Síntomas y Diagnóstico de BPH

Study Notes

Los síntomas de la BPH se pueden clasificar en obstructivos e irritativos.
Los síntomas obstructivos incluyen dificultad para iniciar la micción, reducción del flujo urinario, sensación de vaciado incompleto de la vejiga, micción doble, esfuerzo para orinar y goteo posmiccional.
Los síntomas irritativos incluyen polaquiuria, tenesmo vesical y nocturia.
El cuestionario de autoaplicación de la American Urological Association (AUA) es válido y confiable para identificar la necesidad de tratar a los pacientes y controlar su respuesta al tratamiento.

Se requiere un análisis de orina para descartar infección o hematuria.
Se debe medir la creatinina sérica para evaluar la función renal.
El 10% de los pacientes con BPH presentan insuficiencia renal, lo que aumenta el riesgo de complicaciones después de la intervención quirúrgica.
La imagenología de las vías superiores es necesaria en pacientes con prostatismo.
El PSA sérico es opcional, pero la mayoría de los médicos lo incluyen en la evaluación inicial.

Otros trastornos obstructivos de las vías urinarias inferiores, como estenosis uretral, constricción del cuello vesical, cálculos vesicales o cáncer de próstata (CaP), deben considerarse en hombres con BPH.
La hematuria y el dolor se asocian a menudo con cálculos vesicales.
El CaP se puede detectar mediante anomalías en la dre o un PSA elevado.
Las infecciones de vías urinarias pueden imitar los síntomas irritativos de la BPH.
Las infecciones de vías urinarias también pueden ser una complicación de la BPH.
Los síntomas de micción irritativos también se asocian al carcinoma de la vejiga, especialmente in situ.
Los pacientes con trastornos de vejiga neurogénica pueden presentar síntomas similares a los de la BPH.

La espera vigilante es el tratamiento apropiado para hombres con síntomas leves (0 a 7 en la escala IPSS).
Los hombres con síntomas de moderados a severos también pueden optar por la espera vigilante.
Los α-bloqueadores son eficaces para tratar la BPH, ya que bloquean los receptores α1-adrenérgicos en la próstata y el cuello vesical, lo que reduce la contractilidad de estos tejidos.
El estudio de McConnell et al. (1998) demostró que los pacientes con BPH sintomática de moderada a severa y hiperplasia prostática en la dre tienen un 7% de riesgo de desarrollar retención urinaria en un período de cuatro años en el grupo placebo.

El intervalo óptimo de seguimiento y los criterios específicos para la intervención no están definidos con precisión.
Se necesitan más estudios para determinar la seguridad y eficacia de diferentes tratamientos para la BPH.

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