Situación Actual de la Terapia de Conducta

Study Notes

Terapia cognitivo-conductual (TCC) es el resultado del desarrollo del conocimiento científico.
La TCC se ha enriquecido en fundamentos teóricos y empíricos.
El lenguaje se considera desde una perspectiva de marcos relacionales, superando la visión tradicional skinneriana.
La terapia de conducta se centra en el comportamiento como respuesta al medio ambiente.
Hay una confusión entre el descubrimiento individual y el desarrollo científico.
La terapia de conducta siempre ha considerado el componente cognitivo.
La terapia de conducta busca comprender si el comportamiento está determinado por pensamientos o actividades cognitivas concretas.
La teoría no siempre se traduce en la práctica.
La terapia de conducta busca ayudar a los pacientes a adaptarse a las situaciones adversas.

TCC es eficaz en ámbitos como la salud.
La TCC se basa en la metodología experimental.
Los programas de TCC son claros, reproducibles y mensurables.
Un ejemplo es el programa Improving Access to Psychological Therapies en el Reino Unido.
El programa ofrece tratamiento psicológico a pacientes con ansiedad y depresión.

La TCC debe mejorar sus recursos terapéuticos para que sean más efectivos en todos los casos.
Adaptación de tratamientos para personas con problemas crónicos, trastornos complejos y comorbilidad.
Fundamento teórico y justificación de los tratamientos.
Necesidad de modelos psicopatológicos que justifiquen los tratamientos.
Necesidad de comprender cómo operan los tratamientos.

Surgen como aportaciones a la TCC para mejorar la terapia.
Importancia a la experimentación de la conducta.
Importancia al aprendizaje a través de contingencias e interacciones.
Análisis funcional, basado en el contexto.
Importancia a las emociones, considerando su papel en los trastornos y la intervención
Aceptación y compromiso (ACT): un enfoque contextualista y funcional del comportamiento.

Énfasis en la experimentación y la práctica de la conducta.
Considera las funciones de las conductas más importantes que las conductas en sí.
Enfatiza el contexto y el análisis funcional.
Prioriza la experimentación de las emociones.
Reconoce la importancia del lenguaje pero lo considera secundario en los procesos emocionales.
Considera la relación terapéutica como un elemento clave.

Aumenta la implicación en actividades en el momento presente.
Aceptación de las emociones y sentimientos sin juzgar.
Enfatiza la implicación en la experimentación
Destaca el aspecto emocional.
Busca que el paciente tome contacto con sus emociones, validando el malestar por las circunstancias.

Se enfoca en cómo la sesión terapéutica se convierte en un elemento crucial de la terapia.
Relevancia de la relación terapéutica.
Orientada a las conductas clínicamente relevantes en la sesión (positivas y negativas).
Usa las conductas como herramienta para comprender el caso.
Reforzar las conductas positivas del paciente.
Entender cómo los factores del terapeuta influyen en la terapia.