Psicología Cognitiva Social

El desarrollo de la conciencia moral implica la transición desde un pensamiento egocéntrico a un pensamiento más solidario y empático.

El egocentrismo se refiere a la incapacidad para comprender las perspectivas de los demás y la tendencia a enfocarse en las propias necesidades y deseos.

La empatía implica ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos, emociones y perspectivas.

Las normas sociales son reglas y estándares compartidos y aceptados por los miembros de un grupo que guían o restringen la conducta.

Las normas sociales se activan de forma consciente o automática, influenciando las acciones y el pensamiento de las personas.

La desviación de las normas sociales puede conllevar consecuencias sociales, como el rechazo o la desaprobación.

Las normas sociales son menos restrictivas que las leyes, pero su incumplimiento puede tener repercusiones en las relaciones sociales.

Las normas sociales son un elemento fundamental en la socialización, guiando el desarrollo del comportamiento dentro de un grupo.

Hipótesis que sugiere que nuestra mente busca eficiencia y simplifica la información para ahorrar energía. Prioriza la economía cognitiva sobre la precisión.

Tendencia a ignorar o minimizar información que contradice nuestras creencias previas. Buscamos confirmación, no refutación.

La tendencia a utilizar atajos mentales o reglas simples para simplificar el procesamiento de información. Puede llevar a errores y sesgos.

La influencia de las emociones en la toma de decisiones y el procesamiento de información. Nuestras emociones pueden distorsionar nuestra percepción.

Hipótesis que sugiere que tendemos a atribuir la responsabilidad de nuestras acciones a factores externos, mientras que atribuimos la responsabilidad de las acciones de otros a factores internos.

Conjunto de creencias, valores y normas que compartimos con otros miembros de un grupo social. Influyen en nuestra percepción del mundo y en nuestras conductas.

Procesos psicológicos que nos ayudan a comprender el comportamiento de los demás. Intentamos interpretar y explicar las acciones de los demás.

Tendencia a recordar mejor información que es consistente con nuestras creencias previas. Ignoramos o olvidamos información que contradice nuestro punto de vista.

El procesamiento de arriba-abajo usa información previa para interpretar estímulos nuevos, basándose en expectativas y experiencias.

Este tipo de procesamiento comienza con los estímulos sensoriales y luego se basa en ellos para construir una interpretación, sin depender de información previa.

La amnesia retrógrada es la incapacidad de acceder a información almacenada en el pasado, dificultando la conexión con experiencias previas.

La amnesia anterógrada es la incapacidad para almacenar nueva información en el cerebro, lo que dificulta la creación de nuevos recuerdos.

Nuestro cerebro intenta minimizar el esfuerzo en el procesamiento de información, buscando la forma más eficiente para procesar la realidad.

El cerebro utiliza estrategias para simplificar el procesamiento, evitando el análisis exhaustivo de toda la información.

La capacidad del cerebro de enfocarse en información relevante y descartar la irrelevante, ahorrando energía y mejorando la eficiencia.

Un método de selección de información basado en el contraste entre el estímulo y su contexto; por ejemplo, un hombre solo en un grupo de mujeres.

Un método de selección de información basado en la discrepancia entre el estímulo y la información previa del individuo; por ejemplo, ver a alguien sin camiseta en un supermercado.

Un método de selección de información basado en la importancia del estímulo para las metas o necesidades del individuo; por ejemplo, una señal de peligro en la carretera.

Un heurístico que clasifica un estímulo según su similitud con un prototipo de la categoría, sin considerar información estadística.

Una estrategia de pensamiento que puede llevar a errores al juzgar un estímulo basándose en su semejanza con un prototipo, en lugar de datos estadísticos.

Un error en el razonamiento que ocurre cuando se usa la información prototípica para clasificar un estímulo, en lugar de información estadística.

Las emociones influyen en cómo procesamos la información y qué recordamos. Si estamos en un estado de ánimo positivo, recordaremos mejor la información positiva y viceversa.

El estado de ánimo actual afecta a nuestra atención y memoria. Si estamos alegres, prestaremos más atención a lo positivo y lo recordaremos mejor.

El estado de ánimo influye en nuestros juicios sobre los demás. Cuando estamos contentos, tendemos a ser más positivos con las personas. Si estamos enfadados, también seremos críticos.

Indica que una parte importante de nuestro comportamiento se basa en procesos inconscientes que no controlamos. Estos procesos influyen en nuestras decisiones, pero no somos conscientes de su influencia.

Procesos que se activan de forma automática sin intención ni control consciente. Un ejemplo es la percepción subliminal, donde nuestro cerebro registra información a la que no prestamos atención.

Procesos de los que somos conscientes, pero no sabemos cómo nos influyen en nuestras acciones. Un ejemplo son los estudios de falsa fama, donde se induce la creencia inconsciente de que alguien es famoso.

Estudio donde se dan nombres ficticios y se pregunta si son famosos para evaluar la influencia de información subliminal en la memoria y el juicio.

El efecto halo se presenta cuando la percepción positiva de un atributo de una persona, como su apariencia física, influye en la percepción de otros atributos, incluso si no tienen relación. Por ejemplo, pensar que una persona atractiva es también inteligente o generosa.

Según este sesgo, tendemos a atribuir cualidades positivas a las personas que consideramos físicamente atractivas, como honestidad, inteligencia o liderazgo. Por ejemplo, un político atractivo podría ser percibido como más capaz.

El término hace referencia a la manifestación de un sesgo de benevolencia hacia personas atractivas, lo que significa que se les juzga con más indulgencia y se les conceden beneficios, como sentencias más leves o fianzas más bajas.

Las personas con rasgos faciales más infantiles, como ojos grandes y una mandíbula pequeña, pueden ser percibidas como menos peligrosas y menos culpables en situaciones legales, lo que puede influir en las decisiones de los jueces o jurados.

La investigación ha demostrado que el atractivo físico puede influir significativamente en juicios y sentencias, incluso en contextos que se supone deben ser objetivos. Esto demuestra que los sesgos pueden operar en situaciones legales.

Las personas que son consideradas menos atractivas pueden ser percibidas como más peligrosas, más culpables de delitos y más responsables de sus acciones por parte de los jurados, lo que subraya la influencia del atractivo en la percepción.

El estudio analizó más de 2,000 casos de juicios y encontró que los jueces otorgaron multas más bajas y fijaron fianzas más bajas para los delincuentes atractivos en delitos menores, evidenciando que el atractivo físico puede influir en decisiones judiciales.

En este estudio, se encontraron que los acusados con características faciales más infantiles con menor probabilidad de ser considerados responsables intencionalmente de un delito, lo que sugiere que la apariencia física juega un papel en la percepción de la culpabilidad.