Prótesis sobre Implantes: Osteointegración

Conexión firme, íntima y duradera entre la superficie del implante y el hueso que lo sostiene.

Fuerza inicial de contacto entre el implante y el hueso.

Estabilidad resultante de la formación de hueso alrededor del implante.

Superficie del implante que interactúa con el hueso durante la osteointegración.

Proceso de conexión entre el hueso y el implante dental.

Médico que introdujo el concepto de osteointegración.

Proceso por el que se produce una unión funcional entre el implante y el hueso.

Procesos biológicos que permiten la unión hueso-implante.

Interfase de tejido conectivo que encapsula el implante como cuerpo extraño. Causa fracaso del implante.

Porcentaje de implantes que se integran correctamente, se estima entre 95-98% a 5 y 10 años, respectivamente.

Estado general del paciente, historia clínica, diabetes y tabaquismo como factores que afectan a la osteointegración

La diabetes puede afectar negativamente a la cicatrización y aumenta el rechazo de implantes.

El tabaquismo disminuye el éxito del tratamiento de implantes dentales.

Registro completo de la salud del paciente para evaluar factores relevantes en el éxito de los implantes.

La higiene oral adecuada es un factor clave para el éxito de los tratamientos de implantes.

Influye en el éxito del tratamiento con implantes. Se clasifica según su densidad y resistencia. Tipos I y II para la mandíbula, III y IV para el maxilar.

Capacidad del implante para ser aceptado por el cuerpo sin rechazo. El titanio es un material muy biocompatible.

Un implante diseñado para adaptarse a la zona donde se va a colocar, considerando la cantidad y calidad del hueso.

Preparación cuidadosa del hueso donde irá el implante. Debe ser mínimamente invasiva y aséptica.

Tiempo que necesita el hueso para unirse al implante. Varía según la calidad del hueso y otros factores.

Estructura que se fija al implante para reemplazar el diente perdido. Su diseño influye en la distribución de las cargas.

Visitas periódicas al dentista para monitorizar el implante y asegurar su correcto funcionamiento.

Colocar una corona provisional sobre el implante inmediatamente después de la cirugía.

La estabilidad primaria es la fuerza mecánica inicial que se produce al colocar un implante en el hueso.

La estabilidad primaria se ve afectada por la densidad ósea, la técnica de colocación del implante y el diseño del implante.

La estabilidad primaria es clave para la osteointegración, ya que evita micromovimientos del implante y previene la formación de tejido conectivo entre el implante y el hueso.

La cuarta semana después de la colocación del implante es crucial ya que la estabilidad primaria disminuye y la secundaria comienza a desarrollarse.

Estos métodos miden la fuerza del implante, como el par de desinserción o el análisis histomorfométrico.

Estos métodos, como el análisis de frecuencia de resonancia, miden la estabilidad inicial del implante.

Evaluar la estabilidad primaria es vital para determinar el tiempo de cicatrización y si se puede cargar inmediatamente el implante.

El titanio es el material más utilizado en implantes dentales debido a su alta biocompatibilidad y resistencia. Puede utilizarse en estado puro o aleado con aluminio y vanadio (TiAlV) como titanio grado 5.

El titanio tiene una alta tendencia a la oxidación, lo que crea una capa protectora de óxidos que lo hace resistente a la corrosión. Este proceso dificulta los métodos de colado y requiere maquinaria especializada.

La zirconia es un material cerámico (dióxido de circonio) estabilizado con itrio. Ofrece buena biocompatibilidad y resistencia mecánica, siendo una alternativa estética al titanio, especialmente para implantes en la parte frontal de la boca.

Se produce cuando el implante dental no se integra correctamente con el hueso, mostrando movilidad y radiolucidez alrededor del implante. Esto indica un fracaso en la unión hueso-implante.

Varios factores pueden afectar el éxito de los implantes dentales, incluyendo la edad del paciente, enfermedades preexistentes como la periodontitis o diabetes, y hábitos como el tabaquismo.

Es el proceso por el cual el implante dental se une al hueso de forma estable y duradera. Se considera un factor clave para el éxito del tratamiento de implante dental.

La enfermedad periodontal (infección de las encías) puede afectar la osteointegración del implante, incrementando el riesgo de fracaso del tratamiento.

Mantener una buena higiene oral es fundamental para el éxito de los implantes dentales, reduciendo el riesgo de infecciones y favoreciendo la osteointegración.

El tabaquismo, la diabetes y la enfermedad periodontal son factores de riesgo que dificultan la osteointegración y pueden comprometer el éxito del implante.

La densidad del hueso, la superficie del implante y el estado de salud del paciente son factores que influyen en el tiempo que tarda en ocurrir la osteointegración.

Se refiere a la capacidad del implante de coexistir con el tejido del cuerpo sin producir rechazo.

Se refiere a la colocación de una corona provisional sobre el implante inmediatamente después de la cirugía.

La buena higiene oral es esencial para el éxito del implante, ya que previene infecciones y mantiene la salud del tejido alrededor del implante.