas que son dañinas, como la producción de armas.

El PIB no incluye el valor del trabajo no remunerado, como las tareas del hogar, que contribuyen al bienestar.

El PIB no contempla los costes ambientales asociados a la producción de bienes y servicios.

Las críticas al PIB sugieren que se necesita un indicador más completo que considere la sostenibilidad y el bienestar social.

El PIB es un buen indicador de la actividad económica, pero no un reflejo completo del bienestar social.

El PIB se puede calcular desde tres perspectivas: la oferta, la demanda y la renta. Estos métodos, con los ajustes necesarios, deberían producir el mismo resultado.

El PIB se puede calcular sumando el gasto total en bienes y servicios de la economía. Esta es la perspectiva de la demanda agregada.

El PIB se puede obtener sumando el valor de los bienes y servicios producidos en un país sin importar la procedencia de los factores de producción. Esto se conoce como el principio de territorialidad.

El PIB por el método de la renta se calcula sumando las remuneraciones a los factores de producción (asalariados, capital y rentas mixtas) y añadiendo los impuestos netos de subvenciones sobre la producción y las importaciones.

El Producto Nacional Bruto (PNB) se centra en la perspectiva de los propietarios de los factores de producción, es decir, dónde residen las personas que generan las rentas.

El PNB se obtiene sumando el PIB y las rentas netas del exterior, que son las rentas que los residentes del país obtienen de sus inversiones en el extranjero menos las rentas que se pagan a extranjeros por sus inversiones en el país.