Nutrición Infantil y Adolescente

Es la etapa de transición entre el rápido crecimiento de la infancia y el crecimiento más estable.

El consumo excesivo de azúcar puede causar problemas de salud en los niños, como obesidad y caries.

La leche y los productos lácteos son importantes para el desarrollo de los niños, especialmente hasta los 2 años de edad.

En esta etapa, los niños deben comer una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios, como frutas, verduras, proteínas, verduras, lácteos y granos enteros

El crecimiento en la adolescencia es acelerado y se divide en tres etapas: temprana, media y tardía.

Durante la pubertad, el cuerpo experimenta cambios significativos, como el aumento de la masa corporal y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.

Las necesidades calóricas de los adolescentes son mayores que en cualquier otra etapa de la vida debido a su rápido crecimiento y desarrollo.

Es crucial mantener una dieta equilibrada durante la adolescencia para apoyar un crecimiento saludable, incluyendo la ingesta de frutas, verduras, proteínas y granos enteros.

Diferencias en la cantidad de energía que necesita una persona dependiendo de su actividad física, velocidad de crecimiento y género.

Las grasas son importantes para la energía, transportan vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales. Se necesitan para el desarrollo y crecimiento.

En la dieta deben predominar los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en los cereales integrales, legumbres, frutas, verduras. Evitar azúcares simples.

Las proteínas son fundamentales para el crecimiento muscular, deben estar presentes en la dieta para un desarrollo adecuado.

La tiamina, niacina y riboflavina son vitaminas esenciales para el metabolismo energético, asegurando que el cuerpo obtenga la energía de los alimentos.

El rápido crecimiento óseo requiere una buena cantidad de vitamina D y calcio para la formación de huesos fuertes y sanos.

El hierro es esencial para la producción de hemoglobina y mioglobina, proteínas que transportan oxígeno en la sangre y los músculos. Las necesidades de hierro aumentan en las chicas después de la menarquía.

El cinc es vital para el crecimiento y la maduración. Su deficiencia puede causar retraso en el crecimiento e hipogonadismo.

Consumir variedad de alimentos es clave para garantizar la ingesta de todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo óptimos.

Mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física de forma regular son los principales pilares para prevenir problemas de salud en la adultez.

Las proteínas de origen animal, como la ovoalbúmina del huevo, son consideradas de mayor calidad nutricional porque contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita.

La falta de proteínas en la dieta puede debilitar el sistema inmunológico y dificultar la producción de sustancias que ayudan a combatir infecciones.

El hierro de origen animal, como el que encontramos en la carne roja, se absorbe más fácilmente que el hierro de origen vegetal.

Los fitatos, los polifenoles y los taninos, presentes en algunos alimentos vegetales, pueden dificultar la absorción del hierro.

La vitamina C facilita la absorción del hierro no hemo, el hierro que proviene de las plantas.

La deficiencia de ácido fólico y vitamina B12 puede aumentar los niveles de homocisteína, lo que se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

El yodo es esencial para el funcionamiento de la glándula tiroides. Su deficiencia puede causar problemas de salud como bocio, cretinismo e hipotiroidismo.

La falta de zinc puede provocar problemas de salud como pérdida de cabello, enfermedad de Parkinson y dermatitis.

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida de masa ósea, afectando principalmente a mujeres en la menopausia y personas mayores.

El calcio y la vitamina D son nutrientes esenciales para mantener la salud de los huesos y prevenir la osteoporosis.

Los oxalatos, fitatos y fibras dificultan que el cuerpo absorba el calcio.

Esta condición ocurre cuando se tiene una ingesta demasiado alta de proteínas y se elimina calcio a través de la orina.

Se produce un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa muscular, con mayor riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la dislipemia.

El climaterio es un período natural en la vida de la mujer en el que se producen cambios hormonales.

Se aconseja comer en un ambiente tranquilo, masticar despacio y dedicar al menos 20 minutos a la comida.