Patología Digestiva y de la Boca

Formaciones pequeñas, blanquecinas de 1 mm que aparecen en el paladar. Desaparecen por sí solas.

Lesiones firmes, con forma de tallo, que se localizan en el hueso que sostiene los dientes (procesos alveolares). Se extirpan quirúrgicamente si interfieren con la alimentación o la succión.

Crecimiento benigno que causa manchas rojas en la lengua con bordes blancos elevados y engrosados. Es normal y desaparece solo, pero puede volver a aparecer.

Surcos profundos en la superficie superior de la lengua. Más frecuente en el Síndrome de Down.

Crecimiento de la glándula tiroides en la parte posterior de la lengua. Puede ser asintomático o causar dificultad para tragar.

Enrojecimiento e inflamación de las encías que acompañan a la salida de los dientes. Es normal y puede provocar exceso de saliva o irritación en la piel alrededor de la boca.

Una reducción en la consistencia y un aumento en la frecuencia o volumen de las deposiciones que dura más de dos semanas.

Solución de rehidratación oral propuesta por la OMS para tratar la diarrea aguda en niños mayores de 3 meses.

Fase del tratamiento de la diarrea aguda en la que se administra SOR/OMS para corregir la deshidratación.

Cantidad de SOR/OMS administrada durante la fase de rehidratación: "Ad libitum" significa que el niño puede tomar la cantidad que desee.

Método de administración recomendado de la SOR/OMS: Pequeñas cantidades frecuentes con una cuchara durante la fase de rehidratación.

Tiempo de administración de la SOR/OMS: Se debe continuar hasta que la deshidratación se corrija.

Fase del tratamiento de la diarrea aguda en la que se introduce el consumo de alimentos para evitar el ayuno prolongado.

Dieta recomendada para niños mayores durante la fase de alimentación: Debe contener proteínas animales y no debe ser hipocalórica ni hipoproteica.

Reacciones alérgicas a la leche de vaca que se producen en las dos horas posteriores a la ingestión y que pueden llegar a la anafilaxia.

Reacciones a la leche de vaca que no están mediadas por la IgE y que pueden causar síntomas como diarrea, vómitos y malnutrición.

Es un procedimiento que se realiza para confirmar el diagnóstico de APVL, pero se debe hacer en el hospital debido a los riesgos asociados.

El tratamiento para la APVL consiste en evitar las proteínas de la leche de vaca. Se utilizan fórmulas de leche hidrolizadas o semielementales.

La lactancia materna es la mejor forma de prevenir la APVL.

La expulsión brusca del contenido gástrico y/o intestinal a través de la boca y/o nariz. Es un síntoma común en niños.

Inmadurez de los centros reguladores, errores dietéticos, malformaciones, infecciones, peristaltismo inadecuado, alimentación líquida y aerofagia son factores que pueden aumentar la probabilidad de vómitos en los niños.

Es necesario analizar el aspecto y la edad de aparición del vómito para determinar la causa y el tratamiento adecuado.

La diarrea aguda se caracteriza por la eliminación de heces líquidas o semilíquidas en tres o más ocasiones en un período de 12 horas, o por una única deposición que contenga moco, sangre o pus. La duración de este tipo de diarrea es de dos semanas o menos.

La diarrea infecciosa es la causa más común de diarrea aguda. Se produce cuando bacterias, parásitos, hongos o virus infectan el tracto digestivo.

Este tipo de diarrea se produce por la ingesta de alimentos o líquidos que contienen sustancias que no se absorben bien por el intestino, lo que aumenta el volumen de las heces.

Las diarreas por alteraciones de la mucosa intestinal se caracterizan por una inflamación o daño en la mucosa del intestino, que dificulta la absorción de los nutrientes.

La diarrea enteroinvasiva es un tipo de diarrea infecciosa que se caracteriza por la invasión del germen en la mucosa del intestino, causando daño tisular, sangrado e inflamación.

La diarrea por malabsorción se produce cuando el intestino no absorbe correctamente los nutrientes de los alimentos, debido a una infección o daño en la mucosa intestinal.

El fracaso en la absorción y el aumento de la secreción son dos mecanismos que pueden causar diarrea.

La diarrea se puede producir por la elaboración de toxinas en el intestino (toxiinfección) o por la ingestión de toxinas elaboradas fuera del organismo (intoxicación).

Vómitos que ocurren en los primeros días de vida del bebé.

Vómitos de color blanco en el recién nacido, generalmente por aspiración de líquido amniótico. Si son intensos y se acompañan de dificultad para respirar, puede indicar atresia de esófago.

Vómitos de color rojo en el recién nacido, usualmente causados por la deglución de sangre durante el parto. Si son intensos, puede haber un síndrome hemorrágico.

Vómitos de color amarillo en el recién nacido, provocados por el reflujo de calostro. Si son abundantes, se sospecha una obstrucción digestiva alta.

Vómitos de color verde o fecaloideos en el recién nacido, pueden ser por la deglución de meconio. Si son intensos, se considera una anomalía obstructiva baja.

Vómitos que ocurren después de las primeras 24 horas de vida del bebé.

Vómitos causados por la ingestión de sangre de grietas en el pezón materno.

El diagnóstico de los vómitos en el neonato depende de la frecuencia y el color, así como de la presencia de otros síntomas.

Dolor abdominal intenso que se caracteriza por cólicos, llanto, flexión de piernas, sudoración, palidez, vómitos y deposiciones con sangre. Se puede palpar una masa en el abdomen. En el tacto rectal se pueden encontrar heces sanguinolentas.

Disminución en la frecuencia de las deposiciones, con heces duras, secas y escasas, acompañado de molestias abdominales.

Evacuación intermitente e involuntaria de pequeñas cantidades de heces, relacionada con el estreñimiento crónico y problemas emocionales.

Alimentos pobres en fibra y líquidos.

Falta de líquidos en el cuerpo, que puede contribuir al estreñimiento.

Dificultad para defecar debido a dolor o molestias, como hemorroides o fisuras anales.

Cambios en el intestino, como tumores o estrechamientos, que pueden obstaculizar la defecación.

Uso excesivo de laxantes, supositorios o enemas, que puede interferir con la función intestinal.